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    Historia Universal , Carl Grimberg Tomo 8 Pginas 5 -37 Eugenio Chahun MAHOMA Y EL ISLAM LOS RABES

    El concepto de "rabe"

    Los rabes constituyen el sustrato de poblacin de toda un rea geogrfica que se extiende desde el ocano Atlntico hasta los montes Zagros, contrafuertes de la meseta irania, incluyendo as todo el norte de frica, el valle del Nilo, el cuerno de frica, el Levante, Mesopotamia y la pennsula de Arabia. Estas zonas conforman una unidad geogrfica, un todo homogneo, cuya constante es el desierto y cuya excepcin son las regiones fluviales, donde se desarrollaron las primeras civilizaciones humanas. El desierto, como constante del paisaje, determin una forma de vida, un modo de produccin, que es el pastoreo nmada. El centro natural de toda la regin es la pennsula arbiga, lugar de origen del pueblo rabe, el cual, a travs de sucesivas oleadas migratorias, fue asentndose en toda la regin anteriormente descrita, pasando en forma gradual de una civilizacin nmada a una civilizacin sedentaria.

    La constante desecacin de la pennsula arbiga, con la consiguiente disminucin de las zonas de productividad agrcola, junto con el incremento de la poblacin, condujeron a un ciclo constante de migraciones que impulsaron a las tribus nmadas de la pennsula hacia las zonas frtiles, imaginadas por ellos como "tierras de promisin". Fueron estas sucesivas oleadas las que impulsaron a diversas tribus rabes al valle del Nilo, a los amorreos a Mesopotamia, a los arameos, cananeos, fenicios y hebreos al Levante, y a la tribu Habashi al cuerno de frica, lugar donde surgir el reino de Axum. En suma, todas las antiguas civilizaciones recibieron un flujo constante y determinante de poblacin desde la pennsula de Arabia.

    El conocimiento del carcter nmada de la ancestral poblacin de la pennsula arbiga tiene una esencial importancia en la interpretacin de los acontecimientos histricos que se desarrollan en el Cercano Oriente, ya que es el hilo conductor que permite descubrir los lazos existentes entre las distintas civilizaciones de la Antigedad, donde lo arbigo y lo nmada constituyen el elemento hereditario comn. Etimolgicamente, la palabra rabe, segn los filsofos y los diccionarios rabes clsicos, denota la accin de trasladarse en forma continua, lo que asocia el vocablo con el nomadismo. Desde el punto de vista filolgico, se corrobora el sentido de dicho vocablo, por contraste con su antnimo; el antnimo de rabe, arab, es misr que comprende a un sector de este pueblo que ha dejado la vida nmada para hacerse sedentario.

    La palabra misr, corresponde al nombre rabe de Egipto, lo cual indica que los rabes nmadas tenan a la antigua civilizacin faranica por la ms excelsa de las antiguas civilizaciones rabes sedentarias. Tanto es as, que en el momento de la expansin del Islam, los rabes denominaban a todas las ciudades misr. Por ello, los nmadas del desierto llamaban amsar, plural de la palabra misr, a los habitantes de las ciudades.

    Las primeras menciones acerca de los rabes provienen de este sector sedentario del pueblo rabe, bien asirios o nabateos. Es as como los rabes nmadas aparecen descritos en los acontecimientos de Bayt-zamani, sobre el alto Eufrates, cuando algunas tribus se convirtieron en vasallas del soberano asirio Asurnajprpal; con sus continuas rebeliones, tales tribus desencadenaron la batalla de Qarqar, combate que signific la primera aparicin en la historia de los rabes nmadas, en el mismo ao (853 antes de Cristo) en que el rey Gindubi Al-Arabi siti Bir^idili, amenazando la ciudad de Damasco con mil camellos del pas de Arabi, enfrentndose a Salmansar I I I , hecho que consta en las fuentes asiras.

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    Hay tambin frecuentes referencias a los rabes en inscripciones babilnicas, que los denominan 'arabu y urbi. Estas fuentes sealan la recepcin de tributos pagados por gobernantes rabes a los centros urbanos; tambin describen las continuas razzias practicadas por estos beduinos en dichas zonas. Por otra parte, los pueblos descritos en el captulo dcimo del Gnesis pueden ser identificados como rabes, como asimismo el trmino arabaya que comienza a aparecer en documentos cuneiformes persas hacia el ao 530 antes de Cristo.

    Las primeras referencias clsicas pertenecen a Esquilo, quien seala a Arabia como un pas remoto en su obra Prometeo. Es pues en escritos griegos donde aparece por primera vez un lugar geogrfico denominado Arabia, que incluye a todos los habitantes de la pennsula y a los beduinos del desierto egipcio.

    Pero si bien la primera acepcin de la palabra rabe identifica a stos con la forma de vida nmada, el sentido de la palabra en cuestin ha estado continuamente cambiando. Esta evolucin ha sido lenta y compleja, desde su primitivo y restringido uso, que asimilaba la palabra al pastoreo nmada, cuando rabe era sinnimo de beduino, hasta su amplia significacin actual, que conlleva la pertenencia a una nacin.

    El anlisis diacrnico permite visualizar la mismidad de un concepto, determinar los diferentes elementos e ideas vigentes en l y establecer cmo se han ido relacionando a travs del tiempo y cul de estas variables ha prevalecido en relacin a las otras, determinando en cada circunstancia histrica una tnica conceptual y otorgndole distintos matices. As, en el concepto de rabe, histricamente han intervenido las siguientes variables: rabe-beduino, rabe-musul-mn, rabe-connacional.

    La llamada expansin islmica constituye la ltima oleada migratoria del pueblo rabe desde su lugar de origen, produciendo con ella la arabizacin total del prximo Oriente. Fue a travs de la doctrina islmica que se despert la conciencia de unidad de todo este mundo.

    LA PENNSULA ARBIGA EN LOS ALBORES DEL ISLAM

    Desde las cercanas de Palmira hasta el ocano ndico, y desde el mar Rojo hasta las costas del golfo Prsico se extiende la vasta plataforma de Arabia, bloque nico ce antiguas rocas cristalinas que forma la mayor unidad estructural en el Oriente Medio. Esta unidad fsica ha ejercido su influencia en la geografa humana de la regin, constituyendo el ncleo de toda la zona. La economa, la poltica, la cultura y en definitiva toda la historia de las civilizaciones veci-nas se ha visto condicionada por cuanto pasaba en la pennsula.

