Jesús Zamora G, Kolakowski, México y la caida del socialismo, 2011

8/4/2019 Jess Zamora G, Kolakowski, Mxico y la caida del socialismo, 2011

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CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORESEN ANTROPOLOGA SOCIAL

KOLAKOWSKI

Mxico Y LA CAIDA DEL SOCIALISMO

POR Jess Zamora Garca


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UN ANTECEDENTE

Fui un ferviente admirador de Leszek Kolakowski en mis aos de formacin

como historiador en el Departamento de Historia del Centro Universitario de

Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. De l me

emocion la direccin religiosa detrs de su obra. Durante ese periodo haba

ya ledo las Principales Corrientes del Marxismo.1 Le con buen gusto otros

libros de Kolakowski, entre ellos el de La modernidad siempre a prueba2, y Si

Dios no existe3, texto que me haba obsequiado un seminarista apasionado

con la Teologa de la Liberacin. Tuve claro desde que conoc su obra, que

Kolakowski perteneca desde haca muchos aos a ese nutrido y creciente

grupo de decepcionados del socialismo de Europa Oriental, y del llamadosocialismo real para ser ms precisos.

En especial, me interes mucho, Main Currents of Marxism, debido a

su evidente carcter ideolgico, a pesar de que en varios momentos del texto,

Kolakowski trata de convencernos de que ese no es su propsito ideologizar

ni convencer a nadie. Adems de que el libro nos permite una sumersin total

en todos los hilos que conforman el pensamiento de Marx, tambin permiti

en su momento y a sus contemporneos de fines de los setenta, vaticinar algo

que para los polacos era inevitable: el debilitamiento y gradual muerte del

socialismo. Fue en cierta medida, esa carga de carcter proftico lo que me

cautivo de ese libro cuando vi cumplidos sus designios en 1991. Con los aos

Jess Zamora Garca es Maestro en Historia por la Universidad de Guadalajara; es autorespecializado en el tema de los movimientos guerrilleros en la Guadalajara de los aossetenta; actualmente, cursa el doctorado en Ciencias Sociales en el Centro deInvestigaciones de Estudios Superiores en Antropologa Social (CIESAS-Occidente), endonde desarrolla una investigacin sobre la organizacin guerrillera Las Fuerzas

Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP). El presente trabajo es un ensayo en proceso dereflexin y replanteamiento en aras de convertirse en un breve libro sobre el tema.1

Leszek Kolakowski, Las principales corrientes del marxismo: Su nacimiento, desarrollo ydisolucin, Alianza Editorial, Madrid, 1980. En Espaa se realiz un homenaje en el que seexpuso la obra de Kolakowski en junio del 2009, el cartel de publicidad estaba encabezadopor la frase: Leszek Kolakowski, el filosofo que tritur al marxismo.2

Leszek Kolakowski, La Modernidad siempre a prueba, Vuelta, Mxico, 1990.3

Leszek Kolakowski, Si Dios no existe, Editorial Tecnos, Espaa, 2009.


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los tres volmenes que componen Main Currents of Marxism, se han

convertido en un referente que cumpli su funcin no desde fines de los

setenta, sino que permaneci emanando sus poderes de manera gradual,

hasta que las crisis del neoliberalismo nos hicieron re-pensar en aquellos

elementos del socialismo que supuestamente habamos dejado atrs. Sin

duda, en un primer momento, la batalla de las percepciones, que son una

parte de la batalla ideolgica, dej suelta en el aire la impresin de que el

socialismo era un asunto del pasado. Un experimento fallido que haba

costado millones de vidas, prdidas en las guerras, en el Gulagde Siberia y

en el exterminio permanente que los regmenes socialistas, en especial el

sovitico, haban puesto sobre las cabezas de sus habitantes. Con la muertedel socialismo como sistema totalitario y represivo, se intent echar como

suele decirse al basurero de la historia, a su hacedor: Karl Marx. Para los

detractores y tal como lo prescribe el mismo Leszek Kolakowski, lo malo que

hay en el socialismo finalmente es culpa del propio Marx. Durante los aos

de la post guerra, esa impresin del marxismo caminando a la par del

leninismo y del estalinismo, marc la imagen del socialismo como un rgimen

ideado para suprimir la individualidad y despojar al ser humano de su

condicin de libertad creadora.

