Mccullers Carson - La Balada Del Cafe Triste.doc

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    La balada del caf triste: CubiertaLa balada del caf triste: Cubierta Carson McCullersCarson McCullers

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    La balada del caf tristeLa balada del caf triste Carson McCullersCarson McCullers

    LA BALADA DELLA BALADA DEL

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    El pueblo de por s ya es melanclico. No tiene gran cosa, aparte de la fbrica de hilaturas dealgodn, las casas de dos habitaciones donde viven los obreros, varios melocotoneros, una iglesiacon dos vidrieras de colores, y una miserable calle Mayor ue no medir ms de cien metros. !ossbados llegan los gran"eros de los alrededores para hacer sus compras y charlar un rato. #uera deeso, el pueblo es solitario, triste$ est como perdido y olvidado del resto del mundo. !a estacin deferrocarril ms pr%ima es &ociety 'ity, y las lneas de autobuses (reyhound y )hite *us pasan por

    la carretera de #or+s #alls, a tres millas de distancia. !os inviernos son cortos y crudos y losveranos blancos de lu y de un calor rabioso.&i se pasa por la calle Mayor en una tarde de agosto, no encuentra uno nada ue hacer. El

    edificio ms grande, en el centro mismo del pueblo, est cerrado con tablones clavados y se inclinatanto a la derecha ue parece ue va a derrumbarse de un momento a otro. Es una casa muy vie"a-tiene un aspecto e%trao, ruinoso, ue en el primer momento no se sabe en u/ consiste$ de prontocae uno en la cuenta de ue alguna ve, hace mucho tiempo, se pint el porche delantero y parte dela fachada$ pero lo de"aron a medio pintar y un lado de la casa est ms oscuro y ms sucio ue elotro. !a casa parece abandonada. &in embargo, en el segundo piso hay una ventana ue no estatrancada$ a veces, a 0ltima hora de la tarde, cuando el calor es ms sofocante, aparece una manoue va abriendo despacio los postigos, y asoma una cara ue mira a la calle. Es una de esas caras

    borrosas ue se ven en sueos- ase%uada, plida, con unos o"os grises ue biuean hacia dentro tanviolentamente ue parece ue estn lanndose el uno al otro una larga mirada de congo"a. !a cara

    permanece en la ventana durante una hora, apro%imadamente$ luego se vuelven a cerrar lospostigos, y ya no se ve alma viviente en toda la calle.

    Esas tardes de agosto... espu/s de subir y ba"ar por la calle, ya no sabe uno u/ hacer$ en todocaso, puede uno llegarse hastala carretera de #or+s #alls para ver a la cuerda de presos.

    lo cierto es ue en este pueblo hubo una ve un caf/. esta casa cerrada era distinta de todaslas dems, en muchas leguas a la redonda. 3aba mesas con manteles y servilletas de papel,ventiladores el/ctricos con cintas de colores, y se celebraban grandes reuniones los sbados por lanoche. !a duea del caf/ era miss 4melia Evans. 5ero la persona ue ms contribua al /%ito y a laanimacin del local era un "orobado, a uien llamaban 6el primo !ymon7. 8tra persona ligada a lahistoria del caf/ era el e% marido de miss 4melia, un hombre terrible ue regres al pueblo despu/sde cumplir una larga condena en la crcel, caus desastres y volvi a seguir su camino. 3a pasadomucho tiempo$ el caf/ est cerrado desde entonces, pero todava se le recuerda.

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    !a casa no haba sido siempre un caf/. Miss 4melia la hered de su padre, y al principio era unalmac/n de piensos, guano, comestibles y tabaco. Miss 4melia era muy rica- adems del almac/n,

    posea una destilera a tres millas del pueblo, detrs de los pantanos, y venda el me"or :his+y de laregin. Era una mu"er morena, alta, con una musculatura y una osamenta de hombre. !levaba el

    pelo muy corto y cepillado hacia atrs, y su cara uemada por el sol tena un aire duro y a"ado.5odra haber resultado guapa si ya entonces no hubiera sido ligeramente bica. No le haban faltado

    pretendientes, pero a miss 4melia no le importaba nada el amor de los hombres$ era un ser solitario.&u matrimonio fue algo totalmente distinto de todas las dems bodas de la regin- fue una unine%traa y peligrosa, ue dur slo die das y de" a todo el pueblo asombrado y escandaliado.e"ando a un lado auel casamiento, miss 4melia haba vivido siempre sola. 'on frecuencia pasabanoches enteras en su cabaa del pantano, vestida con mono y botas de goma, vigilando en silencioel fuego lento de la destilera.

    Miss 4melia prosperaba con todo lo ue se poda hacer con las manos- venda menudillos ysalchichas en la ciudad vecina$ en los das buenos de otoo plantaba caa de a0car y la melaa desus barriles tena un hermoso color dorado oscuro y un aroma delicado. 3aba levantado en dossemanas el retrete de ladrillo detrs del almac/n, y saba mucho de carpintera. 5ara lo 0nico ue notena buena mano era para la gente. 4 la gente, cuando no es completamente tonta o est muy

    enferma, no se la puede coger y convertir de la noche a la maana en algo ms provechoso. 4s uela 0nica utilidad ue miss 4melia vea en la gente era poder sacarle el dinero. desde luego loconsegua- casas y fincas hipotecarias, una serrera, dinero en el banco... Era la mu"er ms rica deauellos contornos. 3ubiera podido hacerse ms rica ue un diputado a no ser por su 0nicadebilidad- a saber, su pasin por los pleitos y los tribunales. &e enaraba en un pleito interminable

    por cualuier minucia. En el pueblo se deca ue si miss 4melia tropeaba con una piedra en lacarretera, miraba inmediatamente a su alrededor para ver a ui/n podra demandar. 4parte de sus

    pleitos, llevaba una vida rutinaria, y todas sus "ornadas eran iguales. E%ceptuando sus die das dematrimonio, nada haba alterado el ritmo de su e%istencia hasta la primavera en ue cumpli treintaaos.

    #ue en medio de una tranuila noche de abril. El cielo tena el color de los lirios aules delpantano, y la luna estaba clara y brillante. !a cosecha se presentaba buena auella primavera, y las0ltimas semanas la fbrica haba traba"ado da y noche. 4ba"o en el arroyo, la fbrica cuadrada deladrillo estaba iluminada, y se oa el rumor montono de los telares. Era una de esas noches en uese oye con gusto, en el silencio del campo, el canto lento de un negro enamorado$ esas noches enue uno tomara su guitarra para sentarse a tocar con calma, o en ue simplemente se uedara unodescansando a solas, sin pensar en nada. !a calle estaba ya desierta, pero el almac/n de miss 4melia

    permaneca encendido, y fuera en el porche haba cinco personas. ;na de ellas era &tumpyMac5hail, un capata de rostro colorado y manos peueas y enro"ecidas$ en el escaln ms altoestaban dos muchachos con mono, los mellios eo algo ue se acerca.=;n carnero escapado =di"o su hermano.!a figura ue se acercaba estaba todava demasiado le"os para ser percibida con claridad. !a luna

    formaba unas sombras delicadas ba"o los melocotoneros en flor, a lo largo del camino. &emeclaban en el aire el aroma dulce de las flores y de las hierbas de primavera y el olor caliente,acre, de las ci/nagas.

    =No. Es alg0n chiuillo =di"o &tumpy Mac5hail.Miss 4melia mir hacia el camino, en silencio. 3aba de"ado caer la cuerda y estaba "ugueteandocon el cierre de su mono con su mano morena y huesuda$ frunci las ce"as, y le cay sobre la frente

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    un mechn de pelo negro. Mientras estaban all esperando, un perro de las casas del camino empea ladrar furiosamente$ luego se oy una vo ue le hio callar. No vieron con claridad lo ue llegaba

    por el camino hasta ue la forma estuvo a su lado, en la fran"a de lu amarilla del porche.Era un forastero, y no es frecuente ue los forasteros entren en el pueblo a pie y a tales horas.

    4dems, auel hombre era "orobado. No medira ms all de cuatro pies de altura, y llevaba unabrigo andra"oso lleno de polvo, ue apenas le llegaba a las rodillas. &us piernecillas torcidas

    parecan demasiado d/biles para soportar el peso de su gran torso deforme y de la "oroba posadasobre su espalda. @ena una cabea enorme, con unos o"os aules y hundidos y una bouita muydibu"ada. En auel momento su piel plida estaba amarilla de polvo y tena sombras aules ba"o loso"os. !levaba una maleta desvenci"ada, atada con una cuerda.

    =...*uenas =di"o el "orobado, "adeando.Miss 4melia y los hombres del porche no contestaron a su saludo, ni di"eron una palabra. &e

    uedaron mirndole, sin ms.=>oy buscando a miss 4melia Evans.Miss 4melia se ech hacia atrs el mechn de la frente y levant la barbilla.

    =A5or u/B=5ues porue soy pariente suyo =contest el "orobado.

    !os mellios y &tumpy Mac5hail miraron a miss 4melia.=&oy yo =di"o ella=. E%plueme eso del parentesco.=5ues ver... =empe a decir el "orobado. 5areca estar violento, casi a punto de llorar. 4poy la

    maleta en el 0ltimo escaln, sin uitar la mano del asa=. Mi madre se llamaba #anny Cesup, y venade 'heeha:. &ali de 'heeha: hace unos treinta aos, para casarse con su primer marido.

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    en una poblacin desconocida, con una maleta llena de harapos, intentando convencer a miss4melia de ue eran parientes. &ea como fuere, se sent desmayadamente en la escalera y se ech allorar.

    No era corriente ue un "orobado desconocido llegara al almac/n caminando a medianoche y sesentara all a llorar. Miss 4melia ech hacia atrs el mechn de la frente y los hombres se miraron,violentos. El pueblo estaba silencioso.

    Entonces di"o uno de los mellios-=Me parece ue /ste es un Morris #inestein de primera.@odos asintieron, ya ue au/lla era una frase ue encerraba un significado preciso. 5ero el

    "orobado llor ms fuerte, porue no poda saber de u/ estaba hablando. Morris #inestein era unhombre ue haba vivido en el pueblo aos atrs$ no era ms ue un peueo "udo vivo y saltarnue lloraba cuando le llamabanMatacristos,y coma todos los das pan sin levadura y salmn enconserva. !e haba ocurrido un percance y se haba trasladado a &ociety 'ity. 5ero desde entonces,en el pueblo decan ue un hombre era un Morris #inestein si le encontraban afeminado o cominero,o si lloraba.

    =*ueno, est apenado =di"o &tumpy Mac5hail=. 4lg0n motivo tendr.Miss 4melia cru el porche con dos ancadas lentas, balancendose. *a" los escalones y se

    ued mirando pensativamente al forastero. 4larg con precaucin uno de sus dedos morenos ytoc ligeramente la "oroba. El hombrecillo segua llorando, pero pareca ya ms tranuilo. !a nocheestaba silenciosa y la luna brillaba todava con una lu clara y suave$ se iba notando fro. Entoncesmiss 4melia hio algo sorprendente- sac una botellita del bolsillo de atrs de su pantaln y,despu/s de frotar un poco el tapn de metal contra la palma de su mano, se la ofreci al "orobado.Miss 4melia no se decida nunca a vender su :his+y a cr/dito, y nadie recordaba haberla vistoregalar ni una gota.