    Antes de la aparicin del Islam, la pennsula arbiga se encontraba, tanto desde el punto de vista religioso como desde el ngulo poltico y social, en un estado inorgnico. La falta de homogeneidad geogrfica de la regin se prestaba a ello. Esta amplia plataforma grantica inclinada hacia el golfo Prsico, bordeada de cadenas montaosas, recubierta de arena y lavas volcnicas, posee cinco regiones naturales de clara diferencia climtica: La zona montaosa occidental, la costa del sur, la zona de Omn, la costa del este y la zona de los desiertos interiores.

    Las diferencias geogrficas han producido una distincin en la forma de vida de los habitantes de la pennsula. Es as como podemos hablar de rabes nmadas y de rabes sedentarios, existiendo una clara distincin no slo en su organizacin poltica y social, sino tambin en su historia. La vida del nmada ha transcurrido desde hace unos cinco mil aos sin mayor variacin, mientras que la vida del hombre rabe sedentario se ha ido modificando con la historia. Estas formas de vida contrapuestas responden al doble aspecto histrico, geogrfico, econmico y social de la pennsula arbiga desde la Antigedad: los rabes del norte, preponderantemente nmadas, con condiciones de vida rudimentarias, y los Estados agrcolas, progresistas y sendentarios del sur. De acuerdo a esta clara diferencia de estilos de vida, la historiografa rabe distingue tres grandes zonas:

    1) La Arabia del sur. 2) La Arabia del norte. 3) La Arabia central.

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    La Arabia del sur

    Los habitantes de esta zona confirieron u la Arabia meridional durante un milenio y medio una genuina fisonoma totalmente diferente a la Arabia desrtica. Este carcter est determinado por la existencia de Estados evolucionados y de una civilizacin avanzada.

    Ejercieron la hegemona sucesivamente en la regin: el reino mineo, el reino de Saba, el reino de Himyar, y adems los pequeos reinos de Qataban y Hadramaut. El ms conocido de ellos, el reino de Saba, fue clebre no slo por sus riquezas, provenientes de la exportacin de los aromas locales y del trfico de materias preciosas con la India y el frica lo que llev a los griegos a calificar a esta zona como la "Arabia feliz", por sus fabulosas riquezas, sino tambin por la presa que uno de sus soberanos hizo construir en Maerib, cuya ruptura llevara consigo la ruina de la regin y podra ser la causa de la migracin de las tribus del sur de Arabia hacia el norte. Recientes descubrimientos arqueolgicos han revelado los restos de palacios monumentales, estatuas y textos epigrficos que nos dan cuenta de la grandeza alcanzada por dichos reinos.

    Los mneos dominaron esta zona entre el siglo IX y mediados del siglo VII antes de Cristo. A partir de entonces, ejerci el liderazgo el reino de Saba, que conoci su decadencia hacia el siglo V, cuando ascendi el reino de Himyar, uno de cuyos ltimos soberanos, Du Nu-was, se convirti al Judasmo. Esto llev a que los abisinios del reino de Axum invadieran la Arabia meridional en el ao 525 despus de Cristo, en defensa de las comunidades cristianas perseguidas por dicho soberano. La intervencin Abisinia estuvo motivada, a su vez, por el control de esta rica regin y el dominio del trfico realizado por el mar Rojo hacia el ocano ndico y desde l, y, en consecuencia, las rutas caravaneras del Hiyaz.

    Eliminado Du Nuwas hacia el ao 525, le sucedieron diversos gobernantes abisinios; ms tarde retom el poder un gobernante local, Sumyafa, derrocado y sustituido a su vez por un antiguo esclavo, Abraha; este ltimo se esforz por mantener la independencia y la neutralidad pese a las presiones de bizantinos, persas y abisinios, inclinndose finalmente por abisinios y bizantinos. Sus sucesores mantuvieron esta orientacin, hasta que a finales de siglo una expedicin martima enviada por el rey de Persia Cosroes ocup la regin durante un breve perodo.

    En los tiempos del profeta Mahoma, la Arabia meridional, integrada a los destinos del resto de la pennsula, no era ms que un recuerdo de su antiguo y autnomo esplendor.

    La Arabia septentrional.

    En la regin nortea de la pennsula se generaron algunos Estados que, fronterizos de los grandes imperios, sirvieron a stos de amortiguadores ante las constantes razzias de los nmadas del desierto. El primero de ellos, quizs el ms importante, fue el de los nabateos, que gobernaron en el perodo de su mximo esplendor sobre un rea que se extenda desde el golfo de Akaba al mar Muerto e inclua gran parte del Hiyaz septentrional.

    Los reyes nabateos establecieron un primer contacto con Roma en el ao 65 antes de Cristo, cuando Pompeyo visit Petra, mantenindose desde entonces amistosas relaciones hasta que, en el ao 105 despus de Cristo, el emperador Trajano declar provincia romana a la zona septentrional con el nombre de Palaestina Tertia. Cabe destacar que estas provincias rabes proporcionaron al menos un emperador al imperio romano: Filipo, que gobern del ao 244 al 249 despus de Cristo.

    Despus de la muerte de Filipo el rabe, surgi el segundo de los Estados fronterizos arbigos, el reino de Palmira, ubicado en el desierto Sirio, en el punto de partida de la ruta comercial occidental. Su primer gobernante fue Udayna (Odenato). Despus de su muerte lo sucedi la famosa Zaynab (Zenobia), que durante un corto perodo se convirti en la reina de gran parte del Cercano Oriente, proclamando a su hijo como Csar Augusto. Finalmente, el emperador Aure-liano en el ao 273 despus de Cristo conquist Palmira, enviando a Zenobia, trabada con cadenas de oro, a Roma.

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    Tanto el reino nabateo como el de Palmira tuvieron carcter transitorio, al estar principalmente sustentados en grupos tribales nmadas y seminmadas. Debieron su importancia y esplendor a su situacin en relacin a las rutas comerciales y por su condicin de Estados amortiguadores.

    Existieron tambin dos Estados rabes norteos de los cuales solamente se posee una referencia alcornica: Lihyan y Tamud. Su importancia deriva de su sistema de escritura, que se convertira en el antecesor de la caligrafa rabe que iba a surgir con el Islam.

    A comienzos del siglo VII, el Cercano y Medio Oriente estaban divididos entre los dos imperios rivales de Bizancio y Persia. La historia de los tres siglos anteriores haba sido en gran parte la sucesin de sus luchas. Bizancio, manteniendo un estilo administrativo romano, era griego en cultura y cristiano en religin. La meseta de Anatolia era la base de su podero; al sur de sta abarcaba las provincias de Siria y Egipto. El imperio persa de los sasnidas tena su centro tam-bin en una meseta: Irn; cuna de la reaccin antihelenstica, su cultura era esencialmente asitica, y su religin oficial era el zoroastrismo.

