Juan Bosch de Cristobal Colon a Fidel Castro El Caribe Frontera Imperial 1970

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  • DE CRISTBAL COLN

    A FIDEL CASTRO

    El Caribe frontera imperial

    Juan Bosch

  • Juan Bosch, 1970.

    Por la presente edicin: SARPE, 1985.

    Pedro Teixeira, 8. 28020 Madrid.

    Depsito legal: M. 32.309-1985.

    ISBN: 84-7291-912-9 (tomo 40. )

    ISBN: 84-7291-736-6 (obra completa).

    Impreso en Espaa-Printed n Spain.

    Imprime: Grficas Futura, Sdad. Coop. Ltda.

    Villafranca del Bierzo, 21-23.

    Pol. Ind. Cobo Calleja. Fuenlabrada (Madrid).

    En portada: Fidel Castro en una alocucin pblica.

  • Indice

    Unas palabras del autor

    Captulo I: Una frontera de cinco siglos

    Captulo II: El escenario de la frontera

    Captulo III: Indios y espaoles en los primeros aos de la frontera imperial

    Captulo IV: La conquista del Caribe entre 1508 y 1526

    Captulo V: La conquista entre 1526 y 1584

    Captulo VI: Sublevaciones de indios, africanos y espaoles en el siglo XVI

    Captulo VII: Las guerras de Espaa en el siglo XVI

    Captulo VIII: Contrabandistas, bucaneros y filibusteros

    Captulo IX: El siglo de la desmembracin

    Captulo X: El tiempo del espanto

    Captulo XI: intermedio europeo

    Captulo XII: El Caribe hasta la paz de Utrecht

    Captulo XIII: Las guerras en el Caribe hasta la paz de Pars (1763)

    Captulo XIV: La revolucin norteamericana y sus resultados en el Caribe

    Captulo XV: La revolucin francesa y su proyeccin en el Caribe

    Captulo XVI: El tiempo de la libertad

    Captulo XVII: Nacimiento de la repblica de Hait

    Captulo XVIII: En los umbrales de la gran conmocin

    Captulo XIX: La guerra social venezolana

    Captulo XX: La independencia de los territorios espaoles

    Captulo XXI: 1821-1851. Los aos de reajuste

    Captulo XXII: Los aos de los episodios increbles (1855-1861)

    Captulo XXIII: Las luchas por la independencia de Cuba (1868-1898)

    Captulo XXIV: El siglo del imperio norteamericano

    Captulo XXV: Los aos de las balas y de los dlares

    Captulo XXVI: Fidel Castro o la nueva etapa histrica del Caribe

  • EL CARIBE, FRONTERA IMPERIAL

    Juan Bosch

    Aparte de su actividad poltica, Juan Bosch ha sido conferenciante y profesor

    invitado en numerosas universidades europeas y americanas. Pero el ex presidente

    de la Repblica Dominicana aparece tambin, y por derecho propio, en todas las

    antologas de la literatura americana como uno de sus ms grandes narradores. Su

    libro Cuentos escritos en el exilio es un exponente extraordinario duro,

    punzante, agresivo y de una armona increble de la perfeccin de un estilo.

    El historiador ha sido traducido a numerosas lenguas por sus biografas la de

    David, el rey de Israel, es una obra clsica en lengua inglesa o por sus ensayos,

    varias veces editados en diversos pases. Entre sus obras historiogrficas destacan,

    adems del gran xito literario de El Pentagonismo, sustituto del imperialismo

    (publicado en 1968), De Cristbal Coln a Fidel Castro (El Caribe, frontera

    imperial) y dos ensayos titulados Ecumenismo y mundo joven e Iglesia, sectas y

    nuevos cultos. De Cristbal Coln a Fidel Castro Caribe, frontera imperial .En

    esta obra, toda la experiencia del poltico, del narrador, del hombre libre, del

    viajero, del gran exiliado, coinciden para expresar y retratar, en una especie de

    historia vivida y contemplada, la dramtica, impresionante y fascinante biografa

    de un mundo: Amrica. La Amrica De Cristbal Coln a Fidel Castro. El poltico,

    el socilogo, el economista, el estadista y, por encima de todo, el hombre que ama

    a su tierra se vierte, se desparrama con infinito amor sobre los problemas, sobre la

    vida que le rodea y los comenta, los estudia y nos deja constancia de todo su afn.

    Pero Juan Bosch, que ha sido protagonista de la historia, que ha visto de cerca

    las cosas, aade un subttulo definitorio de su libro: El Caribe, frontera imperial.

    No creemos que exista nadie, ahora, que pueda explicar mejor que Juan Bosch esa

    enorme crisis, esa enorme lucha por la libertad.

  • La Editorial Sarpe se siente orgullosa de publicar este documento de tan

    excepcional testigo.

    EL CARIBE, DESDE COLN HASTA NUESTROS DAS

    Los Antecedentes

    El objetivo esencial de la poca de los grandes descubrimientos geogrficos, el

    final de la Baja Edad Media y los comienzos de la poca Moderna, consisti en

    llegar a la India. Los pueblos de la Pennsula Ibrica, Espaa y Portugal, se

    colocaron resueltamente a la cabeza del movimiento, sintetizando las siguientes

    experiencias: la tradicin mediterrnea de la cartografa mallorquina y las

    exploraciones de portugueses, andaluces y castellanos por el Atlntico. Portugal se

    lanz a la empresa de la India por la ruta del Este periplo africano, coronado en

    1486 por Bartolomeu Das, descubridor del cabo de Buena Esperanza; llegada de la

    flota de Vasco de Gama a la India en 1498-. Espaa Coln lo hizo por la

    ruta del Oeste, lo que en definitiva implic el hallazgo del continente americano y

    del ocano Pacfico, elementos que se interponen entre el Atlntico y la costa

    asitica.

    Quiso realmente Coln llegar a la india, a Asia, por Occidente, basndose en

    los conocimientos de la poca, que consideraban ms corto el camino de la

    navegacin siempre hacia el Oeste? En ello consistira el error cientfico de Coln,

    esplndidamente compensado por el descubrimiento de Amrica. Este

    acontecimiento, desarrollado bajo la tutela de los Reyes Catlicos, tena su

    precedente en la actividad marinera de la costa suroccidental de la Pennsula

    Ibrica, desde Lisboa hasta Cdiz. Dicho territorio conoci, desde fines del siglo

    XIV, una infatigable actividad, ligada, sin duda, a su propia posicin geogrfica y a

    la posibilidad de que las expediciones que de ellas partieran encontraran el soplo

    favorable de los vientos alisios. Hitos de esa expansin martima, en la que

    Portugal desempe un papel rector destacando el rey Enrique el Navegante y la

    escuela de Sagres fueron el descubrimiento de las islas atlnticas (Canarias,

    Madeira, Azores) y los progresos por la costa occidental de frica. El tratado de

  • Alcaoba de 1479 sancion la supremaca de Portugal, reservndole prcticamente

    frica, si bien se reconoca a Castilla el dominio de Canarias y una puerta en el

    litoral sahariano, limitada al norte por el reino de Fez y al sur por el cabo Bojador.

    En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la exportacin de lanas a los

    Pases Bajos y la bsqueda de mercados en las costas africanas o las Canarias

    proporcionaron al Reino de Castilla una madurez marinera capaz de responder a la

    empresa que se avecinaba. La carabela, por ejemplo, navo tpicamente ocenico,

    ligero y slido a un tiempo, especialmente apto para travesas largas y difciles, era

    un elemento imprescindible para la aventura descubridora. Por todo ello, si desde

    el siglo XI el pas mejor situado de Europa para la comunicacin martima con

    Amrica es la Gran Bretaa, en los siglos XV y siguientes, en que la navegacin

    estaba supeditada drsticamente al rgimen de vientos (la ruta de los alisios), ese

    pas, con gran diferencia respecto a los dems, era el Reino de Castilla.

    El ao 1492 es una de las fechas clave de la historia de Espaa. En l se

    culmina la Reconquista, se logra, al menos tericamente, la unidad religiosa con la

    expulsin de los judos y la evangelizacin de los moriscos; escribe Nebrija la

    primera gramtica espaola que siempre fue la lengua compaera del Imperio,

    dir el propio Nebrija y se descubre un Nuevo Mundo. Dentro del reinado de los

    Reyes Catlicos, el ao 1492 es el hito que separa la fase de poltica interior de la

    de poltica exterior.

    El descubrimiento de Amrica y la ulterior penetracin en aquel continente

    constituyen una de las aportaciones ms sustanciales si no la ms de Espaa a

    la historia del mundo. Este ao es el que seala el inicio de la fabulosa aventura.

    Pero todo aquel conjunto de hechos, desde los viajes iniciales al control de un

    espacio de millones de metros cuadrados, distante miles de millas de toda tierra

    civilizada, no hubiera sido posible sin la conjuncin de una serie de factores, ya

    esbozados. Sin embargo, tambin hay que tener en cuenta lo que significa la

    organizacin del Estado "moderno, dotado ya de medios y poderes, por primera

    vez en la historia de Espaa, para una empresa de tal envergadura. Amrica fue

    descubierta, por azar providencial, en el justo momento en que su conquista,

    colonizacin y evangelizacin comenzaban a ser tcnicamente posibles.

  • La propuesta hecha por Coln a los Reyes Catlicos (afirmaba que navegando

    por el oeste se poda hallar un camino ms corto para llegar a las tierras de las

    especias) logr finalmente una acogida favorable. Las Capitulaciones de Santa Fe,

    firmadas en abril de 1492, estipulaban las condiciones en que iba a basarse el

    marino genovs para realizar la empresa de las Indias. El 3 de agosto del mismo

    ao partan tres carabelas con un grupo de intrpidos marinos, en su mayora

    andaluces. El 12 de octubre, despus de un viaje muy rpido, debido a la

    utilizacin de los vientos favorables (alisios), la expedicin toc tierra. Pero, en

    vez de llegar a las Indias, como esperaba Coln, se haba puesto pie en un nuevo

    mundo, hasta entonces desconocido.

    Las grandes expectativas abiertas con motivo de la empresa colombina

    quedaron defraudadas de momento, pues no se encontr el oro ni las otras riquezas

    que se supona haba en Indias. De todas formas, la gesta tuvo consecuencias

    trascendentales para el futuro. El marino genovs muri creyendo que haba

    llegado a las Indias, sin sospechar, por tanto, que se trataba de un mundo nuevo.

    Los Reyes Catlicos se preocuparon en seguida por obtener las garantas legales

    sobre las tierras descubiertas en las Indias. Ello plante, de nuevo, el problema

    de las relaciones hispano-portuguesas. La bula Inter Caetera, del papa Alejandro

    VI, otorg a los espaoles la posesin de las tierras situadas a cien leguas al oeste

    de las Azores o de Cabo Verde (1493). El subsiguiente Tratado de Tordesillas (7

    de junio de 1494) ratific la divisin del mundo en dos hemisferios: el oriental,

    portugus, y el occidental, espaol. La lnea de demarcacin entre ambos qued

    fijada en el meridiano que se hallaba 370 leguas al oeste de las islas Cabo Verde.