    =*eba un trago =di"o=. Esto le calentar las tripas.El "orobado de" de llorar, se lami las lgrimas ue le caan por la boca y bebi de la botella.

    'uando termin, miss 4melia tom a su ve un buche, se calent y en"uag la boca con /l yescupi. !uego bebi unos tragos. !os mellios y el capata tenan sus botellas, pagadas con sudinero.

    =*uen licor =di"o &tumpy Mac5hail=. Miss 4melia, usted siempre hace bien las cosas.No se pueden pasar por alto las dos botellas grandes de :his+y ue bebieron auella noche$ slo

    as puede uno e%plicarse lo ue ocurri despu/s. &in auel :his+y, ui no hubiera llegado aabrirse el caf/. 5orue el licor de miss 4melia tiene una cualidad peculiar- sabe limpio y seco en lalengua, pero una ve dentro empiea a arder y ese fuego dura mucho tiempo. eso no es todo. aes cosa sabida ue si se escribe un mensa"e con umo de limn en una ho"a de papel, no uedarastro de la escritura$ pero si se e%pone el papel al fuego, las letras se vuelven de un color castao yse puede leer lo escrito. Fmaginad ue el :his+y es el fuego y ue el mensa"e est oculto en el almade un hombre$ entonces se comprender el valor del licor de miss 4melia. Muchas cosas ue han

    pasado sin ue se supiera, pensamientos relegados a las profundidades del alma, salen de pronto a lalu y se hacen patentes. ;n hilandero ue no ha estado pensando toda la semana ms ue en lostelares, la comida, la cama, y otra ve los telares, al llegar el domingo bebe de auel :his+y ytropiea con un lirio silvestre. toma el lirio en su mano, se ueda contemplando la delicada corolade oro, y de pronto se siente invadido por una ternura tan viva como un dolor. un te"edor levantade pronto la mirada y por primera ve descubre el cielo radiante de una noche de enero, y se sientesobrecogido de temor al pensar en su propia peuee. Gsas son las cosas ue ocurren cuando unhombre ha bebido el licor de miss 4melia. 5odr sufrir, podr consumirse de goo$ pero la verdadha salido a la lu- ha calentado su alma y ha podido ver el mensa"e ue estaba oculto en ella.

    *ebieron hasta la madrugada, y las nubes cubrieron la luna y la noche se puso oscura y fra. El"orobado segua sentado en el 0ltimo escaln, lastimosa figura con la frente apoyada sobre las

    rodillas. Miss 4melia estaba de pie, con las manos en los bolsillos, un pie sobre el segundo escaln.!levaba mucho tiempo callada. &u cara tena esa e%presin ue se ve a veces en los bicos uepiensan concentradamente en algo- una e%presin mecla de inteligencia y desvaro. 4l fin di"o-

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    !a maana siguiente amaneci serena, con tonos plidos, ro"os y rosados. !as tierras uerodeaban el pueblo estaban reci/n aradas, y los gran"eros se pusieron muy temprano a plantar lostallos tiernos del tabaco, de un verde oscuro. >olaban cuervos a ras de los campos y sus sombrasaules se desliaban sobre la tierra. En el pueblo, los obreros salan temprano de sus casas llevandolas fiambreras de la comida, y las ventanas del molino despedan refle"os cegadores con el sol. Elaire era fresco, y los melocotoneros tenan una levedad de nubes de maro con sus copas florecidas.

    Miss 4melia ba" al amanecer, como siempre. &e lav la cara en el agua de la bomba y enseguida empe a traba"ar. a entrada la maana ensill su mua y sali a recorrer su plantacin dealgodn, ue caa cerca de la carretera de #or+s #alls. 'omo es de suponer, al medioda todo el

    pueblo saba lo del "orobado ue haba llegado al almac/n a medianoche. 5ero nadie le haba vistotodava. 5ronto empe a apretar el calor, y el cielo tena ya un tono aul profundo. 5ero los vecinosseguan sin ver al forastero. 4lgunos recordaron ue la madre de miss 4melia haba tenido unahermanastra, pero, mientras unos aseguraban ue ya haba muerto haca mucho tiempo, otrosopinaban ue se haba fugado con un plantador de tabaco. En cuanto a la pretensin del "orobado deser pariente de miss 4melia, todos coincidan en afirmar ue era un engao. los vecinos, ueconocan bien a miss 4melia, decidieron ue lo ms seguro era ue le hubiera puesto en la calledespu/s de d irle de comer.

    5ero al caer de la tarde, cuando el cielo ya palideca, una mu"er empe a decir ue haba vistouna cara arrugada en la ventana de una de las habitaciones de encima del almac/n. Miss 4melia nodeca nada. Estuvo un rato despachando en el almac/n, discuti una hora con un labrador a

    propsito de una mancera, arregl unas alambradas del gallinero, cerr al ponerse el sol y se metien sus habitaciones. El pueblo se ued intrigado y haciendo comentarios.

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    4l da siguiente, miss 4melia no abri el almac/n$ se encerr dentro, y no se de" ver de nadie.4uel da empe a circular el rumor$ un rumor tan horrible ue conmovi a todo el pueblo y suscontornos. !o propag un te"edor llamado Merlie

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    del almac/n de miss 4melia. Estaban silenciosos, esperando. No hubieran podido e%plicar u/esperaban$ pero siempre ue hay tensin en el ambiente, cuando se sabe ue va a ocurrir algoimportante, los hombres se re0nen y esperan de este modo. despu/s de la espera, llega unmomento en ue todos act0an al unsono, no impelidos por el pensamiento o por la voluntad de unhombre, sino como si sus instintos se hubieran fundido, de forma ue la iniciativa no parte de unode ellos, sino del grupo entero. En esos momentos, ninguno titubea$ y slo depende del destino el

    ue las cosas se resuelvan pacficamente, o ue la accin con"unta derive en tumulto, violencias ycrmenes.4s pues, los hombres esperaban silenciosos en el porche del almac/n de miss 4melia, y ninguno

    de ellos saba por u/ estaban all o lo ue haran, pero saban ue tenan ue esperar, y ue la horase acercaba.

    !a puerta del almac/n estaba abierta. entro haba lu, y todo estaba como siempre- a laiuierda, el mostrador, con la carne, los botes de caramelos y el tabaco. etrs del mostrador, losestantes con los comestibles. En la parte derecha del almac/n se amontonaban los aperos delabrana$ al fondo, a la iuierda, estaba la puerta ue conduca a la escalera. !a puerta estabaabierta. ms a la derecha, tambi/n al fondo del almac/n, haba otra puerta ue daba a un cuartitoue miss 4melia llamaba su oficina. @ambi/n esa puerta estaba abierta. Eran las ocho de la noche y

    se vea a miss 4melia all dentro, sentada ante su mesa de traba"o con una pluma en la mano y unasho"as de papel ante s.

    !a oficina tena buena lu, y miss 4melia no pareca ver a auella delegacin, all en el porche.@odo estaba muy ordenado en torno suyo, como de costumbre. 4uella oficina era bien conocida yhasta temida en toda la regin$ miss 4melia despachaba all sus asuntos. &obre la mesa haba unamuina de escribir ue miss 4melia saba mane"ar, pero slo utiliaba para los documentos msimportantes. En los ca"ones se apilaban miles de papeles, por orden alfab/tico. Miss 4melia recibatambi/n en auella oficina a las personas enfermas, pues le encantaba drselas de m/dico y no lefaltaban ocasiones de entregarse a esta pasin. os estantes enteros estaban llenos de frascos ymedicinas. Cunto a la pared haba un banco para los enfermos. Miss 4melia saba coser una heridacon una agu"a uemada sin ue se llegara a infectar$ tena un ungento fresco para las uemaduras$

    para las dolencias no localiadas dispona de variadas medicinas ue haba sacado de misteriosasrecetas$ soltaban muy bien el vientre, pero no se podan dar a los nios porue producan unasconvulsiones muy dolorosas. 5ara los nios tena remedios aparte, ms suaves y de sabor dulce. &,miss 4melia era un gran m/dico, todos lo decan. @ena manos delicadas, aunue fueran tan grandesy huesudas, y una gran imaginacin y cientos de remedios distintos. Nunca titubeaba si se veafrente a un caso peligroso y desconocido$ se atreva con cualuier clase de enfermedades, con unasola e%cepcin- las dolencias propias de las mu"eres. &e ruboriaba con slo or hablar de auellascosas, y se uedaba cortada, pasndose un dedo entre el cuello y la blusa, o frotando una contra otrasus botaas de goma, y pareca una nia grandota muda de vergena. 5ero la gente confiaba en ella

    para todo lo dems. No pasaba facturas y tena siempre una invasin de pacientes.

    4uella noche estaba miss 4melia escribiendo sin parar con su estilogrfica$ sin embargo, nopoda sentarse all toda la vida fingiendo no ver a los hombres ue esperaban en el porche oscuro yla observaban. e ve en cuando, levantaba la vista y les miraba en silencio, pero sin gritarles u/se les haba perdido en su almac/n para andar rondando por all como almas en pena. @ena unae%presin digna y seria, como siempre ue estaba en su oficina. 4l cabo de un rato, auel modo demirar de los hombres pareca molestarla$ se pas un pauelo ro"o por la cara, se levant y cerr la

    puerta de la oficina.4uel gesto fue como una seal para el grupo del porche. 3aba llegado la hora. !levaban

    mucho tiempo de pie, con la calle h0meda y oscura a sus espaldas$ haban esperado mucho, y enauel preciso instante se les despert el instinto de actuar. Entraron en el almac/n todos a una, comomovidos por una sola voluntad. En auel momento los ocho hombres parecan iguales, todos

    vestidos con mono aul, casi todos con el pelo rubio, plidos y con la mirada fi"a y como alucinada.Nunca se sabr lo ue hubieran podido hacer entonces- en auel instante se oy un ruido en lo altode la escalera. !os hombres levantaron la vista y se uedaron mudos de asombro- all estaba el

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    "orobado, a uien ya daban por muerto. no era en absoluto como se lo haban descrito$ nada de unpobre enanito harapiento, solo y perdido en el mundo. 5ero ninguno de ellos haba visto nunca hastaentonces una cosa igual. 5or el almac/n cundi un silencio de muerte.

    El "orobado ba"aba las escaleras muy despacio, con la arrogancia de uien es dueo de cada tabladel suelo ue pisa. 3aba cambiado mucho en auellos dos das. En primer lugar, estaba limpiocomo los chorros del oro. !levaba todava su abriguito, pero ahora lo tena bien cepillado y

    remendado$ deba"o llevaba una camisa de miss 4melia, a cuadros ro"os y negros. No usabapantalones como los de los hombres corrientes, sino unos peueos calones muy a"ustados ue lellegaban slo a las rodillas. !as piernecillas las llevaba embutidas en unas medias negras y susapatos eran de una forma e%traa, anudados alrededor de los tobillos, y estaban muy brillantes. &ehaba ceido al cuello un chal de lana verde limn$ casi le cubra las grandes ore"as plidas, y lasdos bandas le caan hasta el suelo.