    La misma necesidad que haba inducido a los romanos a alentar el desarrollo de los Estados nabateo y palmirano, indujo a los imperios persa y bizantino a permitir el establecimiento de nuevos reinos fronterizos rabes en la frontera nortea de la pennsula con Palestina y Mesopotamia: el Estado de Gassan, bajo hegemona bizantina, y el de Al-Hira, bajo la influencia persa. Ambas dinastas reinantes, gasnidas y lajmidas, combatieron encarnizadamente por sus imperios dominadores en el siglo VI, periodo que marca su edad de oro. ""

    Los gasndas, de origen meridional, hicieron de defensa y comunicacin entre el puro arabismo del desierto y la Siria bizantina; siendo seminmadas, abrazaron el cristianismo monofisita. Los lajmidas, tambin provenientes del sur, gravitaban en Ctesifonte, en el Eufrates; rodeados de ambiente cristiano, permanecieron ms tiempo paganos, hasta abrazar finalmente el cristianismo nestoriano.

    La Arabia central

    Esta regin predominantemente desrtica gener una forma de vida que ha caracterizado tradicionalmente a los rabes: el nomadismo beduino. El nomadismo no debe comprenderse como un caprichoso errar a travs del desierto y la estepa, sino ms bien como una forma de adaptacin altamente racional de la vida humana a un medio hostil.

    En este perodo crucial que precedi inmediatamente al surgimiento del Islam, la organizacin beduina prevaleci en la poblacin de toda la pennsula arbiga. En la sociedad beduina, la estructura social bsica era la tribu, donde el vnculo de parentesco era el que predominaba. En esta clula autosuficiente se desarrollaba la individual y anrquica psicologa del beduino, que es un tipo humano que ama por sobre todo su libertad. Su vida se basaba en un estricto cdigo tico, expresado por la palabra muruwa que significa bravura, virtud, honor y cuyos elementos ms relevantes eran el valor, la lealtad, la generosidad, la proteccin al dbil y el sentido de hospitalidad. En este arquetipo de hombre reside el antecedente histrico de las futuras rdenes caballerescas que la pica rabe legar al mundo occidental. Modelo de hroe y caballero preislmico, el beduino, iba a ser inmortalizado a travs de las famosas colecciones de poesas llamadas mu allaqat "colgadas (en los muros de la Kaaba)", especficamente en la obra de Antara, quien personific entonces las cualidades ms estimadas de los hijos del desierto.

    Si te cubres con velo ante m, (sabe que) hbil soy en vencer caballeros con coraza;

    Albame por lo que de m sabes, que soy de amable trato, cuando no se me hace injusticia;

    y si se me hace, mi rplica es acerba, amarga de sabor, como el gusto de la tuera.

    Yo he bebido mucho vino, tras caer la calor, pagndolo con reluciente (moneda) acuada,

    en ocre vaso, estriado,

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    emparejado con brillante botella, a la izquierda, tapada... Mas, cuando bebo, slo consumo

    mi dinero, e integro queda mi honor, sin mella; Y al pasar la embriaguez, mi liberalidad no disminuye:

    son cual sabes mi nobleza y calidad. Cuntas veces a marido de beldad dej por tierra,

    silbando sus miembros, cual comisura de labio hendido! Mis manos se adelantaron con rpida cuchillada

    y el surtidor de un tajo del color del drago.

    No has preguntado a los caballeros, hija de Malik, si ignoras lo que de m no sabes?

    Nunca dejo la silla de mi rpida montura, recia, por turno herida de campeones:

    Unas veces se destaca en las cargas y otras se une al tropel de los de entesados arcos.

    Dgate quien me vio en las batallas, cmo acudo a la guerra y rehuso los despojos;

    a cuntos campeones cuyo encuentro desplace a los guerreros, ni dados a la fuga, ni a rendirse,

    mi mano sirvi rpido golpe con una recta (lanza) de recios nudos, enderezada!

    Pas con ella, rgida, sus ropas, pues ni el noble es respetado por la pica

    y djelos, presa para fieras, que tomndolos, mascaban sus hermosos dedos y muecas. De cunta amplia, espesa cota romp las junturas

    con la espada a ms de un famoso campen de derechos, de presla mano para el juego en el invierno, que haca quitar muestras a los taberneros, reprobado: Al verme ir en su demanda,

    mostr los colmillos, no por cierto sonriendo: Avanzado el da habra de verle,

    cual teidas de ndigo mano y cabeza, habindolo alanceado y luego pasado por un templado (sable) de claro acero, cortante: a un hroe como un rbol con vestidos, calzado en cueros de vaca, y no mellizo!

    (Fragmento de una mu allaqa de Antara)

    La organizacin poltica de la tribu era rudimentaria. Su jefe, el sayyid o sayj (jeque), era elegido por los ancianos de la tribu, normalmente entre los miembros de una sola familia, conocida como la ahl al - bayt, "la gente de la casa". Ms que ejercer un poder de mando, el sayj cumpla una funcin de arbitraje, velando por los derechos y obligaciones que concernan a las familias individuales dentro de la tribu. Era asesorado en sus funciones por un consejo de ancianos, smbolo de la sabidura, denominado maylis, cuyos miembros eran cabezas de familia y representantes de clanes dentro de la tribu.

    La vida de la tribu estaba regulada por la costumbre o sunna ("camino por el cual se debe transitar"), que recoge las tradiciones de la sociedad beduina y que encontraba su nica sancin en la opinin pblica. El sentido de justicia estaba inspirado en la antigua ley del talin: ojo por ojo, diente por diente.

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    La religin beduina era una forma de politesmo animista con elementos fetichistas. Los seres que adoraban tenan una naturaleza astral; as Manat, Al-Uzza y Allat representaban la trada de deidades ms universales de las tribus del desierto, pero subordinadas, a su vez, a un dios ms elevado: Allah. Independientemente, cada tribu centraba su fe en torno al dios de la misma, lo que dio lugar a un vasto panten que alcanz el nmero de 368 divinidades. Un dios y culto peculiares eran el distintivo de cada tribu y una expresin ideolgica del sentido de unidad y cohesin de ella. Adems de estos dioses se crea que hombres, animales y objetos con ciertas cualidades supe-riores estaban posedos por criaturas intermedias entre el hombre y la divinidad, llamadas yinns o genios, a los cuales atribuan las epidemias, enfermedades, impotencia en los hombres, la esterilidad de las mujeres, la locura y otros males.

