6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 ·...

8
GIJÓN, 13 de julio de 2016 • DIARIO DE LA SEMANA NEGRA • DECANO DE LA PRENSA NEGRA MUNDIAL ÉPOCA XXIX GRATUITO • Nº 6

Transcript of 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 ·...

Page 1: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

GIJÓ

N,

13 d

e ju

lio d

e 20

16 •

DIA

RIO

DE

LA S

EMA

NA

NEG

RA •

DEC

ANO

DE

LA P

REN

SA N

EGRA

MUN

DIAL

•ÉP

OC

A XX

IX •

GRA

TUIT

O•

6

Page 2: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

miércoles, 13 de julio de 20162

ASOCIACIÓN SEMANA NEGRA

Presidenta: Susana Quirós

Tesorero: Ceferino Menéndez

Secretaria: María Fernanda Poblet

Director del Comité Organizador SN: José Luis Paraja

Dirección: Pablo Batalla Cueto

Redacción:

Christian Bartsch

Yamel Buenrostro

Fotografía: José Luis Morilla

Preimpresión: Morilla Fotocomposición

D.L

.: A

s-2.3

91/2000

...se contaron cuentos, nos adentramos intramuros de la gestión cultural; Carme Solé hizo su intervención plástica durante la presentación de El secreto delgaleón, de Ana Alcolea; Juan Garay presentó El bestiario, Marcelo García presentó Cartas de amor después del ecocidio, charlamos sobre novela negramade in Asturias y descubrimos la revista Ábaco.

AYER, EN LA CARPA 3…

Imprime: Imprenta Mercantil

Y EN LA CARPA DEL ENCUENTRO…

Colaboradores:Miguel Barrero

Jesús Palacios

Eduardo Morales

Daniel Mordzinski

Enrique Flores (Portada)

...Vladimir Hernández presentó Indómitocon Alejandro M. Gallo,...

...Juan Álvarez presentó La ruidosa marchade los nudos con PIT...

... y Antonia Huertas presentó Alterworldcon Ángel de la Calle.

Page 3: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

miércoles, 13 de julio de 2016 3

Como un homenaje al relato corto,que fue el primer camino que tomó enlas letras, el autor Juan Tazón ha es-crito Siete maneras de morir, y llegóayer a la Carpa del Encuentro para pre-sentarlo acompañado de José ManuelEstébanez. «Éstos son relatos que heido haciendo a lo largo de mi vida, yson muy distintos entre sí, pero tienenun punto de conexión. De ahí el títuloSiete maneras de morir. Todos los rela-tos retratan momentos o episodios queme fascinan o me llaman poderosa-mente la atención de alguna manera»,explicó Tazón al público asistente.

En la obra hay una narración am-bientada en Irlanda del Norte, se tocael tema de la muerte y hay alguna otradonde se da importancia al sentido dela comunidad y de participación, comoes el caso de «La noche de la humani-dad». Hay también un relato que abor-da el miedo y el misterio y que «tieneque ver con la figura del judío errante,que es una figura literaria y legendariaque siempre me ha fascinado». Haytambién lugar para el humor en este li-bro: un humor basado en «la caricaturade excesos, en la exageración». La obra,

por lo demás, está llena de guiños bio-gráficos.

Tazón se pregunta también en su li-bro de dónde vienen las ideas que lue-go los genios han convertido en susobras. Aborda, en particular, la figurade Shakespeare, de cuya muerte, co-mo recordó, se cumple este año el cen-tenario: hace «una versión imaginativade lo que pudo haber sido la infancia»del genio inglés.

El también maestro de literaturainglesa en Oviedo se mostró agrade-cido y satisfecho por  la oportunidadde poder ilustrar su propio libro. El lec-tor podrá ver los dibujos al inicio de ca-da narración. «Siempre me ha gustadomuchísimo dibujar y pintar. Y yo creoque eso es algo que me viene de niño.Yo me hice lector con el Círculo deLectores y con una serie de libros degente joven de aquélla, pero tambiéncon libros clásicos como La isla del te-soro o Robinson Crusoe. Eran unos li-bros magníficos con unas ilustracionesbellísimas y desde aquel momento sur-gió en mí este sueño de poder ilustrarde alguna manera mi propia obra».

Yamel Buenrostro

Decía Georges Bernanos que «elrealismo es la buena conciencia de loshijos de puta». El programa de ayer enla Carpa del Encuentro se abrió conuna mesa redonda sobre la vigenciadel proyecto irrealista por excelencia:el libertario. Carlos Taibo, uno de losponentes, recordó la frase del escritorfrancés para pedir una «lucha sin cuar-tel contra los proyectos realistas» ycontra quienes «invocan la realidadcomo si viniese dada por la naturalezay fuese irreformable, cuando con todaevidencia la realidad es lo que elloshan forjado en descarado provecho desus intereses».

En oposición a esos paladines delrealismo y la sensatez, Taibo pide una«transformación radical» basada encinco puntos: decrecer, desurbanizar,destecnologizar, despatriarcalizar ydescomplejizar nuestras sociedades.«Decrecer, porque hemos dejado atráslas posibilidades medioambientalesque la Tierra ofrece; desurbanizar, por-que las ciudades se nos han escapadode las manos; destecnologizar, porqueparecemos esclavos de las tecnologías,que fueron teóricamente inventadaspara propiciar nuestra liberación; des-

patriarcalizar, porque quien a estas al-turas piense que la marginación de lasmujeres ha tocado a su fin está dandola espalda a la realidad; y descompleji-zar». Sobre este último punto fue máselocuente otra de las ponentes, IsabelEscudero, en opinión de quien «la li-bertad, hoy, es una mentira, porque es-tá basada en la construcción primerade un individuo que necesita las nece-sidades que crea la industria tecnológi-ca para sentirse satisfecho, cosa quenunca logra. Antiguamente había po-bres; hoy todos son miserables, porquehasta el más rico quiere más y más y

más». Vivimos, ilustró la escritora, enun mundo en el que hay atascos de co-ches cuyos conductores van al mismositio, por el mismo camino y a la mis-ma hora. Consideró además Escuderolas cinco d que propone Taibo una im-pugnación del Génesis bíblico, que «ledijo a Eva “parirás hijos con dolor”, aAdán “conseguirás el pan con el sudorde tu frente” y a los dos “creced y mul-tiplicaos”».