    El espacio al oeste de dicha lnea se reservaba para Castilla, la cual consigui as

    ttulos que legitimaron su dominio sobre las tierras recin descubiertas. Asimismo,

    en 1503 se cre la Casa de Contratacin, con sede en Sevilla, cuya finalidad era

    centralizar todo el comercio que se realizase con el Nuevo Mundo.

    Aparte del viaje del Descubrimiento, Coln realiz otros tres, en el transcurso

    de los cuales ampli sus descubrimientos en el mbito antillano Pequeas

    Antillas, Jamaica, Puerto Rico, costa oriental de Centroamrica y persisti en su

    idea primera de que haba llegado realmente a las Indias. Sin embargo, la evidencia

    de que se trataba de tierras bien distintas de las de Asia oriental se impuso a sus

    contemporneos. De un lado, el viaje de Vasco de Gama a la India en 1498, y de

    otro, los llamados viajes menores de los espaoles por el Caribe y las costas

  • septentrionales de Amrica del Sur Ojeda, Bastidas, Nicuesa, Vespuccio

    acabaron por desvanecer toda duda. El reconocimiento claro del error de Coln se

    difundi ya a partir de 1507, en que el cosmgrafo alemn Martin Waldseemller

    se refiri, en su Cosmographiae In-troductio, a una quarta pars del mundo, a la que

    dio el hombre de Amrica en homenaje al florentino Amerigo Vespuccio. En 1513,

    Vasco Nez de Balboa atravesaba el istmo de Panam y descubra el mar del Sur

    (ms tarde llamado ocano Pacfico). Inmediatamente comenz la bsqueda de un

    paso que comunicara el Atlntico con el Pacfico por el sur de Amrica.

    Magallanes lo conseguira en 1520, al descubrir el estrecho de su nombre, cuando

    reinaba ya en Espaa Carlos I.

    Los Hechos

    La Corona inicio rpidamente la colonizacin del Nuevo Mundo, la expedicin

    de Nicols de Ovando (1502) marc el comienzo de la poblacin de las Antillas, el

    origen del imperio espaol en Amrica y la incorporacin del pueblo hispano a la

    tarea colonizadora. Los reyes delegaron los asuntos de Amrica en el Consejo de

    Indias, y los colonos espaoles en las Antillas recibieron repartimientos de indios

    (institucin parecida a la encomienda medieval castellana), explotaron yacimientos

    aurferos y ensayaron el cultivo de la caa de azcar. Los primeros resultados

    fueron descorazonadores: la dificultad que entraa todo proceso de culturizacin y

    los excesos de los encomenderos motivaron una alarmante despoblacin indgena.

    Como nica esperanza surgi el descubrimiento de nuevas tierras, pronto

    convertido en realidad con la empresa mexicana de Hernn Corts. La prosperidad

    no volvera a las Antillas hasta mucho ms tarde, con la difusin de las

    plantaciones azucareras. Los excesos de los colonos suscitaron una esplndida

    reaccin humanitaria, a cargo de los dominicos, que el hispanista norteamericano

    Lewis Hanke ha calificado de lucha espaola por la justicia en la conquista de

    Amrica. El domingo antes de Navidad de 1511, el dominico fray Antonio de

    Montesinos predic un sermn revolucionario en la isla Espaola. Comentando el

    texto bblico Soy una voz que clama en el desierto, Montesinos dio el primer

    grito en nombre de la libertad humana en el Nuevo Mundo, cuyo campen, a partir

    de 1515, fue otro dominico antiguo encomendero, que haba renunciado a los

    indios por escrpulos morales, fray Bartolom de las Casas. El rey reuni una

  • Junta de telogos y promulg las llamadas Leyes de Burgos (1512), que

    constituyeron el primer intento legal de proteger a los indios.

    Muerto Fernando el Catlico, el regente de Castilla, cardenal Cisneros, envi a

    las Antillas, en calidad de comisarios, a tres frailes Jernimos, cuyo breve mandato

    se caracteriz por la moderacin. Con el nuevo monarca, Carlos I, pueden

    considerarse terminados los ensayos para dar paso a una entidad poltica y cultural

    nueva: las Indias Espaolas, el primer sistema colonial organizado de la poca

    moderna.

    Entre el descubrimiento colombino y la sumisin de los incas por Pizarro, que

    marc el fin de las grandes conquistas, transcurri menos de medio siglo (1492-

    1536). La ms extraordinaria epopeya de la historia humana, la conquista de

    Amrica, fue realizada en menos de veinte aos (1519, Corts en Mxico; 1536,

    Pizarro en Per). Adems, fue obra de un nmero increblemente corto de

    espaoles: la expedicin de Corts constaba de 416 hombres, y slo 170 siguieron

    a Pizarro en su avance hasta Cajamarca. La enorme capacidad personal de aquellos

    conquistadores y sus acompaantes, su superioridad moral y tcnica, hicieron

    posible tal milagro. Econmicamente, los gastos de la expedicin recaan sobre los

    propios organizadores, o sea, en su casi totalidad, sobre elementos particulares. No

    es exagerado afirmar que la conquista de Amrica le sali gratis al Estado espaol.

    Por el contrario, los beneficios que aquellas tierras rindieron al Erario merecen

    el calificativo de fabulosos. Efectivamente, el tesoro real tena derecho, segn vieja

    tradicin, a un 20 por 100 de los metales preciosos que produjeran las minas del

    reino. Y, desde 1540 aproximadamente, con el hallazgo de los casi mticos filones

    de Zacatecas y Potos, el Nuevo Mundo comenz a manar oro y plata, hasta el

    punto de transformar la estructura econmica del mundo civilizado. Doscientos mil

    kilos de oro y diecisiete millones de kilos de plata cree el profesor Hamilton que

    atravesaron el Atlntico en un siglo; cifras que otro estudioso del tema, Ramn

    Carande, estima conveniente duplicar, si queremos estar ms cerca de la verdad.

    Aquella riada enorme, al no encontrar en la Pennsula una banca o industria

    capaces de absorberla, se desparram Europa adelante, hasta llegar a los ltimos

    confines del mundo. Los plateados reales espaoles eran moneda corriente en

    Londres, en Amberes, en Lyon y en Gnova, y se comerciaba con ellos en los

    mercados de ciudades tan lejanas como El Cairo o Bagdad.

  • La quinta parte del torrente, al menos en teora, debi revertir sobre el Estado.

    Sin aquellos fabulosos aportes no hubiera sido posible el sostenimiento del imperio

    durante siglo y medio, ni se hubiesen podido mantener los exorbitantes gastos

    militares, administrativos o diplomticos. En el dispositivo general de la

    monarqua catlica, el Nuevo Mundo desempeara un papel imprescindible, sirte

    quo non. En este sentido, lo que result Amrica, excepto en el breve perodo de la

    conquista, fue, ms que una avanzada, un respaldo, como la retaguardia de Espaa.

    Con respecto a las consecuencias culturales de la conquista y colonizacin de

    Amrica, no debemos olvidar que el siglo XVI signific la mayor mutacin jams

    habida del espacio humano; por lo que se refiere a Espaa, produjo la elaboracin

    de una nueva frontera concebida como un complejo de relaciones humanas y de

    unas coordenadas culturales de entendimiento que se caracteriz por la triple

    unidad humana de comunicacin, economa y relacin cultural y que, aunque

    resultado de una larga maduracin, se convirti en la ms expresiva manifestacin

    de vitalidad humana y creadora de sus protagonistas. En treinta aos los que

    transcurren entre el primer viaje colombino y la primera circunnavegacin se

    construy la geografa de un Atlntico transversal, basada en el conocimiento de

    todas sus estructuras: rutas, vientos, islas, costas. La longitud y anchura del

    gigantesco continente fue prcticamente delineada en otros treinta aos,

    establecindose de tal modo la base para una estructura de relaciones humanas, de

    profunda sntesis antropolgica, esttica, religiosa y cultural. Se trata de una

    inmensa experiencia, en la cual se configuraron los sistemas de ideas, se

    escribieron las opiniones, inicindose una polmica de implicaciones teolgicas,

    ticas y polticas, se fundaron ciudades, se organizaron cabildos, se crearon

    gobernaciones, comenzaron la produccin econmica y el estudio hasta los ms

    altos niveles universitarios.

    Las consecuencias

    Hasta mediados del siglo XVI puede hablarse de la Era de los

    conquistadores. Es la etapa, en tantas ocasiones mitificada de forma artificiosa, de

    realizacin material del sometimiento de las poblaciones americanas en nombre de

    una serie de intereses de todo tipo. Amrica se convertira en escenario de

  • controversia de una amplia serie de ideas, tensiones y proyectos nacidos en una

    Europa que se vuelve ya hacia el ocano Atlntico, abandonando las limitaciones

    supuestas por la localizacin de su eje econmico en el Mediterrneo.

    Los siglos XVI, XVII y XVIII estarn definidos sobre el territorio americano

    por el comn elemento de la lentitud y la estabilidad esttica. El historiador francs

    Fernand Braudel ha establecido una serie de tipos que la historia de los pueblos

    adopta a lo largo de los siglos; en funcin de dicha clasificacin, la evolucin

    histrica de Amrica Latina durante estos siglos se concreta perfectamente en su

    idea de la historia inmvil. Mientras en la mitad norte del continente el espritu

    puritano importado de Europa estableca las bases necesarias para el posterior

    desarrollo social y material que se manifestara en el momento de la emancipacin

    poltica, la Amrica ordenada segn usos ibricos se estancaba en todos los planos

    hasta convertirse de forma creciente en fcil presa de intereses de potencias ajenas

    a ella.

    El tambin historiador francs, especialista en temas hispnicos, Pierre Chaunu

    habla de este prolongado periodo de la historia americana en lneas que alcanzan

    grados de expresin insuperables. As, establece la etapa que media entre los aos

    centrales del siglo XVI y los primeros del siglo XIX como de una historia

    esttica... donde los acontecimientos se desarrollan nicamente con una majestuosa

    lentitud, donde los hechos se desarrollan en profundidad, en las estructuras sociales

    de un mundo situado en proceso de creacin. Esta idea debe ser tenida en cuenta

    de forma permanente ante toda consideracin de la evolucin histrica de la

    Amrica de raigambre ibrica.

    El inmenso espacio americano habra de servir como mbito de aplicacin

    directa, y prcticamente libre de trabas, de los principios dominantes en las

    estructuras colonizadoras. El nuevo continente servira como escenario de

    representacin de formas de organizacin que en el viejo ya no eran susceptibles

    de aplicacin prctica, Amrica se ha dicho en multitud de ocasiones sera la

    posibilidad de plasmacin de las exageraciones que en todos los aspectos haba

    generado la cultur peninsular. Una colonizacin espaola y portuguesa, ejemplar

    en tantos aspectos, sera no obstante elemento de fermento de usos que, en

    definitiva, iran dirigidos en contra de los intereses de los pueblos ordenados segn

  • ellos. Todo triunfalismo referente a esta cuestin, actitud de la que se ha abusado

    generosamente durante cinco siglos, debe considerar esta realidad.