    Los acontecimientos histricos que caracterizan a los dos siglos anteriores al surgimiento del Islam, son denominados por la historiografa rabe "los das de los rabes" (ayyam al - arab), nombre con que se designan las disputas entre las tribus nmadas por el ganado, los pastos o los manantiales de agua. Estas continuas reyertas han llegado a nosotros por va erudita o legendaria, llenas de una fantasa potica en forma de narraciones picas que la memoria popular ha mantenido viva por muchos siglos. La situacin de guerras tribales continuas representa desde un punto de vista poltico y sociolgico la imposibilidad de superar el particularismo tribal y el indi-vidualismo beduino y de concretar una forma de organizacin poltica superior. La nica excepcin la constituy el reino de Kinda, que floreci a fines del siglo V y principios del siglo VI en Arabia sep-tentrional, donde la estirpe de Akil Al - Murar estableci un efmero poder monrquico sobre varias tribus. El reino de Kinda representa el primer intento de unificacin poltica en la zona; su recuerdo an perdura en la poesa rabe.

    Nmadas ya establecidos, fundaron poblaciones con un grado social ms desarrollado como Medina, Taif y La Meca. Entre stas, la ciudad de Al-Makka (La Meca) iba a alcanzar la mayor relevancia histrica. La ciudad est situada en la zona de Hiyaz, en el entrecruce de las rutas caravaneras de la pennsula. A partir del siglo V fue dominada por la tribu de los Qurays, uno de cuyos hombres, llamado Qusayy, procedente del norte, redujo a la tribu de Juzaa y tuvo la ha-bilidad de convertir a la ciudad en un importante centro de peregrinacin, al lograr reunir las principales divinidades de los rabes en un solo santuario, la Kaaba. Segn la tradicin, Adn habra construido la primera kaaba o casa de Dios, posteriormente destruida por el diluvio; el santuario habra sido reconstruido por Abraham y su hijo Ismael, quienes habran empotrado en el ngulo sudeste del templo la piedra negra trada por el ngel Gabriel. Esta piedra era venerada en forma especial por los beduinos del desierto.

    Los Qurays dominaban el comercio de caravana de toda la pennsula, constituyendo una especie de aristocracia mercantil de negociantes, banqueros y comerciantes. A su vez, en las proximidades de La Meca surgi cierto nmero de ferias, destacndose la de Ukaz; in-corporndose a la vida econmica de la ciudad, contribuyeron a extender su prestigio e influencia al resto de la pennsula.

    Hacia la segunda mitad del siglo VI, una serie de cambios hicieron necesario recurrir a la difcil pero tranquila ruta que desde Siria descenda a travs de Arabia occidental al Yemen, a cuyos puertos llegaban navos desde la India. Egipto, con cieno grado de desorden, no permita un paso alternativo a travs del Nilo y el mar Rojo; por otro lado, la ruta por el Eufrates al golfo Prsico, favorecida siempre por el comercio entre el Mediterrneo y el lejano Oriente, se hallaba obs-taculizada por el con Hielo constante entre los imperios bizantino y persa. Toda esta situacin llev a un crecimiento comercial de la ciudad de La Meca.

    Es imposible pensar en La Meca en otros trminos que los del comercio, pues era su nica razn de ser. Originariamente se haba desempeado como centro del comercio local alrededor de un templo religioso, y paulatinamente se convirti en un gran centro comercial de carcter internacional. Es decir, la ciudad de La Meca disfrutaba de una privilegiada santidad religiosa que iba estrechamente relacionada con sus actividades comerciales. Cualquier intento de refor-mar el sistema existente o rebelarse contra l, hubiese ido dirigido tanto contra el comercio como contra la religin.

    Es en este contexto donde naci el profeta del Islam, Muhaminad (Mahoma).

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    MAHOMA Y EL ISLAM

    Aunque existen discrepancias con respecto a la fecha exacta del nacimiento del profeta Mahoma, parece seguro que este acontecimiento tuvo lugar en La Meca hacia el ao 570, llamado el ao del elefante, debido a que el abisinio Abraha intent conquistar la ciudad para controlar el comercio de caravanas, montado en un elefante a la cabeza de su ejrcito.

    El profeta naci en el seno de una familia acomodada; sus padres, Abdallah y Amina, pertenecan a la tribu de Qurays y al clan de los Banu Hashim. Abdallah muri antes de su nacimiento, quizs durante un viaje comercial fuera de la ciudad de La Meca, y Amina falleci cuando Mahoma tena seis aos, encargndose de su cuidado su abuelo paterno, Abdel Muttalib, y despus su to Abu Talib. Aunque ambos se preocuparon del muchacho con afectuosa solicitud, la infancia del profeta parece haber sido triste, debido a su situacin de hurfano.

    La vida de Mahoma antes de la predicacin es poco conocida. Sus biografas, o Sira, poseen un carcter anecdtico, por lo que tienen slo un valor histrico relativo. A los veinticinco aos se puso al servicio de una acaudalada viuda, Hadiya, con quien contrajo matrimonio ms tarde. Siempre sinti por su mujer un profundo cario; mientras ella tuvo vida, no tom otra esposa. Hadiya le dio siete hijos, de todos los cuales vivi solamente una hija, que le dio descendencia: Ftirna. Mahoma ejerci el oficio de mercader y caravanero hasta que recibi el primer mensaje de Dios en el ao 610. En este periodo sobrecogi a Mahoma una crisis religiosa, entregndose a prcticas msticas y ascticas. Nada se sabe sobre el proceso mental que a ello lo condujo, ni cmo ni por qu se decidi a abandonar el paganismo mequ. Es cierto que sus obligaciones comerciales y sus viajes le hicieron tener contacto con mercaderes, viajeros y esclavos cristianos, sirios y abisinios. Se sabe que haba una comunidad cristiana al sur del Hiyaz, en Nachran, y dos tribus rabes cristianizadas en los mrgenes nororiental y noroccidental de la pennsula, como tambin tribus rabes de credo judo en Medina. Esto ha hecho suponer alguna influencia cristiana o juda en el profeta, ms probable an, debido a la presencia, en la biografa musulmana, de Mahoma, de Bahira, un monje que habra adivinado la misin proftica de Mahoma y la posible fe cristiana de Waraga, primo de Hadiya. Se ha planteado la posible influencia de grupos de monjes monotestas sobre Mahoma, los hanif, e incluso la posibilidad de que el profeta haya sido uno de ellos. La historiografa occidental ha asumido diversas interpretaciones en torno a los elementos a que hemos aludido; sin embargo, no parece haber nada que defina con seguridad el origen del monotesmo de Mahoma.

