Libro II Volumen I Roma
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Historia de Roma
1
JOSE ALVIZ RODRIGUEZ
Historia de Roma
Libro II
Desde el inicio de la republica 509 a.C.
hasta la conquista de la península italiana 265 a.C.
Historia de Roma
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Indice de Materias pagina
1.-El comienzo de la Republica………………………………………………………………………………………4
1.1.-Causas internas del cambio de constitución…………………………………………………….6
1.2.-Causas externas del cambio de constitución…………………………………………………….7
1.3.-Cronologia de la primera etapa de la republica.(509 a.c.-264 a.c.)……………………9
2.-Cambios constitucionales en la sociedad republicana………………………………….9
2.1.-La sociedad republicana……………………………………………………………………………………..10
2.2.-Las instituciones republicanas…………………………………………………………………………….10
2.2.1.-Las magistraturas romanas durante la republica………………………………….10 2.2.1.1.-Magistraturas ordinarias mayores…………………………..12
2.2.1.2.-Magistraturas ordinarias menores……………………………17
2.1.1.3.-Magistraturas extraordinarias………………………………...19
2.1.1.4.-Poderes de los magistrados………………………………..….23
2.1.1.5.-Magistrados de la plebe………………………………………24
2.2.1.6.-Cargos menores………………………………………………28
2.2.1.7.-Cursus honorum……………………………………………….29
2.2.2.-.-El senado y su funcionamiento……………………………………………………..31
2.3.-El pueblo romano……………………………………………………………………35
2.3.1.-Comitia curiata………………………………………………………………………………………….36 2.3.2.-Comicia Centuriata……………………………………………………………………………………36 2.3.3.-Comitia tributa. ………………………………………………………………………………………36 2.3.4.-Comitia plebis……………………………………………………………………………………………37
3.-Situacion social al advenimiento de la republica……………………………………………37
3.1.-Plebeyos……………………………………………………………………………………………………………………37 3.2.-Patricios…………………………………………………………………………………………………………………….38 3.3.-Reivindicaciones plebeyas…………………………………………………………….39
4.-Luchas patricios-plebeyos……………………………………………………………………...43
4.1.-Las Leyes de las XII Tablas…451-450 a.C.…………………………………………..49
5.-La organización civil y militar de la sociedad republicana…………………………………56
5.1.-La economía política y financiera…………………………………………………………………………….…57 5.2.-El derecho……………………………………………………………………………………………………………….…58 5.3.-La organización militar, el ejercito……………………………………………………59
5.4.-El arte y la ciencia……………………………………………………………………..62
5.5.-La religión, los colegios sacerdotales………………………………………………….65
Historia de Roma
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6.-Roma en el contexto itálico……………………………………………………………………..67
6.1.-Guerras contra Veyes…485 -396 a.C.…………………………………………………………………………..73 6.2.-Los galos en el Lacio ………………………………………………………………………………………………….75
6.2.1.-Marco Furio Camilo, el segundo fundador de Roma………………………..78
6.3.-Conquista de territorios etruscos………………………………………………………..82
6.4.-Expansión romana………………………………………………………………………84
7.-Etapas de la conquista de Italia………………………………………………………………....87
7.1.-La sumisión del Lacio, anexión del Lacio………………….………………………….87
7.2.-Liga Latina……………………………………………………………………………..89
7.2.1.-Guerras Latinas………498-493 a.C..………………… el 340 y el 338 a. C.……….……90
8.-Las guerras samnitas…………………………………………………………………………….95
8.1.-L a primera guerra samnita…343 - 341 a. C.………………………………………………………………98
8.2.- La segunda guerra sanmita…326 a.c. /304 a.c………………………………………..99
8.3.-La tercera guerra samnita………298 a.c./290 a.c……………………………...……..102
9.-Guerras de Pirro y Magna Grecia……………………………………………………………………………………………103
9.1.-Cronología del conflicto…281-275 a.C.……………………………………………..103
9.2.-Desde la llegada a Italia de Pirro hasta la batalla de Ausculum……………………….106
9.2.1.-PIRRO, Rey del Epiro ……………………………………………………..109
9.3.-La guerra contra ROMA………………………………………………………………112
9.4.-Sicilia…………270 a.C…………………………………………………………………….…123
10.-Bases de la unificación italiana…………………………………………………………………125
Historia de Roma
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1.-El comienzo de la republica romana. Los inicios de la republica según las fuentes, de las que disponemos poca información, siendo que las únicas
que se conservan son de Diodoro que la toma de Dionisio de Halicarnaso y de Tito Livio , las cuales son de
época de AUGUSTO.
Según Tito Livio esta primera etapa de alrededor de 70 años es de gran incertidumbre, los cambios en la vida
corriente son impersistible, se cambia el rey por dos praetores o magistrados, con duración de un año de
mandato, se nota una profunda actividad constructiva sobre el Foro Boarium.
Se manejan dos fechas para el inicio de la republica, según Catón y Polibio seria el año 507 a.c. para Tito Livio
el 510 a.c. como hemos visto en el libro I, el fin de la monarquía tiene lugar según la tradición literaria por un
movimiento popular motivado por la violación de la noble patricia Lucrecia a manos de Sexto Tarquino, hijo del
rey y la insurrección popular comandada por Lucio Junio Bruto y Colatino esposo de Lucrecia
Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, sobrino de Tarquinio y viudo de Lucrecia, se convirtieron en los
primeros cónsules del nuevo gobierno de Roma. El primer acto de Bruto como cónsul fue obligar a Colatino a
renunciar bajo el pretexto de que era un Tarquinio y que Roma no sería libre hasta que todos los miembros de
esta familia dejaran la ciudad. Colatino se vio presionado y se mudó al pueblo latino de Lanuvium.
Posteriormente, el Senado decretó que todos los Tarquinios debían ser exiliados y el pueblo eligió como nuevo
cónsul a Publius Valerius, (Publicola) amigo de Bruto. Aparentemente, nadie tomó medidas contra Bruto a pesar
de que éste era pariente más cercano a Tarquinos que el exiliado Colatino, aunque no portaba el nombre
Tarquinio.
El séptimo y último rey romano Lucius Tarquinius gobernaba Roma durante los tiempos de Bruto. Este rey era
descendiente de Lucio Tarquinio Prisco, un usurpador etrusco. Durante el tiempo de los Tarquinios el reino se
había extendido hasta alcanzar 800 km² y la ciudad albergaba a unos 35 mil habitantes. Las ciudades latinas
reconocían la fuerza del rey romano .
Sin embargo, el ambiente en Roma no era amigable a estos reyes etruscos. En años anteriores los reyes habían
invitado a las familias nobles de la ciudad para que lo aconsejaran, en una reunión llamada Senado. Cuando
murió Servio Tulio, el nuevo rey Tarquinio se negó a convocar estos nobles, y éstos se ofendieron. En esta época
se le dio el sobrenombre de Superbus o Soberbio.
Un busto de Bruto, del Museos Capitolinos. Sin embargo, no fue la conducta del rey lo que desencadenó su caída, sino la conducta de su hijo Sexto
Tarquinio. Según la tradición romana, Sexto violó a una mujer noble casada con Colatino, llamada Lucrecia, la
cual se suicidó después. Esto ocasionó que Bruto, que era primo del rey, levantara a la población y expulsara a
los Tarquinios, para luego establecer la república. Se cree que esto ocurrió en el año 509 o 505 a. C.
Historia de Roma
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Inmediatamente se creó un Senado permanente, y se designaron dos magistrados que ejecutarían las decisiones
de los primeros, a estos se les llamó pretores y luego cónsules. Los primeros cónsules de la República fueron
Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, el esposo de la finada Lucrecia.
Lucio Tarquinio Colatino (en Latín Lucius Tarquinius Collatinus) , según la tradición romana era hijo de Egerio,
que a su vez era hijo de Aruns, hermano de Tarquinio Prisco. Cuando la ciudad de Collatia fue tomada por
Tarquinio Prisco, Egerio fue legado para gobernar el lugar y su hijo residía allí también, por consiguiente tenía el
apodo de Colatino.
Estuvo casado con Lucrecia y fue tal la violencia soportada por ésta por parte de su primo, Sexto Tarquinio, que
llevo a la expulsión de Tarquinio el Soberbio y a la fundación de la República en el 509 a. C.
Collatino y Lucio Junio Bruto fueron los primeros cónsules, pero como la gente no soportaba el gobierno de
nadie de la odiada estirpe de los Tarquinios, Collatino fue persuadido por su colega y los otros nobles a renunciar
a su cargo y a dejar Roma. Se retiró con todas sus posesiones a Lavinio y Publio Valerio Publícola fue electo
en su lugar.
Precedido por:
No existía el título
Cónsul de la República Romana
junto con Lucio Junio Bruto 509 a. C.
Sucedido por:
Lucio Junio Bruto y Publio
Valerio Voluso
Publio Valerio Voluso( Publícola), (en Latín Publius Valerius Publicola "amigo del pueblo") († 503 a. C.) fue
cónsul romano, y colega de Lucio Junio Bruto, en 509 a. C., considerado tradicionalmente el primer año de la
República romana. Según Tito Livio y Plutarco, su familia, cuyo antepasado Voluso se habían asentado en Roma
en la época del rey Tito Tacio, era sabina de origen. Él tomó parte fundamental en la expulsión del último rey,
Lucio Tarquinio el Soberbio, y aunque no fue originalmente escogido como el colega de Bruto pronto tomó el
lugar de Lucio Tarquinio Colatino como cónsul suffectus.
Al fallecimiento de Bruto, quedó como único cónsul, y la gente comenzó a temer que estaba destinado a
convertirse en autócrata. Para calmar sus temores suspendió la construcción de su casa en la parte superior de la
colina Velia, y también dio la orden de reducir el número de fasces pasando de 24 a 12. Además, presentó dos
leyes para proteger las libertades de los ciudadanos, una de ellas que cualquiera que tratase de convertirse en rey
podría ser muerto por cualquier hombre en cualquier momento; mientras que la otra ley permitía apelar a las
personas en nombre de cualquier ciudadano condenado por un magistrado. Fue cónsul tres veces más (508 aC,
507 aC y 504 aC).
Murió en 503 aC, y tan poca fortuna tenia que fue enterrado con cargo al erario público.
Precedido por:
Lucio Junio Bruto y Lucio
Tarquinio Colatino
Cónsul de la República Romana
junto con Lucio Junio Bruto 509 a. C.
Sucedido por:
Publio Valerio Publícola y
Tito Lucrecio Tricipitino
Precedido por:
Marco Horacio Pulvilo y
Publio Valerio Publícola
Cónsul de la República Romana
junto con Tito Lucrecio Tricipitino 508 a. C.
Sucedido por:
Publio Valerio Publícola y
Marco Horacio Pulvilo
Precedido por:
Publio Valerio Publícola y
Tito Lucrecio Tricipitino
Cónsul de la República Romana
junto con Marco Horacio Pulvilo 507 a. C.
Sucedido por:
Espurio Larcio Rufo y Tito
Herminio Aquilino
Historia de Roma
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Precedido por:
Marco Valerio Voluso y Publio Postumio
Tiempo después, varios familiares de Bruto, planearon su derrocamiento , pero la conspiración fracasó
y muchos familiares suyos fueron ejecutados, incluyendo sus dos hijos Tito y Tiberio. Al poco tiempo,
Tarquinio el Soberbio intentó recuperar su trono, pero fracasó, sin embargo Bruto murió en el combate.
A pesar de que los romanos lo consideraron el fundador de la República, sus acciones han llevado a los
historiadores a considerar que Bruto pensaba instalarse como rey, mas la muerte impidió sus planes.
Un lejano descendiente suyo fue el fiel republicano Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de Julio César, a fin
de impedir que este se coronara rey.
Precedido por:
No existía el título
Cónsul de la República Romana
junto con Lucius Tarquinius
Collatinus 509 a. C.
Sucedido por:
Publio Valerio Voluso y
Marco Horacio Pulvilo
1.1.-Causa internas del cambio de constitución.
La posible verdad desde el punto de vista de la causa interna puede haber sido el movimiento de revuelta palatina
contra la forma tiránica del poder del rey y de su origen etrusco, que le lleva a su expulsión de forma violenta y a
su sustitución por dos magistrados elegidos anualmente.
La transición política de la Monarquía a la República fue seguida por un conjunto de graves tensiones sociales
internas que fueron aprovechadas por otros pueblos vecinos en un intento de reducir el control territorial y, si
fuera posible, de conseguir la eliminación física de Roma. De ahí que, durante los primeros 70 años de la
República, la Roma ya creada tuvo que revalidar en no pocas ocasiones su razón de ser.
Según el relato tradicional, en el 509 a.C. se produjeron una serie de hechos fundamentales de la historia de
Roma: la expulsión del último monarca, la toma de Roma por el ejército de Porsenna, la firma del tratado
entre Roma y Cartago, el inicio de los Fastos Consulares (listas donde figuran los nombres de los cónsules,
que servían como referencia para la datación de acontecimientos importantes) y la consagración del templo de
Júpiter Capitolino. Parecen, desde luego, demasiados acontecimientos para un período tan corto de tiempo. De
todos estos hechos, sólo se reconoce con seguridad como perteneciente al año 509 a.C. la dedicatoria del templo
de Júpiter. Los restantes acontecimientos pudieron producirse en un lapso algo mayor, aunque con poca
diferencia de tiempo.
Los Fastos Consulares podrían ser un elemento preciso de datación, pero todos los historiadores coinciden en
señalar que, al menos hasta el 503 a.C. presentan interpolaciones y dudas. A partir del 503 a.C. se consideran
dignos de fe y resultan básicos para el estudio de la República.
Los fasti consulares eran listas de hechos históricos relevantes, apuntados anualmente por los cónsules durante
su gobierno. En estas listas se apuntaban todos los hechos y los acontecimientos considerados importantes para
la historia de Roma y del imperio durante el año consular, incluyendo la elección de nuevos magistrados. Los
cónsules estaban obligados a mantener estas escrituras y a presentarlas año con año al senado
Historia de Roma
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Otro sistema de cómputo se basa en el ritual del clavus annalis, práctica iniciada en el año siguiente de la
dedicatoria del templo de Júpiter Capitolino y que consistía en clavar un clavo en el muro de la cella de Minerva
(el templo constaba, además de la cella de Júpiter, de otras dos anexas: la de Minerva y la de Juno) cada
aniversario de esta dedicatoria. El primer clavo fue clavado en el 508 a.C., un año después de su consagración.
Los primeros años de la República presentan muchas incertidumbres que son, en cierto modo, lógicas y el
resultado de un momento políticamente confuso. Los conjuradores del 509 a.C. no debían tener prevista la
fórmula institucional más adecuada para sustituir a la monarquía y, aun cuando la hubieran previsto, las
condiciones tal vez se lo habrían impedido. Roma, después de la expulsión del último rey, estaba sumida en una
serie de antagonismos políticos: partidarios de la monarquía, partidarios de la República, partidarios de Porsenna
y partidarios de la Liga latina, entre otros.
La falta de confianza en los Fastos Consulares correspondientes a los primeros años de la República ha llevado a
los historiadores a plantear de formas diversas el problema de cómo se cubrió el vacío institucional en estos
primeros años. El punto de acuerdo, entre todos, es que el consulado -la magistratura doble y colegiada que
constituyó la magistratura suprema y ordinaria durante toda la República romana- no surgió inmediatamente
después de la expulsión de Tarquinio.
La tesis más generalizada es la que presupone que, durante estos primeros años o el período transitorio de la
monarquía al consulado, se pasó por una fase intermedia que implicaba la designación por un año de un praetor
máximos que, posteriormente, desdoblaría sus funciones. Se está muy cerca ya del sistema binario de los
cónsules, aunque éstos, al menos hasta la ley Valeria Horatia del 449 a.C., seguían designándose como pretores.
Hasta el 485 a.C. se conocen casos de plebeyos que ocuparon el consulado, lo que parece demostrar que, tras
la caída de la monarquía, las supremas magistraturas no fueron monopolizadas por los patres, el núcleo de gens
que controlaban, desde los inicios de la historia de Roma, el Senado, el ejército y los sacerdocios. La explicación
más concluyente es el clima de tensiones y enfrentamientos de los comienzos de la República, que debió
implicar compromisos y alianzas entre las facciones más fuertes. Pero a partir del 485 se produjo lo que se ha
dado en llamar la cerrazón o intransigencia del patriciado. Este pasa a controlar todos los mecanismos de la
vida política, copando todas las magistraturas civiles y religiosas. Los plebeyos son excluidos por completo de
cualquier tipo de responsabilidad en el gobierno.
1.2.-Causas externas del cambio de constitución.
En esa época Roma se encuentra bajo la influencia de los etruscos y sobre todo de la ciudad de Veyes, el
equilibrio se rompe cuando un ejercito comandado por Porsenna rey de Clusium en su camino hacia la
conquista de la Campania pasó por Roma y expulso al rey Tarquino convirtiendo la ciudad en un punto
estratégico para la vigilancia de los pueblos vecinos y cubrir su incursión hacia Campania.
Pero en su encuentro con Aristodemo de Cumas, fue vencido y se tuvo que retirar hacia Roma, el proceso
posterior de la caída de la monarquía no esta del todo claro por la falta de precisión y documentación
histórica y se abren diversas hipótesis, sobre un golpe de estado de la aristocracia, un proceso evolutivo político
o un conglomerado de factores políticos internos concatenados.
La situación de Roma en esta etapa de transición abre una duda que entre los propios historiadores antiguos son
divergentes en sus opiniones:
A) Según Livio ,Plutarco y Dionosio de Halicarnaso, Roma no fue ocupada
B) Según Tácito y Plinio el viejo Roma si fue ocupada, sometida a un duro tratado.
Historia de Roma
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La segunda opción puede ser la más verídica, pues está documentado por el relato de una expedición desde
Roma a la ciudad latina de Aricia al frente del hijo de Porsenna, Arunte, el cual fue derrotado por los latinos. Por
otro lado ninguna fuente hace mención de la participación de Roma en esta batalla, razón por la que pensamos
que estaba bajo el dominio etrusco.
Finalmente durante esta época se lleva a cabo en todas o casi toda la zona de influencia latina, etrusca e incluso
griega los cambios de las monarquías por sistemas de gobiernos aristocráticos.
Se ha desterrado el poder real, no obstante cuando algún echo particular y bajo circunstancias muy graves para la
republica se otorga todo el poder que el rey había detentado por un tiempo limitado, seis meses, a la figura del
dictador en tanto dura la causa que lo motiva.
Los cónsules mantenían el derecho heredado de la monarquía de nombrar a los cónsules que les sustituían pero
con la aprobación del pueblo, aunque de fato en los primeros años de la republica el nombramiento de los
sustitutos de los cónsules eran elegidos por los salientes.
El nombramiento de los sacerdotes y las vestales eran nombrados por los propios representantes de los mismos
colegios, esto conlleva que el pontífice máximo queda con un nivel de magistrado y elegido por el colegio de los
sacerdotes, separado el poder civil y el político militar, no se debe confundir con la figura del rey de los
sacrificios la única institución que quedará de la monarquía.
Sinóptico de la organización civil de la Roma republicana
Historia de Roma
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1.3.-Cronología de la primera etapa de la republica.509 a.c. 264 a.c. 509 a.C. Año donde la tradición sitúa el nacimiento de la República. 508 a.C. Primero nombres de magistrados – cónsules. 504 a.C. Enfrentamiento de Roma contra la Liga Latina en Aricia. 496 a.C. Batalla del Lago Régilo de Roma contra los latinos. 494 a.C. Fecha tradicional de la primera “secessio” de la plebe al Monte Sacro. 493 a.C. Pacto“Foedus Cassianum” entre romanos y latinos, obra de Spurio Cassio. 486 a.C. El patricio Spurio Cassio intenta sin éxito realizar el primer reparto de tierra a la plebe romana. 485 a.C. “Serrata del patriziato” o exclusividad de desempeño de magistraturas por los patricios. 471 a.C. “Lex Publilia” primera elección segura de tribunos de la plebe; segunda “secessio” de la plebe. 456 a.C. “Lex Icilia” y reparto del “ager aventinus” a la plebe romana. 450 a.C. Código de las XII Tablas o codificación escrita de las leyes; se prohíbe el matrimonio mixto entre patricios y plebeyos. 449 a.C. Leyes “Valeriae-Horaciae”; tercera “seccesio” de la plebe. 447 a.C. Inicio de la cuestura. 445 a.C. Ley de Canuleyo, por la que se anula la prohibición de matrimonios mixtos. 444 a.C. Tribunos militares con potestad consular en sustitución de los cónsules. 443 a.C. Inicio de la censura. 421 a.C. Acceso de los plebeyos a la cuestura. 406 a.C. Inicio de la ultima y definitiva guerra de Roma contra la ciudad etrusca de Veyes. 396 a.C. Asedio y conquista de Veyes.Anexion de las tierras al ager publicus. 393 a.C. Reparto del “Ager Veientanus” en beneficio de los plebeyos. 391 a.C. Asalto de Roma e incendio de los galos. 378 a.C. Comienzo de la construcción de la muralla romana. 367 a.C. Reposición del consulado; leyes “Liciniae – Sextiae” con el acceso de los plebeyos al consulado. 348 a.C. Fin de la construcción de la muralla romana. 343 a.C. Tercera secesión de la plebe. 342 a.C. “Plebiscito Genucio” sobre la tasa de interés legal de los préstamos. 340 a.C. Inicio de la 2ª Guerra Latina. 339 a.C. Acceso de los plebeyos a la censura. 338 a.C. Disolución de la Liga Latina. 337 a.C. Acceso de los plebeyos a la pretura. 326 a.C. “Lex Poetelia-Papiria” sobre la esclavización por deudas o “nexum”. 321 a.C. Derrota romana ante los Samnitas en Lucania; “Horcas Caudinas”. 312 a.C. Censura de Apio Claudio el Ciego.Construye la Via Appia, de Roma a Capua 304 a.C. Paz de Roma con los Samnitas. 300 a.C. “Lex Oguinia” sobre el acceso de los plebeyos a los cargos sacerdotales. 287 a.C. Quinta secesión plebeya; “Lex Hortensia” sobre equiparación de plebiscita y leges. 282 a.C. Guarnición romana en Turii; Tarento reclama la ayuda de Pirro, rey de Epiro. 275 a.C. Batalla de Malaventum (luego Beneventum) contra Pirro, que decide abandonar Italia. 272 a.C. Toma de Tarento por los romanos. 270 a.C Cae en poder de Roma Reggio en la punta de la bota italiana.
269 a.C. Roma arremetecontra los samnitas en la llamada cuarta guerra fue destruida y anexionada a Roma.
265a.C.Caen las ultimas ciudades de la Etruria
264 a.C.. Toda Italia está en poder de Roma.
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2.-Cambios constitucionales en la sociedad republicana
2.1.-Sociedad Republicana
Los patricios estaban en el vértice de la pirámide social. Esta aristocracia se había ido configurando en el curso
de los siglos VII-VI a.C. Este grupo estaba constituido por los patres y las gents maiores que se habían
apropiado de las tierras comunes. Posteriormente, durante la fase de los últimos monarcas, se procedió a una
ampliación de la clase dirigente, incorporando a las gents minores. Pero si estos tres reyes, sobre todo Servio
Tulio, habían pretendido con sus medidas políticas impedir la profundización de la división entre patricios y no
patricios, su éxito fue parcial puesto que generó otro dualismo mayor: el del populus (conjunto de ciudadanos
que integraban al mismo tiempo el ejército hoplítico y la asamblea centuriada) y la plebe.
El poder de las gents durante esta época era enorme, tanto en el plano político como social y está por supuesto
ligado a su poder económico y militar. Sin olvidar el monopolio de los altos cargos sacerdotales que les permitió
también utilizar la religión como un arma política. El patriciado no perdió el control de la ciudad en ningún
momento y sólo las amenazas exteriores que obligaban a movilizar a todos los ciudadanos, incluidas las tropas
auxiliares, y la eficiencia y tenacidad de los plebeyos lograron que, durante la lucha patricio-plebeya, los
patricios fueran modificando sus posiciones. Aún así, la victoria les costó a los plebeyos casi doscientos años.
2.2.-Instituciones republicanas.
Las instituciones políticas de la República parecen haber sido creaciones empíricas marcadas por las diversas
vicisitudes de la historia de Roma y la necesidad de adecuarse a ellas. La magistratura consular no fue creada
inmediatamente después de la caída de la monarquía. Es de suponer que los pretores o cualquiera de los
binomios que cubrieron el vacío político en aquellos años ya cumpliera uno de los requisitos inherentes al
consulado: el de la anualidad, y que tendieran a cumplir el de la colegialidad ya antes del 449, año en el que los
supremos magistrados son designados cónsules. Esta colegialidad podría venir expresada por el propio nombre si
ciertamente el término cónsules derivase de consodes, del verbo sedeo, los que se sientan juntos.
2.2.1.-Las magistraturas romanas durante la Republica.
Se llama magistratura romana a la dignidad, cargo y conjunto de atribuciones con las cuales, en la antigua
Roma, se investía a un ciudadano para que desempeñara determinadas funciones relacionadas con la
administración y dirección política de la ciudad.
En la República romana, finalizada la monarquía (año 509 a. C.), el lugar del rey fue ocupado por dos
magistrados a los que se llamó primero pretores y luego cónsules. Según la tradición romana, la aristocracia,
para evitar los abusos en que habían incurrido los antiguos reyes, estableció una serie de medidas limitantes al
poder de los nuevos oficiales. Así, se dispuso que cada uno tuviera veto sobre la decisiones del otro
(intercessio); que gobernaran sólo por un año; que las penas o castigos que impusieran pudieran ser apeladas
ante las asambleas del pueblo (provocatio ad populum) y, que una vez terminado su mandato, fueran
responsables por los actos contrarios a la ley que, eventualmente, cometiesen en el cargo.
Con el tiempo, las funciones de los cónsules se disgregaron en una serie de nuevas magistraturas, a saber: la
cuestura ( 447 a. C.); la censura (443 a. C.); la pretura urbana (367 a. C.); la edilidad (365 a. C.) y la
Historia de Roma
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pretura peregrina (242 a. C.). Todas ellas compartían las características de ser colegiadas, temporales y
responsables.
Dicha magistraturas constituían el gobierno regular de la ciudad, y por ello eran llamadas ordinarias. Frente a
ellas, atendiendo la necesidad de contar con una conducción unitaria y firme para los períodos de crisis, se creó
la dictadura (en torno al año 500 a. C.), la cual fue incorporada a la constitución republicana con el
carácter de magistratura extraordinaria. Otras magistraturas de igual carácter, pero de existencia restringida
a determinados períodos de la República, fueron: el decemvirato y el triunvirato
Eran características comunes de las magistraturas ordinarias:
La colegialidad: Eran ejercidas, a la vez, por más de una persona (dos, por regla general). Cada una de
la cuales tenía la facultad de vetar (intersecessio) las decisiones de la otra; facultad negativa, ya que sólo
implicaba paralizar la actividad del colega, en ningún caso reemplazar o modificar sus decisiones.
La electividad: Su ejercicio implicaba la previa elección del magistrado por parte de los comicios
centuriados, en el caso de los magistrados mayores (, cónsules y pretores), o de los comicios tribunados,
tratándose de magistrados menores (censores,ediles y cuestores).
La gratuidad: Eran ejercidas gratuitamente; por el sólo honor que implicaba desempeñar el cargo (ad
honorem).
La temporalidad: Su ejercicio estaba limitado en el tiempo. Por regla general, duraban un año; en el
caso de la censura, 16 meses. No era posible la reelección inmediata (iteratio), salvo, también, en el caso
de la censura.
La gradualidad: En su conjunto, formaban un sistema jerárquico determinado por el mayor o menor
poder (potestas) que la constitución les otorgaba a cada una. En razón del grado, el magistrado superior
podía vetar las decisiones del inferior. Además, tal jerarquía, determinaba el curso que debía seguir la
carrera del político romano (véase cursus honorum)
La responsabilidad: Su ejercicio implicaba, para su detentador, responder por las infracciones a las
leyes que, eventualmente, cometiera en el cargo. Los magistrados mayores respondían al terminar su
mandato; los menores, durante el ejercicio del mismo.
Los requisitos para ocupar el cargo de magistrado fueron distintos según la época. En un principio, se requería
pertenecer al orden patricio. Sólo gradualmente los plebeyos lograron ser admitidos al ejercicio de las diferentes
magistraturas. Proceso que culminó cuando, en virtud de las leyes Licinias (año 367 a. C.), se estableció que
una de las plazas para el consulado debía ser ocupada necesariamente por un plebeyo.
En el año 180 a. C., la ley Villia annalis estableció que debía trascurrir un tiempo mínimo de dos años para
pasar de una magistratura a otra y diez años para volver a ejercer el consulado. También señaló la edad mínima
para desempeñar el consulado (42 años), la pretura (39 años) y la edilidad (36 años).
Previo al ejercicio de las magistraturas, todo aspirante a seguir una carrera política, debía entrenarse en alguno de
los veintiséis cargos menores que comprendía el vigintisexvirato. Por otra parte, era requisito para integrar el
senado, el haber desempañado alguna magistratura. Los ex magistrados con imperium (pretores y cónsules)
quedaban habilitados para ser designados por el senado para el gobierno de una provincia, en calidad de
procónsules o propretores.
Las magistraturas ordinarias eran mayores (magistratus maiores) y menores (magistratus minores), según la
elección del magistrado dependiera, respectivamente, de los comicios centuriados o de los comicios tribunados.
Magistraturas mayores eran:
el consulado y la pretura; elegidos en los comicios centuriados
Historia de Roma
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Magistraturas menores:
la censura, la edilidad y la cuestura; elegidos en los comicios tributos.
2.2.1.1.-Magistraturas ordinarias mayores.
Cónsulado
El régimen consular se basa, pues, en la colegialidad y anualidad. Los cónsules ostentan el poder en términos
de absoluta igualdad y cada uno de ellos, en virtud de la capacidad de intercessio puede oponerse a la acción o
propuestas del otro. Los cónsules eran elegidos por los Comicios Centuriados y recibían la investidura, por la
Lex curiata de imperio, de manos de los representantes de las curias primitivas, creadas durante la primera fase
de la monarquía romana. Estas curias no fueron suprimidas hasta la creación por Servio Tulio de los Comicios
Centuriados, pero perdieron prácticamente todas sus atribuciones y quedaron reducidas a cumplir una simple
formalidad: la de realizar la investidura de los cónsules, los supremos magistrados. A los cónsules les
correspondía el imperium y los auspicios.
Aparece por vez primera en 509 a.C. abierta a los plebeyos y reorganizado en 366 a.C. se iniciaba el mandato
hasta el 225 a.C. el dia uno de Marzo ,a partir de 154 a.C. el uno de Enero.
Como hemos adelantado el poder del rey pasa a los dos magistrados que inicialmente reciben el nombre de
praetor termino de carácter militar equivalente al strategos de los griegos, que determina el carácter
eminentemente militar de la institución en su primer concepto.
Solo a partir de mediados del siglo V se comienza a denominar cónsul que es sinónimo de colega por la forma de
mando diarquico del sistema.
La autoridad suprema no es compartida por cada uno de los cónsules, tiene la misma autoridad esta no es que
cada uno se dedique a una actividad y el otro a otra, sino que ambos tiene el poder ilimitado, pero puede ser
derogado por el colega, siendo un sistema de poder genuinamente romano.
Una importante diferencia entre el poder real y el de los cónsules radica en lo siguiente, si el rey cometía un
asesinato o alta traición nadie podía juzgarlo ni llevarlo a juicio su persona era inviolable, el cónsul de idéntica
manera era inviolable durante su año de mandato consular pero una vez terminado este, podía ser juzgado como
un ciudadano cualquiera.
Otra diferencia en el poder del cónsul era que el rey tenia la capacidad de otorgar el derecho de provocatio sobre
un enjuiciado, cosa que perdió el cónsul, debiendo conceder a todo condenado el derecho de apelar, a partir de
este momento los lictores que portaban el haz con el hacha incluido dejaron de portar el ancha en señal de que el
poder del cónsul se había limitado.
Se ha desterrado el poder real, no obstante cuando algún echo particular y bajo circunstancias muy graves para la
republica se otorga todo el poder que el rey había detentado por un tiempo limitado, seis meses, a la figura del
dictador en tanto dura la causa que lo motiva.
Los cónsules mantenían el derecho heredado de la monarquía de nombrar a los consules que les sustituían pero
con la aprobación del pueblo aunque de fato en los primeros años de la republica el nombramiento de los
sustitutos de los consules eran elegidos por los salientes.
Historia de Roma
13
El nombramiento de los sacerdotes y las vestales eran nombrados por los propios representantes de los mismos
colegios, esto conlleva que el pontífice máximo queda con un nivel de magistrado y elegido por el colegio de los
sacerdotes, separado el poder civil y el político militar, no se debe confundir con la figura del rey de los
sacrificios la única institución que quedará de la monarquía, dedicado exclusivamente a dirigir los sacrificios y
como intermediario entre el pueblo y los dioses.
Por ultimo los cónsules fueron despojados de la pompa del rey y portaban una toga como el resto de los patres y
circulaban por la ciudad como simples ciudadanos despojados de toda la parafernalia que habían detentado los
reyes.
Progresivamente van perdiendo atribuciones: primero algunas facultades judiciales civiles y criminales
(delegadas en Cuestores o Decenviros nombrados en cada caso); después sus decisiones debieron ser
refrendadas por el Senado; luego pierde la administración del Tesoro (en favor de los Cuestores) y la de los
archivos públicos; más tarde perdió el control de las arcas del ejército (en favor de los Cuestores Militares);
posteriormente pierde sus funciones de censor (en favor de los Censores) y de nombrar las vacantes del Senado
(también atribuidas a los Censores); después perdió la facultad de nombrar Cuestores (que pasó a los comicios
tribunados); luego perdió otras atribuciones judiciales (en favor del Pretor); posteriormente las competencias
sobre fiestas, policía y mercados (en favor de los Ediles Curules), y también la facultad de nombrar dictador
(que pasó al Senado). Finalmente solo conservaba algunas funciones, pero significativas, parte del poder
legislativo y el mando del Ejército.
Las funciones de los cónsules, al aumentar el territorio, hubieron de ser delegadas para cada provincia: primero
en cuestores insulares con funciones consulares (en las islas desde el 227 a. C.) y después con la figura del
procónsul (o propretor) para Hispania Citerior y Ulterior (197 a. C.).
En el 190 a. C. se estableció que para acceder al Consulado debía haberse pasado con anterioridad por las
magistraturas inferiores, con un tiempo de inactividad prefijado entre cada magistratura (cursus honorum). Como
ocurrió con la censura, esta disposición hizo que el consulado fuera accesible casi en exclusiva a la aristocracia.
Los Cónsules fueron patricios hasta las Leyes del 367 a. C. (387 de Roma). Del 367 al 347 a.C. de Roma, la
cuestión es debatida, con alternativas; del 347 a.c. al 178 a.c. hubo un cónsul patricio y uno plebeyo; desde el
179 a.c. ostentaron el cargo, bien un patricio y un plebeyo, o bien dos plebeyos, y nunca dos patricios.
Cónsul sufecto (consul suffectus)
Es un sustituto nombrado por el Senado cuando un cónsul moría en el año de su ejercicio o se veía
incapacitado. No siempre se hizo la sustitución; a veces el cargo quedó vacante, aun cuando faltaran
varios meses para concluir el año de mandato. El nombre del cónsul sufecto se añadía a la lista de
cónsules de Roma como uno más, adquiriendo de inmediato la categoría consular.
La cámara del Senado requería la presencia del otro cónsul para nombrar a un sufecto. Se dio el caso en el año
90 a. C. de la gran impotencia de la cámara cuando habiendo muerto el cónsul Publio Ruilio Lupo, su colega
Lucio Julio César se negó a acudir a Roma para el nombramiento del sufecto.
El nombre del cónsul sufecto elegido se inscribía en los Fasti consulares (lista de cónsules) y además esta
persona tenía derecho a la categoría de consular como el resto de los cónsules.
Historia de Roma
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Pretor
La designación de "Pretor" varió a lo largo de las épocas con respecto al tipo de magistratura a la que hacía
referencia. Algo ciertamente lógico si tenemos en cuenta que tras el correr de los años la estructura política-
gubernamental Romana se transformó considerablemente, tomando muchas formas y matices diferentes. En un
principio hacía referencia a ciertos magistrados que tenían funciones particularmente similares a las que
adoptarían los cónsules con el llegar de la República. De hecho a los cónsules, en la naciente República, solía
referírseles, en algunas ocasiones, como Pretores; sin embargo también nos encontramos con que en la etapa de
la Monarquía, allí por los inicios de la Urbe, un Pretor era una especie de General con poderes especiales, algo
ciertamente más parecido a su función final. No obstante éste artículo tratará sobre los Pretores que eran los
magistrados encargados de administrar justicia en Roma y, en algunos casos, de gobernar las provincias
Gracias a los historiadores, oradores y escritores Romanos obtenemos un rico recuento de sus tareas y
características. Contamos con referencias directas gracias a Cicerón, Polibio, Plutarco e incluso el mismo Sula.
Sin embargo es de Tito Livio del que mayor cantidad de información podemos obtener. No solo puntual sino que
en sus trabajos vemos como fue variando esta magistratura con el cambio de las épocas.
Pintura que representa al Pretor Peregrino Escipión dictando sentencia.
Originalmente los Pretores eran los Generales en Jefe del Ejército Romano, aunque en tiempos de
relativa calma también oficiaban de interpretes de las leyes, o jefes del tribunal. No obstante su función
se alteraría y "mutaría", por decirlo de alguna manera, a una figura de peso político con el pasar de los
años. El primer Pretor en ocupar el cargo bajo éstas circunstancias lo hizo en el 356 aC. Actualmente
no hay dudas entre los estudiosos que la creación, o podríamos decir reinterpretación, de dicha
magistratura fue impulsada por los patricios, los consules se veían a si mismos en una posición débil
luego que en el 367 aC la Lex Liciniae Sextiae dictara que uno de los dos Cónsules siempre debía ser
plebeyo -pudiendo ser dos plebeyos o un plebeyo y un patricio, pero nunca dos patricios
simultáneamente ocupando el cargo-. No es para extrañarnos, entonces, la causa por la cual ésta
magistratura, el Praetorium, estuviera sólamente abierta a patricios. Sin embargo esto así lo sería por
un tiempo muy breve, ya que en el año 337 aC se abre a los plebeyos, dadas las presiones impuestas
por éstos -tengamos en cuenta la puja por las magistraturas llevada a cabo por los plebeyos ricos y el
Conflicto de los Ordenes-. Sabiendo esto nos queda muy claro el por qué se diluye tan rápidamente el
objetivo inicial de los patricios al establecer el Praetorium, que era, a cierto modo, el de instalar un
Historia de Roma
15
magistrado que sirviera a manera de tercer Cónsul, balanceando nuevamente así la estructura de poder
político Romano a favor de los patricios. Sin embargo rápidamente la función del Pretor terminaría
siendo la de administrar justicia, función que pertenecía originalmente a los Cónsules -Por esto es que
los Cónsules eran también llamados Iudices, jueces-. Con la instalación del Pretor, que también era
conocido como collega consulibus, los Cónsules pueden dedicarse enteramente a la gobernación y el
manejo del ejércitio. Bajo ésta nueva función la Pretoría logra ayudar en gran medida a nivel
administrativo y de organización.En los primeros tiempos el Pretor debía gobernar bajo los Edicta -
edictum-, es decir un edicto con los lineamientos propuestos, de antemano, por los cuales éste se
manejaría en su cargo. Ciertamente dicha costumbre otorgaba mayor claridad y coherencia a su
mandato. También ayudaba a su elección, ya que, lógicamente, el Comicio elegiría al Pretor más
acorde de las necesidades reinantes del momento en cuestión .Para el año 242 aC -aunque varias
fuentes indican que muy posiblemente esto ocurre en el año 246 aC- un segundo Pretor es introducido.
Posteriormente, con el incremento de los territorios conquistados y la anexión de provincias, más
Pretores se harían necesarios como veremos más adelante en éste mismo artículo.
Los Pretores eran elegidos luego que los Cónsules fueran elegidos por el Comicio Centurido -Latín:
Comitia Centuriata, perteneciente a un sistema de asambleas de voto que dividía a las personas por su
clase, edad y dinero. Siendo la Centuriata la más poderosa-. La edad requerida para que un Pretor
ocupara su cargo era de 40 años, tal medida fue establecida por la Lex Vibia Annalis. Ya en la época
Imperial el requerimiento de edad necesaria se reduce a 30 años. Con la definición del Cursus
Honorum se haría necesario primero haber oficiado como Edil antes de poder ser elegidos como
Pretores.
Los beneficios de haber accedido a la Pretoría eran cuantiosos y deseables por todo romano en
búsqueda de una brillante carrera política. Primeramente el prestigio obtenido y el agregado requerido
al Cursus Honorum eran unas de las principales razones por las que los aspirantes a las altas esferas del
Gobierno Romano pelearan por el cargo. Era normal que un Pretor al terminar su período se dirigiera a
una provincia como gobernante con el título de Propretor o Procónsul. La distinción social a simple
vista era notable ya que se le permitía vestir la toga pretexta, señalando así su condición de magistrado
ante la sociedad. No solo en adornos y condecoraciones un Pretor gozaba de distinciones. Sino que
también su seguridda personal era incrementada al ser escoltado por dos Lictores. De todas maneras es
algo lógico tal escolta no sólo en el presente sino en todas las épocas los impartidores de justicia eran el
blanco por excelencia agitadores y de personas rencorosas u ofendidas por algún fallo.
Sabemos, además, que no era algo fuera de lo común el que cuando un Pretor oficiaba como
comandante de las tropas éste administrara el botín del asedio. Sin embargo muchas veces los
prolongados meses de espera para lograr el exito del asedio llevaban a que se produzca un cambio de
Pretores en el ínterin. En tal caso el botín era dividido entre el entrante y el saliente. Polibio de
Megalópolis en su magnánima obra Historia Universal bajo la República Romana, más exactamente en
el primer tomo, nos entrega un vivo recuento de una de éstas situaciones:
Ya se encontraban los midionios en un estado deplorable, y esperaban de día en día su rendición,
cuando el pretor anterior, a la vista de aproximarse el tiempo de las elecciones y ser forzoso el
nombramiento de otro, dirigiendo la palabra a los etolios, les dijo: que supuesto que él había
sufrido las incomodidades y peligros del cerco, era también razonable que, tomada la ciudad, se le
confiase la administración del botín y la inscripción de las armas. Algunos, principalmente aquellos
que aspiraban al mismo cargo, se opusieron a la petición y exhortaron a las tropas a que no
diesen su voto antes de tiempo, sino que lo dejasen indeciso para quien la fortuna quisiese
dispensar esta gloria. Por fin llegaron al acuerdo de que el nuevo pretor que tomase la ciudad
repartiría con su predecesor la administración del botín y la inscripción de las armas. (pueden leer
la obra completa
Historia de Roma
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Tareas
Si tenemos en cuenta el significado etimológico de la palabra Pretor "el hombre que va antes que los
otros" podremos entender que su designación estaba directamente ligada a la Ley y la Justicia misma -
aunque muy posiblemente haga más referencia a sus tareas como Generales que a las de jueces-. El
Pretor era el encargado de la administración de la Justicia, asegurando que todas las Leyes Romanas
fueran obedecidas y cumplidas. También poseían el Imperivm, es decir el poder de mando, cuando los
Cónsules no se encontraban en Roma. Sin embargo siempre se mantenían bajo el margen de
instrucciones dejadas por el Cónsul y respetando el poder éstos ante todo, ya que eran los verdaderos
gobernantes y el Pretor sólo un suplente o asistente. En varias oportunidades -aunque no así en sus
primeros tiempos sino ya cuando el número de Pretores era elevado- algunos debieron ocuparse de
tareas extraordinarias, como por ejemplo la inspección del gasto de recursos, etc. Tampoco era extraño
que un Pretor comandara una legión de la ciudad si la situación lo ameritaba.
Como dijimos en la sección anterior para el año 242 -o muy posiblemente 246- un segundo Pretor es
introducido y se da una reestructuración importante. Este nuevo Pretor pasa a denominarse Praetor
peregrinus y su tarea era la administrar Justicia entre litigios entre peregrinis -es decir extranjeros o
viajeros- y peregrinis o entre peregrinis y Ciudadanos Romanos. También éste nuevo Pretor podía salir
de la ciudad y viajar por Italia cuando un problema de gran envergadura así lo requería. El Pretor
original, es decir el que ya se encontraba anteriormente, pasa a ser denominado Praetor urbanus -o
Praetor urbis- quedando fijo en Roma. Era ciertamente el jefe de ésta magistratura para la
administración de justicia. Como su nombre lo indica estaba directamente ligado a la ciudad, razón por
la cual no podía ausentarse de ésta por un lapso superior a los 10 días, y en si tenía mucha importancia
a nivel político ya que era el encargado de presidir las cortes especiales que juzgarían a gobernantes por
casos de corrupción o traición. Entre sus tareas además estaba la de llevar el Ludi Apollinares -Ritual
instaurado luego de la Segunda Guerra Púnica donde se buscaba el favor y protección del Dios Apolo
ofreciéndole sacrificios y ceremonias-. Par concretar dicha tarea el Pretor urbano recibía una suma de
dinero del Estado, la cual debería administrar e invertir para asegurarse de que el Ludi Apollinares se
concretara exitosamente. Ambos Pretores tenían Jurisdictio -podían administrar Justicia- y el Jus
Edicendi que era el poder que les permitía crear edictos.
Cuando se encontraban ante un crimen no era el Pretor mismo el que investigaba los hechos de la
disputa sino que éste nombraba uno o más Judex que se encargarían de ésta tarea siguiendo las
instrucciones dadas por el Pretor con anterioridad. Cuando el caso en cuestión lo ameritaba, que era de
importancia o de necesidad urgente, se daba un Interdictum, es decir que el Pretor en persona se
encargaba de presidir el caso.
Cundo un Pretor era enviado a gobernar una provincia se denominaba provinciae consulares, y su
poder era similar, generalmente, al poder que un Cónsul podía tener en la capital, solo que limitado a
la provincia en cuestión. Esto se daba mayormente en territorios hostiles o que ofrecían una fuerte
resistencia a la asimilación Romana.
No obstante, como ocurrió con gran cantidad de magistraturas Republicanas, el prestigio de la Pretoria,
así como sus tareas, disminuyen en la época Imperial. eventualmente su poder decrece al punto que en
la época tardía del Imperio solo había un Pretor y su función era simplemente la de encargarse de
ofrecer los juegos, literalmente vemos como una de las más importantes magistraturas de la Era
Republicana termina teniendo menos importancia que la de un Edil. Esto se contrasta si observamos
que en un principio, bajo Augusto, las tareas de carácter judicial de los Ediles fueron transferidas a los
Pretores.
Historia de Roma
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Cantidad de pretores
Como hemos visto en éste artículo en un principio un solo Pretor ocupaba el cargo y luego en el 242 aC
un segundo Pretor es agregado a la magistratura. Dicho agregado no sería un hecho aislado y el número
de Pretores crecería junto con Roma. En el año 227 aC dos nuevos Pretores son agregados a los ya
existentes elevando el número a cuatro, dada la necesidad de mayor control institucional en importantes
anexiones territoriales. Estos nuevos integrantes de la magistratura quedan responsables de la
administración de las provincias de Sicilia y Sardinia. Un nuevo agregado se da en el 197 aC cuando
nuevamente dos Pretores son puestos para administrar las dos regiones más importantes de Hispania.
Volvemos a ver un incremento en plena época de Crisis Republicana, y como en toda crisis los excesos
se hacen evidentes. El agregado de Pretores se hace rutina, logrando así que el incremento de éstos
magistrados resulte siendo constantemente. Observamos que Sula incrementa el número de Pretores a
ocho. De los cuales dos permanecerían en Roma y el resto se dedica a viajar por los territorios
Romanos resolviendo circunstancias importantes que los requerían, además también atienden a cortes
especiales. César aumenta este número a doce. Con el Imperio el número de Pretores fluctuaba de diez
a dieciocho. En la época tardía del Imperio, como hemos leído, sólo un Pretor de reducidas
obligaciones ocuparía el cargo.
El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 246 a. C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las cuestiones de
los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos romanos y no ciudadanos.
La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.
2.2.1.2.-Magistraturas ordinarias menores
La censura
Las funciones del censor estaban inicialmente confiadas al cónsul, que podía delegarlas. Se ejercían
cada cinco años y al terminar se realizaba un ritual de purificación con varios sacrificios llamado
Lustro. Después, se crearon los dos censores, elegidos cada cinco años de entre los senadores que
habían desempeñado el consulado, constituyendo esta magistratura la culminación de su carrera o
cursus honorum. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la del Senado, y
decidir que obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes cinco años. Sus
tareas se realizaban durante 18 meses, y terminaban con la realización de la ceremonia lustral ya
reseñada, cesando inmediatamente después en el cargo.
La edilidad
Esta es una magistratura que no simplemente fue un cargo más de los tantos que existieron en el estado
Romano, es un mapa, un testamento histórico. En sus cambios y variaciones a lo largo de los siglos
podemos obtener un panorama claro y concreto de las varias transformaciónes que fue sufriendo Roma
durante sus distintos períodos. Magistratura nacida del calor reinante producto de las luchas entre
plebeyos y patricios fue convirtiéndose, gradualmente, en una oficina tan necesaria para el correcto
funcionamiento urbano de Roma que es irónico y llamativo lo rápido y sagaz de los eventos y
decisiones que esfumaron su importancia con el nacer el Imperio. De todas maneras, y a pesar de la
llamativa cantidad de tareas realizadas por éstos oficiales, pasaron a la historia como los encargados de
velar por la integridad de los edificios y templos, así también como la de ser los organizadores de
infinidad de juegos y festivales. Sin embargo las ambigüedades de este cargo se hacen más cuantiosas y
notables al ver que en realidad era una magistratura menor, a la cual, irónicamente, aspiraban con altos
Historia de Roma
18
deseos todos los hombres ambiciosos quienes pretendían ganarse el apoyo popular pagando los juegos
y festivales de su bolsillo.