En carne propia, Leszek Kolakowski haba padecido las condiciones

del imperio sovitico en su Polonia natal. Por ello, cuando fue expulsado del

partido comunista, en 1968 por su postura crtica contra el modelo sovitico, y

cuando se exili en Europa, Kolakowski encarn una condicin muy peculiar

del disidente4, cuyo testimonio y obra seran utilizados durante las siguientes

dcadas para denunciar las atrocidades que ocurran detrs de la cortina de

hierro. Es famoso an el enfrentamiento que Kolakowski tuvo en el campo de

4Digo esto basado en la apreciacin de Tony Judt quien considera que la fase marxista de

Kolakowski fue muy breve, entendiendo que la mayor parte de su vida en Polonia se leconsider un disidente y un revisionista. De ah que no podamos hablar del todo de queKolakowski encarne en s, la heroicidad de la conversin total del marxismo a las bondadesdel modelo capitalista. Tony Judt, Goodbye to all that?en The New York Review of Books,Vol. 53, N 14, September 21th, 2006, la traduccin es de Alberto Loza Nehmad.


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la disertacin contra el modelo socialista al debatir por correo con el

historiador E. P. Thompson, uno de los grandes de la escuela marxista

inglesa, su filiacin ideolgica. En aquellas carta de ida y vuelta entre

Thompson y Kolakowski, el ingles lo enfrent con su pasado comunista, a la

vez que lo conminaba abiertamente, a asumir que el socialismo a principios

de los aos setenta, a pesar de encontrarse en una de sus sistemticas crisis,

sin duda era una mejor opcin de mundo frente al capitalismo.

We were both voices of the Communist revisionism of 1956. Not much can bemade of that. The intellectual particles produced in that moment of ideologicalfission have now fallen out over most parts of the political globe. But there wasa closer and more continuing identity in our preoccupations. We both passed

from a frontal critique of Stalinism to a stance of Marxist revisionism; we bothsought to rehabilitate the utopian energies within the socialist tradition; weboth stood in an ambiguous position, critical and affirmative, to the Marxisttradition5.

La respuesta de Kolakowski marc la ruptura ideolgica de dos de los

grandes pensadores del siglo XX, y de manera muy clara, dejo dibujado el

derrotero que este seguira durante aquella dcada de los setenta.

Esencialmente, Kolakowski le reprochaba a Thompson su falta de visin, al

acusar al ciudadano comn de ser incapaz de pensar analticamente sobre

las condiciones de vida bajo el socialismo real que l, haba padecido en su

natal Polonia. Kolakowski marchaba bajo el supuesto de que las dbiles

mentes en occidente, no podan comprender la maquinaria diablica que

subyaca detrs del socialismo, ni an del capitalismo. As lo dice en la carta

enviada a Thompson a travs de Socialist Register, la misma revista en que

se estableci el debate. La carta en si se llama My correct views on everithing,

que curiosamente termin siendo el titulo del penltimo libro en vida de

Kolakowski, publicado con la audacia del irretractable el ao 2005.

5E. P. Thompson, An open letter to Leszek Kolakowski, in Socialist Register, 1973, p.1


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Any properly vague ideology is always able to absorb (meaning: to discard) allfacts without giving up any of its ingredients. And the trouble is that mostpeople are not dedicated ideologists. Their shallow minds work in such a wayas if they believed that nobody has ever seen capitalism or socialism but onlysets of small facts they are incapable of interpreting theoretically. They simply

notice that people in some countries are better off than in others, that in someof them production, distribution and services are much more efficient than inothers, that here people enjoy civil and human rights and freedom and therethey do not6.