    El "orobado ba" al almac/n con pasitos tiesos y presuntuosos, y se plant en medio del grupo dehombres. !os hombres le abrieron paso y se le uedaron mirando bouiabiertos. @ambi/n el

    "orobado se comport de un modo e%trao- fue mirando a los hombres, en silencio, hasta la alturade sus propios o"os, es decir, hasta los cinturones. espu/s, con maliciosa curiosidad, fuee%aminando ordenadamente las regiones inferiores de cada uno de auellos hombres, desde la

    cintura hasta los apatos. 'uando termin su inspeccin cerr los o"os un momento y movi lacabea, como si, en su opinin, lo ue acababa de ver no valiera gran cosa. Entonces, con muchodescaro, y slo para confirmar su veredicto, ech atrs la cabea y abarc en una mirada el crculode rostros ue le rodeaba. 3aba un saco de guano a medio llenar a la iuierda del almac/n$despu/s de su e%amen, el "orobado se fue a sentar sobre el saco. &e instal cmodamente, con las

    piernecillas cruadas, y hundiendo la mano en el bolsillo de su abrigo sac algo de /l.!os hombres tardaron un rato en recobrar su aplomo. Merlie

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    4l contrario, la velada estaba transcurriendo con una finura rayana en la timide. es ue losvecinos de este pueblo no estaban acostumbrados a reunirse por puro placer- iban en grupos atraba"ar a la fbrica$ algunos domingos el pastor organiaba comidas campestres, y, aunue ello

    pueda considerarse como un placer, la finalidad de auellas e%cursiones era hablarle a uno de laspenas del infierno y llenarle de temor ante el @odopoderoso. 5ero el espritu de un caf/ es algo muydiferente. @odos, hasta los ms ricos y los ms tragones, saben ue en un caf/ como es debido hay

    ue comportarse con educacin y no se puede ofender a nadie$ y ue los pobres miran a sualrededor con agradecimiento, y pinchan los arenues con delicadea y modestia, ya ue elambiente de un verdadero caf/ tiene ue reunir estas cualidades- compaerismo, satisfacciones delestmago, y cierta alegra y gracia de modales. Nadie haba e%plicado esas cosas a los reunidosauella noche en el almac/n de miss 4melia$ pero todos parecan saberlas, aunue nunca habantenido un caf/ en el pueblo.

    5ero miss 4melia, la causante de todo, se pas la mayor parte de la noche de pie en la puerta dela cocina. E%teriormente, no pareca haber cambiado. 5ero ms de un vecino la miraba concuriosidad. Miss 4melia lo observaba todo, pero sus o"os volvan siempre a posarse en el "orobado.El hombrecillo se paseaba por el almac/n, tomando pellicos de auel polvo de su ca"a de rap/, y semostraba alternativamente sarcstico y amable. 4ll donde estaba de pie miss 4melia las llamas de

    la estufa proyectaban un resplandor ue iluminaba su cara alargada y morena. 5areca pensativa,ensimismada, y en su e%presin haba una mecla de pena, asombro y vaga satisfaccin. &us labiosno estaban tan apretados como de costumbre, pareca algo ms plida y le sudaban las manosgrandes y vacas. No caba duda- auella noche tena el aire lnguido de una enamorada.

    !a inauguracin del caf/ ces a medianoche. @odos se di"eron adis amistosamente. Miss 4meliacerr la puerta principal pero olvid echar el cerro"o. 5ronto se ued el pueblo a oscuras- la calleMayor con sus tres tiendas, el molino, las casas, todo se sumi en la noche y en el silencio. asterminaron auellos tres das y noches, en los ue haban tenido lugar la llegada de un forastero, unacelebracin e%traordinaria y la apertura del caf/.

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    5asaron cuatro aos. No nos detendremos en ellos, porue fueron iguales unos a otros. 3ubograndes cambios, pero se produ"eron poco a poco y por sus pasos- cada paso tiene poca importancia.El "orobado sigui viviendo con miss 4melia. El caf/ fue prosperando$ miss 4melia empe adespachar :his+y por vasos sueltos, y se colocaron algunas mesas en el almac/n. @odas las nochesllegaban parrouianos, y los sbados se reuna mucha gente. Miss 4melia empe a servir cenas de

    pescado frito a uince centavos la racin. El "orobado la convenci para ue comprara una hermosa

    pianola. 4 los dos aos, auello no era ya un almac/n, sino un verdadero caf/, ue se abra todas lastardes de seis a doce.El "orobado ba"aba la escalera por las noches con un gran aire de suficiencia. &iempre ola un

    poco a nabias, porue miss 4melia le atiborraba maana y tarde de caldo de verduras para uecogiera fueras. !e mimaba de una manera increble, pero /l no medraba con nada$ la comida leengordaba la cara y la chepa, mientras ue el resto de su cuerpo segua encani"ado y deforme. Miss4melia tena el mismo aspecto de siempre$ entre semana segua llevando botas de goma y mono,

    pero los domingos se pona un vestido ro"o oscuro ue colgaba de su cuerpo del modo mspintoresco. &in embargo, sus modales y sus costumbres haban cambiado mucho. @odava leencantaba enararse en un pleito bien borrascoso, pero ya se iba volviendo menos fero con el

    pr"imo cuando se trataba de embargarle. 'omo el "orobado era tan e%ageradamente sociable, miss

    4melia empe a salir un poco, a funerales y cosas as. &us actividades m/dicas seguan teniendomucho /%ito y su :his+y era me"or ue nunca. El caf/ mismo resultaba un buen negocio, y se habaconvertido en el 0nico lugar de reunin en muchas millas a la redonda.

    4s ue, de momento, no concedis a auellos aos ms ue unas miradas casuales yfragmentarias. >ed al "orobado- marcha pegado a los talones de miss 4melia, en una maana deinvierno, camino de los pinares$ van a caar. 3elos au, durante las faenas del campo, en las fincasde miss 4melia- el primo !ymon no mueve un dedo, pero est siempre o"o avior para denunciar elmenor sntoma de perea entre los traba"adores. En las tardes de otoo se sientan en la escalera deatrs y trocean caas de a0car. !os das sofocantes del verano ba"an al pantano, donde el cipr/s delas marismas tiene un color verdinegro y hay una lu soolienta sobre los matorrales. &i el sendero

    pasa por un hoyo enfangado o est cortado por un charco de agua negruca, ved cmo miss 4meliase agacha para ue el primo !ymon pueda subirse a su espalda$ miradlos cmo vadean, con el

    "orobado cabalgando sobre los hombros de ella, agarrado a sus ore"as o su"etndose a su frente.4lgunos das, miss 4melia saca el #ord ue ha comprado y lleva al primo !ymon al cine de'heeha:, a alguna feria distante o a ver una ria de gallos$ al "orobado le vuelven loco losespectculos. Naturalmente, todas las maanas estn en su caf/, y durante muchas horas charlansentados "unto a la chimenea de la sala del piso alto. El "orobado pasa malas noches$ le asustauedarse solo en la oscuridad. @iene miedo de morirse. miss 4melia no uiere de"arle a solas consus temores. Es posible ue la instalacin del caf/ tenga tambi/n esta causa- sirve para ue el

    "orobado est/ acompaado y entretenido y pase luego me"or la noche. a hab/is echado un vistao alo ue fueron auellos cuatro aos. e momento los de"aremos estar.

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    5ero creemos ue el comportamiento de miss 4melia reuiere una e%plicacin$ ha llegado elmomento de hablar de amor. 5orue miss 4melia estaba enamorada del primo !ymon. Esto lo podaver cualuiera. >ivan en la misma casa y nunca se les vea separados. 5or lo tanto, seg0n la seoraMac5hail, mu"er chata y atareada ue se pasa la vida cambiando de sitio los muebles de su sala,seg0n ella y sus amigas, auellos dos vivan en pecado. &i de verdad eran parientes, slo lo eran ensegundo o tercer grado, y ni siuiera eso se poda probar. 'laro ue miss 4melia era una mu"erona

    inmensa, de ms de seis pies de altura, y el primo !ymon un enanillo ue no le llegaba a la cintura.5ero eso era una ran de ms para la seora Mac5hail y sus comadres, ue eran de esa clase depersonas ue se regodean hablando de uniones monstruosas y otras aberraciones. e"/moslashablar. !as buenas almas del pueblo pensaban ue, si auellos dos haban encontrado algunasatisfaccin de la carne, era un asunto ue slo les importaba a ellos y a ios. 5ero todas las

    personas sensatas estaban de acuerdo en negar auellas relaciones. ADu/ clase de amor era, pues,au/lB

    En primer lugar, el amor es una e%periencia com0n a dos personas. 5ero el hecho de ser unae%periencia com0n no uiere decir ue sea una e%periencia similar para las dos partes afectadas.3ay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas. 'on muchafrecuencia, el amado no es ms ue un estmulo para el amor acumulado durante aos en el coran

    del amante. No hay amante ue no se d/ cuenta de esto, con mayor o menor claridad$ en el fondo,sabe ue su amor es un amor solitario. 'onoce entonces una soledad nueva y e%traa, y esteconocimiento le hace sufrir. No le ueda ms ue una salida, alo"ar su amor en su coran del me"ormodo posible$ tiene ue crearse un nuevo mundo interior, un mundo intenso, e%trao y suficiente.5ermtasenos aadir ue este amante no ha de ser necesariamente un "oven ue ahorra para un anillode boda$ puede ser un hombre, una mu"er, un nio, cualuier criatura humana sobre la tierra.

    el amado puede presentarse ba"o cualuier forma. !as personas ms inesperadas pueden ser unestmulo para el amor. &e da por e"emplo el caso de un hombre ue es ya abuelo ue chochea, perosigue enamorado de una muchacha desconocida ue vio una tarde en las calles de 'heeha:, haceveinte aos. ;n predicador puede estar enamorado de una perdida. El amado podr ser un traidor,un imb/cil o un degenerado$ y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no sealtera lo ms mnimo por eso. !a persona ms mediocre puede ser ob"eto de un amor arrebatado,e%travagante y bello como los lirios venenosos de las ci/nagas. ;n hombre bueno puede despertaruna pasin violenta y ba"a, y en alg0n coran puede nacer un cario tierno y sencillo hacia un locofurioso. Es slo el amante uien determina la vala y la cualidad de todo amor.

    5or esta ran, la mayora preferimos amar a ser amados. 'asi todas las personas uieren seramantes. la verdad es ue, en el fondo, el convertirse en amados resulta algo intolerable paramuchos. El amado teme y odia al amante, y con ran- pues el amante est siempre ueriendodesnudar a su amado. El amante fuera la relacin con el amado, aunue esta e%periencia no lecause ms ue dolor.

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    a di"imos antes ue miss 4melia haba estado casada. 4hora podemos traer a colacin auelcurioso episodio.

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    coran era tan duro como los cuernos del diablo, y hasta ue se enamor de miss 4melia no hioms ue dar disgustos y cubrir de vergena a su hermano y a la buena mu"er ue le cri.