Los ediles eran magistrados menores sin imperio. Originalmente se crearon, al margen de la
constitución romana, ediles plebeyos como asistentes del tribuno de la plebe. En el año 367 a. C. se
estableció el edil curul, como magistrado constitucional patricio. Al tiempo, se reconocería
constitucionalidad a los ediles plebeyos. Dada la igualdad de funciones, los ediles curules y plebeyos
terminaron confundiéndose en una sola magistratura. Tales funciones eran: Cuidar el orden público
(cura urbis); organizar juegos y fiestas públicas (cura ludorum); vigilar el orden y resolver las
controversias que pudieran presentarse en los mercados (cura annonae)
Funciones de los Ediles.
Según Tito Livio los Ediles poseían el poder de mantener una Senatus Consulta y Además mantenían el poder de plebiscita.
Entre sus tareas más importantes y reconocidas se encontraba la superintendencia de los templos y edificios públicos, así como el de velar por el estado de la infraestructura pavimentaría de Roma. Con respecto a los edificios y templos privados poseían el poder de multar y castigar a los dueños que provocaran su deterioro. Generalmente el dinero de las multas era reutilizado para las tareas de mantenimiento y reparación de templos y edificios públicos.
Una de sus tareas más llamativas, por el hecho de superponerse con una de las mismas tareas de los Censores, era la de encargarse de velar por el correcto suministro de agua hacia Roma (acueductos y fuentes). Para esto asignarían varios Redemptores, hombres encargados de cuidar una parte o fuente específica de la red de suministro y cuyas decisiones como sus acciones primero deberían ser aprobadas por los Ediles. De todas maneras, con respecto a la confusión a causa de la superposición con la misma tarea del Censor, hoy es sabido que en realidad los Ediles cumplían esta tarea cuando el Censor no estaba disponible o no podía realizarla por si mismo. Muy asociada a esta tarea se encontraba También el cuidado de las cloacas.
El cuidado de las calles, es decir de la correcta pavimentación y limpieza, También recaía bajo la responsabilidad de los Ediles.
A su cargo se encontraba la oficina de distribución del grano, no de su compra a estados extranjeros, que de esto se encargaban los Pretores o Cónsules, sino de la repartición entre los pobres y necesitados.
La supervisión de la correcta utilización de las tierras públicas también era otra de sus responsabilidades. Los Ediles se encargarían de inspeccionar que su utilización y manejo sea el adecuado, de lo contrario fuertes multas y castigos recaerían sobre el responsable. Las multas serían utilizadas, aquí también, para solventar las otras tareas de reparación y mantenimiento llevadas a cabo por los Ediles.
Los escritores griegos denominaban a los Ediles como Agoranomos esto indicaría ya que desde temprano una de sus tareas consistía en la superintendencia de los mercados. Los Ediles serían, de cierta manera, los reguladores de precios máximos y mínimos, así como También los inspectores de pesos y medidas de los mercados Romanos. Supervisarían la compra y venta de esclavos y otros bienes así como ademas, quizás involuntariamente, realizarían un control inflacionario al ser jueces de asuntos mercantiles.
A nivel religioso se encargaban de controlar y regular, por no decir eliminar, el ingreso de Dioses foráneos a la ciudad. Juntamente esto estaba entre sus más renombradas tareas: la de velar por el cumplimiento de rituales y ceremonias tradicionales.
Los Ediles también cumplían un rol de control policial en la ciudad. Esto se desprendía en las siguientes ramas: orden, limitando los conflictos; Decencia, controlando a las prostitutas e inspeccionando los baños públicos. En si se encargaban del orden público.
V
La cuestura
Los primeros cuestores fueron jueces encargados de los casos de asesinato de alta traición. Con el tiempo su
denominación más común fue Decemviri Perduellionis et parricidii. Eran nombrados para cada caso y no
constituían una magistratura permanente.
Historia de Roma
19
A fines del Siglo III a. C. los Decemviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron a los
Triunviri nocturni.
Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los Cuestores administrativos, en los cuales delegaba el
rey la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a los cónsules que las
delegaron en dos cuestores civiles (para el Tesoro público) y dos cuestores militares (para las arcas del
Ejército). Más tarde su nombramiento pasó a los Comicios Tribunados.
2.1.1.3.-Magistraturas extraordinarias
Las magistraturas extraordinarias eran aquellas que regían en períodos de anormalidad provocados
ya fuera por causas externas (por ejemplo: una guerra que pusiera en peligro la existencia de Roma) o
internas (por ejemplo: un conjuración que pusiera en peligro las instituciones republicanas). Eran, en
orden de aparición histórica:
La dictadura, que involucraba el nombramiento de un dictador el cual, a su vez, designaba a un
magister equitum,(jefe de la caballeria). El decemvirato
El triunvirato. Si bien se discute su calidad de magistratura.
La dictadura
La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el
dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la
dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el
cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía
la potestad de determinar cúando era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. Dicho
cargo tenía una duración de 6 meses. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados
dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.
Decenvirato
La presión de los tribunos es importante ,en el 467 a.c. el tribuno Cayo Terintilo Harsa , propone una
moción para que se nombren a cinco personas (qiunqueviri)para que redacten las leyes y queden
escritas para el general conocimiento y aplicación por parte de los cónsules, pero transcurrieron diez
años de lucha y enfrentamientos entre plebeyos y patricios ,para compensar en 457 a.c. se nombran en
vez de cinco a diez tribunos, en el 466 a.c. se ordena que el Aventino sea parcelado y repartido entre los
mas necesitados de Roma.
Por fin en 454 a.c. se ponen de acuerdo y se envía una comisión que marchó a Grecia para estudiar las
leyes de Solón y demás ciudades griegas, y al fin a su regreso en 451 a.c. se nombran los decenviros.
Se procedió a la elección de, los Decemviri para recopilar y redactar las leyes de las XII Tablas. Durante sus
años de existencia constituyeron una magistratura con imperium, como el poder consular. La elección de esta
comisión, los Decemviri, tuvo lugar en el 451a.c. y se suspendieron las magistraturas ordinarias para sustituirlas
por esta comisión, integrada mayoritariamente por patricios que, además de escribir las leyes, asumió el gobierno
de la ciudad. La historia de esta comisión es bastante confusa. Inicialmente, parece que estos decemviros
contaron con el apoyo de todos los ciudadanos. Cicerón dice que también los tribunos de la plebe abdicaron
aquel año en pro de los decemviros. De este modo, concentrando en sus manos todas las magistraturas y el
consenso general, procedieron al gobierno de la ciudad y elaboraron las diez primeras tablas de leyes.
Historia de Roma
20
Estas leyes se inscribieron en diez tablas que se colocaron en el Foro para que todos los ciudadanos se enteraran
de lo que en ellas se había decidído.y a partir de este momento se aplicaron estas con el general conocimiento de
los cónsules, tribunos, senado y lo mas importante, el pueblo.
Al año siguiente se eligió una segunda comisión de decemviros, puesto que la tarea no había sido terminada. En
esta segunda comisión había bastantes elementos plebeyos, pero su gobierno degeneró en tiranía e intentó, en el
449 continuar en el poder. Los diez Tarquinios, como se les designaba, fueron abatidos por una revuelta popular
y se restauró el consulado.
Apio Claudio. siglo V a.c. decemviro recopilador de las diez tablas de las leyes.
El jefe de estos decemviros era Apio Claudio, miembro de los patricios que recopilaron durante un año diez
tablas de leyes. En el año 450 a.C. se eligieron nuevos decemviros para continuar con la recopilación. Apio
Claudio consiguió que los plebeyos también resultaran elegidos, recopilando dos nuevas tablas de leyes. Pero los
decemviros no convocaron a las Asambleas populares para la aprobación de las nuevas tablas y se empezaron a
comportar como auténticos tiranos, se les denominaba los diez Tarquinos. Los asesinatos, las confiscaciones y la
violencia en general se adueñó de Roma mientras que los decemviros intentaron afianzarse en el poder.
Se suceden dos caso extraordinarios de ser recordado ,uno el asesinato de un antiguo tribuno Lucio Sensio
Dendato, valiente soldado se cree que por instigación de los decenviros, además a este caso se une el de la hija
del centurión Lucio Virgilio prometida del tribuno Lucio Ilicio, uno de los mas recalcitrantes de los
decenviros, Appio Claudio,habiedose prendado de la hija del centurión, acusó a esta de ser esclava la condena y
la arranca de la familia pero su padre para evitarla de esta deshonra durante el juicio en Foro le clava un puñal y
la mata .
La situación se hizo insostenible, provocándose una revuelta plebeya que conlleva a una segunda seccessio al
Monte Sacro donde se vuelve a nombrar a dos tribunos que obligó a los decenviros a abandonar el poder, Apio
Claudio y Espurio Oppio fueron arrestados y se quitaron la vida en prisión, los ocho restantes fueron desterrados
y sus bienes confiscados .
Triunvirato
Un triunvirato es una forma de gobierno ejercido por tres personas aliadas entre si.
En la antigua Roma, en la época de la república, a veces surgían alianzas para controlar el escenario político.
Este término concretamente fue acuñado para describir las alianzas entre Cayo Julio César, Cneo Pompeyo
Magno y Marco Licinio Craso (primer triunvirato) y entre Marco Antonio, Marco Emilio Lépido y César
Octavio (segundo triunvirato).
l Primer Triunvirato
Es el nombre dado por los historiadores a la alianza política no oficial que formaron Cneo Pompeyo Magno,
Cayo Julio César y Marco Licinio Craso, duró desde el 60 a. C. hasta el 53 a. C.
Siendo cónsules en el 70 a. C., el caudillo Pompeyo y el general Craso abolieron la constitución aristocrática del
dictador Lucio Cornelio Sila. Pompeyo había ganado fama por combatir a los piratas en el Mediterráneo, al igual
que a unos insurrectos en el Asia Menor. Por su parte, Craso, que combatió la insurrección de los esclavos
dirigida por Espartaco conocida como Tercera Guerra Servil, tenía especial interés en acabar con ésta ya que su
principal fuente de ingresos era la trata de esclavos. Craso y Pompeyo regresaron triunfantes a Roma y se
unieron a Cayo Julio César, que en aquel momento no tenía tanto poder como los primeros, por lo que se ofreció
a comportarse como la parte reconciliadora.
Historia de Roma
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La alianza secreta entre estos tres generales fue descubierta cuando la Ley Agraria de Julio César fue bloqueada
por el Senado romano, y Craso y Pompeyo tuvieron que utilizar su influencia públicamente para lograr su
aprobación. Después, los triunvuros lograron hacer que Publio Clodio Pulcro fuera electo Tribuno del Pueblo,
neutralizando el poder que los conservadores Marco Porcio Catón (Catón el Joven) y Marco Tulio Cicerón tenían en el Senado.
Tiempo después Craso parte a gobernar la provincia romana de Asia Menor, pero muere en la Batalla de
Carrhae. Julio César marcha a la Galia y Pompeyo se queda en Roma, donde es atraído al bando senatorial, que
le convence de la necesidad de eliminar a Julio César para salvar la República romana. La victoria romana en la
guerra de las Galias brinda gran simpatía del pueblo romano hacia Julio César, por lo que el Senado, temeroso de
que éste se apropie definitivamente del poder, presiona a Pompeyo para que le ordene regresar a Roma sin su
ejército. Julio César se da cuenta que una vez en Roma, probablemente sería juzgado y procesado por los delitos
que le achacaban los optimates: Llevar a término guerras sin el permiso del Senado y reclutar más legiones de las
permitidas, por lo que decide que los acontecimientos se decidiesen por el uso de la fuerza, cruzando el Rubicón
con sus tropas e iniciando la Segunda Guerra Civil de la República de Roma.
Una vez terminada la guerra con la victoria cesariana, Julio César convierte el Senado en una asamblea
meramente consultiva e impone un nuevo orden a la antigua administración republicana. Sin embargo, el bando
senatorial no se da por vencido y le asesinan en el 44 a. C., siendo muchos de los cabecillas de este complot,
senadores que habían sido perdonados por César durante la guerra contra Pompeyo.
El vacío de poder creado por la repentina muerte del triunvuro vencedor motiva a la creación del Segundo
Triunvirato, que enterraría definitivamente al bando senatorial y a la República romana.
El Segundo Triunvirato .
Fue una alianza por cinco años realizada entre Marco Antonio, César Octaviano y Marco Emilio Lépido, tras el
vacío de poder originado por el asesinato de Julio César. El 11 de noviembre de 43 a. C. se produce la Entrevista
de Bolonia, de la que sale el Segundo Triunvirato (43 a. C. - 38 a. C.). El 23 de noviembre de 43 a. C., con la Ley
Titia se hace oficial dicho pacto, se limita su vigencia a 5 años, y se procede al reparto territorial:
• Sicilia, Cerdeña y África para Octavio.
• Galia Cisalpina para Marco Antonio.
• Galia Narbonense e Hispania a Lépido.
En el 38 a. C., el segundo triunvirato se renovará por cinco años más, esto es hasta el 33 a. C.
La denominación oficial de este triunvirato era Triumviri Rei Publicae Constituendae Consulari Potestate (en
Español: Triunvirato para la Constitución de la República con Poder Consular; abreviado en Latín como: III
VIR RPC). El poder con el que contaban los Triunviros era muy superior al que poseían todos los demás
hombres de estado juntos, dándoles una increíble libertad de acción y decisión en la política Romana. Su poder
era prácticamente ilimitado, siendo el margen de cinco años el único freno o "control" a su mando, aunque de
todas maneras, este podía ser renovado (como así fue en su momento). Si bien los integrantes del Triunvirato
poseían un poder superior al consulado, como su mismo nombre indica, éstos también serían designados como
Cónsules, lo que no deja de ser algo irónico.
Historia de Roma
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El Pacto de Bolonia
Después de la muerte del autocrata, Julio César, Marco Antonio expulsó a sus asesinos Casio y Bruto a Grecia y
se hizo con el poder. Sin embargo no contaba que César nombraría como sucesor suyo a su sobrino Octaviano.
Éste regresó a Roma en mayo del 44 a. C. a hacer valer su título de sucesor, pero Marco Antonio lo ignoró.
Octaviano, sobrino-nieto de César
El Senado romano, que odiaba a Marco Antonio, reconoció el mando supremo que Octaviano
reclamaba y le encargó la tarea de derrotarlo. Sin embargo, el sobrino-nieto de César no era tonto, él
sabía que el Senado sólo deseaba usarlo para acabar con Marco Antonio y luego le despreciaría
también, por lo que en secreto se reunió con Marco Antonio en una isla cerca de Bolonia. Los dos
acordaron que junto con Marco Emilio Lépido, se enfrentarían al partido senatorial y le impondrían sus
decisiones.
Los tres comandantes regresaron triunfantes a Roma donde revelaron una claúsula secreta de su pacto: los
principales miembros del partido conservador, los Optimates debían morir. Una lista de 300 senadores y 2000
caballeros condenados a muerte fue publicada, y el primero de la lista no era otro que el famoso orador Marco
Tulio Cicerón. Los bienes de los proscritos fueron repartidos entre los ejecutores y el bando repúblicano sufrió
un terrible golpe, más aún poseía un ejército poderoso en Grecia, bajo las órdenes de los asesinos de César
(Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino).
Marco Antonio y Octaviano partieron a Macedonia a vengar la muerte de César, y derrotaron a Casio y Bruto en
la Batalla de Filipos en el 42 a. C. A continuación los triunviros se repartieron Roma. Marco Antonio, el hasta el
momento indiscutible líder, se apoderó de las ricas provincias del Oriente, mientras que a Octaviano le tocó la
endeudada Italia y las provincias de Occidente, a Lépido lo marginaron y le entregaron las menos valiosas
provincias africanas.
Fin del Pacto
Mientras que Octaviano se enfrentaba continuamente en Roma a disturbios y a reclamos de todos los
sectores del país, Marco Antonio vivía una vida lujosa y despreocupada en el rico Egipto junto a la
reina Cleopatra.
Historia de Roma
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Marco Antonio y Cleopatra
Octaviano, consciente de que Marco Antonio aún era poderoso en Roma, intentó por todos los medios mantener
buenas relaciones con él, incluso llegó a perdonar a su hermano Lucio Antonio, que había intentado sublevar el
país, y le entegó a su hermana Octavia como esposa. Con inteligencia, Octaviano logró derrotar uno por uno a
todos sus enemigos políticos, y logró tranquilizar tanto al pueblo como a la burguesía. Además con la ayuda de
su amigo Agripa, logró derrotar a Sexto Pompeyo que dificultaba la entrega de cereales a Roma, lo que originó
una opinión pública favorable hacia él. En el año 36 a. C. Octaviano le quitó las provincias africanas a Lépido y
lo apartó de la vida política. Finalmente Octaviano había asegurado su posición como señor de occidente y
empezó a preparar el panorama político y militar para su inminente ruptura con Marco Antonio.
Marco Antonio facilitó las cosas a Octaviano, no sólo empezó a sufrir derrotas en las batallas, sino que repudió a
Octavia para casarse con Cleopatra. Octaviano era un maestro de la propaganda y volcó la opinión en Roma
completamente en contra de Marco Antonio cuando reveló que éste pensaba donar provincias romanas a la reina
de Egipto y a sus hijos.
En el 31 a. C. el Senado romano, controlado por Octaviano, declaró que Marco Antonio era inútil para el
triunvirato y declaró la guerra a Cleopatra.
En la Batalla de Accio (31 a. C.) los dos bandos se enfrentaron, Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados y
se suicidaron poco tiempo después. De esta manera Octaviano pasó a llamarse Augusto y se convirtió en el
primer emperador romano.
2.1.1.4.-Poderes de los magistrados.
Potestas: capacidad de mando inherente al cargo que capacita para dar órdenes. Sus elementos:
Intercessio: oposición a la decisión de un colega, veto. Nombramiento de funcionarios.
Derecho a representar a la república ante un particular como en una firma.
Auspicium: derecho de buscar la aprobación de los dioses. Obligatoriedad de consultar los auspicios en
nombramientos, en guerra y comicios.
Imperium: dos clases, el militar que detentan los magistrados fuera de la ciudad comprende la
administración de los territorios conquistados, convocar ejército y acuñar moneda para el ejército. El
imperium domi es el que se detenta dentro de la ciudad cuyo atributo principal es derecho a coacción:
derecho a actuar de forma ejecutiva y judicial si un subordinado no acataba las órdenes.
Iurisdictio: poder para intervenir en asuntos judiciales.
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Tribunos militares
El carácter empírico y utilitario de las magistraturas romanas llevó a la creación de una nueva magistratura a
partir del 444 a.C., los tribunos militares con poder consular o, sencillamente, los tribunos consulares. Las
fuentes nos ofrecen una visión de la creación de los mismos totalmente mediatizada por los enfrentamientos
patricio-plebeyos. Según éstas, se trataría de un invento patricio para satisfacer a los plebeyos sin necesidad de
perder el monopolio del consulado. La explicación de esta magistratura, sin embargo, parece más sencilla. Los
cónsules, siempre patricios entre el 444-367, se vieron obligados por la complejidad de las tareas militares,
administrativas y jurídicas, a delegar parte de sus competencias en una serie de colaboradores que eligieron entre
los tribunos militares, es decir, los oficiales que componían el Estado mayor de cada legión. Como el ejército en
el siglo V a.C. estaba compuesto por dos legiones y los tribunos de cada legión eran seis, el total de tribunos
militares era de doce. De éstos, probablemente los propios cónsules (o tal vez el Senado) eligieron a tres, a los
que los otorgaron potestad consular con el fin de que pudieran realizar las tareas asignadas pos los cónsules.
Creados los tribunos consulares, los plebeyos añadieron la nueva magistratura a sus objetivos y ciertamente ésta
resultó ser más abierta que el consulado, puesto que a partir del 400 a.C. ya hay constancia de plebeyos entre los
tribunos consulares.
2.1.1.5.-Magistrados de la plebe
Tribuno de la plebe
Fue el gran avance político de la plebe en Roma con la llegada de la republica, se ganó a pulso con los
patricios que tuvieron que ceder al comienzo del cambio político, y que supuso un balance social y
político de gran trascendencia para la republica romana.
En el cambio de sistema político las grandes familias de la nobleza continúan a dominar todo lo político
y las grandes fincas, la plebe continua en la miseria y sin poder alcanzar algo de los beneficios que
reportan al estado las conquistas y el reparo de tierras que se siguen aprovechando la nobleza.
Aunque en el senado han entrado ricos plebeyos que se han enriquecidos con el comercio y con los
manejos de asuntos públicos que el estado vende o alquila como el cobro de los impuestos, han
permitido alcanzar grandes fortunas y el acceso al senado, pero pronto pasan a formar de la misma
ideología de aprovechamiento y poder de las familias patricias.
Este orden de cosas hace que la conflictividad social se hace cada vez mas tensas entre las clases
políticas de patricios y plebeyos, los anales sitúan la primera explosión social en el 495 a.c.con la orden
de leva para el ejercito ante un ataque de los volscos , el pueblo se niega a alistarse en el ejercito, no
obstante los campesinos si lo hacen y se alistan ,mas después de que el peligro ha pasado los patricios
se olvidan de las promesas que se habían comprometido, para rematar la situación el cónsul mas
conservador Apio Claudio endurece las leyes del crédito , ya de por si duras.
Al año siguiente se vuelve a dar la misma situación una nueva leva para rechazar un nuevo ataque de
los pueblos, de nuevo la plebe se niega a combatir, se nombro dictador a Mario Valerio, la plebe acató
por respeto y obediencia la orden de la leva y fue al combate, pero después de pasado el peligro las
promesas se olvidan de nuevo, pero esta vez el ejercito a cuya cabeza van los jefes del ejercito se
Historia de Roma
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retiran al Aventino ,llamado mas tarde el monte sacro, con la idea de fundar una nueva ciudad si no se
arregla la situación, esto representa el inicio de una guerra civil y con los enemigos a las puertas de la
ciudad.
Por fin el senado y los patricios tuvieron que ceder ante las exigencias de la plebe que consiguen entre
otras concesiones las siguientes:
La principal la creación de una institución clave para la defensa de los derechos de plebe, la creación de
los tribunos de la plebe, como representantes del pueblo llano ante el senado y frente al poder
consular, con dos derechos fundamentales el poder de veto a las decisiones del senado y de los
cónsules y la intercissio o poder de revisión de la sentencia de cualquier ciudadano.
Su poder era ilimitado pero igual que los cónsules su poder solo podía ser ejercido dentro de la
ciudad, fuera de ella no tenia poder alguno, era nombrado por una año, incluso podía mandar
prender al mismo cónsul si tenia pruebas contra él.
Le fueron asignados dos auxiliares que se llamaban los ediles de la plebe
Los tribunos eran nombrados por la plebe reunida en los comicios curiata y mas tarde ,287 a.c. en los Cocilium
Plebis, supuso un contrapeso al poder de los cónsules, pues lo tribunos plebis tienen el derecho de veto sobre
todas las cuestiones que los cónsules pudieran decidir.
Además de esto, la plebe consiguió la garantía de inmunidad sacrosanta, en el año 492 a.c.por la ley Ilicia se le
considera intocables, por lo que no podían ser atacados ni molestados, ni tan siquiera interrumpidos cuando
estaban en la posesión de la palabra, siendo acusados de una gran afrenta los que atentasen contra ellos, aunque
el transcurso de la republica se dieron casos de incluso le dieron muerte en casos de gran alteración del orden
constituido.
Debian ser plebeyo de condición, los tribunos no tienen mando militar ,no tienen imperium como los consules,
ni lictores ni sitio en el senado ,los patricios no podían ni pensarlo tan siquiera de que un plebeyo se sentara en el
senado.
El numero de tribunos en principio eran dos , desde el 471 a.c. fueron cinco, según los distritos urbanos, y
definitivamente 10 desde 457 a.c.
Aunque hacia el fin de la época republicana se les consideró magistratura no curul , tuvieron acceso al senado y
con poder de convocarlo si era necesario.
Fueron los verdadero guardianes de la defensa de los derechos del pueblo frente al poder de la clase senatorial,
pero todo esto no lo consiguieron en dos días sino que fue una lucha durante doscientos años ,como iremos
contando en temas posteriores.
La función de los tribunos era:
El auxilium, Derecho y obligación del tribuno en proteger al plebeyo amenazado por la justicia de los cónsules
mediante la otra función.
La intercessio, era el veto contra la magistratura patricia, ante cualquier injusticia.
Historia de Roma
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Una importante limitación al poder de los tribunos era que solo tenían potestad entre los muros de la ciudad ,
fuera del pomerium no tenían ninguna, solo los magistrados que tenían el imperium del ejercito y las relaciones
exteriores.
Con motivo de esta institución fue la consagración de un templo de una segunda triada de dioses para los
plebeyos : Ceres, Liber y Libera construido en el Pomerium, tal vez en Foro Boario o al pie del Aventino.
Edilis plebis
Aediles Plebeii - Los Ediles de la Plebe
El origen de los Ediles, como magistratura "extraoficial" ocurre en el año 494 Antes de Cristo. En un principio
no reconocidos por el Senado su tarea, según se cree, era la de simplemente asistir a los Tribunos en sus tareas,
magistratura -refiriendonos a los Tribunos- creada no casualmente ese mismo año a causa de los conflictos y
tensiones entre plebeyos y patricios. Tanto el origen como las primeras funciones de los Ediles siempre fueron
motivo de candentes debates entre los historiadores, veamos por qué. El origen de la denominación "edil" no es,
curiosamente, factor de aclaración sino que trae aun más confusión al asunto. Edil proviene de Aedes, nombre
que se asocia al Templo de Ceres (Aedes). Esto y el hecho de que posteriormente los Ediles fueran los
encargados de la restauración y mantenimiento de los templos, hizo creer durante muchos años que entre sus
primeras tareas el mantenimiento de templos era algo primordial. Sin embargo hoy se sabe que esto no fue así ya
que, como veremos en el apartado que habla sobre obligaciones y tareas de los Ediles, el mantenimiento de los
templos y edificios llegaría mucho tiempo despúes de su creación como oficina. Hoy es aceptado entre los
estudiosos establecer que la denominación "Edil" sí nace asociada al Templo de Ceres (Aedes) pero no así
asociada a los templos en si mismos, sino que es porque ahí era donde se mantenían los registros de la plebe, y
los Ediles eran oficiales de esta clase. De hecho los Ediles fueron creados con el motivo de asistir a los Tribunos,
oficilaes que se encargarían de proteger y velar por los derechos plebeyos, en sus tareas a nivel ministerial.
Los escritores Romanos de períodos posteriores no pueden traernos luz al asunto, ya que fueron tan confusos y
desorganizados los primeros tiempos de esta magistratura que incluso para los Romanos de la República tardía y
del Imperio era incierto el origen de esta oficina.
Aedīles Curules - Ediles Curules
Según Tito Livio un singular evento transcurre durante el año 365 AC cuando una Senatus Consultum agrega un
día más a la festividad denominada Ludi Maximi, extendiéndola a cuatro días. Los Ediles plebeyos se negarían
rotundamente a organizar este cuarto día, y mucho menos a pagarlo. A causa de este conflicto se llegaría a un
acuerdo entre ambas partes. Se establece que los patricios paguen por estos extras y a causa de ello, de aquí en
más, serían anualmente dos patricios elegidos como Ediles curules -Curul justamente haciendo referencia a su
status patricio, proviniente de la Silla Curul-. Es así, que entonces, el Senado por su parte terminaría de
reconocer a los Ediles plebeyos como una magistratura oficial del gobierno Romano, sellando los eventos con la
Lex Furia de Aedilibus.En un principio los Ediles curules tendrían un poder superior al de los Ediles plebeyos -
como veremos más adelante con respecto a los Edicta, y con respecto a ciertas funciones policiales- sin
embargo gradualmente las dos magistraturas, que en realidad intentaban ser la misma pero para distintas clases,
se irían igualando al acabarse el Conflicto de los Ordenes. También veremos una variación gradual con respecto
a los requisitos para presentarse com Ediles Curules. De ser exclusivamente una magistratura patricia se irían
Historia de Roma
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aceptando posteriormente patricios y plebeyos, de manera alternae, para luego ser indiferente el status
social como requisito.
Beneficios y diferencias entre curules y plebeyos
Entre las diferentes características y beneficios otorgados a los Ediles nos encontramos con una considerable
cantidad de poderes y atribuciones. En especial a los curules quienes poseían distintos privilegios como el de
poder sentarse en la Sella Curialis, o vestir la toga pretexta. Poseían, además, el Jus Imaginum. Exclusivo a éstos
era el Jus Edicendi, , es decir el poder para promulgar edictos edictos -edicta-. Estos edictos, utilizados para
regulaciones mercantiles, si bien solo podía ser promulgado por los curules los plebeyos podían utilizarlos si así
lo requeráin en su tarea o durante una mediación entre dos partes. La única diferencia es que estos últimos no
tenían el poder de promulgarlos. En la actualidad se encuentra en tela de juicio el saber si los curules contaban o
no con el Imperium, aunque todo indicaría que esto no era así. No obstante las diferencias gradualmente se
fueron desvaneciendo y, si ya de por si es difícil la tarea distinguir entre las funciones de los Ediles de las de
otros magistrados, aun más complicado es la de distinguir entre las de los Ediles plebeyos y de los curules. De
todas maneras sabemos que había juegos y festividades asociadas específicamente a un tipo de Edil. Por ejemplo
los Juegos Plebeyos -Ludi Plebeii- eran administrados exclusivamente por los Ediles plebeyos mientras que los
Ludi Magni, Ludi Scenici, y Megalenses por los curules.La división de tareas entre los Ediles se daba,
generalmente, tras cinco días de haber ingresado a la oficina. Por mutuo acuerdo entre los Ediles la ciudad era
divida por lotes o regiones, donde cada uno trabajaría en su respectiva porción.
Cantidad de Ediles
En un principio dos Ediles plebeyos eran electos anualmente. Con la instauración de los Ediles curules cuatro
sería el número de Ediles, dos plebeyos y dos curules, electos anualmente. Dicha cifra se mantendría estática
por siglos hasta que en el 45 AC sería Julio César quien asignara dos Ediles plebeyos nuevos cuya función
seria exclusiva al control y suministro del grano hacia en Roma. Estos dos nuevos ediles pasan a ser
denominados como Cereales. No obstante también poseían algunas funciones policiales limitadas.
Elección
Gracias a los textos de Dionisio sabemos que primeramente eran elegidos por la Comitia Centuriata.
Gradualmente y tras una serie de presiones sería la Comitia Tributa el comicio utilizado para la
elección, donde los ciudadanos ricos no eran tan influyentes en la votación. Tanto los Ediles plebeyos
como los curules serían finalmente elegidos por ésta última. De todas maneras veamos los escritos de
Plutarco -Gayo Mario V- donde se da un recuento vivo y claro de la elección de los Ediles.
V.- Después del tribunado se presentó a pedir la Edilidad mayor, porque hay dos órdenes de ediles:
el uno, que toma el nombre de las sillas, con pies corvos -Plutarco se refiere a los curules-, en que
estos magistrados se sientan para despachar, y el otro, inferior, que se llama plebeyo. Nómbranse
primero los de mayor dignidad, y después se pasa a votar los otros. [...]
Historia de Roma
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No obstante son muchos los historiadores que hoy en día sostienen que el voto era por separado y los
plebeyos eran elegidos primero. De todas maneras es probable que ambas maneras fueran ciertas y esto
se deba a un cambio en el método de elección con el pasar de las épocas. En los tiempos de Cicerón,
gracias a sus escritos, obtenemos que la elección era realizada en el Campo de Marte durante el
transcurso del mes de Julio. Siendo el Cónsul el magistrado que precedía la votación.
2.2.1.6.-Cargos menores.-
Denominados los vigintisexviri ,pues su numero era de 26, ejercían empleos subalternos, comisionados por los
magistrados superiores, eran elegidos en los comicios tributa.
Las magistraturas eran seis repartidas entre los 26 funcionarios:
1.-10 jueces civiles
2.- 4 prefectos.
3.-3 comisarios de policía nocturna.
4.- 3 encargados de la moneda
5.-4 encargados de la via publica
6.-2 vigilantes de la via publica.
2.2.1.7.-Cursus honorum
La carrera política durante la República Romana recibía el nombre de cursus honorum y siguió existiendo
durante el imperio, sobre todo para la administración de las provincias dependientes del Senado. El cursus
honorum establecía el orden y la jerarquía por la que se regían las magistraturas romanas, así como el modo de
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cumplirlas. Dicha carrera quedó regulada en el año 180 a. C. por un decreto que estipulaba su ordenación de
menor a mayor rango y la edad mínima para desempeñar cada uno de los cargos.
El cursus honorum senatorial constaba de una fase preparatoria con varias especialidades (vigintiviratus) y seis
magistraturas ordinarias (cuestura, edilidad, tribunado, pretura, consulado y censura) y una extraordinaria
(dictadura, la cual durante la República sólo se concedía por decisión del Senado en caso de peligro exterior o
interior, y no podía sobrepasar los seis meses de duración).
El cursus honorum solía desarrollarse según las siguientes fases:
Vigintivirado: 20 funciones de iniciación para jóvenes, encargados de colaborar y formarse en algunas
tareas importantes para la República, a las órdenes de senadores de mayor rango. Se dividían en 10
dedicados al derecho civil (Xviri stlitibus iudicandis), 3 al derecho penal (IIIviri kapitales), 3 a la
acuñación de moneda (IIIviri monetales o auro argento aere flando feriundo) y 4 a las obras públicas,
sobre todo calzadas (IIIIviri viarum curandarum).
Cuestura: Tesorero, encargado de las finanzas y de pagar a los ejércitos; en las provincias están
subordinados al gobernador.
Tribunado: Estar al mando de unidades del ejército o ser tribuno de la plebe.
Edilidad: Funciones sobre todo urbanas, de orden público, distribución de alimentos, etc. Frente a la
plebeya, la edilidad curul la desempeñan sólo los senadores de origen patricio.
Pretura: Funciones relacionadas sobre todo con la administración de justicia. Los Pretores podían
gobernar provincias menores y obtener el mando de legiones.
Consulado: Eran equivalentes a jefes de estado, se encargaban de convocar y presidir las sesiones del
Senado, la política exterior y de comandar los ejércitos en campaña. Había dos cónsules anuales,
llamados ordinarii u ordinarios, que daban nombre al año (epónimos), y uno o más sustitutos o suffecti.
Censura: Magistrados (eran dos) elegidos cada cinco años de entre los senadores que habían
desempeñado el consulado, aunque sólo ejercían los primeros 18 meses, encargados de revisar la lista de
ciudadanos y senadores y de controlar las cuentas del estado, promoviendo nuevos proyectos de obras
públicas, como templos, acueductos o calzadas. Al terminar sus 18 meses efectivos de mando realizaban
una ceremonia pública de purificación de la Urbs, llamana lustrum. Durante el Imperio sólo la ejercieron
los emperadores, algunos con carácter perpetuo.
Dictador: Cargo extraordinario que se ejercía sólo en tiempos difíciles, de amenaza externa o
desórdenes internos. Uno de los dos cónsules era elegido y duraba tres meses en el cargo, durante ese
período de tiempo tenía autoridad militar y civil absoluta para restablecer el orden. Una vez cumplido
ese lapso de tiempo, debía abandonar el cargo, si los problemas continuaban se nombra a un nuevo
dictador. Normalmente no se podía ejercer dos veces en la vida ese cargo extraordinario, aunque hubo
excepciones como la de Julio César, que lo fue cuatro veces y en enero de 44 a. C. fue nombrado
dictator in perpetuum.
Los tres escalones principales (quaestor, praetor, consul), separados por periodos de descanso, otorgaban un
rango (vir quaestorius, vir praetorius, vir consularis) y permitían ocupar otros destinos y cargos específicos. El
noble romano que quisiera destacar debía empezar por el rango más bajo y cubrir todos los peldaños hasta llegar
a cónsul, y por último a censor y a princeps senatus. Todo esto cambió mucho a lo largo de los años (reforma
importante llevada a cabo por los Gracos). En el Imperio pasó a ser una carrera funcionarial, ya que el poder
político y militar estaba solamente en manos del emperador. Éste podía hacer adelantar escalones a determinados
senadores de su preferencia mediante la adlectio, o proponerles para uno determinado, en cuyo caso se les
llamaba candidati.
En otras palabras: Un romano inicia su vida pública con el Servicio Militar (10 años). Entra a la Carrera de
Honor con las siguientes magistraturas sin imperium: tribuno militar (al servicio de la legión), cuestor (servicio
civil menor), edil (servicio civil mayor, incluyendo los juegos públicos) para los patricios. Los ediles no podían
ser plebeyos, pero los plebeyos podían convertirse en tribunos de la plebe, a su vez no posible para los
patricios. Tanto plebeyos como patricios podían ser elegidos para magistraturas con mando o imperium. El
Historia de Roma
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pretor con funciones varias civiles, militares y judiciales. Finalmente, el cónsul era el comandante supremo del
ejército - además de otras funciones. Al terminar el consulado, usualmente se terminaba la carrera política, y se
entraba al Senado. Dos magistraturas adicionales existían: censor y dictador, con funciones específicas - hacer
el censo, y proteger a la nación de un peligro extremo, respectivamente.
En época imperial se añadió la obligación de pasar por un mando militar en una legión como tribuno
laticlavio, de los cuales cada legión tenía uno.
En época de Augusto se fue creando un cursus honorum específico para los equites, caballeros o
miembros del ordo equester que, en general, se destinaban al ejército (tribuno angusticlavio), y a
ocupar puestos en la administración imperial.
Las promagistraturas.
Debido a antiguas crencias y tradiciones , los magistrados que eran los encargados también de hacer los
auspicios ,solo era aceptados que lo hicieran dentro del pomerion o en la parte interna de la ciudad (dentro del
muro), para poder poner solución a este impedimento jurídico religioso se crearon las magistraturas denominada
―promagistraturas‖,que solo tenían potestad fuera de los muros de la ciudad y la perdían cuando entraba en ella.
Fueron los cargos de procónsul, propetor, procuestores los cuales se desarrollaron con la expansión de Roma y
en los territorios conquistados.
Cuando al cónsul ordinario se le prorrogaba su mandato por alguna causa especial ,también de le denominaba
procónsul.
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2.2.2.-.-El senado y su funcionamiento
A mediados de la época republicana el senado contaba con unos 300 miembros; estaba compuesto por todos los
ciudadanos que habían ejercido magistraturas curules —cónsules, pretores y ediles, los conscripti—, así como de
los paters, las cabezas de las familias patricias -descendientes de los primeros senadores romanos establecidos
por Rómulo y sus sucesores, que formaban el grupo social privilegiado, opuesto a los plebeyos-.
Adicionalmente, los censores podían incluir senadores que no habían ejercido magistraturas, aunque estos tenían
restringido su derecho a tomar la palabra y se los denominaba senatores pedarii.
Con el acceso a los derechos ciudadanos de los plebeyos, el Senado perdió el derecho a refrendar los actos de los
Comicios Centuriados. Pero por el contrario se arrogó el derecho de nombrar dictador, y pronto legisló
sobreponiéndose a las Asambleas Tribunadas, alcanzando un gran poder.
En el siglo III a. C. el Senado sufrió las modificaciones propias de la nueva situación. Los asientos senatoriales
continuaron en manos de los censores y todos los magistrados curules que abandonaban su cargo accedían al
Senado.
El Senado pasó de ser un cuerpo consultivo de los cónsules, al principio de la República (y subordinado a estos
en muchos aspectos), a ser una corporación de gobernantes, sin dependencia de nadie. El Senado dirigía la
guerra a través de los cónsules, y toda la política de la República.
Con el tiempo el Senado asumió el nombramiento de diversos cargos curules, lo que implicaba la designación de
sus propios miembros, y además influyó cada vez más en los censores. Se mantuvo la distinción entre Senadores
patricios y plebeyos.
La desaparición de la figura del dictador permitió al Senado ocupar ciertas funciones en casos graves, en especial
el conferir a los cónsules facultades especiales, similares a la Dictadura, por tiempo limitado.
Julio César, después de derrotar a su rival Pompeyo y a sus aliados, la mayor parte de las familias senatoriales
tradicionales, procedió a incrementar el número de senadores hasta 900 (aumentó en 300 el número de senadores
en la etapa de la dictadura de Sila, que eran 600; Sila a su vez habia doblado el número de senadores de 300 a
600), promocionando al orden senatorial a familias ecuestres, mandos militares, centuriones de origen proletario
de su ejército, y provinciales, como su consejero financiero Cornelio Balbo, natural de Gades (Cádiz, España); a
los ojos de la nobilitas senatorial superviviente del bando pompeyano y de muchos partidarios de César esto era
una aberración, y ello fue una de las causas del asesinato de César.
Augusto volvió a reducir el número de senadores a 600, aunque mantuvieron algunos de los nombramientos de
César, que tenían la consideración homines novi, pero las proscripciones por ellos emprendidas vaciaron los
bancos del Senado, que fueron llenadas con la promoción de partidarios de los triunviros extraídos del ordo
ecuestre y del ejército.
Historia de Roma
32
.
Reunion del senado, Cicerón lanza una de sus filípicas sobre la traición de Catilina
Curia Julia edificio del foro donde se reunia el Senado
El orden senatorial
La designación de las vacantes del Senado, designadas primero por los cónsules, pasó a los censores. Su
funcionamiento fue regulado por la Ley Ovinia.
Las promociones al Orden Senatorial (Ordo Senatorius) quedaron abiertas a todos los ciudadanos que hubieran
sido antes Edil Curul, Pretor o Cónsul (los cónsules ya tenían derecho a ser Senadores con voto). El censor
estaba obligado a incluir en la lista de nuevos senadores a los cónsules que habían dejado el cargo, salvo que por
precepto legal pudieran proclamar su exclusión motivada. Pero como los ciudadanos que podían ocupar un
puesto en el Senado no eran suficientes para cubrir las bajas que se producían por fallecimiento o exclusión, y el
número de senadores no podía bajar de trescientos, los censores podían elegir libremente entre aquellos que no
habían ejercido una magistratura de las citadas, si bien los designados debían haberse distinguido por su valor,
haber matado a un jefe enemigo o salvar a un ciudadano romano; a estos senadores se les llamaba Subalternos
(Senatores Pedarii), y tenían derecho a voto pero no participaban en la discusión.
El Senado era el que dominaba en materia de elección y de gobierno, siendo sobre todo un órgano con poder
ejecutivo: en él recaía la potestad de nombrar y controlar las más altas magistraturas del estado (consulado y
pretura), y controlaba al ejército y llevaba a cabo la política exterior. Contrario a lo que se cree, no era
propiamente una cámara legislativa (aunque en algunos casos podía promover leyes) pues por un lado los
tribunos de la plebe tenían el poder de vetar cualquier propuesta del Senado (fuera del tipo que fuera), y en
Historia de Roma
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general eran dichos tribunos los que desarrollaban la función legislativa, redactando los proyectos de ley, que
solían ser sometidos previamente al Senado (procedimiento conocido como senadoconsulto, de consultar al
Senado) para después convocar los plebiscitos en los que finalmente eran aprobadas las leyes; las leyes romanas,
por tanto, eran promovidas a propuesta de los tribunos, no del Senado, y sancionadas directamente por el pueblo.
El paso de las leyes por el Senado no era algo obligatorio, pero sí fundamental, pues al disponer del poder
ejecutivo, podía poner o no en ejecución un plebiscito votado, de manera que cualquier tribuno que deseara ver
desarrollado adecuadamente el programa de leyes que había promovido se veía forzado a llegar a acuerdos con el
Senado. En ―los casos urgentes‖, que generalmente aparecían en un contexto bélico o de crisis, el Senado podía
legislar sin que las leyes fueran ratificadas por la Asamblea, sin perjuicio de ulterior ratificación, que para el
final de la República ya casi nunca era solicitada.
El Senado se atribuyó la designación de Dictador (cuyo nombramiento correspondía antes a los Cónsules), y
asumió también la prórroga de cargos (el cónsul cesante que no se encontraba en Roma en el momento del cese,
seguía en funciones como procónsul; lo mismo ocurría con los pretores que continuaban como propretores) lo
que llevó en la práctica a una reelección encubierta (desde el 307 a. C., un Senadoconsulto bastaba para
prorrogar una magistratura). Además, en las elecciones a la magistratura, la aristocracia apoyaba a los candidatos
del Senado, y como el sistema electoral era censitario, y el peso que otorgaba a la aristocracia era superior al de
la plebe, su elección estaba casi garantizada.
El Senado decidía sobre la guerra, la paz, las alianzas, la fundación de colonias, las asignaciones de tierras
públicas, los trabajos públicos, el sistema de rentas, la asignación de departamentos a los magistrados, el
contingente del ejército, el presupuesto de los departamentos, etc. Los cuestores no podían hacer pago alguno sin
un senadoconsulto (con algunas excepciones para los cónsules).
El Senado reformado
Detalle del interior de la Curia Iulia, con el pavimento de opus sectile y un relieve marmóreo con una
representación del senado reunido.
El Senado varió su composición. Inicialmente estaba formado por trescientos miembros de la nobleza (todos los
senadores, salvo excepción, eran patricios). Más adelante, se reservaron 164 asientos a los plebeyos o nuevos
admitidos (Conscripti). Esta distinción se mantuvo al menos en los formalismos de tal forma que la alocución
para dirigirse a la Cámara era Patres et conscripti, aún mucho después de que tales diferencias dejaran de ser
importantes.
Los senadores eran consuetudinariamente vitalicios, pero la costumbre derivó en ley para los patricios. Como el
Senado representaba a la nobleza patricia y había en él miembros plebeyos, se relegó a estos a un papel
secundario dentro del Senado. Si alguno se oponía, en las revisiones cuadrienales de senadores que efectuaban
los cónsules, y luego los censores, eran o podían ser eliminados. Además, los plebeyos que entraban en el
Historia de Roma
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Senado, no lo hacían por mérito, sino por su riqueza. En estas circunstancias, sus intereses de clase eran
coincidentes con los de la nobleza patricia.
Se distinguían entre los Senadores dos grupos: los provenientes del ejercicio de magistraturas; y los que no las
habían desempeñado (Pedarii).
El nombramiento de los Senadores correspondía desde el inicio de la República a los cónsules o dictadores. Más
tarde, ésta fue una atribución específica de los censores.
Al Senado correspondía el refrendar todas las propuestas importantes políticas o administrativas de los cónsules
y otros magistrados que hubieran obtenido el voto afirmativo de los Comicios Asamblearios correspondientes.
Cuando el acto debía ser ejecutado como parte de los deberes del magistrado no precisaba refrendo senatorial.
Aunque al principio las decisiones del Senado fueron llamadas Consulis senatusque sententia, más tarde los
dictámenes del Senado dejaron de ser consultivos y adquirieron fuerza, siendo llamados Senatus consultum y
Senatus sententia. El cónsul debía obedecer al Senado, pues en caso contrario podía ser privado de fondos, se
podía nombrar a un dictador o decidir otras medidas que daban preeminencia al Senado sobre los altos
magistrados.
Correspondía al Senado decidir sobre los siguientes asuntos:
Religiosos.
Elección de magistrados extraordinarios.
Resolución de conflictos entre magistrados.
Cuestiones de policía.
Algunos casos criminales que comportaban pena capital, cuando el acusado era perdonado, o era
conmutada su sentencia, o bien era liberado.
Cuestiones militares.
Cuestiones financieras.
Negociaciones con Estados extranjeros y firma de tratados después de la paz. El Senado debía aprobar
los cambios territoriales pactados por los cónsules u otros magistrados con el enemigo.
El Senado era convocado por cualquiera de los magistrados que podían consultarle (principalmente Dictadores,
Cónsules, Prefectos de la ciudad, Pretores, Tribunos de la plebe y después Tribunos con potestad consular). El
convocante presidía la reunión.
La convocatoria se hacía bien públicamente mediante pregones (praecones) o edictos, o bien mediante un aviso a
cada senador (era obligatorio que tuvieran residencia en Roma). A veces, en una reunión se convocaba la
siguiente. Los que no asistían sin justa causa (la asistencia era obligatoria) podían ser sancionados con multa. Las
reuniones se celebraban en edificios públicos, generalmente en el Capitolio (Curia Calabra), el Comitium (Curia
Hostilia luego Curia Julia) o el Templo de Júpiter Capitolino. Los Senadores permanecían sentados y el
presidente ocupaba un lugar central sobre una silla elevada.
Las reuniones no podían coincidir con la celebración de comicios y duraban de sol a sol. Las votaciones debían
celebrarse antes del ocaso.
La sesión se abría con unos sacrificios religiosos para consultar a los auspicios. Los asuntos a tratar eran
determinados por la presidencia, pero los religiosos tenían preferencia.
La decisión del senado cuando reunía las formalidades requeridas y no merecía la intercessio o veto de ningún
magistrado se denominaba senado-consulto,pero si un senador le oponía un veto se llamaba senatus autoritas.
Se define un sanatusconsultum como ―lo que el senado propone y determina‖.
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Desde el punto de vista formal un senatusconsultum es igual que una ley:
Prefacio , con el nombre del magistrado que lo convoque, senadores que intervienen en la redacción,
lugar y fecha.
Relatio o declaración de los motivos y propuesta.
Sentatia o resolucion aprobada.
Y normalmente se conoce con el nombre del senador que lo propone.