Antes que Taibo y Escudero habíahablado el tercer ponente de la mesa,Paco Ignacio Taibo II. El escritor as-turmexicano y director emérito de este

festival es de la opinión de que no sepuede hablar de un movimiento liber-tario, sino de un heterogéneo conjuntode libertarismos unidos tan sólo por«hilos sutiles», y entre ellos uno: elpropósito común de «ganarle horas ala vida; de ganarle al trabajo, conside-rado una forma de esclavitud moderna,tiempo de vida».Expuso PITII que:«Cuanto más me intereso por las dife-rentes variantes y momentos de lo quese da en llamar movimiento libertario,más concluyo que no existe el movi-miento libertario. Lo que existe sonmomentos libertarios bajo diferentes

formas de debate, organización y pen-samiento, que surgen en tiempos histó-ricos, situaciones geográficas y rela-ciones de fuerza muy diferentes entresí. El intento de convertir en doctrina,que es una tentación permanente quepersigue a la izquierda por todos los la-dos del planeta, es una herencia endia-blada del pensamiento religioso.¡Construye un cuerpo cerrado de mate-riales y hazlo doctrina, y en ese sacomete amigos, hermanos, parientes yparientes lejanos, y luego trata de quesea un saco coherente!».

La charla fue moderada por Mi-chel Suárez, que habló en la introduc-ción a la misma y se congratuló delcierto resurgir de lo libertario queaprecia en los últimos años, con el«surgimiento en el 15M, de una mane-ra más que evidente, de nuevas formasde relación que no tienen nada que vercon las formas de lucha pasadas delmovimiento obrero tradicional ni conel movimiento marxista. Ya no se tratade asaltar los cielos, ni de aquellos de-lirios homicidas bolcheviques delhombre nuevo y la tabla rasa, sino dedecir “no” a un vector de la moderni-dad, que es la razón productivista».

LAS SIETE MUERTES

Asuntos internos se titula la «inquietante pa-norámica de la reciente corrupción policial enEspaña» publicada este año por la editorial Kai-las, y que su autor, el periodista Jorge Cabezas,presentó ayer en la Carpa del Encuentro. El am-bicioso libro aborda todas las manifestaciones dela corrupción policial, desde el maltrato al queson sometidos quienes pretenden luchar contraella hasta el esperpéntico asunto del Pequeño Ni-colás, pasando por las mafias municipales queoperan en algunas comisarías; y «pretende abrirel debate sobre la necesaria renovación de unoscuerpos intocables durante décadas por su condi-ción de baluarte en la lucha contra el terrorismo».Cabezas estuvo acompañado en su presentaciónpor Alberto G. Llana, secretario general de laAsociación Unificada de Guardias Civiles en As-turias, que describió la obra como una crónica«espeluznante y que pone los pelos de punta».

Asuntos internos tiene como leitmotiv el casode Lucía Garrido, una mujer de Málaga asesina-da en 2008 y que, por una investigación deficien-te de la Guardia Civil, quedó en el olvido, peroque más tarde fue rescatado por la AsociaciónUnificada de Guardias Civiles malagueña. Elloreactivó la investigación y permitió descubrir to-da una maraña de corrupción que no viene al ca-so detallar, pero que involucraba narcotráfico, si-carios y la participación de 12 guardias civiles ymandos del Instituto Armado.

Según expuso Cabeza en la Semana Negra,«las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estadohan sido intocables desde 1978» debido a que«hemos sufrido el azote del terrorismo durantecuarenta años, la lucha antiterrorista causaba mu-

cho dolor y muertes dentro de las fuerzas y cuer-pos de seguridad del Estado y en los medios decomunicación había una especie de consigna ve-lada de intentar tapar todos los casos de corrup-ción y ensalzar acríticamente a la Policía y a laGuardia Civil». A su juicio, «ha habido miem-bros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Es-tado que se han aprovechado de esa benevolenciapara montar sus propios chiringuitos». Tambiéndenuncia Cabezas que la Brigada de Asuntos In-ternos no es el instrumento de control y castigode la infracción que debería ser, sino, por el con-trario, un ente controlado por la propia Policía yla Guardia Civil que en muchas ocasiones ha tra-bajado para «tapar e incluso perseguir al que seatreve contra la corrupción».

«Cuesta pensar que aquéllos en quienes depo-sitamos nuestra confianza, dándoles un poderque está bien si se utiliza para defender los valo-res del sistema democrático, puedan actuar ensentido contrario y ser capaces hasta de ir a sacara prostitutas de casas de acogida para devolverlasa los burdeles de las mafias de prostitución», re-flexionó Cabezas, pero aseguró que así es. Todoslos casos recogidos en su libro son rigurosamen-te reales.

Cabezas no quiso desaprovechar la ocasiónde ensalzar a «miembros de la Guardia Civil quehacen honor a lo que tienen que defender, que esla legalidad vigente, y ponen empeño en denun-ciar casos como el de Lucía Garrido para que losgarbanzos negros sean expulsados sin contem-placiones», pero también se pregunta «cómo esposible que sea necesario que la gente tenga acti-tudes tan heroicas en un sistema democrático».

CUERPOS DE

INSEGURIDADDE JUAN TAZÓN

Page 4: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

miércoles, 13 d 4

En el principio fue el mito. Después, comoya es tradicional, se urdió a su alrededor lacompleja trama de la realidad». La cita es

de Juan Cueto y viene perfectamente al caso.Quienes entienden el hallazgo de la tumba delapóstol Santiago y sus posteriores consecuenciascomo un fenómeno religioso cuyos pormenoresatañen únicamente a los practicantes de una de-terminada fe, se equivocan de medio a medio.Como todos los empeños capaces de sobrevivirdurante siglos, el asunto jacobeo no fue en abso-luto fruto de la casualidad. Fue, más bien, el re-sultado de una estratagema que perseguía un tri-ple objetivo: de un lado, cristianizar suelo paga-no en obediencia a ese axioma nunca formulado,pero sobradamente cumplido, por el que las reli-giones ni se crean ni se destruyen, sino que sim-plemente se transforman; de otro, tramar una há-bil maniobra política que diera consistencia a unapequeña porción de la península donde la cris-tiandad, o al menos una parte de ella, se estabajugando su futuro; por último, calmar las tempes-tades de la herejía echando mano de los mansosy fácilmente manejables aires de la divinidad.Era, como se ve, un rompecabezas complejo quenecesitaba una pieza singular para verse al fincompleto. Puede que muchos la buscaran sin lle-gar a dar con ella. Sabemos que quien finalmen-te la encontró fue un rey que supo navegar conlucidez, astucia y eficacia por las siempre turbu-lentas corrientes del poder.