    La implantacin de las formas de organizacin social y econmica vigentes en

    Europa supondra una labor ardua y prolongada. Las mismas dimensiones del

    continente americano precisaban ya de por s de una acomodacin de aquellos

    principios nacidos bajo pticas espacialmente ms reducidas. Los tres siglos largos

    de nominal dominacin europea supondran para Amrica el hecho de la

    destruccin de su anterior pasado indgena, para ser sustituido por estructuras

    forneas que en sus lugares de origen ya demostraban la nocividad de su

    naturaleza.

    Espaa y Portugal instalaran en sus territorios americanos de control las

    instituciones polticas, econmicas y sociales que definan por entonces a sus

    propios ordenamientos internos. Esto hara posible la existencia de dualidades

    especialmente marcadas que permitan la coexistencia de universidades de tipo

    europeo con estructuras de explotacin del indgena qu, en teora, contradecan

    los principios vigentes en las respectivas metrpolis. La obra de Bartolom de las

    Casas, denunciando esta situacin, servira para establecer un primer paso en la

    concienciacin acerca de estos problemas, a los que los poderes europeos no seran

    capaces de dar respuesta adecuada.

    Durante estos tres siglos, la presencia ibrica en territorio americano hara

    realidad un hecho de especial trascendencia: el fenmeno del mestizaje. La

    Amrica espaola y la Amrica portuguesa ofreceran modelos de convivencia que,

    contando con todos sus elementos de carcter negativo, serviran para establecer

    normas de aplicacin en situaciones similares. La denominada Amrica Latina

    sera ordenada en base a postulados de ndole econmico-religiosa que

    posibilitaran este encuentro entre elementos de los dos sectores enfrentados.

    A principios del siglo XIX, la invasin francesa de los dos pases ibricos que

    controlaban los destinos de Amrica en sus sectores meridionales iniciara el

    proceso de emancipacin de los mismos. A partir de esos momentos, Espaa y

    Portugal debilitados de forma irreversible se limitaran a observar la

    progresiva prdida de sus territorios coloniales, a los cuales haban exportado sus

    formas de organizacin. Amrica Latina acceda a la independencia contando con

  • el decisivo elemento negativo de su fraccionamiento, y se entregaba materialmente

    a la dominacin real de las potencias que entonces emergan como dominantes en

    la escena internacional.

    Lo que sera denominado neocolonialismo habra de constituir el esquema de

    ordenacin de los territorios americanos emancipados de las decadentes Coronas

    espaola y portuguesa de principios del siglo pasado. Los protagonistas del

    proceso independentista no podan imaginar que la salida del control ibrico,

    tradicional y paternalista, iba a suponer la inclusin de sus pases en la rbita del

    ms decidido imperialismo de signo tecnificado. Primero la Gran Bretaa, situada

    en el punto lgido de su podero ultramarino, y a continuacin los Estados Unidos,

    actuaran con absoluta discrecionalidad sobre los espacios econmicamente ms

    interesantes de la Amrica colonizada por las naciones peninsulares.

    En una primera etapa, Amrica Latina habra de convertirse en un instrumento

    complementario de la economa europea. La masiva emigracin afectada hacia

    aquellas latitudes por parte de los continentes laborales excedentes en el Viejo

    Continente aliviara el panorama social del mismo. De forma paralela, la Amrica

    meridional serva como til centro de produccin de materias primas que los pases

    ms desarrollados precisaban para su consumo. La intervencin europea sobre

    Amrica Latina cedera ms adelante su lugar a la norteamericana. Los Estados

    Unidos, convertidos en primera potencia mundial, comenzaban a actuar de forma

    directa sobre sus vecinos iberoamericanos.

    La presencia norteamericana en este espacio manifestara una amplia gama de

    formas, yendo desde el mantenimiento del control econmico de los pases

    integrantes del bloque de tradicin ibrica hasta la intervencin armada en los

    casos en los que su influencia pareca hallarse en peligro. La historia

    contempornea de Amrica Latina no supone de esta forma ms que una

    continuacin de su evolucin durante la etapa colonial. Las formas de dominacin

    no son hoy ms sutiles que entonces, ya que a nadie se le oculta la verdadera

    realidad de la situacin, pero s han adquirido niveles ms elevados de eficacia.

    Durante ms de tres siglos, espaoles y portugueses habran de proceder a

    realizar una poltica de colonialismo que, en definitiva, no reportara a las

    respectivas metrpolis unos beneficios demasiado significantes. Las colonias

  • supondran, adems, en muchas ocasiones una pesada carga para las economas

    europeas que posean oficialmente su dominio. Concluida la etapa colonial,

    Amrica Latina entrara en un proceso impuesto desde el exterior y definido por la

    sistemtica explotacin de todos sus recursos humanos y materiales. Este hecho,

    mantenido hasta hoy mismo, se alza de esta forma como rasgo determinante de

    validez general para todos los pases integrantes del espacio referido.

    Amrica Latina se encuentra sumida en una crisis de crecimiento de la que por

    el momento se manifiesta incapaz de salir. La permanente inestabilidad poltica,

    unida a la desarticulacin de sus sociedades, encuentra su negativo complemento

    en un mbito econmico asimismo deficiente desde el punto de vista estructural.

    El panorama se presenta, as, bajo rasgos nada optimistas; Amrica Latina

    precisar de un largo perodo de tiempo para lograr la verdadera emancipacin de

    sus pueblos, que vaya ms all de lo que constituy su proceso tericamente

    independiente, el cual solamente sirvi para sustraerla de una dominacin y

    entregarla a otra ms eficaz e inhumana.

    Fechas clave

    1483 Cristbal Coln propone a Portugal alcanzar la India por el Atlntico,

    dado el encarecimiento de los productos orientales y la inseguridad de las rutas

    terrestres utilizadas hasta entonces para su transporte. El perfeccionamiento de la

    cartografa y del transporte martimo (invencin de la brjula, construccin de las

    primeras carabelas, as como la idea de la esfericidad de la Tierra, son las

    condiciones que permiten, en teora, realizar la empresa con posibilidades de xito.

    1485 Al ser rechazado el Plan Por Portugal, Coln llega a Espaa. Establece

    relacin con el duque de Medinaceli, con los frailes del monasterio de La Rbida,

    en la provincia de Huelva, y con los hermanos Pinzn y Pedro Alonso Nio.

    1486 Tras la Primera entrevista con los Reyes Catlicos, celebrada en Alcal de

    Henares, Coln logra el apoyo de Luis de Santngel, tesorero de la Santa

    Hermandad y contable de la Real Casa; pero la Junta que estudia el proyecto lo

    desecha.

  • 1492 Nueva entrevista con los monarcas en Granada; las condiciones

    econmicas y las prerrogativas que exige son finalmente aceptadas en las

    Capitulaciones de Santa Fe; Coln obtiene los ttulos vitalicios y hereditarios de

    virrey, almirante y gobernador, con poderes jurisdiccionales sobre las tierras a

    descubrir; se le adjudica el 10 por 100 de las riquezas halladas. El 3 de agosto salen

    del puerto de Palos, en Huelva, las carabelas Pinta, Nia y Santa Mara con

    unos 100 hombres: el 12 de octubre descubren la isla Guanahan (ms tarde

    llamada San Salvador), Cuba y Santo Domingo; en la ltima se funda el fuerte

    Navidad, primer establecimiento europeo en el continente americano.

    1493 Coln regresa a Espaa. Desembarca en Barcelona y se entrevista con los

    reyes en el mes de abril. El 25 de septiembre parten de Cdiz diecisiete nuevas

    carabelas, las cuales transportan al Nuevo Mundo 1.500 hombres con instrucciones

    para la evangelizacin, comercio y colonizacin de estas tierras. Se funda la

    primera ciudad, llamada Isabel en honor de la Reina Catlica, entre las ruinas del

    fuerte Navidad, destruido por los indios. Realizan viajes a Cuba que Coln cree

    ser la India y a Jamaica; vuelven a Santo Domingo, entonces llamada La

    Espaola, donde el gobierno de Coln produce descontento. Se plantea el problema

    de la esclavitud indgena.

    1495 En el mes de octubre desde la metrpoli se enva a La Espaola un

    representante real. Coln entrega el gobierno a su hermano Bartolom y regresa a

    Espaa para defenderse de las acusaciones que se le hacen.

    1498 El 30 de mayo, Coln realiza su tercer viaje al Nuevo Mundo. Salen de

    Sevilla y Sanlcar seis carabelas, que siguen dos rutas: una va hacia La Espaola y

    la otra hacia el suroeste. Descubrimiento de Trinidad y de la desembocadura del

    Orinoco. En el mes de agosto llegan a distintos puntos del continente, que Coln

    sigue creyendo ser las Indias orientales.

    1500 El portugus Pedro Alvarez Cabral descubre el Brasil, al tiempo que

    Vicente Y. Pinzn llega a su costa nordeste y a las bocas del Amazonas. Juan de la

    Cosa traza el primer mapa de las tierras exploradas. Tras su regreso a La Espaola,

    Roldan encabeza una sublevacin contra Coln. Bobadilla es enviado a esta isla

    por los reyes con plenos poderes, y procesa a Coln, que es enviado a Espaa en

  • calidad de preso. Esto conlleva la supresin de sus privilegios, salvo los ttulos de

    virrey y almirante.

    1502 Nicols de Ovando es enviado a La Espaola como gobernador de la isla,

    con amplios poderes judiciales. Pacifica la isla. Hernn Corts intenta embarcar en

    esta expedicin, pero un accidente sufrido en una aventura galante se lo impide. El

    11 de mayo, Cristbal Coln sale con cuatro carabelas, inicindose as su cuarto

    viaje. Se le prohbe dirigirse a La Espaola. Llegada a la costa centroamericana

    (actuales Honduras y Panam).

    1505-1508 En las juntas de Toro y de Burgos, en las que participan, entre otros,

    Amerigo Vespuccio y los hermanos Pinzn, se estudia la posibilidad de hallar un

    paso a travs del continente que conduzca a las Indias orientales. Igualmente se

    crea el puesto de Piloto Mayor, para el que es nombrado el afamado marino

    italiano Amerigo Vespuccio.

    1513 Viajes menores de exploracin y conquista de Amrica. Mediante

    establecimiento de compaas comerciales y el apoyo financiero de la Corona o de

    algunos banqueros extranjeros, Alonso de Ojeda, Amerigo Vespuccio, los

    hermanos Pinzn, Juan de la Cosa, Alonso Nio y otros marinos recorren las costas

    americanas, desde el Brasil hasta las Antillas mayores: Trinidad, Venezuela,

    Colombia, Panam, las bocas del Amazonas y el Orinoco. Hernn Corts participa

    en la expedicin de Diego Velzquez a Cuba, en la que no ocupa un cargo militar,

    limitndose a desempear funciones burocrticas. En Cuba ejerce actividades muy

    diversas: es agricultor, ganadero, buscador de oro, negociante, etc. De los relatos

    de Amerigo Vespuccio se desprende que las tierras descubiertas forman un nuevo

    continente, al que Martin Waldseemller propone, en su obra Cosmographiae

    Introductio, que se d el nombre de Amrica. Vasco Nez de Balboa cruza el

    istmo de Panam y descubre el ocano Pacfico.