Clases de senadores.
Existían diversas categorías de senadores según los cargos que hubieran ocupados con anterioridad, así
senadores consulares, pretorianos etc., los que habían ejercidos magistraturas curules, llevaban sandalias de
purpura y la toga praetexta distitintivo aristocrático de gran importancia política, los demás llevaban la toga
laticlavia.
Se les denominaba los pedarii porque a la hora de realizar las votaciones lo hacían agrupándose por grupos de los
que votaban a favor y en contra y debían de moverse desde su lugar o asiento hasta estar todos juntos los que
emitían el mismo voto.
Era el presidente aquel senador que había convocado el senado, el portavoz se denominaba el princeps, el
primero que se dirigía a la asamblea era el más anciano, aunque esta costumbre cambio con el tiempo.
La forma de funcionar en las sesiones del mismo era con este orden:
1. Exposición por parte del presidente.
2. Este interrogaba senadores en orden de importancia.
2.3.-El pueblo romano. El pueblo romano existía como una entidad jurídica independiente, sus asambleas regulares se
llamaban comicios y tenían capacidad jurídica. Otras reuniones del pueblo eran:
Contiones o asambleas preparatorias de los comicios.
Concilia o asambleas solo de los plebeyos sin los patricios.
Para que los comicios tuvieran entidad y poder debían ser convocados por un magistrado con poder de
convocatoria.
Todo ciudadano debía estar encuadrado en una de estas dos entidades cívicas:
Tribu: Era en el origen un reagrupamiento territorial fijo que se integra en el estado civil y en el
nombre del ciudadano.
Centuria: Estaba determinada por la edad y por la clase censitaria o sea por la fortuna, por lo tanto un
ciudadano podía cambiar de centuria si cambiaba su fortuna.
La actividad del pueblo en esta etapa fue muy participativa. Había cuatro asambleas, que la
comentaremos a continuación:
Comitia curiata
Comitia centuriata
Comicia tributa
Comicia plebis.
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2.3.1.-Comitia curiata.
Fueron las mas antiguas asambleas de ciudadanos romanos (curia=co-viria o reunión de hombres
guerreros),
En las que se dividían las primitivas tribus originarias de Roma ,los rannes los luceres y los titos.
Originalmente cada ciudadano pertenecía a una curia, aunque era difícil que todos los ciudadanos
supieran decir a que tribu pertenecían.
Se convocaba esta asamblea para las siguientes cuestiones:
Cuestiones religiosas.
Cuestiones que afectaban al derecho de gentes:
Nombramientos de algunos sacerdotes
Transferencias de patricios a la plebe.
Testamento que comportaba una adopción.
En el plano político: votar la ley de imperio de magistrados excepto de los censores, con lo que le
otorgaban el máximo poder del derecho de vida y muerte. Durante la republica estos comicios perdieron toda su importancia a favor de los otros comicios.
2.3.2.-Comicia Centuriata.
De carácter eminentemente militar pues se definía la reunión de los comicios centuriados como la todo
el pueblo en armas, patricios y plebeyos, en clases censitarias y en unidades de voto en el interior de
las clases llamadas centurias creadas por Servio Tulio a mediados del siglo VI, como indicamos su fin
era militar pues las centurias se clasificaba por la fortuna y el tipo de armamento que portaban.
Tambien estaban divididas por edad en iuniores,desde 17 a 45 años y los seniores, desde 45 a 60 años.
Estaban sometidos al Senado que eran los que tenían poder de convocatoria.
Cada centuria debía proveer de un cierto numero de ciudadanos al ejercito dependiendo de las centurias
, fue evolucionando con el trascurso del tiempo ,Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso nos lo cuentan en
detalle.
Para Ciceron estas eran las asambleas mas solemnes porque eran soberanos, se votaba agitando
pañuelos rojos en el Janiculo.
Sus prerrogativas eran:
Elegir los magistrados superiores, cónsules, pretores, censores ect, con ius auspiciorum
maius
Legislar .pues era los únicos que podían aprobar leyes validas y obligatorias para todo el
pueblo.
Juzgaban los casos capitales y de manera especial los casos de alta traición.
Pero su papel esencial fue electoral.
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2.3.3.-Comitia tributa.
Fueron adquiriendo mayor poder hacia el fin del periodo republicano.
Sus prerrogativas eran:
Elegían magistrados inferiores (cuestores, ediles y tribunos militares) magistrados de la plebe, diez
tribunos y magistrados extarordinarios, triunviros y decenviros agrarios .
Se presentaban ante ellos las leyes tribunicias.
Por iniciativa de los tribunos se desarrollaban ante ellos los juicios populares.
2.3.4.-Comitia plebis.
Al cambio de constitución la plebe ideo una nueva asamblea donde se discutía todo lo concerniente al pueblo
llano, (plebiscitos de plebe y scire decir), como si de un estado dentro de otro de consideraba.
Según la tradición esta asamblea nació en el 471 a.c., a propuesta del tribuno Plublilio Voleron (citas de Tito
Livio y Dionisio de Halicarnaso para la elección de los tribunos de la plebe que hasta entonces lo habían elegido
en la asamblea curiatas.
Está ordenado por distritos territoriales, según estaba dividida Roma desde el 495 a.c.:
4 tribus urbanas.
16 tribus rusticas, las cuales fueron aumentando según se expandía Roma y que llegó a 35 tribus
rusticas.
Los magistrados de esta asamblea eran plebeyos ,los tribunos de la plebe y los ediles de la plebe
En la época de las luchas patricios –plebeyas existía una asamblea no estatal sol s de los plebeyos que se reunían
solo para elegir a los tribunos de la plebes
Del conciliun plebis estaban excluidos los patricios, a partir del 286 a.c. por la Ley Hortensia las decisiones de
los concilian plebis tuvieron carácter de ley para todo el pueblo.
3.-Situacion social al advenimiento de la republica.
3.1.-Plebeyos
Los autores antiguos dan una definición de los plebeyos muy general: qui gentem non habent, los que
no forman parte de las gentes. En realidad todos los no patricios eran plebeyos. Entre éstos existían, ya
desde época monárquica, situaciones muy diferentes a todos los niveles. Desde la época real se
manifiesta la presencia de individuos extranjeros asentados en Roma, atraídos fundamentalmente por la
prosperidad de la ciudad, fomentada durante la fase de los tres últimos reyes. Muchos de ellos, sin
duda, eran personajes ricos que habían hecho su fortuna en el sector mercantil, incrementado
notablemente en esa época. La reforma de Servio Tulio, basada en el censo, permitió que entraran a
formar parte del ejército hoplítico y de los comicios centuriados, incluso del Senado. Pero, desde los
primeros enfrentamientos patricios-plebeyos, éstos tomaron conciencia de clase, se reconocieron
plebeyos y se coaligaron junto con los sectores más pobres en una lucha que reivindicaba las
aspiraciones de todos ellos. Así, si los plebeyos existieron lógicamente durante la época monárquica,
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sólo a comienzos de la República se constituyen como grupo organizado en el que todos reconocían un
elemento común: su no pertenencia al patriciado, al margen de su fortuna o su pobreza. Hubo, por
supuesto, excepciones. La historia nos descubre a personajes no patricios que mantuvieron una actitud
abiertamente antiplebeya, como es el caso de Coriolano, que actuó como defensor a ultranza de los privilegios
patricios. Pero este tipo de comportamiento entre elementos desclasados ha existido siempre.
Entre los plebeyos habría también que incluir a otro sector social que aparece mencionado en las leyes de las XII
Tablas, es el de los proletarii, que serían el elemento más marginal o inferior de la población romana.
Con todo, el hecho de que estas gentes no patricias se vieran marginadas y carecieran de ciertos
derechos civiles (por ejemplo carecían de derecho a votar), fue consecuencia de múltiples
enfrentamientos patricios-plebeyos, haciendo que fueran tomando conciencia de clase, que ellos
mismos se reconocieran plebeyos, se coaligaran sin tener en cuenta el nivel de riqueza y se unieran en
una lucha reivindicativa de las aspiraciones de todos ellos. Pero sólo al comienzo de la República es
cuando se constituyen como un grupo organizado en el que todos reconocían un elemento común: su no
pertenencia al patriciado, al margen de su fortuna o su pobreza. A ellos se les une otro sector social, el
de los proletarios (proletarii), el elemento más marginal o inferior de la población romana.
En resumen, la composición social de la clase plebeya podemos decir que estuvo constituida por:
personajes influyentes y ricos vinculados al ejército; los plebeyos adsidui, es decir, los que poseían
bienes; y los proletarii que no poseían nada -entre los que se encontraban los libertos, es decir los
esclavos emancipados, bien por decisión testamentaria de sus dueños, por méritos contraídos durante su
período de esclavitud o por haber comprado su libertad-.
En el siglo IV a. C. se producen las primeras sublevaciones de la plebe reclamando más derechos civiles, siendo
así que, espoleados por la presión de la plebe, los patricios romanos elaboran un sofisticado código legal, la ley
de las doce tablas, que a grandes rasgos, son herederas nuestras actuales leyes, con el fin de acallar las protestas
del pueblo. Además, la plebe consigue tener representantes (tribunos de la plebe) con poderes para garantizar sus
derechos frente a la clase dominante.
Tenemos que comprender que los plebeyos han dado un primer salto hacia la igualdad con los patricios, con la
nueva constitución y será el primer escalón para conseguir mayores cota de participación, pero aun los patricios
controlan todo el poder.
3.2.-Patricios
Los patricios conformaban una clase romana formada inicialmente por el padre de familia (Pater familias) o
bien por hijo de padre de familia vinculado a la obediencia paterna (los hijos varones no alcanzaban la condición
de padre de familia hasta que el padre moría y se independizaban, pero se daba por descontado que alcanzarían
esta condición). Se les llamaba también Patres.
Estos Patres y sus descendientes que componen las personas de las treinta curias primitivas forman la clase de
los patricios, «patricii». Ellos constituyen una nobleza de raza y ellos solos participan del gobierno del Estado y
gozan de todos los privilegios del ciudadano romano.
Eran los descendientes de las familias más antiguas de la ciudad. Constituían la clase aristocrática y formaban el
verdadero pueblo romano. Eran considerados superiores al resto de los habitantes, gozaban de todos los
derechos, poseían tierras y eran los llamados a formar parte del ejército romano, la Legió
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Como se ha comentado los patricios han dado ciertas ventajas y mejoras en las ventajas sociales y
políticas a la plebe pero ellos continúan controlando el poder, se habían retenido el derecho admitir o
rechazar la decisiones y el senado se conservaba como una cámara alta frente a los comicios, consiguen
no detener pero sí ralentizar la mejoras sociales y políticas. El cónsul era patricio y no dejaba de
proteger a su casta y no dejaba de pertenecer a ella, volviendo a esta cuando terminaba su mandato, y si
por algún momento se olvidaba de ello y protegía a la plebe se veía coaccionado por la clase sacerdotal
y senatorial que podría llegar a imponerle un dictador.
Un gran inconveniente que presentaba el consulado era que su duración era muy corta para llegar a
poder controlar y dominar el poder, mientras que el senado con su carácter vitalicio tenía esa ventaja de
permanecer en el tiempo y controlar el poder.
El senado controla las finanzas, pues son ellos los encargados de permitir el uso de las reservas del
tesoro para los gastos públicos, en suma el patriciado a través del senado se había apropiado del
gobierno del estado, aun cuando algunos plebeyos formaban parte del senado su función era secundaria
y además como los cónsules revisaba a estos cada cuatro años podían eliminar a los que consideraban
que no les hacia el juego a los patricios.
3.3.-Reivindicaciones plebeyas
Ateniéndonos a la composición social del movimiento plebeyo, que incluía tanto a personajes influyentes y ricos
pertenecientes al ejército hoplítico como a los plebeyos adsidui (que poseían bienes) y a los proletarii (que no
poseían nada), el programa de sus reivindicaciones incluía tanto las aspiraciones al poder supremo de unos como
la atención a las necesidades más elementales de otros. Este programa se centró principalmente en tres objetivos:
-La admisión regular de los plebeyos en todas las magistraturas y en los sacerdocios.
-La redistribución de las tierras públicas.
-La abolición de la servidumbre por deudas.
Respecto al primer punto, éste se logró a partir de 366 a.C. aun cuando el primer plebeyo que aparece como
Pontifex Maximus corresponde al 300 a.C. Como veremos la utilización de la religión por parte de los patricios
fue una de sus armas más eficaces.
La cuestión agraria, el que la tierra estuviera casi exclusivamente controlada por las gents y por sus
clientes, fue probablemente el principal caballo de batalla para la mayoría de los plebeyos. Se sabe que
durante esta época hubo carestías que obligaron a los romanos a buscar trigo en Etruria, Campania y Sicilia y
que ya en el 492 a.C. hubo frumentationes públicas, esto es, reparto gratuito de trigo a la plebe de Roma
acuciada por el hambre, lo que indica la profundidad de la crisis económica.
El ager publicus o tierras del Estado ocupadas por los patricios en virtud de un derecho de ocupación nunca
legal pero que funcionaba de facto desde épocas remotas, en cierto modo fue más o menos respetado por los
plebeyos, tal vez por el convencimiento de que, si bien estas tierras podían ser devueltas, en teoría, a la
comunidad mediante decisión de la Asamblea Centuriada, ésta, integrada mayoritariamente por los propios
poseedores de tierras, nunca tomaría la iniciativa. Son las nuevas tierras adquiridas por la ciudad las que
fundamentalmente reclamaba la plebe. Nacen exigencias de mayor participación en las ventajas de la guerra.
Pero no parece que haya habido un gran aumento territorial hasta la conquista de Veyes en el 396 a.C. Los
romanos -y los latinos en general- hicieron poco más que defender su territorio contra los sabinos y, sobre todo,
Historia de Roma
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contra los ecuos y los volscos, si exceptuamos la conquista de Fidenas en el 426 a.C. y la probable conquista (o
reconquista) de Terracina en el 406. Sólo la conquista de Veyes, cuya extensión era de más de 1.500 Km2,
supuso un aumento enorme del territorio romano. Aunque no sabemos cuánta tierra adquirida por Roma con la
anexión de este territorio fue destinada a incrementar las posesiones de los patricios, lo cierto es que la parte del
territorio de esta ciudad dividida y asignada fue tan importante que permitió a todos los ciudadanos romanos la
propiedad de un nuevo modelo de unidad fondiaria constituida por siete yugadas. (una yugada era lo que podía
arar un campesino en un dia).
El confiscado a Veyes (y despoblado, puesto que los vencidos fueron masacrados o reducidos a esclavitud) se
reagrupó en cuatro nuevas tribus: la Sabatina, la Stelatina, la Arnensis y la Trornentina. El total de la tribus
romanas pasó entonces a 25. La unidad de siete yugadas determina el modelo del pequeño propietario. La Lex
Licinia de modo agrorum consolidó, a comienzos del siglo IV a.C., este modelo y reglamentó,
fundamentalmente, el reparto de las nuevas tierras conquistadas y por conquistar, más que la asignación de las
parcelas del ager publicus ocupadas por los patricios. Con razón, muchos historiadores ven en esta ley el motor
que impulsó a partir de entonces el expansionismo romano.
Relacionada con el problema agrario está la edificación en el 493 a.C. del templo de Ceres, situado fuera del
pomerium de la ciudad y que se constituyó en el centro político-religioso de la plebe romana. La construcción de
este templo debió ser iniciativa de los magistrados plebeyos (tribunos y ediles), creados por la plebe en el 494
a.C., y representa la afirmación de una conciencia y de una organización plebeya que reclama incluso la
existencia de unos cultos propios y ajenos al patriciado.
Respecto a la tercera de las reivindicaciones plebeyas, la referida a la abolición de la servidumbre por
deudas, ésta afectaba lógicamente al sector más pobre de la plebe y a los proletarii. La abolición de tal práctica
parece que se logró en el año 326 a.C. con la llamada Lex Poetelia Papiria, que alude al nombre de los dos
cónsules de aquel año que promulgaron la ley. No obstante, con anterioridad a esta ley, se intentó obligar durante
los siglos V y IV a.C. a que se impusieran los intereses legales para el cobro de las deudas (establecidos en la ley
de las XII Tablas y que eran muy severos), esto es, impedir la usura generalizada y dar a los deudores
facilidades, permitiéndoles el pago escalonado en varios plazos.
A estas reivindicaciones habría que añadir otras subordinadas o que se fueron planteando a medida que la
plebe consolidaba su organización: así, por ejemplo, el derecho de connubium que posibilitara los
matrimonios entre plebeyos y patricios o la codificación de las leyes escritas.
La estrategia de los plebeyos demostró ser extremadamente eficiente y se estableció en varios planos:
-Como era imposible plantear sus demandas en deliberaciones hostiles a los patricios, tanto en el Senado como
en los Comicios Centuriados, puesto que ambas instituciones estaban controladas por ellos, procedieron a la
creación de un estado paralelo, esto es, a la elección de su propia asamblea y de sus propios representantes,
los tribunos de la plebe.
-Puesto que las vicisitudes políticas de Roma durante los siglos V y IV a.C. transcurrían entre constantes
amenazas para la integridad del Estado por parte de sus hostiles vecinos, lo que presuponía no sólo la
movilización del ejército, sino también la movilización de las tropas auxiliares, los plebeyos recurrieron
frecuentemente al amotinamiento o a la deserción como arma de presión.
La situación de Roma durante esta época es un juego de alianzas cambiantes y coyunturales. Ante el peligro
exterior se requiere la unión de patricios y plebeyos aun a costa de concesiones por parte de los primeros; ante la
amenaza plebeya se refuerza la solidaridad de clase patricia; ante la ofensiva patricia, la alianza de los plebeyos
ricos con los plebeyos desfavorecidos. Tal es el cuadro en el que se mueve el enfrentamiento patricio-plebeyo.
Historia de Roma
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La plebe se construye un templo, posiblemente en el Aventino , para honrar y darle culto a una triada paralela ala
capitolina solo par los plebeyos,
Triada plebeya de Dioses Ceres , Liber y Libera
En la mitología romana Ceres (de la raíz protoindoeuropea ker, ‗crecer‘) era la diosa de la agricultura,
las cosechas y la fecundidad. Su equivalente en la mitología griega era Deméter.
1 Mito 2 Culto 3 Representaciones
Mito
Ceres era hija de Saturno y Ops, esposa y hermana de Júpiter, madre de Proserpina y hermana de Juno,
Vesta, Neptuno y Plutón.
Enseñó a los hombres el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el
trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la
agricultura. Su hermano Júpiter, prendado de su belleza, engendró con
ella a Proserpina (asimilada a Perséfone en la mitología griega). También
Neptuno se enamoró de ella, y para escapar de éste Ceres se transformó en
yegua, pero el dios se dio cuenta y se transformó a su vez en caballo, siendo así
Ceres madre del caballo Arión.
Ceres era también la patrona de Enna (Sicilia). Según la leyenda, rogó a Júpiter
que Sicilia fuese ubicada en los cielos. El resultado, debido a que la isla tiene
forma triangular, fue la constelación Triangulum, uno de cuyos nombre
antiguos fue «Sicilia».
Tenía doce dioses menores que la ayudaban y estaban a cargo de los aspectos
específicos de la agricultura: Vervactor, que transforma la tierra en barbecho; Reparator, que la prepara;
Imporcitor (del latín imporcare, ‗hacer surcos‘), que la ara en anchos surcos; Insitor, que siembra; Obarator, que
ara la superficie; Occator, que la escarifica; Sarritor, que la escarda; Subruncinator, que la clarea; Messor, que
cosecha; Conuector, que transporta lo cosechado; Conditor, que lo almacena; y Promitor, que lo distribuye.1
Culto
Los habitantes de Sicilia, vecinos del volcán Etna, conmemoraban anualmente la salida de Ceres a sus largos
viajes corriendo por la noche con antorchas encendidas y dando grandes gritos.
En Grecia eran numerosas las Demetrias, fiestas de Deméter, la diosa equivalente a Ceres. Los más curiosos eran
indudablemente aquellos en los que los seguidores de la diosa se fustigaban unos a otros con látigos hechos de
corteza de árboles. Atenas tenía dos fiestas solemnes en honor de Démeter: una llamada Eleusinia y otra,
Tesmoforia. Se decía que fueron instituidas por Triptólemo. Se sacrificaban cerdos, debido a los daños que
causaban a los frutos de la tierra, y se hacían libaciones de vino dulce.
Historia de Roma
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Los romanos adoptaron a Ceres en 496 a. C. durante una devastadora hambruna, cuando los Libros Sibilinos
aconsejaron la adopción de su equivalente griega Deméter, junto con Core (Perséfone) y Yaco (posiblemente
Dioniso). Ceres era personificada y honrada por las mujeres con rituales secretos en las Ambarvalia, fiestas
celebradas en mayo con procesiones en las que las romanas vestían el blanco propio de los hombres, quienes
eran simples espectadores. Se creía que estas fiestas, para agradar a la diosa, no debían ser celebradas por gente
de luto, razón por la que no se celebraron el año de la batalla de Cannas.
Se erigió un templo a Ceres en el monte Aventino de Roma. Su principal festividad era la Cerealia o Ludi
Ceriales (‘juegos de Ceres’), instituidos el siglo III a. C. y celebrados anualmente del 12 al 19 de abril. El
culto a Ceres pasó a estar especialmente relacionado con las clases plebeyas, que dominaban el comercio
de grano. Se sabe poco de los rituales de este culto, siendo una de las pocas costumbres que fueron
registradas la peculiar práctica de atar ascuas ardiento a las colas de zorros que entonces se soltaban en el
Circo Máximo.
Además del cerdo, la cerda o la jabalina, Ceres admitía también el carnero como sacrificio. En sus
festividades, las guirnaldas usadas eran de mirto o narciso, pero las flores estaban prohibidas, porque
fue recogiendo flores como Proserpina fue raptada por Plutón. Únicamente le estaba consagrada la
amapola, no sólo porque crece entre el trigo sino también porque Júpiter se la hizo comer para
provocarle sueño y así alguna tregua a su dolor.
En Creta, Sicilia, Lacedemonia y varias otras ciudades del Peloponeso se celebraban periódicamente los
Eleusinos o misterios de Ceres, si bien eran los de Eleusis los más famosos. De aquí pasaron en Roma, donde
subsistieron hasta el reinado de Teodosio. Estos misterios se dividían en grandes y pequeños. Los pequeños eran
una preparación a los grandes que se celebraban cerca de Atenas, en la ribera del Iliso. Conferían una especie de
noviciado. Tras un determinado plazo de tiempo más o menos largo, se iniciaba al principiante a los grandes
misterios, en el templo de Eleusis. Las fiestas de Eleusis duraban nueve días, cada año, en el mes de septiembre,
días en los que se cerraban los tribunales. Los atenienses hacían iniciar a sus hijos en los misterios eleusinos
desde la cuna. Estaba prohibido, incluso a las mujeres, hacerse conducir al templo en coche o en carro. Los
iniciados se consideraban bajo la tutela y la protección de Ceres, por lo que se esperaba de ellos una felicidad sin
límites.
Representaciones
Ceres se representa habitualmente con el aspecto de una mujer hermosa, de estatura majestuosa y de tez
coloreado, con la mirada lánguidos y el cabello rubio cayendo en desorden sobre sus hombros.
Además de una corona de espigas de trigo, lleva una diadema muy alta. A veces está coronada con una guirnalda
de espigas o amapolas, símbolo de la fecundidad. Tiene unos pechos grandes y porta un haz de espigas en la
mano derecha y una antorcha encendida en la izquierda. Su túnica le llega hasta sobre los pies, y a menudo lleva
un velo echado hacia atrás. A veces le dan un cetro o una hoz: dos pequeños niños, pegados a su seno y llevando
cada uno un cuerno de la abundancia, señalan suficientemente a la nodriza del género humano. Lleva un paño de
color amarillo, el color del trigo maduro.
Dios Liber Pater
Liber Pater era el dios que daba nombre a la fiesta que se celebraba el día 17 de marzo, las Liberalial.
El culto a Liber, como a cualquier otra divinidad, se manifestaba en un conjuntode ritos. El análisis de los
componentes de este culto nos permite aislar los conceptos fundamentales de la religiosidad de los romanos
hacia el dios, examinando sus características y las principales expresiones de su actuación cultual. Desde este
punto de vista, toda religión es tradición articulada en estructuras simbólicas que adquieren su pleno sentido
cuando se relacionan entre Si.En el caso de la religiosidad profesada hacia Liber Pater estamos ante uno de los
llamados rituales del ámbito productivo y reproductivo. En relación con este ámbito se celebraban en Roma,
Historia de Roma
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desde época antigua, toda una serie de rituales para propiciar la fertilidad del territorio y la continuidad de la
sociedad.
Tratándose de un culto agrícola y campesino suponemos que la presencia de esta divinidad itálica se insertaría en
invocaciones que ya existirían en época prerromana.
Se debe a Roma la específica introducción de Liber Pater en el panteón nacionalitálico, formando la tríada de las
divinidades agrícolas con Ceres y Libera. De la misma manera que Ceres era la divinidad que proporcionaba
los frutos secos, Liber era considerado no sólo el inventor de la viña, sino también el que proporcionaba los
frutos húmedos, de ahí su carácter de dios vivificador.
La instauración del culto de la tríada en el Aventino se produjo en el año 496 a.c. por A. Postumius , a raíz de
una epidemia de peste en Roma y de la consiguiente consulta de los libros sibilinos. Esta tríada, terrestre y
plebeya se oponía claramente a la celeste y patricia del Capitolio.
Evidentemente, la nueva tríada agraria Ceres, Liber y Libera encuentrasus paralelos griegos en Démeter,
Dioniso y Coré. Liber, al que se denominará osteriormente Liber Pater, se asimilará así a Dioniso Baco
adoptando todos sus rasgos visuales.
Por ello, es difícil reconstruir un itinerario completo sobre el nombre del dios, sus atributos principales, las
fiestas en su honor, ceremoniales y ritos propios.Un acto importante que se desarrollaba el día de las Liberalia
era el rito de paso de la niñez a la juventud. Los jóvenes entre los 13 y los 18 años dejaban este día la toga
pretexta par a asumir la viril. Este acto se entendía desde la convicción de que el hombre, en esos momentos de
cambio,no puede actuar solo, sino que necesita el apoyo y la compañía de fuerzas superiores. Son momentos de
crisis en los que se manifiesta la debilidad humana y la fortaleza de la realidad divina
Libera: Diosa de la fertilidad de las viñas.
4.-Luchas patricios-plebeyos.
La situación romana en el primer cuarto del siglo IVa.c. tiene dos vertientes:
Situación exterior, resumida en dos cuestiones:
El problema de la supervivencia de Roma en relación con los pueblos vecinos, razias,
enfrentamientos quema de cosechas.
La caída del mundo etrusco y la repercusión sobre los intercambios comerciales.
Situación interior, caracterizada por:
La búsqueda de la igualdad de derechos entre las clases sociales.
Fuertes reivindicaciones sociales de los más desfavorecidos, que motiva violentos
enfrentamientos.
Contradicciones entre los intereses de los patricios y plebeyos.
Todo ello en medio de una fuerte crisis económica por la falta de grano e interrupción del
comercio con Etruria.
La búsqueda de la igualdad.
La sociedad republicana se configuraba como legado de la etapa monárquica en varias clases sociales:
La elite
La burguesía
El pueblo llano
Historia de Roma
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La elite, a su vez la componen dos estamentos, los nobiles que eran los descendientes de la primeras familias
escogidas por Rómulo y que formaban los patres y que sus antepasados habian desempeñado magistraturas
curules. A estos le seguían los equites o caballeros que denominaban a los que podían poseer un caballo signo de
riqueza.
La burguesía dividida a su vez en alta y baja según el grado de riqueza, formada por los comerciantes
navegadores, publicanos. De entre estos ciudadanos nace una nueva aristocracia que tiene acceso al senado y
participa en la política pero con restricciones eran considerados senadores de segundo orden pero por algo se
comienza a participar, pero esta nueva clase va a ser el soporte de los plebeyos de menor estrato social y en ellos
se apoyaran esta nuevas clase para ir consiguiendo cada vez mayores cota de poder.
Finalmente la plebe ínfima sin medios y muchas veces sin trabajo.
Tras la dominación etrusca los romanos habían sacado una profunda lección, o se hacían mas fuertes que sus
vecinos y se expandían o sino serian a su vez conquistados y esclavizados.
Así al heredar la republica heredaron una política exterior y extendieron su territorio conquistando Caere y
Veyes ciudades vecinas etruscas.
La transición a la republica exigió que se cambiara las relaciones entre el patriciado y el pueblo que exigió las
reivindicaciones de participación en las elecciones ,en las magistraturas y sobre todo el gran avance dado por la
elección de los tribunos de la plebe y las características de control que ejercieron estos magistrado en defensa de
los derechos de los mas desfavorecidos ,de todos modos esto fortaleció a la republica y fue el punto de partida
para conseguir la evolución del poder de Roma.
Desarrollo del conflicto.
La tradición nos ha dejado de este conflicto un relato bastante confuso y en ocasiones sospechosamente parcial.
El movimiento plebeyo aparece en cualquier caso eficazmente organizado y dirigido por sus tribunos.
Entre ellos, destacan:
El tribuno Icilio, que promulgo el plebiscito del 492 a.C, en virtud del cual se garantizaban las prerrogativas
de los tribunos.
El tribunado no arregló la situación social en la sociedad romana, eran continuas las luchas tanto dialéctica con
físicas ,muchas familias abandonan la ciudad, ,la nobleza intenta disminuir la fuera de los tribunos ,los tribunos
socavar el poder de los cónsules, incluyo aquí un suceso anecdótico que refleja esta tensión , sucedió con un
patricio de noble abolengo Cayo Marció apodado mas tarde Coriolano ,pues se distinguió como un gran jefe del
ejercito pues en una de la múltiples batallas de Roma conquistó la ciudad de Coriolis de ahí su apodo ; pues bien
este patricio intento suspender la venta del grano a la plebe para que estos se vieran forzados a ceder el
tribunado, no obstante los tribunos de la plebe ejerciera su poder para impedirlo y lograr que fuera desterrado de
Roma , este patricio se refugió en una ciudad de los volscos y se puso al frente de un ejercito contra ROMA,
arrasó el territorio de Roma y puso sitio a la ciudad ,el senado le mandó una misión para intentar la paz pero no
hizo ni caso ,al fin una misión donde forman parte su mujer su hijo y sobre todo su madre ,le convencieron para
que desistiera del sitio de Roma recordándole que era romano y que iba a destruir todo por lo que antaño había
luchado, desistió pues y se dice que agobiado por las dos traiciones cometida se quitó la vida tiempo después.
Otro episodio que se dio en el 486 a.c.enmarca esta lucha y tensiones la historia del patricio Espurio Casio,el
cual brillaba en nobleza e ilustración fue tres veces cónsul la tercera en 486 a.c.presentó una ley ante el pueblo
para censar todas las tierras, dando parte al tesoro al estado y el resto para repartir entre los mas necesitados de
Historia de Roma
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Roma , queriendo acabar así con el uso de las tierras comunes por parte solo de la nobleza y acabar con las
ocupaciones por de los mismos, pero la nobleza se levantó todo a una, también los plebeyos ricos y parte de los
plebeyos pues en este reparto de tierra también entraba los aliados de Roma, fue acusado y murió , quedando
aparcada la reforma de la ley agraria.
Espurio Casio
Ejecución de Espurio Casio
Domenico Beccafumi
Sala del Concistoro.Palazzo Pubblico,Siena
Espurio Casio Vecelino (en latín Spurius Cassius Vecellinus) militar y político romano, tres veces cónsul y
autor de la primera ley de reforma agraria. En su primer consulado (502 a. C.) derrotó a los Sabinos; en su
segundo (ca. 491) restauró la Liga Latina, además de dedicar el templo de Ceres en el Circo. En su tercer
consulado (ca. 486), Espurio Casio hizo un pacto con los recién conquistados hernicios (en latín hernici).
Los informes sobre su reforma agraria son confusos y contradictorios; está claro, sin embargo, que había sido
diseñado con la intención de beneficiar a los necesitados plebeyos. Por esto recibió la oposición de los patricios y
los plebeyos de más recursos (que eventualmente conformaban la clase de los equites o «caballeros», así
llamados por el privilegio de presentarse montando a caballo en tiempo de guerra). Casio fue puesto en juicio y
condenado por la gente bajo la excusa de buscar poder monárquico,1 la sentencia fue ejecutada por los quaestores
parricidii, lanzando Espurio Casio desde lo alto de la Roca Tarpeya.2 En otro informe se dice que fue condenado
a morir a manos de su propio padre, quien vio su propuesta como una amenaza a los intereses patricios. De
acuerdo con Livio, su propuesta fue recibida por ambas partes del espectro social con muchas reservas.
Algunos historiadores, como es el caso de Mommsen (Romische Forschungen ii), sostienen que la historia entera
es una fabricación posterior probablemente basada en las propuestas agrarias de los hermanos Graco y de Mario
Livio Druso (latín 'Marius Livius Drusus), quienes buscaron atribuir tierras públicas con el resto de la población
latina. El nombre Casio siguió en uso por la mayor parte de la República, aunque nunca más relacionado a la
clase de los patricios.
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El tribuno Publio Volerón que, en el 471 a.C., reglamentó mediante plebiscito la organización de la asamblea
plebeya o Concilia plebis, en virtud del cual las decisiones aprobadas por esta asamblea eran aceptadas y
válidas para los plebeyos al margen del Estado romano.
En el 449 a.c. las leyes aprobadas en los plesbicitos debían ser ratificadas por el senado por la ley Valeria
Horacia
El tribuno Canuleyo, que consiguió que el gobierno patricio aceptara en el 445 a.C. el derecho de connubiam,
la validez legal de los matrimonios entre patricios y plebeyos.
Canuleyo propuso dos medidas:
-Abolición de prohibición de matrimonios mixtos, se consiguió con la aprobación de la lex Canuleia en 445.
-Que uno de los dos cónsules de Roma fuera plebeyo: no se consiguió su aprobación pero los patricios
accedieron a que los tribunos militares fueran investidos con poder consular, independientemente de su origen
patricio o plebeyo, serán los tribuna militum consulari potestate 445-367.
Estos tribunos militares con poder y que serán seis igual a los tribunos consulares se elegían por los comicios
centuriatos su mandato será por una año, se abre así el camino hacia las magistraturas superiores. Pero la nobleza
continúa amarrada a sus tradiciones y no permite que se otorgue cargo de magistratura curul a quien no tenga
antecesores con este rango.
La nobleza va creando dificultades para disminuir y retener poderes en el 445 .a.c. instituye un nuevo cargo el
de censor, con ello resta poderes al cónsul, que deja de tener la responsabilidad de fijar los presupuestos,
realizar el censo, el cargo tiene una duración máxima de 18 meses, pero normalmente este dura cinco años y
terminan con un acto religioso de termino llamado lustro.
Una función muy importante de este cargo que inicialmente es solo para los patricios, es la de renovar y
actualiza las lista de los senadores, teniendo así al potestad de eliminar del cargo los que a su juicio no sean de su
parecer y sustituirlo por otros mas afines a sus objetivos.
En el año 421 a.c. se instituye un nuevo cargo solo para patricios también el cargo de cuestor, eran cuatro dos
los nombran los cónsules y otros dos los comicio tributo, dos administran el tesoro publico y dos son los
pagadores del ejercito, los cuatro eran nombrados de los patricios, no obstante los plebeyos consigen que estos
dos eran funciones militare fueran nombrados de entre los plebeyos.
El movimiento plebeyo no era una masa homogénea, sino una agrupación de hombres ricos privados de poder
político e individuos privados de poder político y medios de vida. Parece evidente que dentro de la plebe fueron
los primeros quienes utilizaron la fuerza del conjunto en beneficio propio y quienes a lo largo del proceso fueron
coaligándose con el sector patricio más flexible. La nueva etapa republicana del siglo III a.C., la llamada
República patricio-plebeya, define claramente quiénes fueron los ganadores. Se logró la paridad política, pero
no se soluciono totalmente el problema del reparto de tierras ni, pese a la constante acumulación de leyes y
plebiscitos, el problema de los deudores insolventes.
Hay que distinguir dos etapas durante el conflicto:
la primera abarcaría la primera mitad del siglo V, época en la que el movimiento plebeyo se constituyó
en un Estado dentro de otro Estado;
la segunda a partir de mediados del siglo V, cuando ya se había conseguido introducir a plebeyos en
algunas magistraturas -como la cuestura- y, sobre todo, se había logrado la validez de los matrimonios.
Historia de Roma
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Desde este momento se desencadenó un proceso durante el cual las instituciones plebeyas perdieron su inicial
carácter revolucionario y fueron asimilándose a las estructuras republicanas. Los jefes de la plebe pasaron a
formar parte del gobierno de la ciudad y el matrimonio con los patricios formó una red de parentescos e intereses
comunes entre ambos órdenes.
Esta victoria plebeya lograda por el plebiscito Canuleyo es sumamente significativa y, en cierto modo, sentencia
ya anticipadamente la victoria de la plebe o, para ser más exactos, de un sector de la plebe. El patriciado ya
desde el más antiguo período monárquico, se consideraba único depositario de los auspicios, o los ritos que
permitían conocer e interpretar la voluntad de los dioses a los que consultaban, tanto al comienzo del desempeño
de una magistratura como ante una guerra o cualquier otra decisión importante. Por consiguiente, quien no
poseyera el poder de cumplir estos ritos o ceremonias estaba totalmente incapacitado para desempeñar la
suprema magistratura. Pero los auspicios se transmitían de padres a hijos, de modo que, después del plebiscito
Canuleyo, resultaba muy difícil negar que los hijos de estos matrimonios habían heredado la capacidad de tomar
los auspicios y, por tanto, de poder ocupar las supremas magistraturas. La base ideológica sobre la que se
asentaba el poder patricio, había sido derrumbada. A Tito Livio esta cuestión le planteaba problemas y concluye
que, ciertamente, esos hijos nacidos de un patricio y una plebeya o viceversa "no habrían sabido decir a qué
sangre pertenecen, ni de qué ritos eran titulares".
Otro triunfo decisivo fue la promulgación, entre el 451 y el 449 a.C. de las Leyes de las XII Tablas. A partir
de entonces, se puede afirmar que, pese a los todavía frecuentes espasmos de violencia y compromisos
sucesivos, la existencia y la integridad del Estado romano estaba salvaguardada.
Desde el 494 a.C. los plebeyos se reunían en asambleas (Concilia) distintas a las constitucionales (los Comicios).
En estas asambleas adoptaban decisiones, plebiscitos (de plebei scita = resoluciones de la plebe) que, aún
careciendo de valor legal, tenían para los plebeyos un valor decisivo. Por lo mismo, los jefes que ellos elegían,
los tribunos, aun cuando fuesen simples ciudadanos sin otra consideración legal, en la práctica eran respetados y
defendidos por sus electores. Los plebeyos les habían conferido un carácter de inviolabilidad, otorgado por un
procedimiento arcaico (la lex sacrata) que declaraba sacer, maldito, a quien ofendiera a un tribuno. Además,
pronto poseyeron dos instrumentos de actuación: el auxilium, derecho a defender a la plebe frente a los
magistrados, y la intercessio, derecho de veto frente a cualquier poder estatal.
Así, tanto las asambleas de la plebe como sus tribunos fueron adquiriendo un poder sustancial, aunque no legal,
en virtud de su importancia en el seno de la ciudad. Las acciones judiciales de esta asamblea plebeya debían ser
en ocasiones temibles, ya que en las leyes de las XII Tablas se prohibía que se hicieran juicios capitales fuera de
los Comicios Centuriados, lo que equivalía a prohibir que los Concilia plebis pronunciasen tales sentencias.
La primera secesión de la plebe tuvo lugar en el año 493 a.C.
La tradición presenta los hechos de esta manera: como Roma se encontraba en grave peligro a raíz de las
agresiones de los pueblos vecinos, el gobierno patricio prometió a los plebeyos reducciones sobre sus deudas, a
fin de incorporarlos al ejército y defender la ciudad. Los invasores son rechazados y los plebeyos esperan lo
prometido, pero el patriciado no cumple sus promesas. Guiados por los tribunos, abandonan la ciudad y declaran
solemnemente que van a fundar una ciudad propia sobre el Monte Sagrado -el Aventino tal vez-. Esta secesión
planteaba a los patricios dos problemas que ponían directamente en peligro su existencia y la de la propia ciudad.
El primero, la indefensión de Roma frente a los enemigos, el segundo, el peligro de que se creara una comunidad
independiente a las puertas de Roma, lo que habría conducido inevitablemente a la guerra civil. Que la plebe
hubiera tenido realmente esta intención no parece muy probable. Más bien podemos suponer que se trató de un
arma de presión que, por cierto, utilizó en varias ocasiones.
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De esta primera secesión, los plebeyos consiguieron que el patriciado reconociera a los tribunos de la plebe
las dos importantes facultades a las que antes nos referimos: el auxilium o derecho a defender a la plebe frente a
los magistrados y el derecho de intercessio o derecho de veto a cualquier acción emprendida por un magistrado
contra un plebeyo.
Posteriormente, en el año 471 a.C., se logró mediante nuevas presiones el reconocimiento de los plebiscitos:
las deliberaciones de las asambleas plebeyas tenían la consideración de leyes para todo el Estado, aunque con
una utilización muy restrictiva. Este reconocimiento estaba subordinado al previo dictamen del Senado, al cual
correspondería declarar si éstas eran constitucionalmente admisibles o no. Ciertamente esta intervención
suprimía a priori buena parte del éxito, pero implicaba, en contrapartida, el reconocimiento de otra asamblea -la
de los plebeyos- distinta a los Comicios Centuriados, que poseía igualmente facultades de deliberación.
Para retardar y entorpecer los avances de lo conseguido por la plebe los patricios se agarran al la interposición de
la clase sacerdotal y la tradición de tamizar las decisiones tomando cuenta de los auspicios que reflejan las
consultas constantes sobre si las sucesivas decisiones politicas se atenían las consultas favorables que los
sacerdotes hacen a los dioses , y por otro lado tomando para su clase los cargos de la alta clase sacerdotal que fue
el ultimo poder que soltaron los patricios.
Y aunque desde el año 445 se podía elegir de la plebe cuestor y tribuno militar no sale elegido al primer
cuestor y el primer tribuno de la plebe, hasta el año 409 a.c.
De este enfrentamiento casi continuo destacamos un echo que se da entre el patricio Marco Manlio de alta
nobleza defensor del Capitolio que levantó su poder a favor de los oprimidos ,viendo un soldado que había
peleado a su lado a punto de ser esclavizado por no poder pagar sus deudas por motivos agrarios pagó de su
dinero las deudas y vendió todo su patrimonio para no dejar caer a ningún otro por esta causa , el general Marco
Furio Camilo cónsul, le acuso ante la asamblea de querer que lo proclamaran rey y fue condenado y entregado al
verdugo.(384 a.c.).
Los nobles intrigan todo lo que pueden.
Tras diez años de debate se aprobaron las leyes Licinia-Sextia conocidas por el nombre de los tribunos
Año 367 los tribunos de la plebe Cneo Licinio Estolon y Lucio Sextio Laterano lograron la aprobación de
varias leyes que satisfacen varias reivindicaciones plebeyas:
Prohibición de ocupar mas de 500 iugeda(126 ha.) de ager publicus con objeto de facilitar el reparto de
tierras entre plebeyos.
Los propietarios de fundus deberán contratar un numero igual de braseros como de esclavos tengan.
El pago de las deudas se dulcificó.
Facilidades para el pago de deudas: las personas endeudadas podrían restar de las cantidades debidas los
intereses ya pagados y devolver el resto del capital al prestamista a plazos durante un periodo máximo de
tres años.
Se restauraba el consulado como máxima magistratura del estado y se establecía que uno de los dos
cónsules de Roma fuera siempre plebeyo.
La entrada de un plebeyo en el orden sacerdotal, en el de los decenviros sagrados encargados de la
custodia de los oráculos sibelinos.
Se limita el numero de bueyes (1000 cabezas), y carneros(500 cabezas), que se pueden llevar a pastar a
los terrenos comunes
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El cónsul patricio Marco Furio Camilo mandó edificar el templo de la Concordia sobre un puente edificado en el
Comicio para conmemorar este acontecimiento.
Fue elegido el primer cónsul plebeyo en la persona del tribuno Lucio Sextio Laterano.
Aunque una mayoría de patricios aceptan las nuevas leyes otros siguen obstinados en no obedecerla, intentan
nombrar dos consules patricios pero la plebe amenaza con nombrar dos plebeyos.
Esta ultimas leyes provoco una reacción por parte de los patricios quienes crearon dos nuevas magistraturas
curules: Pretura urbana: administra justicia en la ciudad de Roma. Edilidad curul: vigilancia y orden,
juegos.que desmenbran de las potestades del cónsul.
Relación cronológica de las leyes que beneficia a los plebeyos.
451-450 a.c.: Ley de la Doce Tablas o decenviral
445 a.c. : lex Canuleia, permite los matrimonios mixto entre patricios y plebeyos.
421 a.c. .Admisión de los plebeyos en la cuestura
367/376 a.c. :Leges Liciniae-Sextiae:
1º.-Reducción de deudas
2º.-Fijacion de un máximo de 500 yugadas(125 ha.) para la ocupación privada de ager publicus
3º.-Abolicion del tribunal Consular-Eleccion de consules.
368 a.c. se acede por parte de los plebeyos al cargo de jefe de la caballeria
366 a.c.: Edilidad Curul
356 a.c.: Acceso del los plebeyos al cargo de Dictador.
351 a.c.: Acceso de los plebeyos al cargo de Censor.
342 a.c.: Lex Genucia, uno de los dos cónsules debía ser plebeyo.
339 a.c. : Lex Publilia, uno de los censores debía ser plebeyo.
337 a.c. : Acceso al cargo de pretor de los plebeyos.
312 a.c. : Lex Ovinia ,admisión de los plebeyos al senado.
310 a.c.: Lex Ogulnia, admisión de los plebeyos en algunos cargos sacerdotales como Augures y Pontifices.
287 a.c.:Lex Hortensia, los plebiscitos toman fuerza de ley.
La tradición sitúa el comienzo de esta revuelta de la plebe en los primeros años de la República y su conclusión
en tomo al 287 a.C., con la ley Hortensia donde se eleva los plesbicitos a la categoria de ley Así pues, se
prolongo durante más de dos siglos. Se observa significativamente una mayor facilidad del gobierno patricio en
aceptar las exigencias plebeyas que implicaran paridad de derechos políticos más que las reivindicaciones
económicas.
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4.1.-Las Leyes de las XII Tablas
La verdadera importancia de las leyes o Ley de las XII Tablas reside en que esta codificación constituye la
conclusión del proceso de consolidación del Estado ciudadano romano, de la civitas. Por obra parte, hasta la
redacción de este código legal, el derecho en Roma había tenido un carácter sagrado en razón de su propio
carácter consuetudinario y por haber estado ligado a la monarquía y al colegio de los Pontífices, principalmente.
La redacción de las leyes es el punto de partida de la desacralización del derecho romano y la base remota del
derecho de nuestro mundo occidental.
Según la tradición, el rey Numa Pompilio habría sido el primer monarca en dotar al incipiente Estado romano de
una serie de disposiciones jurídicas, las llamadas leges regiae. Posteriormente, tras la caída de la monarquía, la
aplicación de este derecho consuetudinario pasó a ser patrimonio de un pequeño sector patricio,
fundamentalmente del Colegio de los Pontífices que controlaban las disposiciones jurídicas escritas en los libros
pontificales, tal vez no de ese modo tan arbitrario como algunos historiadores mantienen, pero con el
inconveniente de ser desconocidas por los plebeyos.
La decisión de elaborar este código legal escrito hay que considerarla como un triunfo de la plebe. La resistencia
inicial de un gran número de patricios se desprende tanto de los acontecimientos que las fuentes antiguas nos
transmiten como del propio contenido de las leyes. Respecto al primer punto, Tito Livio nos dice que todavía en
el año 390 a.C. los pontífices se oponían a este código y después del incendio de Roma provocado por los galos -
en el que las 12 placas de leyes habrían sido destruidas- los pontífices hicieron todo lo posible para que algunas
de estas leyes no fueran escritas de nuevo. Respecto al segundo punto, en ellas se percibe claramente una especie
de compromiso entre patricios y plebeyos -al menos entre un sector de ambos- entre lo antiguo y lo nuevo. Así,
por ejemplo, se aplica la ley del Talión en una disposición y en la siguiente se aplica como castigo el pago de una
multa, procedimiento mas evolucionado sin duda.
Según nos transmite la tradición, en el 451 a.C. se eligió el primer colegio de decemviros, integrado
mayoritariamente por patricios que elaboraron, durante el año en el que asumieron el poder, diez tablas de leyes.
El segundo colegio decemviral, elegido el 450 a.C. recibió el encargo de concluir el corpus jurídico. Este
segundo grupo de decemviros estaba integrado por patricios y plebeyos. Parece que este gobierno degeneró en
una tiranía y habrían sido destituidos mediante una revolución popular que habría restablecido posteriormente el
consulado. Pero los últimos decemviros habrían preparado dos tablas de leyes, llamadas por los juristas romanos
posteriores, leyes inicuas y que incluían la esclavización por deudas y la prohibición de los matrimonios mixtos
entre patricios y plebeyos.