Kolakowski contina su argumento contra el socialismo diciendo a Thompson

que la diferencia central entre capitalismo y socialismo, consiste en asumir la

palabra libertad: I do not try to make you believe that you live in paradise and

we in hell7, y para demostrrselo, el polaco cuenta que a pesar de que el

Polonia no se padece hambre, y que no se torturan personas en las crceles,

adems de que no hay campos de concentracin, el gran problema se

encuentra en la reduccin del sentido de soberana que sufre Polonia, puesto

que todos los poderes, polticos, econmicos y sociales, se encuentran

concentrados en las manos de una fuerza extranjera. La carta de Kolakowski

a Thompson, revela mucho de lo que con los aos, saldra a la luz en la obra

del filsofo polaco. Y fueron las Main Currents of Marxismsin duda, el punto

de partida de un gran ataque ideolgico que tuvo su impacto en las altas

esferas de la intelectualidad del mundo entero; con los aos, sera Mxico una

de las grandes plataformas en la cual se cerrara de alguna manera, este ciclo

de luchas arropadas por Kolakowski en contra tanto del rgimen sovitico

socialista, as como de los postulados marxistas. Esto demuestra que para l,

era necesario no slo despedirnos para siempre del socialismo real, sino, que

era imperioso olvidar para siempre al propio Karl Marx.

6Leszek Kolakowski, My correct views on everything: A rejoinder to Edward Thompsons

Open letter to Leszek Kolakowski, in Socialist Register, 1973, p. 6, 7.7

Leszek Kolakowski, My correct views, p. 7


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MAIN CURRENTES OF MARXISM

Main Currents of Marxismhace un seguimiento a los caminos recorridos por

Marx en la filosofa; pasa por sus races ontolgicas y teolgicas, identifica los

orgenes remotos del pensamiento poltico y econmico del alemn, y con

vehemencia, Kolakowski trata de encontrar el ncleo de la para l

mortfera utopa socialista. Nos advierte en el prefacio del primer volumen que

su libro no pretende ser una historia de las ideas del socialismo y su efecto en

los movimientos sociales. Acota esto de la siguiente manera:

This book in an attempt at a history of Marxism, the history of a doctrine. It isnot a history of socialist ideas, nor of the parties or political movements that

have adopted one or another version of the doctrine as their own ideology8.

A pesar de la advertencia de Kolakowski, resulta difcil avanzar y no darnos

cuenta de que precisamente, es el anlisis de las ideas socialistas, y su

aplicacin en el campo de la poltica por parte de grupos polticos, lo que

finalmente compone buena parte del propsito del libro. El subtitulo mismo de

la obra Its rise, growth and dissolution, da cuenta de la orientacin critica

que subyace como el propsito central de su monumental trabajo. Imposible

aceptar que al hablar de disolucina fines de los setenta, no se nos ocurrieraremitirnos a este libro como uno de los mejores esfuerzos articulados para

presentar al marxismo, desde su estructura ms profunda, como uno de los

grandes fiascos ideolgicos de la historia; condenado al fracaso, a la

disolucin. No pretendo detenerme en la descripcin en que est compuesto

el libro, sino, slo en algunos de aquellos pasajes, que constituyen a mi

parecer, la razn de ser de este trabajo respecto a un al propsito ideolgico

de promover el fin del socialismo, y ms propiamente, alentar la muerte del

propio Marx en el mundo de las ideas. Esta razn de ser del libro, fue

finalmente la razn de ser del propio Kolakowski, quien asumi a ttulo

8Leszek Kolakowski, Main Currents of Marxism: Its rise, growth and dissolution, Vol. I, The

founders, Clarendon press, Oxford, 1978.


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personal, la representacin de la resistencia polaca ante la dominacin de la

URSS en su pas. No pasan muchas pginas, cuando en la introduccin,

Kolakowski asume sin pena que en realidad los tres volmenes del Main

Currents of Marxismtienen una intencin: tratar de explicar la manera en que

una utopa termina por ser una tragedia humana.

Our attitude to the problem of Marx and Marxism should be the same, and inthis sense the present study is not only a historical account but an attempt toanalyze the strange fate of an idea which began in Promethean humanismand culminated in the monstrous tyranny of Stalin9.

Como ciudadano polaco, Kolakowski saba de lo que hablaba al discutir sobre

la monstruosa tirana estalinista. Convirti su experiencia personal, en una

consigna intelectual para luchar por la liberacin de su pas, y de paso, por el

desmantelamiento de la URSS y del marxismo como su motor poltico-

ideolgico. Main Currents of Marxism es un trabajo que le permiti a

Kolakowski apuntalarse como uno de los arietes ms importantes en contra

del socialismo real en Europa. La explicacin puntual de las corrientes

filosficas en las que se sustent Marx para desarrollar sus teoras, le permiti

a Kolakowski y a todos sus seguidores, identificar la composicin general y a

la vez microscpica, del tejido vital del socialismo. De ah que la obra permite

identificar las lneas del origen utpico y cientfico del socialismo.