    5ero el amor transform a Marvin Macy. urante dos aos estuvo enamorado de miss 4melia,pero no se declaraba. &e uedaba a la puerta de su casa, con la gorra en la mano, con los o"oshumildes y suplicantes, de un gris brumoso. &e reform por completo. Empe a portarse bien consu hermano y con su madre adoptiva, aprendi a no derrochar y ahorraba su salario. , lo ue es

    ms, empe a volverse hacia ios. a no se uedaba recostado en el suelo del porche, cantando ytocando la guitarra, todo el domingo$ iba a la iglesia y a las reuniones parrouiales. 4prendibuenos modales$ se fue acostumbrando a ponerse en pie y a ceder su silla a las damas, y de" dedecir palabrotas y de armar camorra y de usar los nombres santos en vano.

    5as por esta transformacin durante dos aos, y me"or su carcter en todos sentidos. alt/rmino de los dos aos fue una tarde a casa de miss 4melia, llevando un ramo de flores del

    pantano, un pauete de chucheras y un anillo de plata. 4uella tarde se declar. miss 4melia se cas con /l. Ms tarde, todo el mundo se pregunt por u/. 4lgunos di"eron

    ue se haba casado porue deseaba ue le hicieran regalos de boda. 8tros pensaron ue la culpahaba sido de la ta abuela de 'heeha:, ue era una mu"er insoportable y regaona. &ea cual fuere lacausa, miss 4melia atraves a grandes ancadas la iglesia, vestida con el tra"e de novia de su difunta

    madre, ue era de seda amarilla, y le uedaba cortsimo. #ue una tarde de invierno, y el sol, ueentraba por las vidrieras ro"as de la iglesia, envolva a la pare"a en una lu e%traa. Mientras leslean las frases sacramentales, miss 4melia estuvo haciendo un gesto raro- se frotaba la palma de lamano derecha sobre el costado de su tra"e de seda. Estaba buscando el bolsillo de su mono y, al noencontrarlo, se impacientaba y su cara tomaba una e%presin aburrida y e%asperada. 'uando el

    pastor les hubo casado y hubo reado las oraciones, miss 4melia sali precipitadamente de laiglesia, sin dar el brao a su marido, y ech a andar por la calle delante de /l.

    !a iglesia no ueda le"os del almac/n, as ue los novios fueron a pie a su casa. icen ue por elcamino miss 4melia se puso a hablar de un trato ue haba hecho con un gran"ero para la compra deunas cargas de lea. !a verdad es ue se comport con el novio lo mismo ue si hubiera sido uncliente de los ue iban al almac/n a buscar :his+y. 5ero hasta entonces todo haba marchado bien$el pueblo estaba agradecido, porue vea cmo haba cambiado el amor a Marvin Macy, yesperaban ue tal ve reformase tambi/n a la novia. 5or lo menos contaban con ue el matrimonioamansara un poco a miss 4melia, con ue la engordara y llegara a convertirla alg0n da en unamu"er tratable.

    &e euivocaron. !os chiuillos ue estuvieron auella noche curioseando por la ventanacontaron todo lo ue haba pasado- primero, los novios cenaron unas cosas riusimas ue haba

    preparado Ceff, el vie"o cocinero negro de miss 4melia. !a novia repiti de todos los platos, pero elnovio apenas prob bocado. !uego, la novia se puso a hacer lo ue haca siempre- ley el peridico,termin un inventario de las mercancas del almac/n, etc. El novio se ued en la puerta con cara detonto, sin ue le hicieran caso. 4 las once, la novia cogi una lmpara y subi al primer piso. El

    novio subi detrs 3asta entonces todo pareca bastante correcto$ pero lo ue ocurri despu/s fuecosa de impos.No haba pasado media hora, cuando miss 4melia se precipit escaleras aba"o, en pantalones y

    chaueta caui. &u rostro se haba ensombrecido tanto ue pareca una negra. 'err la puerta de lacocina de un portao y le dio una patada tremenda. !uego se fue controlando$ ati el fuego, sesent y coloc los pies sobre el fogn. !ey elAlmanaque Agrcola,se tom un caf/ y se puso afumar en la pipa de su padre. &u cara seria, huraa, haba recobrado nuevamente su color natural.e ve en cuando anotaba en un papel alg0n dato del almanaue. e madrugada entr en la oficinay destap la muina de escribir, ue haba comprado haca poco, y empe a teclear en ellatorpemente. e esta manera transcurri su noche de bodas. 'uando amaneci, sali al patio como sino hubiera pasado nada y se puso a clavar las tablas de una "aula de cone"os ue haba empeado la

    semana anterior para vend/rsela a alguien.;n reci/n casado hace mal papel si no consigue acostarse con su bienamada y lo sabe todo elpueblo. Marvin Macy ba" auel da con sus galas nupciales y con mala cara. 'mo haba pasado la

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    noche, slo ios lo sabe. &e pase por el patio mirando a miss 4melia, pero manteni/ndose adistancia. 3acia el medioda se le ocurri una idea y sali camino de &ociety 'ity.

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    y siete dlares en el apato derecho. #ue "ugado, sentenciado y enviado al penal ue hay cerca de4tlanta. Miss 4melia sinti una honda satisfaccin.

    *ueno, todo esto ocurri hace mucho tiempo, y es la historia del matrimonio de miss 4melia. Elpueblo se burl durante meses enteros de auella historia grotesca. 5ero, aunue los hechose%ternos de auel amor sean indudablemente tristes y ridculos, no hay ue olvidar ue la verdaderahistoria fue la ue tuvo lugar en el coran del propio amante. ADui/n, sino ios, puede ser el

    0ltimo "ue de este amor o de cualuier otroB En la primera noche del caf/ hubo varios uepensaron de pronto en auel esposo fallido, encerrado en una crcel sombra a muchas millas deall. durante los aos siguientes, el pueblo no olvid del todo a Marvin Macy. Nunca se

    pronunciaba su nombre en presencia de miss 4melia o del "orobado$ pero el recuerdo de su pasin yde sus crmenes, y el pensamiento de auel hombre prisionero en una celda del penal, era como un

    ba"o continuo ue acompaaba, turbador, el alegre amor de miss 4melia y la algaara del caf/. 4spues, no olvid/is a este Marvin Macy, porue va a representar un papel terrible al final de nuestrahistoria.

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    urante los cuatro aos en ue el almac/n se iba transformando en caf/, las habitaciones dearriba no sufrieron ning0n cambio. 4uella parte de la casa se conserv tal como haba estado todala vida de miss 4melia, tal como haba estado en tiempos de su padre y probablemente en tiemposdel padre de su padre. !as tres habitaciones, como ya se ha dicho, estaban escrupulosamentelimpias. 3asta el ob"eto ms peueo tena su sitio e%acto, y Ceff, el criado de miss 4melia,limpiaba y frotaba todo cada maana. El cuarto de enfrente era el del primo !ymon$ era el cuarto

    donde Marvin Macy haba pasado las pocas noches ue le admitieron en la casa, y antes de auellohaba sido el dormitorio del padre de miss 4melia. El cuarto estaba amueblado con una cmodagrande, un escritorio cubierto con un tapete blanco y almidonado, con bordes de ganchillo, y unamesa con tablero de mrmol. !a cama era inmensa, con cuatro columnas talladas de palo de rosaoscuro. @ena dos colchones de pluma, edredones y toda clase de comodidades hechas a mano. !acama era tan alta ue guardaban deba"o de ella dos escalones de madera$ ning0n ocupante habautiliado hasta entonces auellos escalones, pero el primo !ymon los sacaba todas las noches ysuba por ellos con solemnidad. 4dems de los escalones, aunue p0dicamente empu"ado fuera dela vista, haba un orinal de porcelana con rosas pintadas. No haba alfombras sobre el suelo oscuro yencerado, y las cortinas eran de una tela blanca, tambi/n con bordes de ganchillo.

    4l otro lado de la sala estaba el dormitorio de miss 4melia, ue era ms peueo y muy sencillo.

    !a cama era estrecha, de madera de pino. 3aba una cmoda donde miss 4melia guardaba suspantalones, sus blusas y su tra"e del domingo, y dos escarpias en la pared del bao para colgar susbotas de goma. No tena cortinas, alfombras ni adornos de ninguna clase.

    !a habitacin grande del centro, la sala, estaba muy recargada. elante de la chimenea estaba elsof de palo de rosa, tapiado de seda verde. @odo era de muy buena clase y ostentoso- las mesas demrmol, dos muinas de coser &inger, un "arrn grande con ramas de las llamadas 6hierbas de las5ampas7... El mueble ms importante de la sala era una vitrina grande ue guardaba una serie detesoros y curiosidades. Miss 4melia haba aadido a auella coleccin dos ob"etos- uno era una gran

    bellota de roble$ el otro, una ca"ita de terciopelo ue contena un par de piedras peueas, grisceas.4lgunas veces, cuando no tena mucho ue hacer, miss 4melia sacaba auella ca"ita y se acercaba ala ventana con las piedrecitas en la palma de la mano, mirndolas con una mecla de fascinacin,respeto y miedo. Eran los clculos renales de la propia miss 4melia, y se los haba e%trado elm/dico de 'heeha: haca algunos aos. 3aba sido una e%periencia terrible, desde el primermomento hasta el 0ltimo, y todo cuanto haba sacado eran auellas dos piedrecitas$ tena ueconcederles un valor e%traordinario o, si no, reconocer ue haba hecho un p/simo negocio. Elsegundo ao de la estancia del primo !ymon con ella las hio montar como di"es en una cadena derelo" ue le regal. @ena en gran estima el otro ob"eto ue haba aadido a la coleccin, la bellotagrande$ pero siempre ue la miraba se uedaba triste y perple"a.

    4melia, Au/ significa esa bellotaB =le pregunt el primo !ymon.=a lo ves$ una bellota =contest miss 4melia=. No es ms ue una bellota ue coga la tarde en

    ue muri pap.

    =A'mo dicesB =insisti el primo !ymon.=igo ue no es ms ue una bellota ue vi en el suelo auel da. !a cog y me la guard/ en elbolsillo. No s/ por u/.

    =>aya una ran para guardarla =di"o el primo !ymon.Miss 4melia y el primo !ymon solan conversar mucho en las habitaciones de arriba, casi

    siempre en las primeras horas de la madrugada, cuando el "orobado no poda dormir. Miss 4meliaera una mu"er silenciosa por sistema, y no de"aba ue se le fuera la lengua cada ve ue algo le

    pasaba por la cabea$ pero haba algunos temas de los ue le encantaba hablar. @odos auellostemas tenan un punto com0n- eran inagotables. !e gustaba contemplar problemas a los ue se

    poda dar vueltas durante aos y aos y ue permanecan insolubles. 5or su parte, el primo !ymondisfrutaba hablando de cualuier cosa, porue era un gran charlatn. !os dos enfocaban las

    conversaciones de un modo muy diferente- miss 4melia se mantena siempre en el ancho campo delas generaliaciones y divagaciones, y hablaba y hablaba interminablemente con su vo ba"a ypensativa sin llegar a ning0n lado$ y el primo !ymon, por su parte, la interrumpa de pronto para

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    atrapar, como una urraca, alg0n detalle ue, aunue no tuviera importancia, era al menos algoconcreto y ue ofreca alg0n lado prctico. 4lgunos de los temas favoritos de miss 4melia eran- lasestrellas, el por u/ los negros tienen la piel negra, el me"or tratamiento para el cncer, etc. &u padreera tambi/n uno de sus temas ms ueridos e inagotables.