    1515 Expediciones de Juan Daz Sols por las costas uruguayas y el ro de la

    Plata: se busca un paso entre los ocanos Atlntico y Pacfico. Retroceso de los

    conquistadores espaoles ante los indios.

    1518 Diego Velzquez confa a Hernn Corts el mando de una expedicin

    cuyo objetivo lejano es la conquista del imperio azteca. El conquistador extremeo

  • parte de la ciudad de Santiago en el mes de noviembre, antes de la fecha prevista,

    con 11 barcos y 700 hombres.

    1519 Primera circunnavegacin de la Tierra. Femando de Magallanes,

    portugus al servicio de Castilla, alcanza por occidente las islas de las Especias.

    Uno de sus cinco navos, el Victoria, al mando de Juan Sebastin Elcano,

    regresar a Sevilla tras una travesa de 1.124 das. Queda probada, as, la

    esfericidad de la Tierra. La expedicin de Hernn Corts se dirige a Yucatn,

    donde el conquistador funda la ciudad de Veracruz; desde aqu inicia la

    penetracin hacia el interior de Mxico en un viaje de exploracin en el que

    tambin se buscan riquezas. En el mes de noviembre llega a la capital azteca,

    Tenochtitln, siendo bien recibido por el emperador entonces reinante,

    Moctezuma, que se reconoce vasallo del rey de Castilla.

    1520-1521 Tras la sublevacin de Tenochtitln, Hernn Corts, nombrado

    capitn general, somete todo el imperio azteca y realiza expediciones a Yucatn y

    Honduras, que son anexionadas a Nueva Espaa; Carlos V implanta una slida

    organizacin administrativa en estos territorios.

    1531 Francisco Pizarro comienza la tarea conquistadora del territorio del

    imperio inca, que se prolongar hasta 1533. A partir de ese momento proliferar la

    creacin de Audiencias en los nuevos territorios, siguiendo a la inicial, creada en

    Santo Domingo en 1511; le seguirn Mxico (1529), Panam (1538), Santa Fe y

    Guadalajara (1548}, Buenos Aires (1661), etc.

    1535 Creacin del virreinato de la Nueva Espaa, que engloba a la totalidad de

    la Amrica Central sin Panam, a las Antillas y a la zona costera de la actual

    Venezuela. Auge en las tareas de explotacin de plata en Mxico. Esta ordenacin

    del territorio americano basado principalmente en sus caractersticas fsicas habr

    de constituir uno de los mayores cuidados de la administracin colonial.

    1543 Creacin del virreinato de la Nueva Espaa, con capitalidad en Lima, que

    ordena a la totalidad de la extensin de Amrica del Sur, excepto la costa

    venezolana. Creacin de las Audiencias de Lima y Guatemala. Promulgacin de

    las denominadas Leyes Nuevas, destinadas a conseguir la extincin definitiva de

    las encomiendas; el fracaso ms sealado seguir a este discreto intento

    reformador.

  • 1559 Creacin de las Audiencias de la Plata de los Charcas, y, pocos aos ms

    tarde, de las de Quito y Chile.

    1560 Finalizacin del proceso de promulgacin de edictos acerca de la

    liberacin de los indios esclavizados, que se haba iniciado diez aos antes.

    1563 Vasco de Puga escribe su famosa obra de gran influencia poltica, titulada

    Provisiones, cdulas e instrucciones para el gobierno de Nueva Espaa.

    Creacin de la Audiencia, tribunal especial de apelacin con jurisdiccin para

    todos los territorios de Amrica, instrumento unificador de las tareas jurdicas

    hasta entonces dispersas en organismos varios.

    1601 Reglamento que rige el trabajo efectuado por indgenas bajo control

    peninsular. Se prohibe, por el mismo, la existencia de jornaleros situados en

    rgimen de esclavitud.

    1640 Separacin de las Coronas de Espaa y Portugal, que se haban unido en

    1580 en la persona de Felipe II. Creacin del cargo de virrey en Brasil, que reside

    en Baha hasta el ao 1763, en que pasa a instalarse en Ro de Janeiro.

    1642 El denominado Conselho da India pasa a convertirse en Conselho

    Ultramarino, para englobar a la totalidad de las posesiones portuguesas

    extraeuropeas.

    1701-1707 Abolicin legal de las encomiendas cuyos titulares tengan su

    residencia en Espaa, y de todas las encomiendas que cuenten con menos de

    cincuenta indios.

    1720 Abolicin legal de la totalidad de las encomiendas existentes, con

    excepcin de las de Yucatn, que se mantendrn hasta 1787.

    1764 Inicio de la creacin de las Intendencias en las circunscripciones

    siguientes: Cuba (1764), La Plata (1782), Per (1784), Chile (1786) y Nueva

    Espaa (1790). Todo ello dentro

    del mismo proceso de ordenacin territorial, en momentos en que ya se

    preparan los fermentos de la emancipacin nacional.

  • 1771 Inicio de una dcada sealada por la abundancia e incidencia de los

    levantamientos indgenas en contra de las condiciones impuestas por los

    colonizadores: revueltas de negros en Colombia, de los indgenas ecuatorianos, de

    los nativos de la regin del Orinoco y de otras regiones de Venezuela, sobre todo.

    1775 Frustrado ataque portugus lanzado contra Montevideo, dentro de un

    clima blico entablado entre las dos respectivas potencias coloniales.

    1776 Unificacin de la administracin para las colonias sudamericanas de

    Portugal. Creacin del virreinato del Ro de la Plata en Brasil con capitalidad en

    Ro de Janeiro.

    1780 Revuelta encabezada por Tupac Amaru en Per, que constituy la ms

    grave de esta naturaleza observada durante toda la etapa colonial, ya que tuvo

    repercusiones en otros mbitos geogrficos y en otros sectores sociales. Dos aos

    antes, en 1778, Espaa y Portugal decidieron mediante un tratado de paz poner fin

    a sus mutuas rivalidades, que afectaban directamente a sus posesiones coloniales.

    1790 En Espaa se produce la disolucin de la Casa de Contratacin, que ya

    haba abandonado Sevilla para instalarse en la ciudad de Cdiz.

    1800 El movimiento independentista de Amrica Latina surge como

    consecuencia de un amplio proceso previo, que arranca de dos supuestos bsicos:

    el ciclo de las revoluciones burguesas, iniciado en Inglaterra en el siglo XVII, y del

    que constituyen jalones decisivos las revoluciones de la Amrica anglosajona y de

    Francia; y la formacin interna de una conciencia criolla emancipadora, frente al

    estatismo monrquico metropolitano, de talante claramente autoritario.

    1803 -1809 A raz del levantamiento del pueblo espaol contra el invasor

    francs, el elemento criollo latinoamericano proclama su adhesin a Fernando VII

    y acata la autoridad de la Junta Suprema Central. Sin embargo, aparecen ya

    hombres como el caraqueo Francisco de Miranda, que desde Londres desarrolla

    actividades anticoloniales, y Simn Bolvar, que tras sendas estancias en Espaa y

    Francia regresa a Venezuela, donde inicia actividades anticoloniales clandestinas.

    1810 Los representantes americanos en las Cortes de Bayona formulan una

    serie de peticiones: igualdad entre americanos y espaoles; libertad de agricultura,

  • industria y comercio; supresin de monopolios y privilegios; abolicin de la nota

    de infamia entre mestizos y mulatos y de la trata de esclavos.

    1811 Madura el ideal emancipador en las mentes de los prceres de la

    independencia. Surgen tensiones independentistas en Argentina, Uruguay, Mxico

    y Ecuador. Tras la disolucin de la Junta Suprema Central se organizan juntas

    americanas, que a su vez organizan ejrcitos e inician, con carcter de soberana,

    relaciones con Gran Bretaa y Estados Unidos. As, en Mxico el cura Manuel

    Hidalgo lanza el Grito de Dolores, con el que se inicia la insurreccin de

    Quertaro. Tambin estallan sublevaciones en Venezuela, Colombia y Argentina.

    1812 En general, triunfan los movimientos revolucionarios latinoamericanos,

    convocndose varios congresos, a los que sigue la promulgacin de constituciones

    liberales, la proclamacin de la independencia y la adopcin del rgimen

    republicano.

    1813 Apoyado Por el ejrcito y la aristocracia, el virrey mexicano aplasta la

    rebelin en dicho pas. Hidalgo es fusilado. No obstante, el movimiento

    independentista se prolonga bajo la direccin del cura Morelos. Bolvar se subleva

    en Venezuela y proclama la independencia de este pas. El Ayuntamiento de

    Caracas le confiere el ttulo de Libertador.

    1815 La metrpoli empieza a restaurar el rgimen colonial, salvo en

    determinadas ciudades de Mxico, Venezuela y Argentina.

    1817 venezolano Manuel Palacio Fajardo justifica las teoras emancipatorias:

    tirana de las altas autoridades; injusta administracin de justicia; monopolio

    econmico; aislamiento de las colonias; desdn mantenido por la metrpoli hacia

    los criollos y su apartamiento de los cargos de administracin y gobierno.

    1819 En Venezuela, Bolvar es elegido presidente de la Repblica en el

    Congreso de Angostura. Dicho Congreso aprueba la Ley Fundamental de la

    Repblica de Colombia, que comprende la unin de Venezuela, Nueva Granada y

    Quito. La Gran Colombia, independiente de la antigua metrpoli, seguir unida

    hasta 1830, en que las disensiones entre los sucesores de Bolvar provocan su

    disgregacin. En Argentina, con la ayuda de patriotas chilenos (O'Higgins), San

    Martn cruza los Andes y, tras las victorias de Chacabuco y Maip, consigue la

  • independencia de Chile. El Congreso se traslada a Buenos Aires, donde redacta

    una Constitucin unitaria, centralista y autoritaria.

    1820 A consecuencia de la revolucin liberal de Riego en Espaa, se consolida

    el movimiento emancipador. Tras la entrevista en Guayaquil de San Martn y

    Bolvar, este ltimo prosigue la campaa para la emancipacin.

    1821 Proclamacin de la independencia de Mxico, tras la cual se desata el

    proceso emancipador en Centroamrica. Mxico se declara Repblica Federal y

    abole la esclavitud.

    1826 Congreso de Panam: fracasa el proyecto de Bolvar de una unin

    sudamericana. Mxico interviene, junto al resto de las naciones interesadas, en

    dicho Congreso. Proclamacin de independencia de la Repblica autnoma de

    Uruguay.

