Von Rad, Gerhard - Teologia Del Antiguo Test Amen To 01

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-BIBLIOTECADEESTUDIOSBBLICOS11TEOLOGA DEL ANTIGUOTESTAMENTOl. TEOLOGA DE LAS TRADICIONESHISTRICAS DEISRAELGERHARDVONRADEdicinpreparada porLUIS ALONSOSCHOKELTERCERA EDICINPRESENTAC/ONDELA ED/C/ONCASTELLANALaTeologadel AntiguoTestamentode GerhardvonRad esyaunlibroclsico. Nacimaduroyseimpusorpidamentealin-ters y laaprobacin del pblico. Miles de lectores, en alemn,francs eingls, hanencontradoensuobrabienunailuminacinquelos orientabaenlalecturadel Antiguo Testamento, bienunacristalizacin nueva de sus lecturas precedentes. La obra tieneparael lector algode descubrimientoy algode reposo; invitaarepetidaslecturas, alareflexinsosegada; y sobre todo, invitaavolver al texto bblico, para descubrir en l nuevas riquezas.Poruntiempolateologadel AntiguoTestamentoestabades-terradadelaciencia bblica, mientras la historia de la religin de Is-raelocupaba todo el terreno. El principio racionalista impeda tomarlaEscrituracomorevelacinycomo fuente de teologa. Superadosemejante prejuicio, la teologadel AntiguoTestamentoreapareci,comotareasinttica.Situviramosqueesquematizarlanueva etapa en tres nombres,mencionaramosaKoehler, Eichrodt y vonRad. LudwigKoehler,eruditode gran sensibilidad ysentidoreligioso, escribi un pequeovolumen en el que todavasorprendenlosnumerosos aciertosdeformulacin. WalterEichrodt, inspirado muy de cerca por attoProcksch, construy unamacizaobraendos volmenes, centradaen el temadela alianza; aunque el poder constructivo declinaenlasegundaparte, la obra es una poderosa sntesis, deformulacionesdifciles ylectura laboriosa. Launidad sistemtica seimponecomocuadradovertical, mientras quecadatemase desarrollaen procesodialcticohorizontal;deesa manera se respeta el carcter. histricodel Antiguo Testamentoy secumplenlas exigenciassistemticas.GerhardvanRadintroduceunenfoquenuevo: la fedel pueblodeIsrael seviveenla historia, se formulaenartculos de fesueltosoreunidos, seexpresaenconglomeradosy cuerposnarrativos, setrasmiteentradiciones vivas, variantes, crecientes. El telogoal)s-cultaesasexpresionessucesivas, tratade extraer loesencial, des-cubriendolaslneasde fuerzadecadamomento. Despus nos ofre-ceunaseriedesntesisquesemuevenalolargodelahiStoria. Ellector puededescubrirlostemasconstantes ysusvariaciones..El trabajo deG. vanRad no es slo investigacin,sino que tienemuchodeautnticameditacin: la fecontemplativadel autoreselclimaenquemadurasu inteligenciadelAntiguoTestamento.Al final vienelatareade formular, conlaboriosadisciplinadellenguaje. El estilo de G. van Rad mantiene una sugestiva tensin entreformas imaginativas Ytrminosabstractos, mientrasquelosabun-dames adjetivos sirvenparacualificary diferenciar laexposicin.Exposiciones sintticaslaboriosamentematizadas.Despus deun ensayo inicial dedicado al anlisis de fuentes, G.vanRadtuvOsu primerxitoresonante' en el campocientfico conuntrabajodeanlisis formal, enlalneade gneros literariosdeGunkel. Lo interesante de su monografa es que, en vez de enfrentarseconunidadesmenores Yrestringidas, abordlaempresadedescu-brirel principio formal de construccinde laprimerapartedelaBiblia, el Hexateuco. El anlisis de tradiciones,que tomabaformaenmanosdeA. Alt YM. Noth, tambinactuabaendichamono-grafa ydominacompletamentelasiguiente, dedicadaalaguerrasanta;en ella sigue el r a ~ t r o a una tradicin,a su vida comoinsti-tucinycomosimpletemaliterario. Su preferenciaporlamiradamacroscpica es patenteenestasobras y eslaaportacincaracte-rstica de G. van Rad, en medio