    Ibn Ishaq, el bigrafo ms antiguo del profeta del Islam, nos menciona una tradicin en la que el mismo Mahoma relata la primera revelacin, mientras se encomiaba en una caverna del monte Hira, en las cercanas de la ciudad de la Meca, donde acostumbraba ir a meditar: "Una noche, mientras dorma, apareci Gabriel con un pao de seda en el que haba algo escrito y me dijo: lee. Respond: qu he de leer?; entonces me apret de tal modo con el pao que cre que era la muerte; luego me soli y dijo: lee."

    Esta escena se repiti dos veces, sin que el profeta dejara de preguntar qu es lo que haba de leer. Entonces el ngel Gabriel recit los cinco primeros versculos de la sura del cogulo:

    "Predica en el nombre de tu seor, el que le ha creado: ha creado al hombre de un cogulo!

    Predica! Tu seor es el dadivoso que ha enseado a escribir con el clamo: ha enseado al hombre lo que no

    saba." (Sura 96, versculos 1-5)

    "Luego Gabriel se alej, y fue como si hubiera grabado algo en mi corazn. Sal de la caverna y, cuando estaba en el medio del monte, o una voz del cielo que deca: 'Oh, Mahoma!, eres el enviado de Dios y yo soy Gabriel'."

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    El calendario musulmn recuerda anualmente con el nombre de Laylat al-qadr ("la noche de la potestad") la primera revelacin de este libro celeste, llamado Alcorn o "recitacin", o Umm al-kitab ("la madre del libro"), custodiado por Dios y que slo los puros pueden tocar. Mahoma supo entonces que Dios lo haba elegido para ser su enviado, encargado de "recitar" a los hombres las revelaciones que le trasmita Gabriel o el espritu divino; estas revelaciones frag-mentarias, agrupadas ms tarde, constituyeron el Alcorn, expresin de la propia palabra de Dios, cuyo texto se presenta simplemente de esta manera: como un dictado sobrenatural registrado por el profeta. Se irn esbozando as las lneas fundamentales de su visin religiosa: Dios nico, omnipotente, omnisciente, gran justiciero, recompensar a los hombres de acuerdo a sus actos; la finalidad de esta vida es el sometimiento a Dios, obedecer sus mandatos, hacer la plegaria, practicar la limosna, peregrinar a los santos lugares, mandatos en espera del fin del mundo y la resurreccin de los muertos.

    En los inicios de su predicacin, Mahoma tuvo alguna dificultad para encontrar adeptos. Despus de su mujer, su primo Ali. hijo de Ahu Talib, fue el primero en seguirle; posteriormente lo hi/o su hijo adoptivo Zaid. Los dos hombres ms influyentes entre sus seguidores fueron Abu Bakr y Umar, quienes ms tarde dirigiran la comunidad musulmana. Fuera de sus parientes y amigos, el profeta consigui hacerse escuchar por la gente ms humilde de la ciudad, mientras los gobernantes meques hacan caso omiso de sus enseanzas.

    Al silencio siguieron los ataques verbales a Mahoma. La oposicin de los gobernantes meques se deba en gran medida a que Mahoma, a travs de sus prdicas, pona en peligro sus intereses poltico-religiosos. La abrogacin de la antigua religin y del estado legal del santuario en La Meca, privara a esta ciudad de su nica y ventajosa posicin como centro tanto de peregrinacin como de negocios. A consecuencia de la persecucin activa contra la aristocracia de su tribu, los Banu Omeya, 83 familias emigraron a la cristiana Abisinia (ao 615). A esto sigui el boicot econmico y social, lo que hizo difcil la situacin del profeta y su reducido grupo de seguidores. En el ao 619 muri su esposa, Hadiya; solamente mucho ms tarde, Mahoma iba a tomar nuevas esposas hasta completar nueve, destacndose entre ellas la hermosa Aysha, en cuyos brazos haba de expirar. Ese mismo ao muri tambin su to Abu-Talib. El profeta decidi buscar nuevos terrenos para predicar; pero en la ciudad de Taif fue recibido con rudeza. Su situacin en La Meca se hizo ms compleja, por lo que entr en relacin con tribus rabes vecinas y, posteriormente, con los habitantes de Yatrib, quienes aceptaron una alianza con l. Los impulsos que movieron a los medinenses a este pacto se explican por el carcter agrcola y artesanal de su ciudad y por la lucha entre las dos tribus rabes que se disputaban el control de ella: los aws y los jazray. Los .seguidores de Mahoma salieron de La Meca acompaados por Ali y Abu Bakr; despus l mismo abandon secretamente la ciudad, llegando a Yatrib, desde entonces llamada Medina, Madinat an-nabi ("la ciudad del profeta"), el 24 de septiembre de 622. Esta fecha marca el inicio de la era musulmana, suceso conocido como la hiyra (hgira), y un nuevo periodo para su fundador.

    Instalado en Medina, el profeta aparece como jefe teocrtico, sustituyendo la arcaica organizacin tribal por la Umma o comunidad de creyentes, basada en la unidad de fe, constituyendo una nacin de carcter mgico, y compuesta entonces por dos grupos: los muhyirn ("emigrantes", de La Meca) y los nsar ("sustentadores", de Medina); ambos grupos eran los ashb ("compaeros"). Mahoma cre en Medina el primer centro de oracin propio de la comunidad, masyid o mezquita, lugar de postracin y tambin de reunin. En este sitio se dieron los primeros elementos de organizacin, indispensables para cualquier progreso futuro. Ya no se trataba nicamente de predicar el Islam: haba que ponerlo en prctica y convertirlo en una fuerza. Para el profeta, la primera tarea consisti en fortalecer su posicin en Medina, para ello estableci las bases de la organizacin de la Umma, cuyo texto nos ha conservado la tradicin. En l se especifica que los creyentes de la tribu de Qurays y los de Yatrib, as como los que le siguen y con ellos combaten, forman una comunidad nica, distinta de los

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    otros pueblos, siendo solidarios unos de otros. As pues, este pacto regulaba las relaciones entre los creyentes y las de los distintos grupos; su finalidad era prctica, pero al mismo tiempo esbozaba un primer esquema de constitucin teocrtica, que paulatinamente haba de convertir al Islam en un imperio.

    No obstante, exista oposicin. Los judos, en particular, vean cmo Mahoma se apartaba cada vez ms de sus concepciones y costumbres. Al revs, el profeta se desilusion de ellos, pues esperaba que lo siguieran; el desencanto mutuo llev a una ruptura definitiva. Una tras otra, las tribus rabes de religin juda fueron expulsadas; ms tarde, el profeta tom Jaybar, frtil oasis judo ubicado a 160 kilmetros de Medina, eliminando as una posible amenaza y consolidando su poder.