    1846 Guerra entre Mxico y Estados Unidos a causa de la anexin de Texas a la

    Unin: Taylor se apodera de Matamoros, Monterrey y Saltillos. Tras la ocupacin

    de Nuevo Mxico por las tropas de Kearney, la escuadra del Pacfico se apodera de

    los puertos de California.

    1848 Tratado de Guadalupe-Hidalgo: Mxico cede a Estados Unidos Nuevo

    Mxico, Arizona, California y parte de Colorado (casi el 50 por 100 del territorio

    mexicano emancipado). Proclamacin de la independencia de la Repblica

    Dominicana.

    1898 Guerra hispano-norteamericana: la nota norteamericana bombardea San

    Juan de Puerto Rico. Tratado de Pars: Espaa renuncia a su soberana sobre Cuba,

    Puerto Rico y Filipinas, perdiendo as sus ltimas colonias de ultramar.

    1914-1918 La evolucin de los diferentes Estados de Am rica Latina se ve

    perturbada por profundos cambios sociales, econmicos y polticos: la estructura

    social se transforma debido al incremento de la poblacin, las migraciones

    internas, la explotacin de nuevas tierras y las consecuencias de la urbanizacin e

    industrializacin.

    1919-1928 La estructura econmica latinoamericana del perodo se caracteriza

    por el mercantilismo de la poca colonial y sus tradicionales monocultivos, la falta

  • de capital para la industrializacin, la escasez de mano de obra especializada y el

    atraso de la agricultura, unido a unas deficientes reformas agrarias. Con respecto a

    las estructuras polticas, las causas que provocan la crisis de la democracia son las

    enormes diferencias econmicas entre las clases sociales, la formacin de partidos

    revolucionarios y democrticos, la intervencin militar en los Estados Unidos y la

    democracia presidencial (siguiendo las directrices polticas de los Estados Unidos)

    que favorece la instauracin de dictaduras.

    1929 barios congresos y conferencias panamericanos propugnan la unidad

    poltica latinoamericana: en el VII Congreso de La Habana se crea un tribunal de

    arbitraje obligatorio para todos los Estados americanos; en la Conferencia

    Interamericana de Buenos Aires se firma un pacto de paz entre 21 Estados

    americanos (segn el modelo del Pacto Briand-Kellog).

    1934 1940 En la Conferencia de Panam se prohben las acciones de guerra

    en una zona neutral de 300 millas marinas en torno al continente, salvo Canad. En

    la Conferencia de ministros del Exterior en Ro de Janeiro, ya iniciada la II Guerra

    Mundial, se decide la intervencin en la guerra contra las potencias del Eje

    (excepto Argentina y Chile). La poltica de intervencin directa de los Estados

    Unidos despus de la I Guerra Mundial es abandonada con Roosevelt y sustituida

    por la poltica de buena vecindad: el nacionalismo latinoamericano reacciona

    contra la penetracin masiva del capital norteamericano. En Mxico, presidencia

    de Lzaro Crdenas y poder ininterrumpido del Partido Revolucionario Mexicano,

    integrado por comunistas, liberales radicales, la Confederacin de Trabajadores

    Mexicanos y la Confederacin Nacional de Campesinos. En Argentina, creacin

    del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) de Juan Domingo Pern, de signo

    heterogneamente fascista, que propugna un refuerzo de las fuerzas policiales, la

    disolucin del Congreso, la creacin de organizaciones represivas especiales, la

    formacin militar para ambos sexos a partir de los diecisiete aos y una

    organizacin econmico-corporativa.

    1941 -1948 Amrica Latina depende del mercado mundial, principalmente de

    Estados Unidos, lo que origina crisis sociales y poltico-econmicas. Las

    principales caractersticas del perodo son: explosin demogrfica, xodo rural,

    miseria extrema en los suburbios de las grandes ciudades, inflacin, bajo nivel de

    vida, analfabetismo y acusadas diferencias sociales.

  • 1950-1955 Carta de la ODECA (Organizacin de los Estados

    Centroamericanos). Junto a las instituciones tradicionales (gobiernos militares,

    partidos oligrquicos, dictaduras presidenciales) aparecen dirigentes populares,

    organizaciones comunistas y movimientos nacionales de extrema izquierda. En

    Cuba, golpe de Estado de Fulgencio Batista. Fidel Castro, abogado en La Habana,

    presenta cargos contra l.

    1956 Tras el fracasado ataque al cuartel de Moncada, que oblig a los

    participantes al exilio en Mxico, se produce el desembarco de Fidel Castro y sus

    seguidores desde el Gramma y la penetracin de la guerrilla en Sierra Maestra.

    En el resto de Latinoamrica se llevan a cabo tentativas para resolver la crisis por

    medio de una integracin militar y poltica (OEA), reformas agrarias y una

    incipiente industrializacin (sin embargo, con escasez de trabajadores

    especializados y de capital necesario). El capital privado se invierte en valores

    efectivos (propiedades), en la especulacin o en el extranjero; el capital extranjero'

    reclama una mayor seguridad, pero su control y sus excesivos beneficios

    mantienen el subdesarrollo.

    1958 El 21 de agosto, dos columnas dirigidas por Camilo Cienfuegos y Ernesto

    Che Guevara abandonan Sierra Maestra con direccin a las Villas. Ocupacin de

    varias ciudades y victoria revolucionaria en Yaguajay y Santa Clara; comienza la

    marcha sobre La Habana. Huida de Batista y su Gobierno.

    1959 Banco Interamericano de Desarrollo. Liberacin de La Habana y Santiago

    de Cuba por Fidel Castro y su grupo. Tras el triunfo de la revolucin cubana, los

    Estados Unidos intervienen directamente contra la expansin de los movimientos

    democrticos nacionales y sus intentos de liberarse de la dependencia econmica

    norteamericana. Radicalizacin popular.

    1960-1961 Declaracin de La Habana. Los Estados Unidos rompen sus

    relaciones con Cuba. Desembarco y derrota de tropas mercenarias en la baha de

    Cochinos. Se crea el Mercado Comn Sudamericano o LAFTA (Asociacin

    Latinoamericana de Libre Cambio). El presidente norteamericano John F. Kennedy

    anuncia la creacin de la organizacin denominada Alianza para el Progreso.

  • 1962 Segunda Declaracin de La Habana. En el mes de octubre, crisis del

    Caribe y boicot econmico de varias naciones a Cuba. Bloqueo de la isla por la

    marina de guerra yanqui.

    1966 Conferencia Tricontinental de La Habana contra el imperialismo, con

    asistencia de representantes de gobiernos y organizaciones de 82 pases.

  • UNAS PALABRAS DEL AUTOR

    Al gran pblico no le gusta leer libros con notas, y ste ha sido escrito para l,

    no para eruditos. Eso explica que ni siquiera se hayan sealado las fuentes de

    algunas citas, si bien se dice quines fueron sus autores. Aunque al final se ofrece

    una bibliografa extractada, hay algunas obras que no tienen por qu aparecer en

    ella. Tal es el caso, por ejemplo, de las ms conocidas entre las que se refieren al

    Descubrimiento y a la Conquista: Diarios de Viajes de Cristbal Coln, la

    Biografa de Coln, escrita por su hijo Fernando; la Brevsima relacin de la

    destruccin de las Indias y la Historia general de las Indias, del Padre Las Casas;

    Historia General y Natural de las Indias, de Gonzalo Fernndez de Oviedo, y la

    Descripcin de las Indias Occidentales, de Antonio de Herrera. Esos son libros

    fundamentales para todo el que aspire a conocer en detalle cmo fueron

    descubiertos y conquistados los territorios del Caribe.

    A la hora de estudiar las rebeliones de los negros es indispensable leer la

    Historia de la esclavitud de los indios en el Nuevo Mundo, por Jos Antonio Saco

    (dos tomos, Coleccin de Libros Cubanos, Cultural, S. A., La Habana, 1932),

    como son tambin indispensables, para el conocimiento de las actividades de los

    piratas del siglo XVII, la Histoire des Aventuriers ex Bucaniers, en tres tomos, de

    Alexander Olivier Oexmelin, de la que ha hecho recientemente una edicin, copia

    exacta de la original, la Librairie Commerciale & Artistique de Pars, y la conocida

    obra de C. Haring Los Bucaneros de las Indias Occidentales en el siglo XVII,

    segunda edicin, hecha por la Academia Nacional de la Historia, Caracas, impresa

    en Brujas en 1939.

    El autor recomienda especialmente algunos libros; en primer lugar, la excelente

    History of the British West Indies, por sir Alan Burns (George Allen and Unwin

    Ltd. Reviewed Second Edition, London, 1965), rica en informacin de fuentes

    inobjetables, y French Pioneers in the West Indies, 1624-1664, de Nellis M.

    Crouse, edicin de Columbia University Press, New York, 1940. Como resumen

    de la revolucin de Hait, sobre la cual hay una bibliografa muy abundante,

    conviene leer La Revolucin Haitiana y Santo Domingo, de Emilio Cordero

    Michel, Editora Nacional, Santo Domingo, 1968. Para un conocimiento detallado

  • de las actividades militares de Bolvar, la mayor suma de datos se halla en Crnica

    Razonada de las Guerras de Bolvar, tres tomos, por Vicente Lecuna (The Colonial

    Press, Inc., Clinton, Mass.). La Campaa del Trnsito, 1856-1857, de Rafael

    Oregn Loria (Librera e Imprenta Atenea, San Jos, Costa Rica, 1956), es una

    buena gua para conocer las fechoras que llev a cabo en Nicaragua William

    Walker, as como lo es The Untold Story of Panam, de Hardin Earl (Athenae

    Press, Inc., New York, sin fecha, aunque el prefacio est fechado el 11 de febrero

    de 1959), para tener datos veraces sobre la intervencin de Theodore Roosevelt en

    Panam.

    Hay muchas personas que hicieron posible, con su ayuda, la redaccin de esta

    historia del Caribe; entre ellos deben mencionarse el escritor espaol don Enrique

    Ruiz Garca, el diplomtico ingls Campbell Stafford, el doctor Claudio Carrn,

    Roberto Guzmn, Pablo Mariez y el poeta ngel Lzaro, el escritor haitiano G.

    Pierre-Charles y su mujer, Suzy Castor Pierre-Charles. Esta ltima tuvo la bondad

    de facilitar al autor una copia de su libro indito sobre la ocupacin militar

    norteamericana de Hait; y todos los mencionados enviaron obras de consulta,

    desde Londres, desde Madrid, desde Pars, desde Mjico. Merecen una mencin

    especial las altas autoridades y los funcionarios de la Biblioteca del Instituto de

    Cultura Hispnica, de Madrid, pues durante ao y medio pusieron en manos del

    autor, envindolas por correo a Benidorm, todas las obras que les fueron

    solicitadas. Sin esa ayuda hubiera sido imposible escribir este libro.

    Por ltimo, esta historia del Caribe fue escrita, casi totalmente, en Benidorm,

    Espaa, gracias a la hospitalidad que le brind al autor en aquel hermoso lugar,

    durante ms de ao y medio, con clsica generosidad espaola, don Enrique

    Herrera Marn.

