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PALENTOLOG ´ IA HISTORIA DE LA PALEONTOLOG ´ IA EN LA REGI ´ ON DE MURCIA Gregorio Romero S ´ anchez y Miguel ´ Angel Manche ˜ no Dpto. Qu´ ımica Agr´ ıcola, Geolog´ ıa y Edafolog´ ıa. Facultad de Qu´ ımica. Campus Universitario de Espinardo E-mail: [email protected] y [email protected] Introducci ´ on A la hora de abordar la historia de la investigaci ´ on paleontol´ ogica en la Regi´ on de Murcia se hace im- prescindible enmarcarla siempre dentro del desarro- llo y evoluci´ on de esta ciencia en el conjunto del pa´ ıs. Para ello recomendamos la consulta de los trabajos de Sol´ e Babar´ ıs (1981), Sequeiros (1984, 1988, 1989, 2001, 2002, 2004), Sequeiros y Montero (1999), Se- queiros et al. (1996a, 1996b, 1998), Templado (1988), Truyols (1988), Pelayo (1996, 1999), Perej´ on (2001) y Montero (2003). El presente trabajo constituye una s´ ıntesis del cap´ ıtulo sobre la historia de la investigaci´ on paleon- tol´ ogica en Murcia extra´ ıda de la tesis doctoral “El Patrimonio Paleontol´ ogico de la Regi´ on de Murcia”, cuya defensa tuvo lugar hace cuatro a ˜ nos (Romero, 2004). Dicho cap´ ıtulo se elabor ´ o a partir de la revisi ´ on de las publicaciones que sobre yacimientos de f´ osiles y formaciones geol´ ogicas se realizaron en territorio murciano a lo largo de los a ˜ nos. El per´ ıodo investi- gado se inicia en 1775 con la publicaci´ on de la Intro- ducci´ on a la Historia Natural y a la Geograf´ ıa f´ ısica de Espa ˜ na del irland´ es Bowles (Figura 1A), obra en la que aparece la referencia m ´ as antigua encontrada sobre la existencia de f´ osiles en Murcia. Primeras citas: la obra de Guiller- mo Bowles (1705-1780) El inter´ es por llevar a cabo de manera sistem ´ ati- ca la prospecci´ on minera del territorio espa ˜ nol, mejo- rar las explotaciones existentes as´ ı como los m´ etodos de extracci´ on y fundici´ on, motivaron la creaci´ on de la Real Casa de la Geograf´ ıa, mencionada anterior- mente. En esta instituci´ on se realizaban fundamen- talmente estudios de tipo minero-metal ´ urgicos diri- gidos por el qu´ ımico Agust´ ın de la Planche, Andr´ es Keterlin y su hijo, especialistas en fundici´ on de meta- les, y Guillermo Bowles, especialista en miner´ ıa. A ˜ nos antes de la instalaci ´ on del Gabinete de Historia Natu- ral, Bowles recorri´ o el pa´ ıs junto con otros cient´ ıficos espa ˜ noles con el objetivo de recoger minerales, rocas, plantas y animales para su estudio. Fruto de esos viajes es su Introducci´ on a la His- toria Natural y a la Geograf´ ıa f´ ısica de Espa ˜ na (Bo- wles, 1775). Interesado como hemos dicho sobre todo en la descripci´ on de las principales minas que visita y en los minerales que de ellas se obtienen, Bowles apenas hace referencia a la recolecci´ on de ejemplares paleontol´ ogicos, algo f´ acil de entender por otra parte si tenemos en cuenta el desconocimiento de estos es- tudios en aquel momento y la dificultad de localizar yacimientos. En el cap´ ıtulo titulado De la mina de Guadalca- nal y observaciones hechas de camino por Andaluc´ ıa, Murcia y Valencia hasta Arag´ on, Bowles realiza una descripci´ on m ´ as o menos geol´ ogica de los lugares que recorre durante su visita a Murcia. Es en ese tex- to donde nos encontramos con las que probablemen- te sean las primeras observaciones recogidas en una obra sobre ejemplares de f´ osiles murcianos: Volviendo ´ a Alicante una cordillera de monta ˜ nas calizas que viene de Murcia, y formando un semic´ ırcu- lo ´ a dos leguas de la Ciudad va ´ a qu ´ atro de all´ ı´ a jun- tarse con el mar, y dexa entremedias una gran llanura. La parte occidental de ´ esta es ondeada y llena de pie- dras, de hieso, y de tierra caliza blanca, en cuya super- ficie se ven grandes conchas m ´ as petrificadas que las que hemos dicho hai ´ a la orilla del mar. Entre ellas se distinguen las dos especies de Ursinos grandes y pe- que ˜ nos; y aunque los primeros son de la magnitud de una naranja, los hai aun mayores en lo interior de las tierras de Valencia, de otra especie distinta, y de pe- trificacion tan perfecta que reciben pulimento como el armol. Son adem ´ as diferentes de quantos yo he vis- to en los Gabinetes de Historia-Natural, y lo mismo sucede con las conchas de Ostras petrificadas que se hallan en la superficie de la tierra caliza que hai en- tre Murcia y Mula, que son diversas de las Ostras de Alicante, pues no tienen mas que una charnela ´ o goz- ne, y de seis hasta diez pulgadas de largo con quatro ´ o cinco de ancho.” Bowles se refiere a ejemplares de ostras y otros bivalvos que encuentra en sus recorridos por los ma- teriales ne´ ogenos de las cuencas murcianas. En este ´ ultimo tercio del siglo XVIII hay que destacar, adem´ as del trabajo de Bowles, la impor- tante aportaci´ on del can´ onigo y naturalista Antonio Jos´ e Navarro (1739-1797). La Paleontolog´ ıa en Murcia duran- te el siglo XIX El siglo analizado ha sido dividido en tres etapas (1803-1840, 1840-1868, 1868-1899), divisi´ on que res- ponde a los distintos periodos por los que atraviesa la evoluci´ on y el desarrollo de los estudios geol´ ogicos y paleontol´ ogicos en la Regi´ on de Murcia. 1803-1840 Las primeras consideraciones sobre la geolog´ ıa re- EUBACTERIA 1

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PALENTOLOGIA

HISTORIA DE LA PALEONTOLOGIA EN LA REGION DEMURCIAGregorio Romero Sanchez y Miguel Angel ManchenoDpto. Quımica Agrıcola, Geologıa y Edafologıa. Facultad de Quımica. Campus Universitario de EspinardoE-mail: [email protected] y [email protected]

IntroduccionA la hora de abordar la historia de la investigacion

paleontologica en la Region de Murcia se hace im-prescindible enmarcarla siempre dentro del desarro-llo y evolucion de esta ciencia en el conjunto del paıs.Para ello recomendamos la consulta de los trabajosde Sole Babarıs (1981), Sequeiros (1984, 1988, 1989,2001, 2002, 2004), Sequeiros y Montero (1999), Se-queiros et al. (1996a, 1996b, 1998), Templado (1988),Truyols (1988), Pelayo (1996, 1999), Perejon (2001) yMontero (2003).

El presente trabajo constituye una sıntesis delcapıtulo sobre la historia de la investigacion paleon-tologica en Murcia extraıda de la tesis doctoral “ElPatrimonio Paleontologico de la Region de Murcia”,cuya defensa tuvo lugar hace cuatro anos (Romero,2004). Dicho capıtulo se elaboro a partir de la revisionde las publicaciones que sobre yacimientos de fosilesy formaciones geologicas se realizaron en territoriomurciano a lo largo de los anos. El perıodo investi-gado se inicia en 1775 con la publicacion de la Intro-duccion a la Historia Natural y a la Geografıa fısicade Espana del irlandes Bowles (Figura 1A), obra enla que aparece la referencia mas antigua encontradasobre la existencia de fosiles en Murcia.

Primeras citas: la obra de Guiller-mo Bowles (1705-1780)

El interes por llevar a cabo de manera sistemati-ca la prospeccion minera del territorio espanol, mejo-rar las explotaciones existentes ası como los metodosde extraccion y fundicion, motivaron la creacion dela Real Casa de la Geografıa, mencionada anterior-mente. En esta institucion se realizaban fundamen-talmente estudios de tipo minero-metalurgicos diri-gidos por el quımico Agustın de la Planche, AndresKeterlin y su hijo, especialistas en fundicion de meta-les, y Guillermo Bowles, especialista en minerıa. Anosantes de la instalacion del Gabinete de Historia Natu-ral, Bowles recorrio el paıs junto con otros cientıficosespanoles con el objetivo de recoger minerales, rocas,plantas y animales para su estudio.

Fruto de esos viajes es su Introduccion a la His-toria Natural y a la Geografıa fısica de Espana (Bo-wles, 1775). Interesado como hemos dicho sobre todoen la descripcion de las principales minas que visitay en los minerales que de ellas se obtienen, Bowlesapenas hace referencia a la recoleccion de ejemplarespaleontologicos, algo facil de entender por otra partesi tenemos en cuenta el desconocimiento de estos es-

tudios en aquel momento y la dificultad de localizaryacimientos.