    Al mismo tiempo se produjeron los primeros enfrentamientos blicos con los rneques. En 624, los musulmanes vencieron en la batalla de Badr, enfrentndose a un ejrcito superior en nmero y armamentos. Esta victoria confiri a las fuerzas de Mahoma una gran fe y se-guridad en su misin de difundir el nuevo credo. Abu Sul'yan, al frente de los meques, lanz una expedicin vengadora en marzo del ao siguiente, que, reforzada con contingentes aliados beduinos, derrot a las huestes musulmanas. Finalmente, "en la primavera del ao 627, los meques sitiaron Medina con un gran contingente, que fue rechazado con un simple sistema de trincheras. Este episodio es citado por la tradicin como "la guerra del foso".

    Junto a la tarea ofensiva y defensiva, Mahoma sigui organizando su comunidad, resolviendo infinitos problemas jurdicos, sociales y rituales, con su propio juicio o inspirado por revelaciones divinas. Los versculos del Alcorn y las normas del Hadit, decisiones y expresiones atribuidas al profeta, que muestran su "norma" o modo de actuar en la vida, Sunna, fueron esbozando el edificio de la sociedad islmica. Es as como la nueva religin y el nuevo lisiado iban adquiriendo forma. La costumbre pagana se fue modificando al dictarse normas sobre el derecho familiar, matrimonial y penal. Se fij y articul el culto con las instituciones fundamentales de la oracin cannica, la limosna legal, el ayuno y la peregrinacin.

    En marzo de 628, cuando se reanudaron los enfrentamientos con los meques, Mahoma negoci con ellos, lo que le permiti al ao siguiente peregrinar a su ciudad natal. La resistencia en La Meca fue decayendo, hasta que la ciudad finalmente se uni al profeta Abu Sufyan. A fines del ao 629 busc un pretexto para renunciar a la tregua acordada y en enero del ao 630, encabezando a diez mil hombres, Mahoma entr victorioso en La Meca, donde actu con magnanimidad. En el ao y medio que le restaba de vida, el profeta consolidara su obra en toda la pennsula, logrando erradicar en forma definitiva al paganismo e implantando un nuevo modo de vida en la nacin rabe, que, portadora de un nuevo mensaje, haba de cumplir un rol preponderante en la historia universal.

    El 8 de junio de 632, despus de varios das de enfermedad, Mahoma dej este mundo, siendo entenado en el solar de su casa, en Medina, donde surgira la mezquita del profeta, segunda en importancia despus de la Kaaba.

    La palabra islam deriva de la raz. verbal aslama, entregarse a, someterse a, y cuya acepcin religiosa indica dirigir el alma, el rostro en direccin a Dios, entrar en la senda que salva. De ah que la palabra muslim o musulmn implica la sumisin de uno mismo o de la persona a la omnipotencia divina, a la voluntad de Dios.

    La base fundamental de la doctrina islmica es la creencia, y en ella podemos distinguir dos aspectos: la fe y el testimonio.

    La fe o imn se encuentra reiteradamente explicitada en sucesivas suras o captulos del .Alcorn.

    "Oh, los que creis! Creed en Dios, en su enviado y en el libro que se hizo descender y en el libro que se hizo descender anteriormente. Quien no cree en Dios, ni en sus ngeles, ni en sus libros, ni en sus enviados, ni en el ltimo da, est en un extravo manifiesto."

    (Sura 4, versculo 135)

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    La tradicin del profeta, Sunnat an-nabi, conserva un relato de una conversacin sostenida por Mahoma con el ngel Gabriel en la mezquita de Medina, que repite el texto alcornico de la sura anteriormente mencionada.

    "Mahoma pregunta Qu es el imn? Es creer en Dios, en sus ngeles, en sus escrituras, en sus enviados, en el da ltimo y en la predestinacin..."

    El mismo relato deja claramente establecido cules son los actos de devocin con los que el musulmn debe dar testimonio de su fe.

    "Qu es el Islam? El Islam es pronunciar la profesin de fe, celebrar la plegaria, pagar el diezmo legal, hacer la peregrinacin a la Casa(Kaaba) y ayunar en ramadn (mes sagrado del calendario musulmn)".

    El trmino imn, fe, proviene de amana, que significa asegurarse por la fe, protegerse en ella; de esta misma raz verbal deriva la palabra mu min, creyente.

    La profesin de fe: la ilah, illa lil lah wa Muhammad rasul allah, que podramos traducir como: "No hay ms Dios que el Dios nico, y Mahoma es su mensajero", es el primer dogma del Islam. Rene en s fe y culto, imn e Islam. Pronunciarla es un acto de Islam que implica fe o imn y supone la aceptacin de todo el mensaje recibido por el profeta Mahoma.

    1. Dios

    "El Dios, no hay Dios, sino l, el viviente, el subsistente. Ni la somnolencia ni el sueo se apoderarn de l. A l pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Quin interceder ante l si no es con su permiso? Sabe lo que est delante y detrs de los hombres, y stos no abarcan de su ciencia sino lo que l quiere. Su trono se extiende por los cielos y la Tierra, y no le fatiga la conservacin de esto. l es el Altsimo, el Inmenso."

    (Sura 2, versculo 256)

    Segn el concepto islmico, Dios es el ideal sublime, la perfeccin absoluta, creador y sostenedor del universo, arbitro omnipotente del bien y del mal, juez ltimo de todos los hombres.

    l Creador es uno, indivisible, no posee composicin alguna, es nico tanto en esencia como en existencia. La esencia de Dios es incognoscible; se le conoce por sus cualidades o atributos, los cuales explcitamente aparecen en el Alcorn expresados en forma de eptetos y adjetivos tales como: el todopoderoso, al-aziz, el misericordioso, ar-rahim, el clemente, ar-rahman, completando un total de noventa y nueve los ms "hermosos nombres" o cualidades divinas; sin embargo, tres de stos constituyen el tringulo fundamental de la creencia islmica: el nico, el Eterno y el Sin Par, los que vienen textualmente expresados en la sura alcornica siguiente:

    "Di: l es Dios, nico Dios, el eterno; no ha engendrado ni ha sido engendrado, y no tiene a nadie semejante a l."

    (Sura 112, versculos 1-4)

    2. Los ngeles

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    Los ngeles, al igual que los hombres, son sus criaturas, servidores y adoradores. En el texto alcornico suelen presentarse como mensajeros, descienden con ellos los decretos de Dios en "la noche de la potestad", laylat al-qadr, registran las acciones de los hombres y atestiguan en favor o en contra de ellos en el da del juicio final.