Algunos autores han interpretado estos hechos relativos al segundo decemvirato como coincidentes con la subida
al poder de un gobierno democrático, de alianza patricio-plebeya. El sector mas conservador del patriciado
preparó su derrocamiento y a tal fin siguió una revuelta que las fuentes definen como popular, pero que no había
sido tal, sino más bien la reacción patricia contra este gobierno democrático. Restablecido posteriormente el
consulado, los nuevos cónsules patricios habrían ratificado las dos tablas definitivas, obras, por tanto, no del
segundo colegio decemviral sino de los propios cónsules patricios. Ciertamente, esta interpretación de los hechos
parece mucho más coherente. Resulta imposible de justificar que las dos tablas de leyes más filopatricias fuesen
obra de un grupo de decemviros mayoritariamente plebeyos.
La influencia de Grecia en estas leyes es evidente, pero no tanto de la propia Grecia como de las ciudades
griegas del Sur de Italia adonde viajó una comisión de los primeros decemviros. Algunos historiadores perciben
también una influencia procedente del mundo etrusco, menos constatable al ser poco conocido el derecho
etrusco. A estas influencias se añadió todo el trasfondo del derecho consuetudinario romano.
Historia de Roma
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El contenido de las leyes se basa en unos ejes claramente definidos: la salvaguarda del patrimonio y la
autoridad del padre, que es el único titular de derecho. La mujer aparece privada de toda capacidad jurídica y
pasa, tras el matrimonio, de la potestad del padre a la del marido. La potestad del padre sobre sus hijos incluye
que puedan disponer libre y arbitrariamente de los recién nacidos, pudiendo eliminar a los hijos nacidos con
deformidades o, simplemente, no reconocerlos como hijos. Cierta limitación a esta patria potestad puede
considerarse la norma según la cual el padre que vendía a su hijo, no una sino tres veces consecutivas, perdía
todo derecho sobre él, quien, a su vez, adquiría plena capacidad jurídica. Por lo mismo, el delito considerado mas
grave es el parricidio. El asesinato del padre o de un familiar próximo es castigado con la muerte.
También sumamente arcaicas y adecuadas a esta sociedad, en la que la gens seguía teniendo mucha fuerza,
parecen las leyes relativas a los atentados contra la propiedad. Así, quien utilizase furtivamente los pastos de otro
para su ganado quedaba a merced del propietario perjudicado, que podía llegar a matarlo, eso sí, consagrándolo
previamente a Ceres, divinidad plebeya protectora de los cereales. Sin embargo, no se considera legal la muerte
de un ladrón cogido en flagrante delito, sino que el castigo aconsejado es el de propinarle un número
determinado de bastonazos. Sólo en el caso de que el ladrón sea un esclavo puede ser castigado con la muerte,
especificándose el tipo de muerte adecuada: arrojarlo desde la roca Tarpeya.
Mucho menos arcaicas son las leyes que regulan las relaciones entre propietarios vecinos. La mayoría de los
castigos (talar árboles, desviar el agua, etc.) que se aplican son multas. Las leyes de las XII Tablas son
sumamente duras con los deudores insolventes. Estos quedan prácticamente a merced del acreedor, que puede
encadenarlos o venderlos. Cuando los acreedores eran más de uno, todos participaban proporcionalmente del
beneficio que reportara la venta del deudor o del patrimonio que se le hubiera confiscado.
Se castiga con pena capital al juez que emita una sentencia bajo la influencia de haber recibido alguna
compensación económica. Hay además algunas normas que regulan la vida económica, fundamentalmente
relativas a los acuerdos comerciales, y otras que regulan situaciones de carácter diverso como la prohibición de
enterrar a los muertos dentro de la ciudad, la herencia de los bienes del pater familias o del liberto intestado, la
aplicación de multas ante casos de injurias o difamación, etc...
En conjunto, las leyes de las XII Tablas presentan unos rasgos muy definitorios de la sociedad romana de esta
época. En primer lugar, la estratificación social manifestada en la diferencia de los estamentos patricio y
plebeyo. Además, el número de leyes que salvaguardan la propiedad agraria es característico de una sociedad
agrícola formada por grupos gentilicios, mientras que las pocas normas sobre el comercio reflejan, en términos
generales, que tales transacciones pertenecían a la esfera de lo privado.
Ciertamente, la promulgación de estas leyes no resolvió las tensiones y enfrentamientos entre patricios y
plebeyos, pero la existencia de una legislación escrita, accesible y válida para todos, favoreció sin duda la
colaboración entre ambos órdenes y contribuyó a reforzar definitivamente las estructuras de la ciudad estado.
Contenido
Aunque no se sabe con certeza el contenido exacto que tuvieron las XII Tablas, gracias a las referencias
que hay de ellas en la historiografía romana se puede decir que contendrían lo siguiente:
Historia de Roma
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Tablas I, II, III ]
Contendrían derecho procesal privado.
El procedimiento que regulan es el de las acciones de la ley, acciones judiciales que en virtud de la Ley de las
XII Tablas podrían ejercer los ciudadanos romanos para la defensa de sus derechos. El proceso se caracterizaba
por su excesivo formalismo, las partes debían pronunciar determinadas palabras, a veces muy complicadas,
obligatoriamente si querían tener posibilidades de ganar el litigio o debían realizar ritos. Detrás de este
formulismo estaba el sentimiento religioso.
Las acciones de la ley a saber eran cinco: tres declarativas y dos ejecutivas. Las primeras: acción por
apuesta (sacramentum), acción por petición de un juez o de un árbitro (postulatio iudicis) y la acción
por requerimiento (condictio). Estas se caracterizaban por contemplar el mismo proceso, iniciado antes
los pontífices (quienes indicaban la fórmula solemne) más tarde ante un magistrado (quien se
encargaba de mediar la contienda entre las partes ayudando a determinar un juez privado) y por último
ante un juez (quien recibe la fórmula solemne y las pruebas preparadas). Las dos restantes o ejecutivas:
acción por aprehensión corporal (manus iniectio) y la acción de toma de prenda o embargo (pignoris
capio). Ambas dos guardaban resagos pertenecientes a la venganza privada, ya que en ellas podíase
aplicar la fuerza o violencia para recuperar lo debido.
La intervención del poder público era escaso. El pretor era el magistrado que presidía el proceso, encauzándolo y
fijando la controversia, pero el juez que dictaba sentencia era un ciudadano elegido de común acuerdo por las
partes.
La ejecución de la sentencia condenatoria de un deudor se regulaba muy detalladamente. Aunque resulta
morbosa por ser personal y cruel, es fruto del consenso que tuvo la elaboración de las XII Tablas por parte de
patricios y plebeyos; como los deudores solían ser los plebeyos, esta regulación constituía un principio de
seguridad jurídica, el plebeyo podía saber lo que le esperaba en el caso de ser insolvente.
Tablas IV, V
Contendrían derecho de familia y de sucesiones.
Regulan normas relativas a la tutela de menores de edad no sujetos a patria potestad al haber fallecido su padre.
O normas relativas a la curatela, para administrar los bienes de aquellas personas pródigos, enfermos mentales o
discapacitados. También había normas para tutelar a las mujeres solteras una vez fallecido el padre, de ellas se
harían cargo familiares próximos.
En estas Tablas por primera vez se limita legalmente el poder absoluto del paterfamilias sobre su familia. En
relación con la mujer, se estableció el divorcio a favor de la mujer, la mujer se divorciaba ausentándose durante
tres días del domicilio conyugal con ese propósito. En relación con los hijos, el paterfamilias perdía la patria
potestad de sus hijos si los explotaba comercialmente en tres ocasiones, ya que el hijo quedaba emancipado.
En materia de sucesiones, se da preferencia a la sucesión testada en relación con la intestada. Si la sucesión era
intestada la ley establecía como primeros herederos a los herederos sui, de derecho propio, esto es los hijos y la
mujer como una hija más. Si no había herederos sui, heredaba el agnado más próximo al fallecido; aquellos
parientes que estuvieron sujetos con el fallecido a la potestad de un ascendiente común. Si tampoco existían
herederos agnados, heredaban los gentiles, aquellas personas con el mismo gentilicio o apellido que derivaban de
la misma gens que el fallecido.
Historia de Roma
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Tablas VI, VII
Contendrían derecho de obligaciones (negocios jurídicos de la época) y derechos reales.
Regulan el negocio jurídico del nexum, en la que el deudor asume la obligación de hacer la prestación al
acreedor, en caso de incumplir quedaría sometido a la potestad del acreedor sin necesidad de sentencia judicial.
El nexum fue derogado por la Lex Poeteliae-Papiliae.
También regulan la stipulatio o sponsi, en la que el deudor asume la obligación de hacer la prestación al acreedor
y en caso de incumplimiento el acreedor podía ejercitar una acción judicial para obtener una sentencia tras el
juicio.
En el campo de los derechos reales se regularían la mancipatio y la en iure cessio, negocios jurídicos que hacían
posible la transmisión de la propiedad de la res mancipi (medios de producción; capital, trabajo, fincas, edificios,
esclavos, animales de tiro y carga...).
Estos negocios estaban rodeados de solemnidades. El mero contrato de compraventa no bastaba para transmitir
la propiedad de cosas importantes, por lo que había que realizar uno de estos dos negocios para que la propiedad
se transmitiera de modo pleno. La mancipatio consistía en realizar el negocio jurídico ante 6 testigos, ciudadanos
romanos varones y mayores de edad. La en iure cessio se realizaba ante el pretor, que actuaba como el actual
notario, dando fe pública del negocio.
La usucapio consistía en la adquisición de la propiedad de buena fe por el paso del tiempo y con justo título (dos
años para bienes inmuebles; un año para bienes muebles).
En la Tabla VII además se contendrían normas relativas a relaciones de vecindad entre fincas colindantes.
Contiene disposiciones referidas a las siguientes cuestiones: solares y vías de comunicación; anchura mínima de
las vías en las rectas y en las curvas; límites entre fundos (terrenos); obligación de cortar las ramas del fundo
colindante; posibilidad de recoger frutos, etc.
Tablas VIII, IX
Contendrían el derecho penal de la época.
Se caracterizan porque contienen tanto normas muy arcaicas como normas modernas, lo que refleja un
periodo de transición.
En estas Tablas aparece implícitamente la distinción entre dos ámbitos del derecho penal, el derecho
público y el derecho privado.
El público se ocuparía de los crimina o ilícitos penales que eran atentados contra el pueblo romano,
como el perduelio o traición al pueblo romano y de los ilícitos más graves como el parricidium. Los
crimina eran perseguibles de oficio y sancionados con la pena capital o en su caso el exilio.
El privado se ocuparía de los delicta, ilícitos privados, de menos gravedad y de persecución a instancia
de la víctima o de sus familiares. Estos ilícitos eran castigados con pena pecuniaria a favor de la
víctima, siempre dependiendo de la gravedad de mismo. Delicta serían delitos de daños a bienes de
terceros, el furtum y la iniuria o delito de lesiones.
Historia de Roma
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En la Tabla IX se establece la prohibición de concesión de privilegios por lo que todos los ciudadanos
son iguales ante la ley.
Tabla X
Derecho Sacro
Recoge una serie de normas que se refieren al orden de la vida interna de la ciudad. Se prohíbe la
incineración e inhumación de los cadáveres en la ciudad, se intenta así evitar incendios, o que la
presencia de un cadáver atente contra la salubridad pública. Se prohibía también el excesivo lujo en los
funerales.
Tablas XI, XII
Son las Tabulae Iniquae (Tablas de los injustos)
Lo que contiene este "cajón de sastre" entre otras cosas, es la prohibición del connubium (matrimonio
desde el punto de vista jurídico, entre patricios y plebeyos). Posteriormente con la Lex Canuleia esta
prohibición queda derogada. Los cónsules eran magistrados. Estas dos tablas no llegaron a presentarse
a los comicios. Las tablas XI y XII no se las puede agrupar bajo el mismo derecho. La tabla XI se
relaciona con el derecho penal, con especial hincapié en lo criminal, y la tabla XII con el derecho
privado...
La Ley de las XII Tablas
Tabula I Tabla I
1. Si in ius vocat[ito]. Ni it, antestamino: igitur em
capito.
Si alguien es citado según derecho, acuda. Si no
acude, que se dé fe: y que se le capture.
3. Si morbus aevitasve vitium escit [qui in ius
vocabit] iumentum dato. Si nolet, arceram ne
sternito
Si hay enfermedad, edad o minusvalía que se le dé
montura. Si no la quiere no se le dé vehículo.
4. Adsiduo vindex adsiduus esto; proletario [iam
civi] qui volet vindex esto.
El garante del propietario sea propietario. Del
pobre, uno [ciudadano] que lo aprecie.
6. Rem ubi pacunt, orato. Cuando pacten, anúnciese.
7. Ni pacunt, in comitio aut in foro ante meridiem
caussam coiciunto.Com peroranto ambo praesentes.
Si no pactan, que lleven su causa al comicio o al
foro antes de mediodía. Durante la exposición, que
estén presentes ambos.
8. Post meridiem praesenti litem addicito. Pasado mediodía adjudíquese el litigio a quien
esté presente.
9. Si ambo praesentes, solis occasus suprema
tempestas esto.
Si están ambos presentes, que la caída del sol sea
el último momento.
Tabula II Tabla II
3. Cui testimonium defuerit, is tertiis diebus ob
portum obvagulatum ito.
Quien careciera de testigo, por tres días lo reclame
ante su puerta.
Historia de Roma
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Tabula III Tabla III
1. Aeris confessi rebusque iure iudicatis XXX dies
iusti sunto.
Confesada la deuda [en dinero] y juzgadas las
cosas en derecho, haya un plazo legal de 30 días.
2. Post deinde manus iniectio esto. In ius ducito. Luego, que se le prenda. Llévesele al tribunal.
3. Ni iudicatum facit aut quis endo eo in iure
vindicit, secum ducito. vincito aut nervo aut
compedibus XV pondo, ne maiore, aut si volet
minore vincito.
Si no cumple lo sentenciado ni nadie lo avala ante
el tribunal, que lo lleve consigo [el acreedor], lo
ate con cuerda o con cadenas de, como máximo,
15 libras o si quiere, de menos.
4. Si volet suo vivito. Ni suo vivit, qui eum vinctun
habebit, libras farris endo dies dato. Si volet plus
dato.
Si lo quiere, viva de lo suyo. Si no, el que lo tiene
encadenado le dará una libra de grano al día. Si
quiere, le dará más.
5 (Aulo Gelio, 20.1.46:) Erat autem ius interea
paciscendi ac nisi pacti forent habebantur in
vinculis dies LX. Inter eos dies trinis nundinis
continuis ad praetorem in comitium producebantur,
quantaeque pecuniae iudicati essent, praedicabatur.
Tertiis autem nundinis capite poenas dabant, aut
trans Tiberim peregre venum ibant.
Sin embargo, aún quedaba el derecho a avenirse y,
si no, lo tenían encadenado sesenta días. Durante
ellos, por tres mercados seguidos, se le llevaba al
comicio ante el pretor y se anunciaba la cuantía de
su condena. Al tercer mercado se ejecutaban las
penas capitales o iban a venderlo al otro lado del
Tíber, como extranjero.
6. Tertiis nundinis partis secanto. Si plus minusve
secuerunt ne fraude esto.
Al tercer mercado, que se corten los pedazos. Si
no resultan iguales no sea fraude.
Tabula IV Tabla IV
2. ... Si pater filium ter venum duvit filius a patre
liber esto.
Si el padre ha vendido por tres veces al hijo quede
éste libre de su padre.
Tabula V Tabla V
1. (Gayo I.144:) Veteres enim voluerunt feminas
etiansi perfectae aetatis sint propter animi levitatem
in tutela esse: (145:) ...exceptis virginibus
Vestalibus, quas (...) liberas esse voluerunt: itaque
etiam lege XII tabularum cautum est.
Los ancestros quisieron, así, que las mujeres,
incluso adultas quedasen bajo tutela en razón de su
ligereza de espiritu (...) salvo las vírgenes Vestales
que quisieron fueran libres: y así se previene en la
Ley de las XII Tablas.
6. (Gayo I.155): Quibus testaento... tutor datus non
sit, iis lege XII [Tabularum] agnati sunt tutores.
Quienes no hayan recibido tutor por testamento,
por la ley de las XII Tablas tendrán como tutores a
sus agnados.
7. Si furiosus escit ast ei custos nec escit, agnatum
gentiliumque in eo pecuniaque eius potstas esto.
Si alguien está loco y no tiene custodio, que la
potestad sobre él y sus bienes sea de sus agnados y
gentiles.
Tabula VI Tabla VI
5. (Gayo I.111) Lege XII Tabularum cautum est, ut
si qua nollet usu in manum mariti convenire, ea
quotannis trinoctio abesset atque eo modo cuiusque
anni [usum] interrumperet.
Se prevé en la Ley de las XII Tablas que si una
mujer no quiere caer bajo la manus del marido se
ausente tres noches cada año y que de ese modo
interrumpa cada año la usucapión.
Tabula VIII Tabla VIII
2. Si membrum rupsit ni cum eo pacit, talio esto. Si le arrancó un miembro y no se avino con él,
aplíquesele talión.
21. Patronus si clienti fraudem fecerit, sacer esto. Si el patrono defraudare al cliente, sea execrado.
Historia de Roma
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Tabula IX Tabla IX
1. Privilegia ne inroganto. Que no se establezcan privilegios.
2. De capite civis nisi. per maximum comitatum …
ne ferunt.
Que no se dicten penas capitales contra
ciudadanos sino por los comicios máximos.
Tabula X Tabla X
1. Hominem mortuum in urbe ne sepelito neve
urito. Que no se entierre ni queme cadáver en la ciudad.
Tabula XI Tabla XI
(Cicerón, De re publica, II.36-37:) Qui [Xviri] cum
X tabulas summa legum aequitate prudentiaque
conscripsissent, in annum posterum Xviros alios
subrogaverunt … qui duabus tabulis iniquarum
legum additis … conubia haec illi ut ne plebei cum
patribus essent, inhumanissima lege sanxerunt.
Tras haber [los decenviros] redactado diez Tablas
de leyes con suma equidad y prudencia, los
sustituyeron al año siguiente otros diez que,
añadiendo dos tablas de leyes inicuas, prohibieron
con una ley inhumanísima los matrimonios de
plebeyos con patricios.
Tabula XII Tabla XII
2. (Gayo, 4.75-76:) Ex maleficio filiorum familias
servorumque … noxales actiones proditae sunt, uti
liceret patri dominove aut litis aestimationem
suflerre aut noxae dedere… Constitutae sunt autem
noxales actiones aut legibus aut edicto praetoris:
legibus, velut furti lege XII Tabularum.
…Los delitos de los hijos de familia o de los
esclavos genegaron las acciones noxales, para que
el paterfamilias o el amo pudiera a su elección o
exponerse a la estimación de un juicio o entregar
al culpable… Las acciones noxales se instituyeron
mediante leyes o por el edicto del pretor: mediante
leyes, como la de las XII Tablas sobre todo…
5.-La organización civil y militar de la sociedad republicana
5.1.-La economía política y financiera.
La agricultura continúa siendo la base principal de las cosas social y política, son los labradores la base del
ejército y de la asamblea de la plebe, habían caído en la crisis y se habían levantado con el reparto de tierras con
las conquistas en el siglo V.ac. Y con la rebajas en los tipos de interés. Se iría con la Republica a las grandes
haciendas.
Se inicia en esta época los grandes latifundios y la agricultura en escala, ya se había iniciado hacia el año 367
a.C., con una ley que obligaba a las grandes haciendas a contratar un número de mano de obra libre igual a los
esclavos que en ella trabajaran.
No se sabe cuando se inicia oficialmente la era de los grandes latifundios, se continua a ir eliminando a los
pequeños cultivadores por su ruina al no poder pagar las deudas contraídas lo que aprovechan los grandes
propietarios para adquirirlas, esto pertenecen normalmente a la clase senatorial.
Historia de Roma
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Comercio interior en Italia
No tenemos documentación escrita sobre el comercio interior en Italia, no se acuña moneda durante los tres
primeros siglo de Roma, se usaba como valor de cambio el ganado y el cobre al peso, la primera moneda en
cobre tomo como valor de cambio la libra de cobre.En principio se establece un cambio de relación entre el
cobre y la plata de 250:1.
La pieza grande es el as que equivale a un escrúpulo de plata (1/88 de libra).Roma es la primera ciudad de
Italia que utiliza la moneda publica, los decenviros en su viaje a Grecia traen la valoración y la introducen en el
sistema económico de Roma, a continuación se van introduciendo en el Lacio, en Etruria, en Umbría y en Italia
del Este. Es un síntoma de la preponderancia que Roma asoma ya en el contexto Italiano. Coexisten en Italia tres
sistemas de monedas y cambio: Etruria y Umbría, Roma y el Lacio y el litoral itálico oriental.
Comercio marítimo
Desde antiguo existen relaciones marítimas comerciales entre Sicilia y el Lacio, La Etruria y el Ática, y entre el
litoral Adriático y Tirreno, en esta época continúan y se fortalecen, las monedas que se utilizaron atestiguan las
relaciones entre Roma y Grecia.
Por el contrario las relaciones entre los latinos y los griegos de La Campania se interrumpen durante 150 años
por motivo de las invasiones sabélicas.
Arriban desde El Ática los artesanos del vidrio, del barro pintado a Sicilia y Corcira, y que se expanden hacia La
Lucania La Campania y La Etruria.
Otra costumbre importada de Grecia es el adorno de los sepulcros, aunque son mas esplendidos que sus maestros
sobre todo los menos cultos como los Campanos, no así los romanos que basados en su secular austeridad, que
incluso la recogen en sus leyes de las Doce Tablas prohíben colocar sobre el ataúd tapices y adornos de oro, no
obstante el comercio fue siempre en aumento con la expansión de la Republica.
Economía financiera
Estaba en poder de los ricos aristócratas, que poseían las tierras ,el dinero y controlaban el comercio,
acumulaban los créditos hipotecarios, los grandes negocios , los abastos y las empresas de trabajos públicos; por
otro lado la posesión de tierras daba el poder político basado en en el censo de la riqueza para ocupar cargos
públicos y las diferentes magistraturas.
Roma era en esta época una gran ciudad que atraía a muchísima gente de toda Italia, y de diferentes capas
sociales, esclavos, emancipados, tanto que en 397 a.C. fue necesario crear un impuesto para frenar las
emancipaciones. Los libertos se dedicaban a profesiones liberales o comerciales, que además repercutía
favorablemente a los patronos que obtenía más ventajas como liberto que con esclavos.
Los ediles realizan ya en esta época una gran labor de mantenimiento en las calles .plazas, fuentes y en el
ordenamiento urbano, los abastecimientos de los marcados, controlan los pesos y medidas, cuidan de las
tabernas, baños públicos y casas sospechosas.
La edificación aun no está muy desarrollada y los aristócratas controlan el lujo de los particulares y durante un
tiempo controlan las edificaciones de grandes edificios.
Historia de Roma
58
En el año 311 a.C. llega un gran político y hombre de estado Apio Claudio censor que enseñó a otros
conciudadanos a emplear bien los recursos públicos, e inició grandes construcciones publicas en Roma,
acueductos ,fuentes, realizo la primera gran carretera o vía romana que tan gran trascendencia tendría en el
futuro de la republica y el imperio romano, la famosa Vía Apia, que unía Roma con Capua la segunda ciudad
latina, y el primer acueducto para suministrar a Roma agua de calidad traída desde las propias fuentes a varios
kms de distancia.En el año 251 a.C. tras la guerra con Pirro el cónsul Mario Curio hace construir el segundo
acueducto para Roma.
En el 183 a.C. comienzan a desaparecer los techos de madera en las casas ,Roma comienza a dejar de ser una
ciudad rustica y en trgandose al lujo, las tiendas de carniceros del Foro se cambian por tiendas de cambistas y
comienza a funcionar la Bolsa de Roma, y aquí en el Foro donde se levantan estatuas de honor a los héroes de las
luchas que engrandecen a Roma , de los embajadores que mueren en acto de servicio a la republica y los grandes
sabios incluso extranjeros com Pitagoras u Alcibiades Roma se va convirtiendo en la capital de una gran
potencia.
Moneda única en Italia.
Roma quiere convertir Italia en un gran mercado con una moneda para todo el territorio , pues hasta el momento
cada ciudad tenia la suya propia ,de cobre al Norte y de plata al Sur, en el 268 a.C. se unificó una única moneda
para todo Italia a excepción de Capua , la pieza común es la pieza de 10 ases o dinero romano , el denarius,que
equivale en cobre ¾ de libra y en plata 1/72 de libra.
La moneda de cobre es la de mayor circulación la de plata menos y sobre todo en el sur, después de expulsar a
Pirro de Italia , y tras la toma de Tarento, los romanos enviaron una embajada a Alejandria, y los griegos
comprobaron por vez primera que una nueva potencia esta naciendo en el Mediterraneo.
5.2.-El Derecho.
El principal objeto de la nueva constitución es la vigilancia de las costumbres, ejercida por la ciudad a través de
los magistrados designados por los ciudadanos, se trata de la imposición de castigos con multas, en ovejas o
ganado 30 bueyes, hasta que mas tarde aparece el dinero, se cuidó mucho el procedimiento criminal, se estimó
que las multas no pueden ser con mucho la mitad de lo que posee el condenado.
En las leyes de las doce tablas se establece una serie de normas y reglamento que regula la vida diaria, como los
gastos en funerales, gastos suntuarios y de magnificencia, generando unas verdaderas leyes básicas de economía.
Se decretan leyes para prohibir el uso abusivo de los pastos comunes, la ocupación excesiva de terrenos del ager
publico y las usuras que oprimen al pobre.
Desde se siglo V son perseguidos hombres y mujeres por su inmoralidad publica, además de la hechicería el
acaparamiento de grano.
Con la creación de la figura del censor se controla el presupuesto y las listas del senado. Estos llegan a poseer un
gran poder.
Se crean impuestos sobre el lujo y si a un ciudadano se le castiga por hechos censurables o escandaloso se le
disminuye o se le priva de sus derechos y honores políticos, se llega hasta el punto de que un ciudadano que no
cultiva con rendimiento su campo se le castiga con multa. En 479 a.c. a un ex cónsul fue borrado de la lista de
los senadores por poseer una vajilla valorada en 3600 sestercios de plata.
Historia de Roma
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Moderación de las leyes
El rigor de las leyes comienza a moderarse y sopla aire precursor de las ideas modernas, la aplicación de las
leyes de las Doce Tablas son de notable innovación, podemos destacar como ejemplo:
Derecho de asociación.
Autonomía de las sociedades de cualquier género.
Respeto a las lindes.
Atenuación del delito de robo si no es cogido en flagrante delito.
Se emancipó para siempre la decisión de la asamblea en la decisión de la herencia entre padres e hijos.
También sufre un rudo ataque la potestad de los padres sobre los hijos, si el padre lo vendía mas de tres
veces este quedaba emancipado y en libertad.
La justicia,el derecho romano,nuevos magistrados judiciales
La justicia fue sometida a una intensa modificación, se disminuyó el poder de los jueces, por otro lado la
aplicación pasa de tener un derecho coesitudinario a otro basado en leyes escritas, en el año 387 a.C. se designó
un alto magistrado par el juicio de los procesos,se instituye un magistrado especial de policía con jurisdicción
propia,que veian distintos tipos de causas en mercados y causas pequeñas.
Debido a la extensión que iba tomando la Republica se crearon jueces para impartor la justicia en lejanas
ciudades , primero solo a las ―civitas sine sufragio‖, después se extendió a las de completa isopolicia.
Los procedimientos se modifican:
Los delitos entre particulares sigen un procedimiento civil, que , por un lado el magistrado se reservaba la
definición del‖ punto de derecho ―y confiaba su aplicación a otro ciudadano, esto imprimió una exactitud y rigor
practico en sus definiciones.
En materia criminal el acusado podía apelar al pueblo en tres ocasiones y con tres asmableas diferentes el cuarto
dia tenia lugar la votacionque confirmaba o anulaba la sentencia.
El domicilio protege al ciudadano y no se puede detener dentro del mismo.
Durante el proceso no se tener retenido al acusado.
5.3.-La organización militar. el ejercito
Con el cambio de constitución el estado romano debe tomar bajo su responsabilidad el ejercito y su
subsistencia y dejar el antiguo ejercito hoplitico,basado en el censo y en la riqueza del sus clases, y
donde quedan fueran los proletarii.
Pero este ejercito se encuentra con un grave problema y es que no puede estar siempre bajo las armas
,pues sus componentes deben trabajar sus tierras pues casi todos son hombres con tierras por
cultivar,siendo no obstante este un principio basico para entender la necesidad y el objetivo de la
expansión romana, la necesiadad de ocupar tierras que normalmente iran a ser repartidas entre los
soldados que combaten.
Con este proposito Roma se expande primero para controlar las orillas del bajo Tiber , las salinas de la
desembocadura y la Via Salaria que controla todo el comercio de este materia tan necesario en la
antigüedad par los pueblos del interior de Italia, y emprende la conquista de la ciudad de Fidenae,a tan
Historia de Roma
60
solo 7 km de Roma, y mas tarde la ciudad etrusca de Veyes,a 17 km, que le llevó cerca de cien años
desde 483 a.c. al 396 a.c.
Para ello debe transformar su ejercito,pasa de 4000 a 6000 hombres ,pasa a utilizar el scutum ,pieza
rectagular y que cubre cuerpo y piernas , las fuerzas de cabelleria pasan de seis a diesiceis
centurias,1800 jinetes, los caballos pasan a depender su sustento a cargo del tesoro publico y se
establecen una compensación económica ,el stipendium, para los infantes de manera que les compense
el no poder realizar las tereas agrícolas.
Tras la conquista de Veyes, los romanos se enfrentan a los galos,en 390 a.c.,que entran y saquean la
ciudad provocando su ruina, todo lo cual hace que Roma se replantee todo su sistema de lucha en la
batalla.
¿Qué significa la guerra en Roma?.
Forma parte de la sociedad que es guerrera por naturaleza pues depende de ello su continuidad, defenderse ante
los enemigos que la acechan y contra los que intentan oponerse a su expansión para aumentar su territorio y
estando limitado por el tiempo solo se pelea fuera de la épocas que no exiten labores agrícolas.
La guerra en Roma está intimimante relacionada con la religión mediante ritos y ceremonias.
El jefe del ejercito es el intermediarios entre las divinidades y el pueblo en armas, posee el derecho de auspicios,
y durante la batalla debe estar atento de recibir algún mensaje de los dioses le puedan enviar, antes de entrar en
una batalla el jefe hace los vota, una serie de promesas a los dioses para que le den la victoria, y durante la
batalla puede realizar la la devotio, serie de plegarias magicas ,que a veces le llevan incluso a ofrecerse en
sacrificio para obtener la ayuda de los dioses para obtener la victoria, Y aun otra advocación la evocatio,para
atraer la bendición de los dioses del enemigo.
La declaración de la guerra se debe atener a un rito, también a una declaración ajustada a una formula para que
el `pueblo la apruebe y que tenga la garantía de ser justa, el colegio de sacerdotes Feciales , iban al territorio
enemigo ,presentan las reclamaciones por la que Roma reclama el territorio o algo que el enmigo no ha hecho de
acuerdo a la justicia entre los pueblos, una vez expuesto sino obstiene la justificación adecuada ,vuelve a Roma
la expone al pueblo y una ves declarada la guerra ,los feciales vuelven y clavan una lanza en el territorio
enemigo y la guerra queda declarada.
Cuando la batalla acaba en victoria al enemigo se le han hecho mas de 5000 bajas , se le concede al jefe del
ejercito el Triunfo ,una gran fiesta con la entrada en la ciudad engalanada que recibe al ejercito en loor de
multitudes, con el jefe en carroza con una corona de laurel ,recorre la ciudad con su ejercito ,los esclavos
capturado y el botin conseguido ,hasta el capitolio y el altar de Jupiter Optimo Maximo.
Al pueblo vencido solo le salvaba de su destrucción si se le aplicaba la Deditio in fidem o lo que sigificaba la
entrega si condiones a la buena fé del pueblo romano, la incorporación del territorio y pasaban a formar parte del
ager publicus iba precedido del reparto de las tierra entre colonos de Roma, ,o ser utizado com tierras comunales
por el estado.
De la antigua ordenación de la formaciones que hace sacar a los mejores soldados y con las mejores armas fuera
de las formaciones, y combatían siempre a caballo y en la primera línea, se pasa a las formaciones cerradas tipo
hoplitas griegos que se colocan en ocho de a fondo en formaciones compactas pasando a formar estas el arma
principal y la caballería a formar las alas y combatir a caballo o a pie según fuera el trascurso de la batalla.
Historia de Roma
61
Este nuevo orden de batalla dio lugar a la legión manipular dotada de movilidad, independendencia y el numero
de sus miembros.
Están formadas entres filas las dos primeras llevan el pilum o venablo arma manejable y que se lanzaba cuando
se estaba a quince o veinte pasos del enemigo después entra en juego la espada corta.
Se pasa de luchar en grandes bloques a pequeños manípulos más manejable.
La disciplina continua siendo severa en extremo, el que ostenta el mando del ejercito tiene la máxima potestad
sobre todos los soldados que puede castigar, azotar dar muerte a uno o a una sección que no cumple con las
ordenes y abandona el combate.
Los soldados no son todavía profesionales sino simples ciudadanos o campesinos. Se pasó a formar a los
soldados no por su fortuna sino por el tiempo que llevaban de servicio, forman los mas jóvenes en el servicio los
rorarios o arrojadores que arrojan con las hondas piedras, pasan a la segunda división y después al tercera que
forman los triarios soldados veteranos y muy experimentados que forman el nervio del ejercito.
El éxito militar de los romanos radica en tres importantes reglas básicas:
1.-La organización de una reserva
2.- La conjunción de las armas de medio alcance como el pilum y la espada corta.
3.-La facilitad de el ataque y la defensa de la legión manipular.
Cuando nace esta nueva forma de combatir no lo sabemos con exactitud solo que cuando se combate
con Pirro ya se tiene gran experiencia en nueva modalidad, puede que los primeros enfrentamientos con
los galos los romanos aprenden a combatir con la espada en primera línea igual que estos hacían, esto
se puede sustentar ,en que el gran reformador del ejercito fue el general que se enfrento a los galos
.M.Furio Camilo.
Ademas las continuas guerras con los samnitas le dieron oportunidad de ejercitar y profundizar en las
nuevas técnicas de combate.
LA LEGIÓN ROMANA DE MEDIADOS DEL SIGLO IV A.C.
Historia de Roma
62
Livio nos ofrece la descripción de la legión romana durante la Guerra Latina (341 a.C.), siendo esta muy
diferente a la anterior. La base para la disposición de tropas en la línea de combate no era ya la clase económica,
sino la edad y experiencia. Por su parte, el hoplita ya ha desaparecido por completo, habiendo sido sustituido el
aspis por el scutum oval. La legión aparece ahora organizada, claramente, en manípulos de hastati (apoyados por
los leves), príncipes y triarii junto a accensi y rorarii, no estando los príncipes en primera línea como antaño.
El arma principal era ahora el pilum, una jabalina muy manejable; usando la lanza sólo las ultimas filas,
triarii, rorarii y accensi. Las tres líneas (hastati, príncipes y triarii junto a accensi y rorarii) estaban posicionadas
en damero, según una tabla de damas.
El combate era comenzado por los leves, que intentaban romper la formación enemiga con sus jabalinas
ligeras. Cuando el enemigo avanzaba, estos se retiraban por los huecos, cargando entonces los hastati, lanzando
sus pilum y atacando luego con sus espadas. Si no conseguían derrotar al enemigo, se retiraban por los huecos
entre los príncipes, los cuales cargaban de igual modo. Si estos tampoco conseguían poner en fuga al rival, se
retiraban tras los triarii, que cerraban huecos y el ejército entero se retiraba.
Por su parte, los rorarii, que portaban jabalinas y lanza, iniciaban el combate junto con los leves, y
posteriormente se retiraban detrás de los triarii. Los accensi estaban encargados de cuidar del tren de bagajes.
Los distintos tipos de tropas en el ejército romano de a partir de principios del siglo III a.C.
EL MANÍPULO
Como hemos visto, en el área del Lacio ya se combatia con escudo grande, distinto al aspis hoplítico, desde antes
de la irrupción de los etruscos y su imposición de la lucha en falange.
Una vez expulsado el último rey etrusco, antes o después, partiría con él la mayor parte de la primera clase, que
en definitiva era la que luchaba al modo hoplita. Según el ejército Serviano, las demás clases luchaban con el
armamento italiano, siendo su táctica ni mucho menos la de falange. Aún así, ultimos resquicios de la influencia
hoplítica pervivieron en los triarii. Tanto hastati como príncipes adoptaron la jabalina o pilum , y la espada
como armas, sin embargo, los triarii continuaban con la lanza como arma principal; si bien todos utilizaban ya el
scutum.
Así que, no necesariamente la adopción del pilum lleva consigo la adopción del manípulo como táctica,
sustituyendo a la falange. Puesto que probablemente los latinos, y también los itálicos, luchaban desde el siglo
VIII a.C. con este sistema.
En el ejército serviano, si seguimos a rajatabla la descripción de Livio y Dionisio, tan sólo la mitad de la
infantería luchaba como hoplitas (80 centurias de 170). 60 de las centurias, luchaban con armamento itálico, con
escudo grande, lanza y espada, además de las otras protecciones. Así que, durante el periodo de vigencia de la
táctica hoplítica, también convivió un estilo de lucha plenamente itálico, ¿quizás se trataba del manípulo?
Si nos fijamos en las imágenes 1 y 2, vemos como el hoplita aún sobrevive en el siglo IV a.C., pero podemos
observar también como el armamento defensivo del "infante itálico" (clases 2ª y 3ª del sistema serviano) mejora
(con la adopción de la coraza), además de cambiar su armamento ofensivo, sustituyendo la lanza por el pilum.
Esto indica un mayor protagonismo del infante llamémosle itálico frente al hoplita, ahora es capaz de llevar el
peso de a batalla, y no ser un simple auxiliar.
Historia de Roma
63
5.4.-El arte y la ciencia.
Los progresos del arte y de la poesía están enlazados con las festividades populares. En la antigüedad,
con los reyes los juegos romanos que duraban un solo día era un día de acción de gracia a los dioses, en
el tiempo que analizamos son aun mas importantes, pues son mas los días festivos, tras las
modificaciones en los años 509,494, y 367 a.C., se fueron prolongando, en la época que estudiamos son
ya cuatro los días festivos y además ya no es un día excepcional, sino que se instituyen de forma
regular cada año.
El espectáculo terminaba el ultimo día con las carreras de cuadrigas, los demás días el gobierno dejaba
al pueblo el arreglo en la forma de divertirse, aunque proporcionaba de forma gratuita músicos,
bailarines ecyc.En el año 390 a.C. se introdujo las representaciones de teatro, la cual atraía mucho ala
multitud.Existia un persupuesto del Tesoro publico de 200000 asesque los ediles rean los responsables
de administrar.
Se revistió de forma griega y estaba realizado sobre todo por músicos y bufones y sobre todo por
flautistas siendo los mejores los que procedían de Etruria, los actores eran ambulantes e iban de ciudad
en ciudad comerciando con sus canciones bailarines y flautistas.
Las representaciones eran objeto de censura, se castigaban duramente las canciones que satirizaban a
un ciudadano o que fueran a cantarle a su puerta.
La sociedad antigua y austera de Roma no ve con buenos ojos la profesión de actores todo lo
relacionado con el teatro los tacha de vagos entre ellos Catón el Censor, los censores lo ven indignos de
servir ala patria en el ejercito para votar en las asambleas de la plebe, y de forma evidente la policía
urbana los vigila y controla.
Esto da lugar a que la gran mayoría de artistas son extranjeros, no romanos.
En los juegos de mascara no existe un texto o guion sino que se improvisa sobre la marcha de la obra,
no se conocen textos sobre las obras de esta época como es obvio, solo nos han llegado dos obras
escritas una especia de catecismo sobre las obras y los días de un campesino a su hijo y las poesías
pitagóricas de Apio Claudio, consideradas como la primera imitación de la poesía griega.
El arte de la historia.
Tiene lugar su inicio en esta época,la primera que hemos tenido noticia son las que los magistrados del
templo de Jupiter Capitolino escribían en las listas de los magistrados.Contiemne los nombres de los
consules anuales desde Marco Horacio quien cosagro este templo, también se hace eco de un voto
hecho baljo los consules Publio servilio Y Lucio Esucio (463 a.C.).
Son los pontífices máximos los encargados de relatar cada año los asuntos mas importantes que
acontecen en la ciudad durante el consulado de cada pareja de consules.A partir de la expulsión de los
reyes se debieron constatar esto fastos y anales oficilales, pero toda esta información se perdió con el
incendio de Roma por los galos en el 390 a.C.
Se han encontrado entre otros fastos la división de las en las 21 tribus efectuadas en el año 494 a.C.y el
robo de la higuera del Foro en el año 493 a.C. es partir de poco tiempo después que se inicio en los
Historia de Roma
64
Libros anales con la detallada crónica de los acontecimientos en la ciudad. Se escribía con todo detalle ,
el curso de las guerras, la colonización, las pestes los tiempos de carestía, los eclipses y demás
prodigios, la muertes de los sacerdotes y grandes hombres, las nuevas leyes y el resultado del censo
además estos libros los colocaba en pontífice en su casa para que los ciudadanos los pudieran consultar.
Durante la época que analizamos no existen libros ni documentos que sean exactos para que un
historiador pueda tener datos fehacientes d0onde poder basar su historia.
En algunas casas nobles existían la tradición de escribir los cuadro de familia ,con especie de un árbol
genalogico,también en los funerales de los nobles se pronunciaban oraciones
commemoralias,laudes,que se dedicaba al difunto y en la que relataba sus hazañas y virtudes estos se
transmitían de familia en familia a través de losa años.
Historia primitiva de Roma según los romanos.
Sin base documental verdaderas inicia a escribir una historia de Roma antigua basada en transmisiones
orales, conservándose la historia de los reyes Numa Pompilio ,Anco Marcio y Tulo Hostilio , la derrota
de Tarquino ala expulsión del ultimo rey;, junto a esto la consagración de de las leyes de Numa ,la
muerte de Remo, la historia de la defensa del puente de madera la historia de Horacio Cloques, la pelea
de los hermanos Cariáceos y los Horacios, la leyenda de la fundación del Lacio y la unión de la ciudad
con Alba- Longa.
Con toda esta fantasía o leyendas da la duración de época monárquica de 240 años y sus siete reyes, ya
en 296 a.C. los romano profesaban fe en la historia de la fundación de Roma tal como Tito Livio la
describe en su obra mucho mas tarde.
Se hace ver la mano griega en toda esta historia, pues se la hace coincidir con la tradición griega de
hacer que la fundación de las ciudades tuvieran un origen mítico y creada por héroes, la genealogía de
las familias más nobles se hacen originarias de reyes.
Los griegos quien que el Origen de Roma sea griego, pues ven en Roma la fundación de una gran
ciudad estado a imagen y semejanza de las propias, relacionados con sus mitos Hércules, los argonautas
los viajes de Ulises a la vuelta de Troya pasando por Italia, el escritor griego Estesicores, es el primero
en relatar el viaje de Eneas hacia Italia desde Troya a mediados del siglo II a.C...Aristóteles (370-432
DE Roma), relata como una escuadra troyana llegó al Lacio tras el incendio y destrucción de Troya. El
siciliano Colias (465 de Roma, mezcla los mitos de Ulises, Eneas Rómulo.
El verdadero autor de la leyenda del periplo de Eneas Timeo de Tauromenio en Sicilia, cuyo libro se
redacto en 262 a.C.conduce a Eneas a Lavinium, cuya ciudad fundó y se estableció a sus troyanos,
también relata la leyenda de la reina Elisa o Dido fundadora de Cartago.esto va tomando cuerpo de
historias cuando se van a desarrollar las guerra entre Roma y Cartago. No obstante según el escritor
griego Polibio no da demasiada fe en los relatos de Timeo.
Sobre la ciencia del Derecho.
Se inicio con la codificación del derecho civil en el 451 a.C. con con la redacción de las leyes en las
Doce Tablas la obra mas antigua escrita en latín del que tenemos fe escrita, son una serie de
Historia de Roma
65
prescripciones fundadas en el derecho coesitudinario y relativa a los ritos. El pueblo elegía a los
magistrados que impartían justicia, estos se apoyaban en especialistas para aplicar el derecho que
conocían a la perfección el procedimiento. Hacia el año 450 a.C. Apio Claudio recopilo en ―Las
acciones ―la aplicación de las leyes, aunque no se utilizó en mucho tiempo.
El lenguaje y la enseñanza.
En la época que analizamos el lenguaje es una lengua constituida en sus elementos esenciales lo
podemos comprobar con la lectura de los fragmentos que nos han llegado de la ley de Las Doce Tablas.
La instrucción debió recibir un fuerte impulso motivado por la jurisprudencia y la gramática, la base del
estudio era la obra de Homero, La Odisea y el código de las Doce Tablas, que los niños recitaban en las
escuelas.
Además de los maestros de la lengua latina, literatores, estaban los profesores de lengua griega, que se
hizo imprescindible para el comercio y hombres de estado en su expansión hacia Oriente, pero aun la
educación no había traspasado los limites elementales ninguna distinción social diferenciaba al
ignorante del instruidito.
Arquitectura
En toda la península se sigue el arte griego en la construcción ,templos, fortificación de ciudades ect,es
hacia final del periodo que analizamos cuando comienza a aparecer un a arquitectura propia italiana y
sobre todo romana, comienza la época de la bóveda romana, y que en Grecia no se utilizó hasta época
mas tardia,,la tradición se la atribuye al físico Demócrito(419-366 A.c.), los mas antiguos restos que
nos han llegado son las bóvedas del la Cloaca Máxima de Romay las cisternas capitolinas, su
construcción son de época republicana.
A partir del siglo V se comienza a construir, puertos, puentes acueductos con bóveda detrás de esto se
construyen los templos en rotonda y la cúpula, ejemplo del templo de Vesta en Roma.
A los romanos se les pueda negar el genio creativo, pero la solidez de sus carreteras, el eterno cimiento
de su manposteria expresan si lugar a duda la solidez y la actitud enérgica del pueblo romano.
5.5.-La religión.los colegios sacerdotales
La religión de los romanos bajo la republica continua atada a su antigua norma de espiritualizar las
cosas diarias y los dioses cercano atado a las cosas terrestres,es testigo de esta costumbre la
introducción del dios de la plata (Argentinus) y dado como el hijo del bronce (Aesculanus),se continua
las relaciones con las religiones extranjeras y comienza a notarse la influencia griega.
Tenían una religión politeísta muy pragmática, cada divinidad tenía una función concreta, teniendo
divinidades para que un niño se fuera de casa y otras para que volviera. Eran totalmente abiertos a
nuevas divinidades. No tenían una teología, tampoco creían mucho en la teología griega funcionaba
basándose en adicción de dioses nuevos. Tenían un calendario religioso, con 109 días nefastos, es decir
Historia de Roma
66
de fiesta, sin actividades públicas, había también 192 días en los que se podía hacer negocios. Era una
religión eminentemente política, con varios colegios de sacerdotes, los que rigen los aspectos de la
religión
Realizaban sacrificios, oraban, presentaban ofrendas y regalos, vino, frutas, normalmente en ARAS o
altares. Los templos para el culto eran cerrados al público. Solo se abrían con motivo de las
festividades, celebraciones en las que estaba prohibido el sacrificio cruento. En el circo máximo se
realizaban carreras de carros con motivo de la festividad. En otros momentos se realizaban procesiones,
banquete y súplicas (congregaciones para honrar al dios). Los dioses: La triada Capitolina: JÚPITER,
dios supremo, dios del trueno / JUNO, diosa del matrimonio y la maternidad / MINERVA, diosa de la
sabiduría además de Marte, Venus, Neptuno… Se incorporan dioses mistéricos orientales, y ritos
privados, que ofrecen la salvación del alma: Cibeles, Isis, Serapis, pero sobretodo importante será
DIONISIO O BACO. – produjo un gran escándalo en Roma, celebrándose la bacanales, con prácticas
orgiásticas con gente de toda condición. El sector mas conservador lo relacionaron con actos
subversivos que desequilibrarían es estado. En el año 186, el senado debatió sobre las prácticas
bacanales, llegando a un SENATUS CONSULTUM, prohibiendo casi totalmente su práctica. Los
senatus consultum, se guardaban en el templo de Saturno. Se encargaban por tanto copias en placas de
bronce, para informar a la población Por primera vez se erigen templos a divinidades helenicas, el mas
antiguo es el de los Castores (Castor y Polux), que se inició con ocasión del combate en la batalla del
lago Regilo, dice la leyenda que en plena batalla se vió a dos jovenes de aspecto sobrehumano y
combatir entre las filas de los romanos. Roma no se contentó solo con eso sino que envió al templo de
Apolo en Delfos, preciados tesoros y lo mismo tras la victoria sobre los de Veyes,sino que erigió un
templo a Apolo y que mas tarde rehízo otro de mayor tamaño.
Sucedió con Afrodita que se confundió con la Venus romana, y lo mismp ocurrió con Asclepio o
Esculapio que fue pedido a los de Epidauro y lo trajeon en procesión a la matropli en el año 291 a.c.
Colegios sacerdotales.
Poco se innovó en materia sacerdotal con la republica todo sigue igual, solo que al aumentar el numero de dioses
aumenta el presupuesto para el mantenimiento de los cultos y con ello los impuestos a pagar por el pueblo.
Los sacerdocios, al igual que los magistrados, son órganos de la ciudad-estado, pero no son magistrados en sí
mismos. La religión, no obstante, no se movía en una esfera propia y distinta de la vida política, sino que, por el
contrario, estaba estrechamente vinculada a las instituciones tanto públicas como privadas.