La historia ya se ha incorporado a la leyenda,aunque probablemente no sea tan conocida comodebiera. Corría el siglo IX cuando un ermitañoque respondía al nombre de Paio y habitaba lasproximidades del bosque de Libredón, en el con-fín noroccidental de la península ibérica, viounas luces en el cielo que parecían señalar hacia

un rincón perdido entre la arboleda. Al seguir susindicaciones, descubrió un sepulcro y de inme-diato trasladó la noticia al obispo Teodomiro,responsable de la diócesis de Iria Flavia. El pre-lado dictaminó inmediatamente que aquella tum-ba era la del mismísimo apóstol Santiago y, actoseguido, envió un emisario a la corte para que in-formara al monarca. La sede del poder se habíainstalado unos años antes en la ciudad de Ovie-do, donde el rey Alfonso II había querido restau-rar el orden toledano que la invasión musulmanahabía deshecho. Cuando recibió la noticia, se pu-so en marcha de inmediato hacia aquel remotorincón de la Gallaecia a fin de contemplar consus propios ojos el hallazgo, conformando así laprimera ruta jacobea conocida, aquélla que hallegado hasta nuestros días con el nombre de Ca-mino Primitivo de Santiago.

Como se ve, la historia depara más preguntasque certezas: ¿cómo pudieron deducir que eraSantiago el morador de aquel sepulcro? ¿Quéfundamentos había para pensar que un apóstolpudiese acabar enterrado a muchos kilómetros dedistancia, y con todo un mar de por medio, del lu-gar en el que vivió y predicó siguiendo a sumaestro? Aquí es donde empieza a barruntarse lacocina de la historia. Cuando Alfonso II ocupó eltrono, ya se había extendido una tradición elabo-rada poco antes y según la cual Santiago habríapredicado la buena nueva en Hispania una vezcrucificado su mentor, y hasta se había compues-to un himno, el O Dei Verbum, en el que se seña-laba a ese mismo apóstol como patrón de estospagos. Se da la casualidad de que el autor de esaletra, el peculiar Beato de Liébana, había sidoconfesor de la reina Adosinda en la antigua cor-te de Pravia, el mismo lugar donde se crió el jo-ven que un tiempo después instalaría el trono enOviedo. Había toda una cadena hilvanada un po-co por casualidad, un poco por conveniencia, quesólo precisaba de un cabo firme al que amarrarsepara adquirir plena consistencia. Alfonso II, queera un tipo hábil, lo vio claro. En un tiempo en elque el reino de Asturias constituía el último pe-

queño gran bastión de la cristiandad en el perí-metro ibérico, con las tropas musulmanas amena-zando por el sur y los oriundos estallando decuando en cuando en pequeñas rebeliones inter-nas que era preciso sofocar para mantener unaunidad de acción desde la que hacer frente al ene-migo exterior, era imprescindible tramar una es-tratagema que inyectara autoestima a los de den-tro y atemorizara a los de afuera. ¿Qué mejor queel enterramiento de un apóstol para dar a enten-der que si el Reino de Asturias merecía cohesióny respeto era porque la divinidad le otorgaba surespaldo? Si el mismísimo Santiago quiso recibirsepultura en nuestros predios es que nosotros so-mos los buenos. Si nosotros somos los buenos,vale más estar de nuestro lado que situarse en-frente.

La historia que habla del traslado de los res-tos de Santiago hasta Galicia es hermosa, perofalsa. Habla de una barca que navega sola, de unareina malvada y del valor de unos discípulos dis-puestos a afrontar cuantos peligros se les pusie-ran delante con tal de cumplir la última voluntadde su líder. La verdad quizá sea más prosaica, pe-ro no menos apasionante. Las excavaciones ar-queológicas realizadas ya en época moderna ba-jo la catedral de Compostela dejaron a la luz unanecrópolis romana en la que destacaba una tum-ba principal, seguramente de un patricio o unapersonalidad notable del asentamiento, lo quepermite vislumbrar una hipótesis más plausible ala hora de explicar el descubrimiento del buenPaio. Hay otra teoría, no obstante, que siempreha recorrido los subtextos y que resulta enorme-mente atractiva por todo lo que sugiere. Es la quehace referencia a Prisciliano, un tipo que vivióen el siglo V, fue obispo de Ávila y pasó a la His-toria gracias al dudoso honor de haberse conver-tido en el primer hereje condenado a muerte porla Iglesia católica. Prisciliano fue un adelantadoa su tiempo, una especie de teólogo de la libera-ción en una época poco propensa a teorías igua-litarias, y pagó cara su osadía. Natural del noroc-cidente peninsular, se dice que tras su ejecuciónen Tréveris sus seguidores trasladaron su cuerpopor media Europa hasta enterrarlo «en algún lu-gar de Galicia». ¿Podría ser un hereje, y no unapóstol, el inquilino del sepulcro compostelano?Sería una posibilidad si la mencionada necrópo-lis romana no estuviese ahí para desmentirla, ydesde luego no resulta descabellado pensar quese trastocara su identidad con la de Santiago a finde detener el culto herético que tendría comodestino y fin su tumba. En cualquier caso, no pa-

rece la opción más acertada. Pero, aunque hay enGalicia otros enclaves que se erigen en deposita-rios de los restos priscilianistas, en ningún otro elrunrún ha cobrado la fuerza que, por razones ob-vias, cobra en Compostela.