    Junto con la creencia en los ngeles existe la doctrina de los demonios o ngeles rebeldes, que sern juzgados en el da ltimo junto a los hombres por sus acciones; entre ellos los hay creyentes e incrdulos. Los incrdulos descarran a los hombres de la recta senda y sern enviados al infierno el da del juicio; el lder de estos espritus malignos recibe el nombre de Iblis o Shaitan, el que fue maldecido por Dios por desobedecer el mandato divino de adorar a Adn, pero la condena fue diferida para el da del juicio final y se le dio autoridad sbrelos hombres a quienes sedujera.

    3. Los libros y l os apstoles

    La creencia en los profetas, como lo demuestra la profesin de fe, es, despus del dogma de la unicidad de Dios, pilar central del Islam. En todas las pocas y a todos los pueblos, Dios ha enviado profetas para predicar su unicidad y prevenir a los hombres respecto a sus actos y al ltimo da. Los creyentes estn obligados a creer en todos y cada uno de ellos sin distincin. Sin embargo, en el Alcorn slo se citan veintiocho profetas, de los cuales slo algunos recibieron gracias especiales, y una jerarqua superior, especficamente: Adn, No, la casa de Abraham, Moiss y Jess. El ltimo, el "sello" de los profetas, es Mahoma, apstol de Dios para toda la humanidad.

    Segn la creencia islmica, las enseanzas predicadas por todos los profetas son idnticas; slo ha habido una evolucin gradual en sus mensajes, hasta llegar a la definitiva, a la perfecta, el Alcorn, que no solamente confirma las anteriores, sino que, como revelacin de-finitiva que es, corrige y aclara todas las dudas, imperfecciones y desviaciones de la Torah, recibida por Moiss, los Salmos de David y el Evangelio de Jess

    4. El "Alcorn"

    Si el mundo rabe es el lugar del Verbo, es tambin el del hombre que recoge el Verbo y lo multiplica. La idea del signo conduce al rabe al magnfico vocablo aya (versculo). Segn el Alcorn, Dios dice: Sa-nurihnn ayata fl-afaq, "les haremos ver nuestro signo sobre el horizonte". La expresin del smbolo estalla por doquier en Oriente, en la cpula de las mezquitas, en las estrechas y curvadas callejuelas, en el llamado a la oracin del muecn. Hay pocos pueblos tan sensibles a la palabra como los rabes. Esta devocin por las letras, por el fenmeno lingstico, es recogida en toda su magnitud por el Islam. Si el cristianismo fija su centro en un hombre, Jess, el Islam lo centra en un libro: el Alcorn.

    En su forma externa, el Alcorn es un texto de aproximadamente quinientas pginas, dividido en 114 captulos o suras, dispuestos de un modo inorgnico y ordenados segn su extensin. Los primeros cuentan con un nmero de 250 versculos o ayas; los finales slo tienen tres o cinco versculos breves. Dictado por Dios a travs del ngel Gabriel, en pocos aos a un solo hombre, Mahoma es la base de la religin. Slo puede ser empleado en su original rabe, por lo que la expansin del Islam llev consigo la expansin de dicha lengua. En l se establecen las reglas de vida, la moral, las creencias, el culto y el derecho civil y cannico.

    Para el musulmn, la fuente primaria y fundamentacin ltima de toda actitud vital vlida y de todo verdadero conocimiento, radica en el Alcorn. En l se regulan tanto las relaciones del hombre con Dios como las relaciones entre los hombres.

    5. El da del juicio final

    Este da es presentado en el Alcorn como un gran cataclismo, el fin del mundo; los hombres sern llamados a rendir cuentas, los ngeles guardianes atestiguarn su historial, sus hechos sern pesados en la balanza y el libro de cada uno ser puesto en su diestra o

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    siniestra. En la diestra, a los agraciados, a los temerosos de Dios, humildes y caritativos, los cuales sern llamados a entrar al jardn del paraso, morada de la paz, mansin perdurable, donde habitarn eternamente. En la siniestra, a los condenados, los incrdulos, a los adoradores de otros dioses, quienes sern arrojados al infierno, fuego que los consumir por siempre, sin parar.

    El culto islmico

    El musulmn debe cumplir con deberes religiosos que den testimonio de su fe. stos constituyen el ibadat o actos de devocin que se encuentran prescritos para los creyentes en el Alcorn. Los pilares de la fe islmica son los ritos siguientes:

    1. La oracin (as-salat) Es uno de los deberes religiosos esenciales. Los musulmanes deben orar cinco veces al da: al principio de la maana, al medioda, por la tarde, al atardecer y por la noche antes de dormir. El musulmn hace estas oraciones para recordar siempre a Dios, para pedirle ayuda al empezar y terminar el da, incluso en el inicio y final de su trabajo. ; Todo creyente, dondequiera que est, debe realizar sus oraciones y observar el ritual a las horas prescritas; sin embargo, es recomendable realizar la oracin en una mezquita, masyid o lugar de postracin, con la direccin de un imam. La oracin debe realizarse en direccin a la sagrada mezquita de La Meca, casa simblica de Dios, que contiene la Kaaba. Hay muchas razones para que los rnusulmanes se dirijan a La Meca: es un smbolo de unidad, de la Umma, ya que todos los creyentes dirigen sus plegarias a un slo destino, para adorar a un solo Dios. La oracin debe hacerse en un estado de pureza, por lo que el creyente debe limpiar las partes ms importantes de su cuerpo para purificarlo. Seala al respecto un hadit, o dicho del profeta:

    "La oracin es la llave del paraso y la ablucin es la llave de la oracin."

    En todas las oraciones se recita la sura de la apertura o de introduccin al libio sagrado, que reza lo siguiente:

    "En d nombre de Dios, el clemente, el misericordioso. El agradecimiento a Dios, .seor de los mundos. Dueo del da del juicio. A ti te adoramos y a ti te pedimos ayuda. Condcenos al camino recto. Camino de aquellos a quienes has favorecido, que no son objeto de tu enojo y que no son los extraviados."

    (Sura 1, versculos 1-7)

    La oracin principal la constituye la que ha de realizarse el da viernes en la mezquila, da ofrendado a Dios, durante el cual deben suspenderse las actividades laborales.

    2. El ayuno (as-siyam)

    "Oh, los que creis! Se os prescribe el ayuno de idntica manera corno se prescribi a quienes os precedieron talvez sean piadosos!

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    Durante das contados. Aquel de vosotros que est enfermo o de viaje, ayunar un nmero de otros das. Quienes pudiendo ayunar no lo hiciesen, darn en rescate la comida de un pobre. Quien voluntariamente d ms, eso ser un bien para l. Que ayunis os es un bien, si vosotros sabis.