El más importante colegio era el de los Pontífices, a cuyo frente estaba el Pontifex Maximus. Los Pontífices eran
los depositarios de la jurisprudencia que administraban inspirados por la divinidad. Actuaban como árbitros
indiscutibles en todo tipo de litigios y el Pontifex Maximus tenía un asiento en el Senado, exclusivamente entre
patricios. Es significativo que la designación de un plebeyo como Pontifex Maximus fuera la última de las
conquistas plebeyas en el acceso a los puestos de gobierno. La utilización de la religión en las vicisitudes y
decisiones políticas explica en parte la resistencia a abrirlo a la plebe.
Dependientes de los Pontífices estaban las vestales, existentes ya durante la monarquía. Estas eran nombradas
por el Pontifex Maximus y quedaban sujetas a rígidos deberes. Eran las vírgenes obligadas a mantener su
castidad y su principal obligación era la custodia del fuego sagrado del altar de Vesta.
También subordinados a la autoridad del Pontifex Maximus estaban los flámines. Entre ellos, la primacía recaía
en los tres flámines de Júpiter, Marte y Quirino y, entre estos, el flamen de Júpiter, Flamen Dialis, tenía un
Historia de Roma
67
asiento en el Senado y un lictor. Su origen era antiquísimo y se evidencia tanto en el complejo de normas rituales
como en el nombre de otros flámines vinculados a divinidades protectoras de la agricultura y la ganadería,
características de una sociedad arcaica.
Los flámines feciales tenían unas competencias relacionadas con los rituales de declaración de guerra. Mediaban
también en los tratados con otros pueblos, llamados foedera, que tenían carácter religioso además de jurídico y
eran los encargados de concluir la paz o de iniciar la guerra a través de formularios religiosos muy precisos.
Otro colegio importante era el de los augures. Poseían éstos el poder de interpretar la voluntad de los dioses, que
se manifestaba de formas diversas: a través del vuelo de las aves, del examen de las vísceras de los animales, etc.
Su intervención en la vida política era constante; cualquier acto público requeriría conocer la voluntad de los
dioses y ésta podía utilizarse, como de hecho sucedió, como un valioso instrumento político. Obviamente,
también este colegio fue monopolizado por el patriciado.
Cada flamen era sacerdote oficiante de un solo dios. Pero también había colectivos sacerdotales vinculados a una
sola divinidad, como los Fratres Arvales que atendían al culto de la diosa Dia, protectora de la agricultura.
6.-Roma en el contexto itálico.
Durante la monarquía Roma adquirió preponderancia en el Lacio pero las convulsiones sociales con la llegada de
la republica puso en peligro esta preponderancia , y Roma debió luchar de nuevo para conseguir volver a
conseguir el liderazgo en la región del Lacio.
Tras la victoria del lago Régilo Roma impone el pacto CASIANUS a todos los integrantes de la liga latina (493
a.c.)pero que lugar ocupa Roma en esta nueva situación, no lo sabemos con total certitud solo pos referencias
circunstanciales e inciertas.
Parece que en el principio era de completa igualdad entre la liga ,pero parece que en lo relacionado con la guerra
era una excepción, el general jefe era designado por Roma y era romano, y por supuesto el estado mayor o sus
oficiales mas importantes, los contingentes de tropa se tenían que aportar en partes iguales por cada ciudad botín
se repartía en partes iguales ,si se construía una fortaleza se aportaba el dinero y la manos de obra partes iguales,
paro tras la batalla del lago Regalo cambió sustancialmente la situación.
Un aspecto importante es que en el reparto de las tierras en nuevas colonias el contingente mayor de colonos era
romano lo que creaba una mayor afinidad con la ciudad metropolitana, no obstante se respetaron los derechos
principales con derecho de viajar de matrimonio de comerciar de trabajo entre las ciudades, solo estaba algo
restringido las votaciones.
Con el cambio de constitución en Roma se extendió por todo el Lacio la corriente de cambio de sistema político,
acabando con las monarquías y entrando en el sistema de nombrar magistrados anuales para sustituir a los reyes
Durante el siglo V a.C. tuvieron lugar en el mundo mediterráneo acontecimientos suficientemente importantes
como para que la historia de Roma no pueda explicarse al margen de éstos. No hay duda de las repercusiones
que tuvo en el comercio etrusco la derrota, cerca de Cumas (474), ante los griegos de Siracusa. De igual forma,
los aliados de los etruscos, los cartagineses, sufrirán una severa derrota en fechas próximas en Himera (482),
también luchando contra los griegos. Siracusa se configuró como una potencia hegemónica en lo político y en lo
comercial en el Sur de Italia.
Historia de Roma
68
La decadencia del mundo etrusco fue irreversible desde entonces. A los problemas derivados de su derrota
militar se sumaron también los conflictos sociales y políticos internos: las poblaciones dependientes y las capas
populares se rebelaron contra las oligarquías locales exigiendo mejores condiciones de vida y una mayor
democratización de la vida política.
Los pueblos indígenas del sur de Italia habían alcanzado una mayoría de edad y estaban en la fase de creación de
grandes unidades políticas. Sin duda, las colonias griegas habían servido de modelo, pero la elección de sus
formas organizativas fue autónoma por más que mantuvieran frecuentes contactos comerciales y culturales con
los griegos. En ocasiones, la consolidación de formas políticas llevó a enfrentamientos con las ciudades griegas
vecinas. Hay casos significativos como el de Ducetio, jefe de los sículos organizados en una federación, que
atacaron a las ciudades griegas. Tarento soportó durante todo el siglo V la presión de los mesapios, quienes
ganaron una batalla a Tarento en el 473 a.C. y que resultó una gran masacre para los griegos.
A su vez, no se había producido una sedentarización plena de todos los pueblos de Italia, como es el caso del
expansionismo de los sabelios y umbros. Roma y el Lacio sufrieron directamente este expansionismo de parte de
los volscos, ecuos y sabinos.
Así, las tensiones y los conflictos internos de Roma durante el siglo V a.C. deben ser contextualizadas como un
caso particular dentro de un proceso itálico y mediterráneo mucho más general. Las frecuentes mutaciones en la
hegemonía de las relaciones comerciales y los cambios de alianzas entre ciudades pueden ayudar a comprender
mejor la constatación de una mayor o menor abundancia de restos cerámicos procedentes del exterior, que no
siempre son un indicador seguro de la evolución interna de las condiciones económicas, por más que se haya
presentado así. La mayor o menor presencia de unas u otras cerámicas de importación puede ser un reflejo de las
orientaciones comerciales pero no necesariamente del carácter de las relaciones políticas con el exterior.
Las fuentes permiten trazar otras líneas sobre la evolución económica de Roma durante el siglo V a.C. Desde los
inicios del siglo, la expansión de los volscos y ecuos comienza a ahogar la economía del Lacio y de Roma. No
sólo significó una pérdida de territorios para los Latinos Antiguos sino que, a través de continuas razzias,
sufrieron incursiones de éstos en sus tierras con robo de cosechas y ganado y pérdidas de vidas humanas. A ello
se sumaron varias epidemias en Roma, como consecuencia de servir la ciudad de refugio para campesinos y
ganado. En la primera mitad del siglo V a.C. estuvo en peligro la propia existencia de Roma como ciudad.
Las amenazas a Roma desde el territorio sabino, que comenzaron a ser graves cuando el sabino Apio Herdonio
se adueñó de la colina del Capitolio (460 a.C.), desaparecieron en el 448, con la anexión de la Sabina. El grave
peligro de los volscos y ecuos se terminó en la batalla ganada por Roma en Algido, el 431 a.C., aunque todavía
hubo enfrentamientos posteriores con este pueblo. Podemos pues deducir que la segunda mitad del siglo V a.C.
no debió ser tan nefasta para la economía de Roma como lo habría sido el período anterior, pues detrás de estas
victorias hubo una ampliación del territorio romano así como la posibilidad de enviar colonos fuera de la ciudad.
Sin duda, el acontecimiento que permitió la consolidación definitiva de Roma como ciudad fue su victoria sobre
la ciudad etrusca de Veyes (369 a.C.), cuyo territorio de 1.500 Km2 fue incorporado al Estado romano, que de
este modo estuvo en condiciones de hacer grandes repartos de tierra entre sus ciudadanos, consiguiendo así el
consenso social necesario.
La ventajosa situación geográfica fue decisiva para la formación de la ciudad de Roma. Pero su consolidación
sólo se explica por la decidida voluntad de su población y por su carácter de urbe abierta que integró como
ciudadanos a fugitivos de otras comunidades y a los vencidos. La ampliación de su territorio fue paralela al
incremento demográfico y al desarrollo de las actividades comerciales y artesanales. También la religión fue un
factor decisivo de cohesión social al servicio de los proyectos políticos. Incluso en épocas de graves amenazas
Historia de Roma
69
externas los romanos no abandonaron la atención a sus dioses: baste como ejemplo la construcción de los
templos de Ceres, Saturno, Mercurio, Cástor y Pólux, en pleno período de conflictos con los volscos y ecuos.
Los pueblos del centro de Italia
Al terminar la supremacía etrusca sobre el Latium Vetus, se desencadenaron una serie de cruentas luchas entre
Roma y las otras ciudades de la región, en particular con Túsculo, por el control del territorio. Aunque Túsculo
logró el apoyo de la mayoría de las poblaciones latinas, Roma salió airosa, venciéndolas en la batalla del Lago
Regilo (496 a. C.), imponiendo así su hegemoníar sobre sus rivales, que sancionó unos años después con el
Foeudus Cassianum. (493 a. C.). Este tratado, que tomó su nombre del cónsul romano Espurio Casio Vecelino,
reguló las relaciones entre Roma y las otras poblaciones latinas por más de siglo y medio, hasta que fue
sustituido por una serie de acuerdos bilaterales entre Roma y los principales núcleos del Latium, en el marco de
una política de absorción definitiva de la región en el estado romano(338 a. C.).
La colonización
En los albores de la época republicana, comenzó el gran movimiento colonizador del pueblo latino, que
a menudo con otros nombres, pero con una finalidad semejante, acompaño la misión «civilizadora» de
Roma hasta el fin de su imperio. La causa inicial con toda probabilidad se debió a la alta tasa de
crecimiento de la población del Latium Vetus presente desde la época etrusca, y que implicó un exceso
demográfico imposible de absorber por la región.
Anfiteatro de Sutrium (Sutri).
Historia de Roma
70
Los primeros poblados que se supone que fueron colonias latinas, son Cora (501 a. C.) y Signia (495 a. C.),
ciudades de origen incierto. Ambas se ubicaban en el país de los volscos, pero cerca de la frontera
meridional del Latium Vetus. De un año después data Velitrae (494 a. C.), probablemente fundada por los
volscos, como Anccio (Antium) (467 a. C.), cuya colonización fue efímera, pues un decenio después volvió a ser
ocupada por sus antiguos pobladores. La crisis política, económica y demográfica del siglo V a. C., impidió que
se llevaran a cabo nuevos asentamientos hasta el 416 a. C., cuando apareció una colonia ahora en Labici, ubicada
dentro del Latium Vetus.
Particularmente activo fue el movimiento colonizador en los primeros dos decenios del siglo IV a. C.
dirigiéndose a Vitelia (395 a. C.), luego a Circei (393 a. C.); y posteriormente con Satricum (385 a. C.), Sutrium
(382 a. C.) y Nepet o Nepete (382 a. C.), esta última en territorio etrusco. Anxur, aunque fue conquistada en el
406 a. C., sólo acogió una colonia muchas décadas después (329 a. C.).
Todas las colonias mencionadas estaban bajo el derecho latino, aunque fueran pueblos romanos; sólo después de
la anexión del Latium Vetus al estado romano (338 a. C.) aparecieron colonias bajo el derecho romano, junto a
aquellas bajo el derecho latino (en orden cronológico, la primera fue Antium, recolonizada en el 338 a. C.). Hay
que recordar que estas últimas eran anexadas como ciudades federadas, con la pérdida de la ciudadanía original
de todos los colonizadores (fueran latinos o romanos), mas con el derecho de comerciar libremente y de contraer
matrimonio con ciudadanos romanos.
La crisis del siglo V a. C.
El definitivo retiro de los etruscos al norte del Tíber, seguida poco después por la grave derrota que sufrieron en
la batalla naval de Cumas (474 a. C.), a manos de los siracusanos, determinó que este pueblo se replegara,
abandonando su papel político como gran potencia en el Mediterráneo central. La Campania etrusca cayo en
poder de los samnitas y de sus aliados pocos decenios después junto al Latium Vetus, punto importante de la
política de los tirrenos en la Italia centro-meridional. Incluso en su propio territorio en este mismo siglo debió
afrontar una grave situación política externa, a la vez que interna (luchas sociales), que atentó contra su misma
existencia y frenó para siempre su desarrollo.
En el curso del siglo V a. C., el Lacio y las regiones limítrofes del Piceno, del Samnio, y de Campania, fueron
escenario de la expansión de varios pueblos itálicos, primero de los samnitas, luego los ecuos y los volscos.
Estos últimos eran una nación guerrera ubicada entre los Montes Volscos y el Liris, que al final del siglo V a. C.
condujeron a la Liga Latina y a Roma a una serie interminable de guerras de desgaste. Durante este periodo la
fortaleza volsca de Antium fue conquistada y ocupada por los romanos en el 468 a. C. pero la perdieron un
decenio después, en tanto las colonias latinas de Signia y Norba, sobre los montes Volscos, sufrieron un asedio
permanente.
En estos conflictos, los volscos fueron a menudo apoyados por los ecuos, otro pueblo extremadamente belicoso
que se había asentado el curso alto del río Aniene, los Montes Hérnicos y el lago Fucino, a caballo entre las
actuales regiones del Lacio y de los Abruzos. Los ecuos, durante algunos años, lograron llegar a ocupar
Praeneste, segunda ciudad latina en importancia, avanzando hasta las estribaciones orientales de los montes
Albanos; Fueron detenidos en el monte Algido (458 a. C.) por un dictador que pasó a la leyenda: Lucio
Quincio Cincinato. Para volver aún más dramático este de por sí ya sombrío cuadro, aparecieron los sabinos,
que entre el 495 a. C. y el 449 a. C. se alzaron en armas repetidamente contra los latinos.
Historia de Roma
71
455 a.c.- Los cónsules están bloqueados en la guera contra volscos y ecuos. Es menester elegir un dictador, y se
deciden por el anterior cónsul: Lucio Quinto
Cincinato, cuyo gobierno ha sido probo y rectísimo. Lo encuentran arando sus campos y le dan la
noticia.
Se pone en acción, da órdenes precisas, respetado por todos nadie rechista. La victoria es total. Regresa
triunfal a Roma, se celebran los fastos correspondientes y abdica. Volvió a uncir sus bueyes y siguió
arando los campos. Ha pasado a la Historia como el prototipo de político íntegro y honesto.
"Cincinato con una mano devuelve los haces, símbolo del poder de Roma, mientras con la otra sostiene el
arado volviendo a su carácter de ciudadano común y granjero".
Lucio Quincio Cincinato, dictador.
Nada pudo ocurrir más imprevisto ni más inesperado. Por eso el terror y el desconcierto fueron a Nada pudo ocurrir más imprevisto ni más inesperado. Por eso el terror y el desconcierto fueron acusados como
si el enemigo sitiase Roma y no el campamento. Se hizo venir al cónsul Naucio. Pero como parecía que éste
representaba una protección insuficiente y se decidió nombrar un dictador para restablecer la apurada .
Merece la pena que presten atención los que menosprecian todo lo humano, a excepción de las
riquezas, y creen que no hay cabida para un gran honor ni para el valor, a no ser allí donde las riquezas
corren a raudales. Lucio Quincio Cincinato, única esperanza del imperio del pueblo romano, cultivaba
al otro lado del Tíber un campo de cuatro yugadas. Allí estaba cavando un hoyo hincando con todas sus
fuerzas la azada o bien arando; lo cierto es que estaba atareado en una faena agrícola; una delegación,
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después del intercambio de saludos, le rogó que, para bien suyo y del Estado, vistiese la toga para
escuchar las instrucciones del Senado. Sorprendido, pregunta varias veces: "¿Ocurre algo grave?", y
manda a su esposa Racilia que traiga
enseguida la toga de su choza.
Cincinato arando su campo cuando
recibe una embajada del senado .
Tan pronto como se acercó vestido con
ella después de limpiarse el polvo y el
sudor, los legados lo saludan como
dictador felicitándolo, le dicen que vaya a la ciudad, y lo informan del pánico que reina en el ejército.
Por mandato oficial había una embarcación a disposición de Quincio y, después de cruzar al otro lado,
lo reciben sus tres hijos que habían salido a su encuentro, luego otros allegados y amigos y, por fin, los
senadores en su mayoría. Rodeado por toda aquella concurrencia, precedido por los lictores, fue
acompañado hasta su casa. Hubo también una enorme afluencia de plebeyos, pero éstos no
experimentaron en absoluto alegría al ver a Quincio, pues consideraban excesivo el poder dictatorial y
a aquel hombre lo consideraban más riguroso aún que la propia forma de poder. Durante aquella noche
hubo en Roma un servicio de guardia sin más.
Al día siguiente el dictador, después de acudir al foro antes del amanecer, nombra jefe de la
caballería a Lucio Tarquicio. Acompañado por éste acude a la asamblea, proclama la clausura de los
tribunales ordena que se cierren las tiendas, prohíbe que nadie realice negocio privado alguno; ordenó
que los que estuviesen en edad militar se presentasen en el Campo de Marte armados y preparados para
la guerra al amanecer del día siguiente. Todos se presentaron prontamente de acuerdo con las órdenes
del dictador. A continuación, formadas las tropas en orden de combate, el propio dictador se pone a la
cabeza de las legiones y el jefe de la caballería a la cabeza de sus jinetes. Parten así hacia el
campamento romano asediado, al que llegan a media noche.
Entonces el dictador dio una vuelta a caballo e inspeccionó las dimensiones y la forma del
campamento y, después, ordenó a los tribunos militares que mandaran a los soldados volver a formar
las filas. Se cumplieron sus órdenes. Entonces despliega todo el ejército en una larga línea en torno al
campamento enemigo y ordena que, cuando se dé la señal, todos a la vez lancen el grito de guerra; dado
el grito, que cada uno cave una trinchera delante de sí y levante una estacada. Transmitida la orden,
siguió la señal. Los soldados cumplen lo dispuesto; el grito de guerra resuena en torno al enemigo,
sobrepasa su campamento y llega hasta el campamento del cónsul, provocando en unos pánico y en los
otros una enorme alegría. El cónsul, sin perder tiempo, se lanza al combate contra sus asediadores,
pensando que el dictador ya habría hecho lo suyo con la parte exterior del campamento enemigo. Los
ecuos, cuando se disponían a no permitir que el dictador los rodease con una empaladiza, abandona su
propósito y combate contra el cónsul hasta el amanecer. Al rayar el alba, estaban ya cercados por el
dictador y a duras penas podían sostener lucha contra un solo ejército. Entonces el ejército de Quincio,
que nada más terminar los trabajos volvió a tomar las armas, ataca su atrincheramiento. Acosados por
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la doble amenaza, los ecuos pasaron de la lucha a las súplicas rogando a los romanos que no cifrasen la
victoria en la masacre, que les dejasen marchar desarmados. El dictador accedió a los ruegos, pero
quiso además deshonrarlos: manda que le traigan encadenados a su general Graco Clelio y a los
mandos superiores restantes y que le entragen la plaza de Corbión; por último, los hace pasar bajo un
yugo, formado con las tres lanzas, dos clavadas en tierra y una horizontal atada sobre ellas.ión los que
menosprecian todo lo humano, a excepción de las riquezas, y creen que no hay cabida para un g Dueño de su campamento, entregó todo el botín exclusivamente a sus soldados; al ejército consular y al
propio cónsul los increpó recordándoles su cobardía y el peligro de que casi fueron presas. Dimite
Minucio del consulado y permanece en el ejército recibiendo órdenes. A pesar de esto, aquel ejército
dio su voto a una corona de oro para el dictador y, al marchar, lo saludó con el título de Protector. En
Roma el Senado dispuso que Quincio entrase triunfalmente a la ciudad con las tropas en columna tal
como venían. Después del triunfo, el dictador hubiera dejado el cargo de inmediato, de no haberle
retenido los comicios para juzgar a Marco Volscio por falso testimonio. El miedo al dictador impidió
que los tribunos pusieran trabas; Volscio fue condenado y se exilió en Lanucio. Lucio Quincio
Cincinato abandonó, al cabo de dieciséis días, la dictadura que había recibido por seis meses, y regresó
a cultivar su campo
Tan pronto como se acercó vestido con ella después de limpiarse el polvo y el sudor, los
legDurante aquellos días el cónsul Naucio consigue una brillante victoria sobre los sabinos en Ereto.
Fabio fue enviado al Álgido. Fabio fue enviado al Álgido para reemplazar a Minucio. A últimos de año
los tribunos movieron la proposición de ley; pero, como estaban fuera los dos ejércitos, los senadores
consiguieron que no hubiese ningún debate público; la plebe logró reelegir por quinta vez a los mismos
tribunos. Ese mismo año se purificó el Capitolio, porque habían sido visto lobos a los que hicieron huir
los perros
6.1.-Guerras contra Veyes
El principal enemigo de Roma en los primeros tiempos de la republica es la ciudad de Veyes situada a tan solo
17 km de distancia de Roma y los galos al norte ..
Durante la época monarquca las relaciones habían sido siempre tensas porque estaba en disputa las
comunicacione entre Etruria y la Campania y por la ruta de la via Salaria por donde discurría la sal desde las
salinas en la desmbocadura del rio Tiber y la sabina tierra adrento.
Finalmente la poderosa ciudad etrusca de Veyes, desde siempre rival de Roma, mantuvo durante todo el siglo
V a. C. una constante presión militar sobre la frontera septentrional del Latium Vetus, que al menos en tres
ocasiones atacó abiertamente.
Dando lugar a tres guerras que duraran casi un siglo:
1ª Guerra 485 – 474 a.c.
2ª Guerra 438- 425 a.c.
3ª Guerra 406- 396 a.c.en esta ultima terminó con la destrucción y anexion del todo el territorio unos 1500
km2
Historia de Roma
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1ª Guerra .-485 – 474 a.c.
No disponemos de fuentes fidedignas de confianza para el relato de esta primera guerra, y las que disponemos lo
hacen con muchos adornos los que nos hace pensar que no son parciales.
En el 481 a.c. son vencidos los romanos.
En el 480 a.c. los cónsules Cn ,Manlio y Marco Fabio derrotan a los veyenses.
En al 479 a.c. las tropas de Veyes llegan al Janículo, frente a las puerta s de Roma.asi se alteran victorias y
derrotas por una y otro parte.
Se dio en esta guerra la famosa gesta de los FABIOS , 477 a.c.,una familia patricia, compuesta por 306 personas
que en esta guerra fue materialmente diesmada cuando cayeron en una emboscada, la leyenda lo narra así.
En Roma al otro dia de la Lupercalias se celebraba una fiesta en honor de esta gesta, de los 306 Fabios muertos
―bajo las armas de los veyentes‖ en una emboscada en 18 de julio, cuando iban a defender Roma .
Salieron los Fabios de Roma por la puerta Carmenta: ―después que el senado, reunido en el templo de Jano
(Ianus), tomara la decisión de que salieran...‖. ―Un solo día había enviado a la guerra a todos los Fabios; a la
guerra enviados los vio perecer también un solo día‖.
Sólo un niño, enfermo, sobrevivió en su casa, y de él descendería el celebrado Quinto Fabio Máximo Cunctator
que se enfrentó a Aníbal.
2ª Guerra 438 -426 a.c.
Durante este casi medio siglo se había debilitado bastante el poder se la confederacion etrusca sobre todo por la
derrota sufrida frente a Hiearon de Siracusa en Cumas.
Se reinicio en 438 a.c., el relato es parecido a la de primera guerra con victorias alternadas entre romano y
veyentes, en esta se da la alianza con los de Veyes de fidinates y faliscos, se dio en esta guerra el episodio en el
que el cónsul Cornelio Coso dio muerte aun príncipe de Veyes llamado Tulumnio y que una vez muerto le
despojo de sus vestiduras e insignias y las llevo como ofrenda a Júpiter Capitolino haciendo prometer que se
hiciera lo mismo cada vez que se diera un caso parecido.
La ciudad de Fidenes se volvió a sublevar contra Roma el cónsul Mamercio Emilio conquisto definitivamente
Fíedenne para Roma, fue saqueada y sus habitantes vendido como esclavos.
3ª Guerra 406 -396 a.c.
Tras una tregua de 20 años ,aunque no la podemos denominar así pues no se dejaron de producir pequeñas
escaramuzas, esta ultima y definitiva guerra tiene unos perfiles mas históricos se extendió esta guerra por
participar los aliados de Roma, los latinos y por parte de Veyes los faliscos y capenates, según Tito Livio el
inicio de la guerra fue la exigencia por parte de Roma de la reparación por parte de Veyes de la consecuencias de
la guerra ,lo cual no fue aceptado por Veyes y motivó la definitiva declaración de la guerra, además del maltrato
que se lo dió a los embajadores romanos.
En el 405 a.c. los romanos iniciaron el asedio de la ciudad manteniendo por primera vez las tropas durante el
invierno, se les paga una compensación (stipendium)a los soldados por no poder atender las labores propias de
sus tareas agrícolas, pues gran parte de los soldados tiene pequeñas tierras por atender.
En 402 a.c los capenates y faliscos atacan el campamento romano y estos tienen que levantar el sitio, el cual
vuelve a ser levantado al año siguiente, tras una operación de castigo contra estos.
Historia de Roma
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En 399 a.c. es nombrado dictador Marco Furio Camilo que se puso al mando de las tropas, mando cavar un foso
bajo la ciudad de Veyes y la tomó al asalto.
La anexión de la ciudad de Veyes fue el primer gran triunfo exterior de Roma y muchos consideran como el
primer paso en la expansión de Roma.
Vistas las cosas, volscos y ecuos piden la paz, y Roma, exhausta, la concede.
Con la paz llegan las rencillas entre tribunos y patricios por el reparto del botín de Veyes.
Se inicia una campaña contra los faliscos, que deriva en el asedio de su capital, Faleria. Uno de los principales de
la ciudad había confiado la educación de sus hijos al cuidado de un pedagogo. Éste sacó a los niños de la urbe y
se dirigió al campamento romano para entregarlos como rehenes. El tribuno militar era Marco Furio Camilo, y
asqueado por la villanía de este miserable, le demuestra el desprecio que siente Roma por los traidores atándolo
desnudo y haciendo que los niños lo conduzcan a varazos de nuevo a la ciudad.
Quedarán los falerios tan asombrados por la noble conducta de los romanos que deciden ponerse bajo su
advocación, "convencidos de que viviremos mejor bajo vuestra autoridad que con nuestras leyes".
Así pues, con cuatro frentes de guerra casi constantemente abiertos, al norte con los etruscos, al oriente
con los sabinos, al suroriente con los ecuos y al sur con los volscos, pueblos tan capaces como el latino
y lo más granado de éste, Roma, estuvieron a punto de desaparecer para siempre de la historia.
Mas la tenacidad y el espíritu de entrega de los latinos, su sentimiento de pertenecer a una misma estirpe y su
convencimiento absoluto de ser los herederos de un destino común, obraron un milagro. En el 431 a. C., con la
famosa batalla del Monte Álgido, los ecuos fueron expulsados del Latium Priscum; en el 426 a. C. fue el turno
para Fidenae, ciudad aliada de Veyes, conquistada y destruida por un ejército romano. El apoyo de los hérnicos,
que a finales del 486 a. C. se habían adherido al Foedus Cassianum, permitió a Roma y a la Liga Latina, en el
año 406 a. C. llevar a cabo una empresa épica, la conquista de la ciudad volsca de Anxur, situada a más de
cincuenta kilómetros de la frontera meridional del Latium Vetus. Diez años más tarde (396 a. C.) gracias al genio
militar de Furio Camilo, la resistencia de Veyes llegó a su término, la ciudad fue arrasada y su territorio fue
incorporado al estado romano. Con Veyes cayó uno de los centros etruscos más importantes y prestigiosos de su
tiempo, y centro civilizador de todo el Lacio
La ofensiva desencadenada por Roma y todo el pueblo latino en las últimas décadas del siglo V a. C. había
acabado con todos aquellos que habían osado profanar el sacro suelo del Latium Vetus: veyentes, sabinos, ecuos
y volscos. Pero un peligro quizá aún más temible se acercaba: una horda celta había atravesado los Apeninos,
sembrando el terror y la destrucción a su paso y se dirigía hacia Roma.
6.2.-Los galos en el Lacio El pueblo galo, celta o gálata eran parientes lejano de los latinos germanos y griegos, pero carecían del genio de
de latinos y etrusco y habían evolucionado menos, eran pastores y cuidaban de sus rebaños; no tenían
ordenamiento jurídico sobresalían sobre todo por una bravura excepcional en la lucha, espíritu franco, impetuoso
pero aborrecían el orden y la disciplina con una perpetua desunión entre sus diferentes tribus, vivían del pillaje,
peleaban a pie aunque tenían algo de caballería.
Partiendo desde oriente habían llegado hasta la costa atlántica de FRANCIA, habían pasado A Gran Bretaña,
franquearon los Pirineos y disputaron Hispania a los iberos.
En Italia pasaron los Alpes y se establecieron en las llanuras del Pó en la Lombardía, edificaron Mediolanum
(milan) su capital, en una segunda expedición llegaron los cenomanos que se establecieron y fundaron Brescia y
Verona.
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Inican una guerra contar los etruscos para disputar toda la zona de la Lombardía, otra tercera oleada llegan los
senones y hacen retroceder a los etrusco hasta la actual Toscana (Florencia).
Los etruscos se ven amenazados por todos los que antes habían dominado y aprovechan la llegada de los galos
para presionar en todas sus fronteras, galos, siracusanos, latinos y samnitas.
Roma también aprovecha la debilidad etrusca y se intenta sacudir el yugo etrusco tras la ocupación por parte de
Prosenna toman las armas contra Veyes en 474 a.c. recuperan todas las tierras que habían perdido en su lucha
con este rey de Clusium y tras una tregua en 445 a.c. inician una guerra de desgaste y botín, pues Roma aun no
estaba preparada ni tenia la fuerza suficiente para atacar las ciudades etruscas, pero un día los habitantes de
Fidenes masacran ala guarnición romana y entregandose al rey de Veyes Torumnio.
Fidenes fue atacada y conquistada y firmado un armisticio hasta el 425 a.c.
Al termino de este, Roma se lanza definitivamente a la conquista de Veyes ,el ejercito ya no está solo en
temporada sino que resta todo el año , el estado paga de los fondos públicos a los soldados, y durante una larga
guerra de diez años ,apoyadas por latinos y hérnicos, tomo la ciudad que no obtuvo ayuda de las otras ciudades
confederadas de los etruscos ,solo tres Capena, Faleria y Tarquinia, posiblemente porque se hallaban en guerra
con los otros enemigos,Veyes sucumbió en 396 a.c.por Marco Furio Camilo y este momento se puede decir que
Roma inicia su expansión fuera del Lacio y el inicio de su imperio.Veyes fue destruida y anexionada todo el
territorio a Roma ,Capena y Faleria piden la paz ,mas tarde también Velsinia(391 a.c.).Cuenta la tradición que el
mismo día que cayó Veyes cayó Melpum en la frontera norte de Etruria frente a los galos y que estas dos caídas
fue el principio del fin del poderío etrusco.
Los galos tras la toma de Melpum se extienden por toda la Italia septentrional y cruzan los Apeninos y
descienden al corazón de Etruria en 391 a.c. ocupa todo el país etrusco y sitian Clusium, los etruscos piden
ayuda a Roma ,pero esta no acede por ser un riesgo muy elevado ,por el contrario envían unos embajadores para
pedir la paz a los galos ,que no encuentran respuesta, los embajadores cometen la torpeza de luchar en defensa de
la ciudad de Clusiun y matan a un jefe de los galos, los cuales piden reclamaciones Roma para que les entreguen
a los embajadores a lo que no acede por lastima de ellos, esta el detonante que hace a los galos ponerse en
camino de Roma con un ejercito de 60000 soldados. Al frente su jefe Breno, y el dieciocho de Julio de 390 a.c.
se enfrenta por primera vez a las legiones romanas, esto creen que son una pandilla de barbaros a los que
derrotaran fácilmente , pero no va ser así pues la forma de luchar de los galos es terrorífica y sin ningún temor al
peligro son feroces guerreros con una valentía sin limites Roa sufre una gran derrota en el rio Alía frente a
Roma, a los tres días las puertas de la ciudad cedan a la potencia gala y los mas esforzados de los romanos se
refugian en la ciudadela del Capitolio para resistir hasta lo imposible, el caos y la destrucción se apoderan de
Roma que es desbastada y entregada al mas feroz de los pillajes.
Durante siete meses se mantuvo el asedio del Capitolio pero los galos no tenían los medios necesarios para el
asalto del mismo pues no era su forma de lucha, cuenta la historiografía que una noche los galos iniciaron un
asalto en medio de la noche con el mayor sigilo, pero los graznidos de las aves del capitolio despertaron l jefe de
las tropas Marco Manlio el actual tomando las armas comenzó la defensa, uniéndose a el ele resto de la
guarnición, así fue como las aves salvaron a Roma.
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los graznidos de las aves del capitolio salvan a Roma de los galos
Los galos prepusieron concertar la paz a través del pago de un fuerte rescato de 1000 libras de oro, que fue
aceptado por Roma, aquí se dio la famosa anécdota en la cual cuando se estaba efectuando el pago de la misma y
se procedía al peso del oro ,los romanos comprobaron que el peso utilizado estaba trucado ,y protestaron ante el
jefe galo Breno ,pero este en un gesto de superioridad que da la victoria alos vencedores arrojo su espada sobre
la balanza para indicar que las condiciones eran de los mas fuertes que en esta ocasión eran ello ,diciendo ¡Ay de
los vencidos!.
Humillación de Breno a Roma en el pago de la rendicion
Esta lección jamás fue olvidada por los romanos y quedó en el recuerdo, se propusieron que nadie se eximiría del
servicio militar si los galos atacaban de nuevo, la ciudad se reconstruyó de prisa y corriendo y la republica se
inicio de nuevo en su antiguo esplendor.
Historia de Roma
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Los galos volvieron otras veces pero con distinto resultado, en el 367 a.c. se les venció en la ribera del rio ALBA
por Marco Furio Camilo el gran general seis veces cónsul. Cinco dictador y cuatro triunfo, que murió tras este
último combate.
6.2.1.-Marco Furio Camilo,el segundo fundador de Roma
Marco Furio Camilo (446? - 365 a. C.) militar y político romano de ascendencia patricia que vivió en el marco
de los inicios de la República Romana. Según Tito Livio y Plutarco, Camilo celebró cuatro triunfos, fue elegido
dictador en cinco ocasiones, tribuno con poderes de cónsul en otras cuatro y fue honrado a su muerte con el título
de Segundo Fundador de Roma.
Triunfo de Marco f.CAMILO
Contenido
1 Inicio de su carrera política 2 Su primera dictadura 3 La campañas contra los Faliscos 4 Su exilio 5 Los galos 6 La reconstrucción del poder romano 7 Sus últimas dictaduras y muerte
Inicio de su carrera política
Su vida desde el nacimiento hasta la mayoría edad nos es totalmente desconocida, y ni tan siquiera podemos
estar seguros del nombre de su padre ni el de su madre. La fecha de nacimiento es un conjetura, pues ni Livio ni
Plutarco nos dicen cuándo nació. De su infancia y juventud nada podemos decir, excepto que era de familia
patricia.
Al parecer su nombre se hizo popular por una acción de guerra, aquella en la que Roma se enfrentó a Volscos y
Ecuos bajo el mando el dictador Postumio Tuberto y en la que Camilo, a la sazón jinete de caballería, obligó a
retirarse a unos atacantes que previamente le habían herido en un muslo, acción que según Plutarco le valió ser
nombrado censor, aunque según Tito Livio, fue elegido tribuno con poderes consulares por primera vez en el año
403 a. C.. En este año Livio menciona ocho tribunos consulares, un número que no se menciona en ningún otro
lugar, y que no se había elegido antes ni se volvería a elegir.
Historia de Roma
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De estas circunstancias ha podido inferirse que la censura de Camilo y su colega Marco Postumio Albino debe
ser asignada para el año 403 a. C., y que Tito Livio, en su lista de los tribunos consulares de ese año, incluye a
los dos censores. (Comp. Val. Máx. i. 9. § 1.). Por lo tanto, su primer tribunado consular pertenece al 401 a. C., y
la única cosa que se menciona de él durante este año es que los romanos marcharon al país de los Faliscos, y
que no se enfrentaron al enemigo en campo abierto, dedicándose a devastar el país.
Fue designado para su segundo tribunado consular en el año 398 a. C., en el curso del cual se adquirió un gran
botín en Capena y, como los tribunos consulares se vieron obligados por un decreto del Senado a dejar sus
magistraturas antes de fin de año, Quinto Servilio Fidenas y Camilo fueron nombrados sucesivamente interreyes.
Su primera dictadura
En 396 a. C., cuando los Veyenses, Faliscos y Fidenenses se rebelaron se nuevo, Camilo fue nombrado dictador
con el propósito de conducir la guerra contra ellos, y nombró a Publio Cornelio Escipión su Magister Equitum.
Tras derrotar a ambos pueblos, y levantando su campamento, marchó de nuevo contra Veyes, ciudad etrusca de
primera magnitud, logrando finalmente la rendición de la ciudad en el décimo año de la guerra, tras una serie de
episodios legendarios, de los que da cuenta Livio.
En esta acción se recabó un inmenso botín, y Camilio tomó la estatua de Juno Regina, trasladándola a Roma,
donde fue instalada en un templo en el Aventino, y siendo consagrada en el 391 a. C., año en que celebró los
grandes juegos que había prometido si ganaba la victoria en Veyes. En su regreso de Veyes, fue premiado por el
Senado con un triunfo, pero Camilo entró en Roma montando en un carro tirado por cuatro caballos blancos, lo
que en aquel momento se interpretó como una muestra de impiedad, ya que ese tipo de tiro estaba reservado para
Júpiter.
. La campañas contra los Faliscos
En 394 a. C. fue elegido tribuno consular por tercera vez, y logró la rendición de los Faliscos. La historia del
maestro que trató de entregar la ciudad de Falerii a Camilo pertenece a esta campaña. Al parecer, y según Livio,
un maestro había decidido entregar a los romanos a los hijos de los principales de la ciudad a los que tenía a su
cargo por su condición de maestro, pero Camilo le habría encadenado y enviado de vuelta a sus conciudadanos,
los cuales, impresionados por el sentido de la justicia del general romano, se rindieron sin luchar.3 Valerio
Máximo llama cónsul a Camilo en esta ocasión, aunque las fuentes de que disponemos afirman que nunca fue
investido con el consulado. La época de Camilo fueron tiempos de intensa lucha social entre los patricios que
querían conservar sus privilegios, en especial el de cubrir las magistraturas, y la plebe que quería acceder a ellas.
No olvidemos que se nombraban tribunos militares con poder consular debido precisamente a que esta
magistratura estaba abierta a la plebe, lo que no ocurría con el consulado.
Su exilio
En 391 a. C., Camilo fue elegido interrex para tomar los auspicios necesarios para las elecciones a las
magistraturas, ya que los otros magistrados fueron atacados por una epidemia que asoló Roma, en al que Camilo
perdió a un hijo. En este año fue acusado por el tribuno de la plebe, L. Appuleius, por haber hecho una injusta
distribución del botín de Veyes, y, en vista de que su condena era inevitable, se exilió voluntariamente en Ardea,
rogando a los dioses que, si él estaba equivocado, su ingrato país pronto le necesitara. Durante su ausencia fue
condenado a pagar una multa de 15.000 ases.
Los galos
Poco despúes se tuvo noticia de que tribus galas, sobre todo Senones al mando de un tal Breno, avanzaban hacia
Roma a través del Norte de Iatlia y de Etruria, recibiendo los romanos la petición de alguna ciudad estrusca para
que la defendieran; al parecer los embajadores romanos, quebrando el derecho de gentes, participaron en la lucha
y los galos, muy enfadados por el hecho, levantaron el campamento y se dirigieron directamente a Roma. Los
Historia de Roma
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romanos les esperaron en la afueras de la ciudad, pero fueron derrotados en la Batalla del río Alia, y la ciudad,
con la excepción del capitolio, fue tomada por los galos y sometida a pillaje. Para enfrentar este peligro, lo que
quedaba de la curia decidió ofrecer a Camilo (que gozaba de buena fama como general) la dictadura; pero
Camilo, que vivía en el exilio en Ardea, exigió ser llamado por una lex curiata, esto es, que fuera el
pueblo el que ratificara su cargo en la curia, lo que efectivamente ocurrió mediante mensajes entre el
capitolio y Ardea que fueron llevados gracias a la valentía de un romano que logró escapar del sitio del
capitolio y volver a entrar otra vez en el mismo.
Brenno y su parte del botín. Pintura de Paul Jamin, 1893
Camilo nombró a Lucio Valerio Potito como su magister equitum (jefe de la Caballería, tradicional nombre del
segundo al mando), reunió a las dispersas fuerzas romanas que consistían en parte en fugitivos y, en parte, en los
que habían sobrevivido a la Batalla de Alia, y marcharon hacia Roma. Según la tradición, tomó por sorpresa a
los galos, cuando Breno, tras haber trucado las pesas en las que se medía el rescate en oro que se había fijado
para la ciudad profirió la expresión Vae Victis! (¡Ay de los vencidos!); Camilo alegó que, puesto que él era
dictador, ningún acuerdo era válido sin su aquiescencia, por lo que no se debía pagar rescate y contestó a Breno
con otra célebre frase Non aurum sed ferrum liberanda est patria (Es con el hierro, no con el oro, como se libera
la patria). Tras derrotar estrepitosamente a los galos en la posterior batalla, entró en la ciudad en triunfo,
saludado por sus conciudadanos como alter Romulus (nuevo Rómulo), pater patriae (padre de la patria) y
conditor alter urbis (segundo fundador de la ciudad).
Toda esta tradición se basa en las dos únicas fuentes que tenemos para la vida de Camilo, Livio y Plutarco, y así
se ha venido considerando a lo largo de la historia, pero modernos historiadores sostienen que el relato de la
derrota de los galos por Camilo es probablemente una invención posterior para dejar a salvo el orgullo romano y
que el ejército que los derrotó probablemente era etrusco y no romano.
Una vez que los galos se marcharon o fueron expulsados, Camilo dedicó atención a la restauración de los
templos, pues los romanos pensaban que su derrota se había debido en buena parte a la impiedad, y a
continuación para reconstruir la ciudad.
Sin embargo, la ciudad había quedado en buena parte devastada y el erario público no podía aguantar el peso de
una entera reconstrucción de la urbe, por lo que se pidió a los particulares que cada uno reconstruyera lo suyo.
La carga resultó ser para algunos demasiado penosa y empezaron a circular voces solicitando el traslado de
Roma a la recién conquistada Veyes, ciudad etrusca que al parecer y según Livio era bellísima y no había sido
tocada por la invasión celta, llevando su proposición hasta los tribunos de la plebe para que la presentaran en los
comicios; pero Camilo, en un conmovedor discurso (según Livio), disuadió a los romanos y les convenció para
que reconstruyeran la ciudad, tras lo cual renunció a la dictadura.
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La reconstrucción del poder romano
En el año 389 a. C. Camilo fue nombrado interrex por tercera vez, con el propósito de elegir a los tribunos
consulares de ese año, y, en el mismo año, las tribus vecinas se levantaron contra Roma con la esperanza de
conquistar la debilitada ciudad sin dificultad. Camilo fue nombrado de nuevo dictador, e hizo a Gayo Servilio
Ahala su magister equitum. Primero derrotó a los Volscos tomando su campamento y obligándoles a someterse a
Roma después de un conflicto que duró setenta años. Luego dirigió sus tropas contra los ecuos, que fueron
derrotados cerca de Bola y su capital expurgada en el primer ataque. Sutrium, que había sido ocupada por
etruscos, cayó de la misma forma. Después de la conquista de estas tres naciones, Camilo regresó a Roma en
triunfo.
En el año 386 a. C. Camilo fue elegido por cuarta vez tribuno consular, y, tras haber rechazado la dictadura que
se le ofrecia, derrotó a los etruscos y a la ciudad de Antiates. En 384 a. C. fue tribuno consular por quinta vez, y
en el año 381 a. C. por sexta vez. Fue en este último año cuando sometió a los volscos rebeldes y los
Praenestianos.
Durante la guerra contra los volscos, Lucio Furio Medulino fue nombrado como su colega. Este último rechazó
la cautela de Camilo, y, sin su consentimiento, dirigió sus tropas contra el enemigo quedando en una situación
peligrosa de la que fue rescatado por Camilo, quien obtuvo una victoria completa y el reconocimiento de su
colega.
Después de eso Camilo recibió órdenes de hacer la guerra a los Tusculanos por haber ayudado a los
volscos, y, a pesar de la conducta de Medulino, Camilo lo eligió de nuevo como su colega para
otorgarle la posibilidad de rehabilitarse de su desgracia.
Fue, en efecto, un hombre realmente único en todas las situaciones, el primero
en la paz y en la guerra antes de exiliarse; más brillante en el exilio, bien por
la añoranza de la ciudad que, una vez en poder del enemigo, imploró su
ayuda cuando estaba ausente, o bien por la suerte con que, devuelto a su
patria, a la vez que su persona la propia patria fue devuelta con él; luego, a lo
largo de veinticinco años, estuvo a la altura de semejante título de gloria y fue
digno de que se le considerase el segundo fundador de la ciudad de Roma
contando a Rómulo.
Tito Livio. Ab Urbe Condita4
Sus últimas dictaduras y muerte
En 368 a. C., cuando los patricios resolvieron hacer un último esfuerzo contra las rogativas de C. Licinio Stolo,
el Senado nombró a Camilo, un fiel defensor de los patricios, dictador por cuarta vez. Su magister equitum fue
Lucio Emilio Mamercino. Sin embargo Camilo, pese a su ascendencia patricia, probablemente vio la necesidad
de hacer concesiones a los plebeyos y apoyó la aprobación de las Leges Liciniae-Sextiae dimitiendo poco
después de la dictadura, por lo que el Senado designó a Publio Manlio Capitolino en su lugar.
En el año siguiente, 367 a. C., cuando una nueva guerra con los galos se aproximaba, Camilo, que tenía casi
ochenta años, fue llamado a la dictadura por quinta vez. Su magister equitum fue Tito Quincio Peno. Obtuvo una
gran victoria, por lo cual fue recompensado con un nuevo triunfo. Dos años más tarde, 365 a. C., murió de la
peste.
Por fin parten los galos y queda una Roma saqueada e incendiada. La mayoría del pueblo era partidario de
abandonar la ciudad e instalarse en Veyes, pero el Senado rechazó esta propuesta de los tribunos.
Historia de Roma
82
Entonces comenzó una carrera contra reloj para recontruir la Urbe. Lo cual dio lugar a una situación anárquica
(promiscue aedificari). Nadie se atuvo a un plan de ordenación urbana, ni siquiera para que las calles fuesen
rectas: el objetivo era terminar antes de un año. Los invasores volverían seguro en la siguiente primavera. Los
muros servianos fueron reconstruídos en toda su extensión y revestidos de cantería de piedra de grotta oscura.
Al mismo tiempo, se ha sacado lección del desastre ante los galos y se reforma el ejército. La nueva estructura
será la acies triplex compuesta de tres filas -Astati, Principi y Triarii-, cuyas dos posteriores servían de reserva a
la primera. Esta ordenación, que recuerda la falange dórica, ofrecía la ventaja de tener siempre tropas y fuerzas
sobre el campo de batalla, y con ella sujetó Roma todos los pueblos de Italia y preparó su universal dominio.
El desastre que Roma acaba de padecer le supondrá un enorme desprestigio y la consecuencia será que muchos
de sus vasallos van a plantearse la posibilidad de una rebelión. Además van a producirse encuentros armados con
los samnitas por el control de Capua. La cosa quedará en tablas, y se firmará una tregua.
6.3.-Conquista de territorios etruscos. Después de la marcha de los galos ,en el 390 a.c. Roma se lanza al conquista de parte del territorio etrusco ,
aprovechando la debilidad en que se encuentra la confederación etrusca, gran parte del sur de Etruria hasta las
colinas Ciminianas quedan anexionadas a Roma.
En la ciudad de Veyes se organizan cuatro tribus urbanas en 387 a.c., en 383 a.c. se construyen dos fortalezas de
defensa en la frontera una en Satrium y la otra en Nepete y se pueblan con colonos romanos sus fértiles
campiñas, en el 358 a.c. Tarquinia Cerea y Faleria se sublevan pero Roma las vuelva al yugo romano.
A Cerea se les dio la ciudadanía sin derechos electorales los que los convertían en súbditos de Roma perdía su
autonomía pero se administra por si mismo, mas tarde Falera se desentiende de la federación etrusca y pide un
tratado de alianza perpetua con Roma, con ello la Etruria del Sur permanece bajo la dominación de Roma al
resto de Etruria septentrional Roma firma una paz de mas de 30 años. (351 a.c.).
Tras estos años de convulsión las aguas vuelven a su cauce en estas regiones se asientan tanto los galos como
etrusco y romanos, cada uno en la parcela que los otros han dejado en paz.
Etruria ha perdido su antiguo esplendor pues no ha sabido equilibrar los desordenes sociales creados pro las
diferencias entre sus clases sociales los aristócratas siguen en su bienestar y las clases mas desfavorecidas no
consiguen nada en su evolución social dando lugar a desordenes que llevan a pedir ayuda a la propia Roma, lleva
con ella la perdida de su independencia nacional.