    Para todos los mencionados queda aqu constancia de la gratitud dominicana de

    J. B.

    Pars, junio de 1969.

  • Captulo I

    UNA FRONTERA DE CINCO SIGLOS

    El Caribe est entre los lugares de la tierra que han sido destinados por su

    posicin geogrfica y su naturaleza privilegiada para ser fronteras de dos o ms

    imperios. Ese destino lo ha hecho objeto de la codicia de los poderes ms grandes

    de Occidente y teatro de la violencia desatada entre ellos.

    Hasta el momento est por hacer un estudio de geografa econmica que

    abarque el conjunto de los pases del Caribe. Sin embargo, muchas gentes tienen

    una idea ms o menos acertada sobre la regin; conocen por s mismas, de odas o

    a travs de lecturas, la variedad de sus climas, la abundancia y la bondad de sus

    puertos y sus aguas y la hermosura de sus tierras. Se sabe que, adems de

    hermosas, esas tierras son de excelente calidad para la produccin de la caa de

    azcar, de maderas, tabaco, cacao, caf, ganados. En los ltimos cincuenta aos la

    imagen, de la riqueza del Caribe se multiplic, pues se vio que adems de cacao,

    caf, tabaco y caa de azcar, all haba criaderos casi inagotables de petrleo, de

    bauxita, de hierro, de nquel, de manganeso y de otros metales valiosos.

    Tan pronto se conoci la calidad y la riqueza de esas tierras se despert el

    inters de los imperios occidentales por establecerse en ellas. Cada imperio quiso

    aduearse de una o ms islas, de alguno o de varios de sus territorios, a fin de

    producir all los artculos de la zona tropical que no podan producir en sus

    metrpolis o a fin de tener el dominio de sus depsitos de minerales y de las

    comunicaciones martimas entre Amrica y Europa.

    La historia del Caribe es la historia de las luchas de los imperios contra los

    pueblos de la regin para arrebatarles sus ricas tierras; es tambin la historia de las

    luchas de los imperios, unos contra otros, para arrebatarse porciones de lo que cada

    uno de ellos haba conquistado; y es por ltimo la historia de los pueblos del

    Caribe para libertarse de sus amos imperiales.

  • Si no se estudia la historia del Caribe a partir de este criterio no ser fcil

    comprender por qu ese mar americano ha tenido y tiene tanta importancia en el

    juego de la poltica mundial; por qu en esa regin no ha habido paz durante siglos

    y por qu no va a haberla mientras no desaparezcan las condiciones que han

    provocado el desasosiego. En suma, si no vemos su historia como resultado de esas

    luchas no ser posible comprender cules son las razones de lo que ha sucedido en

    el Caribe desde los das de Coln hasta los de Fidel Castro, ni ser posible prever

    lo que va a suceder all en los aos por venir.

    La conquista del Caribe por parte de los muchos imperios que han cado sobre

    l caus la casi total desaparicin de los indgenas en la regin y la desaparicin

    total de ellos en las islas, y caus, desde luego, las naturales sublevaciones de unos

    pueblos que se negaban a ser esclavizados y exterminados en sus propias tierras

    por extraos que haban llegado de pases lejanos y desconocidos. Esa conquista

    caus la llegada a la fuerza y la subsiguiente expansin demogrfica de los negros

    africanos, conducidos al Caribe en condicin de esclavos, y caus sus terribles y

    justas rebeliones, que produjeron inmensas prdidas de vidas y bienes. Las

    actividades de los imperios han provocado guerras civiles y revoluciones que han

    trastornado el desenvolvimiento natural de los pases del Caribe, y ese trastorno ha

    impedido su desarrollo econmico, social y poltico.

    Algunas de las revoluciones del Caribe, como la de Hait y la de Venezuela,

    dieron lugar a matanzas que asombran a los estudiosos de tales acontecimientos, y

    desataron fuerzas que operaron o se reflejaron en pases lejanos. La violencia con

    que han luchado los pueblos del Caribe contra los imperios que los han gobernado

    da la medida de la fiereza de su odio a los opresores. Los pueblos del Caribe han

    llegado en el pasado, y sin duda estn dispuestos a llegar en el porvenir, a todos los

    lmites con tal de verse libres del sometimiento a que los han sujetado y los sujetan

    los imperios. Slo si se comprende esto puede uno explicarse que Cuba haya

    venido a ser un pas comunista.

    Lo que cada pueblo puede dar de s, econmica, poltica, culturalmente, viene

    determinado por lo que ha recibido en el pasado, por la calidad de las fuerzas que

    lo han conformado e integrado. Las fuerzas que han actuado y estn actuando en el

    Caribe han sido demasiado a menudo ciegas, crueles y explotadoras. Nadie puede

  • esperar que los pueblos formados e integrados por ellas sean modelos de buenas

    cualidades.

    Los Estados Unidos fueron el ltimo de los imperios que se lanz a la conquista

    del Caribe, y a pesar de que sus antecesores les llevaban varios siglos de ventaja en

    esa tarea, han actuado con tanta frecuencia y con tanto podero, que poseen total o

    parcialmente islas y territorios que fueron espaoles, daneses o colombianos. Hasta

    en la Cuba comunista mantienen la base naval y militar de Guantnamo.

    Adems de usar todos los mtodos de penetracin y conquista que usaron sus

    antecesores en la regin, los Estados Unidos pusieron en prctica algunos que no

    se conocan en el Caribe, aunque ya los haban padecido, en el continente del norte,

    Espaa en el caso de las Floridas y Mxico en el caso de Texas. En el Caribe nadie

    haba aplicado el mtodo de la subversin para desmembrar un pas y establecer

    una repblica ttere en lo que haba sido una provincia del pas desmembrado. Eso

    hicieron los Estados Unidos con Colombia en el caso de su provincia de Panam.

    Lo que da al episodio panameo de la poltica imperial norteamericana en el

    Caribe un tono de escndalo sin paralelo en la historia de las relaciones

    internacionales es que Panam fue creada repblica mediante una subversin

    organizada y dirigida por el presidente de los Estados Unidos en persona, y lo hizo

    no ya slo para tener en sus manos una repblica dcil, por dbil, sino para

    disponer en provecho de un pas de una parte de esa pequea repblica. Esa parte

    la llamada zona del canal fue dada a los Estados Unidos por los panameos en

    pago de los servicios prestados por el gobierno de Theodore Roosevelt en la tarea

    de desmembrar a Colombia y de impedirle defenderse. En la porcin de territorio

    obtenido en forma tan tortuosa construyeron los norteamericanos el canal de

    Panam y establecieron la llamada Zona del canal. Esa zona es, a ambos lados y a

    todo lo largo del canal, una base militar. Adems, el canal es propiedad de una

    compaa comercial, la cual, a su vez, es propiedad del gobierno de los Estados

    Unidos. Es difcil concebir un procedimiento ms audaz para violar las normas de

    las relaciones internacionales. Arrebatar a un pas una provincia y crear en esa

    provincia una repblica para obtener de sta una porcin, que adems la corta por

    la mitad, era algo que el mundo no haba visto antes. Su antecedente el caso de

    Tejas no lleg a tanto. Los Estados Unidos iniciaron en el Caribe la poltica de la

    subversin organizada y dirigida por sus ms altos funcionarios, por sus

  • representantes diplomticos o sus agentes secretos; y ensayaron tambin la divisin

    de pases que se haban integrado en largo tiempo y a costa de muchas penalidades.

    El mundo no acert a darse cuenta a tiempo de los peligros que haba para

    cualquier pas de la tierra en la prctica de esos nuevos mtodos imperiales, y

    sucedi que aos ms tarde la prctica de la subversin se haba extendido a varios

    continentes y el procedimiento de dividir naciones se aplicaba en Asia. Donde

    durante largos siglos haba sido una China, donde haba habido una Corea y una

    Indochina, acab habiendo dos Chinas, dos Coreas, dos Vietnam, cada una en

    guerra contra su homnima.

    Despus de la guerra mundial de 1914-1918, los lderes ms sensibles a la

    opinin pblica lo mismo en Europa que en los Estados Unidos comenzaron a

    aceptar la idea de que haba llegado la hora de poner fin al sistema colonial, tan en

    auge en el siglo XiX. Se pensaba, con cierta dosis de razn, que la enorme matanza

    de la guerra se haba desatado debido principalmente a la competencia entre los

    imperios por los territorios coloniales.

    Al terminar la segunda guerra la de 1939-1945 comenzaron las de

    Indochina y Argelia, lo cual reforz la posicin anticolonialista de pueblos y

    gobiernos en todo el mundo. En consecuencia, Francia e Inglaterra, grandes

    imperios tradicionales, iniciaron la poltica de la descolonizacin, que alcanz al

    Caribe algunos aos despus.

    La descolonizacin comenz a ser aplicada en territorios ingleses del Caribe, y

    en cierta medida tambin en las islas holandesas y francesas; y lgicamente nadie

    poda esperar que despus de iniciada esa etapa, nueva en la historia, volveran a

    usarse los ejrcitos para imponer la voluntad imperial en el Caribe.

    Pero volvieron a usarse.

    Cuando se produjo la revolucin dominicana de 1965, y con ella el desplome

    del ejrcito de Trujillo que era una dependencia virtual de las fuerzas armadas

    norteamericanas, los Estados Unidos desafiaron la opinin pblica mundial,

    olvidaron ms de treinta aos de lo que ellos mismos haban llamado poltica del

    Buen Vecino y Alianza para el Progreso, resolvieron violar el pacto mltiple de no

  • intervencin que haban firmado libremente con todos los pases de Amrica y

    desembarcaron en Santo Domingo su infantera de Marina.

    Santo Domingo es un pas del Caribe y el Caribe segua siendo en el ao 1965

    una frontera imperial, la frontera del imperio americano, Esa circunstancia

    justificaba a los ojos del poder interventor y de muchos otros poderes la

    intervencin norteamericana en Santo Domingo. Pues una frontera como se

    sabe es una lnea que demarca el lmite exterior de un pas, y todo pas tiene

    derecho a defenderse si es atacado. Y pues Santo Domingo es parte de la frontera

    imperial, a los ojos del imperio y de sus partidarios era lgico y justo que ese

    pequeo pas padeciera su sino de tierra fronteriza.