de la masa de anlisis microscpicosque dominan laciencia bblica. Poresta cualidad, es unodelos es-pecialistasmsasequiblesal pbliconoespecializado.Enexgesis suobracapital es el comentarioal Gnesis: renun-ciandoalaparatotcnico-porexigenciasdelaserie-, el autornosofreceunaexposicinprofundamenteteolgica.Pararealizarlatraduccindeestaobra, FedericoPastorcom-pusoconmigouncatlogo, fijandodeantemanolatraduccincas-tellanadelostrminosoriginales. Estendiceha sidoutilizado portodoslostraductores. Enloquetoca a frasesyexpresiones, ha do-minado el respeto al original, an a costa de una mayor simplicidady fluidezcastellanas.Enlatraduccin delas ltimas cien pginas del primer volumenhanintervenidodiversas manos, peroel traductorprincipal hare-visadoy unificadoestllScontribucionesparciales.LUIS ALONSOSCHOKELPontificio Instituto Bblico. RomaNOTADELTRADUCTORElestilode VanRad enestaobrasecaracteriza porlaabun-dancia y precisin de un vocabulario que la tradicin exegticaalemana ya hafijado. A este caudal aade el autor nuevos trminos,creadosaprovechandolalibertadque concedeel alemncientifico.Unejrcitodeadjetivos sirven para subrayar, matizar, incluso parasugerir.Porafnde precisincientifica, yporhbitoalemn, el autormultiplicalascualificacionesde loqueafirma: ciertamente, contoda probabilidad, sindudaalguna, esdifcil saber....Hemos procuradoreflejar en la traduccin las caracterMicasde este estilo, adaptndolo al estilo espaol.Lostrminos espaoles bsicos fueronestablecidos deantemanopor Luis AlonsoSchkel yFedericoPastor;otroshefijadoyo;he procuradoconservar lamatizacindelosadjetivosyaveceshereducidoel volumende lascualificaciones.Agradezcolacolaboracinde variosqueprepara-ron una primera versin de las ltimas cien pginas: Abrego,Asenjo,Bajo, Frank, Herranz, HernPrez, Pastor, SicreyZabaleta.Barcelona, l1de noviembre de1971PROLOGOA LA PRIMERA EDICIONLaTeologadel Antiguo Testamento es todavauna cienciajoven y, sin dudauna delas ms jvenes entre lasciencias bblicas.Conpocaspinceladaspodramos dibujar las lineas bsicas de suhistoriaqueiniciaentrelosltimos aos delsigloXVIII ylos pri-merosdel sigloXIX. Esunhechocuriosocomprobarqueennues-tros das no se ha logrado llegar a un acuerdo sobre el objeto propiodeestacencia, puesencasocontrario, noseexplicaracmohu.bieran podidoaparecercon el mismottulo obras tandiversascomoladeE. Jacobo ladeTh. C. Vriezen, ylaquehoy presentamos eneste libro..Enmi opininel momentoactual se caracterizapor unasorprendenteconvergencia, msan, por lamutuainterseccinentrelosestudiosdecarcterintroductorioylateologabbl(ca, un pro-cesoque tuvolugar enlos ltimos2030aosde investigavin.No hacemuchoque la teologabblicaslopodarecabar de lasciencias introductorias a la Biblia algunos datosdetipocronolgicooalgunaqueotrainformacinsobrecuestionesdecarcter formal,pueslascienciasintroduCTOriastrabajabancasi exclusivamenteconel mtododelacrticade fuentes. Enaquellapoca, silateologanoquera ser una mera exposicin histricade la religinde Israel,(deacuerdoconL. K6hler), debadesarrollarse a base deconcep-toscomo: teologa, antropologaysoteriologa.Estasituacincambideaspectocuandolaciencia, estimuladapor la investigacin de Gunkel sobre l o ~ gneros literarios,descubriformas jurdicasdecarcter sagrado, textoscultualesdetodotipo,rituales, liturgiasy sobretodoantiqusimas frmulas deprofesindefe; es decir, conocimientos de unaimportanciacapital paralacomprensin del AntiguoTestamento. Pues no suceda casi siemprequeaundescubrimientonuevooaunadiversainterpretacindeltexto a base del estudiodelas formascorresponda un objetoteol-gico nuevo