En el capıtulo titulado De la mina de Guadalca-nal y observaciones hechas de camino por Andalucıa,Murcia y Valencia hasta Aragon, Bowles realiza unadescripcion mas o menos geologica de los lugares querecorre durante su visita a Murcia. Es en ese tex-to donde nos encontramos con las que probablemen-te sean las primeras observaciones recogidas en unaobra sobre ejemplares de fosiles murcianos:

“Volviendo a Alicante una cordillera de montanascalizas que viene de Murcia, y formando un semicırcu-lo a dos leguas de la Ciudad va a quatro de allı a jun-tarse con el mar, y dexa entremedias una gran llanura.La parte occidental de esta es ondeada y llena de pie-dras, de hieso, y de tierra caliza blanca, en cuya super-ficie se ven grandes conchas mas petrificadas que lasque hemos dicho hai a la orilla del mar. Entre ellas sedistinguen las dos especies de Ursinos grandes y pe-quenos; y aunque los primeros son de la magnitud deuna naranja, los hai aun mayores en lo interior de lastierras de Valencia, de otra especie distinta, y de pe-trificacion tan perfecta que reciben pulimento como elmarmol. Son ademas diferentes de quantos yo he vis-to en los Gabinetes de Historia-Natural, y lo mismosucede con las conchas de Ostras petrificadas que sehallan en la superficie de la tierra caliza que hai en-tre Murcia y Mula, que son diversas de las Ostras deAlicante, pues no tienen mas que una charnela o goz-ne, y de seis hasta diez pulgadas de largo con quatroo cinco de ancho.”

Bowles se refiere a ejemplares de ostras y otrosbivalvos que encuentra en sus recorridos por los ma-teriales neogenos de las cuencas murcianas.

En este ultimo tercio del siglo XVIII hay quedestacar, ademas del trabajo de Bowles, la impor-tante aportacion del canonigo y naturalista AntonioJose Navarro (1739-1797).

La Paleontologıa en Murcia duran-te el siglo XIX

El siglo analizado ha sido dividido en tres etapas(1803-1840, 1840-1868, 1868-1899), division que res-ponde a los distintos periodos por los que atraviesa laevolucion y el desarrollo de los estudios geologicos ypaleontologicos en la Region de Murcia.

1803-1840

Las primeras consideraciones sobre la geologıa re-

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gional de Murcia las encontramos en el discurso pro-nunciado por Bartolome Colmar (1817) en su Des-cripcion geografica y geognostica del reino de Murcia,ası como en el trabajo de Haussmann (1830) al reali-zar una disertacion geognostica de todo el paıs. En esemismo ano Antonio Gutierrez (1830) publica la Rela-cion de los temblores de tierra ocurridos en el reino deMurcia, verdadera memoria geologica donde se con-sidera que el terreno afectado estaba formado por lamarga arcillosa subapenina cubierta por arenas y bre-chas conchıferas en las inmediaciones del mar. Porotro lado, el autor senala que el Terciario ocupa unafaja casi continua a lo largo de la costa desde Barce-lona hasta Granada.

Al parecer, el ingles Cook (1827) fue el primero queestudio los ammonites con una utilizacion bioestra-tigrafica en su obra Descripcion de parte de los reinosde Valencia, Murcia y Granada, publicada en el Bo-letın de la Sociedad Geologica de Londres (Sequeiroset al., 1996b).

Silvertop (1836), en un extenso trabajo sobre lageologıa de las formaciones terciarias de Granada yMurcia, incluye varias listas con fosiles procedentesde ambas provincias. En el litoral murciano destacauna zona situada en los alrededores de Cartagena ycita los siguientes taxones determinados por su amigoy colega Deshayes: Pecten burdigalensis, Terebratulaampula, Nucholites nov. spec. y Spatangus indetermi-nable. Sowerby hace lo propio con otros ejemplares re-cogidos posteriormente en la misma localidad: Spec-Galerites, Echinus, Balanus, Corales, Pecten pleure-nectes, Terebratula biflicata, Spatangus hoffmanii yClypeaster. Todos los datos senalan a los afloramien-tos de calcarenitas de Canteras, pedanıa situada a 4km de Cartagena, como posibles lugares de proceden-cia de estos fosiles.

1840-1868

A partir de este momento, y durante toda la segun-da mitad del siglo XIX, el numero de trabajos cientıfi-cos relacionados con la geologıa y minerıa de Murciase multiplica considerablemente gracias a la labor delos ingenieros. Esto responde al creciente interes quedespiertan en varias companıas mineras los primeroshallazgos de riquısimos filones de plomo y plata enlas zonas de Mazarron y Cartagena a partir de 1840.Uno de los factores decisivos que hizo posible esta flo-reciente industria minera fue la ventajosa situaciongeografica abierta al Mediterraneo y las excepciona-les condiciones climaticas de la region.

En las decadas de 1840 y 1850 los trabajos massobresalientes dedicados a la minerıa corresponden aPolicarpo Cıa (1844-1845) sobre la Sierra de Alma-grera y Murcia, James Smit (1845) Sobre las forma-ciones terciarias del reino de Murcia, al frances Bou-charcourt (1846) con Memoria sobre la industria mi-neralogica de la provincia de Murcia, la Minerıa deCartagena de Jose Monasterio (1850), Ramon Pellico(1852) y su Estudio del Distrito de Sierra Almagrera

y Murcia y la Resena sobre los filones de la Sierra deCartagena de Fournet (1857). En algunos encontra-mos citas aisladas de fosiles e incluso cuestiones re-lacionadas con la Arqueologıa que despertaban graninteres entre algunos investigadores. Es el caso de Ez-querra del Bayo (1850). En su trabajo Sobre los esco-riales de fundiciones antiguas de Espana y en particu-lar las de Rıo-Tinto y del termino de Cartagena, esteautor aporta datos sobre la minerıa romana y repro-duce en una lamina adjunta la figura de los hornosantiguos descubiertos en el escorial Roma proximo aCartagena. Posteriormente sera Botella (1868) quienestudiara la minerıa antigua de esta misma zona.

A mediados de siglo las aportaciones en Murciade caracter paleontologico se limitaban todavıa a es-poradicas menciones de citas genericas de fosiles en-contrados por los ingenieros, en contraste con lo quesucedıa en otras zonas de Espana donde comenzabana realizarse ya las primeras determinaciones de espe-cies, fundamentalmente en el Paleozoico del norte delpaıs.

Figura 1. De izquierda a derecha y de arriba abajo. A: Portadadel trabajo de Bowles (1775). B: Primer mapa geologico delsureste peninsular elaborado por Pellico en 1851. C: Corte

estratigrafico del diapiro de la Rosa (Jumilla) realizado por losfranceses Verneuil y Collomb (1857). D: Portada de la memoriade Pellico (1852), una de las primeras sıntesis sobre la geologıa

de Murcia que incluye citas de fosiles

En el numero IV de los Anales de Minas, Ama-lio Maestre (1846) publica una nota en la que indi-ca la presencia en las sierras de Cartagena y Mur-viedro (Lorca) de gruesas capas de caliza negra delmismo grupo de la grauvaca, caracterizada principal-mente por la presencia de los Orthoceratites (gigante-

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us y lateralis) que se hallan a menudo en las cante-ras que surten a Cartagena de piedra de construccion.Siguiendo con el texto, el autor da a conocer el casode un determinado ejemplar de considerables dimen-siones que se encontraba en la losa de un portal deCartagena: no debio tener menos de una vara de lon-gitud antes de romperse. Tambien menciona el descu-brimiento de un gran banco de caliza coralıfera en lasproximidades del pantano de Lorca, ası como de otrosfosiles que no llega a identificar.

Agassiz y Desor (1847), en su Catalogue rai-sonne des Echinides, mencionan Echinolampas Ha-yesiana procedentes de Cartagena y los incluyen porprimera vez en el Mioceno.

El siguiente trabajo en el que aparecen fosiles esel de Pellico (1852) en el tomo III de la Revista Mi-nera, revista privada donde se publicaron numerosostrabajos locales realizados por miembros de la Comi-sion del Mapa Geologico (Figuras 1B y 1D). Pellicorealiza una sıntesis geologica y minera de la provin-cia de Murcia en la que recoge las observaciones dealgunos ingenieros publicadas con anterioridad. Divi-de por primera vez las diferentes formaciones y ma-teriales geologicos segun su edad, distinguiendo losterrenos primarios o primitivos, los silurianos inferiory superior, los triasicos, los jurasicos, el nummulıti-co y los terciarios mioceno y plioceno. En las calizassilurianas superiores de las sierras de Cartagena yCarrascoy senala la escasa presencia de fosiles, redu-ciendose a grandes ortoceras y polıperos difıciles dedeterminar. En el Jurasico hace referencia a la apari-cion de ammonites en las calizas compactas de Mula ydel Pantano de Puentes (Lorca), sin llegar a determi-nar ningun genero o especie. Destaca el considerabletamano de los nummulites que encuentra en Lorca yCoy, y cita en el Mioceno los restos de Pecten, Ostrea yClipeaster de las playas de Aguilas, el deposito de are-nisca con balanus crassus y multitud de ostras longi-rostris y callifera de la Sierra de Murviedro (Lorca),y la arenisca caliza grosera con madreporas, pectenes,ostrea callifera y crassisima de la falda meridional dela Sierra de Carrascoy. En cuanto al Plioceno, Pelli-co enumera en los depositos marinos de la zona lito-ral las siguientes especies: Pecten scabrellus (Lamar-ck), Pecten jacobeus (Lam), Terebratula ampulla (Bro-chi), Clipeaster Kleinni (Golfus), Cidarites, Spatangusy Galerites. Por ultimo, recorre las celebres minas delCenajo y hace referencia a la existencia de peces fosi-les en La Serrata de Lorca, yacimiento visitado mediosiglo antes por Navarro y del que escribe: en algunoslechos betuminosos se encuentran pescados de aguadulce, Paludinas y vegetales terrestres. Pellico incluyeerroneamente los depositos de margas y yesos de LaSerrata en los materiales de edad pliocena, cuando enrealidad pertenecen al Mioceno superior. Actualmen-te, este yacimiento es considerado como una de las lo-calidades clasicas en el estudio de la fauna ictiologicadel Messiniense europeo.