Historia de Roma
83
Las guerras civiles
El envío de los vestidos sagrados a Caere y no a otra ciudad latina, en el curso de la incursión gala pudo ser
interpretado de varias maneras, pero lo cierto es que en el 386 a. C., Praeneste denunció el Foedus Cassianum,
apoyados abiertamente primero por los volscos, después por los ecuos, que con los faliscos y los etruscos de
Tarquinia se levantaron nuevamente en armas contra Roma. Aunque Túsculo no participó directamente en la
contienda, admitió que un nutrido grupo de voluntarios suyos se integrara al ejército de Praeneste. Los tiempos
de la solidaridad latina parecía que habían desaparecido para siempre.
Después de la enésima tentativa de los volscos por penetrar en territorio romano y rechazada por Furio Camilo,
un ejército formado por praestinos, ecuos y voluntarios de Túsculo se dirigió contra Roma (383 a. C.). La urbe
estaba entonces comprometida en socorrer a la ciudad aliada de Sutrium, cercada por el asedio de los etruscos de
Tarquinia y por sus aliados los faliscos. No obstante la escasez de fuerzas romanas presente en la ciudad, los
praenestinos fueron puestos en fuga en cercanías de Puerta Colina. La paz que siguió respetó la libertad de
Praeneste pero no la de Túsculo, ciudad que fue definitivamente absorbida por el estado romano (381 a. C.).
Entre los 362 a. C. y 358 a. C. la guerra estalló sobre la ribera del Trerus: los hérnicos se rebelaron, y solamente
tras un gran esfuerzo acompañado de una larga negociación diplomática, volvieron a la obediencia de Roma.
Tibur, tercera ciudad latina en importancia, aprovechó entonces para entrar en guerra contra Roma, después de
conseguir a sueldo mercenarios galos (361 a. C.). Dos nuevos conflictos, primero contra los volscos, que fueron
derrotados (357 a. C.) y luego contra los etruscos de Tarquinia, obligaron a Roma a esperar siete largos años
antes de lograr doblegar definitivamente la resistencia de Tibur, a la cual después le fue ofrecida una paz
honorable (354 a. C.). En el 353 a. C., Caere pasó definitivamente a la zona de influencia romana, que se
extendió así desde aquel año hasta el mayor puerto de la Etruria meridional. Pero ahora la urbe había puesto en
su contra a muchos de sus aliados en la lucha contra sus propios enemigos tradicionales: solo pocos poblados
relativamente populosos (Norba y Signia en particular) y un cierto número de poblados menores del Latium
estaban de su lado.
Un destino marcado
Los sucesos que convulsionaron el Latium en la primera mitad del siglo IV a. C. y que habíamos intentado
sintetizar en el capítulo precedente, merecen una explicación; ¿Por qué después de una serie ininterrumpida de
victorias en combate a favor de Roma y de sus aliados de la Liga, en las últimas tres décadas del siglo V a. C.
estalla en la región una verdadera guerra civil entre los latinos? ¿Cuáles fueron las motivaciones que empujaron
a las más importantes ciudades del Latium Vetus a renunciar a un gran proyecto común de expansión en Italia
central y el levantarse en armas contra Roma y las ciudades que le eran fieles?
La conquista de Veyes en 396 a. C. había además consolidado la posesión de absoluta supremacía que Roma
gozaba en la región. Algo semejante se perfilaba para muchas ciudades latinas: el riesgo de ser definitivamente
absorbidas por el poderoso estado romano. La toma y el saqueo de Roma (pero no de la fortaleza capitolina) por
parte de los galos en 390 a. C. fue ciertamente un hecho luctuoso en su historia, pero se trató de un breve
paréntesis y la reconstrucción de la ciudad se sucedió a un ritmo sostenido, lo que induce a creer que el incendio
relatado en la historiografía antigua solo debió afectar algunas zonas de la urbe. Un importante estudio de este
periodo sostiene que al inicio del siglo IV a. C. la población de Roma regresó con toda probabilidad al mismo
nivel de la época de la monarquía (509 a. C.)[3]
fijada por Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso y Eutropio en
cerca de los 80.000 habitantes.[4]
También entonces, en los albores de la República, las ciudades de la liga habían
intentado librarse de la incomoda tutela de Roma, pero sin lograrlo.
Después de la crisis del siglo V a. C. que, poniendo en peligro la supervivencia misma del Latium Vetus, y había
recompuesto el mundo latino, Roma se tornó más poderosa y rica que antes. Con la conquista de Veyes, la
relación de fuerzas entre Roma y sus aliados cambió a favor de la urbe como ya se ha dicho. Las ciudades más
importantes del Latium (Preanestre y Tibur) terminaron por perder su libertad por lo que se armaron contra
Roma. En su ayuda acudieron otras poblaciones importantes del Latium Vetus, entre ellas Túsculo severamente
castigada por Roma con la pérdida de sus libertades cívicas. En la primera mitad del siglo IV a. C. la urbe no
Historia de Roma
84
solo estuvo en capacidad de responder con éxito los ataques de las otras ciudades latina, sino también todas las
ofensivas lanzadas repetidamente en su contra por etruscos, faliscos, volscos y ecuos. En torno al 350 a. C. tuvo
lugar la última guerra contra Tarquinia, que le permitió a Roma consolidar su influencia sobre la Etruria
meridional y absorber para su estado el importante puerto de Caere, El destino de los latinos ya estaba definido.
Epílogo
Capua, anfiteatro.
A finales de los años 40 del siglo IV a. C., las dos potencias hegemónicas de Italia central, Roma de una parte, y
la Federación Samnita de la otra, se enfrentaron por la posesión de la Campania septentrional. La guerra
(343 a. C. / 341 a. C.) no concluyó en nada definitivo, pero permitió a los romanos inmiscuirse en los
acontecimientos internos de una región rica y populosa y tomar posesión de Capua, la mayor y más próspera
ciudad de Campania en ese tiempo, traspasada a los romanos por medio de la deditio -rendición a Roma-
(343 a. C.). Capua era en aquella época el centro de una tupida red de alianzas y de relaciones comerciales con
muchas ciudades vecinas que pasaron como consecuencia a la órbita romana.
Los latinos, preocupados por esta nueva fase de expansión de Roma hacia el sur, decidieron pasar a la acción y
con el apoyo de algunas ciudades campanas que soportaban de mala gana la hegemonía de la urbe en sus
regiones reclutaron un ejército que penetró en Campania atravesando el Trerus (340 a. C.) Las fuerzas latino-
campanas fueron derrotadas en las faldas del Vesubio por un ejército romano reforzado con toda probabilidad
por un contingente samnita. Los supervivientes fueron obligados a replegarse más allá del río Garellano pero a
poco padecieron una nueva derrota cerca de Trifano. En los Campos Fenectanos, territorio perteneciente al
Latium Adjectum se consumó el último acto de la tragedia. Un ejército constituido por los latinos de
Praeneste, Tibur y otras poblaciones menores fueron enteramente diezmadas por los romanos (338 a. C.).
Desde aquel momento las ciudades del Latium Vetus dejaron de existir como entidades políticas autónomas y su
historia se confunde con la de Roma, máxima expresión de aquella misma civilización desarrollada por el pueblo
latino a lo largo de varios siglos.
6.4.-Expansión romana.
Polibio comienza sus Historias diciendo: "¿Qué hombre en todo el mundo puede ser lo bastante estúpido o
frívolo como para no querer conocer cómo y bajo qué forma de gobierno casi todo el mundo habitado,
conquistado en menos de 53 años, ha pasado bajo la autoridad de Roma? Es un hecho que no tiene precedentes".
Esta imparable expansión de Roma sorprendía ya a los historiadores antiguos y para los modernos no están
resueltas, ni mucho menos, todas las claves del proceso.
Polibio se refiere a los acontecimientos bélicos posteriores al 264 a C, pero la fecha no es lo fundamental, puesto
que si se acepta que Roma ejerció una política imperialista, el momento, el punto de arranque que justifique esta
afirmación es bastante discutible. Se considera -con muy poca lógica- que la conquista de Italia no supuso
ningún tipo de imperialismo por parte de Roma. Serían más bien guerras defensivas y habría por tanto que
Historia de Roma
85
esperar a la Primera Guerra Púnica o incluso a la segunda para hablar de una política imperialista, ya que Roma
no pudo ver ninguna amenaza directa. Otros autores señalarían el inicio del imperialismo romano a partir de la
segunda guerra contra Macedonia, etc. Pero, en nuestra opinión, no puede establecerse en ningún momento
determinado el comienzo del imperialismo romano. Si existió, sus raíces están en la propia estructura de la
sociedad romana y en la evolución posterior de ésta, en la que, a factores políticos, se fueron añadiendo otros de
carácter económico, psicológico, diplomático, etc... que marcaron la política exterior de Roma y posibilitaron
que se convirtiese en una potencia dominadora de medio mundo.
Roma aplicó durante este periodo una política exterior expansionista. Antes de la disolución de la monarquía,
Roma ya era la potencia hegemónica en el Lacio. Ayudados por sus aliados, los romanos lucharon contra
etruscos, volscos y ecuos. Entre el 449 y el 390 a.C. Roma se mostró especialmente agresiva. La conquista de la
ciudad etrusca de Veyes en el 396 por el militar y político Marco Furio Camilo señaló el inicio de la decadencia
de la civilización etrusca. Otras ciudades etruscas se apresuraron a firmar la paz, y a mediados del siglo IV a.C.
se habían establecido guarniciones romanas en el sur de Etruria en las que se asentaron un gran número de
colonos romanos. Las victorias sobre los volscos, latinos y hérnicos dieron a Roma el control de Italia central y
también la hicieron entrar en conflicto con los samnitas del sur de Italia, a los que derrotó después de las
denominadas Guerras Samnitas (343-290 a.C.). Roma reprimió una revuelta de los latinos y volscos y en el
338 a.C. la Liga Latina (una confederación de ciudades del Lacio establecida muchos años atrás) fue
disuelta. Las poderosas coaliciones formadas por etruscos, umbros y galos en el norte, y por lucanos y samnitas
en el sur, amenazaron el poder de Roma hasta que fueron derrotadas, primero la confederación del norte en el
283 a.C. y poco después la del sur. En el 281 la colonia griega de Tarento solicitó ayuda a Pirro, rey de Epiro,
contra Roma. Sus campañas en Italia y en Sicilia (280-276 a.C.) no tuvieron éxito y regresó a Grecia. Durante
los siguientes diez años, Roma completó su dominio en el sur de Italia y de este modo logró imponer su poder
sobre toda la península Itálica hasta los ríos Arno y Rubicón.
Por otra parte, es difícil explicar en qué sentido fue Roma imperialista. En muchos casos Roma no buscaba
anexiones, como lo demuestran, por ejemplo, su tratado con los etolios del norte de Grecia -a los que sólo exigía
su parte del botín en las operaciones conjuntas-, o la creación en el 167 a.C. de cuatro repúblicas artificiales en
Macedonia, o el rechazo de territorios legados por testamentos, como es el caso de Egipto en el siglo I a.C. o la
propia existencia de los llamados estados clientes, como es el caso de Tracia (anexionada en el 46 a.C.),
Mauritania (donde Juba II había sido colocado por Roma como Rey en el 25 a.C.), el reino de Emesa, la
tetrarquía de Abilene, etc.
Lo cierto es que en Roma, desde sus comienzos, se configuró una sociedad militarista. La asamblea creada por
Servio Tulio, los comicios centuriados, era básicamente militar y en ella se vinculaba el poder y la riqueza al
honor militar. La virtus romana era, en definitiva, el valor, la valentía. Desde los comienzos de la República las
magistraturas más elevadas eran las militares. Por tanto, Roma practicó una política militar desde sus
comienzos y uno de los objetivos militares básicos de entonces era la expansión. En muchas ocasiones
podrían considerarse razones defensivas, en otros casos no. Se buscaban intereses económicos -nuevas tierras- o
estratégicos: seguridad en sus fronteras, aumentar su autoridad política protegiendo a sus aliados frente a otros
agresores, etc.
En una segunda fase, a partir del siglo III, los intereses siguieron siendo básicamente los mismos, pero los éxitos
conseguidos habían generado una dinámica de alianzas políticas, de grupos de poder y de necesidades que
implicaban la continuación de su política expansionista. En primer lugar, la más alta ambición para cualquier
miembro de la oligarquía era el triunfo. La celebración de la victoria, con su despliegue de procesiones,
equiparaba al vencedor casi con un dios. Es sabido que se dieron campañas provocadas por generales para
conseguir tal triunfo, incluso antes de que el Senado perdiera el control sobre las guerras en el siglo I a.C. La
tradición aristocrática romana estaba bajo el influjo del mundo helenístico. Quizá ya Escipión siguió el modelo
de Alejandro, como hicieran después Pompeyo y César.
Historia de Roma
86
Por otra parte, la oligarquía romana adquiría, a través de la victoria militar, prestigio y clientes en las nuevas
provincias dominadas. La mayoría de los propios conquistadores pasaban posteriormente a ser elegidos patronos
de la ciudad o provincia por los propios vencidos. Los patronos obtenían el apoyo de la comunidad cliente hacia
él y su familia; su título de patrono era hereditario. A cambio, protegía a sus clientes de los malos tratos o abusos
y, en general, intentaba promocionar a las élites provinciales, ahora clientes suyos, y a la ciudad. Así, C.
Fabricius Licinius, vencedor de los samnitas, es elegido por éstos patrono en el 282 a.C. El propio Catón, en el
195 a.C. y después de sus campañas victoriosas en Hispania, es elegido patrono por los hispanos.
Los intereses económicos jugaban también un papel determinante. En principio, el botín estaba legalmente a
disposición del general, aunque normalmente, se entregaba parte de él al Tesoro estatal y otra parte se destinaba
a obras públicas que aseguraban la gloria y popularidad del benefactor.
También era la forma más segura de pagar a las tropas, entre las que el general repartía parte del botín oficial.
Los pequeños propietarios campesinos (y a finales del siglo II a.C. los proletarios) verán en las guerras la
posibilidad de hacer fortuna. No olvidemos que durante las guerras itálicas la victoria había llevado a menudo a
parcelar la tierra conquistada entre los ciudadanos pobres incluso después de las guerras ultramarinas. El Estado
a veces adquirió tierra para arrendar a los ciudadanos y las colonias de veteranos fueron después seguidas por
emplazamientos para la plebe romana a gran escala. En este sentido, a veces las guerras eran la vía más
segura para neutralizar las amenazas o revueltas internas.
Los negotiatores encontraron en las guerras y las anexiones, un filón que les permitió hacer grandes fortunas.
Cicerón dice, posiblemente sin exagerar, que Roma fue a menudo a la guerra a causa de sus mercaderes.
Esclavos, metales, objetos manufacturados y todo tipo de productos obtenidos en las guerras proporcionaban un
constante beneficio para los comerciantes romanos y latinos. El Estado aumentó estas operaciones con la
creación de puertos libres (como el de Delos en el siglo II a.C.) o, a veces, con la exención de tasas portuarias.
Sólo el comercio de grano fue siempre vigilado y controlado por el Estado. La provisión de los ejércitos y el
mantenimiento de la plebe romana eran objetivos prioritarios.
Así, económicamente, la política de guerras y de expansión practicada por Roma contaba con el consenso no
sólo del Senado y la oligarquía romana y latina, sino con la de todos los sectores sociales incluida la clase más
desfavorecida. Además, el Tesoro estatal se hizo cada vez más dependiente de los ingresos exteriores: las
indemnizaciones, los impuestos y tributos, los aranceles... eran la fuente esencial que permitía financiar los
enormes gastos que las guerras suponían.
Sin duda los romanos no consideraron nunca inmoral o reprobable su política imperialista. Su conservadurismo
hacía que el aval legal que justificaba una guerra sancionara a ésta como un acto patriótico y necesario.
Se atacaban a veces las guerras inspiradas por la codicia de algún oligarca. Se conocen las objeciones que se
plantearon a la campaña parta de Craso o la oposición de Catón, en el 167 a.C., a una proyectada contra Rodas.
Pero aún así, a veces esta voluntad era manejada, como sucedió con la expedición a Sicilia del 264 a.C. Dice
Polibio que el Senado se negó a responder a la llamada de Mesina, pero la plebe la aceptó bajo presión de los
cónsules Apio Claudio Caudex y Marco Fulvio Flaco. Los Fulvios, originarios de Tusculum, habían dominado la
ciudad durante la primera Guerra Púnica junto con familias de origen campano y samnita, como los Atilios y los
Octilios, y obviamente les preocupaba la suerte de sus compatriotas instalados en Sicilia y amenazados por
Siracusa.
Así, el imperialismo romano no fue ni constante ni premeditado, como han mantenido muchos historiadores, ni
tampoco el resultado de una serie de contingencias. Cada progreso de Roma en Italia aumentaba sus
responsabilidades, convirtiéndola en potencia más idónea para proteger el mundo de las ciudades, demasiado
dividido para ser sólido, contra las oleadas procedentes de los pueblos montañeses. Por otra parte, en muchas
Historia de Roma
87
ocasiones Roma prefirió -como hemos visto- cambiar sus relaciones con los pueblos extranjeros por un sistema
de clientela, base de la vida social y de la actividad política de la aristocracia que la dirigía.
Sin duda se fue relajando con el tiempo la fides, base de sus relaciones con los extranjeros y entre los propios
ciudadanos. Pero también su experiencia política los condujo a un mayor pragmatismo y cierta desconfianza
política. Así lo constataron con la actitud de gran parte de sus aliados itálicos durante la segunda Guerra Púnica.
E incluso antes, en el siglo IV a.C., cuando se batieron contra los galos, ignoraron que estas bandas errantes,
empujadas por necesidades materiales, eran utilizadas por Dionisio de Siracusa para debilitar a sus adversarios.
Estas y otras experiencias guiaron la política de Roma, como en general han guiado la política de todos los
pueblos a través de los siglos.
Concluyendo, en nuestra opinión, el impulso que llevó a Roma a la conquista del mundo mediterráneo y las
formas que adoptó dicha conquista están íntimamente ligados a las instituciones republicanas, responsables de su
orientación y de los medios para llevarla a cabo. A esto habría que añadir que la visión actual de la expansión de
Roma es bastante incompleta, ya que de muchos de sus principales contrincantes (los samnitas, cartagineses,
etc.) no poseemos testimonios propios, ni conocemos sus juicios y valoraciones sobre su propia política o la de
Roma. La justificación histórica de Roma se apoya en su éxito político y éste ha determinado, como sucede
generalmente, el juicio de la posteridad.
7.-Etapas de la conquista de Italia
7.1.-La sumisión del Lacio, anexión del Lacio. Roma bajo la Monarquía adquirió hegemonía en el Lacio, pero las convulsiones sociales con la llegada
de la Republica puso en peligro esta preponderancia y Roma debió luchar por conseguir de nuevo este
prestigio.
Tras la victoria del Lago Regilo, Roma impone el pacto Foedus Cassianum a la Liga Latina, (493 a.c.),
siendo cónsul Espurio Cassio.
Pero que lugar tiene Roma en esta federación, es algo que no tenemos fidedigna documentación
histórica que nos lo pueda respaldar, solo historiografía probablemente muy mediatizada, parece ser
que esta alianza estaba en un plano de bastante igualdad de derechos, pero en temas relacionados con la
guerra no parece que se respete estel plano de igualdad.
En caso de guerra, cada miembro de la liga debe aportar el mismo numero de soldados, el botín se
reparte por parte iguales, si se construye una fortaleza se paga en partes proporcionales igual que en el
número de soldados que la deban defender, pero parece ser que después de la batalla del Lago Regilo
esto cambió en algunos matices.
El general en jefe debía ser romano, y este nombraba a su estado mayor que normalmente eran
romanos, así como el derecho de tratar con los pueblos enemigos sobre las condiciones de guerra y paz.
Historia de Roma
88
Con el reparto del botín de las ciudades conquistadas era por parte iguales pero con los colonos que se
enviaban generalmente eran mayor el numero de ciudadanos romanos y que mas tarde esto hacia crear
un ámbito de mayor proximidad con la ciudad de Roma.
No obstante se respetaron los derechos de forma general, los matrimonios entre los diferentes
habitantes de las ciudades, derecho de comercio de circular con toda libertad, excepto en el
elegibilidad publica aunque tenían derecho a voto en los comicios tributos pero algo restringidos.
Cuando ocurre el cambio constitucional en Roma se propaga en todas las ciudades de la liga, supuso
esto una época de confrontación en todas las ciudades de la Liga por la expulsión de reyes y su cambio
por poderes aristocraticos.
Esta unión latina supuso una gran fuerza para el objetivo expansionista de Roma, en principio Roma no
piensa en su expansión al norte, hacia los estados de Etruria pues eran muy fuetes en relación a Roma,
pero si mira hacia el Sur y el Este los Sabinos, situados entre el Annio y el Tiber, contra los Ecuos en
el Annio superior y contra los Volscos en las riberas del mar Tirreno.
La primera en ser subyugada es el pueblo sabino a al cual la historiografía no da casi importancia pues
debió suponer poca esfuerzo a Roma ,puede que por un lado los sabinos se expansionaron en el sentido
contrario buscando las riberas y valles del Tiferno y del Vulturno no preocupándose de la tierras
lindantes con Roma.
En la estrategia romana se decidió separar ambos enemigos, ecuos y volscos, conquistando las tierras
que separaban a ambos pueblos, fundando fortalezas o creando colonias con miras a crear fronteras
seguras y puestos de avanzadillas como los de Cora y Norva (492 a.c.), y la de Signia en el 495 a.c..
El pueblo de los Hernicos se aliaron a la conferderacion Latina lo que supuso un buen refuerzo.Para
someter a los ecuos bastó con algaradas y correrías de desgate, pero a los Volscos fue mas duro y largo
las batallas siendo la única forma la de construir verdaderas ciudades en puntos avanzados como
Velitres 494 a.c. y mas tarde Suesa, Pomecia, Ardea y Circes.
La ciudad Volsca de Antium fue intentada de conquistar durante bastante tiempo se llegó a ocupar en el
467 a.c. pero se volvió a perder poco después, se necesitaron 13 largos años de guerra ,,después de la
invasión de los galos en el 390 a.c.,para asegura Roma la posesión de las marismas Pontinas y hacia el
383 a.c. practicamente casi el territorio de los volcos estaba en poder de Roma.
A medida que se avanza en la conquista de sabinos ecuos y volscos va disminuyendo la cohesion
interna de la Liga Latina,en una disputa que surge entre las ciudades de Ardea y Aricia por unos
terrenos colindantes ,se llama a Roma com arbitro ,y se toma la decisión por parte de Roma de
quedarse con los terrenos, eso conlleva aun motin por parte de los de Ardea ,Roma envió colonos
romanos y les repartió las tieras de los que estaban en contra de los romanos(442 a.c.).
Cuando parece que han desaparecido los problemas con los pueblos vecinos, aparecen los galos (391-
390 a.c.),
Que arrasan Roma ,en esto las ciudades latinas y los hérnicos se aprovechan de la debilidad de Roma
para sublevarse y quitarse de encima el yugo romano,las principales ciudades latinas
Historia de Roma
89
,Lanubium,Preneste, Tusculum Tibur se sublevan y otras ciudades que se habían creados en el país de
los volscos como Velitres y Circeya, incluso Tibur se llega aliar con los galos los cuales habían
irrumpido en territorio latino.
Para Roma no supuso un gran esfuerzo acabar con estas sublevaciones una vez que los galos se
marcharon de Roma,en el 381 a.c. Tusculum perdió su independencia y fue anexionada a Roma aunque
mantuvo una autonomia municipal, Satricum sufrió la misma suerte, mas difícil fue someter a los
hérnicos, 358 a.c. ,en esta ocasión los romanos pierden a su primer general plebeyo Lucio Genucio,
pero ganaron la batalla y someten a los hérnicos.
En el 358 a.c.se reanudan los lazos de federación entre latinos y hérnicos, las condiciones de esta
alianza no nos son conocidas ,pero estamos seguros que son mas duras que las anteriores.
7.2.-Liga Latina
La Liga Latina (o Confederación Latina) (aprox. siglo VII a. C. - 338 a. C.)1 fue una confederación de
aproximadamente 30 aldeas y tribus latinas, cerca de la antigua Roma, organizada para asegurar su mutua
defensa.
Contenido
Historia
o Creación de la Liga Latina
o Sometimiento de la Liga Latina a Roma
Miembros de la Liga Latina
Historia
Creación de la Liga Latina
Fue originalmente fundada bajo el liderazgo de Alba Longa, para garantizar a sus miembros la protección contra
los enemigos de las áreas colindantes. Durante el siglo VI a. C., los reyes etruscos trataron de establecer su
dominio sobre la ciudad latina de Aricia, pero la actuación de la Liga evitó la invasión etrusca.
La República Romana, en sus primeros tiempos, formó una alianza con la Liga Latina en 493 a. C. De acuerdo a
la tradición romana, este tratado, el foedus Cassianum, se firmó tras una victoria romana sobre la Liga en la
batalla del Lago Regilo. El tratado garantizaba que Roma y la Liga Latina compartirían el botín de sus
conquistas militares (lo que fue más tarde uno de los motivos para la Guerra Latina de 341-338 a. C.). También
establecía que cualquier campaña militar conjunta sería dirigida por generales romanos. Esta alianza ayudó a
Roma a repeler los ataques de los Ecuos y los Volscos, tribus nómadas de los Apeninos. No está todavía claro si
los latinos aceptaron a Roma como uno más de sus miembros, o si el tratado fue firmado por el Estado Romano
y la Liga Latina en pie de igualdad.
Historia de Roma
90
Sometimiento de la Liga Latina a Roma
El cada vez mayor poder de Roma condujo gradualmente a su dominio de la Liga. La renovación del
tratado original en 358 a. C. estableció formalmente el liderazgo de Roma, y acabó desencadenando el
estallido de la Guerra Latina (343-338 a. C.). Tras la victoria de Roma, la Liga fue disuelta. Después
del fin de la Liga Latina Roma rebautizó las ciudades latinas como municipiae y estableció en ellas
colonias de ciudadanos romanos (coloniae). Esto significó que las ciudades latinas fueron desde ese
momento dirigidas por Roma.
Miembros de la Liga Latina
Lavinium Nomentum Ardea Palestrina Preneste Velitres
Tusculum Pedum Cora
Norba Tibur Norva
Lanuvium Gabiies Circeya
Aricia Escaspia y otras cinco de nombre menos conocido.
Labici Lavicum
Satricum Carbio
Setia Corioles
Bovillae Laurentum
El año 359 a. C. Tibur se reintegró a la Liga Latina. Preneste, Nomentum, Pedum fueron obligadas a ingresar en
la Liga entre 358 y 354 a. C.
7.2.1.-Guerras Latinas
Las Guerras Latinas fueron una serie de enfrentamientos que tuvieron lugar en la península itálica.
Los contendientes fueron la ciudad de Roma, instaurada en República, contra los pueblos itálicos del
Lacio (latinos y faliscos),la liga latina, debido al interés de Roma por someterlos. Fueron
principalmente dos los enfrentamientos entre latinos y romanos, muy separados en el tiempo y ambos
conflictos muy breves.
Primera Guerra Latina
Los Dioscuros en la Batalla del Lago Regilo. Ilustración de John Reinhard Weguelin (1880).
Historia de Roma
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La Primera Guerra Latina tuvo lugar entre el 498 y el 493 a. C. Tras anteriores campañas contra los
etruscos, los romanos intentaron consolidar su dominio en el Lacio. La Liga Latina, formada por 30
pueblos latinos, se opuso militarmente a Roma, siendo liderada por la ciudad de Túsculo, donde había
encontrado asilo Tarquinio el Soberbio, el último rey de Roma. La batalla decisiva se libró cerca del
lago Regilo, con un importante triunfo romano basado en la caballería patricia. Según las leyendas
romanas, los Dioscuros habrían combatido al lado de los romanos como dos jóvenes caballeros.
Batalla del Lago Regilo
Batalla del Lago Regilo
Parte de Primera Guerra Latina
Fecha Principios del siglo V a. C.
Casus
belli
Lucha por la hegemonía en el Lacio
Lugar Lago Regilo (Lacio, Italia)
Resultado Victoria decisiva de Roma, derrota
del ejército de la Liga Latina.
Beligerantes
República romana Latinos
Comandantes
Aulo Postumio y Tito
Ebutio Helva
Octavio Mamilio,
Tarquinio el Soberbio y
Sexto Tarquinio
Fuerzas en combate
24.000 infantes, 3.000
caballeros
40.000 infantes, 3.000
caballeros
Bajas
desconocidas desconocidas
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La batalla del Lago Regilo (en latín Regillum) legendaria victoria de Roma, en los inicios de la
República, ganada, según diferentes versiones, a la Liga Latina. Ha sido fechada en diferentes años:
509 a. C., 496 a. C. ó 493 a. C., entre otros.
La batalla podría ser completamente legendaria, debido a la escasez de fuentes fiables de esta época de
la historia de Roma. Según Tito Livio, la batalla tuvo lugar en las cercanías de Túsculo contra los latinos, aliados como Tarquinio el Soberbio, el antiguo y último rey etrusco de Roma. Aulo Postumio era el
dictador romano ese año y Tito Ebutio Helva era el magister equitum (jefe de caballería). Octavio Mamilio,
Tarquinio y su hijo Sexto comandaban a los latinos; la presencia de los Tarquinios provocó que los romanos
lucharan más ardorosamente que en cualquier batalla anterior.
Tarquinio resultó herido al poco de iniciarse el combate cuando atacó a Postumio; mientras tanto, Ebutio atacó a
Mamilio, pero fue herido en el brazo, mientras que Mamilio sufrió una herida menor en el pecho. Las tropas de
Tarquinio, compuesta por exiliados romanos, comenzaron a hacer retroceder a los romanos, y Marco Valerio, un
destacado aristócrata romano, murió atravesado por una lanza cuando intentaba trabar combate con Sexto. En ese
momento Postumio llevó tropas de refresco de su propia guardia personal al frente de batalla. Mamilio fue
muerto en la lucha que siguió por Tito Herminio, quien cayó muerto inmediatamente después por el impacto de
una jabalina. Postumio ordenó a los caballeros que desmontasen y atacaran a pie, y pronto los latinos fueron
forzados a retirarse. El campamento latino fue también capturado por los romanos victoriosos. Postumio y
Ebutio regresaron a Roma en triunfo. A partir de ese momento Aulo Postumio fue conocido por el sobrenombre
de Regillensis.
Una leyenda romana muy popular afirmaba que los hermanos Dioscuros (Cástor y Pólux) habrían ayudado a
los romanos en su victoria, transfigurados como dos jóvenes caballeros, y que Postumio habría ordenado
construir un templo en su memoria en el Foro Romano, en el lugar donde se decía que habían abrevado sus
caballos.
Templo de Cástor y Pólux
Ruinas del templo de Cástor y Pólux.en el foro de Roma
Durante la batalla del Lago Regilo entre romanos y latinos en el 496 a. C. el dictador, Aulo Postumio
Albino hizo voto de consagrar un templo a Cástor y Pólux. En la batalla se había visto a dos jóvenes
luchando de parte de los romanos. Aquella misma tarde de la victoria también se les vio abrevando sus
caballos en la fuente Yuturna y anunciaron a los romanos la victoria alcanzada, desapareciendo luego; se les identificó con los Dioscuros. En el lugar de esa aparición se construyó el templo ofrecido por A. Postumio
y dedicado por su hijo en el 484 a. C.
Fue reconstruido y embellecido en varias ocasiones, en el 117 a. C. por el cónsul Lucio Cecilio Metello
Diademato, elevándose el podio en el 73 a. C. por Gayo Verres, gobernador de Sicilia y también en época de
Augusto, tras un incendio en el 14 a. C., finalizándose en el 6.
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El templo era períptero (pórticos columnados en el perímetro exterior de la cella), octastilo (ocho columnas en el
frente) y con once columnas en los lados mayores en orden corintio. El podio mide unos 50 metros de largo por
30 de ancho y tenía unos 7 metros de altura, construido en mampostería y originalmente revestido con toba, que
después fue retirada y reutilizada en otras construcciones. Tres de las columnas han sobrevivido hasta el
presente. Se discute si le precedía una escalinata, así figura en la Forma Urbis de época de Septimio Severo, pero
no se han hallado restos en las excavaciones. Según una hipótesis, se debieron eliminar para emplazar una de las
tres tribunas de oradores que había en el Foro Tria rostra.
Aunque dedicado a los Dioscuros, era más popularmente conocido como Templo de Cástor. Fue en varias
ocasiones lugar de reunión del senado.
De esta forma, la guerra concluyó con el llamado foedus Cassianum (por el nombre del cónsul Espurio
Casio), mediante el cual Roma se erigía como la principal potencia del Lacio. No obstante, reconocía la
autonomía de las ciudades latinas, que habrían de prestar ayuda militar en caso de amenaza externa,
reservándose Roma el mando militar de la alianza en ese supuesto. También se autorizaron
matrimonios mixtos y la instauración de relaciones comerciales estables.
Foedus Cassianum
Según la tradición romana, el Foedus Cassianum o Tratado de Cassius fue un tratado que formó una
alianza entre la República romana y la Liga Latina en 493 a. C. tras la Batalla del Lago Regilo. Este
tratado terminó la guerra entre la Confederación Latina y Roma, colocando a Roma en una posición de
poder igual al de todos los miembros de la Liga combinados
. Contenido
Antecedentes Términos del tratado Efectos
Antecedentes
En su primer tratado con Cártago, los romanos enumeraron a la campiña circundante a la ciudad como parte de
su territorio, declaración que la Liga Latina impugnó denunciando que dicho territorio en realidad les pertenecía
a ellos. Se desencadenó una guerra que tuvo como resultado una victoria para los romanos en la Batalla del Lago
Regilo y la derrota condicional de la Confederación poco después. El tratado, el primer foedus nunca antes
firmado por Roma, selló la capitulación. El mismo fue concluido en 493 a. C. entre Roma y treinta ciudades
latinas como dos poderes independientes. Los foedus tomaron su nombre de Espurio Casio quien fuera cónsul de
la República romana al momento de la firma del tratado y quien se presume negoció los términos del acuerdo.
Términos del tratado
El tratado disponía de varios términos: no solo estipulaba que habría paz entre las dos partes, sino que
el tratado mandaba que los ejércitos romano y latino se unirían para proveer defensa mutua a las tribus itálicas.
Otro término fue que la Liga Latina y Roma se repartirían todos los botines tomados durante la guerra.
Asimismo, las dos partes acordaron establecer colonias conjuntas en territorio capturado para que
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ambas prosperaran. Finalmente, establecía una comunidad de derechos privados entre los ciudades de Roma y los de cualquier ciudad latina. El tratado, del cual sobrevivió una copia de bronce en el Foro Romano
hasta la época de Marco Tulio Cicerón, fue un hito en la historia temprana de Roma. No ha sobrevivido el
original, pero una versión es dada por Dionisio de Halicarnaso.
Efectos
El tratado fortaleció fuertemente a Roma, ya que esencialmente añadió poder militar de los latinos al ejército de
la aún endeble República Romana. Esta coyuntura permitió a Roma expandirse más allá, conquistando la mayor
parte de la Península Itálica. El tratado fue renovado en 358 a. C.; sin embargo, Roma incumplió el tratado poco
después y empezó otra guerra latina. Finalmente, Roma derrotó a los miembros no-romanos de la Liga y el
Foedus Cassianum siguió invalidado.
Segunda Guerra Latina
La Segunda Guerra Latina tuvo lugar entre el 340 y el 338 a. C., siglo y medio después de la anterior. Alarmadas
por la política expansionista de Roma, las ciudades latinas enviaron una embajada al Senado romano para
proponer la creación de una república en paridad entre Roma y el Lacio, en lugar de estar éste último
subordinado a Roma, y que aceptara en el Senado a representantes latinos. Roma rehusó la propuesta, por lo que
los latinos se alzaron en armas.
Tras ser rivales durante la anterior Primera Guerra Samnita, Roma se alió con los samnitas para sofocar la
rebelión de la renovada Liga Latina, que contaba con el apoyo de los volscos de Anzio (Antium), los campanos y
los sidicinos, traicionados por Roma al ser entregados a los samnitas como una de las condiciones de paz. Sólo
los laurentes del Lacio y los equites de Campania permanecieron fieles a Roma, así como los pelignos.
Mientras los latinos penetraban en el Samnio, las tropas romanas marcharon hacia el país de los volscos, para
someterlo y repartirse el territorio con los samnitas, cuyas tropas se unieron a las romanas en la Campania. Ambos ejércitos derrotaron conjuntamente a los latinos y campanos en la batalla del Vesubio, cerca del monte
homónimo (339 a. C.). Los cónsules romanos eran Publio Decio Mus, quien sacrificó su vida en la batalla para
obtener el favor de los dioses romanos, y Tito Manlio Torcuato, quien restauró la disciplina del ejército
ejecutando a su propio hijo tras un acto de desobediencia involuntaria.
Un año más tarde, Manlio derrotó a los latinos de forma decisiva en la batalla de Trifano (338 a. C.), de
manera que los latinos evacuaron la Campania y fueron acorralados por los romanos en el Lacio. De esta forma,
el conflicto finalizó con la capitulación de Anzio ante el cónsul romano Cayo Menio y con la entrega de la
flota volsca. Las proas (rostra) de los barcos apresados pasaron desde ese momento a adornar las tribunas de los
oradores en el Foro Romano.
La Liga Latina se disolvió y sus ciudades se integraron en la República romana mediante acuerdos
bilaterales y estatutos específicos para cada una, impidiendo las relaciones particulares y de derecho entre ellas.
A cambio, las ciudades sometidas recibieron mayores derechos para sus ciudadanos, y algunas de ellas incluso
recibieron la ciudadanía romana, como Lanuvio o Aricia; otras fueron elevadas al rango de colonias, como
Ostia, Anzio y Terracina.
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8.-Las guerras samnitas
Los samnitas
Península Italiana en el siglo IV a. C.
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Samnio (osco Safinim, latín Samnium) era una región histórico-geográfica del sur de los Apeninos, en la Italia
centro-meridional, que controlaron los samnitas, un grupo de tribus sabelias de 600 a 290 a. C.
Los Samnitas fueron una de las antiguas tribus itálicas, que habitaron en el Samnio (región montañosa de Italia
central) entre el siglo VII a. C. y el siglo III a. C.
La primera mención a los samnitas de remonta al año 354 a. C., en un tratado firmado entre este pueblo y la
República Romana.
Historia
Los samnitas se instalaron en la región del Samnio aproximadamente en el año 800 a. C. Este pueblo permaneció
asentado en esta zona, y durante un breve periodo de tiempo controló las dos costas de la península.
El Samnio estaba en su mayor parte en la zona apenínica entre los Abruzos, Molise, Campania, Apulia y
Lucania. Estaba delimitado por el Lacio al norte, la Lucania al sur, a Campania al oeste y la Apulia al este. Los
confines exactos nunca han sido bien definidos, pero se tiende a identificarlos con el valle de los ríos Sangro,
Volturno, Biferno y Trigno. Limitaba al norte con la tierra de los marsos (Abruzos centrales) y de los pelignos
(Abruzos centrales – macizo montañoso de Maiella); al sur con el territorio de los mesapios (Lucania y Apulia) y
de los griegos de la Magna Grecia; al este con el territorio de los frentanos (zona costera de los Abruzos y de
Apulia) y de los apulios (Apulia septentrional); al oeste con la tierra de los latinos (Lacio centro-meridional), de
los volscos (Lacio meridional) y de los auruncos, sidicinios y campanos.
Durante la mayor parte de su historia los samnitas no tuvieron salida al mar, que era impedida por los pueblos
vecinos, aunque durante un corto periodo de tiempo se las arreglaron para aparecer en ambas costas de la
península italiana; en la costa tirrénica fundaron la ciudad de Pompeya.
Las principales ciudades de la región eran Bovaiamom (renombrada Bovianum Undecumanorum por los latinos,
la actual Bojano) y Maleventum, rebautizada Beneventum (la moderna Benevento).
La capital de la federación samnita estaba en Bovaiamom, excepto durante un breve periodo de tiempo entre el
siglo IV a. C. y el siglo III a. C., época en que Aquilonia era la capital, hasta que fue destruida por los romanos
en 293 a. C. La localización de Aquilonia es incierta.
Los samnitas estaban formados al menos por cuatro tribus:
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Los pentri: la tribu más importante, que ocupaba el área central del Samnio, con capital en Bovianum.
Los caracenos o caraceni, que ocupaban las zona septentrional: las principales ciudades eran Cluviae
(moderna Casoli), Juvanum (cuyas ruinas están dispersas entre Torricella Peligna y Montenerodomo), y
Alfedena, la capital en el valle del río Sagro.
Los caudinos, que ocupaban la zona suroeste, en el valle del río Calore Irpino y valles adyacentes. La
capital era la ciudad de Caudium (cerca de Montesarchio).
Los hirpinos, que ocupaban la zona sur: en el extremo noroccidental de su territorio se levantaba
Maleventum (nombre original Maloenton.
A estas tribus se unieron los frentanos, que habitaban en el territorio de la costa adriática al norte del
promontorio Gargano, con capital en Larinum (moderna Larino).
Un territorio mucho tiempo difícil de controlar por los romanos
El Samnio representó un gran reto para el poder romano. A partir de la expansión de Roma, el control de región
montañosa se convirtió en una gran necesidad, ya que era una etapa ineludible en la marcha contra el sur de
Italia y las ciudades de la Magna Grecia.
En 354 a. C., la frontera con los romanos estaba establecida en el río Liris. La Primera Guerra Samnita puso fin
al tratado. Desde entonces el enfrentamiento fue especialmente largo y difícil para Roma: le costó más de
cincuenta años someter a los habitantes del Samnio a lo largo de tres largas guerras En 290 a. C., Roma se
alzó con la victoria y los samnitas fueron sometidos. La región, sin embargo, conservó un gran particularismo,
pero los valerosos samnitas podían en adelante ser empleados en los ejércitos romanos y debían pagar un tributo.
Aunque el paso de Aníbal por Italia fuese causa de inquietud, no cuestionó el control del Samnio por Roma.
Tras las guerras latinas, que otorgaron a la República de Roma el control de todo el territorio del Lacio, los
samnitas se opusieron al creciente poder de esta peligrosa potencia emergente y se enfrentaron a ella en un
conflicto conocido como las Guerras Samnitas, que son documentadas por Tito Livio:
Caricatura de un soldado Samnita, según Comic History of Rome.
Primera guerra samnita (343 - 341 a. C.), provocada por una alianza firmada entre Roma y Capua. Los
samnitas asediaron Capua, pero fueron rechazados y Roma ganó la guerra, aunque no logró ninguna
ventaja frente a sus enemigos.
Segunda guerra samnita (327 - 302 a. C.). Los romanos intentaron esta vez atacar ellos a los samnitas,
pero fueron derrotados en la Batalla de las Horcas Caudinas y tuvieron que retirarse. Tras la derrota
intentaron iniciar otra ofensiva en 316 a. C., pero de nuevo fueron derrotados.
Historia de Roma
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Tercera guerra samnita (299 - 290 a. C.). Los samnitas se aliaron con los etruscos y con las tribus galas
del sur de Francia, pero fueron derrotados en la Batalla de Sentinum en el año 295 a. C. Como
consecuencia los samnitas fueron subyugados y la región del Samnio sometida.
Sin embargo los samnitas siguieron resistiéndose al dominio romano y se aliaron con los enemigos de Roma
cuando estos se presentaron en Italia. Primero con Pirro I de Épiro durante las Guerras Pírricas y
posteriormente, durante la Segunda Guerra Púnica con el general cartaginés Aníbal.
Este pueblo fue además uno de los primeros que se unió a la revuelta conocida como la Guerra Social. En
82 a. C., durante la Batalla de la Puerta Collina, el general romano Lucio Cornelio Sila masacró a los restos
de este belicoso pueblo.
Las guerras samnitas son presentadas por Livio como una guerra de razzias jalonada de continuas incursiones a
la búsqueda de botín y de tierras y, como fin último, el logro de la supremacía romana en Italia. La realidad no
debió de ser muy distinta. Estrabón, citando a Fabio Pictor, el primer analista romano que vivió durante la
segunda mitad del siglo III a.C., dice que éste consideraba estas expediciones como el comienzo de las riquezas
de Roma.
Las guerras se desarrollaron en varias fases, con intervalos de relativa tranquilidad y con algunas batallas
importantes y la ampliación por parte de Roma del sistema de alianzas.
El guerrero samnita:
El arma principal del guerrero samnita era la jabalina, acompañada por la lanza. No se han encontrado restos de
espadas, aunque existe una pintura donde se representa una espada de un solo filo. Para la defensa portaban un
escudo ovalado, que al parecer los romanos adoptaron; la mayoría llevaban grebas; casco de tipo ático con
plumas; cinturón ancho de bronce, típico de los samnitas, que además de defender el abdomen era un símbolo de
virilidad; por último, la mayoría tenía petos triangulares de tres discos. Para los pueblos de la costa, la influencia
griega sería grande, utilizando estos el escudo griego, el aspis.
Guerrero samnita del siglo IV a.C.
Historia de Roma
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8.1.-Primera guerra samnita.343 a.c./341 a.c.
Cronologia
343 a.C. - Inicio de la Primera Guerra Samnita.
342 a.C. - Batalla de Monte Gaurus.
341 a.C. - Roma se retira desde el conflicto con los samnitas, y entra en la Guerra Latina, en el lado de
los samnitas.
Por siglos los sabelios, de las tierras altas de los Apeninos, habían luchado por la fuerza, su camino hacia las
llanuras entre las colinas y el Mediterráneo. Pero, los etruscos, y los latinos, los habían mantenido en control, y
por los pasados cien años, la dirección de su expansión, no había sido en Lacio, sino al este, y el sudeste. Éstos
habían comenzado a introducirse hacia Campania, donde ellos se habían vuelto, hacia una vida más civilizada, y,
se habían vuelto también, menos bélicosos, y menos equipados (militarmente), para hacer frente a sus parientes
de las colinas. El más poderoso grupo de las tierras altas, los confederados samnitas, fueron ahora, hacia
mediados del siglo IV (a.JC.), pululando hacia las llanuras, hasta sus civilizados precursores en la
Campania, así, más al este, y al sur, lucanos, y bruttianos, fueron presionando a las colonias griegas de Magna
Gracia. Los guerreros samnitas, de las colinas cercanas, deseaban usar los pastizales de las llanuras, para sus
animales, — tierras de las llanuras, que la gente había cercado. En efecto, los semi -civilizados fueron
martillando, lo sobre -civilizado. Los griegos fueron apelando por ayuda a Epiro; mientras que aquellos en los
llanos, — los campanios — apelaron a Roma, y Roma fue en su rescate. Envíados romanos, fueron a los
líderes, entre los habitantes de las colinas, para discusiones, y fueron rudamente tratados. Guerra entre Roma y
las gentes samnitas de las colinas, siguió — la Primera Guerra Samnita.
La Primera Guerra Samnita fue breve. Se caracterizó por victorias romanas en el campo (como en la batalla de
Monte Gaurus), y por un motín por parte de los soldados, el que fue suprimido, por el sentido común, del
distinguido dictador Marco Valerio Corvus, de que se dice, hubo vencido al galo Goliat, en combate único, en su
juventud. La guerra duró dos años, terminando en 341 a.JC., con Roma triunfante, y los samnitas dispuestos
a hacer la paz.
La guerra fue terminada por una paz apresurada, como los romanos, los campanios desertan, para hacer bajar
una revuelta (durante la Guerra Latina), de sus aliados latinos. La miembros de la Liga Latina, habían sido
forzados, (a entrar) a la guerra samnita, sin su consulta, y ellos resintieron su dependencia de Roma.
A pesar de su brevedad, la Primera Guerra Samnita, resultó en la adquisición romana de las ricas tierras de
Campania, con su capital de Capua.. Sin embargo, fueron ellos, probablemente correctos, al declarar que los
campanios, cuando combatían por la ciudad de Capua, con los samnitas, aliados ellos mismos con Roma, en
orden a utilizar sus fuerzas, para resolver la querella. Si así fue, éste pudo haber sido, la primera de muchas
instancias, en las que Roma, fue a la guerra, después de haber sido invitada en alianza, por un estado débil, ya
en guerra. Una vez invitada, Roma, usualmente absorbía al estado aliado, después de vencer a su
adversario. En cualquier caso, Campania ahora, y de alguna forma, se volvió sólidamente adjunta a Roma; en
Historia de Roma
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donde pudo haber sido concedida, la ciudadanía romana, sin derecho a voto en Roma (civitas sine suffragio).
Campania fue una adición mayor, a la fortaleza de Roma, y en mano de obra.
8.2.-Segunda guerra samnita.326 a.c. /304 a.c.
Cronologia
326 a.c. - Inicio de la Segunda Guerra Samnita.
321 a.c. – Batalla de la Horcas Caudinas
315 a.c. - Batalla de Lautulae.
314 a.c.. - Batalla de Teracina - victoria romana bajo Fabius Rulianus (Fabio Ruliano).
311 a.c.. - Etruscos se unen a los samnitas contra Roma.
310 a.c - Batalla de Lago Vadimo entre Roma y los etruscos.
308 a.c. - La guerra escala cuando los umbrios, picentinis, y marsianos, se unen a la guerra contra Roma.
306 a.c. - Revuelta Hernici contra Roma (Livio ix. 42)[1]
.
305 a.c. - Batalla de Bovianum termina con la derrota samnita, y el fin de la mayor resistencia
samnita.
304 a.c. - Aequi derrotado.
304 a.c. - Fin de la Segunda Guerra Samnita. Roma establece muchas nuevas colonias, y gana el control
sobre mucho del centro, y del sur de Italia.