o diversodel anterior? La historia de la tradicin nos haenseadonuevoscaminos para descubrirenlastres obras gigantes-cas:el Hexateuco, lahistoriadel deuteronomista yladel cronista,las formasms distintasde presentarlahistoria deDios conIsraelen sus diversos estadios. Tambiin nos mostr que Israel se dedicabaentodotiempoacomprendersu propiahistoriaa partirdeciertasintervenciones divinas ylas presentaba en cada poca de una manerasiempre nueva.Pues bien, estos hechos colocaban a la teologa del AntiguoTestamento frentea una tarea indita. Y si hay una parte deverdaden la conviccinde que todoel Hexateuco estconstruidosobreantiqusimas frmulas deprofesinde fe constitutivasparael Is-rael detodoslostiempos, entoncesestehechoadquiereunaimpor-tanciatal deconvertirseenel puntode partida paracualquierteo-logadel AntiguoTestamento. Deeste modo no son losadelan-tospropiosdelateologalosquenos ayudana comprendermejorcul puedeserel objetodelateologabblica, sinounaconcentra-cinnuevaen laestructuraformal de las afirmacionesde Israelydesuherencialiteraria, as comounanlisisms objetivodeloslibrosdel AntiguoTestamentoy delas tradiciones incorporadas enellos.La idea de presentar una historia cronolgica de las afirmacionesconfesionales de Israel puede parecer obvia pero pronto se demuestrairrealizable. Es cierto que en el Hexateuco encontramosfuertescontrastes en los diversos estratos dela tradicin y por consiguientetambin en suconfiguracinteolgica, perocuandosetratade fijarla fecha de estas tradiciones debemos conformarnoscon meras apro-ximacioneso limitarnos a ir palpando en laobscuridad. Adems,todo cuanto sabemos acerca de los lugares de origen y de losgrupos representativos de los diversos complejos de tradicin nopuedecompararseconlaabundancia de formulaciones especialesy de expresiones teolgicas acumuladas en los grandes docu-mentos. Si qUlsleramos proceder de este modo, nuestra exposi-cin se hallara recargada con demasiados elementos hipotticosensumismo planteamientoinicial.La necesidadde renunciar a una exposicin histrica de lasafirmacionesconfesionalesdeIsraelnosofrecelaventajosa posibi-lidad de dejar los materiales dela tradicin en los mismos contextosdelahistoriade lasalvacinendonde los colocIsrael. Deestamaneraadquiereunmayor relieveennuestrocampovisual el as-pectomsimportanteeinteresantedelalaborteolgicadeIsrael,esdecir, eseesfuerzocontinuo porvolveractualesencada perododesu existencia lasintervenciones salvficas deDios enla historia,esapersistenteyrenovadacomprensinyproclamacindelasac-cionesdivinas, que, enltimotrminoconvirtilasantiguas profe-sionesde feenunenorme ycomplejoconglomeradodetradiciones.Unateologaqueintenteabarcarel contenidodel AntiguoTesta-mento en unaserie de divisiones conceptuales (como la ideadelAntiguoTestamentosobreDios, elhombre, etc.) norespetalan-tima trabazn que estas profesiones de fetienen con la historia, estefundarse de la fe de Israel sobredeterminadas intervencionessal-vficas deDios ysu esfuerzo por adquirir una comprensin siemprenuevadelasmismas.Unabrevereseahistrica precedelaseccinteolgicadeestelibro. En ellasealamos lasprincipales institucionessagradas delantiguoIsrael ylas etapas ms importantes desu historia religiosa.Esta primera parte no pretende,ni mucho menos,narrar entoda sucomplejidad lahistoriadela feyel cultodel antiguoIsrael; quieretanslosealarensucontextohistricolostemasquelasegundaparteda por sabidos. El mencionadoresumenhistricoyel mismoplanteamientogeneral del libronopudieronevitar quelos temasms importantesfueran tratados en repetidas ocasiones, lo