A partir de este momento, y durante mas de vein-te anos, seran los trabajos de los geologos franceses

Verneuil y Collomb los que aporten un mayor co-nocimiento sobre los yacimientos paleontologicos es-panoles descubiertos por los ingenieros de la Comi-sion del Mapa Geologico. En su intento de colabo-rar en la confeccion del mapa -fueron contratados poriniciativa de Casiano de Prado con este proposito-Verneuil y Collomb introducen el paradigma bioes-tratigrafico, despertando el interes de los ingenieroshacia el empleo de los fosiles en sus estudios estra-tigraficos. Desde 1844 Verneuil estuvo recorriendo to-do el paıs recolectando y estudiando considerablescantidades de fosiles de todos los terrenos (Truyols,1999; Sequeiros et al., 1996b; Sequeiros y Montero,1999).

En mayo de 1855 Verneuil y Collomb inician el es-tudio geologico del sureste de Espana, publicandoselos resultados al ano siguiente en el Boletın de la So-ciedad Geologica de Francia y en forma de una notade redaccion en la Revista Minera. Poco despues, sepublica en Parıs una Geologıa del Sureste de Espanaen la que se incluye un Resumen de una excursion enMurcia extraıdo del trabajo presentado en el boletınfrances (Verneuil y Collomb, 1857). La aportacion pa-leontologica de este estudio consistio basicamente enla enumeracion de las especies fosiles descubiertasen varias localidades de la provincia. En los alrede-dores de Yecla menciona la presencia en el Cretaci-co de grandes Requienia, Requienia laevigata, un Ra-diolites, Radiolites neocomiensis, la Trigonia cauda-ta, Agass., el Pecten quinquecostatus, una Ostrea, etc.En Jumilla ilustran sus observaciones con un esque-ma estratigrafico del diapiro salino triasico de la Rosa(Figura 1C), primer corte geologico conocido en Mur-cia en el que aparecen fosiles. Las especies descritasson Requienia carinata, Plicatula placunea, Terebra-tula lata, Orbitolites conoidea y Montlivaultia, y apa-recen en unas calizas cretacicas que se encuentrandiscordantes sobre el Trıas. De camino a Fortuna re-cogen Ostrea crassissima y Pecten en las margas ma-rinas del Mioceno. En el paraje de Malvariche en Sie-rra Espuna citan Nummulites perforata y Nummuli-tes granulosa, ası como Ammonite plicatilis en los ma-teriales del Jurasico y ejemplares de erizos bien con-servados como Echinolampas ellipsoidalis, SchizasterNewboldi y Pholadomya Puschii en el Terciario. A po-cos kilometros de Lorca mencionan las areniscas conClypeaster altus y Ostrea crassissima, y dan cuentade las canteras de azufre que se encontraban en ex-plotacion en ese momento. En las margas de La Se-rrata celebran el hallazgo de Alosa elongata, una es-pecie del genero Clupea y una otra del genero Scrio-la, taxones determinados segun el autor por Cocchiquien senala ademas el paralelismo entre esta y lafauna descubierta en Oran (Marruecos). En el trabajoaparecen por primera vez los braquiopodos y ammo-nites del Oxfordiense de la Sierra de la Pena Rubiade Cehegın: Terebratula varians, Terebratula plicata,Aptychus lamellosus, Ammonites tatricus, AmmonitesConstantii, Ammonites Brongniarti y Ammonites Ba-keriae, ası como los primeros fosiles triasicos en lazona comprendida entre Cehegın y Cieza, de donde

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proceden los bivalvos Avicula socialis y Lima.

En la ultima parte de su analisis, Verneuil y Co-llomb dividen los terrenos de la provincia de Murciaen cuatro formaciones en las que recogen las locali-dades con fosiles mas significativas. Destacan en elTrıas las salinas de Calasparra y los alrededores deCehegın, donde aparecen Myophoria Goldfussi, Ger-villia socialis, Monotis Alberti y Ostrea multicosta-ta. En la formacion jurasica senalan la abundanciade fosiles oxfordienses en los afloramientos de Ca-ravaca y Sierra Espuna, donde encuentran tambienbraquiopodos de la oolita inferior y del Lıas. En elCretacico las especies mas representativas son los bi-valvos Ostrea columba, Ostrea biauriculata, Radioli-tes polyconilites y Requienia. En la formacion num-mulıtica de Sierra Espuna citan Nummulites Ramon-di, Nummulites perforata y los erizos Echinolampaellipsoidalis y Schizaster Newboldi. Por ultimo, Cly-peaster altus y Ostrea crassissima son los taxonesmas significativos de la formacion terciaria miocena,bien desarrollada en toda la provincia de Murcia.

En una nota al pie de pagina, Verneuil y Collombadvierten la presencia de fosiles de Orthoceras en lossillares de algunos monumentos de la ciudad de Car-tagena, confirmando la observacion hecha por Pellico(1852) anos antes. Los Orthoceras de Cartagena serande nuevo protagonistas en Verneuil (1864), donde elautor asegura que se trata de los unicos fosiles quepermiten atribuir al Paleozoico las rocas metamorfi-cas que se extienden por toda la costa del sur de Es-pana.

1868-1900

Este tercer y ultimo periodo de tiempo en el que hasido dividido el siglo XIX comienza en el ano en el quese publica la memoria geologica de Murcia dentro delos trabajos para la confeccion del Mapa Geologico deEspana. Se trata de la Descripcion geologico-minerade las provincias de Murcia y Albacete (1868) del inge-niero de minas Federico de Botella y de Hornos (1822-1899). A pesar de que casi las tres cuartas partes deltrabajo estan dedicadas a la descripcion de los cria-deros metalıferos, el laboreo y la metalurgia, Botellaaporta nuevos datos sobre la geologıa de la provinciade Murcia. Ademas del mapa geologico de las provin-cias de Murcia y Albacete que encabeza la publica-cion, el trabajo se completa con un mapa geologico-topografico de los alrededores de Murcia que incluyevarios analisis de suelos, un mapa de los sistemas delevantamiento de las montanas en Espana y Portu-gal, un plano de las zonas metalıferas antigua y mo-derna con los ejes de erupcion y levantamiento, ası co-mo mapas topograficos y geologicos de las sierras deCartagena y Mazarron (Figura 2). En sus observacio-nes realizo numerosos cortes geologicos de gran pre-cision, casi todos ellos encaminados al analisis estra-tigrafico de las principales zonas mineras (Cartage-na, Mazarron, Aguilas y Lorca). En el mapa geologicoque acompana a la memoria se diferencian por pri-mera vez los Terrenos Cuaternario y Paleozoico, las

Formaciones Triasica, Jurasica, Cretacica, Numulıti-ca, Terciaria marina, Terciaria de agua dulce y lasRocas eruptivas.

Figura 2. Portada e ilustraciones del trabajo de Botella (1868):Descripcion geologica-minera de las provincias de Murcia y

Albacete. Abajo a la izquierda se reproduce la lamina XI conlos peces fosiles procedentes del yacimiento de La Serrata

(Lorca), cuyo corte geologico aparece tambien a la derecha

Desde el punto de vista paleontologico, Botellaenumera la mayor parte de los fosiles que Verneuily Collomb citan en sus trabajos. Aporto nuevos datossobre los materiales de las sierras del NW de Murcia,distinguiendo por primera vez tres pisos del JurasicoMedio y Superior: Oxford clay, Coral rag y Kimme-ridge clay. En el Cretacico encuentra Ostrea aquila,Trigonia caudata, Pecten quinquecostatus, Plicatulaplacunea y Orbitolites conoidea.

Sin duda la aportacion mas importante de la obrade Botella fue la descripcion tanto del yacimiento deLa Serrata de Lorca como de varios ejemplares depeces fosiles, ademas de ofrecer el primer corte es-tratigrafico de la zona (Figura 2). En el capıtulo delos criaderos de azufre, Botella destaca las excelentescondiciones de exposicion de los materiales miocenosmarinos de la serie de La Serrata, los cuales, segun elautor, sirven de techo a los azufres y ofrecen la pecu-liaridad de albergar numerosas impresiones de pecesy de batracianos. Comenta la regularidad y continui-dad de los estratos y elogia el buen estado de conser-vacion de los fosiles, lo que indica, segun el autor, lalarga duracion de la epoca que presidio a esta forma-cion y la suma tranquilidad de los mares en que sedesarrollo. Con este trabajo Botella se convierte en elprimer autor que incluye detalladas descripciones ta-xonomicas de fosiles murcianos. Estas se completan

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con hermosas y exactas ilustraciones a pluma de va-rios peces que son reproducidas en la figura anterior.Los ejemplares, aclara Botella, proceden por un ladode sus propias observaciones de campo, y por otro, dela magnıfica coleccion del lorquino Canovas Cobeno,facultativo de Lorca y posterior catedratico de Histo-ria Natural del Instituto de Segunda Ensenanza deMurcia.