Tampoco es relevante porque, a decir verdad,nada de esto importa demasiado. Si Santiago, sutumba y la ciudad que se levantó alrededor deésta ocupan hoy un lugar en el imaginario colec-tivo no se debe tanto a su existencia como a loque se desencadenó a partir de ella. El Caminode Santiago, la ruta de peregrinación instauradapoco a poco y por la que desde el Medievo has-ta nuestros días han transitado millones de per-sonas, ha dejado de ser un medio para convertir-se en todo un fin, un vínculo de convivencia enel que confluyen héroes y canallas componiendoun fabuloso microcosmos que dura lo que durael trayecto entre el domicilio de cada cual y laúltima morada de quien pudo ser apóstol, patri-cio o hereje. Goethe dijo que Europa se habíaconstruido peregrinando a Compostela, y no lefaltaba razón, porque en ese caminar hacia elmodesto fin del mundo que dibujan los acantila-dos gallegos se han venido trazando algunos delos perfiles más acogedores de ese espacio co-mún que se dibujó durante siglos al margen delos gurús macroeconómicos. Por él transitaron ytransitan reyes, futuros santos, nobles, comer-ciantes, criminales y mendigos, seguramente pa-ra descubrir antes o después que nada es lo queparece y constatar esa gran verdad que enseñaque el movimiento se demuestra andando. Pue-de que, sin saberlo, estén siguiendo los mismospasos que condujeron a los seguidores de Prisci-liano hacia sus dominios crepusculares, o tal vezsu recorrido imite en realidad el deambular conque sus ancestros más remotos intentaban apro-ximarse a los secretos del ocaso. Todos, sin ex-cepción, comprenden al llegar a su destino quelo que de verdad importa es aquello que han de-jado atrás. Igual que en los viejos tiempos de Al-fonso II, hoy Compostela es, más que un objeti-vo, una coartada.u

MIGUEL B

Miguel Barrero, ex subdirector de este perió

envía estos dos magníficos artículos sobre el

Sobre lo primero ha escrito un libro, Las tierr

21:00 en la Carpa 3. Con Aute charlará el vie

Page 5: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

de julio de 2016 5

Hace unos años, paseando por el Malecónde La Habana, una cámara de fotos sor-prendió a Luis Eduardo Aute asomándo-

se al Caribe. La fotógrafa, su propia hija, no sabíaentonces que unas cuantas décadas atrás otro ob-jetivo había inmortalizado a la misma persona,cuando aún era un niño, contemplando otro maren idéntica postura. Fue el propio Aute quien, alver la imagen, supo relacionar ambas instantáneasseparadas por el tiempo, pero unidas entre sí porel raro vínculo que a veces trazan las leyes delazar, y ver que en esa confrontación entre el pasa-do y el presente se escondían, como en un juegode espejos, algunas claves de la vida.

Nacido en 1943 en una Manila aún azotadapor los vientos convulsos de la segunda guerramundial, en ese desentrañar los significados ocul-tos del raro accidente de vivir ha ido desgranandosus días quien hoy ocupa por derecho propio unlugar de honor en el imaginario colectivo de va-rias generaciones. Tratando de obtener una res-puesta para las eternas preguntas incontestablesha pintado cuadros, escrito poemas y dirigido pie-zas de animación, pero si algo ha hecho que la fi-gura de Aute resulte imprescindible a la hora deabordar la reciente historia cultural de este país es

su condición de autor de algunas de las cancionesmás hermosas que ha alumbrado la música espa-ñola en nuestros tiempos. Medio siglo ha transcu-rrido desde que se encerró por primera vez en unestudio para registrar las letras y las partituras queterminarían conformando su primer single y queno tardarían en incorporarse al núcleo duro de unelepé embrionario en el que ya sedejaban anunciar los rasgos quedefinirían su obra. A lo largoy ancho de estos cinco de-cenios, Luis EduardoAute ha escrutadocielos e infiernos enpos de sus particula-res giralunas dandoforma a un universoen el que las alas delagua vuelan por losríos de Albanta y losrelojes que marcanel compás de la be-lleza han adquiridola sana costumbrede detenerse cadadía a eso de las cua-tro y diez. Dueño deun lenguaje propioque explora las dualida-des y compartimenta lasobsesiones en trípticos, suscanciones nos han hablado delamor, pero también de la muerte,de la duda, de la rabia o de la tristeza, y siemprehemos sabido que, por mucho que su autor habla-ra de sí mismo, se estaba refiriendo en realidad a

cada uno de nosotros. Ha sido un explorador mi-nucioso y atrevido de los recovecos íntimos («Adía de hoy podría decir/ que la sombra que arras-tro se me escapa»), oficiado de cantor del amorperdido y reencontrado («Contigo quemaré los dí-as/ y encenderé las noches») y glosado las virtu-des del sexo y sus delirios («Cuando dos cuerpos

son alma/ se hace la carne poe-sía») elevando su inspiración a

las alturas sin levantar ja-más los pies del suelo.

Opositor irónico y fu-rioso a los desmanesturbios y homicidasdel franquismo(«Hay algo en el ai-re,/ un fuerte olor aestiércol…»), obser-vador escéptico de latransición democráti-ca («A las frases he-chas y palabras gran-des que prometen li-bertad/ hay que temercomo se teme al es-pejo que oculta unamitad»), desencanta-

do testigo del devenirsocialista en los ochenta

(«Antes iban de profetas/ yahora el éxito es su meta») y

luchador, desde una prematuraasunción de la derrota, contra la

decadencia moral, estética e intelectual de nuestracontemporaneidad más ilegible («La mentira seráley; y el simulacro, institución»), Aute ha desarro-

llado sin prisas ni pausas una trayectoria que se haalejado prudentemente de las modas para mante-ner la debida fidelidad a sus propios principios.Un largo viaje en el que, contra lo que pudiera pa-recer, le han acompañado no pocas personas queencontraron en sus palabras certeras y su cálidavoz de seda rasgada el latido acogedor de las in-certidumbres compartidas. Heredero del espírituhumanista que guió a las mejores cabezas del Re-nacimiento, persigue constantemente esa canciónperfecta con la que ya ha dado en más de una oca-sión, aunque él finja no darse cuenta. En el empe-ño se ha apuntado discos tan pluscuamperfectoscomo Rito, Albanta o Slowly sin dejar de dar can-cha a empeños más personales —y, por esa razón,no siempre comprendidos—, como Sarcófago oTemplo. Ha indagado en varios idiomas, homena-jeado a sus poetas más queridos y compuesto ele-gías sentidísimas a algunos amigos que se fueronyendo. Nos enseñó que el mar es más que un pai-saje y que muy mal se tiene que dar la cosa parano hallar ni un resquicio por el que derramar doso tres segundos de ternura. Y cuando seguramen-te lo fácil, y hasta lo recomendable, era echar elcandado y dedicarse a vivir de las rentas, ha que-rido seguir dando vueltas de tuerca, plantando flo-res nuevas en las canciones viejas y demostrandoque aquel niño que miraba el mar puede no sermuy distinto del hombre que es quien él será y quehoy le contempla desde la perspectiva que dan sie-te décadas de camino por el mundo, siempre a lacaza de esos giralunas que atesoran el secreto dela mágica ley de los contrarios. El arte, la poesía yla belleza son palabras tan extrañas que bien po-drían tratarse de un conjuro, y el pensamiento esestar siempre de paso.u

BARRERO

ódico y buen amigo de la Semana Negra, nos

Camino de Santiago y Luis Eduardo Aute.

ras del fin del mundo, que presenta hoy a las

ernes, también en la Carpa 3.