cualnodeberaconsiderarsenecesariamenteun factor negativo, pues deeste modo el lector podr percibir el mismo objeto desde perspectivasdiversas yenvarios contextos teolgicos.Enel mbitodeunateologa delas tradicioneshistricasnoesposiblehablar de losprofetas, puessupredicacinse caracterizaprecisamenteporque niega la eficacia salvfica de las antiguasintervencionesdivinas parasuscontemporneos y vencmoensusdas se vislumbra ya el comienzode una actuacintotalmente nuevadeDios enlahistoria (cf. 98 s., 174 s.). Por esta razn es ne-cesario que tratemos de la teologadelastradicionesprofticasen un contexto diferente. Este segundovolumenconcluirconal-gunas consideraciones teolgicasfundamentales sobre el AntiguoTestamento.En nuestros das ningn individuo aisladopuede escribir unateologa del Antiguo Testamento que nos ofrezca, al menos en parte,unavisin exhaustivadesuscuestiones ms esenciales ysus puntosdevista ms importantes, mucho menos en nuestra situacin presen-te en la que cada cual sigue su propia iniciativa. Pero quizs podre-mos indicar un camino por donde sea posible llegar, tarde o temprano,aunamayorcomprensinteolgicadel AntiguoTestamento.Deborecordartodavalainfatigablecolaboracindedos anti-guos alumnos: la delvicarioE. Haller(Neuendettelsau)que aceptel pesado trabajo de revisin del manuscritoy lalectura de lascorrecciones, y la de mi asistente K. Schwan(Sandhausen) , doc-torando en teologa, quien repas l ingente nmero de citas bblicas,compusoel ndicede las mismasy leytambinatentamente lascorrecciones. Agradezcoaambos sudesinteresadaayuda.Heidelberg, mayode 1957.PROLOGOA LA CUARTA EDICIONEsta nuevaedicinmeofrecelaoportunidad detratarconmsdetalley ser ms explcitoen algunospuntos importantes de miexposicin de lateologa del AntiguoTestamento. Al mismo tiempopodr introducir algunaspequeas correcciones sinque todo ellomodifiquelaestructura bsicadelconjunto.Incluso los lectores ms benvolos han censuradolaausenciadeunadefinicinclaradelconceptorevelaci6n. Enrealidad aquno seencuentra en el sentido quees usual enlasrestantesteologasdel AntiguoTestamento. Detodosmodosel autorselimitadaralgunas nociones fundamentales en el tomoJI (pginas 461s.)ynoquiso por el momentoir ms adelante. Talesson: queYahvhse revel a su pueblo -ya cada generacin de un modo particular-atravsdesusintervenciones histricas, lascualescristalizaronenpalabras, ytambinmediante su palabra que, a suvez, se hizo his-toria.Tambinaqu comoenotrasocasiones, al autor le interesabamuchoms captar lasituacinreal y las caractersticaspropiasde losmateriales veterotestamentarios que clasificarlos dentro de lascategoras teolgicas habituales. Naturalmente nuestra labor nodebedetenerseah. Perosi es verdad que esta presencia deDios ensu palabra yen su historia se muestra al exgeta por unladocomouna fotografainstantneadeunatradicinquedehechosehallaenunmovimientocontinuoatravs de lasgeneraciones(vaselodichoenlaspginas 165 s. sobreel carcter dialcticodel testi-monio) ysi, por otrolado, esta tradicin, que se renueva sin cesar,debe ser consideradaal mismo tiempo comounamagnitudcons-tante eindivisa, entonces es necesariodaruna formulacinnueva yms cuidadosa alfenmeno de la revelacin en el AntiguoTes-tamento.Algosemejanteocurreconel tandiscutidoconceptode lahis-toria(vase tambin tomo /l, 131 s., 411 s., 534 s.). Yocreen primer lugar que eraincomparablementemsimportantellegara captarensusmnimos detalles el modo como Israel concebalahistoria ycul fue su experienciainmediatade la misma, queel medirsusafirmaciones conunconceptoimportadocomoel dela historia verdadera, para