Los acontecimientos políticos principales parten del 328 a.C., cuando los samnitas se habían infiltrado en
Nápoles y, desde allí, hostigaban y saqueaban los campos de Capua. Esta ciudad recurre a Roma buscando su
protección y en el 327 a.C. un ejército romano, mandado por el dictador Publio Filón -que tuvo que continuar la
batalla como procónsul cuando terminó el plazo de sus poderes dictatoriales- consiguió apoderarse de la vieja
ciudad de Paleópolis, pero no de Nápoles o Neápolis. Ambas ciudades constituían dos ciudades gemelas aunque
habían sido fundadas por Rodas y Cumas en épocas diversas. En el 326 a.C., Roma suscribió con Nápoles un
tratado de alianza (foedus aequum) en plano de igualdad. Esta ciudad conservaba entonces su lengua griega,
su constitución, sus arcontes y sus fratrías y el tratado del 326 era tan respetuoso con las exigencias de Nápoles
que ésta todavía en el 90 a.C. dudaba si aceptar la ciudadanía romana o mantener la condición anterior, la que se
derivaba del foedus suscrito.
Un año después de suscribir el tratado con Nápoles, tuvo lugar el desastre de las Horcas Caudinas, en las que
fueron atrapadas las dos legiones de los cónsules Veturio y Postumio. La derrota se produjo durante su
incursión en la Apulia, en el año 321a.C.
(HORCAS CAUDINAS). Gavio Poncio Telesino, será el jefe samnita. Se tenderá una trampa a los cónsules
Tito Veturio Calvino y Espurio Postumio, haciéndoles creer que Luceria, llave de la Apulia, está asediada y su
caída es inminente. Los dirigentes romanos, para llegar antes, toman un atajo: la garganta de las Horcas
Caudinas (furculae caudinae). En cuanto ven al enemigo asomar por los acantilados saben que han caído en la
ratonera. Todo un ejército con sus dos cónsules a la cabeza, atrapados sin remedio en un estrecho desfiladero.
Pero los samnitas no querían iniciar una guerra de exterminio, así que se limitaron a quitarles las armas, exigir la
retirada romana de la zona y humillarlos haciéndolos pasar bajo el yugo. Los cónsules aceptaron las condiciones;
seiscientos caballeros quedaron rehenes y el resto del ejército fue liberado. Pero el Senado no ratificó el
tratado: Injussu populi nihil sancire posse quod populum teneat, y consideró a Valerio y Postumio únicos
Historia de Roma
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responsables, así que fueron devueltos al enemigo. Gavio Poncio se negó al indigno holocausto, dando a
Roma una lección de magnanimidad.
De esta derrota aprendió Roma que:
o Su ejército debia ser más maniobrable y rápido
o Se necesitaban buenas comunicaciones con Roma.
o Había que rodear el Samnio de Colonias fieles a Roma para asfixiarlo.
Así pues, se reformó el ejército; el censor Apio Claudio "el ciego" construyó la Vía Apia (312), y se firmó
una larga tregua para poder crear las susodichas colonias asfixiantes ("propugnacula imperii" las llamará Tácito).
Según iba cerrando el dogal en torno al Samnio, Roma iba machacando a los aliados traidores o simplemente
tibios.
Viendo el panorama, los samnitas vuelven a la guerra, y viendo que sus aliados van siendo derrotados por
Roma, decide buscar el apoyo de los galos senones, el demonio de Roma.
El acuerdo que el Senado se vio obligado a suscribir a resultas de la derrota supuso la entrega a los samnitas de
colonias fronterizas como Fregellae. Pero pocos años más tarde, los ejércitos romanos retomaron el camino de la
Apulia. Saquearon la Daunia y concluyeron un acuerdo con las ciudades apulias de Canusium, Arpi y Teanum.
Liberaron también la ciudad de Luceria, sitiada por los samnitas, donde los romanos dejaron una guarnición.
Esta ciudad pasó a ser colonia en el 311 a.C.
La victoria de Lautulae (315) sobre los samnitas supuso para Roma una advertencia sobre la fragilidad de
algunas anexiones. Antes de la batalla, Capua, los Auruncos y Satricum intentaron volverse contra Roma.
Posteriormente, reprimió la insurrección de Capua. A partir de este momento, el pretor romano delegó a
prefectos (praefecti Capuam Cumas) para controlar la administración de las ciudades campanas. Roma confiscó
además las ricas tierras del ager Falernus, que pasaron a formar parte del ager Romanus y recompensó a los
1.600 caballeros campanos que habían tomado partido por Roma durante las operaciones. Los Auruncos fueron
masacrados y la recuperada Fregellae e Interamna de Liris, colonias latinas, pasaron a ser los enclaves vigilantes
del sur del Lacio. En el 312, Apio Claudio abrió la vía campana o vía Apia de Roma a Cumas.
Después de la victoria de Terracina (314), Roma intensificó la ocupación territorial con una amplia colonización
latina. Creó las colonias de Ostia, Anzio, Terracina y, al año siguiente, añadió las colonias de Ponza, Suessula y
Saticula. Desde el 311 Roma nombra a magistrados encargados de la marina (duoviri navales). Su todavía
pequeña flota fue derrotada cuando intentaba atacar Nocera que, no obstante, fue ocupada poco tiempo después.
A partir del 312 a.C. se abrió de nuevo el frente etrusco. Allí los romanos habían sido bastante cautos hasta
entonces y sus relaciones eran reguladas en sustancia por las indutiae o treguas convenidas, durante las cuales
ambas partes acordaban no atacarse mutuamente.
No obstante, las luchas entre Roma y los samnitas implicaron toda una serie de alianzas contra o a favor de
Roma. En definitiva, se iba afianzando la conciencia entre los diversos pueblos en el sentido de que se trataba de
pasar al control de Roma o de mantener la independencia. Ante el poder amenazante de Roma, se estrechaban las
alianzas entre los demás pueblos itálicos. En el 311 se creó un frente etrusco, encabezado tal vez por Volsinii
(Orvieto). En el año 311 se concentraron los enfrentamientos en torno a la ciudad de Sutri, tan importante
estratégicamente. Tras la victoria, el ejército romano comandado por el cónsul Fabio Rulliano pasó por primera
vez los Montes Ciminos, logrando penetrar en el interior de Etruria. No mucho después, entre 309-308 a.C., tres
ciudades-estado etruscas del interior (Perugia, Cortona y Arezzo) pidieron una tregua. También los demás
estados etruscos depusieron las armas. Roma estableció una política de tratados (como el foedus con Camerino),
y no se conocen expropiaciones de tierras en Etruria.
Historia de Roma
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Muy diferente fue la actitud de Roma con los hérnicos, que entraron en guerra contra Roma en el 306 a.C. En ese
mismo año cayó la principal ciudad hérnica de Anagnia. El resto de su territorio fue incorporado en gran parte a
través de confiscaciones y concesiones de civitas sine sufragio.
En el 304 a.C. se estipuló la paz con los samnitas, si bien ésta no fue resolutiva. Roma continuó la política de
alianzas e incorporaciones, confiscando parte del territorio de los ecuos, tras arrasar treinta pagi de éstos. En el
303 a.C. se estableció la colonia latina de Alba Fucens que junto con Carseoli, reducida en el 298 a.C., servirían
posteriormente para sus operaciones contra el Samnio.
Entre el 302-299 a.C., Roma intensifica, además, su relación con el mundo de la Magna Grecia. La Lucania
estaba habitada por tribus belicosas que frecuentemente realizaban incursiones de pillaje sobre las ciudades
griegas, siendo Tarento uno de sus objetivos preferidos. Esta colonia espartana se había visto frecuentemente
obligada a solicitar la ayuda de mercenarios lacedemonios o epirotas. Los lucanos tenían un tramo de frontera
común con los samnitas, que aún no había sido controlado por Roma. Así, la Lucania se convertía en una pieza
importante para la complicada política de Roma. En el 302 a.C. Roma protegió a los salentinos contra un
condottiero de Tarento llamado Cleónimo y en el 299 a.C. Roma apoyó a los lucanos, que habían sido atacados
por los samnitas. Roma concluyó con los lucanos un tratado. Así comienza la última fase de las luchas romanas
por el control de Italia.
8.3.-Tercera Guerra Samnita.298 a.c./290 a.c.
Cronologia
298 a.c. - Inicio de la Tercera Guerra Samnita.
298 a.c. - Los romanos capturan las ciudades samnitas de Taurasia, Bovianum Vetus, y Aufidena.
297 a.c. - El Cónsul Fabius Maximus Rullianus vence a los samnitas cerca de Tifernum (Liv. 10.14)[1]
.
295 a.c. - Batalla de Sentinum.
294 a.c. - Victoria samnita en Luceria.
293 a.c. - Batalla de Aquilonia.
291 a.c. - Los romanos atormentan (sitian) la ciudad samnita de Venusia.
290 a.c. - Fin de la tercera guerra Samnita
Historia de Roma
103
La guerra que estalló en el 298 a.C. era la continuación de la precedente, pero con un frente ampliado que
incluía a los etruscos, los galos senones y los samnitas.
Los estados etruscos, conducidos por Vulci y Volsinii (Orvieto), emprendieron la lucha contra Roma. Se
armaron con todo cuanto pudieron, con grandes sacrificios materiales, y alistaron en sus filas mercenarios galos.
Recibieron, además, refuerzos de los pueblos apenínicos de la Umbría.
Entre el 298-296, los principales generales romanos fueron destacados al Sur (Fabio Rulliano, Decio Mure y
Escipión Barbado) y al Norte, contra los etruscos, se envió a Apio Claudio. Pero los samnitas, en una arriesgada
marcha hacia el Norte, llegaron a unificar sus tropas con el esfuerzo de los etruscos, umbros y galos, todos ellos
unidos por su odio común hacia Roma. Después de una serie de luchas de resultados inciertos y una victoria
samnita del 295, a raíz de la cual Capua fue devastada, el frente se centró en Sentino, a unos 35 km. de
Gubbio. En un combate sangriento que primeramente comenzó con un ataque victorioso de los galos, que
luchaban en carros, finalmente vencieron los romanos, aunque con graves pérdidas propias. Aún
continuaron las luchas en Etruria y en el 284 a.C., junto a Arezzo, los etruscos y galos lograron aniquilar un
ejército romano, cayendo incluso su general, Lucio Cecilio. Al año siguiente, otro ejército galo-etrusco atacó
Roma. En el lago Vadimón, cerca de la actual ciudad de Orte, fueron derrotados definitivamente. Los
samnitas, que continuaron la guerra con suerte muy desigual, sufrieron finalmente en el 293 a.C. una derrota
determinante en Aquilona, que prácticamente puso fin a la resistencia de este pueblo. El Samnio quedó
prácticamente arrasado y la paz que desde el 290 a.C. se impuso en los territorios de este pueblo fue
bastante semejante a la paz de los cementerios.
Etruria, por su parte, extenuada por la lucha, accedió a formalizar tratados con Roma muy poco
ventajosos. En algunos casos, gran parte del territorio de algunas ciudades fue anexionado por Roma, como
sucedió en Vulci, Caere, Tarquinia y Rosellae. En el 265 a.C. los graves disturbios sociales en Volsinii
sirvieron de pretexto a los romanos para intervenir y acabar con el último bastión de la resistencia etrusca.
Tomaron la ciudad al asalto, se llevaron las obras de arte a Roma -más de dos mil estatuas entre otras joyas- y
devastaron el territorio de la ciudad de modo tan sistemático que los supervivientes hubieron de abandonar la
elevada meseta donde se asentaba la ciudad e instalarse en la de Bolsena, junto al lago de igual nombre.
Paralelamente, en el 290 a.C., Mario Curio Dentato, al frente del ejército romano, había conquistado y
anexionado definitivamente la Sabina. La conquista de la Sabina abrió a Roma el camino hacia el Piceno y el
Adriático, regiones de interés estratégico para el control de los galos. En el 264 a.C., tras la deductio de
Hadria, Rímini y Fermi, los romanos completaron el control sobre la costa y las colonias romanas de Sena
Gallina (289-83) y Castrum Novum (264) reforzaron la presencia militar directa.
Así, de la construcción de un Estado territorial en el Lacio e inmediatas localidades, Roma había pasado a la
hegemonía itálica, con una enorme ampliación también sobre la jurisdicción directa. Los años sucesivos, hasta la
primera Guerra Púnica, representaron ajustes de la política practicada en los años de guerra. Fueron relevantes el
encuentro con Pirro y la extensión del control romano a la Magna Grecia.
282a.c. Conquistado el Samnio, era inevitable el roce con las ciudades griegas del sur.
El apoyo prestado por Roma a Turi y otras ciudades contra los lucanos afectó el área de influencia de la
riquísima Tarento. Éstos destruyeron cinco naves de una flotilla romana de diez que había anclado en el puerto.
Roma tenía un gran respeto por los ejércitos griegos y el Senado no declaró la guerra inmediatamente. Y como el
que da primero da dos veces, Tarento, que no contaba con ejército propio, llamó a un condotiero que
aspiraba a ser el nuevo Alejandro, Pirro del Epiro.
Historia de Roma
104
9.-Guerras de Pirro y Magna Grecia
9.1.-Cronología del conflicto
281 a. C.
La ciudad de Tarento ayuda a Pirro a reconquistar Corfú.
El cónsul romano Publius Cornelius Dolabella organiza una expedición de diez naves para explorar la
costa sur de Italia.
Philocharis de Tarento considera la expedición de Cornelius la violación de un antiguo tratado naval,
ataca las naves romanas, hunde cuatro de ellas y captura otra.
Tarento ataca la guarnición romana de Turios y saquea la ciudad.
Roma despacha una embajada a Tarento, que resulta rechazada e insultada.
El senado romano declara la guerra a Tarento.
El cónsul Lucius Aemilius Barbula termina la lucha con los samnitas y marcha contra Tarento.
Los tarentinos piden ayuda militar a Pirro; éste la concede animado por las profecías de Delfos.
Pirro consigue ayuda de Ptolomeo Ceraunos de Macedonia para su expedición a Italia.
280 a. C.
Pirro envía a Cíneas a Tarento.
Pirro se embarca hacia Italia con su ejército incluyendo los elefantes de guerra.
Los samnitas se unen a Pirro.
Pirro ofrece negociaciones a los romanos.
Una guarnición romana toma Regio.
Pirro derrota a los romanos en la Batalla de Heraclea.
Locri y otras ciudades se unen a Pirro.
Las legiones a cargo de Levino marchan contra Pirro, reforzadas por las de Tiberio Coruncanio desde
Etruria.
Pirro avanza hacia Roma, hasta Anagnia en el Lacio.
Pirro se retira a Campania.
Cíneas viaja a Roma como embajador de los epirotas a ofrecer la paz al senado.
El senado rechaza la oferta tras el discurso de Claudio Caecus. (el ciego)
Gayo Fabricio Luscino embajador de Roma negocia la liberación de los prisioneros romanos de guerra.
Pirro libera a éstos sin rescate.
Pirro invade Apulia, y es enfrentado por el ejército romano.
Pirro derrota a los romanos en la batalla de Asculum, a costa de grandes pérdidas.
Mago el cartaginés ofrece su apoyo a los romanos; se firma un tratado entre Roma y Cartago.
Mago visita el campamento de Pirro en su regreso de Roma.
279 a. C.
Fabricio descubre una trama para envenenarle por parte de Nicias, médico de Pirro.
La guarnición romana de Regio asedia la ciudad.
Los sicilianos solicitan ayuda a Pirro contra los cartagineses. Pirro la otorga.
Los mamertinos se alían con los cartagineses e intentan detener el avance epirota hacia Sicilia.
Cíneas viaja de nuevo a Roma, y de nuevo es rechazada su oferta de paz.
Pirro deja Italia y pasa a Sicilia.
Pirro consigue la paz entre Thoenon y sus oponentes en Siracusa.
Embajadas de varias ciudades sicilianas ofrecen su apoyo a Pirro.
Historia de Roma
105
Pirro es proclamado rey de Sicilia.
Pirro toma Acragas y otras treinta ciudades pertenecientes a Sosistratus.
Pirro ataca a los cartagineses en Sicilia.
Pirro captura Eryx.
El resto de los cartagineses va contra Pirro.
Pirro derrota a los mamertinos.
278 a. C.
Negociaciones entre Pirro y Cartago.
Pirro se prepara para atacar Lilybaeum.
Pirro ejecuta a Thoenon de Siracusa por sospechas de traición; su conducta despótica le hace impopular
ante los sicilianos.
Pirro abandona el asedio de Lilybaeum.
Los italianos reclaman la presencia de Pirro.
Pirro derrota a los cartagineses.
Pirro deja Sicilia y regresa a Italia; en el camino es atacado y derrotado por la flota cartaginesa.
Manius Curius Dentatus organiza un ejército para enfrentar a Pirro.
Pirro saquea Locri, junto con el templo de Perséfone.
Saliendo de Locri una tormenta destruye la flota de Pirro.
Pirro solicita ayuda a Antígono de Macedonia para seguir viaje hacia Italia.
Hiero, general de Siracusa, pacta una alianza con Pirro.
Pirro intenta reclutamientos en Samnio.
Los romanos derrotan a Pirro en la batalla de Benevento.
Pirro castiga a algunos tarentinos por su traición.
Pirro abandona Italia; las guerras entre Roma y Pirro terminan.
Las llamadas Guerras Pírricas (280-275 a. C.) fueron una serie de batallas y alianzas políticas cambiantes que
enfrentaron a los griegos (específicamente Epiro, Macedonia, y las ciudades-estado de la Magna Grecia),
los romanos, los pueblos itálicos (primordialmente los samnitas y los etruscos), y los cartagineses.
Las Guerras Pírricas comenzaron inicialmente como un conflicto de poca importancia entre Roma y la ciudad de
Tarento por la violación de un tratado marítimo cometida por los romanos. Tarento, sin embargo, había prestado
ayuda al gobernante griego Pirro, rey de Epiro, en su conflicto con la isla de Corfú, y había solicitado ayuda
militar de Epiro. Pirro hizo honor a su obligación con Tarento, por lo que se unió a la serie de conflictos
que envolvían a esta ciudad, Turios (así como otras ciudades de la Magna Grecia), los romanos, los
samnitas y los etruscos. Para complicar el análisis histórico del conflicto, Pirro también se involucró en los
conflictos políticos internos de Sicilia, así como en la lucha que mantenía esta isla contra el dominio
cartaginés.
La participación de Pirro en los problemas regionales de Sicilia redujeron la influencia cartaginesa allí
drásticamente. En Italia, sus intervenciones parecen haber sido muy ineficientes, aunque tuvieron implicaciones
a largo plazo. Las Guerras Pírricas demostraron a la vez que los estados de la Grecia continental se habían vuelto
incapaces de defender las colonias de la Magna Grecia y que las legiones romanas eran capaces de competir
con los ejércitos de los reinos helenísticos—los poderes mediterráneos dominantes de la época. Esto
abrió el camino para el dominio romano sobre las ciudades-estado de la Magna Grecia y adelantó la
consolidación del poder de Roma en toda Italia.
Lingüísticamente, las Guerras Pírricas son el origen de la expresión "victoria pírrica", un término para
una victoria ganada con tal esfuerzo y sacrificio que no compensa la ventaja obtenida.
Historia de Roma
106
Antecedentes
A partir del siglo V a. C., la República Romana consiguió la progresiva conquista de toda la Italia peninsular.
Tras las Guerras Latinas, que otorgaron a Roma el control de todo el territorio del Lacio, los samnitas, una tribu
muy poderosa que habitaba en el centro de la península, empezaron a oponerse al creciente poder de Roma. Esto
llevó a las Guerras Samnitas, que concluyeron con la conquista de todo el Samnio por parte de Roma. En las
Guerras Pírricas los samnitas fueron el pueblo itálico que más apoyó a Pirro de Epiro, debido a su profundo odio
a los romanos.
Roma venció sucesivamente a los pueblos del Lacio, a los etruscos, a los galos (quienes se habían instalado en la
llanura del Po) a los samnitas y, finalmente, decidió comenzar la conquista del sur de la península Itálica,
también conocida cómo la Magna Grecia entre los pueblos helenos. Esta región era un territorio que abarcaba las
antiguas colonias griegas de la costa (Tarento y Crotona) y los pueblos nativos del interior (mesapios, oscos,
apulios, brucios y daunios).
9.2.-Desde la llegada a Italia de Pirro hasta la batalla de Ausculum
ANTECEDENTES
Italia se encuentra envuelta en una turbulenta etapa caracterizada por el ansia expansionista romano . La
península es ya una caldera a presión en donde las diferentes fuerzas menores maniobran ya con un estrecho
margen de movimiento para conseguir mantenerse fuera de sus intentos de tutela. Recientemente los galos han
sido aplastados, y aunque poco después los samnitas, los daunios y los etruscos han sido contenidos y golpeados
con fuerza Roma debe mantener pese a ello todos los frentes abiertos. Es el momento en que Thurii, acosada
por las incursiones de los (para los griegos) bárbaros lucanos, solicita entrar en alianza con la ciudad del
Lacio.
Ya existía un precedente pues por aquellos días Roma había situado guarniciones en algunas de las ciudades
griegas del brucio. De esta forma, Rhegium y Locri entre otras, impotentes ante los ataques de los brutios
habían aceptado tropas romanas en sus ciudades.
De pronto Roma, que ya ha extendido su influencia hasta el Brucio, pone sus pies en el corazón de la Magna
Historia de Roma
107
Grecia, y lo que es más; en el área de influencia de Tarento, instalando en Thurii una guarnición.
Por ahora no estoy en condiciones de extenderme acerca de la situación política (léase alianzas) imperante en la
Italia de estos años. Se sabe, no obstante, que los romanos están en guerra con prácticamente todas las naciones
vecinas. Etruscos, lucanos, brutios, samnitas.. todos ellos son considerados enemigos por los romanos, y con
todos combaten todavía en el momento en que Pirro llega a la península.
La posición romana es sólida, pero tampoco desean aumentar el número de sus enemigos entrando en una guerra
con Tarento. Por ello, como veremos, trataran de evitar hasta el último momento la ruptura de las hostilidades.
De hecho, al llegar a Roma la noticia del desembarco de Pirro en Italia, se produjeron serios conatos de revuelta
en el hinterland romano, muchos pagaron ahora con su cabeza esta osadía
Evidentemente el lento pero imparable proceso de expansión romana no ha pasado desapercibido para nadie. Si
decenios atrás eran samnitas o lucanos los enemigos directos de Tarento, y por extensión de los griegos de Italia,
ahora, casi abatidos los samnitas y debilitados los lucanos, Roma emerge como la principal amenaza activa para
la autonomía de las ciudades griegas del sur italiano. Pese a lo que pueda pensarse, no ha permanecido Tarento
impasible ante el desarrollo de los acontecimientos. Su diplomacia ha sembrado la cizaña entre las naciones
enemigas o amenazadas por Roma. El Senado, consciente de esta actuación, no ha respondido a un reto que, por
aquellos días, se consideraba un mal menor ante el cúmulo de dificultades que se encontraba la República a la
hora de cimentar su dominio sobre los pueblos con los que, a diestro y siniestro, mantenían frontera..
Thurii (Turios), el enclave en la actualidad.
Tarento se agita, la plebe esta revuelta por los demagogos que ven en este
contexto político (la llegada romana a Thurii), un estupendo caldo de
cultivo para provocar las respuestas más extremas, aunque no por ello
injustificadas.
Los romanos tensan inopinadamente la situación al enviar una escuadra
de diez navíos al Golfo de Tarento. En la ciudad griega, en ese momento
en fiestas, corre el vino con generosidad. Si ya los ánimos estaban
alterados, este movimiento romano conduce a la opinión publica, dirigida
por la facción que podríamos denominar nacionalista a
empujar al senado de la ciudad a la lucha. Se fleta inmediatamente una flota de combate y se envía contra los
romanos. La escuadra romana es entonces dispersada, cuatro de sus embarcaciones son hundidas y una
capturada, en la lucha cae también el líder romano. Los tarentinos acusan ahora a los turios de deslealtad por
haber reclamado a los romanos y no a ellos la ayuda contra los lucanos. Rápidamente se prepara y se despacha
un ejercito al frente del cual se coloca al estratego tarentino Agis, que marcha sobre la ciudad vecina y en la que
entra sin oposición. La guarnición romana se dejo marchar entonces bajo acuerdo, pero se expulsaba de la
población a la oligarquía dirigente y, probablemente, se derruían sus defensas.
Los romanos trataron de hacer entrar en razón a los tarentinos enviando una embajada a la ciudad.
Evidentemente las reclamaciones romanas podían ser todo menos contemporizadoras. Se pedía a los tarentinos
una indemnización por los daños ocasionados, el regreso de los exiliados a Thurii, devolución de los
prisioneros tomados en la nave romana capturada y la entrega de los responsables políticos de los hechos
acaecidos. Aunque pueda parecer increíble (y a nuestros ojos un acto de temeridad inaudita), en unos
momentos en que los embajadores romanos eran objeto de las burlas de los presentes en la asamblea por su
mala pronunciación del griego, uno de los agitadores, un tal Filónides, que se encontraban en aquel espacio se
acerco al jefe de la embajada por detrás y le orino sobre la toga. La respuesta del romano ante tamaña ofensa
fue presentar a los espectadores la toga manchada y, ante sus risas, amenazarles con que se lavaría con sangre.
Historia de Roma
108
Esa misma toga, sin limpiar, fue tal cual presentada, poco después, ante el mismo senado y el pueblo de Roma
Signos: 1) Territorio de Roma al finalizar el dominio etrusco; 2)
Expansión romana a fines del siglo IV; 3) Territorio dominado por Roma despues de las guerras
Samnitas; 4) Ocupación de la Magna Grecia; 5) Limites del Imperio etrusco en su epoca de mayor
apogeo; 6) Tendencia unificadora ejercida por Roma.
La respuesta romana no se hizo esperar. En tanto y
cuanto movilizaban nuevas fuerzas, se ordeno al ejercito
del cónsul L. Emilio Barbula, que por aquellos días se
encontraba combatiendo en el Samnio, dirigiese su
ejercito sobre Tarento y que, ante sus murallas, ofreciese
de nuevo a los tarentinos una ultima oportunidad de paz
aceptando los términos propuestos anteriormente por los
embajadores.
Pese a lo que pueda pensarse, siguiendo a Dion Casio,
sabemos que los romanos no deseaban en esos momentos
un enfrentamiento con Tarento. Todavía ardían en Italia
Central los rescoldos de viejas guerras que bien podrían
reactivarse en el caso de que las fuerzas romanas
tuviesen que marcharse lejos del Lacio. De hecho de los
dos ejércitos consulares en campaña uno se encuentra en
el Samnio y el otro en Etruria, los dos en lucha.
La llegada de los romanos a territorio tarentino enfrió los
ánimos de gran parte del populacho. Así, son los más
jóvenes, siempre prestos a los cambios, los que inclinan
la balanza a favor de la guerra.
Se hablo entonces en Tarento de las posibles salidas
militares que tenían, desechándose la opción de combatir
solos ante tamaño rival, por lo que alguien sugirió
Historia de Roma
109
llamar en su ayuda al ya famoso Pirro, rey del Epiro,
cosa que resulto luego ser entusiásticamente apoyado por
la mayoría.
.
Preparativos para la expedición a Italia
Pirro se ausenta de su reino en 284 a. C. con destino desconocido, circunstancia que aprovecha
Lisímaco para invadir Epiro y saquear el reino «hasta llegar a las tumbas reales» Durante los siguientes
años Pirro parece haber reinado en silencio en Epiro, sin embarcarse en ninguna nueva empresa, pero
una vida tan tranquila le resultaba insoportable y anhelaba nuevas acciones donde pudiera ganar gloria
y expandir su reino.
En 281 a. C. la oportunidad deseada se presentó. Los tarentinos, a los cuales les habían declarado la
guerra los romanos, enviaron una embajada a Pirro en verano, rogándole en nombre de todos los
griegos italianos que cruzara el mar Jónico y guerreara contra los romanos. Sólo le pidieron un general,
bajo cuyo mando prometieron que «pondrían a 150.000 infantes y 20.000 jinetes, ya que todas las
naciones del sur de Italia se unirían bajo su estandarte». Esta oferta resultaba demasiado tentadora para
rehusarla, pues hacía realidad uno de sus tempranos sueños: la conquista de Roma le llevaría
posteriormente a la soberanía sobre Sicilia y África. Después, le sería posible regresar a Grecia con las
fuerzas combinadas de estos países para derrotar a sus rivales y reinar como señor del mundo. Además,
se sentía en deuda con los tarentinos, pues le habían suministrado apoyo naval en la reconquista de
Córcira. Prontamente, prometió su asistencia a los tarentinos, ignorando las palabras de su sabio y fiel
consejero Cineas. Pero, dado que no podía confiar el éxito de tal empresa al valor y fidelidad de las
tropas italianas, comenzó los preparativos para llevar un poderoso ejército con él. Estas preparaciones
le mantuvieron ocupado el resto del año y comienzos del siguiente. Los príncipes griegos hicieron todo
lo que estaba en su mano para favorecer sus designios, contentos de mantener alejado a un vecino tan
peligroso. Antígono II le proporcionó barcos, Antíoco dinero y Ptolomeo Cerauno tropas. Pirro dejó a
su hijo Ptolomeo, con quince años de edad, a cargo del reino.
Tan pronto estuvo preparado, Pirro viajó a Italia. Era el año 280 a. C. y el rey contaba 38 años de edad.
Llevó consigo un ejército de 20.000 infantes, 3000 jinetes, 2000 arqueros, 500 honderos y 20 ó 50
elefantes, según fuentes. Previamente había enviado a Milo, uno de sus generales, con un destacamento
de 3000 soldados.13
Tal era su impaciencia por llegar a Tarento y comenzar las acciones militares, que
levó anclas antes de que finalizara la estación de las tormentas. Apenas había embarcado cuando
estalló una violenta tempestad, que dispersó su flota. Su propia vida corrió peligro, y llegó a Tarento
con apenas una pequeña porción de su ejército. Después de un tiempo, sus dispersos navíos
comenzaron a hacer aparición. Tras reunir sus tropas, comenzó los preparativos para la guerra. Los
habitantes de Tarento eran gente licenciosa, poco acostumbrados a los rigores de la guerra, y reacios a
soportar duras privaciones. Así, intentaron evitar su incorporación al ejército, y comenzaron a quejarse
en las asambleas públicas de las exigencias de Pirro y de la conducta de sus tropas. Pero el epirota les
trataba más como si fuera su rey que su aliado: cerró el teatro y el resto de lugares públicos y obligó a
los jóvenes a servir en su ejército.
Historia de Roma
110
9.2.1.-PIRRO, REY DEL EPIRO
Pirro de Epiro
Busto de Pirro
Pirro, en griego Πύρρος της Ηπείροσ (318-272 a. C.) rubio o pelirrojo, apodado αετός (águila) por sus
soldados. Fue basileos (rey) de Epiro de 307 a 302 a. C. y de nuevo entre 297 y 272 a. C. También ostentó la
corona de Macedonia brevemente en dos ocasiones: en 287 a. C. y posteriormente de 273 a. C. hasta su muerte,
un año después. Es considerado uno de los mejores generales de su época, y uno de los grandes rivales de la
República romana durante su expansión.
Durante su reinado aumentó el territorio de Epiro a costa de zonas de Macedonia y Tesalia. Se enfrentó a
Casandro y Demetrio Poliorcetes en Macedonia, derrotándolos y haciéndose con el reino hasta ser expulsado
por sus habitantes, que proclamaron a Lisímaco de Tracia, su aliado, como rey. Posteriormente viajó a Italia en
ayuda de los tarentinos, enfrentándose a la República romana a la que derrotó en dos ocasiones, pero a costa de
tales pérdidas, que fue finalmente derrotado en la batalla de Benevento y se vio obligado a retirarse.
Durante su estancia en Italia, conquistó la mayor parte de la Sicilia púnica, pero no pudo capturar la ciudad
cartaginesa de Lilibea. La incomodidad de los griegos sicilianos le obligó a abandonar la isla.
A su regreso a Grecia, se enfrentó con Antígono II Gónatas que reinaba por entonces en Macedonia. Conquistó
el reino y emprendió una guerra con Areo I de Esparta, en apoyo de su antiguo rey Cleónimo. Incapaz de
conquistar la ciudad, recibió una petición de ayuda de Aristeo de Argos. Durante los combates en el interior de
esta ciudad, recibió el impacto de una teja arrojada por una anciana, y fue asesinado mientras se hallaba
inconsciente por el golpe.
La Grecia de aquellos días, para no perder la costumbre, se encontraba sumida en el cíclico caos ocasionado
por las luchas entre los sucesores de los diácodos Pirro, uno más en discordia, llevaba ya 15 años de lucha
contra esta o aquella facción, tema del que ya nos ocuparemos en otro trabajo. La oferta tarentina fue entonces
bien acogida, el rey estaba ya posiblemente escarmentado de sus últimos fracasos en la lucha contra los
epígonos, por lo que se sintió realmente tentado por la oferta de los griegos de Italia (7). No obstante, para una
campaña de esta envergadura necesitaba más fuerzas de las que él mismo podía disponer. De hecho en sus
campañas por Grecia siempre había contado con el auxilio de gran numero de fuerzas extranjeras. Además, no
podía marcharse de Grecia sin cubrirse bien las espaldas.
Historia de Roma
111
Ubicación del Epiro en tierras del norte de Grecia
Posiblemente envuelto en estos pensamientos y planes, recibió una nueva embajada de Italia, esta vez venían
con los tarentinos representantes de los samnitas y de los lucanos. De nuevo y en persona le ofrecían la alianza y
el mando de todas las fuerzas conjuntas. Pirro, animado ya hasta por sus propios hombres, se dispuso a aceptar
la tarea que se le encomendaba, aunque preocupado por la idea que se podrían llevar los tarentinos, dejo bien
claro que su estancia en Italia seria limitada.
Se dedico entonces el rey a trabajar a dos bandas, por un lado debía desplegar toda su habilidad diplomática para
mantener a sus belicosos vecinos en calma durante el tiempo que el permanecería fuera de Grecia. En esto
obtuvo un indudable éxito ya que firmo acuerdos tanto con ilirios como con etolios. Con respecto a la mayor
amenaza, Macedonia, se desposo con la hija del rey de entonces Ptolomeo Ceraunos (Keraunos). Ceraunos se
sintió sin duda aliviado de perder de vista a tan molesto vecino, por lo que además de la alianza obligada tras el
desposorio, entrego a Pirro un fuerte contingente de tropas; 5.000 soldados de infantería (falangistas al menos
4.000), 50 elefantes y 4.000 jinetes. Eso sí, por un periodo de dos años.
Por otro lado también atosigo el epirota a los reyes más poderosos de esa parte del mundo para que le
proveyesen de ayuda en una empresa como aquella, en pro de la libertad de los griegos. En realidad todos
estaban contentos de ver alejarse de Grecia a Pirro, así que Antígono Gonatas le presto una flota para pasarlos
del Epiro a Italia y Antíoco, rey seleucida, una buena cantidad de dinero ya que de tropas andaba, por aquellos
días, relativamente escaso.
Decidido pues a intervenir. Pirro envió por delante a su mejor embajador y representante, Cíneas, con 3.000
soldados de avanzadilla, tropas estas que serian poco después reforzadas con un nuevo envió de soldados.
Cíneas trato con los tarentinos de los detalles de la operación, Pirro necesitaba gran numero de barcos para
realizar la travesía a Italia y los que él había conseguido no bastaban, los de esta ciudad eran por ello requeridos.
Pirro disponía ya por aquellos días de un total de 25.500 hombres y 50 elefantes. Con ellos embarco rumbo a
Tarento.
Pirro dejo atrás, como regente, a su hijo Ptolomeo, de tan solo 15 años de edad. Sus otros dos vástagos, Heleno
y Alejandro se los llevo consigo a la guerra de Italia.
Historia de Roma
112
9.3.-LA Guerra contre ROMA
Quiso la fortuna que la flota fuese alcanzada de lleno por una tormenta. El desastre fue de tal envergadura que,
con la mayoría de los barcos dispersados o hundidos, Pirro solo pudo tocar tierra con 2.000 hombres y 2
elefantes, con los que rápidamente se dirigió a Tarento.
El ambiente con el que la ciudad acogió al rey no podía ser mas sombrío. Pasados ya los primeros ímpetus la
población no se encontraba muy inclinada a la guerra. Hasta tal punto es así que Pirro no se sentía seguro en su
actual posición. Esperó por tanto el epirota a que el resto de sus fuerzas se fuesen, poco a poco, reagrupando.
Día tras día llegaban por tierra y mar las tropas que habían sido dadas por perdidas durante la tormenta. Una
vez que el rey se sintió lo suficientemente fuerte, dio un golpe de timón. De un día para otro se decreto lo mas
parecido a un estado de guerra.
Se cerraron entonces los teatros, gimnasios se prohibieron incluso los paseos por la principal avenida de la
ciudad, lugar en donde acostumbraban los tarentinos a tratar de negocios, charlar y, en definitiva, disfrutar y
aprovechar la compañía de sus conciudadanos para comentar los usuales rumores y hechos que se daban en la
política local, o como bien dice Plutarco, ―hacer la guerra de palabra‖. Comenzó entonces el alistamiento y
entrenamiento de parte de la población en edad de llevar armas. Pirro se había propuesto llevar adelante la
guerra con o sin la aquiescencia de los propios tarentinos. Ni que decir tiene que gran parte de los ciudadanos
trato de eludir sus nuevas y peligrosas responsabilidades. Abandonaron tantos la metrópoli que Pirro dio orden
de cerrar y controlar las puertas de la ciudad. La resistencia política en el interior de Tarento fue entonces
encabezada por uno de los prohombres de la metrópoli, Milón, que trato de oponerse a la voluntad del rey. Pirro,
que en cierto modo reconocía el prestigio del personaje, pues era el único que realmente podría ahora enturbiar
sus planes, trato de atraérselo a su bando tratándolo con estima y respeto a la vez que le hacia llegar generosas
dádivas que, sin embargo, no lograron hacer cambiar de actitud al personaje.
Una vez que Tarento quedo firmemente sujeta a su control, procedió a dar comienzo a la campaña que él
Historia de Roma
113
pretendía le diese el control de la península Itálica.
Los romanos, que disponían de un ejercito consular en la región de Tarento, y que se habían replegado tras la
llegada del rey, introduciéndose entonces en Apulia, decidieron contender con el epirota antes de que este se
reuniese con sus aliados lucanos y samnitas, aliados que por otra parte se mantenían renuentes a marchar junto
al rey, probablemente por la presión ejercida contra ellos por las fuerzas romanas que, ya en esos momentos,
actuaban sobre sus territorios.
El cónsul Lavinio se puso entonces en movimiento desde, suponemos, Campania. Se trataba de golpear ,de
camino a Tarento, a los lucanos, al tiempo que se mantenía el frente de lucha lo mas lejos posible de territorio
latino. Lucania fue entonces devastada al paso por el ejercito consular. Lavinio conquisto una importante ciudad
de la región (desconocida) en la que dispuso una fuerte guarnición con la que mantener atareados a los lucanos,
en la idea de que así les seria mas difícil unir sus fuerzas a las del epirota. Él, entre tanto, continuo su camino en
dirección a Heraclea. Pirro, advertido de que las legiones romanas se encontraban ya cerca, y molesto por la
tardanza de sus aliados en unirse a sus fuerzas, resolvió enfrentarse a Lavinio pese a que, en principio, disponía
de muchas menos tropas que sus rivales. La calidad de sus soldados ante las que él suponía bárbaras de los
romanos vendría sin duda a suplir los inconvenientes derivados de su inferioridad numérica.
La batalla de Heraclea
Después del triunfo Pirro reflexiono sobre la forma en como todo había transcurrido. Recorrió el campo de
batalla y observo admirado como la mayor parte de los cuerpos romanos yacían dando cara a su enemigo, señal
de que habían sido muertos en el combate frontal, no en la huida, cuando por lo usual suele ocurrir siempre al
contrario. El valor, la resolución, y la disciplina que había visto en sus contrarios le hicieron ver la dificultad que
le esperaba de continuar la guerra contra unos enemigos como aquellos, también hay que recordar que falto
poco para que la batalla no concluyese para él en una auténtica derrota (al menos según las fuentes romanas).
Pirro resolvió así tratar de llegar a un buen acuerdo de paz antes que volver a exponer su fortuna a un nuevo
lance con los romanos. Por otra parte deseaba recuperar fuerzas tras el duro enfrentamiento, también, tras la
derrota romana, y según los cánones griegos, debía existir grandes probabilidades de que su enemigo estuviese
inclinado a llegar a algún tipo de solución pacífica ahora que las armas ya habían hablado.
Historia de Roma
114
Batalla de Heraclea
A fin de ganarse el apoyo de la opinión publica trato con consideración a los caídos en la batalla, los cuerpos de
los romanos muertos fueron incinerados y los prisioneros cortésmente tratados, tanto, que los latinos, al igual
que luego hará Aníbal Barca, fueron impelidos a unirse a la guerra contra Roma. Estos no fueron siquiera
encadenados, andando libres por el campamento por orden del propio rey.
Las respuesta inmediata de los romanos ante la debacle en Heraclea fue la de movilizar más fuerzas todavía que
las precedentes y, entre tanto, buscar una salida a la guerra en Etruria, en donde existía un ejercito al mando de
el otro de los cónsules Tiberio Coruncanio, que por aquellos días los combatía con éxito (a costa de los cuales
celebrara un triunfo). Levino, el cónsul que había sido derrotado, se relegó lo suficiente como para ponerse fuera
del alcance de sus enemigos, quizás regreso sobre sus pasos hasta la localidad lucana que había conquistado y
fortificado. Allí se atendieron a los heridos y se aguardo el regreso de las tropas que habían sido dispersadas tras
la batalla. Una vez de nuevo en guardia, Levino se preparo para mantener a Pirro vigilado y, en la medida de lo
posible (poco, creo), hostigado.
Las consecuencias directas de la derrota romana dentro de lo que era su área de influencia no dejaron de tener
cierta relevancia. En Bruttium la ciudad de Locrii expulso a la guarnición romana y se paso al enemigo. Algunas
comunidades más, sin que sepamos cuales, optaron también por salir de una discreta neutralidad y se colocaron
también del lado de Pirro
Cíneas, el famoso diplomático al servicio del epirota marcho entonces a Roma. Comenzaba el famoso duelo
diplomático entre los romanos y Pirro .
Tras el impasse diplomático había llegado el momento de volver a dejar hablar a las armas. Pirro marcho
entonces hacia el norte, en dirección a Campania y el Lacio.
Enterado Lavinio de la marcha de Pirro, pudo saber que sus intenciones inmediatas eran las de dirigirse a Capua,
ciudad que pretendía ocupar. Lavinio maniobro en consecuencia y acuartelo en la ciudad un buen numero de
tropas de refuerzo para la guarnición.Pirro, llegado a la región, se vio obligado ahora a cambiar de objetivo,
marcharía contra Neapolis.
PIRRO AD PORTAS
Neapolis resistió y Pirro decidió continuar con su marcha hacia Roma. Ni que decir tiene que camino del
Historia de Roma
115
Lacio todos los territorios por donde se pasaba eran pasto de los saqueadores. Era tal la ferocidad de los
soldados que ni los territorios aliados por donde se movían quedaban al margen de la devastación. Este hecho
daño entre los italianos, y no poco, el prestigio del monarca epirota .
Ya en el Lacio, Pirro se adelanto hasta Preneste, allí se entero no solo de los preparativos de defensa en la
capital, sino de la pronta venida del ejercito del cónsulTiberio, quien había llegado a un acuerdo de paz con los
etruscos en vista del peligro inmediato que representaba la presencia del epirota a pocos kilómetros de la capital.
La ciudad de Preneste fue asaltada (y probablemente conquistada y saqueada). La intención ultima de Pirro era
quizás la de dirigirse a Etruria en donde unir a sus fuerzas un buen numero de aliados. La noticia del acuerdo de
paz en Etruria unida a la llegada de Tiberio le ponía en un brete, pues no hay que olvidar que tenia todavía a
Levino muy cerca, a sus espaldas, por lo que podía quedar copado en propio territorio del enemigo, algo,
evidentemente, no muy aconsejable.
Amedrentado el epirota por la dificultad de la tarea que se abría ante él, retrocedió hacia Campania. Por el
camino le salió al paso el cónsul Levino con su ejercito . En un principio Pirro acepto la batalla y formo para el
combate, sin embargo un inesperado suceso vino a contrariarle haciéndole cambiar de opinión; Trato de
imponerse a los contrarios antes de la batalla haciendo sonar al unísono sus trompetas y los gritos de guerra de
sus hombres, pero para su desgracia, la respuesta romana, en forma de otra barahúnda similar, provoco en sus
líneas lo mismo que él había pretendido hacer en las de sus enemigos, el miedo. Excusándose en que se daban
malos augurios para combatir, Pirro eludio el combate y prosiguió su lenta retirada.
Los romanos preferirán dejar marchar al epirota, por este año ya habían tenido suficiente. Se contentaran por
ahora con enviar a Tarento una embajada del más alto nivel con el fin de negociar con Pirro el rescate de los
numerosos prisioneros que este había hecho hasta la fecha.
La entrevista en Tarento entre Pirro y Fabricio será tratada con profusión en los anales romanos. En ella
aparecen ambos, tanto Pirro, como el romano Fabricio, como dos auténticos estereotipos políticos de una era
pasada y en ese momento en plena transición; Por un lado Pirro caballeroso y honrado, que tratara de convencer
al romano viejo de pasarse a su servicio a cambio de grandes y generosas recompensas de toda clase. Por otro
lado noble romano, incapaz siquiera de pensar en ceder ante la tentación tanto de las riquezas mundanas como
de la idea de abandonar a su patria.
De la cordial entrevista algo practico se llevaran cada uno de ellos. Fabricio los prisioneros, liberados sin
condiciones. Pirro, la idea de que había que llegar con los romanos a un acuerdo de paz antes que empujarlos a
tomar de nuevo las armas contra él.
DIPLOMACIA
Cíneas, el gran diplomático de Pirro, marcho entonces cargado de regalos camino de Roma. Quizás Fabricio
les había alentado a intentarlo, lo cierto es que el embajador puso todo el empeño posible en llevar a buen puerto
la negociación. Llegado a Roma, Cíneas demoro su presentación ante el senado, pues primero se dedico a
visitar a cierto numero de familia patricias con la intención de agasajar a las damas locales con la sibilina
intención de que estas luego obrasen en favor de sus planes. Joyas y dinero debieron cambiar de manos con
profusión y se dice que consiguió así comprar cierto numero de voluntades. Una vez considero haber cimentado
lo suficiente su posición, se dirigió por fin a encontrarse con el senado.
Ante el senado romano Cíneas obro con comodidad al apoyar sus reclamaciones tanto en las recientes
adhesiones compradas en la ciudad como por los réditos de la generosa actitud de Pirro al liberar a todos los
prisioneros sin rescate. Pirro solo deseaba una paz de compromiso por la que todos sus aliados italianos
Historia de Roma
116
pudiesen mantenerse libres lejos de la sofocante tutela romana. El senado dudo y las deliberaciones se
prolongaron durante
algunos días. Fue
entonces cuando surge la
figura del senador, ya
anciano, Apio Claudio el
ciego, quien, al ser
informado de que el senado parecía inclinarse a llegar a un acuerdo con el rey, se hizo conducir ante la asamblea
con la intención de exhortar a los senadores a continuar una guerra que a todos parecía amedrentar. La alocución
del respetado senador condujo a un súbito cambio de actitud, decidiéndose entonces todos por la guerra total. No
habría ya posibilidad de llegar a un acuerdo a menos que Pirro abandonase Italia. Cíneas fue exhortado ahora a
dejar Roma antes de esa misma puesta de sol.
No pudo dejar de sorprenderse el griego del comportamiento tanto del senado como del mismo pueblo de Roma,
esto, convertido en temor, le llevo a advertir al Pirro contra una ciudad en la que cada uno de los senadores
podía ser comparado a un rey, una ciudad de reyes.
El senado romano procedió a enviar a Pirro, una compensación ante su generoso gesto de devolverles los
prisioneros sin rescate, un numero igual de samnitas y tarentinos detenidos. A los romanos liberados por el rey,
desconfiando ahora de su lealtad, pues no escapaba al conocimiento de todos que estos habían sido bien tratados
y condicionados por el epirota, se los separo de sus unidades y envió a lejanas guarniciones, marcados también
con el deshonor de haber caído vivos en manos de los enemigos.
La guerra debía ahora continuar, aunque por el momento había llegado el momento de dejar la lucha, pues la
pausa invernal era por aquel entonces obligada. Las legiones fueron desmovilizadas y los aliados de Pirro
regresaron a sus regiones de origen.
Año 280 a.C. : El censo de ciudadanos romanos (cada cinco años se realizaba el
recuento) arrojaba en esta ocasión el saldo de 287.222 hombres (el ultimo
censo había dado 272.000).
Historia de Roma
117
Batalla de Asculum
Parte de las Guerras Pírricas
Lugares de la península itálica en los que
acontecieron las batallas entre Roma y Pirro de
Epiro.
Fecha 279 a. C.
Lugar Asculum (la actual Ascoli Satriano),
Italia
Descripción Guerras Pírricas
Resultado Victoria pírrica griega.
Beligerantes
República Romana
Reino de Epiro,
Magna Grecia
Comandantes
Publio Decio Mus Pirro de Epiro
Fuerzas en combate
40.000 de caballería e
infantería,1
300 armas especiales
40.000 de caballería e
infantería,1
20 elefantes de guerra
Historia de Roma
118
contra elefantes
Bajas
6.000 muertos 3.500 muertos
[ocultar]
Batallas de las Guerras Pírricas
(280 a. C. a 275 a. C.)