    =&, !a: =le deca a !ymon=. En auella /poca s ue dorma yo bien$ me meta en la cama y encuanto se apagaba la lmpara me dorma, vaya si me dorma$ como si me hubiera ahogado en grasa

    caliente. !uego, al amanecer, entraba pap y me pona la mano en el hombro, y me deca- 6>emovi/ndote, chiuita.7 luego, ms tarde, suba de la cocina, cuando ya estaba el fogn caliente, ygritaba- 6S#ritos de maT S@ernera en su "ugoT S3uevos con "amnT7 yo corra escaleras aba"o yme vesta al lado del fogn mientras /l se lavaba fuera, en la bomba. luego nos bamos a ladestilera, o...

    =!as tortas de ma de esta maana no estaban buenas =deca el primo !ymon=. &e haban fritodemasiado aprisa y por dentro estaban crudas.

    = cuando pap traficaba con el licor, en auella /poca... =y la conversacin se prolongabaindefinidamente, con las largas piernas de miss 4melia estiradas ante la chimenea$ porueencendan la chimenea invierno y verano, ya ue !ymon era muy friolero. El "orobado se sentaba enuna silla ba"a frente a miss 4melia$ los pies apenas le llegaban al suelo, y generalmente llevaba el

    torso bien arropado con una manta o con el chal verde. Miss 4melia no hablaba de su padre a nadiems ue al primo !ymon.

    4u/lla era una de sus pruebas de amor. El "orobado era su confidente en las materias msdelicadas e importantes. &lo /l saba dnde guardaba miss 4melia un plano en el ue est sealadoel lugar donde haba enterrados ciertos barriles de :his+y, en una de sus tierras, all cerca. &lo /ltena acceso a su talonario de cheues, y la llave de la vitrina de los tesoros. El "orobado sacabadinero de la ca"a registradora, puados enteros de dinero, y le gustaba el ruido ue hacan lasmonedas en su bolsillo. 'asi todas las cosas de la casa le pertenecan, porue, cuando se enfadaba,miss 4melia se pona a dar vueltas buscndole alg0n regalo... as ue ahora apenas uedaba nada amano para drselo. !a 0nica parte de su vida ue miss 4melia no uera compartir con el primo!ymon era el recuerdo de sus die das de matrimonio. Marvin Macy era el 0nico tema del ue nohablaba nunca con /l.

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    e"ad, pues, pasar los aos lentos y llegad a una tarde de sbado, seis aos despu/s de laaparicin del primo !ymon en el pueblo. Era en agosto, y el firmamento haba estado ardiendo todoel da sobre el pueblo como una sbana de fuego. Fban ya oscureciendo los resplandores verdososdel crep0sculo y por douier reinaba una sensacin de serenidad y calma. !a calle estabaalfombrada con una capa de polvo seco y dorado, de una pulgada de espesor, y los nios peueoscorreteaban medio desnudos, estornudaban mucho, sudaban y estaban inuietos e irritables. !a

    fbrica haba cerrado al medioda.!os vecinos de las casas de la calle Mayor pasaban el rato sentados en sus escalones, y lasmu"eres se daban aire con abanicos de ho"a de palma. En la fachada de la casa de miss 4melia habaun letrero ue deca- 6'af/.7 El porche de atrs estaba ms fresco gracias a la sombra de unacelosa de madera, y el primo !ymon estaba all sentado, dando vueltas a una heladora. e ve encuando uitaba la sal y el hielo y sacaba la tapa para chupar un poco y ver cmo iba uedando suobra. Ceff guisaba en la cocina. 4uella maana temprano miss 4melia haba puesto en la pared del

    porche delantero un aviso ue deca- 6'ena de pollo. Esta noche veinte centavos.7 El caf/ ya estabaabierto, y miss 4melia acababa de terminar el traba"o de la oficina. !as ocho mesas estabanocupadas y la pianola tocaba una musiuilla estridente.

    En un rincn, cerca de la puerta y sentado a una mesa con un nio, estaba 3enry Macy. Estaba

    bebiendo un vaso de :his+y, cosa rara para /l porue el alcohol se le suba a la cabea en seguida yle haca llorar o cantar. @ena la cara muy plida, y su o"o iuierdo se cerraba constantemente conun tic nervioso, como le ocurra siempre ue estaba agitado. 3aba entrado en el caf/ arrimndose ala pared y en silencio, y cuando le saludaron no di"o nada. El nio ue tena al lado era de 3orace)ells, y lo haban de"ado auella maana en casa de miss 4melia para ue le curase.

    Miss 4melia sali de su oficina y entr en el caf/ con una rabadilla de gallina entre los dedos,pues au/l era su bocado predilecto. Ech una o"eada a la sala, vio ue todo andaba bien y se dirigia la mesa del rincn donde estaba 3enry Macy. io la vuelta a la silla y se sent a horca"adasapoyada en el respaldo$ slo uera matar el tiempo, porue todava no estaba su cena. En el bolsillode atrs del mono llevaba una botella de Pura Prup, una medicina hecha con :his+y, caramelo y uningrediente secreto. Miss 4melia destap la botella y se la meti en la boca al nio. !uego se volvia 3enry Macy y, al ver los guios nerviosos de su o"o iuierdo, le pregunt-

    =ADu/ te pasaB3enry Macy pareca a punto de e%plicar algo difcil, pero despu/s de mirar largamente a los o"os

    de miss 4melia trag saliva y no di"o nada. Miss 4melia se volvi a su paciente. &lo sobresala lacabea del nio por encima de la mesa. @ena la cara muy encarnada, con los prpados mediocerrados y la boca abierta. !e haba salido un grano grande, duro e hinchado en el muslo, y lehaban llevado para ue miss 4melia se lo reventara. 5ero miss 4melia empleaba un m/todoespecial con los nios- no le gustaba hacerles dao y verles asustados y pataleando. 5or eso habade"ado ue el nio correteara por la casa todo el da, y le haba ido dando "arabes y dosis frecuentesde Pura Prup, y al caer la tarde le at una servilleta al cuello y le dio una buena cena. 4hora estaba

    el nio cabeceando sobre la mesa, y a veces, al respirar, de"aba escapar un gruido de cansancio.e pronto se not un revuelo en el caf/, y miss 4melia mir rpidamente en torno. 3aba entradoel primo !ymon. El "orobado cru el caf/ con pasitos arrogantes, como todas las noches, y cuandolleg al centro e%acto del local se par en seco, y mir inuisitivamente a su alrededor, recontando alos clientes y calculando el material emocional ue haba disponible auella noche. El "orobado eraun ser maligno- disfrutaba con las emociones fuertes, y se las compona para enarar a la gente sindecir una palabra, de un modo asombroso. Gl era el culpable de ue los mellios

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    encima, o u/ iba a ocurrir all en cualuier momento. !a gente no se siente nunca tan a sus anchasni tan libre de cuidados como cuando entrev/ la posibilidad de alguna conmocin o calamidad. 5oreso, cuando el "orobado hio su entrada en el caf/, todos le miraron y de pronto se oy un alborotode voces y de botellas descorchadas.

    !ymon salud con la mano a &tumpy Mac5hail, ue estaba en una mesa con Merlie olvieron "untos al caf/ iluminado y se sentaron con 3enry Macy. &u mesa era la mayor del caf/,

    y haba sobre ella un ramillete de lirios del pantano en una botella de 'ocaQ'ola. Miss 4melia haba

    terminado con su paciente y estaba satisfecha de s misma. &lo se haban odo unos lloriueossoolientos al otro lado de la puerta de la oficina, y, antes de ue el enfermito se despertara, todohaba terminado. El nio estaba ahora echado sobre el hombro de su padre y dorma profundamente.

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    'on los braos colgando inertes a lo largo de la espalda del padre y la cara muy encarnada, sala yadel caf/, camino de su casa.

    3enry Macy segua callado. 'oma cuidadosamente, sin hacer ruido, y no era tan ansioso comoel primo !ymon, ue, despu/s de decir ue no tena apetito, se estaba sirviendo plato tras plato. eve en cuando, 3enry Macy miraba a miss 4melia y luego volva a ba"ar la vista.

    Era una tpica noche de sbado. ;na pare"a de vie"os ue haban venido del campo estuvieron

    titubeando un momento en la puerta, cogidos de la mano, y al fin se decidieron a entrar. !levabantanto tiempo viviendo "untos ue se parecan como hermanos gemelos. Eran morenos, arrugados,parecan dos cacahuetes caminantes. &e marcharon temprano, y hacia la medianoche se haban idocasi todos los parrouianos.

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    3enry Macy ba" a la calle oscura. 5ero 3enry #ord 'rimp y Merlie

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    4uel otoo fue alegre. 3ubo una cosecha muy buena en la comarca, y en el mercado de #or+s#alls el precio del tabaco se mantuvo firme, auel ao. espu/s de un largo verano, los primerosdas frescos tenan una dulura limpia y brillante. 'recan florecitas amarillas a los lados de loscaminos polvorientos, y la caa de a0car estaba madura y ro"ia. @odos los das llegaba el autob0sde 'heeha: para llevarse a unos cuantos nios peueos a la escuela comarcal. !os muchachosmayores iban a caar orros en los pinares$ las ropas de invierno se aireaban en las cuerdas de

    tender, y las batatas uedaron preparadas en el suelo, cubiertas con pa"a, para los meses fros. 5orlas tardes se elevaban de las chimeneas delicadas columnas de humo, y la luna estaba redonda y decolor naran"a en el cielo de otoo. No hay una pa comparable a la uietud de las primeras nochesfras del ao. 4lgunas veces, en las noches sin viento, se poda or en el pueblo el leve y agudosilbido del tren ue pasa por &ociety 'ity camino del norte le"ano.

    5ara miss 4melia Evans au/l fue un perodo de gran actividad. @raba"aba desde la salida del solhasta la noche. 'onstruy un condensador nuevo y ms grande para su destilera, y en una semanasac :his+y bastante para empapar toda la regin. &u vie"a mua estaba mareada de tanto triturarcaota, y miss 4melia escald sus tarros y se puso a hacer conservas de pera. Esperaba conimpaciencia las primeras heladas, porue haba comprado tres cerdos tremendos y pensaba hacermuchos embutidos, salchichas y menudillos.

    5or auellos das la gente le not a miss 4melia algo especial. &e rea mucho, con una risaprofunda y sonora, y sus silbidos tenan un no s/ u/ melodioso y pcaro. &e pasaba el tiempoprobando sus fueras, levantando ob"etos pesados o tocndose con un dedo los duros bceps. ;n dase sent frente a la muina de escribir y redact un cuento. En el cuento salan hombres forasteros,

    puertas secretas y millones de dlares. El primo !ymon iba siempre detrs de ella trotando pegado asus pantalones, y miss 4melia le miraba con o"os tiernos y brillantes, y cuando pronunciaba sunombre haba en su vo un de"e amoroso.