catalogarlas en crebles, menos crebleseincrebles. Israel tuvouncontactoincomparableconlahistoria,fuetansensiblea ellaque, porel momentono podemos expresarloconnuestros conceptoshabituales. NopudieraocurrirqueIsraelnos enseara algonuevo sobrela historia ysuconcienciadelahis-toria, a lo cual deberamos acomodar nuestros conceptos? Otrotanto ocurre con los trminos: escatologa, ley (cl pgina259) yotros. Porestemotivointentamosdesarrollarunateologadel AntiguoTestamento partiendo decada uno delos grandes com-plejosdetradicin paraacercarnosloms posible porestecaminoalamentalidaddel AntiguoTestamento.Algunos criticaron tambinladivisin entre lahistoriade lareligin yahvista(1 parte)yla teologa delastradicioneshistricas(Il parte). SobreestoquisieraresponderaW. Eichrodt queno fuiyo quien acentu la separacin de estos dos aspectos 1.Esta divisin,conocida ya portodoslosexpertos, apareciconunenfoque nuevocuandoaprendimosaconsiderarcomounamagnitudautnomalaimagenque el mismoIsrael trazde suhistoria, es decir, desdeque nosotros no la examinamos exclusivamente bajo el puntodevistadesuhistoricidad, sino ms bienlasconsideramoscomoeldocumentodeunaexperienciade lahistoriasinprecedentesenlalargahistoria del esprituhumano. Estedocumentoexigeun cr-ditotan elevado que parece ms aconsejable acercarnos primero a l1. W. EICHRODT, Theololtie des A. T., 11 YIII (1961) VIII.para comprender sus caractersticas envez decitarlo, sinconocerlodebidamente, frente aunanticuado tribunal histrico quedeberadecidir sobre su validez y sobre cul de los hechos narrados sonrealmente histricos. As pues, cuandoprogramestadivisin dellibro jamsquisesepararlohistricodelomenos histricoodelapura leyenda ymenos an podaimaginarquedeestemodorompala conexin entre el kerigma yla historia, pues me resulta imposiblereducirel concepto de lo histrico a lasconclusionesdeuna historio-grafa que slo en apariencia trabaja con un mtodo neutral y preciso.Otrosmehicieronobservarqueestaseparacin, desconcertanteparael lector, nohubierasidonecesaria, pues en lasubsiguienteexposicinde la teologade las tradiciones histricasyprofticasqueda ya superada una divisin semejante; en efecto,la parte teol-gicapresuponeunaconcepcincrticade lahistoria. Laobserva-cin mep a ~ e c e exacta hasta cierto punto. Noobstante, afin de deli-mitar honestamente nuestra situacin actual y nuestro punto departida, cre necesariollamarlaatencindel lectorsobreestaten-sin creyndole capaz de percibir el doble aspecto del problema.Elautorencuentraun pocoextraoelreprochedenohaber re-servado a la historia el puesto que se merece, es decir, de no habersepreocupado lo suficiente por cimentar elkerigma en la historia.En efecto, sifrente a las anteriores teologas del Antiguo Testamento,elautoracentuconunaciertaparcialidad el hechodequeIsraelhabldeDiossloalaluzdedeterminadosacontecimientoshist-ricos y que una teologa del AntiguoTestamento debe incluir siempreestoshechosatestiguados porIsrael, msan, debe partirdeellos,ahorasele daaentenderquesuobranosubrayadebidamente larelacin entre los testimonios de Israel y la realidad histrica.Ser que los crticos se le han adelantado en el camino que l desea-baindicary lohicieron con mayor rapidez y lgica ms conse-cuente?Ahora bien, el celopor la historia que uneel autor consus crticos, puedederivarde motivosyconcepciones muy diversas.Enlaimprorrogablerevisindenuestrosdesgastadosconceptosfilosficossobrelahistoria, nosotros, exegetas, nodeberamosdes-dear laayudade la filosofa actual, muchoms flexible enesteaspecto. H. G. Gadamer seocupa, bajoel