    En el mes de ramadn se hizo descender al Corn como gua para los hombres y pruebas de la Gua y de la Distincin. Quien de vosotros vea el creciente del mes, pues ayune; quien est enfermo o de viaje, ayunar un nmero igual de otros das. Dios quiere para vosotros lo fcil y no os quiere lo difcil. Terminad el periodo de ayuno! Ensalzad a Dios por lo que os ha dirigido! Talvez seis agradecidos.

    Cuando te pregunten mis siervos acerca de mi, diles que estoy cerca, que contesto al ruego del que pido cuando me invoca. Que ellos me respondan y crean en mi! Talvez estn bien guiados.

    [Os declaro lcito, en la noche del ayuno, la visita a vuestras mujeres: ellas son vuestro vestido y vosotros sois su vestido. Dios supo que os traicionabais a vosotros mismos, pero volvi a vosotros y os perdon. Ahora, cohabitad con ellas y pedid lo que Dios os ha prescrito.] Comed y bebed hasta que os parezca distinto el hilo blanco del negro en la aurora. A continuacin ayunad completamente hasta la noche. No cohabitis con ellas. Vosotros permaneced en oracin en las mezquitas. sas son las prescripciones de Dios. No os acerquis a ellas para transgredirlas. As declara Dios sus aleyas a los hombres. Talvez seis piadosos.

    (Sura2, versculos 179-187) El ayuno musulmn consiste en dejar de comer, de beber, de fumar, de realizar todo acto sexual durante el da, desde la madrugada hasta la puesta del sol, y esto durante todo el mes rabe que se llama ramadn. Mes en que se hizo descender el Alcorn. Al trmino del mes de ayuno, se realiza una de las fiestas religiosas ms importantes del Islam: id al-Fitr. Esta abstinencia constituye el aspecto exterior del culto, lo que conlleva a otro ayuno moral, interior, para dejar toda clase de vicios, de equivocaciones y faltas.

    El profeta Mahoma dice en un hadit:

    "Quien no deja las mentiras y de hacer el mal, Dios no necesita de l que deje su comida y bebida."

    3. El diezmo (az-zakat)

    El Alcorn prescribe dar limosnas o zakat. Esta palabra rabe deriva del verbo zaka, que significa purificar, por lo que el diezmo constituye un signo externo de la piedad y un medio de salvacin.

    En principio, la recomendacin que exhorta a ayudar a los necesitados, como derecho propio de stos y como medio de justificar y purificar los bienes que Dios ha concedido al hombre, parece haberse referido ms bien a ofertas voluntarias o sadaqat:

    "Te preguntan cmo deben hacer la limosna. Responde: 'Dad segn vuestras posibilidades'. As os aclara Dios las aleyas. Tal vez reflexionis acerca de esta vida y de la ltima."

    (Sura 2, versculos 217-220)

    Tom luego el significado de socorro material a los desvalidos, en forma concreta y obligatoria o zakat:

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    "Temeris el hacer preceder las limosnas a la entrevista? Si no lo hacis y Dios vuelve de su rigor para con vosotros, cumplid la oracin! Dad la limosna! Obedeced a Dios y a su Enviado! Dios est bien informado de lo que hacis.

    (Sura 58, versculos 13-14)

    En los primeros aos del califato, el zakat en castellano, azaque se convirti inevitablemente en un impuesto sobre el patrimonio, constituyndose en la nica obligacin cannica impuesta a los musulmanes.

    4. La peregrinacin (al-hayy) "Cumplid la peregrinacin y la visita en honor de Dios. Si estuvieseis impedidos, eximios por la ofrenda que os sea asequible, una oveja. No os rasuris la cabeza hasta que llegue la ofrenda a su lugar de inmolacin. Quien de vosotros estuviese enfermo o tuviese un mal en la cabeza, realizar su rescate mediante ayuno, limosna o sacrificio ritual. Cuando estis seguros, cualquiera que haga uso de la visita hasta la peregrinacin, sacrifique la ofrenda que le sea asequible. Quien no tenga, haga ayuno de tres das de peregrinacin, y de siete cuando regrese; eso es, diez das completos. Esto sirve para quien no tiene su familia presente en la mezquita sagrada. 'Temed a Dios y sabed que Dios es severo en los castigos!

    La peregrinacin tiene lugar en meses determinados. Quien se imponga la peregrinacin,-no galantear, ni pecar, ni discutir en la peregrinacin. El bien que hagis, Dios lo sabr. Tornad un vitico! Ciertamente el mejor vitico es la piedad. Temedme, oh, dotados de entendimiento!

    No cometis pecado al desear un favor de vuestro Seor. Cuando os revolvis desde Arafa, invocad a Dios en Al Masar santo. Invocadle porque os gui, pues antes estabais entre los extraviados.

    Luego, volveos por donde se vuelve la gente y pedid perdn a Dios. Dios es indulgente, misericordioso.

    Cuando cumplis vuestros ritos, recordad a Dios como recordis a vuestros padres, o con ms fuerte recuerdo. Entre los hombres hay quienes dicen: "Seor nuestro! Dadnos en esta vida!" Pero no tendrn parte en la ltima.

    Entre ellos hay quienes dicen: "Seor nuestro! Danos en esta vida bien y en la ltima bien y presrvanos del tormento del fuego!"

    sos tendrn una parte de lo que adquirieron. Dios es rpido en la cuenta. Invocad a Dios en los das contados. Quien se adelanta en dos das saliendo de Mina,

    no comete pecado. Quien se retrasa, no comete pecado. Esto es para quien es piadoso, Temed a Dios y sabed que vosotros os reuniris ante l!

    (Sura 2, versculos 192-201)

    La peregrinacin a La Meca es tambin columna fundamental del Islam. La obligacin de peregrinar a La Meca, por lo menos una vez en la vida, incumbe a todo musulmn adulto y sano, si las circunstancias de su fortuna y otras externas, independientes de su voluntad, no se lo impiden .

    As como antes de la oracin el fiel debe realizar la ablacin correspondiente, antes de peregrinar, el creyente debe hallarse en un estado de consagracin ritual o ihram, despojndose de todo lo que recuerde de su vida cotidiana y adoptando la forma de vestir ms sencilla posible. Generalmente emplea un tejido blanco, sin coser, alrededor de la cintura, y otro semejante encima de los hombros.

    A! llegar a la ciudad de La Meca, los peregrinos visitan la mezquita central de todo el mundo islmico, all oran y dan vueltas alrededor de la Kaaba, como homenaje de la llegada. Despus recorren los caminos por los que anduvo el profeta Mahoma. Finalmente se realiza una visita al monte Arafat, donde se ora en forma colectiva.