Page 6: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

Les confieso que ya lo echaba demenos. El tebeo hizo por fin ayer suprimera aparición de este año en la car-pa del Espacio A Quemarropa (EAQ).Se hizo de rogar, pero la espera merecióla pena, ya que lo hizo de la mano de unautor tan personal como divertido:Mauro Entrialgo. Si el lunes presentójunto a Borja Crespo una obra en laque colaboraron estrechamente, dedica-da a la nadadora Teresa Perales, ayerambos acudieron a nuestra querida car-pa con obras propias.

Entrialgo presentó Ángel Sefija sincagarse en diez. Lo hizo en compañíade Jesús Palacios, que, además de con-fesar la amistad que les une, glosó la fi-gura de un autor al que admira profun-damente. «No es sólo un grande de lahistorieta, sino también un gran pensa-dor, uno de los ingenios más lúcidos denuestro país», resaltó Palacios. ÁngelSefija lleva ya 16 años en la revista ElJueves sin faltar ni un solo número.«Cuando me encargaron dar vida a unpersonaje, decidí crear uno con el quese pudiera hablar de cualquier cosa. Erauna forma de asegurarme durar muchosaños en la revista», bromeó el dibujan-te. Si Ángel empezó fijándose princi-palmente en el mundo de la noche y lacultura, hoy la política está cada vezmás presente en sus disquisiciones. «Enel momento en el que empecé a hacerhistorietas no quería hacer humor, sinocontar cosas. Lo que pasa es que sinquerer me salían de risa. Ahora ya recu-rro conscientemente a esos mecanismosde humor para contar las cosas que meinteresan, que es lo que yo quería hacerdesde el principio», explicó. Lejos dequerer influir en el pensamiento occi-dental del siglo XXI, Entrialgo comen-tó que dibuja cómics «porque me gusta,porque me da de comer y porque mesirve de terapia». Y que sea por muchotiempo… si la censura (que sí, existe)lo permite.

Unos minutos después, Jesús Pala-cios repitió presencia presentando aBorja Crespo, que acudió con su libroUsted no es una persona normal, en elque recoge una serie de textos, relatoscortos, columnas, etcétera, que fueronapareciendo principalmente en la pági-na web El butano popular. «Es un libromuy gruñón, porque gruñir es vivir»,comentó Crespo. Algo que no había enla web eran ilustraciones, lo que sí aña-de en el libro, y lo hace de la mano degrandes nombres del cómic, el dibujo yla ilustración, como Chema García,

David Rubín, Paco Roca, Pedro Verao David Aja, entre otros. Respecto alos textos, Crespo resaltó la «absolutalibertad» con la que los escribió en sumomento, una libertad que no encuen-tra en otros ámbitos. La naturaleza delos artículos es muy diferente, lo quehace este libro «difícilmente clasifica-ble». El humor negro, la ironía y el sar-casmo que inundan sus líneas corren elpeligro de no ser entendidas por partedel público actual. «El problema no esla gente que no lo entiende, sino la que

además se enfada y te insulta por las re-des. “¡Intelectual! ¿Qué haces, literatu-ra?”, te dicen». Síntoma de estos tiem-pos. Por eso, habrá que cuidar a ese pú-blico fiel, de culto, que no le falta aBorja Crespo.

La tarde había comenzado antes enla carpa con la presentación de Los im-pecables, de Tatiana Goransky, un li-bro formado por dos novelas cortas,Ball boy y Don del agua. La primeraestá protagonizada por un joven que re-nuncia a ser un gran tenista para ser elmejor recogepelotas del mundo, un re-cogepelotas «impecable». Goranskyconfesó al público presente y a CarlosSalem, que le acompañó en la mesa,que, para escribir el libro, estuvo vien-do el torneo de Roland Garros de 2009por completo. Aprendió incluso a jugaral tenis, «aunque nunca conseguí sacarpor arriba», confesó la autora argentina.La segunda historia aborda una maldi-ción familiar, la de un zahorí que tiene

dos hijos, un capitán de barco y un bu-zo profesional. El agua marca a esta fa-milia, y acaba siendo su perdición. Laobsesión de los protagonistas es el pun-to común de ambas historias, obsesiónque conduce a la locura y, al mismotiempo, a la tragedia.

Con la siguiente cita dimos un saltodel drama a la risa. Aterrizó Juan Basen el EAQ con su nueva novela, Pája-ros quemados, debajo de un brazo. De-bajo del otro se trajo a Ángel de la Ca-lle, que no dejó de elogiar la obra y dereírse mientras la recordaba. «Es deesos libros que no te cambian la vida,pero te la mejoran notablemente», afir-mó De la Calle. Pájaros quemados na-rra la historia de dos delincuentes encuyo viaje hacia el desastre final estánacompañados por «personajes muy di-versos que se van a complicar mucho lavida unos a otros», explicó Bas. Y todocondensado en apenas 48 horas y enplena ola de calor. Una olla a presiónque, según el autor, supone «mi novelamás pura de género, procurando que elhumor no estropeara la seriedad de lastramas». «Me lo he pasado muy bienescribiéndola, y creo que eso se nota alleerla», resaltó el escritor bilbaíno, queexplicó que se ciñó al esquema que ha-bía dibujado antes de sentarse a escribir

para que todas las tramas funcionaran.Un libro, en definitiva, «con muy mala

leche», reflejo de nuestra época, en laque navegamos entre la risa, el llanto yel cabreo. Bas anunció que con ella cie-rra un ciclo en su trayectoria literaria,en la que el humor dejará paso a un to-no muy diferente. Pronto lo veremos.