ttulohistoriaeficaz,de algunos fenmenosestrechamente relacionadoscon el procesodeactualizacin tal comolos presentamosenestateologadel Anti-guoTestamento 2. Enel mbitodeestahistoriaeficaz sucede,segnGadamer, el verdaderoencuentroconun documento ounatradicinhistrica. Los efectosdeestahistoria eficazalcanzaronyaalos il1trpretes anterioresy siguendeterminando al exegetaactual, aunque su objetivismohistricoquieraignorarlo. Sinduda,las consideraciones deGadamer se mueventambin enuna direccinuntantodiversa, peroensucrticadeunpositivismoacrticoyoconsiderosusexplicaciones comounaratificacindel caminoqueyo mismo segu en este libro antes de conocerle.No deseoentrar en discusincon la recensin deF. Baumgortel pues me pa-rece que en este caso faltanlas condiciones necesarias para una mutua compren-sin 3. La recensin no respeta siquiera el deber ms primordial del recencionista:informar al lector sobre las intenciones reales del autor 4. El mismo Baumgortelafirma que no puede penetrar enel sentidode 'aobra:sumentalidad leimpidecomprenderlaypor lotantole esimposible rendirle el debidohomenaje. Ahorabien, responder a una recensin escrita bajotales presupuestos, notiene sentido.El prrocoHaller (Neuendettelsau) meayudcon probadaex-perienciaen lapreparacin de estaedicin; tambinA. Findeiss,doctorandaenteologa, realizunalabornotableenlanuevare-daccindelosregistrosdecitastextualesydematerias. Aambosdebomi gratitud.Heidelberg, abril de 1962.2. H. G. GADAMER, Wahrheit und Methode (1961) 284 s.3. F. BAUMGARTEL:ThLZ 86 (1961) col. 801S.; 895 s.4. L. c. col. 803., 'TABLADEABREVIACIONESA. Alt, I11 III A. ALT, Kleine Schriften zur Geschichte Israels(1953/9).BKAOBAOTANETBASORBBLAKBRLBZAWAncient Near Eastern TextsrelatingtotheOldTes-tament,ed. J. B. Pritchard (21955).Altorienta/ischeBilder zumAlten Testament, ed. H.Gressmann(21927).Altorienta/iche Texte zumAlten Testament, ed. H.Gressmann(21926).The Bulletin of the American Schools of OrientalResearch.Beitrage zurbiblischen Landes-undAltertumskunde.Bib/ischer ed. M. North.K. GALLINO, Bib/isches Reallexikon(1937).Beiheft zur Zeitschrift fr die alttestam. Wissen-schaft.dt deuteronmico.Dtr Historiadel deuteronomista.dtr deuteronomstico.E elohista.EICHRODT, I11 III W. EICHRODT, Theologiedes Alten Testaments, I-III(1933-39, del 151957).GORDON C. H. GORDON, UgariticHandbook, I-III(1947).HAT HandbuchzumAltenTestament, ed. O. Eissfeldt.HUCA TheHebrewUnionCollegeAnnual.J yahvista.JBJ Joumal ofbiblical Literature.JE yehovista.KORLER L. KOHLER, Theologie des Alten Testaments (1936).NOTR, Ges. Studien M. NOTH, GesammelteStudienzumAltenTestament(1957).NOTR, Pentateuch M. NOTH, berlieferungsgeschichte des Pentateuch(1948).NOTR, ber. Studien M. NOTH, berlieferungsgeschichtliche Studien (SchriLten der K6nigsberger OelehrtenOeselschaft 1943),PRBROOThLZThRThWBNTThZVRIEZENVTZAWZDPVZThKdocumentosacerdotal.Revuebiblique.Die Religionin GeschichteundGegenwart (21927-31,31957.65).Theologische Literaturzeitung.TheologischeRundschau.Theologische Worterbuch zumNeuen Testamen, ed'O. Kittel- O. Friedrich.TheologischeZeitschrift.Th. C. VRIEZEN, TheoJogie des Alten Testaments inGrundzgen.Vetus Testamentum.Zeitschrift fr diealttestamentliche Zeitschrift des deutschen Palastina-Vereins.Zeitschrift frTheologie undKirche.1Compendiohistricode la religin yahvistay de las instituciones sagradasdeIsrael1LOSPRIMEROS TIEMPOSLAS fuentes primarias de la historia religiosa y cultual delantiguoIsrael sehallanexclusivamenteenel AntiguoTes-tamento. Aqu encontramos tambin una exposicin coherentedesuhistoria primitiva, una