Main Currents of Marxismes el paradigma de juicio crtico en contra del

comunismo sovitico que inici sus embates a fines de la dcada de los

setenta, y transcurrira de la misma manera, an muchos aos despus del

desmantelamiento de la Unin Sovitica. Podemos decir sin temor, que el

libro se mantiene an como la prueba ya no tan irrefutable, pero prueba al fin,

de que haba graves errores de anlisis en las hiptesis de Marx, cosa quevendra a descomponer parte de su explicacin terica; ahora, si a esto le

sumamos que a la hora de la aplicacin del proyecto marxista, lo lderes

militares de la Revolucin Rusa introdujeron sus apreciaciones particulares, y

9Opus cit., p. 8


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las injertaron dentro del gran plan por la instauracin de socialismo, como si

fueran ideas propias de Marx, encontraremos que al momento de llevar a la

prctica el proyecto socialista, sus ejecutores se encontraron con infinidad de

variables. As, no es lo mismo el marxismo-leninismo, que el marxismo-

maosta, o el marxismo-estalinista, guevariano o trotskista. Kolakowski no se

anda con rodeos, y aduce que la expresin central del socialismo totalitario

est representada por el socialismo sovitico, ese mismo que sujet a Polonia

a su yugo a partir del Pacto Ribbentrop-Mlotov, firmado en agosto de 1939.

Est tan bien delineado y concentrado el argumento de Kolakowski al dirigir

su embate a la URSS y sus efectos en Polonia y los pases vecinos, que las

referencias a otros pases de ideologa marxista se desdibujan a los largo deltexto. El filsofo polaco hace suyo el argumento ideolgico de occidente, y

logra articular un discurso que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial,

flotaba en el campo de la Guerra Fra; en pocas palabras, Kolakowski

experiment, aduj haber vivido el drama del individuo que estuvo sujeto a los

monstruos del socialismo, y con ello, logr convertirse en la figura

emblemtica que desenmascaraba la maldad profunda habida en el

socialismo, en especial, la maldad de la supresin de la libertad. De ah que

Main Currents of Marxismsea para occidente, una de las obras maestras de

la filosofa contempornea que engloba las posturas de ideolgicas y polticas

del neoliberalismo en contra de un entonces enemigo real en el marco de la

Guerra Fra. Por ello se le reconoce al autor, su participacin como uno de los

constructores de la salvacin de los pases de Europa Oriental, atrapados en

las garras del comunismo.

Entre la variada obra filosfica del polaco Leszek Kolakowski (1927) destaca

la demostracin analtica ms severa del fracaso del universo marxista comociencia y utopa. En Las principales corrientes del marxismo (1976-1978), sugran triloga, Kolakowski atac el fenmeno desde dos puntos cuyaconjuncin result indubitable: la prueba del empirismo sociolgico y elestudio de la creencia religiosa, para no hablar de su militancia civil contra elcomunismo sovitico en Polonia, basta su diseccin del marxismo para


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colocar a Kolakowski entre los pensadores ms luminosos de la segundamitad del siglo XX10.

Resulta importante ver como la difusin de este libro, camina a la par de una

serie de sucesos econmicos y polticos que resultaron ser el teln de fondo

de la cada del socialismo. Me gustara sealar aquellos que corresponden a

la publicacin de Main Currents of Marxism, hasta la reunin convocada en

Mxico por la revista Vuelta en 1990, ao culminante en el proceso de

disolucin del Socialismo Real. Detrs de los aos en que se publica el libro

de Kolakowski est el surgimiento del sindicato Solidaridad de Lech Walesa

en Polonia, est el arribo al Vaticano de Karol Wojtyla, otro polaco declarado

enemigo del socialismo. Tambin, durante los aos en que se fermentan en el

mundo las acusaciones de Kolakowski, ocurre el intento de asesinato de Juan

Pablo II en mayo de 1981.