La identificacion de un total de trece peces fosi-les fue realizada por Gervais y Sauvage, paleontolo-gos del Museo de Historia Natural de Parıs que esta-blecieron tres nuevos taxones cuya descripcion correa cargo de este ultimo. Se trata de Seriola beaumonti,Rhamphognathus verneuili y Clupea gervaisii, espe-cies dedicadas a Elie de Beaumont, Edouard de Ver-neuil y Paul Gervais, respectivamente. El materialrestante dibujado consiste en cinco fosiles de Clupeaelongata y uno de Sphyroena, quedando un ejemplarsin determinar. Como se advierte tras comprobar lacorrespondencia de las ilustraciones con su explica-cion en el texto, Botella se olvida de identificar el fosilrepresentado en la lamina con el n◦ 7.

En 1874 se publica en los Anales de Historia Natu-ral el primer trabajo que cita vegetales terciarios enEspana. Se titula Enumeracion de las plantas fosi-les espanolas del ingeniero Alfonso de Areitio y Larri-naga (1874), corresponsal y ayudante del Museo deCiencias Naturales de Madrid y uno de los fundado-res de la Sociedad Espanola de Historia Natural en1871. En el prologo de su trabajo, Areitio lamenta laescasa atencion que han recibido en nuestro paıs losvegetales fosiles por parte de geologos y paleontolo-gos, al tiempo que subraya su interes para establecerla edad de los materiales y su importancia como fuen-te de informacion paleoclimatologica. En esa mismaintroduccion, el autor adopta una postura claramen-te darwinista cuando manifiesta la gran importanciaque adquiere la Paleontologıa al estudiar los cambiosque actuando sobre el reino vegetal desde su primeraaparicion hasta nuestros dıas, han venido a dar comoresultado la desaparicion de las especies y la renova-cion de las floras, merced a la aparicion de nuevos ti-pos. Como anecdota senalar que en ese mismo nume-ro de los Anales y justo a continuacion del trabajode Areitio, Vilanova (1874) publica una nota sobre elEozoon canadense, curiosamente uno de sus trabajosmas conocidos por criticar con firmeza las entelequiasevolucionistas de Darwin.

En el trabajo de Areitio hay que destacar que delos mas de cien taxones citados, ocho proceden de ya-cimientos siluricos de Ciudad Real y Madrid, ochentay seis del Carbonıfero de Asturias, Leon y Cordobafundamentalmente, dos del Triasico (Cuenca y Zara-goza) y uno del Cretacico de Santander. De los ejem-plares de plantas del Terciario, el autor enumera unodescubierto en Teruel, otro en Hellın, dos en Valen-cia y diez en Murcia. Todos los fosiles murcianos pro-cedıan de la citada coleccion de Canovas Cobeno. Laslocalidades de procedencia de estos fosiles son:

La zona de canteras de la Toma del agua en Lor-ca, donde Canovas recoge un ejemplar de Pini-tes que Areitio identifica, no sin reservas, comoPinites Reusii;

Los alrededores del santuario de Santa Eulaliaen Totana, donde localizo un fosil de Abietiteslatisquamosus, y

Los Cabezos de la Trisca en la pedanıa deBanos de Mula, lugar de procedencia de las si-guientes especies: Fagus castanaefolia, Artocar-pidium cecropiaefolium ?, Laurus tetranteroides?, Andromeda protagea ?, Cissus platanifolia,Pterospermum dubium ?, Dombeyopsis tiliaefo-lia, Dombeyopsis grandifolia, Rhamnus Augus-tinii.

A pesar de que su aportacion se reduce basicamen-te a la enumeracion de una larga lista o catalogo pro-visional de plantas fosiles de Espana, el historico tra-bajo de Areitio coloco a Murcia a la cabeza de las pro-vincias espanolas con un mayor numero de vegetalesterciarios descubiertos hasta ese momento.

Sauvage (1875) realiza una puesta a punto so-bre el conocimiento de la ictiofauna fosil, incluyendoen su estudio una nota titulada Sur un Poisson desmarnes de Lorca (Espagne). Sauvage identifica conun nuevo genero, Trachinopsis iberica, a un pez delTerciario superior procedente del yacimiento de LaSerrata descubierto por su colega Delanoue en unasmargas grisaceas que constituyen una serie de nive-les paralelos y de poco espesor, que alternan con otrosmas blancos y de mayor profundidad, proponiendo unmedio de aguas muy tranquilas para el deposito deestos materiales. El minucioso analisis de los rasgosanatomicos del fosil es acompanado por un dibujo delejemplar completo que figura en la lamina 24 del tra-bajo. Arambourg (1927) demostrara mas tarde que enrealidad se trata de un representante de la especieactual Trachurus trachurus (Linneo).

Figura 3.- Ejemplar de la nueva especie Clupea lorcae descritapor Sauvage en 1878

Poco tiempo despues, Sauvage (1878) anade a lalista de la ictiofauna fosil de Lorca la nueva espe-cie Clupea lorcae (Figura 3), aparecida esta vez enunas margas grisaceas homogeneas, subordinadas a

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depositos de azufre y pertenecientes probablemente alPlioceno inferior. Mas recientemente, Gaudant (1995)senala que la descripcion original de Sauvage no esnada precisa, pues el pesimo estado de conservaciondel fosil no permite tener evidencias claras de ninguncaracter diagnostico fiable. Considera Clupea lorcaecomo “nomen nudum”, ya que las medidas realizadasestan fundamentadas unicamente en el estudio de unsolo ejemplar a partir del cual es imposible establecerel holotipo de la especie.

Calderon (1876) publica en el tomo V de los Analesde Historia Natural su Catalogo de los vertebradosfosiles de Espana, recopilacion de las especies de ver-tebrados fosiles citadas hasta el momento en la li-teratura especializada. La primera especie que tuvoen consideracion fue Homo sapiens, citando entre losyacimientos con fosiles humanos uno situado en eltermino de Totana (Murcia). A pesar de no aportarmas datos sobre su localizacion, Calderon mencionados craneos en una urna funeraria de la Edad delBronce, ası como frontales de nino y dientes y muelascon corona plana, todos ellos descubiertos por el in-geniero y gran aficionado a la arqueologıa, Rogelio deInchaurrandieta. Hemos podido averiguar que el ya-cimiento de procedencia de los fosiles es el de La Bas-tida (Totana), descubierto en 1869 y posteriormenteestudiado y adscrito a la cultura de El Argar por Hen-ri y Luis Siret (1890). Actualmente esta consideradocomo un yacimiento arqueologico de gran magnitud einteres cientıfico para la investigacion de esta cultu-ra, una de las mas importantes de la Edad del Broncedel Occidente europeo.

El otro yacimiento al que hace referencia Calderonen su catalogo es el de La Serrata, de donde procedenlos siguientes fosiles extraıdos todos ellos del trabajode Botella (1868): Seriola Beaumonti, Clupea elonga-ta, Clupea Gervaisii, Ramphognatus Verneuilli, Sphy-raena.

En la sesion del 16 de junio de 1877 de la Sociedadde Historia Natural, Areitio leyo una nota en la queexpuso las ultimas observaciones que habıa realizadode algunos fosiles enviados desde Lorca por su ami-go Canovas. Identifica un ejemplar de Charcharodonmegalodon y dos de Charcharodon Lamia proceden-tes de Vedar (Almerıa), un ejemplar de Charcharo-don angustidens de la cantera de Murviedro (Lorca) yotro de Charcharodon semiserratus del yacimiento deLa Serrata (Lorca).

En 1880 el famoso polıtico y naturalista murcianoAngel Guirao, recorre las provincias de Murcia, Ali-cante y Albacete dando cuenta de sus hallazgos alano siguiente a la Sociedad de Historia Natural queel mismo presidıa en esos momentos (Guirao, 1881).Entre los fosiles cita Cerithium giganteum, Nerineagigantea, Naticas y Cardium.

A pesar de que la etapa en la que se publica un ma-yor numero de trabajos sobre Paleontologıa espanolacorresponde al decenio 1881-1890 (Sequeiros, 1984,

1989, 1992a), no tenemos constancia de ninguna pu-blicacion relacionada con fosiles de Murcia duranteeste periodo de tiempo.

Vilanova (1891) describio someramente los ma-teriales del area de Jumilla, atribuyendo los nive-les del cerro del castillo al terreno nummulıtico yno al Cretacico como propuso correctamente Verneuil(1856).

En una de sus multiples excursiones por nuestropaıs, el naturalista Buen y del Cos (1884) exalta lariqueza cientıfica aun por descubrir de las provinciasde Murcia y Almerıa. Interesado especialmente porla Botanica, recoge algunos datos paleontologicos yprehistoricos durante su visita a Lorca y alrededo-res. Ası, recolecta numerosos fosiles en el pantanode Puentes, menciona la abundancia de moluscos ycrustaceos en el Mioceno de Aguilas y visita la colec-cion de peces fosiles del lorquino Canovas, consociosuyo de la Sociedad de Espanola de Historia Natural.

En su Catalogo, Mallada (1892) recoge los 35 taxo-nes que aparecen citados en un total de ocho trabajos:Silvertop (1836), Pellico (1852), Verneuil y Collomb(1856), Botella (1868), Areitio (1874, 1878), Sauvage(1875) y Mallada (1875-1891).