Tomaron el relevo Luis Artigue yRafa Melero. Éste último presentó Ful,título que hace referencia al nombre delprotagonista (Fulgencio), un personajeque es un delincuente sin ser mala per-sona, un joven de barrio cuyas decisio-nes no dejan de ser erróneas a lo largode toda su vida. Un buen día, el prota-

gonista se deja llevar por la idea de ro-bar a un narcotraficante, una decisiónque no tiene otro propósito que salir dela miseria y abandonar su barrio, peroque en realidad desencadena toda unaserie de peripecias que llevan a Ful y asus amigos hacia un infierno. Porque loque mal empieza… A la hora de escri-bir esta novela, Melero abandonó el bo-rrador en el que estaba trabajando parauna tercera entrega de su personajeprincipal, el sargento de los MossosXavi Masip, para «pasarse al otro la-do». El objetivo: abandonar su zona deconfort y crecer así como escritor.Prueba superada. No obstante, que losfans de Masip no sufran, porque volve-rá pronto… ¡y con la presencia estelarde Paco Gómez Escribano! No pre-gunten, cosas de las sobremesas…

El EAQ también fue ayer escenariode un nuevo Aula SN, en este caso de-

dicado a El lado oscuro del Universo.La charla corrió a cargo del profesorEnrique Fernández, catedrático de fí-sica de partículas de la Universidad deBarcelona, que fue presentado por sucompañero de la Universidad de Ovie-do Javier Cuevas. Ante un público queabarrotó la carpa, Fernández habló so-bre la materia y la energía oscuras, quecomponen gran parte del Universo,aunque no las veamos. El científico re-alizó un recorrido histórico por la evo-lución de la cosmología, que es la partede la ciencia que estudia estos fenóme-

nos. «No sabemos de qué está hecha lamateria oscura, pero es que ni siquierasabemos qué tipo de materia es», co-mentó Fernández. Respecto a la energíaoscura, explicó que se trata de esa ener-gía de naturaleza desconocida que pro-voca que el Universo no sólo se sigaexpandiendo, sino que lo haga cada veza mayor velocidad. En la actualidad,ambos conceptos todavía son un miste-rio y hay varios proyectos científicosque los están investigando. Preguntasapasionantes sin respuesta… por el mo-mento. Al finalizar la ponencia, Ángelde la Calle agradeció en nombre de laSemana Negra la colaboración de losparticipantes en estas Aulas SN, unainiciativa que ha venido para quedarse.

La jornada en la EAQ culminó conla presentación de Demasiado ruido, deJosé Javier Abasolo, «una novela deverdad» en palabras de José ManuelEstébanez, que acompañó al escritor.Es la última entrega de las aventurasdel detective Mikel Goikoetxea, su po-pular personaje. «Me costó mucho cre-ar al protagonista, pero una vez lo hicele puse todos los tópicos con el objeti-vo de darles una vuelta y ponerlo en misociedad y en mi tiempo». En esta oca-sión, lo pone en una situación límite.«Acaba vivo, pero muy deteriorado»,adelantó. El buen humor presidió lacharla, en la que algún autor semanerohizo bueno el dicho de «con amigosasí…». Abasolo salió del aprieto no tanmaltrecho como Goiko en la novela,por suerte.

Como ven, la oferta en la carpa delEAQ es siempre rica y variada. Tienenuna nueva oportunidad de comprobarloesta tarde. Si no lo hacen, no digan queno les avisé.

miércoles, 13 de julio de 20166

Por Christian Bartsch

Juan Bas.

Tatiana Goransky y Carlos Salem.

Borja Crespo y Jesús Palacios.

Rafael Melero y Luis Artigue.

José Javier Abasolo y José Manuel Estébanez.

Page 7: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

miércoles, 13 de julio de 2016 7

MascaradaTarde o temprano tenía que llegar la hora de las máscaras. Por-

que la máscara, para la mayoría de nosotros, los monstruos, es másque un simple recurso con el que ocultar nuestra fealdad, para po-der así codearnos siquiera brevemente con el resto de la humanidadsin vernos rechazados, odiados y temidos de inmediato (pudiendotambién de paso perpetrar nuestras fechorías a salvo y a cubierto).

Es, sobre todo y ante todo, nuestro verdadero rostro: una mentiratantas veces exhibida acaba por convertirse, inevitablemente, enverdad. Y en eso, no somos muy distintos de los demás. De hecho,curiosamente, somos incluso más honestos, dado que la mascaradaen que vivimos revela claramente aquello que muchos de vosotrosos empeñáis en esconder: que el Mal no está ahí fuera —ni la ver-dad: lo siento, Mulder— sino aquí dentro. Dentro de todos nos-otros, dentro y detrás de la máscara.

Por lo menos nuestras máscaras son bonitas. Creativas, artísti-cas, evocadoras… Recordemos, por ejemplo, la impresionantemáscara de calavera con la que Erik, el fantasma de la Ópera, sepresenta en el gran baile de disfraces del filme de Rupert Julian,o el casco aviforme y afilado, como de carnaval veneciano, con elque su émulo pop, el malhadado Winslow Leach, deambula román-tico y criminal por la obra maestra de Brian de Palma El fantas-ma del paraíso. La infinita variedad de máscaras que utilizara elgran Fantomas, maestro del crimen y el disfraz, o la perfección conla que el profesor Jarrod imitaba el rostro de Vincent Price para es-conder su cara requemada en Los crímenes del museo de cera de1953 (Price es uno de los favoritos de los monstruos, como puederefrendar mi colega Anton Phibes, que eligió también su faz paraocultarse. Quizá porque Vincent Price siempre decía que no se tra-taba de monstruos, sino de «hombres traicionados por el destino yen busca de venganza». Tenía más razón que un santo, claro). Yomismo me siento bastante orgulloso de mi hierática y estólida más-cara, que cuido y mimo todos los días como la niña de mis ojos (loque no tiene nada que ver con me encante sacar los ojos a las ni-ñas. Esa es otra historia: nunca deberían verme de cerca). Por nohablar de la evocadoramente surrealista máscara de maniquí deChristian Génessier en Los ojos sin rostro.

De todas estas máscaras clásicas del terror descienden, por su-puesto, las de la moderna Danza de la Muerte que compusieran, afinales del siglo pasado, otras tan populares aunque menos ilustrescomo las de Leatherface, Michael Myers, Jason Voorhes, el Dr.Decker (aka Cara de Botón), los múltiples asesinos ocultos trasGhostface (cortesía de Edvard Munch), así como las de los super-villanos al estilo del Joker, el Dr. Doom, Cráneo Rojo o (¿por quéno?) el mismísimo Darth Vader y un largo etcétera que ha mante-

nido viva la tradición del monstruo más o menos deforme y enmas-carado. Por supuesto, la máscara no siempre hace al monje, e igual-mente abundan los superhéroes y justicieros enmascarados queocultan su propia monstruosidad no sólo tras antifaces, caretas ydisfraces, sino, ¡horror!, tras sentimientos justicieros, patrióticos ybondadosos. Que son los que más miedo dan, por supuesto.