    Claro que sera ridculo ponerse a pensar, siquiera, cmo se hubieran

    desarrollado los pueblos del Caribe de no haber sido las vctimas de- los imperios

    que han operado en ese mar de Amrica. Si Espaa no hubiera descubierto y

    conquistado el Caribe, y si no hubiesen intervenido all los ingleses o los franceses

    o los portugueses, qu rumbo habran tomado esos pueblos? Pero es el caso que la

    historia se hace, no se imagina, y Espaa lleg al Caribe, y con ella los hombres, la

    organizacin social, las ideas, los hbitos y los problemas de Occidente. Uno de

    esos problemas, el que ms ha afectado la vida del Caribe, fue la lucha entre los

    imperios, su debate armado dirigido a la conquista de tierras nuevas y a su

    explotacin mediante el uso de esclavos y a travs del mando rgido, en lo poltico

    y en lo militar, de los territorios conquistados. Los esclavos podan ser indios,

    blancos o (negros. Inglaterra us en las islas de Barlovento esclavos blancos,

    irlandeses e ingleses, mantenidos en esclavitud bajo la apariencia de "sirvientes"

    (white servants). Estos esclavos blancos se comportaban en horas de crisis igual

    que los indios y los negros; se ponan de parte de los que atacaban las islas inglesas

    o simplemente peleaban por conquistar su libertad. Por ejemplo, cuando la isla de

    Nevis fue atacada por una flota espaola en septiembre de 1629, los llamados

    "sirvientes" que formaban parte de la milicia colonial inglesa desertaron y se

    pasaron a los espaoles a los gritos de "Libertad, dichosa libertad!"; y en otros

    casos se comportaron en igual forma o en franca rebelda.

    Decamos que Espaa lleg al Caribe; tras Espaa llegaron Francia, Inglaterra,

    Holanda, Dinamarca, Escocia, Suecia, Estados Unidos, y trataron de llegar los

    latvios; y fueron llevados negros africanos; y los indios arauacos, los ciguayos, los

  • siboneyes, los guanatahibes y tantos otros de los que habitaban las grandes Antillas

    fueron exterminados; y los caribes pelearon de isla en isla, a partir de Puerto Rico

    hacia el sur, con tanto denuedo y tesn que todava en 1797 atacaban a los ingleses

    en San Vicente. En el siglo XIX se llevaron a Cuba, como semiesclavos, indios

    mayas de Yucatn, chinos de las colonias portuguesas de Asa; a Trinidad y a otras

    islas inglesas llegaron miles de chinos y de hindes.

    Todo ese amasijo de razas, con sus lenguas y sus hbitos y tradiciones, y las

    medidas polticas, a menudo turbias, que hacan falta para mantener el dominio

    sobre ese amasijo, tenan necesariamente que producir lo que ha sido y es y lo

    que sin duda ser durante algn tiempo el difcil mundo del Caribe: un espejo de

    revueltas, inestabilidad y escaso desarrollo general.

    Sin embargo, el observador inteligente se fijar en que no todos los pases del

    Caribe son ejemplos extremos de inestabilidad, y se preguntar por qu sucede as.

    En el Caribe hay pases cuyos grados de turbulencia son distintos. Veamos el caso

    de Costa Rica.

    A menudo se alega que Costa Rica es ms tranquilo y ms organizado que sus

    vecinos de la Amrica Central, que Santo Domingo, Hait, Venezuela o Cuba,

    debido a que su poblacin es predominantemente blanca, lo que no sucede en los

    pases mencionados. Pero entonces habra que preguntarse por qu los ingleses

    tuvieron una revolucin sangrienta en el siglo XVII; por qu los franceses

    produjeron la espantosa revolucin de 1789 y las revueltas de 1830 y 1844 y el

    alzamiento de la Comuna en 1870; por qu los norteamericanos hicieron la

    revolucin contra Inglaterra y la guerra civil del siglo XIX; por qu Alemania ha

    iniciado las mayores turbulencias de Europa, esto es, las guerras de 1870, de 1914

    y de 1945, y por qu se organiz all el nazismo, con su secuela de millones de

    judos horneados hasta la muerte. Todos esos eran y son pases blancos y adems

    estn entre los ms civilizados del mundo. (En los Estados Unidos haba negros,

    pero no desataron ninguna de las dos revoluciones norteamericanas y ni siquiera

    participaron en ellas.) Si la inestabilidad de los pases del Caribe tuviera algo que

    ver con la presencia de sangre negra o de otros orgenes en la composicin de sus

    pueblos, habra que hacer una pregunta que seguramente ninguno de los imperios

    podra contestar. La pregunta es sta: Quin llev a los negros, a los chinos y a los

    hindes al Caribe? Los llevaron los imperios. Luego, si se aceptara la tesis de que

  • las sangres mezcladas producen pueblos incapaces de vivir civilizadamente, los

    imperios tendran la responsabilidad por lo que ha estado sucediendo y por lo que

    suceder en el Caribe.

    El observador inteligente que haya advertido la diferencia que hay entre Costa

    Rica y sus vecinos de la regin, observar que a Costa Rica no ha llegado nunca un

    ejrcito imperial, ni siquiera el espaol; de manera que por azares de la historia,

    aunque el imperialismo en su forma econmica y con sus consecuencias

    polticas ha estado operando en Costa Rica desde hace casi un siglo, ese

    pequeo pas del Caribe se ha visto libre de los grmenes malsanos que deja tras s

    una intervencin militar extranjera. Costa Rica es un pueblo que se form a partir

    de un pequeo ncleo de espaoles, establecido en el siglo XVI en un territorio que

    se mantuvo aislado largo tiempo, y la formacin del pueblo costarricense no fue

    desviada, por lo menos en sus orgenes, por intromisin de poderes militares de los

    imperios.

    En el extremo opuesto, en cuanto a causas, se halla Puerto Rico. Puerto Rico no

    se rebel contra Espaa. En 1898, Puerto Rico pas a poder de los Estados Unidos

    sin que su pueblo hiciera ningn esfuerzo ni por seguir siendo espaol ni por

    ayudar a la derrota de los espaoles. La isla pas de un imperio a otro como si a su

    pueblo le tuviera sin cuidado ese cambio. Sin embargo en Puerto Rico haba

    habido conspiraciones contra el poder espaol, aunque no pasaron de ser obra de

    grupos muy pequeos; y ha habido luchas contra los Estados Unidos, pero tambin

    llevadas a efecto por sectores pequeos y tardamente, cuando ya era imposible

    desafiar con probabilidades de xito el podero imperial norteamericano.

    Los puertorriqueos lucharon bravamente por Espaa en los das de Drake, de

    Cumberland y de Henrico, cuando ingleses y holandeses quisieron arrebatarle la

    isla a Espaa. Ahora bien, Espaa convirti a la isla en una fortaleza militar, un

    bastin de su imperio que era prcticamente inexpugnable, como puede verlo

    cualquier viajero que vaya a Puerto Rico y se detenga frente a los poderosos

    fuertes que defendan a San Juan. El puertorriqueo no poda rebelarse porque

    viva inmerso en un ambiente de poder militar que lo paralizaba. A su turno, los

    norteamericanos hicieron lo mismo. Puerto Rico qued convertido en una

    formidable base militar de los Estados Unidos y resulta difcil hacerse siquiera a la

    idea de que ese podero puede ser derrotado por los puertorriqueos mediante una

  • confrontacin armada. Sin embargo, Puerto Rico ha conservado su lengua y sus

    hbitos de pueblo diferente al norteamericano; ha mantenido su personalidad

    nacional con tanto tesn que el observador slo puede explicrselo como una

    respuesta a un reto. Es como si los puertorriqueos se hubieran planteado ante s

    mismos el problema de su supervivencia como pueblo y hubieran resuelto que ni

    aun todo el poder de Norteamrica, el ms grande que ha conocido la historia

    humana, podr hacerles cambiar su naturaleza nacional.

    Hay pases del Caribe donde al parecer nunca hubo convulsiones; tal es el caso

    de las islas inglesas, como Jamaica, Barbados, Trinidad y tantas ms. Pero cuando

    se entra en el estudio de su historia se advierte que las islas inglesas del Caribe

    fueron factoras azucareras organizadas sobre el esquema de amos blancos y

    esclavos negros, y que en casi todas, s no en todas, hubo sublevaciones de

    esclavos, y aun de sirvientes blancos, como hemos dicho ya. Esas sublevaciones

    fueron aniquiladas siempre con rigor tpicamente ingls, es decir, sin llegar a los

    lmites de la hecatombe pero sin quedarse detrs del lmite del castigo que sirviera

    como ejemplo. Por lo demasen muchas de esas islas por no decir en todas

    hubo choques, a veces muy repetidos y casi siempre muy violentos, con otros

    poderes imperiales. De manera que la historia de esas islas no es tan plcida como

    suponen los que no la conocen.

    Hubo otras colonias, como las danesas en las Islas Vrgenes o las de Holanda en

    Sotavento, que se mantuvieron y se mantienen en un estado de tranquilidad.

    Pero debemos observar que la isla ms importante de las primeras y la ms

    importante de las segundas Santomas y Curazao, respectivamente fueron

    abiertas al comercio como puertos libres casi desde el momento en que los

    imperios se establecieron en ellas; y esa condicin de puertos libres les confiri

    categora de territorios neutrales, respetados por todos los contendientes. En el caso

    de Santomas, vendida junto con el grupo de las Vrgenes a Estados Unidos en

    1917, sigui siendo puerto libre bajo Norteamrica, y todava lo es. De todos

    modos, conviene recordar que en Curazao hubo por lo menos dos rebeliones de

    esclavos, una en 1750 y otra en 1795, y algo parecido sucedi en Santomas, si bien

    no fueron realmente serias. Por lo que respecta a las otras islas Vrgenes y a las de

    Sotavento, son tan pequeas y su poblacin fue tan escasa en los das lgidos de las

    luchas imperiales, que mal podan darse disturbios en ellas. Otro tanto sucede con

    varias islas mnimas de Holanda, Francia e Inglaterra en el rea de Barlovento.

  • Digamos, porque es importante tenerlo en cuenta, que el lanzamiento de una

    fuerza militar sobre un pas, grande o pequeo, es siempre la expresin armada de

    una crisis. Puede ser que a su vez esa crisis genere otras, pero no estamos en el

    caso de estudiar la cadena o las cadenas de acontecimientos desatados en el Caribe

    por esta o aquella agresin militar. El que se propusiera hacer la historia de una

    frontera imperial tan vasta y tan compleja como es el Caribe con el plan de relatar

    uno por uno todos los episodios de tipo econmico, social, poltico y de otra ndole

    que han estado envueltos en esa historia de tantos siglos, necesitara dedicar su

    vida entera a esa tarea. Para la ambicin del autor es bastante y puede que sea

    demasiado para su capacidad ceirse a exponer los momentos crticos, es decir,

    aquellos en que se lanz un ataque militar o se realiz la conquista de un territorio

    de la regin o aquellos en que se obtuvo un resultado parecido con otros medios

    que los militares.

    El solo relato de esos momentos culminantes del debate armado de los imperios

    en las tierras del Caribe puede parecer a menudo la invencin de un novelista. En

    verdad, causa sorpresa recorrer la historia del Caribe en conjunto no un episodio

    ahora y otro maana, uno en este pas y otro en aquel, organizada sobre un

    esquema lgico. Esa historia sorprende porque ni aun nosotros mismos, los

    hombres y las mujeres del Caribe, acertamos a percibirla en toda su dramtica

    intensidad debido a que la estudiamos en porciones separadas. Es como si en

    medio de una epidemia que ha estado asolando la ciudad, cada uno alcanzar a darse

    cuenta nada ms de los enfermos y los muertos que ha habido en su familia.