En diciembre de 1884 un terremoto destruıa va-rios pueblos en la provincia de Granada. Con tal mo-tivo, la Academia de Ciencias de Parıs envio una ex-pedicion cientıfica, la Mision d’Andalousie, para estu-diar el Secundario y Terciario de las provincias orien-tales. Tal estudio fue realizado por el ingeniero de mi-nas Bertrand y el naturalista Kilian, quienes publica-ron sus estudios y descubrimientos de la geologıa an-daluza utilizando por primera vez la palabra Subbeti-ca (Bertrand y Kilian, 1892). En lo relativo a Murciase limitan a mencionar someramente las analogıasque observan en esta provincia con respecto a los ma-teriales y a las faunas neocomienses que encuentranen Granada, Malaga y Cordoba.

Nickles (1896) establece que las directrices de ple-gamiento observadas por Bertrand y Kilian (1889) enel sector central de la Cordillera Betica (provincias deGranada y Jaen) se reconocen tambien en su parteoriental. En sus observaciones sobre la estratigrafıade las sierras subbeticas de Cehegın y Caravaca, Ni-ckles describe las series de la Pena Rubia donde ci-ta un total de 19 especies diferentes de ammonitesdel Jurasico superior; la Loma de la Solana con fau-na berriasiense y otros yacimientos en los que aflo-ran las calizas margosas del Cretacico inferior y supe-rior. Aunque de forma muy basica, aporta las prime-ras consideraciones paleobiogeograficas de la regional senalar las semejanzas paleontologicas entre losmateriales secundarios de la Pena Rubia y los de lasierras de la Sagra y Crevillente. Su trabajo sera tra-ducido al castellano por Sanchez Lozano (1898) enel Boletın de la Comision del Mapa Geologico de Es-pana.

Termina ası un siglo en el que la Paleontologıa en

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todo el territorio nacional es considerada unicamen-te como una herramienta subordinada a los estudiosgeologicos, utilizando los fosiles para lograr datacio-nes y correlaciones estratigraficas temporales e igno-rando por ello casi todos los autores las ideas que seextendıan por Europa centradas en la interpretacionpaleobiologica y evolutiva de los fosiles (Sequeiros,1984, 1989, 2004; Truyols, 1999).

La Paleontologıa en Murcia en elsiglo XX

De 1900 a 1936

En la Explicacion del Mapa Geologico de Espana,Mallada (1902) recoge los datos de publicaciones an-teriores para describir por edades los afloramientostriasicos y jurasicos de la provincia de Murcia consus fosiles correspondientes. En ese mismo ano Ni-ckles (1902) publica sus ultimas investigaciones enlas que pone de manifiesto la existencia en la PenaRubia (Cehegın) y en la Sierra de las Cabras (Cara-vaca) de estructuras de cabalgamiento similares a lasobservadas en Granada y Jaen. Durante los anos si-guientes, Nickles (1904) centrara sus estudios en laPena Rubia. Elabora una cartografıa detallada de lasierra (la primera en la que figuran pliegues y fallas)y levanta 4 cortes geologicos y diversos croquis delmacizo dibujados a partir de fotografıas (Figura 4).

Figura 4.- Cortes y esquemas geologicos de la Loma de laSolana y la Sierra de la Pena Rubia (Cehegın), segun Nickles(1904). Los afloramientos de este sector seran posteriormente

objeto de numerosos estudios por su interes geologico ypaleontologico

De forma casi simultanea comienza la vasta laborde Jimenez de Cisneros, natural de Caravaca y ca-tedratico de Historia Natural del Instituto de Alican-

te. Entre 1903 y 1935 publico numerosas resenas es-tratigraficas y paleontologicas sobre el Mesozoico delas provincias de Alicante y Murcia, siendo el descu-bridor de gran parte de los yacimientos fosilıferos delLıas de esta region.

En la explicacion de los sistemas Infracretaceo yCretaceo del mapa geologico, Mallada (1904) recogelos datos paleontologicos de Botella y Verneuil y Co-llomb. En este trabajo se menciona por primera vezuna mancha cretacica con Ostrea Couloni y VicaryaLujani entre Ojos y Pliego.

Gonzalez Simancas, autor del Catalogo Monumen-tal de Espana (1905-1907), menciona el descubri-miento de un gran molar de elephas primigenius enMurcia. La referencia del fosil de elefante procede deun trabajo de Jimenez de Cisneros (1906) publicadoen el Boletın de Historia Natural. En el espacio de-dicado a Colecciones particulares, Gonzalez Simancasno hace referencia alguna a los esplendidos ejempla-res fosiles que Canovas poseıa en sus colecciones. Deltexto se deduce que la voluntad del lorquino antes desu muerte era la de donar su coleccion al Museo Ar-queologico Provincial de Murcia. Sin embargo, y co-mo constatara Meseguer Pardo (1924) unos anos des-pues, todo el material paleontologico fue depositadoen el Gabinete de Historia Natural del Instituto Pro-vincial de Murcia, hoy I.E.S. Alfonso X el Sabio.

Azpeitia Moros (1911) en su obra La diatomologıaespanola en los comienzos del siglo XX, estudia 18 ya-cimientos de diatomeas distribuidos por toda Espana,entre los que se incluye el de La Serrata de Lorca.

Un ano despues del trabajo de Azpeitia Moros sepublica Criaderos de Hierro de Espana, del ingenieroVillasante (1912). En el prologo del capıtulo dedica-do a los criaderos de la provincia de Murcia, SanchezLozano cita en la Rambla del Gilico (Cehegın) Nauti-lus bidorsatus como fosil caracterıstico de las calizasque se encuentran en el Trıas Keuper. En las arenis-cas terciarias situadas en el caserıo de Canteras, Vi-llasante destaca las impresiones de Chondrites y losrestos de corales, pectınidos y ostras. Sin embargo, laaportacion mas interesante desde el punto de vistapaleontologico es la descripcion de una nueva espe-cie recogida en las calizas pizarrenas del Cabezo dePonce, cerca de la pedanıa de Alumbres. Se trata dePleuronectia Cartaginensis, bivalvo determinado porel ingeniero de minas Juan Gavala.

En 1916 se publica Apuntes para la Historia deTotana y Aledo, obra del historiador local Munuera yAbadıa (1916) que incluye un curioso fragmento:

La poblacion (Aledo) esta situada en la cima de unmonte que afecta una forma casi conica, y dentro de suantiguo recinto, al SO. del mismo, se eleva la historicafortaleza de Aledo. El monte sobre que todo descansaesta tajado artificialmente por el E. S. y O. ofrecien-do la particularidad de estar sembrado de mariscosfosiles hasta una mitad de su altura.

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Los “mariscos” de Munuera corresponden a bival-vos (Ostrea, Pecten, Chlamys, Spondylus, Cardium)y equinodermos fosiles (Clypeaster) que aparecen enlos niveles de calcarenitas tortonienses sobre los quese levanta el castillo y el pueblo de Aledo.

El ingeniero de minas Meseguer Pardo (1924), ensu estudio sobre los yacimientos de azufre de Espana,describe una vez mas los materiales de La Serrata deLorca y aporta una informacion muy valiosa sobre lacoleccion del lorquino Canovas Cobeno:

Debajo de estos estratos (de yeso y margas) esta lazona explotable del yacimiento cuyas capas contie-nen en ciertos casos, restos lenosos en buen estado deconservacion y continuando en profundidad, apare-ce una nueva pizarra silıcea con diatomeas, que en-cierra ası mismo multitud de impresiones de peces yvegetales. D. Francisco Canovas, culto catedratico delInstituto General y Tecnico de Murcia, recogio nume-rosas especies fosiles que se hallan hoy en el Gabi-nete de Historia Natural del indicado centro docen-te. Entre los ejemplares, que corresponden tanto a laformacion marina como a la lacustre, son dignos demencion los que seguidamente se expresan, cuya cla-sificacion es debida a los Sres. Canovas y Mallada:Charcarodon megalodon, Hemipristis serra, Galeuscanis, Oxyrhina xiphodon, Lamna contortideus, Py-cnodus huggi, Sphaerodus cinctus, Nummo-palatusurcitanus, Leuciscus papyraceus, Acanthopsis augus-tus, Lebias cephalotes, Clupea latissima, Scomber ra-chicurvus, Carangopsis eliocrocae, Perca concepcionis,Sargodon melanodon, Sphirenodus macrophtalmus,Trachynopsis iberica, Trachygenis robustus.

De las especies citadas tan solo Trachynopsis ibe-rica y Charcarodon megalodon habıan sido descri-tas en este yacimiento con anterioridad por Sauvage(1875) y Areitio (1877), respectivamente. Ademas, eltrabajo incluye un corte geologico que, aunque muysencillo, pretende aclarar la estratigrafıa de la zona ysu relacion con la tectonica local.