    5or fin llegaron los primeros fros. ;na maana, al despertarse, miss 4melia vio flores de hieloen los cristales, y la escarcha haba plateado las hierbas del patio. Miss 4melia encendi un buenfuego en la cocina y luego sali para estudiar el tiempo. 3aca un aire fro y cortante, y el cieloestaba verde plido y despe"ado. En seguida empe a llegar gente del campo para saber u/

    pensaba miss 4melia del tiempo. Miss 4melia decidi matar el cerdo ms grande, y la noticia corripor las gran"as de los alrededores. El cerdo fue sacrificado, y encendieron un fuego ba"o de carbnde encina en el hoyo de la barbacoa. En el patio ola a sangre caliente del cerdo y a humo, y habaruido de pasos y de voces en el aire invernal. Miss 4melia iba de un lado para otro dando rdenes, y

    pronto se termin la mayor parte del traba"o.@ena ue resolver un asunto auel da en 'heeha:, as ue, despu/s de asegurarse de ue todo

    marchaba bien, sac el coche y se prepar para salir. i"o al primo !ymon ue fuera con ella$ enrealidad, se lo pidi siete veces, pero el "orobado no uera perderse el "aleo de la matana y nouiso ir. Esto pareci contrariar a miss 4melia, pues le gustaba tenerle siempre a su lado y leentraba una nostalgia terrible en cuanto se separaba de /l. 5ero despu/s de pedirle siete veces ue le

    acompaara ya no insisti ms. 4ntes de irse busc un palo y tra un crculo alrededor del hoyo dela barbacoa, a unos dos pies de la parrilla, y le di"o ue no pasara de auella raya. &ali despu/s decomer y pensaba volver antes de ue se hiciera de noche.

    'omo sab/is, no es tan raro ue un camin o un auto pasen por el camino y crucen el pueblocuando van de 'heeha: a otras partes. @odos los aos viene el recaudador de contribuciones adiscutir con la gente rica como miss 4melia. si alguien del pueblo, Merlie

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    molino y se detuviera en medio de la calle, cerca del caf/ de miss 4melia. ;n hombre ba" de unsalto de la parte de atrs del camin, y el camin sigui su camino.

    El hombre se ued en medio de la calle y mir a su alrededor. Era un hombre alto, de pelocastao y riado, y o"os de un aul oscuro, de mirar lento. @ena los labios muy encarnados y sesonrea con la media sonrisa pereosa de los fanfarrones. !levaba una camisa ro"a y un cinturnancho de cuero repu"ado$ todo su euipa"e consista en una maleta de ho"alata y una guitarra. !a

    primera persona del pueblo ue vio al reci/n llegado fue el primo !ymon, ue oy el ruido delcamin ue arrancaba y sali a curiosear. El "orobado asom la cabea por la esuina del porche,sin salir del todo. El hombre y /l se uedaron mirndose, y au/lla no era la mirada de dosdesconocidos ue se encuentran por primera ve y se estudian el uno al otro rpidamente. Era unamirada especial, como de dos criminales ue se reconocen. Entonces el hombre de la camisa ro"alevant el hombro iuierdo, dio la vuelta y se fue. El "orobado estaba muy plido mientras veaale"arse al hombre, y al cabo de unos momentos empe a seguirle calle aba"o con cuidado,manteni/ndose a bastante distancia.

    En seguida se supo en todo el pueblo ue Marvin Macy haba vuelto. 5rimero fue al molino,apoy los codos pereosamente en el marco de una ventana y se ued mirando adentro. !e gustabaver traba"ar a los dems, como les pasa a todos los vagos de nacimiento. ;na especie de confusin

    paraliadora se apoder de la fbrica- los tintoreros de"aron las tinas humeantes, los hiladores y loste"edores se olvidaron de sus muinas y ni siuiera &tumpy Mac5hail, ue era capata, sabae%actamente u/ hacer. Marvin Macy segua sonriendo con su h0meda media sonrisa, y cuando vioa su hermano no se alter su e%presin petulante. espu/s de mirar al molino, Marvin Macy ba"

    por la calle hasta la casa donde se haba criado, y de" su maleta y su guitarra en el porche.Entonces dio la vuelta a la alberca y fue a ver la iglesia, las tres tiendas y el resto del pueblo. El

    "orobado le segua a distancia, con las manos en los bolsillos y la carita todava muy plida.&e haba hecho tarde. a se estaba poniendo el ro"o sol de invierno, y el cielo tena por el oeste

    un color dorado profundo y carmes. !os vence"os peluchones de las chimeneas volaron a sus nidos$se encendieron las lmparas. e tiempo en tiempo se notaba el olor de humo y el aroma denso yclido de la barbacoa ue se asaba despacio en la parrilla detrs del caf/. espu/s de dar una vuelta

    por el pueblo, Marvin Macy se par delante de la casa de miss 4melia y ley el letrero del porche.!uego entr sin vacilar por el corral lateral. El pito del molino dio un silbido agudo y solitario, y setermin la "ornada de traba"o. En seguida se reunieron otros hombres en el patio posterior de miss4melia, adems de Marvin Macy- 3enry #ord 'rimp, Merlie

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    Miss 4melia no volvi a su casa hasta el anochecer. 8yeron le"os el ruido de su auto, y luego lapuerta ue se abra y unos golpes como si estuviera subiendo alg0n bulto por la escalera. a sehaba puesto el sol, y caa la neblina aul de los atardeceres de invierno. Miss 4melia ba" muydespacio los escalones de la parte de atrs y los hombres ue estaban en su patio se uedaronsilenciosos, esperando. 3aba en el mundo pocas personas capaces de hacerle frente a miss 4melia$y ella odiaba a Marvin Macy de un modo singular y fero. @odos pensaron ue se iba a poner de

    pronto a vociferar, ue agarrara alg0n ob"eto peligroso y le echara del pueblo. 4l principio no vio aMarvin Macy, y su cara tena auella e%presin soadora y aliviada, como siempre ue volva a sucasa despu/s de haber estado algo ale"ada de ella.

    Miss 4melia debi ver a Marvin Macy y al primo !ymon al mismo tiempo. Mir al uno, mir alotro, pero no fue en el e% presidiario donde finalmente se pos su mirada de desmayado asombro-miss 4melia, como todos, se ued mirando al primo !ymon$ y era, desde luego, algo digno deverse.

    El "orobado estaba en el e%tremo del foso, con su cara plida iluminada por el resplandor suavedel fuego de encina. El primo !ymon tena una habilidad muy peculiar, ue utiliaba= siempre ueuera congraciarse con alguien- se uedaba muy uieto, un poco concentrado, y empeaba a moversus enormes ore"as plidas con una rapide y una facilidad asombrosas. Empleaba auel truco

    siempre ue uera sacarle algo especial a miss 4melia, y ella lo encontraba irresistible. ahora lasore"as del "orobado aleteaban furiosamente en su cabea, pero no era a miss 4melia a uien estabamirando esta ve- el "orobado sonrea a Marvin Macy, implorante, casi desesperadamente. 4l

    principio Marvin Macy no le prest atencin, y cuando al fin le mir fue sin apreciacin de ningunaclase.

    =ADu/ le pasa al "orobeta /steB =pregunt, sealndole rudamente con el pulgar.Nadie respondi. el primo !ymon, viendo ue con auella gracia no adelantaba nada, aadi

    nuevos m/todos de persuasin. &e puso a mover rpidamente los prpados, ue parecan plidasmariposillas atrapadas en las cuencas de sus o"os$ apate, gesticul con los braos y, finalmente,inici una especie de bailecillo parecido a un trote. 4ll, en la 0ltima claridad de la tarde invernal,

    pareca el hi"o de un duende del pantano.Entre todos los ue estaban en el patio, Marvin Macy fue el 0nico ue se impresion.

    =AEs ue le ha dado un ataue al enanoB =pregunt$ y, como nadie le contestara, se adelant ydio al primo !ymon un manotao en la cabea. El "orobado se tambale y cay al suelo. &e uedall sentado, con los o"os levantados hacia Marvin Macy, y sus ore"as, con gran esfuero, todavalograron batir en un d/bil y desesperado aleteo.

    Entonces se volvieron todos a mirar a miss 4melia para ver u/ iba a hacer. urante auellosaos, nadie se haba atrevido a tocar ni un pelo del primo !ymon, aunue a ms de uno le hubieragustado hacerlo. *astaba con ue alguien le hablara con durea al "orobado para ue miss 4meliacortase el cr/dito a tan malvado mortal y le hiciera la vida imposible durante mucho tiempo. 5oreso, a nadie le hubiera sorprendido ver ahora a miss 4melia agarrar el hacha del cobertio y abrirle

    la cabea a Marvin Macy. 5ero no hio nada de eso.3aba ocasiones en ue miss 4melia pareca caer en una especie de trance$ la causa de auellostrances era, por lo general, conocida y comprendida. 5orue miss 4melia era un m/dicoconsiderado, ue no sacaba las races del pantano y otros ingredientes desconocidos para drselos al

    primer paciente ue llegara. &iempre ue inventaba una medicina nueva la probaba ella primero. &etragaba una dosis enorme y se pasaba el da siguiente yendo y viniendo, con aire pensativo, del caf/al retrete de ladrillo. Muchas veces, cuando apareca una epidemia de gripe aguda, miss 4melia seuedaba muy uieta, de pie, mirando al suelo y con los puos apretados. Estaba tratando deaveriguar u/ rgano resultaba afectado, y cul sera la dolencia ue la nueva medicina poda aliviarme"or. ahora, mientras observaba al "orobado y a Marvin Macy, la cara de miss 4melia tena esemismo aire tenso, como si estuviera acechando un dolor interno, aunue esta ve no haba tomado

    ninguna medicina nueva.4s aprenders, "orobeta =di"o Marvin Macy.

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    3enry Macy se ech hacia atrs el mechn de pelo blanuecino ue le caa sobre la frente y tosinerviosamente. &tumpy Mac5hail y Merlie

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    3e au cmo Marvin Macy volvi del penal. En todo el pueblo no hubo una persona ue sealegrara de verle. 3asta la seora Mary 3ale, ue era tan buena mu"er y le haba criado con tantocario, hasta auella anciana madre adoptiva, en cuanto le vio, de" caer la cauela ue tena en lasmanos y rompi a llorar. 5ero a auel Marvin Macy nada le desconcertaba. &e sent en losescalones de atrs de la casa de 3ale, se puso a tocar la guitarra pereosamente y cuando estuvohecha la cena apart a los nios de la casa y se sirvi un plato colmado, aunue apenas haba tortas

    y carne para todos. espu/s de cenar se instal en el rincn de dormir me"or y ms caliente delcuarto de delante y ninguna pesadilla turb su sueo. Miss 4melia no abri el caf/ auella noche4tranc todas las puertas y las ventanas de" una lmpara encendida en su cuarto toda la noche y nose les vio por ning0n lado a ella ni al primo !ymon.