El caso es que, guste o no guste, al final todos, absolutamentetodos, llevamos una (o muchas) máscara(s). La gran diferencia en-tre los monstruos deformes como mis colegas y yo respecto al res-to de vosotros, es que cuando llegamos a casa tras una larga jorna-da de sangriento trabajo, podemos quitárnosla tranquilamente,mientras que vosotros estáis condenados a seguir con ella, disimu-lando y mintiendo junto a vuestra esposa, hijos, vecinos y masco-tas. Hasta el día final, claro, cuando la vida misma, que es la mis-ma muerte, os obligue a quitaros la última máscara para revelar lacalavera bajo la piel. Entonces, todos, monstruos y héroes, sere-mos, por fin y sin duda alguna, iguales y la gran mascarada habráterminado para siempre.

Transcripción de Jesús Palacios

[seis]El director del Diario de Norteña desayuna cada día café

con churros en uno de los veladores centrales del Gran Café.Llega allí con los periódicos de la mañana bajo el brazo y de-ja transcurrir una hora y media ojeando las informaciones y le-yendo con más detenimiento los artículos de aquellos a quie-nes considera columnistas de referencia. No están todos losque son. El director del Diario de Norteña no lee nunca su pro-pio periódico, como tampoco lee los que constituyen su com-petencia directa. Ha convertido ese costumbre matinal en unrefugio desde el que vengarse contra la saña de un destino queno quiso brindarle la vida que a él le hubiera gustado tener. Eldirector del Diario de Norteña se ha convertido, tras varias dé-cadas de empeño, en el amo y el señor de una ciudad que cree

encontrar en las páginas sobre las que él manda su más vivoretrato, pero ese triunfo obtenido después de mucha lucha ymucha fatiga y algún que otro disgusto, lejos de colmarle, aca-bó instalando en él la frustración de quien comprende que hamalogrado sus días en la consecución de un objetivo que ver-daderamente no conduce a ningún sitio. Cada vez que entra alestablecimiento de aires coloniales a primera hora, cuando lacafetera aún no ha alcanzado la velocidad de crucero y los ca-mareros bostezan tras la barra y procuran quitarse con disimu-lo las legañas, se ve a sí mismo cuando era un zagal que fan-taseaba en la Escuela de Periodismo de Madrid con un porve-nir cuajado de glorias imperecederas y no puede dejar depreguntarse en qué momento —y lo peor, sin darse cuenta—decidió sacrificar el brillo de los sueños para conformarse conel consuelo adusto y gris de una realidad a escala reducida.

El director del Diario de Norteña, si le preguntan al res-pecto, responde que Norteña es el mejor lugar para vivir y

que desde niño soñó con llegar a ser quien es en la ciudad quesiempre ha sido la suya. Sabe que nadie soportaría conocer laverdad, que nunca podrá confesar —a veces disfruta imagi-nándose a sí mismo lanzando las palabras como misiles anteun auditorio enmudecido— que si algo odia con toda su bilises precisamente ese cantón orientado hacia el mar cuyos de-signios glosa o dirige, según el caso, desde el pequeño despa-cho en el que ordena teletipos, construye secciones, recibe so-plos, encomienda crónicas y perfila en una vulgar libreta decuadros las frases que a última hora de la tarde empezarán acomponer los titulares de la primera plana. El director delDiario de Norteña suele decir que una noticia en portada es elorgasmo de cualquier periodista, pero calla que a él le gusta-ría detener una noche la rotativa, suspender la publicación ydemostrar que la vida puede continuar perfectamente porqueen Norteña todo sucede como por costumbre y no será su dia-rio el que sepa sacar a la ciudad de su ostracismo complacien-te y milenario, esa enfermedad de la provincia que quiere vergigantes donde sólo hay molinos y construye castillos en elaire con las maderas desvencijadas de las viejas barcas depescadores que han quedado abandonadas en las dársenas delmuelle. Algunas veces el director del Diario de Norteña ha-bla con algunos compañeros de estudios que tuvieron la suer-te de abrirse un hueco en la capital y han acabado convirtién-dose en cabezas visibles de reputados medios nacionales, ycuando éstos le hacen ver la suerte que tiene por poder des-empeñar el oficio en una ciudad en la que las cosas aún pue-den dimensionarse en unas proporciones compatibles con lavida, él piensa para sus adentros «ojalá te mueras» y cree ha-llar la confirmación de aquel dicho que asevera que no se hi-cieron las mieles para la boca del asno. El director del Diariode Norteña mira y se deja mirar desde su observatorio del ve-lador del Gran Café y ve a sus convecinos como hormigas cu-yos hábitos está obligado a observar y analizar, cuando lo queen realidad le gustaría hacer sería aplastarlas a todas y sacaral día siguiente un periódico con todas las páginas negras enseñal de duelo por el resultado de una venganza tan merecidacomo irreversible.

Page 8: 6 N TO I U T A R G X I X A C O P É AL I D N U M A R G E N A S N ... - … · 2018-08-02 · miércoles, 13 de julio de 2016 3 Como un homen aje al relato corto, quef fue el primer

11.00 Inicio de la distribución gratuita del número 6 de A Quemarropa.

17.00 Apertura del recinto de la SN: Feria del Libro. Mercadillo interétnico.Música en el recinto. Terrazas. Atracciones de feria.

Apertura de exposiciones:

ENRIC SIÓ. LA GUERRA DEL POETA (carpa de Exposiciones).

LOS AñOS SILENCIOSOS (carpa del Encuentro).

RETRATOS INDIGNADOS (15 M Asturies) (calle Palafox).

FOTO y PERIODISMO.

18.00 (Espacio A Quemarropa) Presentación: Juegos de cloaca, de Jon Arretxe.Con Paco Gómez Escribano.

18.00 (Carpa 3) Cuentacuentos. Con Merche Medina.

18.30 (EAQ) Presentación: Cuentas pendientes, de Susana Hernández.Con Germán Menéndez.

18.30 (C3) Encuentro con los lectores: Petros Markaris.

18.45 (CdE) Presentación: Final de trayecto, de Emmanuel Grand.Conducen Marc Fernández y Lourdes Pérez.

19.00 (EAQ) El cómic en Argentina ahora y siempre.Con Andrés Accorsi y Norman Fernández.