Aunque se han citado hasta ahora gran cantidadde trabajos, unos de caracter local y otros regiona-les, ninguno de ellos proporciona un modelo paleo-geografico y tectonico para la Cordillera Betica. Elfrances Fallot (1889-1960) fue el primer autor que in-tento dar explicacion a las observaciones geologicasrealizadas en el sector oriental de las Zonas Exter-nas (Figura 5). Estos objetivos los cubrio con una se-rie de trabajos que inicio en 1928 en los que anali-zaba la edad del plegamiento. Posteriormente, estu-dio el Dogger de la provincia de Murcia (Fallot, 1930,1931a) y el Malm (Fallot, 1931b), y mas tarde dio aconocer la geologıa regional de las provincias de Mur-cia y Alicante (Fallot, 1932). Fallot y Bataller (1933)estudiaron el frente de cabalgamiento del Subbeticoentre Calasparra y Cieza.

Figura 5.- Portada y lamina de cortes geologicos de SierraEspuna de uno de los trabajos geologicos mas significativos

correspondientes a Fallot (1945). Las fotografıas proceden delas primeras observaciones realizadas por el geologo frances

en tierras murcianas (1921): Acantilado de la costa deCartagena (izquierda) y vista parcial del Mioceno de lavertiente sur de la Sierra Almenara en Lorca (derecha).

Cortesıa del Archivo Universitario de Granada: Legado de PaulFallot (1889-1960)

Tras la Guerra Civil, Fallot regresa a Espana ypublica una sıntesis sobre el sector oriental de la Zo-na Subbetica titulada Estudios geologicos en la ZonaSubbetica entre Alicante y el rıo Guadiana Menor (Fa-llot, 1945). Este trabajo ha constituido un referentebasico para estudios regionales posteriores. Al descri-bir las caracterısticas de la serie neogena de la Cuen-ca de Lorca encontramos nuevamente comentarios so-bre la ictiofauna del yacimiento de La Serrata:

Existen depositos de evaporacion y de influenciascontinentales del Pontiense, donde alternan capas sa-lobres con sedimentos recurrentes marinos con faunade peces, en la que dominan los tiburones.

En su trabajo Las Cordillera Betica, Fallot (1948)propuso un modelo estructural sobre la geologıa delconjunto de las Beticas basado fundamentalmente enla superposicion de mantos de corrimiento con movi-mientos de SE a NW. Desde el punto de vista paleon-tologico, levanto numerosas secciones estratigraficasen el Subbetico de Murcia, sobre todo en el sector deCaravaca-Cehegın, dando a conocer las faunas de am-monites del Jurasico y Cretacico. Anos antes (Fallot,1929a) publica un mapa con la distribucion de las dis-tintas unidades estructurales estudiadas en la trans-versal Caravaca-Velez Rubio. Poco despues (Fallot,1931a) recoge las listas faunısticas aportadas por Ni-ckles y Jimenez de Cisneros en las sierras de la PenaRubia y Quıpar (Cehegın). El esquema estratigraficoen esta ocasion es mucho mas detallado y completoque los anteriores, distinguiendo distintos pisos delJurasico superior a partir del contenido fosil. En otranota estratigrafica sobre el Subbetico, Fallot (1931b)estudia las facies del Dogger de la Sierra de Ricote.Destaca tambien un estudio geologico sobre el macizode Sierra Espuna en el que la unica aportacion pa-leontologica es la determinacion de varios ejemplaresde alveolinas y nummulites del Eoceno en el sector de

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Malvariche (Fallot, 1929b).

De 1939 hasta la decada de los 70

Melendez (1941) es el encargado de resumir las ob-servaciones realizadas durante un itinerario geologi-co de Cartagena a Almerıa con alumnos de la Facul-tad de Ciencias de la Universidad de Madrid. Duran-te la excursion, bajo la direccion de los catedraticosHernandez-Pacheco y Vidal, recorrieron las provin-cias de Madrid, Toledo, Albacete, Murcia, Almerıa,Granada, Jaen y Ciudad Real entre los meses de ma-yo y junio de 1935. La unica referencia paleontologicaes la presencia de restos de Ostrea y Pecten en unasmargas del Plioceno que afloran en las proximida-des del Puerto de Mazarron. Lo mas interesante delartıculo son las descripciones de las minas de Car-tagena y Mazarron, las observaciones geomorfologi-cas sobre ramblas y bad-lands, ası como un esquemageologico y fotos de la region que acompanan al texto.

En 1952 aparece la explicacion del mapa geologico1:50.000 de El Llano (Cartagena) dirigida por los in-genieros Templado y Meseguer. Se trata de una de lasprimeras hojas publicadas de Murcia, y en ella desta-ca la amplia y completa recopilacion bibliografica y lahistoria de las investigaciones geologico-mineras dela region desde finales del siglo XVIII hasta mediadosdel XX. El unico dato sobre fosiles que destaca la pu-blicacion es el hallazgo en el cerro Ponce (Cartagena)de varios ejemplares de pectınidos considerados porGavala como Pleuronectia cartaginensis del Mioceno(Villasante 1912) y determinados posteriormente porFallot como Pavamussium semiradiatus de edad oli-gocena.

En la decada de los 50 se inicia una aceleracionen las investigaciones sobre la Zona Subbetica en laque no quedo excluida el sector oriental. La Bioestra-tigrafıa y Paleontologıa de invertebrados experimen-tan importantes avances durante esos anos, siendo apartir de la decada de los 60 cuando se acentua aunmas el interes por estos estudios.

Ası, el Jurasico y Cretacico Inferior de la Sierrade Ricote fue objeto de numerosos trabajos tanto porla extension y exposicion de sus afloramientos comopor su contenido faunıstico. Los ingenieros de minasAlmela y Rıos (1953) establecen las analogıas estra-tigraficas existentes entre la serie del Trıas-CretacicoInferior de la Sierra de Ricote y otra localizada en losApeninos septentrionales. En los materiales de Rico-te cita 8 especies de ammonoideos en las margocalizasdel Bajociense-Bathoniense y 14 en las calizas margo-sas del Titonico y Neocomiense.

A partir de los trabajos de Fallot, Almela yRıos (1954) realizan una detallada descripcion estra-tigrafica de la Sierra de Ricote con importantes lis-tas de fosiles que agrupan en cada uno de los pe-riodos estudiados. Entre los yacimientos jurasicos se-leccionados los autores destacan el de la Rambla dela Canada de los Minanos, donde recogen Sphaero-ceras Brongniarti, Ludwigia Lucyi, Perisphinctes Lu-

cretius, Hildoceras bifrons y Belemnites sp. del Bajo-ciense. En el Albiense de la serie de la Casa de losMinanos, Fallot y Sornay determinan Gaudryceras cf.Sacya, Tetragonites aff. Kiliani mut. Jacobi, Jauberte-lla jaubertiana, Kosmatella agassiziana, Jaubertellamicheliana, Beudanticeras dupinianum var. africa-na, Desmoceras (Beudanticeras) Revoili, Puzosia Ge-tulina, Puzosia kiliani, Puzosia nolani var. Kiliani-formis, Latidorsella latidorsata, Phylloceras guettar-di, Phylloceras aff. Grothi, Lyelliceras cf. Lyelli, Per-vinquieria sp., Dipoloceras cristatum, Hamites nov.sp.?, Ptychoceras laeve var. Haimamensis, Turrilitesvibrayeanus, Fragmocono de Neohibolites?. Todos losejemplares son descritos y aparecen fotografiados en4 laminas. Los autores aportan un corte geologico delEoceno desde Mula hasta el embalse del Corcovado yun estudio de los foraminıferos localizados en los ma-teriales presentes en esta transversal. Por ultimo, in-cluyen una lista faunıstica de los equınidos y bivalvosfosiles del Mioceno que encuentran en las proximida-des de Mula (sierras del Cajal y de la Muela).

A partir de este trabajo, Almela y Rıos redactan lahoja geologica de Mula (Almela y Rıos, 1955), inclu-yendo en la memoria algunos cortes nuevos y 40 fotosde los distintos relieves y elementos del paisaje carto-grafiados en el mapa (sierras, embalses, salinas, ma-nantiales). En el capıtulo de antecedentes, los autoressenalan a Fallot (1945) como el primero en asignar alJurasico gran parte de la Sierra de Ricote, hasta esemomento atribuido al Eoceno desde el trabajo de Bo-tella (1868).

En un nuevo reconocimiento geologico de la ver-tiente norte de la Sierra de Ricote, Martın-Dıaz y Tri-gueros (1955) descubren nuevos yacimientos del Ba-jociense, Titonico y Neocomiense. En esta ocasion loslugares de interes paleontologico se encuentran a lolargo de la antigua carretera de Cieza a Mazarron, enel LLano de Vite, la Rambla de Benito y la Umbrıadel Cuchillo.

En cuanto a la Micropaleontologıa, Colom (1956)destaca por su estudio de las litofacies y microfosilesde las formaciones jurasico-neocomienses de la Sie-rra de Ricote. Con este trabajo se inician las primerasaplicaciones de foraminıferos en la datacion de seriesestratigraficas localizadas en Murcia.

Atraıdos por la riqueza y buena conservacion de lafauna, Almela y Revilla (1957) realizan nuevas excur-siones a Ricote y Blanca con el objetivo de recoger ma-yor informacion sobre dos de los yacimientos cretaci-cos descubiertos anteriormente: Casa de los Minanosy Salinas de los Chascos. A pesar de que los autoreshacen una introduccion en la que aparecen todas lasespecies determinadas, en realidad se trata de un tra-bajo dedicado exclusivamente a la sistematica de losfosiles piritosos del primero de estos yacimientos. Delas 11 laminas que figuran en el trabajo unicamentelas dos ultimas corresponden a los ammonites neoco-mienses procedentes de Salinas de los Chascos (Fi-gura 6). El abundante material recolectado en Casa

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de los Minanos esta constituido por ammonites en sumayorıa (mas del 65 %), algunos belemnites, muy po-cos gasteropodos y bivalvos y tan solo un Isocrinus.Destaca la identificacion de una nueva especie corali-na definida por Alloiteau como Trochocyathus cf. har-veyanus. En total analizan y estudian 66 especies de39 generos distintos, incluyendo dentro del apartadosistematico las referencias bibliograficas en las queson citadas cada uno de los fosiles y aclaraciones alas especies figuradas en las laminas que acompananal texto.