Heraclea - Asculum - Benevento
La batalla de Asculum (o Ausculum), ocurrida en 279 a. C., fue un enfrentamiento entre las legiones romanas
comandadas por el cónsul Publio Decio Mus y el ejército del general griego Pirro de Epiro, junto con tropas
aliadas de tarentinos, oscos y samnitas.2 Esta fue la segunda batalla del conflicto entre la República Romana y
Tarento por el control de la Magna Grecia. Se produjo después de la retirada de Pirro tras su fracaso en el intento
de reclutar aliados en su camino hacia Roma. Se desarrolló en las colinas cercanas a Asculum y se saldó con una
ajustada victoria de Pirro.
Ejércitos
Batalla
Consecuencias
Pirro llegó a Italia en el año 280 a. C. con 25.000 soldados y algunos elefantes. El primer enfrentamiento se llevó
a cabo en Heraclea de Lucania, donde el romano Publio Levino fue derrotado perdiendo a más de 7.000
hombres. Pese a haber vencido la batalla, Pirro perdió a un gran número de soldados. Aunque, posiblemente, el
golpe más duro que recibió fue que muy pocos nativos itálicos se le unieron en su guerra contra Roma, en contra
de lo que él esperaba.
Pueblos en la península Itálica durante el siglo IV a. C.
Historia de Roma
119
Pirro decidió entonces avanzar hacia la Campania. Pero, tras no poder tomar Capua, decidió avanzar
hacia Roma con la esperanza de reclutar pobladores de las ciudades por las que pasaban.3 Tuvo que dar
media vuelta estando a tan solo 30 km de la ciudad, debido a la falta de apoyo local. Su intención era
imponer duras condiciones de paz a Roma, pero esta no aceptó negociar con él. Los romanos
devolvieron a Pirro todos los prisioneros que este había hecho liberar para comenzar las
conversaciones.
En su retirada hacia el sur desde Roma, Pirro fue alcanzado por el ejército romano en una llanura
rodeada de colinas cerca de la ciudad de Ausculum, a 130 km de Tarento.
Ejércitos
En este segundo encuentro entre las falanges macedonias y las legiones romanas, ambos ejércitos se encontraban
en igualdad numérica. Los romanos tenían un mayor número de soldados de infantería (cuatro legiones, 20.000
romanos, más los aliados daunios) y 300 armas especiales. Pirro desplegó su infantería macedonia y su caballería
(sus propias tropas), infantería mercenaria griega, aliados griegos de Italia, incluida la milicia tarentina, la
caballería e infantería samnitas y 20 elefantes de guerra. Los griegos tenían ventaja en cuanto a caballería y los
elefantes. Para contrarrestar la flexibilidad de la legiones romanas, Pirro mezcló la infantería ligera itálica con
sus falanges.
Después de la batalla de Heraclea, donde los elefantes de guerra griegos produjeron un gran impacto sobre los
romanos, las legiones se surtieron de proyectiles y armas especiales contra los animales: carros de bueyes
equipados con largas picas, recipientes de cerámica ardiendo para asustarlos, además de tropas que se
desplegaban para proteger al resto del ejército y lanzar jabalinas y otros proyectiles contra las bestias para que
retrocedieran.
Batalla
La batalla transcurrió durante dos días. Como era normal en aquella época, ambos ejércitos desplegaron su
infantería en el centro y la caballería en los flancos. Al principio, Pirro situó a su guardia montada personal y a
los elefantes de guerra justo detrás de la infantería como reserva.
En el primer día, la caballería y los elefantes de Pirro fueron bloqueados por los árboles y colinas donde se
desarrollaba la batalla. Sin embargo, las falanges no tuvieron inconvenientes en su enfrentamiento con la
infantería itálica. Los macedonios derrotaron a la primera legión romana y sus aliados itálicos del ala izquierda,
pero la tercera y cuarta legiones derrotaron a los tarentinos, oscos y epirotas en el centro, mientras que los
daunios atacaban el campamento griego.6 Pirro envió aparte de su caballería de reserva a tapar el hueco en el
centro de su formación y a otro grupo de caballería, más algunos elefantes, para ahuyentar a los daunios. Cuando
estos se retiraron hacia una colina escarpada e inaccesible para los animales, decidió desplegar sus elefantes
contra la tercera y cuarta legiones. Estas también se refugiaron en las colinas arboladas, pero se vieron
imposibilitadas de aprovechar la ventaja, ya que los arqueros y honderos que escoltaban a los elefantes
dispararon proyectiles con fuego, incendiando los árboles. Pirro decidió enviar a los atamanios, acarnanios
(ambos pueblos griegos aliados de los epirotas) y samnitas para forzar a sus adversarios a salir de la arboleda,
pero fueron dispersados por la caballería romana. Ambos bandos se retiraron de la batalla al anochecer sin que
ninguno hubiera conseguido una clara ventaja.
Al amanecer, Pirro ubicó a su infantería ligera en el duro terreno que había resultado ser un punto débil el
anterior día, lo que forzó a los romanos a entablar batalla en campo abierto. Al igual que en Heraclea,7 las
legiones romanas y falanges macedonias trabaron combate hasta que una carga de elefantes apoyados por
infantería ligera rompió la línea romana. En ese momento, los romanos enviaron a sus «carros antielefantes»,
pero estos solo resultaron efectivos durante unos breves instantes ya que los psiloi, tras rechazar a la caballería
romana, arrollaron a los soldados que conducían los carros. Los elefantes cargaron de inmediato contra la
Historia de Roma
120
infantería, que comenzó a retroceder. Simultáneamente, Pirro cargó con su guardia personal para completar su
victoria. Los romanos se retiraron desordenadamente a su campamento.
Carga de elefantes contra un ejército romano.
Consecuencias
Los romanos perdieron 6.000 hombres, y Pirro, 3.500, incluidos muchos de sus oficiales. Esta victoria griega,
con tan escaso margen y grandes pérdidas, llevó a la creación del término victoria pírrica para referirse a una
victoria que se consigue con un gran coste humano.10
Pirro, en un momento posterior a la batalla, dijo: «Otra
victoria como esta y estaremos acabados», aunque otras fuentes sugieren que fue: «Otra victoria como esta y
volveré solo a Epiro».11
Según la tradición Publio Decio Mus murió durante la batalla, al entregar su vida a los
dioses a cambio de la victoria; otros escritos sugieren que sobrevivió.
Sabiendo que su situación era desesperada, debido a las grandes pérdidas que había sufrido pese a la victoria,
Pirro ofreció una tregua a Roma. Sin embargo, el Senado Romano se negó a aceptar cualquier acuerdo mientras
Pirro mantuviese sus tropas en territorio italiano. Roma, en cambio, decidió firmar un tratado con Cartago contra
Pirro, lo que cortó su carrera militar, ya que las ciudades griegas, a las que él decía defender sentían que por su
culpa habían perdido la oportunidad de aliarse tanto con Roma como con Cartago. La única esperanza griega
habría sido aliarse con una de las dos potencias y provocar un enfrentamiento entre ellas.
Áreas de influencia durante las Guerras Pírricas.
Historia de Roma
121
Muchas de estas ciudades le retiraron el apoyo. Además, el hecho de que pese a seguir venciendo en todas las
batallas perdía más hombres de los que se podía permitir, llevó a que se trasladara a Sicilia luego de dos
campañas. Allí, los cartagineses ya se encontraban asediando Siracusa por lo que Pirro se desvió y tomó
posiciones en Panormo, negándose a entregar Sicilia a Cartago, y llegó a acorralar a estos en Lilibea.12
Finalmente, Pirro fue derrotado en suelo itálico en la batalla de Benevento en el año 275 a. C., tras lo cual
regresó a su tierra.
Batalla de Benevento (275 a. C.)
Batalla de Benevento
Parte de Guerras Pírricas
Mapa de la campaña de Pirro en la Península
Itálica
Fecha 275 a. C.
Lugar Benevento, Italia
Resultado Indecisa
Beligerantes
Reino de Epiro República Romana
Comandantes
Pirro de Epiro Manio Curio Dentato
Fuerzas en combate
Historia de Roma
122
Falanges macedonias y
elefantes Legiones romanas
Bajas
Elevadas Elevadas
La Batalla de Benevento, ocurrió en el 275 a. C., y fue la última batalla entre las fuerzas de Pirro de Epiro
(con sus aliados samnitas) y las legiones romanas, comandadas por el cónsul Manio Curio Dentato, aunque, el
número de soldados en los dos ejércitos no se conoce. No se tienen muchos datos de la batalla, pero si se sabe,
que Pirro se encontraba debilitado debido a la guerra en Sicilia y sus victorias pírricas sobre los romanos, por
lo que sus tropas se encontraban desmoralizadas, además, los romanos habían aprendido a neutralizar a los
elefantes (verdaderos artífices de las victorias de Pirro) mediante flechas que en su punta tenían cera ardiendo,
por lo que en la batalla en Benevento los elefantes se desbandaron aplastando a amigos y enemigos. Aunque la
batalla no se decidió para ningún bando, Pirro perdió a sus mejores tropas, y en esa época en una batalla se
debía tener las mínimas bajas, por lo que tuvo que regresar a Epiro. Debido a ello los samnitas fueron
finalmente sometidos y toda la Magna Grecia se perdió, aunque sus ciudades mantuvieron sus privilegios con
la condición que juraran lealtad a Roma. Los romanos nunca pudieron vencer a Pirro en una batalla, pero si
consiguieron desgastarlo y ganar la guerra a unos de los mejores generales de la Edad Antigua, las Guerras
Pírricas demostró la superioridad de las legiones romanas frente a las falanges macedonias, debido a su mayor
movilidad. Nunca más los helenos tendrían un general tan capacitado para enfrentarse a Roma.
Regreso a Epiro
Era imposible proseguir la guerra más tiempo sin una nueva fuente de suministro de tropas de
refresco, por lo que pidió ayuda a los reyes de Macedonia y Siria. Como estos ignoraran sus súplicas,
no le quedó otra alternativa que abandonar Italia. Regresó a Grecia a finales del año, dejando a Milo
con una guarnición en Tarento, como promesa de regresar a Italia en algún momento futuro. Pirro
llegó a Epiro a finales de 274 a. C. tras una ausencia de seis años. Trajo de vuelta sólo 8000 infantes
y 500 jinetes, y tan poco dinero que siquiera éstos podía mantener sin acometer nuevas empresas
militares. Expansion de Roma en el siglo III a.C.
Historia de Roma
123
9.4.-Sicilia
Guerra contra los cartagineses en Sicilia
Pirro asalta Lilibea. Ilustración del libro History of Pyrrhus de Jacob Abbott.
Libre para desplazarse a la isla, Pirro se dirigió allí, dejando a Milo al cargo de Tarento, y a su hijo
Alejandro con otra guarnición en Locri. Los tarentinos reclamaron la retirada de sus tropas, si éstas
no iban a ayudarles en el campo de batalla, pero Pirro desatendió sus peticiones manteniendo la
posesión de su ciudad y la de Locri, esperando ser capaz de regresar pronto a Italia a la cabeza de los
griegos sicilianos, de cuya isla su imaginación ya le había coronado soberano.
Tras desembarcar en Siracusa, arbitró en la paz entre Tenón y Sóstrato, y recibió soldados y dinero de
otros gobernadores griegos sicilianos, como Heráclides de Leontino. Permaneció en Sicilia más de
dos años, de mediados de 278 a. C. a finales de 276 a. C. Consiguió grandes éxitos iniciales,
expulsando a los cartagineses y conquistando la ciudad fortificada de Erice, en un asedio en el cual
fue el primero en subir las escalas y se distinguió como de costumbre por su coraje. Fue proclamado
rey de Sicilia, título que destinó a su hijo Heleno (en herencia de su abuelo, pues era hijo de la hija de
Agatocles) mientras que reservaba el inexistente título de rey de Italia para su hijo Alejandro.
Los púnicos se alarmaron de tal forma ante su éxito que le ofrecieron barcos y dinero, a condición de
que formara una alianza con ellos, a pesar de que no hacía mucho que habían firmado un tratado con
Roma. De forma poco inteligente, Pirro rechazó la oferta, que le habría reportado inmensas ventajas
en su prosecución de la guerra contra Roma, y a instancias de los griegos sicilianos rehusó cualquier
tipo de pacto con los cartagineses si no evacuaban la isla por completo. Poco después, Pirro fue
rechazado con fuertes pérdidas tras su asalto a la impenetrable ciudad de Lilibea. El prestigio de sus
éxitos se había esfumado.
Tras la derrota de Lilibea, Pirro decidió construir una flota y atacar a los cartagineses en África, como
hiciera Agatocles en 310 a. C. Pero los griegos sicilianos, que le habían invitado a la isla, ahora
Historia de Roma
124
estaban deseosos de que partiera, y urdieron argucias contra él. Esto llevó a represalias por parte de
Pirro, quien actuó de forma calificada como cruel y tiránica por los griegos. Se vio envuelto en
ardides e insurrecciones de todo tipo, y pronto estaba tan deseoso de abandonar la isla como antes
estuvo de salir de Italia. Así pues, cuando sus aliados italianos le rogaron de nuevo su asistencia,
regresó prontamente a la península. Antes de partir, se giró a admirar la isla y dijo en voz alta:
¡Qué buena arena de combate dejamos aquí para romanos y cartagineses!
Los cartagineses, dueños desde mucho tiempo atrás del extremo occidental de Sicilia, habían iniciado una
política de expansión por la isla a partir del 289 a.C., tras la muerte de Agatocles. Habían logrado conquistar
Agrigento y se preparaban para el ataque a Siracusa. Los siracusanos solicitaron el apoyo de Pirro a cambio de
entregarle la soberanía de la ciudad.
El común enemigo, decidió el tratado de ayuda mutua que establecieron a continuación Roma y Cartago y en
el que se establecía también que ninguno de los dos pueblos celebrase una paz por separado con Pirro. La
escuadra cartaginesa, a cuyo frente iba Magón, salió del puerto de Ostia tras la firma del tratado rumbo al
estrecho de Sicilia, contando con el apoyo de los mamertinos que controlaban la ribera occidental del Estrecho,
y Pirro -que había dejado a su general Milón al frente de Tarento- se dirigió a Sicilia en el 278 a.C. A finales
del año siguiente, Pirro se había erigido en jefe de la confederación siciliana y había conseguido arrebatar a los
cartagineses prácticamente todas sus posesiones, reteniendo éstos únicamente Lilibeo
Cartago quiso establecer la paz con Pirro, violando de este modo las cláusulas del tratado con Roma. Prometió
Cartago renunciar a cualquier pretensión en la isla a cambio de Lilibeo, además de ofrecer dinero y naves de
guerra a Pirro. Evidentemente, su objetivo era que Pirro abandonase la isla -que así fácilmente podrían volver
a ocupar ellos- y volviera a Italia donde los romanos, a su vez, habían logrado someter de nuevo toda la parte
sur, a excepción de Tarento y Rhegium
La partida de Pirro de Sicilia demostró la fragilidad de la unidad de las ciudades de esta isla que, celosas de su
independencia, aún no reconocían que la época de las ciudades-estado autónomas había pasado
irremisiblemente y que sólo tenían la posibilidad de elegir entre el dominio de un monarca helénico o de otra
potencia no griega. Al llegar a la costa italiana, sufrió una primera derrota infligida por los mamertinos y
campanos; no obstante, consiguió apoderarse de nuevo de Locros. La batalla definitiva de Roma contra Pirro
tuvo lugar en el 275 a.C., cerca de Benovento, en los Campos Arusinos. El cónsul Mario Curio logró esta
vez derrotar totalmente a los epirotas. Pirro dejó una guarnición en, Tarento ,pero volvió a Grecia ese mismo
año. Abandonada por Pirro, Tarento no tardó en entregarse a Roma ,272 a.c. y, poco después, se entregó
también Rhegium.
Así, a finales del 270 a.C. toda Italia pasó a depender de Roma. Ésta fundó nuevas colonias en el Sur con el
objeto de mantener la seguridad y el control de la zona, tales como Paestum y Cosa en Lucania, Beneventum e
Isernia en el Samnio y Firmum y Castrum Novum en el Piceno. Además de la colonia de Brundisium
(Bríndisi), que la política romana quiso hacer heredera del comercio tarentino
10.-Bases de la unificación italiana
La ley de la guerra, en el mundo antiguo, otorga al vencedor el derecho a disponer a su antojo del vencido.
Puede destruirlo o apropiarse de sus bienes. También puede, guiado por la clemencia o el interés político,
reconocer su existencia jurídica total o parcial, como si estos pueblos sometidos hubieran decidido negociar
Historia de Roma
125
antes de su sometimiento. Puede convertirlos en aliados -socii- en virtud de un tratado común, pero
ciertamente establecido en los términos que la potencia vencedora estipulaba y colocando en una posición de
inferioridad al pueblo derrotado. Puede permitir que las instituciones de un pueblo pervivan y que el Estado
intervenga, parcialmente, en algunos aspectos de la vida social. Puede, incluso, concederles la ciudadanía
romana o imponerles, a titulo de compensación por su protección, contribuciones de guerra permanentes y
levas de tropas destinadas a crear cuerpos auxiliares. Ciertamente las directrices políticas de Roma, a lo largo
de muchos años de guerras ininterrumpidas, crearon un sistema administrativo que contempla la aplicación de
fórmulas diversificadas.
Pero la unificación de Italia no puede en absoluto ser considerada, como hoy sostienen bastantes historiadores,
una confederación. En el término confederación itálica subyace la idea de una igualdad más o menos implícita,
entre los diversos pueblos itálicos y de una voluntariedad. Tal confederación no existió durante la República y
mucho menos durante el siglo III a.C.
En el proceso de unificación de Italia hay varios aspectos que conviene señalar. En primer lugar, Roma apoyó
sistemáticamente a la aristocracia de los pueblos sometidos. Las relaciones entre las distintas comunidades
pasaban por los vínculos personales, por las clientelas, formadas por la aristocracia romana y las clases
superiores de los pueblos aliados. Estos últimos, generalmente cómplices de la derrota de su pueblo. El apoyo
de Roma era seguro en caso de una revuelta interior, frente a una catástrofe, etc. En tiempos normales, los
vínculos personales entre los estamentos superiores de Roma y los de otras ciudades eran el modo habitual de
funcionamiento. Estas relaciones permitían transmitir y ejecutar las directrices del Senado o de los comicios y,
en contrapartida, garantizaban a los aliados el apoyo de intermediarios eficaces con capacidad para arreglar
cualquier dificultad surgida en sus relaciones con Roma. Así, se creó una especie de administración
semiprivada.
En segundo lugar, el comportamiento romano propició en términos generales la coexistencia y asimilación con
los aliados. Con la fundación de las colonias, Roma exportó su propio modelo jerárquico de organización
social y facilitó la adquisición de la ciudadanía latina o romana a los aliados. Generalmente respetó las formas
organizativas preexistentes de las diversas ciudades, así como sus cultos y santuarios.
. No obstante, su actitud no fue la misma frente a todos los pueblos. Un ejemplo de dureza es sin duda la
adoptada hacia la Galia Cisalpina. Ya en el siglo III a.C. fueron prácticamente destruidos los galos senones y
posteriormente -y a consecuencia de la actitud favorable que éstos adoptaron respecto a Aníbal- la Galia
Cisalpina fue saqueada brutalmente. Otro ejemplo es el de las ciudades hérnicas de Anagni y Frosinone. En
ambas ciudades las clases dirigentes fueron deportadas, su territorio confiscado y entregado a colonos
romanos.
Por otra parte, la principal demanda de Roma a las comunidades sometidas era el suministro de tropas. Los
aliados en general no estaban sujetos a pesados impuestos. Su obligación era proporcionar soldados que
engrosaran los ejércitos romanos. Sobre el sistema de reclutamiento de éstos, se sabe que se hacía basándose
en los censos elaborados por los aliados. Probablemente las levas se hicieran siguiendo un sistema de rotación
entre las comunidades aliadas. De cualquier forma, Roma vinculó los intereses propios con los de los aliados,
ya que las tropas conjuntas adquirían botines y nuevas tierras y si bien la parte más generosa correspondía a
los ciudadanos romanos, los aliados también compartían con ellos los beneficios cada vez mayores de la
victoria
El sistema administrativo o, más precisamente, de relaciones entre Roma y los pueblos itálicos contemplaba
formas diversas. Además de las colonias de ciudadanos latinos y colonias de ciudadanos romanos, el
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sistema que más frecuentemente utilizó Roma, al menos hasta finales del siglo III a.C., fue el de la
consideración de la civitas sine suffragio a muchas ciudades itálicas. Este estatuto configuraba un tipo de
ciudadanía que contemplaba todos los derechos y obligaciones que poseían los demás ciudadanos romanos
excepto el ius suffragii o derecho de voto. En muchos casos, la concesión de civitas sine suffragio a una ciudad
funcionaba como un primer paso para el acceso posterior a la plena ciudadanía. Este ascenso se dio sobre
todo en aquellas comunidades que fueron rápidamente romanizadas y en las que se habían asentado
ciudadanos romanos. Así, por ejemplo, Fondi, Arpino y Formia obtuvieron la plena ciudadanía en el 188 a.C.
Los sabinos la obtuvieron en torno al 290 a.C. y, en el 230 a.C., las ciudades del Piceno.
La civitas sine suffragio comportaba el mantenimiento de una amplia autonomía de gobierno local, aunque
desde el siglo III los pretores nombraban a unos praefecti destacados en estas ciudades y cuya función
principal era la de administrar justicia conforme al derecho romano.
La concesión de este estatuto era ciertamente revocable. Así, Capua, que debió ser la primera civitas sine
suffragio ya en el 338 a.C., fue posteriormente degradada a simple civitas sin privilegios en el 211 a.C.,
después de separarse de Roma durante la Guerra Annibálica. Más tarde, en el 188 a.C., se le volvió a conceder
el estatus anterior y poco después obtuvo la plena ciudadanía.
Los foedera o tratados establecidos por Roma con otra comunidad tratada como libre, fueron también uno de
los instrumentos fundamentales utilizados por Roma para el control de los pueblos itálicos. Estos foedera
permitían un notable grado de flexibilidad. Los romanos definían algunos de estos tratados como foedera
aequa. Parece que contemplaban un amplio margen de libertad para la comunidad aliada a fin de que ésta
desarrollara su propia política, aunque establecía la obligación de mutua defensa. Este foedus aequum fue el
que Roma estableció con Nápoles en el 326 a.C., con Camerino en el 310 a.C. y con Heraclea en el 273
a.C.
Así mismo existían otros foedera distintos de los anteriores que, por otra parte, fueron los más utilizados. En
éstos no se contemplaba sólo la mutua defensa, sino sobre todo la obligación de estas comunidades de
suministrar contingentes de tropas o de naves y, puesto que no se les permitía desarrollar una política
propia, no podían tener tampoco sus propios enemigos. Éstos, habrían de ser forzosamente los mismos que los
de Roma. Este foedus fue, por ejemplo, el que Roma impuso a Tarento.
En algunos casos, Roma recurrió a la práctica de la deditio, que podía consistir en anexionarse el territorio
vaciándolo de sus habitantes, que eran transportados a otra parte. Este fue, por ejemplo, el caso de Volsinii, en
el 264 a.C. y de Faleri, en el 241 a.C., cuyos pobladores fueron en parte trasladados a nuevas ciudades menos
defendibles y otros, deportados. La dureza empleada por Roma se debía más a la necesidad de dar ejemplo que
al peligro real que suponían, sobre todo en el caso de Faleri.
El siglo III a.C. marcó la cima del sistema de alianzas de Roma con Italia. La hegemonía romana en Italia
estableció un conjunto de relaciones voluntariamente diferenciadas, tanto en el plano jurídico como en el plano
de las obligaciones que Roma asumía respecto a las diversas comunidades aliadas. Pero el potencial
económico y militar de Roma tras la anexión de Italia era enorme y sin duda le permitió contrarrestar el
choque que supuso la invasión de Italia por Aníbal. Polibio describe los recursos humanos disponibles en
Roma hacia el 225 a.C. y aunque su lista no es muy fiable, sugiere que la cantera disponible para Roma,
contando a romanos e itálicos, era el de una población del orden de los 6 millones.
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APENDICE Nº 1 Autores y bibliografía los cuales constituyen las fuentes literarias de este libro. Historiadores antiguos: Plutarco Tito Livio Dionisio de halicarnaso Virgilio Historiadores modernos: Theodor Mommsen Jorge Martinez .Pinna Julio Mangas y Fé Bajo Raymond Bloch.
Tito Livio
Biografía Tito Livio, Titus Livius en latín (Patavium, hoy Padua, actual Italia, (59 a. C. - 17 d.C.) fue un famoso
historiador romano
Contenido
1 Biografía y obra o 1.1 Fuentes
1.1.1 Curiosidades 2 Bibliografía
Biografia y obra Nacido y muerto en lo que hoy es Padua, capital de la Venetia, se traslada a Roma con 24 años. Se le encargó la educación del futuro emperador Claudio. Tito Livio escribió una Historia de Roma, desde la fundación de la ciudad hasta la muerte de Druso en 9 a. C., Ab urbe condita libri (normalmente conocida como las Décadas). La obra constaba de 142 libros, divididos en décadas o grupos de 10 libros. De ellos, sólo 35 han llegado hasta nuestros días (del 1 al 10 y del 21 al 45).
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Los libros que han llegado hasta nosotros contienen la historia de los primeros siglos de Roma, desde la fundación hasta 292 a. C., el relato de la Segunda Guerra Púnica y de la conquista por los romanos de Galia cisalpina, de Grecia, de Macedonia y de parte de Asia Menor. Otro escritor escribió Epítome para todos sus libros. Esos Epítome han permanecido, y nos permiten saber cual era el plan seguido por Tito Livio y el orden en el que narraba los acontecimientos.
Fuentes
Se basó en Claudio Cuadrigario, Valerio Antias, Antipater, Polibio, Catón el Viejo y Posidonio. Por lo general se adhiere a una de las fuentes, que luego completa con las otras, lo que a veces hace que se encuentren duplicados, discrepancias cronológicas e incluso inexactitudes.
Curiosidades
En esta Historia de Roma también encontramos la primera ucronía conocida: Tito Livio imaginando el mundo si Alejandro Magno hubiera iniciado sus conquistas hacia el oeste y no hacia el este de Grecia.
Bibliografía
Livio, Tito (1990/1997). Historia de Roma desde su fundación. Obra completa. Madrid: Editorial
Gredos. ISBN 978-84-249-1428-8.
1. (1997) Volumen I: Libros I-III. ISBN 978-84-249-1434-9. 2. (1990) Volumen II: Libros IV-VII. ISBN 978-84-249-1429-5. 3. (1990) Volumen III: Libros VIII-X. ISBN 978-84-249-1441-7. 4. (1993) Volumen IV: Libros XXI-XXV. ISBN 978-84-249-1608-4. 5. (1993) Volumen V: Libros XXVI-XXX. ISBN 978-84-249-1609-1. 6. (1993) Volumen VI: Libros XXXI-XXXV. ISBN 978-84-249-1620-6. 7. (1993) Volumen VII: Libros XXVI-LX. ISBN 978-84-249-1629-9. 8. (1994) Volumen VIII: Libros XLI-XLV. ISBN 978-84-249-1643-5.
Plutarco
Mestrio Plutarco (Πλοφταρχος Ploútarkhos, Queronea, hoy desaparecida, actual Grecia, h. 50 ó 46 - id., h. 120) fue un historiador, biógrafo y ensayista griego. Plutarco nace en la región griega de Beocia, probablemente durante el gobierno del emperador romano
Claudio. Realizó muchos viajes por el mundo mediterráneo, incluyendo
uno a Egipto y dos viajes a Roma. Gracias a la capacidad económica de sus padres, Plutarco estudió filosofía, retórica y matemáticas en la Academia de Atenas sobre el año 67.
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Algunos de sus amigos fueron muy influyentes, incluyendo a Soscio Senecio y a Fundano, ambos importantes senadores y a los cuales dedicó algunos de sus últimos escritos. La mayor parte de su vida la pasó en Queronea, donde fue iniciado en los misterios del dios griego Apolo. Sin embargo, sus obligaciones como el mayor de los dos sacerdotes de Apolo en el Oráculo de Delfos (donde era el responsable de interpretar los augurios de la o las pitonisas del oráculo) ocupaban aparentemente una parte pequeña de su tiempo. Llevó una vida social y cívica muy activa, además de producir una gran cantidad de escritos, parte de los cuales aún existen. Más moralista que filósofo e historiador, fue uno de los últimos grandes representantes del helenismo durante la segunda sofística, cuando ya tocaba a su fin, y uno de los grandes de la literatura helénica de todos los tiempos.
Contenido
Magistrado y embajador
Vidas Paralelas
o Vida de Alejandro
Otras obras
o Los Moralia
o Cuestiones
Plutarco en las literaturas hispánicas
Bibliografía
o Obra propia en castellano
Magistrado y embajador
Además de sus deberes como sacerdote del templo de Delfos, Plutarco fue también magistrado en Queronea y representó a su pueblo en varias misiones a países extranjeros durante sus primeros años en la vida pública. Su amigo Lucio Mestrio Floro, cónsul romano, patrocinó a Plutarco para conseguir la ciudadanía romana, y de acuerdo con el historiador del siglo X George Sincellus, el emperador Adriano le nombró, ya en la vejez del escritor, procurador de Acaya (provincia romana de la península del Peloponeso). Este cargo le permitió portar las vestiduras y ornamentos propios de un cónsul. La enciclopedia Suda dice que el predecesor del emperador Adriano, Trajano, hizo a Plutarco procurador de Iliria, aunque muchos historiadores consideran esto como poco probable, ya que Iliria no era una provincia procuratorial, y Plutarco seguramente tampoco hablaba el idioma.
Vidas Paralelas
Edición de las Vidas paralelas de Plutarco de Ulrich Han, 1470.
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Su trabajo más conocido son las Vidas Paralelas, una serie de biografías de griegos y romanos famosos, elaborada en forma de parejas con el fin de comparar sus virtudes y defectos comunes. Las Vidas supervivientes contienen veintitrés pares de biografías, donde cada par comprende una vida griega y una vida romana, así como cuatro vidas desparejadas. Como él mismo explica en el primer párrafo de su Vida de Alejandro, Plutarco no pretendía tanto escribir historias como explorar la influencia del carácter (fuera bueno o malo) sobre las vidas y los destinos de los hombres famosos. Algunas de las más interesantes vidas, como, por ejemplo, la que habla sobre Heracles y Filipo II de Macedonia, ya no existen, y de muchas de las restantes no se dispone de la totalidad del texto, de forma que existen importantes lagunas, deturpaciones e interpolaciones de escritores posteriores.
Vida de Alejandro
Su Vida de Alejandro es una de las cinco fuentes terciarias supervivientes sobre el conquistador macedonio, e incluye anécdotas y descripciones de incidentes que no aparecen en otras fuentes. Asimismo, su retrato de Numa Pompilius, uno de los reyes romanos, también contiene información única sobre el calendario romano inicial.
Otras obras
Los Moralia
Estatua de filósofo, quizás Plutarco. Museo arqueológico de Delfos, Grecia. Los restos supervivientes de su trabajo se recopilan bajo el título de Moralia (traducidos como Obras morales y
de costumbres). El título no se lo dio el propio Plutarco, sino el monje bizantino Máximo Planudes, que recogió
en el siglo XIII diversos trabajos dispersos del autor, e incluso otros considerados hoy espurios, bajo este rótulo.
Es ésta una colección ecléctica de setenta y ocho opúsculos sobre ética (De virtute morali, De virtute et vitio,
De laude ipsius, De garrulitate, De vitando aere alieno, De adulatore et amico, De amicorum multitudine, la
fragmentaria Epístola sobre la amistad, Amatorius, Praecepta coniugalia, Consolatio ad uxorem, De fraterno
amore); política, considerada de forma realista y en que se contrastan superioridad intelectual de los griegos y
superioridad política de los romanos (Praecepta gerendae rei publicae, Ad principem indoctum, An seni res
publica gerenda sit); sobre Filosofía y Ciencia (Platonicae quaestiones, De anima- o de la erudición aristotélica -
De facie in orbe
lunae, De primo frigido-, rechazando el Estoicismo extremo -De Stoicorum repugnantibus, De communibus notitiis adversus Stoicos- y el Epicureísmo -Non posse suaviter vivi secundum Epicurum, De latenter vivendo-); sobre Teología (De E apud delphos, De Pythiae oraculis, De defectu oraculorum, De sera numinis vindicta, De Iside et Osiride, De Daedalis Plataeensibus, conservado en fragmentos); sobre Zoología (Bruta animalia ratione uti, De sollertia animalium De esu carnium I-II); sobre Pedagogía (Plutarco sostiene que el fundamento de la educación es la lectura y la escritura y la comprensión del mundo infantil (De audiendis poetis, De audiendo)); sobre crítica y erudición (Commentarii in Hesiodum, Quaestiones in Arati signis, conservadas de forma fragmentaria, De comparatione Aristophanis et Menandri epitome, De Herodoti malignitate, De mulierum virtute, colección de anécdotas históricas, Aetia Romana, Aetia Graeca); de tipo declamatorio (An virtus doceri possit, De fortuna); sobre Historia (De Alexandri Magni fortuna aut virtute, De fortuna Romanorum, De gloria Atheniensium) y de temática miscelánea (Quaestiones Conviviales, en nueve libros, la más amplia obra plutarquea, concebida como un banquete sobre los temas más diversos; Septem Sapientium Convivium, un
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imaginario convite de tradición gnómica entre los antiguos Siete Sabios que discuten y enuncian sus célebres máximas).
Plutarco en las literaturas hispánicas
La primera traducción a una lengua vernácula europea de la obra de Plutarco es la debida al Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén Juan Fernández de Heredia (h. 1310 - 1396) que mandó traducir al idioma aragonés en 1389 la gran mayoría de las Vidas desde una versión intermedia que Demetrio Talodique hizo al griego bizantino; esta versión fue pronto vertida al italiano y circuló entre los ávidos humanistas itálicos del siglo XV. Después Alfonso de Palencia tradujo todas las Vidas paralelas en 1491. El humanista protestante español Francisco de Encinas o de Enzinas tradujo parte de ellas y las dedicó a Carlos V en 1551. Diego Gracián de Alderete tradujo las dos que faltaban a Enzinas y además los Moralia, cuya versión impresa apareció en 1548. Ya antes fray Antonio de Guevara había saqueado las obras del Queronense sin piedad y sin precisión en las citas. Quevedo hizo una traducción glosada de la Vida de Marco Bruto que es una de sus mejores obras y un monumento de prosa conceptista. En el siglo XIX se hizo célebre la traducción de las Vidas de Antonio Ranz Romanillos, que se ha reimprimido hasta la actualidad.
Bibliografía
Obra propia en castellano
Vidas Paralelas. Obra completa. Madrid: Editorial Gredos, 1985/2007 (en preparación). ISBN 978-84-249-
1795-1
1. Volumen I: Teseo & Rómulo; Licurgo & Numa. 1985. ISBN 978-84-249-0985-7.
2. Volumen II: Solón & Publícola; Temístocles & Camilo; Pericles & Fabio Máximo. 1996. ISBN 978-84-
249-1796-8.
3. Volumen III: Coriolano & Alcibíades; Paulo Emilio & Timoleón; Pelópidas & Marcelo. 2006. ISBN
978-84-249-2860-5.
4. Volumen IV: Arístides & Catón; Filopemen & Flaminino; Pirro & Mario. 2007. ISBN 978-84-249-
2867-4.
5. Volumen V: Lisandro & Sila; Cimón & Lúculo; Nicias & Craso. 2007. ISBN 978-84-249-2870-4.
6. Volumen VI: Alejandro & César; Agesilao & Pompeyo; Sertorio & Eumenes. 2007. ISBN 978-84-249-
2881-0.
Obras Morales y de Costumbres (Moralia). Obra completa en 13 volúmenes. Madrid: Editorial Gredos,
1986/2004. ISBN 978-84-249-1601-5
Dionisio de Halicarnaso Dionisio de Halicarnaso (* c. 60 a. C. – † hacia el 7 a. C.), historiador, crítico literario y profesor de retórica griego, vivió en Roma durante el reinado de César Augusto.
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Contenido Biografía y obra Estilo Bibliografía
Biografía y obra Viajó a Roma después de finalizada la guerra civil, pasó veintidós años estudiando latín y literatura y preparando materiales para su historia. Durante ese período impartió lecciones de retórica y disfrutó la sociedad de personajes muy distinguidos de la época. La fecha de su muerte es desconocida. Su gran trabajo,
titulado Ῥωμαική ἀρχαιολογία (Rhōmaikē arkhaiologia, Antigüedades romanas), abarca la historia de Roma desde el período mítico hasta el comienzo de la Primera guerra púnica. Fue dividido en veinte libros, de los cuales los primeros nueve permanecen enteros, el décimo y undécimo están casi completos, y los restantes están incompletos en los extractos de Constantine Porphyrogenitus y un epítome descubierto por Angelo Mai en un manuscrito de Milán. Los tres primeros libros de Apiano y Plutarco, Vida de Camilo abarcan mucho de la vida de Dionisio. Su principal objetivo fue reconciliar a los griegos con el gobierno del imperio romano, resaltando las cualidades de sus conquistadores, De acuerdo con él, la historia es filosofía que se enseña con ejemplos, esta idea la tomó siguiendo el punto de vista de los retóricos griegos. Cuidadosamente consultó las mejores fuentes y su trabajo y el de Tito Livio son los únicos que detallan la historia romana temprana. El libro I tiene un extenso prólogo donde expone la justificación y el objetivo de la obra: cubre un vacío, es de carácter didáctico, polémico y de agradecimiento. Es el propósito de Dionisio enseñar a sus compatriotas griegos el carácter de la fundación de Roma y los motivos de su gran expansión. Nuestro autor considera que las etapas de fundación y de realeza son claves, y que éstas no fueron suficientemente desarrolladas por otros historiadores, de hecho el título de la obra Romaniké Archaiología nos hace pensar en los textos griegos que trataban acerca de las fundaciones de los pueblos. Dionisio hace énfasis en los orígenes griegos de Roma y en que es el mérito –y no la Fortuna- lo que les consiguió la hegemonía a los romanos. El historiador explica el éxito de los romanos por el hecho de que ellos habían perfeccionado la herencia griega en lo militar, lo político y lo cívico. Las fuentes de Dionisio son la analística romana (sobre todo la del s. I a.C.), Jerónimo de Cardia, Polibio, Timeo y Varrón, entre otros.
Dionisio es también el autor de varios tratados retóricos, en los cuales demuestra haber estudiado a fondo los mejores modelos áticos: el Arte de la Retórica (que es más bien una colección de ensayos de teoría retórica), incompleto, y ciertamente no todo su trabajo; el Arreglo de las palabras (Περι υνθησεως Ονοματων), que trata sobre la combinación de las palabras de acuerdo con los diferentes estilos de oratoria; Sobre la imitación (Περι Μιμησεως, Peri Mimeseos), un trabajo fragmentado que trata sobre los mejores modelos en los diferentes tipos de literatura y la forma en la deben ser imitados; Comentarios sobre los oradores áticos (Περι των Αττικων Ρητορων), en el cual únicamente trata de Lisias, Iseo, Isócrates y Dinarco; El estilo admirable de Demóstenes (Περι λεκτικης Δημοσθενους δεινοτητος, Perì lektikês Demosthenous deinotetos); y Sobre el carácter de Tucídides (Περι Θουκιδιδου χαρακτηρος), una detallada pero, en conjunto, injusta descripción. Estos dos tratados son suplementados por las cartas a Cneo Pompeyo Magno y Ammaeus (dos).
Estilo Su prosa es aticista, teñida de clasicismo, los preceptos retóricos que él mismo expone pretende llevarlos al acto en su Arqueología por medio de la imitación de los modelos preferidos (Lisias, Isócrates y Demóstenes). Como Isócrates, evita el hiato y compone una prosa periódica, de Demóstenes toma las metáforas atrevidas. Confiere a la historia el tono retórico y placentero que despreciaba Polibio (su antimodelo). Utiliza el presente histórico y abunda en el uso del optativo y en la atracción del relativo, también hace un uso clasicista de los modos y los tiempos. El léxico, como es corriente en el helenismo, combina palabras del lenguaje corriente con
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las de la lengua poética. Como carecía de vocabulario técnico, en su obra retórica, utiliza “nombres metafóricos”; finalmente, lo distingue la amplificación adjetival (lo que le confiere un tono ampuloso y perifrástico).
Bibliografía
Dionisio de Halicarnaso. Historia antigua de Roma. Obra completa. Madrid: Editorial Gredos.
1. Volumen I: Libros I-III. 1984. ISBN 978-84-249-0950-5. 2. Volumen II: Libros IV-VI. 1984. ISBN 978-84-249-0951-2. 3. Volumen III: Libros VII-IX. 1989. ISBN 978-84-249-1377-9. 4. Volumen IV: libros X-XI y fragmentos de los libros XII-XX. 1988. ISBN 978-84-249-1368-7.
Virgilio
RetratodeVirgilio.
Mosaico con el poeta latino Virgilio junto a Clío, musa de la Historia, y Melpómene, musa de la Tragedia. Museo del Bardo, Túnez; hallado en Sousse. Siglo III d. C. Publio Virgilio Marón (Andes, actual Pietole, cerca de Mantua, en la Región X, Venetia, hoy Lombardía italiana) 15 de octubre de 70 a. C. – Brundisium, actual Brindisi, 21 de septiembre de 19 a. C.), más conocido por su nomen, Virgilio, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri, La Divina Comedia, fue su guía a través del Infierno y del Purgatorio. Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma. Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.
Contenido
Biografía
Historia de Roma
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Obras
Bibliografía
Biografía
Hijo de campesinos, Virgilio nació en Andes, una aldea próxima a Mantua, en la región italiana de Venetia et Histria. Recibió una esmerada educación y pudo estudiar retórica y poesía gracias a la protección del político Cayo Mecenas (de éste proviene el término "mecenas" aplicado a quienes protegen y estimulan las artes). Sus primeros años los pasó en su ciudad natal, pero al llegar a la adolescencia se trasladó a Cremona, Milán y Roma para completar su formación. En Roma se introdujo en el círculo de los poetae novi. A esta época pertenecen sus primeras composiciones poéticas, recogidas bajo la denominación de Apéndice Virgiliano. Llegó a Nápoles en el 48 a. C. para estudiar con el maestro epicúreo Sirón. Por entonces estalló la guerra civil tras el asesinato de César, lo que afectó a Virgilio, quien incluso vio peligrar su patrimonio. Pasó gran parte de su vida en Nápoles y Nola. Fue amigo del poeta Horacio y de Octavio, desde antes de que éste se convirtiera en el emperador Augusto. Entre el año 42 a. C. y el 39 a. C. escribió las Églogas o Bucólicas, que dejan entrever los deseos de pacificación de Virgilio en unos poemas que exaltan la vida pastoril, a imitación de los Idilios del poeta griego Teócrito. Aunque estilizados e idealizadores de los personajes campesinos, incluyen referencias a hechos y personas de su tiempo. En la famosa égloga IV, se canta la llegada de un niño que traerá una nueva edad dorada a Roma. La cultura posterior encontró aquí un vaticinio del nacimiento de Cristo. Entre el 36 a. C. y el 29 a. C., compuso, a instancia de Mecenas, las Geórgicas, poema que es un tratado de la agricultura, destinado a proclamar la necesidad de restablecer el mundo campesino tradicional en Italia. A partir del año 29 a. C., inicia la composición de su obra más ambiciosa, la Eneida, cuya redacción lo ocupó once años, un poema en doce libros que relata las peripecias del troyano Eneas desde su fuga de Troya hasta su victoria militar en Italia. La intención evidente de la obra era la de dotar de una épica a su patria, y vincular su cultura con la tradición griega. Eneas lleva a su padre Anquises sobre sus hombros y su hijo Ascanio de la mano. En Cartago, en la costa de África, se enamora de él la princesa Dido, quien se suicida tras la partida del héroe. En Italia, Eneas vence a Turno, rey de rútulos. El hijo de Eneas, Ascanio, funda Alba Longa. Según Virgilio, los romanos eran descendientes de Ascanio, y por lo tanto del propio Eneas. El estilo de la obra es más refinado que el de los cantos griegos en los que se inspiró. Había escrito la Eneida cuando realizó un viaje por Asia Menor y Grecia, con el fin de constatar la información que había volcado en su poema más famoso. En Atenas se encontró con Augusto y regresó con él a Italia, ya enfermo. A su llegada a Brindisi, pidió al emperador antes de morir que destruyera la Eneida. Augusto se opuso rotundamente y no cumplió la petición, para gloria de la literatura latina.
Obras
Las Bucólicas
La Eneida
Las Geórgicas
Un conjunto de obras menores conocido como Appendix Vergiliana, atribuida a Virgilio en la
Antigüedad, pero de cuya autenticidad dudan bastantes especialistas modernos, en la que se recogen
poemas como Culex, Dirae, Moretum, Atenía, Priapea, y Cataleptum
Historia de Roma
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El perfecto verso de Virgilio fue elogiado y considerado ejemplar tanto entre sus coetáneos como en la Edad Media, el Renacimiento, y siguientes, al tiempo que la Eneida era desmenuzada como un tratado de filosofía y política, cuando no considerada la obra de un vidente. El esfuerzo de los renacentistas por unir el cristianismo con la cultura clásica encontró en Virgilio su principal referencia. Dante tomó su figura como protagonista de su obra la Divina Comedia. Quien le ayudó a atravesar el infierno y el purgatorio.
Bibliografía Publio Virgilio Marón (1992).
Eneida. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1490-5.
— (1990). Bucólicas. Geórgicas. Apéndice virgiliano. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-
249-1424-0.
Theodor Mommsen
Theodor Mommsen
Theodor Mommsen
Nacimiento 30 de noviembre de 1817
Garding, Schleswig, Alemania
Fallecimiento
1 de noviembre de 1903
Marchstrasse, Charlottenburg, Berlín,
Alemania
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Ocupación Historiador, Filólogo
Premio Nobel de Literatura
Christian Matthias Theodor Mommsen (Garding, 30 de noviembre de 1817 – Marchstrasse, 1 de noviembre de 1903) fue jurista, filólogo e historiador alemán que recibió el premio Nobel de Literatura en 1902 Christian Matthias Theodor Mommsen nació en el seno de una humilde familia de Garding, una pequeña localidad de la región de Schleswig-Holstein que por entonces pertenecía a la Corona de Dinamarca. Su padre, pastor protestante, lo introdujo en la cultura y lenguas clásicas, formación que consolidaría en el Instituto de Altona (1834-1838). La vocación y la carrera de Mommsen se orientaron decisivamente al ingresar en la Universidad de Kiel para seguir la carrera jurídica en 1838, donde se doctora en Derecho (1843), Con la financiación de la Academia de Berlín consiguió poner en marcha (1854) un gigantesco proyecto para editar todas las inscripciones latinas del Imperio romano (Corpus Inscriptionum Latinarum). En el año de su muerte se habían publicado más de 120.000 epígrafes. Mommsen desarrolló una larga carrera como profesor universitario, ocupando sucesivamente puestos docentes, Catedrático de Derecho romano de la Universidad de Leipzig en 1848 (aunque perdió la cátedra por sus actividades políticas, apoyó a los monárquicos frente a los republicanos, posteriormente se enfrentó con los primeros al protestar por sus violentas represalias), recibió la cátedra de Derecho romano de la Universidad de Zúrich en 1852, fue profesor de Filosofía en la Universidad de Breslau en 1854 y catedrático de Historia antigua en la Universidad de Berlín en 1858. En el año 1873 fue nombrado Secretario vitalicio de la Academia de Ciencias de Berlín, de la que era miembro desde 1858. Diputado en el Reichstag desde 1881 y adversario de Otto von Bismarck. El 1 de noviembre de 1903 moría Theodor Mommsen en su casa de Marchstrasse (Charlottenburg, Berlín). Intelectuales y hombres de Estado de Europa entera expresaron su pesar por la muerte del más grande de los investigadores de la Roma antigua, del genial coordinador de decisivos proyectos científicos, del infatigable estudioso de la Antigüedad, del político comprometido con la vida pública de su tiempo. Sus investigaciones científicas establecieron las bases de la dialectología de la Italia prerromana.
Obra literaria
La imponente obra de Mommsen (más de 1.500 títulos) es una excepcional contribución al desarrollo de la historia antigua. Sus trabajos jurídicos, filológicos, epigráficos y numismáticos son referentes fundamentales para los especialistas.
Sus principales obras son:
Historia de Roma (1854-56), merecedora del Premio Nobel de Literatura en 1902,
Derecho constitucional romano (1871-83),
Las provincias romanas (1884).
Obras editadas en español:
Historia de Roma (4 volúmenes), Turner Publicaciones, Madrid, 2003.
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Compendio del derecho público romano, Analecta editorial, Pamplona, 1999.
Derecho penal romano, Analecta editorial, Pamplona, 1999.
Jorge Martinez-Pinna
Obra relacionada
Los orígenes de Roma
Raymond Bloch
Obra relacionada como fuente , Los orígenes de Roma
Julio Mangas y Fé Bajo.
Obra que me sirve como fuente , los orígenes de Roma
Julio Mangas catedrático de Historia Antigua de la Universidad complutense de Madrid ,su principales trabajos se relacionan con la romanización.
Entre sus obras destacan :
Esclavos y libertos en la España romana, Salamanca 1971.
La sociedad en la Hispania romana en Historia de España II,Madrid 1982,ed,Espasa- Calpe
Hispania romana en Historia de España I, Barcelona 1980 ed. Labor.
Fé Bajo es profesora titular de Historia Antigua de la UNED, orienta su investigación hacia la instituciones sociales y políticas romanas.