19.30 (C3) JUVENIL: Torimaki y otros, de Beatriz Rato.Con Ismael y Sergio.

19.30 (CdE) Presentación: Te dejé ir, de Clare Mackintosh.Con Germán Menéndez.

19.30 (EAQ) Presentación: La suerte tiene sus planes, de Fernando López.Con Alejandro M. Gallo

20.00 (C3) Presentación: Ribera, fin de trayecto, de Alex Garzó.Con Miguel Badal y Rafa Gutiérrez.

20.00 (EAQ) Presentación: Manguis, de Paco Gómez Escribano.Con Ángel de la Calle.

20.15 (CdE) Presentación: Muertos en la estepa, de Ian Manook.Conducen Marc Fernández y Lourdes Pérez.

20.30 (C3) Presentación: Seguimos con fame, de Fame Poétika. Con Andrés Treceño,Amanda Fernández, Diego Solís y Jorge Alonso.

20.30 (EAQ) Presentación: Sigue la mala vida, de Carles Quílez.Con José Manuel Estébanez.

21.00 (CdE) Presentación: Los del San Patricio, de Pino Cacucci.Con Luis Sepúlveda.

21.00 (EAQ) Presentación: Marxismo e Historia Social, de E. P. Thompson.Con Francisco Erice. Colabora Colectivo de Historia Crítica.

21.00 (C3) Presentación: Las tierras del fin del mundo, de Miguel Barrero.Con Rafa Gutiérrez.

21.30 (EAQ) Presentación: La chica olvidada, de Noelia Lorenzo Pino.Con Paco Gómez Escribano.

21.30 (EAQ) Foto y periodismo.

22.30 Concierto en el escenario central:

B-Suite

EL DIRECTOR DE AQ RECOMIENDA

Nunca he hecho el Camino de Santiago. Tengo ganas de hacerlo, pero todavíano he encontrado el momento. Quien sí lo ha hecho es Miguel Barrero, ex sub-director de este periodiquín, y ha escrito un magnífico libro sobre ello que le hapublicado Trea y se presenta mañana: Las tierras del fin del mundo. Hace alrede-dor de un mes le hice una entrevista para el periódico en el que me gano los gar-banzos en tiempo de paz, y me comentaba algo que yo ya había oído antes a otrosamigos que hicieron el Camino y me había parecido una ñoñez, pero que oyéndo-sela a Barrero, que es un tipo hecho y derecho que llama pan al pan y vino al vi-no y que es poco o nada dado a cursilerías, he acabado por creerme. El Camino,me contaba Barrero, tiene una magia especial, una suerte de embrujo o de místicaque afecta por igual al más fervoroso de los creyentes y al más furibundo de losateos que lo hacen. Se entra como en una burbuja; como en una vida dentro de lavida que corre como a décuple velocidad, que tiene sus propias fases de infancia,juventud, madurez y muerte —la llegada a Santiago— y en la que todo se experi-menta más intensamente: cuando uno se reencuentra con alguien a quien ha cono-cido el día anterior, es como si se topase con el más querido de los amigos. Laspropias leyes de la vida normal se vuelven inoperantes en el Camino, reemplaza-das por nuevas leyes que decretan una sociedad igualitaria en la que el parado estanto como el ejecutivo de una gran multinacional, se comparte la comida y losbienes y se duerme en albergues colectivos. Es, sencillamente, otro mundo.

Barrero fabulaba también, en la entrevista que le hice, una seductora posibili-dad, perfectamente factible: la de hacer el Camino con una identidad falsa. Deesos amigos de los que uno se vuelve íntimo en diez minutos, uno no sabe, en re-alidad, nada más de lo que le han querido contar. Barrero me ponía el ejemplo dedos peregrinos estadounidenses con los que había compartido la mayor parte delCamino y con los que había hecho muy buenas migas, pero de los que descubrióque eran devotos creyentes sólo al final, cuando se los encontró rezando postradosde hinojos en la catedral de Santiago, sin que ellos supieran que los estaba vien-do. En las conversaciones que habían mantenido hasta entonces, aquellos tipos ha-bían obviado esa parte sin duda importante de su identidad hasta tal punto que Ba-rrero los había tomado por ateos o agnósticos. ¿Por qué no llevar ese ocultamien-to al extremo y configurarse a uno mismo en el Camino como un personajecompletamente diferente del que es en realidad?

Estoy seguro de que no me equivoco si digo que todos hemos fantaseado al-guna vez con uno de esos cambios de identidad; con arrastrarnos a nosotros mis-mos a la papelera de reciclaje y abrir un documento de Word nuevo y vacío paraescribirnos de nuevo, libres de las erratas que nos amargan. En Robinson Crusoehay un pasaje en que una Biblia es arrastrada desde el barco naufragado hasta laplaya de la isla de Robinson, y éste la encuentra con el texto completamente bo-rrado por el agua salada, tan sólo como un libro grueso con las páginas en blanco,que después utiliza como diario. A algo así me refiero. A reescribirse a uno mis-mo sin pecado original, ni diluvio universal, ni Sodoma y Gomorra.

No soy muy aficionado a la novela negra —ayer me confesé poco simpatizan-te del anarquismo y hoy me confieso poco aficionado a la novela negra; van a aca-bar despidiéndome—, así que no sé si hay muchas, pocas o ninguna novela negraambientada en el Camino de Santiago. Pero creo que, si no la hay, se podría haceruna magnífica con estos mimbres: un asesino en serie, pongamos que recién sali-do de la cárcel, que, deseoso de retomar su carrera criminal, se lanza al Caminocon una identidad falsa y va trabando amistad con cuantos peregrinos se encuen-tra a fin de encontrar personas que respondan al perfil de su víctima tipo, sin queéstas tengan la más remota idea de su espeluznante condición verdadera.

Barrero no ha escrito una novela negra, sino algo más inclasificable a mediocamino entre el libro de viajes y el ensayo, con pasajes filosóficos verdaderamen-te deliciosos. Mientras esperamos a que alguien escriba esa novela negra ambien-tada en el Camino (quizás ya esté escrita, no sé), les recomiendo muy mucho Lastierras del fin del mundo. Se va a presentar hoy a las 21:00 en la Carpa 3.

MIÉRCOLES1313PROGRAMA

miércoles, 13 de julio de 20168

AvantipopoloAvantipopolo

Un buen escritor no descarta ningún alimento para sus novelas

LA ÚLTIMA DE

MordzinskiMordzinski