Algunos autores franceses interesados por la es-tratigrafıa del Cretacico Superior inician una serie deobservaciones por el sur de Caravaca que seran sin-tetizadas en Fallot et al. (1958). En este trabajo dan aconocer la extraordinaria potencia de las series, con-tinuidad, riqueza y buen estado de conservacion delos foraminıferos presentes en las margas del sectorde Loma Solana. Uno de los apartados lo dedican aun fragmento mal conservado de crinoide clasificadode forma dudosa por Roman como Austinocrinus er-ckerti, descubierto en el cerro de Torre Jorquera. Suimportancia radica en la escasez de representantesde este genero en el registro fosil y, sobre todo, ensu interes estratigrafico, ya que es caracterıstico dellımite Campaniense-Maastrichtiense. Citan tambienla presencia de Chondrites en las calizas del Maas-trichtiense superior, fosiles hasta entonces bastantedesconocidos. Con este trabajo Fallot es el primero endescribir la estratigrafıa de un sector en el que seencuentran los afloramientos del Barranco del Gre-dero (Caravaca), famosos actualmente por albergaruna de las secciones mas significativas del transitoCretacico-Terciario.

Sierra Espuna sera tambien objeto de estudio enTrigueros y Navarro (1961). Los datos paleontologi-cos que aportan son escasos en lo referente al Jurasi-co, citando en el Neocomiense tres especies distin-tas de Hibolites (canaliculatus, jaculum, subfusifor-mis), Mesohibolites minaret, Perisphinctes sp., Gros-souvreria ?, Ammonites sp. y Belemnites sp. En elBarremiense aparecen calizas arenosas con Inocera-mus Crispi, Hippurites radiasos y Hoplites aff. angu-licostatum, y encima las calizas margosas descritaspor Fallot con los equınidos Conulos cf. Castaneus,Discoides conicus, Pygaulus sp. y Pseudocidaris sp.En el flanco norte de Sierra Espuna, Trigueros y Na-varro mencionan Nummulites coplanatus, N. laeviga-tus, N. perforatus, Assilina exponens, Alveolina elon-gata, A. gigantea, Discocyclina archiaci, Trochocyatusy Trochosmilia, del Luteciense. Los fosiles del Mio-ceno proceden de la parte superior de la Sierra dela Tercia (al SW de Sierra Espuna) y se reducen aFlabellipecten incrassatus, Amussium cristatum, Ch-lamus opercuaris, Clypeaster sp. y Heterostegina sp.Los autores incluyen tambien un mapa 1:50.000 concartografıa y cortes geologicos en el que se distinguenlos materiales desde el Triasico al Cuaternario de lazona estudiada (Aledo y parte norte del termino deTotana), ası como las principales estructuras tectoni-cas existentes. Este trabajo sera completado dos anos

despues con otro sobre la geologıa del borde orientalde la sierra, corrigiendo las anteriores interpretacio-nes tectonicas a partir de las nuevas determinacionesmicropaleontologicas (Navarro y Trigueros, 1963b).

En la decada de los 60 son abundantes las publi-caciones de las escuelas holandesa y francesa, desta-cando los trabajos de Azema (1966). En el primero es-bozo un modelo geologico regional de las Zonas Ex-ternas de las provincias de Murcia y Alicante y enel segundo establecio la existencia de una “zona in-termedia” entre el Prebetico y el Subbetico. Sin du-da el autor mas sobresaliente en este periodo es elfrances Paquet quien llevo a cabo numerosos trabajostanto de la parte frontal del Subbetico (area de Ca-lasparra) como del contacto entre las Zonas Externase Internas (Sierra Espuna). En uno de ellos (Paquet,1961), revisa la estratigrafıa del Cretacico Inferior yMedio de las sierras subbeticas de Quıpar y Pena Ru-bia (Cehegın), aportando nuevos datos paleontologi-cos que mostraron que las facies de ammonites pirito-sos no son exclusivas del Neocomiense sino que tam-bien pueden observarse en el Albiense, como ocurreen las Islas Baleares. Pone de manifiesto tambien queel paso de la sedimentacion carbonatada del Jurasicoa la margosa del Cretacico se efectua progresivamen-te a partir del final del Titonico superior y comienzodel Cretacico Inferior.

Magne y Paquet (1967) estudiaron las series delEoceno superior, Oligoceno y Mioceno inferior del sec-tor norte de Sierra Espuna, zona de separacion entrelas Zonas Externas e Internas. Los autores aportanuna tabla en la que figuran todas las formas bentoni-cas y planctonicas encontradas en las margas tercia-rias.

Las principales observaciones que Paquet realizaen estos trabajos quedaron finalmente recogidas ensu tesis doctoral sobre la geologıa del W de la pro-vincia de Murcia (Paquet, 1969). Describio las carac-terısticas estratigraficas y paleontologicas de esta re-gion desde el Triasico hasta el Terciario.

Entre las investigaciones de mayor entidad pa-leontologica destaca el estudio sistematico de la colec-cion de peces fosiles depositada en el Museo del enton-ces Instituto Geologico y Minero de Espana (Bauzaet al., 1963). En este trabajo se describe y figura undiente anterior de la mandıbula inferior de un Car-charodon megalodon procedente del Mioceno de Lor-ca.

Principales investigaciones de final del siglo XX

Como hemos apuntado anteriormente, a partir dela decada de los 60 se acentua el interes por el conoci-miento de las Cordillera Betica, lo que se traduce enla creacion de grupos de trabajo extranjeros, sobre to-do franceses, holandeses y alemanes que, junto al gru-po espanol perteneciente en su mayorıa a la Universi-dad de Granada, llevan a cabo numerosas investiga-ciones en casi todo el sector oriental de la cordillera.Los resultados de estas investigaciones permiten dis-

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poner en la actualidad de una informacion bastantecompleta de la geologıa de la region. Este crecimientode la actividad investigadora esta directamente rela-cionado con el aumento del numero de paleontologosnacionales que adquiere realmente cierta importan-cia a partir de los anos 80. Sin embargo, la Paleonto-logıa espanola todavıa en esos anos estaba altamenteligada a la Geologıa aplicada, siendo mayoritarios lostrabajos dedicados a Paleontologıa estratigrafica y alAnalisis de cuencas.

A los estudios puramente bioestratigraficos delJurasico y Cretacico murciano, realizados en granmedida por autores extranjeros, hay que anadir a par-tir de los 70 los primeros sobre vertebrados e inverte-brados terciarios que progresivamente adquiriran unmayor interes e importancia con el tiempo.

No vamos a profundizar en la historia del ultimotercio del siglo XX porque las referencias bibliografi-cas son abundantes y su analisis cae fuera del obje-tivo de este trabajo. Sin embargo, a continuacion seresenan algunos de las publicaciones y acontecimien-tos que hemos considerado mas importantes.

Paleontologıa de invertebrados

En primer lugar hay que senalar que el desarro-llo del conocimiento de la geologıa y paleontologıa delas Beticas no hubiera sido posible sin la aportaciondel profesor Jose Marıa Fontbote y su escuela gra-nadina. Fontbote reconocio en repetidas ocasiones lanecesidad para el geologo de campo de un buen co-nocimiento de los fosiles, imprescindibles para la di-ferenciacion de unidades estratigraficas y tectonicas.Tambien desde la Universidad de Granada, la doctoraLinares ha creado una cantera fecunda de investiga-dores en el Jurasico y Cretacico, sobre todo desde laperspectiva de la bioestratigrafıa con ammonoideos.Todo este trabajo queda reflejado en la publicacionde numerosas tesis doctorales que dedican gran partede su contenido al estudio de yacimientos murcianos.Entre otras, destacan las tesis de Sandoval (1983),donde se estudia la bioestratigrafıa y paleontologıadel Bajociense y Bathoniense, Braga (1983) que tratael Domeriense, Tavera (1985) que estudia el Titonicosuperior-Berriasiense, y Company (1987) que analizael Valanginiense del sector oriental de las Beticas.

Los trabajos mas importantes en Paleontologıa deinvertebrados jurasicos se llevan a cabo en las sierrasde Quıpar (Cehegın), Lugar y Corque (Fortuna) y Ri-cote. En la Sierra de Quıpar las principales contribu-ciones corresponden a Alleman et al. (1975) y Enayy Geysant (1975), que estudiaron el lımite Jurasico-Cretacico a partir de calpionelidos y ammonoideos.Posteriormente, Seyfried (1978, 1979, 1981) estudialas facies condensadas “Ammonıtico Rosso” y afinesen toda la provincia de Murcia. Mangold (1979) le-vanto parcialmente la serie del Jurasico Medio de lasierra, reconociendo el Bathoniense medio/superior.En su tesis doctoral, Sandoval (1983) establece la bio-estratigrafıa del Bajociense/Bathoniense a partir de

los ammonites recogidos en varias secciones de la Sie-rra de Quıpar y Cerro de May Valera. Por su parte,Tavera (1985) estudio tres secciones del Titonico su-perior y Berriasense.