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    'omo era de esperar, Marvin Macy tra"o mala suerte desde el primer momento. 4l da siguiente,el tiempo cambi de repente y empe a hacer calor. a desde la maana se notaba un bochorno

    pega"oso$ el viento traa el olor podrido de las ci/nagas y sobre la alberca umbaba una nube demosuitos. 4uel calor no era propio de la estacin, era peor ue en agosto$ hio mucho dao,

    porue casi todos los ue tenan un cerdo haban imitado a miss 4melia y lo haban matado el daanterior. Acmo iba a conservarse el cerdo con un tiempo seme"anteB 4 los pocos das haba por

    todo el pueblo un olor a carne pasada y un ambiente de mal humor por tanta p/rdida. lo peor fueue en una fiesta familiar cerca de la carretera de #or+s #alls comieron asado de cerdo y murierontodos, desde el primero hasta el 0ltimo. Estaba claro ue su cerdo se haba echado a perder. Aui/n iba a saber si el resto de la carne se haba estropeado o noB !os vecinos estaban desgarradosentre el deseo del buen sabor del cerdo y el temor a la muerte. #ueron unos das de ruina yconfusin.

    el culpable de todo, Marvin Macy, no tena la menor vergena. &e le vea en todas partes.urante las horas de traba"o andaba por los alrededores de la fbrica y se asomaba a mirar por lasventanas$ y los domingos se pona camisa ro"a y se e%hiba por la calle Mayor con su guitarra.@odava era guapo, con auel pelo castao, auellos labios tan ro"os y los hombros tan anchos y tanfuertes$ pero su maldad era ya demasiado famosa para ue su buen aspecto le sirviera de nada.

    auella maldad no se meda slo por los pecados cometidos. Efectivamente, haba robado enauellas estaciones de gasolina. ya antes haba echado a perder a las ms tiernas muchachitas dela regin y se haba redo de su haaa. &e le podan achacar toda clase de iniuidades, pero habaalgo en /l ue no tena nada ue ver con sus crmenes- era una maldad secreta, algo ue sedesprenda de /l como un olor. otra cosa, no sudaba "ams, ni siuiera en agosto$ /sa esseguramente una seal ue vale la pena tener en cuenta.

    en el pueblo pensaban ue ahora era ms peligroso ue nunca, porue en el penal de 4tlantadeba de haber aprendido a embru"ar. A'mo se e%plicaba, si no, su influencia en el primo !ymonB5orue desde el momento en ue vio a Marvin Macy, el "orobado estaba posedo por un malespritu. 4 todas horas uera ir detrs de auel presidiario, y no haca ms ue inventar trucosest0pidos para llamar su atencin. 5ero Marvin Macy le trataba brutalmente o no le hacia el menorcaso. 4 veces el "orobado se daba por vencido, se encaramaba a la barandilla del porche igual ueun p"aro enfermo a un cable del tel/fono y lanaba sus ue"as a los cuatro vientos.

    =5ero, Apor u/B =preguntaba miss 4melia con los puos apretados, clavando en /l su miradagris y biso"a.

    =S4y, Marvin MacyT =berreaba el "orobado, y el sonido de auel nombre bastaba para alterar elritmo de sus solloos y le haca hipar=. S3a estado en 4tlantaT

    Miss 4melia mova la cabea y su cara se endureca y oscureca. En primer lugar, los via"es lairritaban$ despreciaba a esas gentes inuietas ue haban hecho el via"e a 4tlanta o ue se habanale"ado cincuenta millas del pueblo slo para ver el oc/ano.

    =El haber ido a 4tlanta no es ning0n m/rito.

    =S3a estado en el penalT =deca el "orobado, muerto de envidia.A'mo va uno a discutir con una persona ue tiene tales anhelosB En su desconcierto, la mismamiss 4melia no pareca muy segura de lo ue estaba diciendo-

    =ADue ha estado en el penal, primo !ymonB A eso, u/B ;n via"e as no es como para darseimportancia.

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    urante auellas semanas, todos observaban atentamente a miss 4melia. 4ndaba de un lado paraotro con aire ausente, como si hubiera cado en uno de sus trances gripales. Dui/n sabe por u/,desde el da siguiente a la llegada de Marvin Macy de" a un lado el mono y llevaba siempre el tra"ero"o ue hasta entonces haba reservado para los domingos, los funerales y las sesiones del "ugado.espu/s, al cabo de unas semanas, empe a dar algunos pasos para aclarar la situacin. 5ero eradifcil entender sus procedimientos. &i le dola ver al primo !ymon siguiendo a Marvin Macy por el

    pueblo, Apor u/ no hablaba claro de una ve y le deca al "orobado ue si le vea con Marvin Macyle echara de su casaB Eso hubiera sido bien sencillo, y el primo !ymon hubiera tenido uesometerse si no se uera ver en la triste alternativa de encontrarse abandonado en el mundo. 5ero

    pareca ue miss 4melia se haba uedado sin voluntad$ por primera ve en su vida no saba u/camino tomar. como suele ocurrir cuando se anda titubeando, hio lo peor ue poda hacer- tomar

    por varios caminos a la ve, unos en un sentido y otros en el sentido contrario.El caf/ se abra todas las noches, como de costumbre, y, cosa bastante e%traa, cuando Marvin

    Macy entraba contonendose, con el "orobado pegado a sus talones, miss 4melia no le echaba a lacalle. !leg hasta a darle de beber gratis y le sonrea de un modo raro y torvo. al mismo tiempo lehaba preparado en el pantano un cepo capa de matarle si se uedaba atrapado en /l. e" ue el

    primo !ymon le invitara a comer un domingo, y cuando Marvin ba"aba la escalera intent echarle la

    ancadilla. Fnici una gran campaa de diversiones en honor del primo !ymon, con girase%haustivas a los ms variados espectculos en localidades le"anas$ fueron en el auto a 'hautauua,a treinta millas del pueblo, y le llev a ver un desfile en #or+s #alls. @otal ue auella temporadafue enlouecedora para miss 4melia. !a mayor parte de la gente pensaba ue miss 4melia se ponaen ridculo, y todo el mundo estaba esperando a ver cmo iba a terminar auello.

    >olvi el fro. El invierno se adue del pueblo y se haca de noche antes de ue terminara eltraba"o en la fbrica. !os nios dorman con toda la ropa puesta, y las mu"eres se levantaban lasfaldas por detrs para tostarse soadoramente "unto al fuego. espu/s de llover, el barro de la calleformaba duros surcos helados$ se vea el d/bil resplandor de las lmparas de las casas y losmelocotoneros estaban desho"ados. En auellas, noches de invierno, oscuras y silenciosas, el caf/era el punto central y clido del pueblo, y sus luces brillaban tanto ue se vean desde un cuarto demilla. 4l fondo de la sala, la gran estufa de hierro ruga, cru"a, se pona al ro"o vivo. Miss 4meliahaba hecho cortinas encarnadas para las ventanas y a un buhonero ue pas por el pueblo le habacomprado un gran ramo de rosas de papel ue casi parecan de verdad.

    5ero no eran slo el calor, los adornos y la iluminacin los ue hacan al caf/ tan preciso para elpueblo$ haba una ran ms honda. auella ran estaba relacionada con cierto orgullo ue hastaentonces no se haba conocido por au. 5ara comprender este nuevo orgullo hay ue tener encuenta el poco valor de la vida humana. &iempre haba un montn de gente esperando "unto a unmolino$ pero en las casas no tenan casi nunca carne suficiente, ni vestidos, ni tocino. !a vidallegaba a convertirse en una larga y turbia rebatia, slo para conseguir lo necesario paramantenerse vivos. !o ms desconcertante es ue todas las cosas 0tiles tienen un precio y se

    compran slo con dinero, y ue as es como est organiado el mundo. &in tener ue pararse apensar, ya sabe uno cul es el precio de una bala de algodn o de un cuartillo de melaa. 5ero a lavida de un hombre no se le ha puesto precio- nos la dan de balde y nos la uitan sin pagrnosla.ADu/ valor puede tenerB &i se pone uno a considerar, hay momentos en ue parece ue la vida tienemuy poco valor, o ue no tiene ninguno. 'untas veces, despu/s de haber estado uno sudando, yesforndose, y las cosas no se le arreglan, se le mete a uno en el fondo del alma el sentimiento deue no vale gran cosa.

    5ero el nuevo orgullo ue tra"o el caf/ a este pueblo se de" sentir en casi todos los vecinos, hastaen los nios. 5orue para ir al caf/ no era necesario pagar la cena, o un vaso de :his+y$ habarefrescos embotellados por un nuel$ y si no poda uno gastarse ni eso, miss 4melia tena una

    bebida llamada umo de cerea ue vala un peniue el vaso y era de color rosa y muy dulce. ' as

    todo el mundo, e%cepto el reverendo @. M. )illin, iba al caf/ por lo menos una ve a la semana. 4los nios les encanta dormir en casas a"enas y comer con los vecinos$ en esas ocasiones se portancomo es debido y se ponen orgullosos. 4s de orgullosos se sentan los vecinos del pueblo cuando

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    se sentaban a las mesas del caf/. &e lavaban antes de ir donde miss 4melia y al entrar en el caf/ serestregaban los pies muy finamente en el saln. all, por lo menos durante unas horas, poda unoolvidar auel sentimiento hondo y amargo de no valer para gran cosa en este mundo.

    El caf/ era un buen recurso para los solteros, los desgraciados y los tsicos. , por cierto, habacosas ue hacan sospechar ue el primo !ymon estaba tsico- el brillo de sus o"os grises, suteruedad, su charlatanera y su tos$ todo auello era mala seal. 4dems, ya se sabe ue siempre

    tiene algo ue ver el espinao torcido con la tisis. 5ero como le hablaran de eso a miss 4melia sepona nerviosa. Negaba auellos sntomas con agria vehemencia, pero luego, a escondidas, le ponaal primo !ymon emplastos calientes en el pecho y le daba Pura Prup y cosas as. auel inviernola tos del "orobado haba empeorado, y algunas veces, incluso en das fros, rompa a sudarcopiosamente. 5ero auello no le impeda andar constantemente pegado a los talones de MarvinMacy.

    @odas las maanas, muy temprano, el "orobado sala, se iba a la puerta trasera de la casa de laseora 3ale y all se uedaba, aguarda ue aguarda Ipues Marvin Macy era muy dormilnJ. &euedaba all de pie llamndole ba"ito. &u vo era igual ue las voces de los nios cuando se uedanagachados con mucha paciencia "unto a esos agu"eritos del suelo donde creen ue viven lasmariuitas, y hurgan en el agu"ero con una pa"a, canturreando-

    mariquita, mariquita,

    vete a tu casa volando,

    sal afuera, mariquita,

    que tu casa se ha prendido

    y tus hijos se estn quemando.

    El "orobado llamaba todas las maanas a Marvin Macy con auella misma vo, a un tiempotriste, insinuante y resignada. cuando Marvin Macy sala, el "orobado le iba siguiendo por todo el

    pueblo, y algunas veces se marchaban "untos al pantano y se pasaban all horas enteras. miss 4melia segua haciendo lo peor ue poda hacer$ es decir, ue tomaba varios caminos a la

    ve. 'uando el primo !ymon sala de casa, no le llamaba para hacerle volver, sino ue se uedabaall sola en medio de la calle mirndole hasta ue se perda de vista. 'asi todas las noches volvaMarvin Macy con el primo !ymon a la hora de la cena y se sentaba a la mesa con ellos. Miss4melia abra los tarros de peras en conserva y preparaba una buena cena con "amn o pollos,grandes fuentes de tortas de ma y guisantes de invierno. @ambi/n es verdad ue una ve miss4melia trat de envenenar a Marvin Macy$ pero hubo una confusin, se euivocaron de plato y letoc a ella la racin envenenada. En seguida se dio cuenta, al notar un ligero sabor amargo en lacomida, y auella noche se ued sin cenar. Estuvo all apoyada en el respaldo de la silla, tocndoseel bceps y mirando a Marvin Macy.