    La aparicin de propsitos, voluntad y planes imperiales en pases de Europa

    fue un hecho que obedeci a un conjunto de causas. Pero a un solo conjunto. Que

    ese nico fenmeno producido por ese nico conjunto de causas se manifestara por

    diversas vas no implica que tuviera varios orgenes. Hubo imperio ingls, imperio

    holands, imperio francs, porque Europa es decir, Occidente estaba dividida

    en varias naciones y cada una de ellas quiso ejercer en su exclusivo provecho las

    facultades que le proporcionaba el fenmeno histrico llamado imperialismo. Pero

    como el origen de ese fenmeno era uno solo, sus resultados en el Caribe

    obedecan a una misma y sola fuerza histrica. El Caribe fue conquistado y

    convertido en un escenario de debates armados de los imperios y por tanto, en

    frontera imperial debido a que la historia de Europa produjo de su seno el

    imperialismo, y el imperialismo era una corriente histrica, no muchas.

  • En buena lgica, pues, no debe verse a ningn pas del Caribe aislado de los

    dems. Todos surgieron a la vida histrica occidental debido a una misma y sola

    causa, y todos han sido arrastrados a lo largo de los siglos por una misma y sola

    fuerza, 1 aunque en ciertas tierras esa fuerza hablara ingls y en otras francs y en

    otras espaol. Al verlos en conjunto, la verdadera "'dimensin del drama histrico

    del Caribe se nos presenta con una estatura agobiante; y al conocer su drama

    mediante una exposicin organizada segn las lneas profundas que lo produjeron

    esto es, las lneas de las luchas imperiales se comprende con meridiana

    claridad por qu en el Caribe se ha derramado tanta sangre y se han aniquilado

    pueblos, esfuerzos y esperanzas.

    Al entrar en el mbito de Occidente, el Caribe pas a sufrir los resultados de las

    luchas europeas, y a su vez esas luchas eran batallas inter-imperiales. Si esas

    luchas, reflejadas en el Caribe, "tuvieron en la regin del Caribe consecuencias

    diferentes a las que tuvieron en Europa, ello se debi a las condiciones especiales

    de sus tierras, que eran apropiadas para la produccin de artculos que no podan

    obtenerse en Europa; y tambin se debi al hecho de que, en este o en aquel

    momento, tal o cual imperio no poda defender al mismo tiempo su territorio

    metropolitano y su territorio colonial. Pero al cabo, sos fueron detalles de poca

    importancia en una batalla de gigantes provocada por la aparicin del

    imperialismo. El apetito imperial apareci y actu en Europa y rebot en el Caribe,

    y los efectos de su accin en el Caribe impidieron la formacin natural y sana de

    sociedades que pudieran defenderse, a su turno, de los efectos de nuevas luchas.

    De todas maneras, el hecho es que todos los pases del Caribe son hijos de un

    mismo acontecimiento histrico, y hay que verlos unidos en su origen y en su

    destino.

    Curiosamente, el pas que llev Occidente al Caribe o que introdujo el Caribe

    en Occidente no era un imperio en el sentido cabal del trmino, puesto que no lo

    era ni econmica ni socialmente. Espaa descubri el Caribe y conquist algunas

    de sus tierras, pero no pudo conquistarlas todas porque sus fuerzas no le

    alcanzaban para tanto, y no pudo defender toda la regin porque Espaa no era un

    imperio ni siquiera en el orden militar.

    Muchas de las acusaciones que se le han hecho a Espaa debido al

    comportamiento de los espaoles en Amrica se han basado en una incomprensin

  • casi total de la situacin de Espaa en esos aos, y muchos de los elogios que se

    han hecho acerca de la conducta del Estado espaol o para hablar con ms

    propiedad, de la Corona de Castilla en relacin con los hechos de la Conquista,

    se han debido tambin a la misma falta de comprensin. Para aclarar lo que

    acabamos de decir hay que establecer ciertos puntos de partida.

    En primer lugar, Espaa, tal como la conocemos ahora que es tal como se

    conoca desde mediados del siglo XVI no era un reino en 1492; era la suma de

    dos reinos: el de Castilla, cuya soberana era Isabel la Catlica, y el de Aragn,

    cuyo rey era Fernando V. Los dos reinos estaban unidos en la medida en que lo

    estaban sus reyes, pero cada uno tena sus leyes propias, su organizacin social, sus

    fondos pblicos, sus cuerpos representativos. Isabel gobernaba en Castilla, no en

    Aragn; y Fernando gobernaba en Aragn, no en Castilla. Aragn y Castilla

    vendran a tener un rey comn, pero no a ser un Estado unitario, slo cuando las

    dos coronas se unieran, lo que vino a ocurrir, en verdad, bajo Carlos I de Espaa y

    V de Alemania; y pasara a ser un Estado unitario dos siglos despus, bajo Felipe

    V, el primero de los reyes Borbones de Espaa.

    Ahora bien, de los dos reinos que haba en Espaa en los das del

    Descubrimiento, el que tena poder sobre Amrica y el Caribe era Castilla. Fue

    Castilla quien descubri, conquist y organiz el Nuevo Mundo; y ese Nuevo

    Mundo fue organizado a imagen y semejanza de su conquistador y organizador. A

    tal punto fue Castilla la que llev a cabo esa tarea y la que tena poderes sobre el

    Nuevo Mundo, que en los primeros treinta aos que siguieron al Descubrimiento

    slo los castellanos podan ir a Amrica; los aragoneses entre los que se hallaban

    los catalanes, los valencianos, los murcianos y los vasallos de Fernando V en otras

    regiones europeas, como Npoles y las dos Sicilias podan pasar a Amrica si

    obtenan dispensas reales, es decir, si se les conceda un privilegio para pasar al

    Nuevo Mundo; pues en lo que tocaba a Amrica, un sbdito del reino de Aragn

    era igual a un extranjero.

    Pues bien, de esos dos reinos que haba en Espaa al final del siglo XV, Castilla

    era el ms retrasado en el orden de la evolucin social; yeso tiene-que ser

    explicado brevemente.

  • La sociedad europea, de la que Castilla y Aragn eran parte cuando se produjo

    el Descubrimiento, haba perdido sus formas econmicas y sociales al quedar

    liquidado el Imperio de Roma, y se reorganiz lenta y trabajosamente dentro de las

    formas de lo que hoy llamamos, tal vez de una manera burda, el sistema feudal. De

    este sistema iba a surgir un nuevo tipo de sociedad, cuyos centros de autoridad

    econmica y social seran las burguesas locales. Pero sucedi que Castilla y

    Aragn pero mucho ms Castilla que Aragn atravesaron los siglos feudales

    en guerra contra el rabe, lo que dio lugar a un estado casi perpetuo de tensin

    militar constante, y con ello se aument y se prolong la importancia del noble que

    llevaba sus hombres a la guerra, y eso oblig a los reyes castellanos y aragoneses

    pero ms a los primeros que a los segundos a conceder a sus nobles guerreros

    privilegios que iban perdiendo los nobles de otros pases europeos.

    Desde los tiempos de Alfonso X el Sabio (nacido en 1221 y muerto en 1284), la

    nobleza guerrera y latifundista castellana comenz a obtener favores reales en

    perjuicio de los productores y los comerciantes de la lana, que fue durante toda la

    Baja Edad Media espaola el producto ms importante del comercio de Castilla. Al

    finalizar el siglo XV, precisamente cuando se haca el descubrimiento de Amrica,

    los Reyes Catlicos se vean en el caso de reconocer esos privilegios que tenan

    ms de dos siglos, porque toda la organizacin social de Castilla descansaba en

    ellos. La nobleza guerrera y latifundista castellana lleg al final del siglo XV

    convertida en el poder superior de la Mesta, que era la organizacin tradicional de

    los dueos del ganado lanar del pas; y al tener en sus manos el control de la

    Mesta, esa nobleza monopolizaba en sus orgenes la produccin de la lana, con lo

    cual impidi que se desarrollara la burguesa lanera, que haba sido el ncleo ms

    fuerte de la burguesa castellana. La burguesa lanera haba luchado contra esa

    situacin de sometimiento, pero haba sido vencida, y cuando comprendi que no

    poda enfrentarse a la nobleza trat de convertirse a su vez en nobleza, ejemplo que

    siguieron otros grupos de burguesa ms dbiles que ella. Fue de esos ncleos de

    ex burgueses de donde sali la llamada nobleza de segunda o pequea nobleza de

    Espaa.

    Mientras los latifundios de los nobles guerreros quedaban vinculados al hijo

    mayor mediante la institucin del mayorazgo lo que evitaba la particin de las

    grandes propiedades y aseguraba la permanencia de la nobleza al frente de ellas,

    los restantes hijos de los nobles los llamados segundones tomaban otros

  • canales de ascenso hacia la preeminencia social: el sacerdocio, la carrera de las

    armas, las funciones pblicas. Pero suceda que los que no eran nobles y aspiraban

    a entrar en su crculo tomaban tambin esos canales de ascenso. Fue sa la razn

    de que Castilla produjera nobles, cardenales, obispos, cannigos, guerreros,

    funcionarios, pero muy pocos burgueses. Y resultaba que sin tener una burguesa

    que supiera cmo organizar la produccin y la distribucin de bienes de consumo,

    que tuviera capitales de inversin y supiera cmo invertirlos de una manera ms

    provechosa, era imposible que un pas se convirtiera en un imperio, precisamente

    al finalizar el siglo XV y comenzar el XVI, es decir, cuando ya el sistema feudal

    haba quedado disuelto en Occidente.

    Debido al papel dominante que iba a tener Castilla en Espaa, su situacin de

    retraso econmico y social se extendera a gran parte de Aragn, si bien Catalua y

    Valencia conservaron ncleos de burguesa urbana, aunque no tan desarrollados

    como en otros lugares de Europa. Eso es lo que explica que Espaa apenas tuvo un

    Renacimiento, pues el Renacimiento fue la flor y el perfume de la burguesa

    italiana, y tal vez ms especficamente de la burguesa de Florencia. Todo el

    esfuerzo que se ha hecho, y el que pueda hacerse en el porvenir, por presentar el

    descubrimiento y la conquista del Nuevo Mundo como el producto de un

    Renacimiento espaol, carecen de base histrica. Coln es un hombre del

    Renacimiento italiano, pero la participacin de Espaa en el Descubrimiento no

    tiene nada que ver con el Renacimiento; no se debi a la ciencia cosmogrfica

    espaola, ni a la organizacin martima de Castilla, ni a la superioridad de sus

    navegantes; no se debi a la riqueza del reino de Isabel y ni siquiera a la de los

    reinos unidos de Castilla y Aragn. La causa es de otro orden.

    Cristbal Coln lleg a Espaa a pedir que se le ayudara a buscar un camino

    corto y directo hacia la India no a descubrir un mundo nuevo, cuya existencia no

    sospechaban ni l ni nadie debido a que Espaa era el pas lder de Europa; y

    Espaa era ese pas lder porque Europa era un continente catlico, y durante ocho