Azema (1971) y Azema et al. (1971) detallan la su-cesion del Jurasico Superior de la Sierra de Corque apartir del reconocimiento de abundantes ammonites.Por otro lado, Seyfried (1978) levanta 78 m de suce-sion del Jurasico Medio/Superior en Lugar. Mangold(1979) analiza la bioestratigrafıa del Bathoniense endos secciones de esta misma sierra. Sandoval (1990)considera a la seccion de la Sierra de Lugar entre lasmas caracterısticas para el Bajociense del SubbeticoExterno. Checa y Sequeiros (1990) estudian en de-talle los niveles basales del perfil del Jurasico Supe-rior de Corque. Nieto (1995) define la Unidad Lugar-Corque e incluye el Jurasico Medio/Superior de estaunidad en las formaciones Veleta y Ammonıtico Ros-so Superior definidas en la parte central de la Cor-dillera Betica. Sandoval (1998) y Osete et al. (2000)estudian el lımite Bajociense-Bathoniense en la Cor-dillera Betica, considerando a la Sierra de Lugar co-mo seccion de referencia para este lımite en el domi-nio Mediterraneo. Por ultimo, Caracuel et al. (1999,2000) realizan estudios paleontologicos con ammoni-tes en el Oxfordiense de la Sierra de Lugar.

En el caso de la Sierra de Ricote, Colom (1966) es-tudio los calpionelidos de la parte septentrional defi-niendo algunas especies nuevas. Posteriormente, Li-nares y Sandoval (1978) estudian los ammonites delBajociense en tres secciones de la Unidad de la Ber-meja y definen una nueva especie, Spiroceras rico-tensis. Sandoval (1983, 1990) incluye algunas seccio-nes de La Bermeja en sus estudios sobre el Jurasicomedio del Subbetico. Baumgartner (1987) estudio losradiolarios del Jurasico medio/superior de las faciessilıceas de la parte norte de la Unidad de La Ber-meja. Linares y Sandoval (1993), Garcıa-Gomez et al.(1994) y Sandoval et al. (2001) consideraron a la seriede Mahoma, en la parte meridional de esta unidad,como serie de referencia para el lımite Lıas/Doggeren el Dominio Mediterraneo.

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PALENTOLOGIA

Figura 6.- Lamina con ammonites piritosos cretacicos de laSierra de Ricote (Almela y Revilla, 1957)

El numero de trabajos sobre el Cretacico de Mur-cia tambien es importante, siendo la transversalCaravaca-Velez Rubio el sector mas estudiado por lospaleontologos. La bioestratigrafıa de los afloramien-tos del Rıo Argos (Caravaca) ha sido tratada por mu-chos autores debido a su abundante y variada fau-na y a la calidad en la exposicion de sus series. Citarlas primeras publicaciones de Van Veen (1966, 1969),Kurhy (1971, 1972) y Alleman et al. (1975). Companyy Tavera (1982) estudiaron las asociaciones de ammo-nites del transito Berriasiense-Valanginiense en seisperfiles situados en las proximidades de Cehegın, apartir de los cuales establecieron la bioestratigrafıapara este intervalo de tiempo. Este trabajo lo com-pleto Company (1987) en su tesis doctoral. Hoede-maeker (1982, 1992) propuso una zonacion de ammo-nites para el Titonico-Valanginiense basada en los da-tos de los afloramientos del rıo Argos. Aguado (1993)se apoyo en datos del corte de La Ines y del Barrancode Canada Lengua a la hora de establecer la bioes-tratigrafıa del Cretacico con nannoplancton calcareo.Por ultimo, en la tesis doctoral de Rey (1993), se estu-dian los materiales subbeticos del Jurasico y Cretaci-co de varios afloramientos ubicados en el noroeste dela provincia de Murcia.

A finales de los 60 comienzan a aparecer las pri-meras publicaciones sobre yacimientos y fosiles de in-vertebrados terciarios a raız del estudio de la estrati-grafıa del Neogeno de Murcia por parte de autoresfranceses. En este sentido hay que destacar la tesisdoctoral de Montenat (1973) y sus numerosas publica-ciones posteriores (Montenat, 1977, 1990; Montenat y

Roman, 1970; Montenat et al., 1978, 1980), en las quese recoge una amplia lista faunıstica de bivalvos, gas-teropodos, corales, brioozos y equinodermos proceden-tes de las cuencas neogenas de Lorca, Mula, Fortuna,Mazarron, Murcia y Cartagena. Senalar tambien lostrabajos de Brebion et al. (1978), Brimaud y Vachard(1986), y Pouyet (2000) dedicados a los distintos gru-pos fosiles del Terciario murciano. Entre los investi-gadores espanoles sobresale Calzada (1978a, 1978b,1978c, 1979, 1985) y Santisteban (1981, 1991). El pri-mero se dedica al estudio de la fauna de invertebra-dos tortonienses de Archena y Fortuna y el segundo aanalizar la relacion de los arrecifes fosiles de la Cuen-ca de Fortuna con la Crisis de Salinidad del Messi-niense. Por su parte, Lopez Buendıa (1992) describelos arrecifes del Mioceno superior de la vertiente nor-te de la Sierra de Carrascoy.

Paleontologıa de vertebrados

A partir de los anos 70 y sobre todo en los 80, laPaleontologıa de vertebrados resurge en Murcia pa-ralelamente a lo que ocurre en el resto de Espana.Entre los trabajos de mayor interes hay que senalar eldescubrimiento del yacimiento de peces fosiles de Co-lumbares por Arambourg y Montenat (1968) y la apa-ricion de restos de mamıferos en Zeneta (Plioceno),Librilla (Pontiense indeterminado) y los fosiles valle-sienses de La Paloma y La Alberca (Montenat y Cru-safont, 1970). Este ultimo yacimiento fue consideradoademas como localidad tipo del lagomorfo Hispanola-gus crusafonti (Janvier y Montenat, 1971; Mein et al.,1973). Bruijn et al. (1975) y Montenat et al. (1975)publican los primeros estudios sobre micromamıferosy seis anos despues salen a la luz los datos sobre lapaleontologıa sistematica de dos yacimientos del Mio-ceno superior con vertebrados continentales: Casa delAcero en Fortuna (Agustı et al., 1981), donde fue des-crita la segunda cita de un Camelidae en Espana du-rante el Mioceno terminal, y Librilla (Alberdi et al.,1981), cuya asociacion faunıstica permite su correla-cion con el yacimiento valenciano de Venta del Moro.

En 1977 es descubierta Cueva Victoria (Car-tagena), yacimiento karstico que durante el Plio-Pleistoceno funciono como un cubil de carroneros. Suimportancia reside en la abundante fauna encontra-da, la presencia de restos humanos y de Therophite-cus cf. oswaldi, un papion africano, el unico descritocon seguridad fuera de Africa. Hay que destacar tam-bien la gran importancia del material paleontologi-co recuperado durante los ultimos quince anos en lasexcavaciones sistematicas llevadas a cabo en los ya-cimientos con Neandertales de Cueva Negra (Cara-vaca) y Sima de las Palomas (Torre Pacheco). Final-mente, senalar los buenos resultados de las investi-gaciones llevadas a cabo en el yacimiento karstico delPleistoceno inferior de la Sierra de Quibas situado enAbanilla (Montoya et al., 1999, 2000).

En los ultimos anos la Paleontologıa en Mur-cia se ha visto enriquecida por un buen numero depublicaciones, algunas de ellas encabezadas o secun-

PALENTOLOGIA

dadas por miembros del Departamento de QuımicaAgrıcola, Geologıa y Edafologıa de la Universidad deMurcia. En este sentido destacamos las investigacio-nes sobre el yacimiento de la Hoya de la Sima (PerezLorente et al., 1999), la descripcion sistematica delas tortugas fosiles descubiertas en el Puerto de laCadena (Mancheno et al., 2001), los diversos traba-jos sobre el yacimiento de Quibas (Iniesta y Romero,2001; Mancheno et al., 2003b; Rodrıguez-Estrella etal, 2004), el analisis micropaleontologico del posibleestratotipo del lımite Ypresiense-Luteciense de For-tuna (Gonzalvo et al., 2001; Gonzalvo y Molina, 2003)y la valoracion patrimonial de los principales yaci-mientos jurasicos de la region (Romero et al., 2003,2004). Ademas, han visto la luz varios estudios so-

bre la ictiofauna fosil de los yacimientos de Columba-res (Gaudant, 1989; 1992), Lorca (Gaudant, 1995) yCampos del Rıo (Gaudant et al., 1994), ası como losprimeros datos del craneo de ave fosil hallado en elyacimiento del Alamillo (Sanchez Marco, 2003).

Bibliografıa*

Romero, G. (2004): El Patrimonio Paleontologico de la Re-gion de Murcia. Tesis Doctoral Universidad de Murcia. 411pag.

*Las numerosas referencias que aparecen en este trabajo ha-cen inviable elaborar un apartado exclusivo sobre bibliografıa. Ro-mero (2004) las recoge todas en su tesis por lo que los autores deeste artıculo han considerado unicamente dicha referencia para suconsulta.

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