    Marvin Macy iba todas las noches al caf/ y se instalaba en la mesa me"or y ms grande, la ue

    estaba en el centro. El primo !ymon le traa el licor sin ue Marvin tuviera ue pagar un c/ntimo.Marvin Macy apartaba de un manotao al "orobado, como si fuera un mosuito del pantano, y noslo no demostraba el menor agradecimiento por auellos favores, sino ue le daba al "orobado conel rev/s de la mano cada ve ue se le pona delante, o le deca-

    =Dutate de mi vista, "orobeta, o te arranco el cuero cabelludo.'uando esto ocurra, miss 4melia sala de detrs del mostrador y se acercaba a Marvin Macy

    muy despacio, con los puos cerrados, y el e%trao tra"e ro"o le colgaba del modo ms estrambticoen torno a las huesudas rodillas. Entonces Marvin Macy cerraba tambi/n los puos y se ponan a darvueltas uno alrededor del otro, muy despacio y con aire amenaador. 5ero aunue todos seuedaban mirndoles sin atreverse a respirar, nunca pasaba nada. @odava no haba llegado la horade la pelea.

    4uel invierno ocurri algo inslito, y por eso todos lo recuerdan y hablan todava de /l$ fue unacosa e%traordinaria. 'uando los vecinos se levantaron el 2 de enero encontraron ue el mundoentero se haba transformado a su alrededor. !os niitos inocentes miraron por las ventanas y se

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    =Marvin Macy viene a uedarse con nosotros =di"o.Miss 4melia no contest. @an slo sali de detrs del mostrador y se coloc "unto a la estufa,

    como si la noticia le hubiera dado fro. No se calentaba la espalda con modestia, levantndose lasfaldas una pulgada o as, como hacen todas las mu"eres cuando hay gente delante$ miss 4melia notena ni pica de modestia, y muchas veces se olvidaba por completo de ue haba hombres all.4hora, mientras se calentaba, tena el tra"e ro"o tan levantado por detrs ue todo el ue uisiera

    molestarse en mirar poda ver un troo de su muslo, fuerte y velludo. @ena la cabea ladeada, yhaba empeado a hablar sola, cabeceando y arrugando la frente, y su vo era acusadora y llena dereproches, aunue no se entendan las palabras. Mientras tanto, el "orobado y Marvin Macy habansubido a la sala donde estaban las 6hierbas de la 5ampa7 y las dos muinas de coser, a lashabitaciones donde miss 4melia haba pasado toda su vida. esde el caf/ se les poda or andando

    por all arriba, instalando a Marvin Macy y deshaciendo su euipa"e. 4s es cmo se introdu"oMarvin Macy en casa de miss 4melia. 4l principio, el primo !ymon, ue haba cedido su cuarto aMarvin Macy, dorma en el sof de la sala. 5ero la nevada le haba sentado mal$ cogi un catarroue termin en anginas, y miss 4melia le de" su cama. El sof de la sala era demasiado corto paraella$ se le salan los pies por encima de los bordes, y se caa muchas veces al suelo. &eguramentefue la falta de sueo lo ue le nubl la inteligencia$ todo lo ue intentaba hacer contra Marvin Macy

    se volva contra ella. 'aa en sus propias trampas y se encontr en situaciones muy violentas. 5eroaun as no echaba a Marvin Macy de su casa, porue tema uedarse sola. 'uando se ha vividoalguna ve con otra persona, es un tormento tener ue vivir solos. El silencio de una habitacindonde arde el fuego, cuando de pronto se para el tictac del relo"$ las sombras obsesionantes de unacasa vaca... es preferible caer en manos de nuestro peor enemigo ue enfrentarnos con el terror devivir a solas.

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    !a nieve no dur mucho. &ali el sol, y a los dos das el pueblo estaba igual ue siempre. Miss4melia no abri su casa hasta ue se derriti el 0ltimo copo. Entonces se puso a hacer una limpieageneral y sac todas las cosas al sol. 5ero antes de meterse a limpiar, lo primero ue hio al volver asalir al patio fue atar una cuerda a la rama ms grande del cereo chino. En el e%tremo de la cuerdaat un sauillo bien relleno de arena. Gse fue elpunching-bague hio para entrenarse, y, desdeauel da, todas las maanas se dedicaba a bo%ear con /l en el patio. a era una bo%eadora muy

    buena$ ui fuera un tanto pesada de piernas, pero en cambio conoca todas las maas y los trucosdel bo%eo.Miss 4melia, como ya se ha dicho, meda seis pies y dos pulgadas de estatura. Marvin Macy era

    una pulgada ms ba"o. e peso estaban casi iguales- los dos pesaban unas ciento sesenta libras.Marvin Macy tena la venta"a de su astucia de movimientos y de la durea de su pecho. 4 primeravista se dira ue /l llevaba las de ganar. &in embargo, casi todos los vecinos estaban apostando pormiss 4melia. !os vecinos recordaban la gran pelea entre miss 4melia y un abogado de #or+s #allsue haba uerido engaarla. Era un mocetn tremendo, pero cuando miss 4melia termin con /lestaba medio muerto. no haban sido solamente sus dotes de bo%eadora lo ue habaimpresionado a todo el mundo. Miss 4melia consigui desmoraliar a su adversario poniendo unascaras tan horribles y haciendo unos ruidos tan impresionantes ue hasta los espectadores se haban

    espantado. Era valiente, se entrenaba con aplicacin con supunching-bagy en el caso presentetena toda la ran de su parte. 4s ue los vecinos confiaban en ella y esperaban. esde luego, nose haba fi"ado fecha para la pelea$ slo estaban auellas seales ue eran demasiado claras para

    poder pasarlas por alto.4uella temporada, el "orobado andaba por all con una carita maligna y satisfecha. Era listo, y

    meta ciaa entre miss 4melia y Marvin Macy de mil maneras disimuladas y astutas. &iempreestaba tirando de la pernera del pantaln de Marvin Macy para atraerse su atencin. 4lgunas vecessegua los pasos de miss 4melia, pero ahora slo lo hacia para imitar sus andares desgarbados- se

    pona bico y remedaba los gestos de ella de una forma ue pareca ue miss 4melia era unmonstruo. 3aba algo tan terrible en auellas imitaciones, ue los parrouianos del caf/ no se rean,ni siuiera los ms tontos como Merlie

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    de papel con la corriente de los ventiladores. cada noche duraba auella escena un poco ms uela anterior.

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    !a pelea tuvo lugar el da del @opo, ue es el 2 de febrero. El tiempo fue favorable, sin lluvia nisol, con una temperatura mediana. 3ubo varias seales de ue au/l era el da fi"ado, y hacia lasdie la noticia haba corrido por todos los contornos. 5or la maana temprano, miss 4melia habasalido y haba cortado la cuerda de supunching-bag. Marvin Macy se sent en el escaln de atrscon una lata de grasa de cerdo entre las rodillas y empe a embadurnarse cuidadosamente los

    braos y las piernas. ;n halcn con la pechuga ensangrentada vol sobre el pueblo y dio dos vueltas

    sobre la casa de miss 4melia. &acaron las mesas del caf/ al porche de atrs, de forma ue todo elsaln ued despe"ado para la pelea. Estaban todas las seales.@anto miss 4melia como Marvin Macy se sirvieron cuatro raciones de asado medio crudo en la

    comida, y el resto de la tarde estuvieron echados para coger fueras. Marvin Macy se ech en elcuarto grande de arriba, y miss 4melia se tumb sobre el banco de su oficina. &e vea claramente,

    por su cara blanca y tensa, u/ tormento era para ella estar tumbada sin hacer nada, pero se uedall uieta y estirada como un cadver, con los o"os cerrados y las manos cruadas sobre el pecho.

    El primo !ymon no par en todo el da, y su carita estaba sombra y tirante de pura e%citacin.&e prepar un bocadillo al medioda y sali a buscar al topo. >olvi al cabo de una hora$ se habacomido el bocadillo y di"o ue el topo haba visto su sombra y ue se preparaba mal tiempo. !uego,como lo mismo miss 4melia ue Marvin Macy estaban descansando para coger fueras y nadie le

    haca caso, se le ocurri ponerse a pintar el porche delantero. !a casa no haba sido pintada desdehaca muchos aos$ en realidad, sabe ios si la haban pintado alguna ve. El primo !ymon estuvorevolviendo por all y al poco tiempo tena pintada de un alegre color verde chilln la mitad delsuelo del porche y embadurnada toda su persona. , cosa muy propia de /l, antes de terminar elsuelo empe con la pared y fue pintndola hasta donde alcanaba y luego se subi a un canasto

    para llegar una cuarta ms arriba. 'uando se le acab la pintura, la parte derecha del suelo estabaverde brillante y haba un troo de pared pintado ue acababa en una lnea dentellada. 4llabandon el primo !ymon su obra.

    3aba algo infantil en su satisfaccin con su pintura. a propsito de esto mencionaremos algomuy curioso- no haba en el pueblo uien tuviera la menor idea de la edad del "orobado, ni siuieramiss 4melia. 4lgunos decan ue cuando lleg al pueblo era todava un nio de unos doce aos$otros estaban seguros de ue pasaba de los cuarenta. El "orobado tena unos o"os aules y serenoscomo los de un nio, pero deba"o de auellos o"os se vean unas sombras violceas ue delataban laedad. Era imposible adivinar su edad por su e%trao cuerpo deforme. tampoco por su dentadura se

    poda sacar nada en claro$ todava tena los dientes completos, pero se los haba manchado tanto detomar auel polvo dulce ue era imposible saber si eran dientes "venes o dientes vie"os. 'uando le

    preguntaban directamente su edad, el "orobado confesaba ue no tena la menor idea, no sabacuntos aos llevaba en este mundo, si eran die o si eran ciento. 4s ue su edad segua siendo unmisterio.

    El primo !ymon termin de pintar a las cinco y media de la tarde. El da se haba puesto fro y senotaba humedad en el aire. El viento vena de los pinares$ golpeaba las ventanas y un peridico

    vie"o pas revoloteando calle aba"o y al fin se ued prendido en un rbol. Empe a llegar gentedel campo$ automviles abarrotados con muchos nios ue asomaban la cabea por las ventanillas$carromatos tirados por muas vie"as ue parecan sonrer con eno"o y hasto y seguan arrastrando sucarga con los o"os cansados y medio cerrados. e &ociety 'ity llegaron tres "venes. !os tres ibancon camisa amarilla y con las gorras echadas hacia atrs$ eran tan parecidos como trillios, y se lesencontraba siempre en las peleas de gallos y en las fiestas camperas. 4 las seis el silbato de lafbrica anunci la salida del traba"o y la multitud se complet. Naturalmente, entr