Sucede tambin el accidente en la planta nuclear de Chernobyl; la

guerra de la URSS contra Afganistn; la aparicin de Gorbachov en el

Kremlin, la matanza de estudiantes chinos en la plaza de Tiananmen en

China en junio de 1989; y meses despus, la emblemtica cada del Muro de

Berln, amn de las crisis econmicas de la URRS a fines de la dcada de los

ochenta. El escenario estaba puesto para el despliegue meditico. No poda

slo hablarse de la cada del socialismo desde los noticieros. Habra que

llevar a cabo un evento dedicado exclusivamente a dar cuenta, y con la mayor

resonancia posible a nivel mundial, sobre la muerte del socialismo y de su

creador. En el epilogo de Main Currents of Marxism, aparecen las lneas que

se recitaran como las letanas destructoras del significado de los postulados

marxistas, al juzgarlo como la ms grande fantasa del siglo XX.

Marxism has been the greatest fantasy of our century. It was a dream offeringthe prospect of a society of perfect unity, in which all human aspirations wouldbe fulfilled and all values reconciled () To say that Marxism is a fantasy does

10Christopher Domnguez Michael, Dios no nos debe nada, en Revista Vuelta 251, p. 48,

octubre de 1997.


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not mean that it is nothing else. Marxism as an interpretation of past historymust be distinguished from Marxism as a political ideology11.

El politlogo Hctor Tajonar, le hizo una entrevista a Kolakowski en 1990,

sobre el pronunciamiento final del filosofo polaco en el epilogo del libro. La

pregunta fue precisamente: Por qu consideraba que el marxismo haba sido

la ms grande fantasa del siglo XX?, a lo cual Leszek Kolakowski

respondi:

Es innegable sealar que el marxismo forma parte de la historia intelectualeuropea y por tanto debe ser estudiado y conocido, como innegable estambin que en las obras de Marx se encuentran observaciones y anlisis dela historia muy importantes. Sin embargo, el marxismo realiz predicciones

fantsticas del futuro glorioso del comunismo en el mundo. Predijo eladvenimiento de una nueva humanidad liberada, con el tono de las fantasasmilenarista ense tambin que el pasado deba interpretarse a la luz de esefuturo glorioso. Todo eso no pas de ser una mera fantasa. Si consideramoslas ideas principales del marxismo, ninguna de ellas es creble. La teoramarxista del colapso del capitalismo como resultado de la tendenciadescendente del libre comercio sencillamente es errnea12.

Juzga Kolakowski como fantasas a las conjeturas que no se cumplieron en el

socialismo. Y al tildarlas como fantasas, anula el origen de los supuestos que

las generaron, impidiendo que nuevas hiptesis sobre la problemtica que

genera la injusticia en el mundo, sean formuladas. Con sus respuesta,

Kolakowski parece decirnos, que en el marco del neoliberalismo, no caben las

preguntas asociadas a los anlisis crticos del modelo neoliberal, al cual

asume indirectamente, como el mejor de los habidos, en tanto, est

comprobado falsamente, que el colapso del capitalismo es imposible.

La gran crisis econmica a nivel mundial del 2009, que ocurre el mismo

ao en que muere Kolakowski, debi serle muy til a sus adeptos, para

comprender que los millones de seres humanos que perdieron sus

patrimonios en ese periodo, no necesitan que el capitalismo desaparezca

11Leszek Kolakowski, Main Currents, Vol. III, pp. 523, 524

12Hctor Tajonar, El opio de las ideologas, en peridico Milenio, 29 de julio del 2009.


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para vivir la experiencia de ser aplastados en el futuro glorioso que un da

les ofreci el neoliberalismo. Ellos, para mala fortuna de Kolakowski, no son

parte de la nueva humanidad liberada por las bondades del capitalismo.

LA EXPERIENCIA DE LA LIBERTAD

Durante la ltima semana de agosto y la primera de septiembre del ao 1990,

fueron invitados a nuestro pas por la revista Vuelta, algunos de los ms

connotados intelectuales del planeta. Se llevara a cabo con ellos, el simposio

llamado: El siglo XXI: Experiencia de la Libertad. La idea era generar un

debate del cual pudieran resultar las expectativas poltico econmico que elmundo enfrentaba ante la disolucin del socialismo real en Europa oriental13.