imagenquenoobstantesusgrandeslagunas, nos impresiona por 10 acabado del conjunto. Narrala historia de Israel desde su primer antepasadohastala entrada enCanan, pasando por el perodo de la constitucin de Israelcomonacin.Laprimera investigacincrtica delaBibliasuprimialgunosde los elementos presentes en esa imagen del primitivo Israel.Muchasnarracionesfueronconsideradaslegendarias, sobretodolasquesereferana la poca patriarcalo mosaicayaparecanenconsecuencia como documentos sospechosos para una recons-truccinexacta de los acontecimientos histricos. La crticadefuentes del Pentateuco consigui un resultado decisivo cuandopudoconstatar que estadescripcinde la historia primitivadeIsrael se divide en varios documentos importantes, los cualespresentan a menudo una notable diferencia de pormenores. Elms antiguo es el yahvista; proviene de los primeros tiempos de lamonarqua y narra los sucesos anteriores a la entrada en Canan,a una distancia de al menos 300 aos. Apesar de ello,entrelosmismosseguidoresdeWellhausen, algunoscientficosdegrantalentocrticoseatenansustancialmentealasucesinlinear delosacontecimientos: laesclavituddeEgipto, el Sina, lamarchapor el desierto, la entrada en la tierra prometida;y seguan consi-derando a MOIss como el gua decIsIvo de Israel a travs de todasesas etapasdesu hIstOrIa1.EstaproblemticacambIOpor completoconel estudIOdelahIstonadelatradIcIn, unmtodoquesloenlosltImosaosha entradoenplenovIgor LaantIgualllvestlgaclnhlstnca, noobstantehIcIera unacrticamslllCISlva, creysIempre enlapo-sIbIhdadmedIataolllmedlatadellegaradescubnr, al menosensuslneasgenerales, el verdaderodecursodelos acontecImIentosdetrs dela expOSICIOnIIteranade los mIsmos Esta oplllInsehademostradoerrnea, pues detrs deladescnpclnpropuestapor el HexateuconoseencuentradenlllgnmodolaverdaderasuceSIn hlstnca de los acontecImIentos sIlla tan sloIdeas yconctlpclOnesdetradICIOnesantenores, queprOVIenendeambIen-tes muydIStllltoSydesdeel puntodevIstadelahlstonadelasformasmerecenunJUICIOmuydIferente. Laprecedente lllvestlga-clncrticadel AntIguo Testamento -aunquetenaplenacon-CIenCIadel carcterlegendanodelastradICIOnes msantIguas-se preguntaba antetodo por el contenIdo obJetIVOde lanarra-CIn, es deCIr, por la sucesIn hlstnca de los acontecImIentos.La preguntaera legtima peroun tanto prematura como po-demos constatar hoy da, pues antes debemos plantear a cada unadelasumdadesmenoresdelatradICInlasSIgUIentespreguntas:(,qUInes elnarrador? culesel puntodeVIsta de lanarracIn?cul es laposiCInhIstrIca y teolgIca ms probabledelautor?cul fue su mtencIn ? de qu mentalIdad o tradICIn forma parte?Conotraspalabras: noshallamosfrenteaunagranvanedaddetradICIOnessagradas cada unade lascualeseXIgeun examenpar-ticularpara llegar al ncleo hIstnco de la narracIn.DeestemodolapresentacIndelos acontecImIentos enlosgrandesdocumentosdel JyEsonel trmmoyel equlhbno1ll-terno de un largo proceso en la transmIsln de los materIales de latradICIn,pues cadaunadelastradICIOnesaIsladas, que ahorasehallanullldasenlosdocumentospnnclpales, hanrecorndosolas1. As pe, H GRESSMANN, Mase und seme Zell (1913).unalargahistoriaenlaqueestabanexpuestasa mltiplesreela-boraciones y frecuentes interpretaciones conel fin de hacerlasactualesenlosdiversosperodosdelahistoria. Alprincipioexis-tan completamente aisladas. Luego, por regla general, una de lastradiciones mayores las reuna en torno a s y las asimilaba,(as p. e. lashistoriaspatriarcales, losacontecimientosdel Sina,la marcha a travs del desierto, etc.). Ms tarde estos bloquesfueronasuvezunidoslosunosconlosotros, peroenestecasoel factor decisivo no fue la sucesinhistrica de los aconteci-mientosde la cual nadie poda recordarse; la base de esta organi-Ldl-ndelastradiciones fue uncuadroteolgicodelahistoriadelasalvacin, queexistayadesde antiguobajolaformafijadeunaprofesindefecultual.As pues, el camino que nos conducirdesde laexposicinhistrica como 1.1 presentanlas fuentes hasta los hechos en smismos seha vuelto muchoms largo, porquela imagensencillade las fuentes, que para los promotores de la crtica literariaconstitua el puntodepartidadesusinvestigaciones, debeconsi-derarseel estadiofinal deunacontinuainterpretacindelahis-toriaprimitiVadeIsrael. Aqu todoestconfiguradopor lafe:la misma combinacin de los acontecimientos en un largo caminodesalvacin no es un relato histrico; en s misma es ya una pro-fesindefe enlaguadivina. Estahistoriadelas diversas uni-dadesdetradicin hasta alcanzar su formadefinitiva en los gran-desdocumentosliterariosabarca un captuloextraordinariamentevariadodelateologaisraelita. Por reglageneral, el simpleem-palme de dostradiciones aisladas era ya un acto de interpretacinteolgica; puesbien, qu enormecantidaddetradicionesse fun-dieron en los complejos mayores a travs de los siglos!Ms tarde,enlaseccintitulada Lateologadel Hexateuco, hablaremosdelospuntosesencialesdeestecomplicadoprocesodeinterpre-tacinteolgica, que dioorigenalaexposicinactual delahis-toriaprimitivadeIsrael enlasfuentesliterarias.Uno de los factores que crea mayores dificultades para conocerlos hechos histricos de este perodo primitivo es, por consi-guiente, la destruccin del cuadro narrativo que enmarcatodala tradicin del Hexateuco; pues si nadie dudaba del carcterlegendario de muchas tradiciones individuales, se crea que elcuadrogeneral, es decir: pocapatriarcal, esclavitudde Egipto,xodo, revelacin sinatica, marcha por el desierto yconquistadel pas, nos procurabaunaindicacinbastantefidedigna sobrela sucesin histrica de los acontecimientos. En cambio, la si-tuacincambiapor completosi tomamos enserio el hechodeque el mismodecurso de los hechos principales responde a unesquema cannicodetipocultual.Estonosignificadeningnmodoqueloshechoscontenidosen dicho esquema nosean histricos, pero, en todo caso,la situa-cinesdiversasi laexposicindelahistoriaprimitivadeIsraelsefundaenrecuerdoshistricosinmediatososi fueIsrael quienordendeestamaneralosacontecimientosenuna profesindefecltica, quelosgeneralizay simplifica convirtipdolosensuce-sos tpicos. (Salta a lavistala analogaconla destruccindelcuadronarrativodelosevangeliossinpticos. La crticadefuen-tes demostr que sta no podaconsiderarseunaexposicinfi-dedignadelaexistencia histricade Jess). Algoparecidoocu-rre conlapercopadel Sina, que tampoco se basa ante todosobre recuerdos directos del acontecimiento concreto sino so-bre tradiciones cultuales. Como veremos ms tarde, la situa-cinvital (Sitz im Leben) de la tradicinsinatica ms anti-guaera, conmuchaprobabilidad, una delas grandesfestivida-deslitrgicas. /Otra conviccin iba a la par con estas reflexiones yen unprincipioejerciuninflujodestructor sobre laimagentradicio-nal delahistoriaantiguadeIsrael. SegnEx 1, 6s., el puebloisraelita nace en Egipto y de all parte como una unidad compactahacia los sucesos ya conocidos que le conducirn a Canan.Perolainvestigacinhistricahademostradoqueeselnombredelaconfederacinsagrada detribus, quese constituypor primera vez despus del ingreso en Palestina.Por el momentonosepuededemostrar histricamentelaexistenciadeun pue-blode Israelantes de estapoca. Enestecaso, laimagendelpuebloisraelita enEgi