Figura prominente de esa reunin, fue Leszek Kolakowski, quien venacomo

ya hemos visto desde hace aos sealando los terrores del modelo

inspirado en las categoras de Karl Marx. La reunin, convocada por el poeta

Octavio Paz y el historiador Enrique Krauze, se convertira en la primera

fuente de exclamacin organizada, con un discurso uniforme, desde la cual se

difundira la muerte del socialismo. En Mxico, la arena estaba puesta para

que el embate coincidiera. La conclusin de la reunin se convirti con ello,

en un objeto de difusin masiva en los medios de comunicacin. Octavio Paz

capitaneando a decenas de desencantados en especial aquellos que

provenan de los pases detrs de la ya para esos das ex Cortina de

Hierromartilleaba junto a ellos, los ltimos clavos en el atad del socialismo,

13Es muy interesante traer a cuentas la apreciacin del historiador polaco, Jean Patula, quien

seala el hecho de que el grupo Vuelta, capitaneado por Octavio Paz y Enrique Krauze, que

tambin se autodenominaba La mafia de la libertad, estaba expropiando un argumento delucha contra el socialismo real que ya muchos pensadores haban planteado a lo largo demuchas dcadas. Se dice indignado por el afn expropiador de la revista Vuelta, quedespoja ilcitamente a tantas y tantas personas, revistas, organizaciones acadmicas ypolticas de lo que han aportado al anlisis crtico del modelo sovitico y los regmenesautoritarios y dictatoriales, no importa de qu signo ideolgico lo son o lo fueron. Jean Patula,Exclusivismo dictatorial en la organizacin del encuentro de Vuelta, en la revista Proceso,nm. 722, 1 de septiembre de 1990.


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cosa que sin duda sera definitiva, para que unos meses despus, se le

otorgara el premio nobel de literatura. No podemos decir que la obra del poeta

en s, carezca del mrito, pero sin duda la capacidad de concentrar a muchas

de las voces consideradas como ms lcidas de la poca y dirigirlas en una

direccin, lo puso a la altura del Olimpo14. Siempre me pareci explicable el

premio Nobel que se le otorg a Paz en 1990. Lo consider y lo sigo

considerando como un pago doble: por un lado, a su loable trayectoria como

pensador y poeta, cosa que derriba la sombra de toda duda, y por el otro lado,

como una gratificacin a su labor como el concentrador de las fuerzas

intelectuales que le dieron vala a una maniobra del ataque ideolgico y de

percepcin contra el mundo socialista. Un mes antes del encuentroconvocado por la revista Vuelta, un an dudoso Kolakowski haba escrito

para la revista:

Por mucho que quienes estamos comprometidos con la libertad aceptamosde buen grado el movimiento mundial que aspira al establecimiento o larestauracin de las instituciones democrticas en los pases comunistas, enlas dictaduras militares, y en otras formas de tiranas, vale ms que no nosimaginemos que ya est asegurada la cauda de la libertad ni que su victoriaes inminente, pues existen varios factores, ahora y en el futuro previsible, queseguirn amenazando a las instituciones democrticas15.

Entre esas amenazas que refiere, la mayor era para l, la posible

recuperacin del socialismo, y que la cadena de sucesos que antecedan al

terremoto que sacuda a la URSS, quedaran para la historia como una gran

crisis de la que saldran recuperados los comunistas soviticos. De ah que

apremiaba efectuar un gran despliegue publicitario que fijara cuanto antes, en

14 Est claro que la Experiencia de la Libertad, fue un foro que logr exponer a Paz a lo

largo y ancho del planeta, en un momento en que el tema era la cada del socialismo, esto

permiti que se ratificar la significacin del trabajo del poeta mexicano. Bien lo dice VicenteQuirarte, poeta y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua: Los premios se gananpor supuesto por talento, pero tambin se trabajan. Un escritor, desgraciadamente comocualquier otro artista o profesionista necesita tener una labor de mercadotecnia, de difusin.Roberto Torres, Octavio Paz, a 20 aos del Nobel, peridico Milenio, 10 de octubre del2010.15

Leszek Kolakowski, Incertidumbres de una era democrtica, Mxico, en la revista Vueltanm. 164, julio de 1990, p.47


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la mente de la humanidad, la certeza del fin de la Guerra Fra, y su

equivalente conclusivo: el socialismo haba sido derrotado. De ah, reitero, la

importancia de la reunin de intelectuales en Mxico. El crtico literario,

Christopher Domnguez, identificado con la revista Vuelta y su sucesora,

Letras Libres, recuerda que entre los que vinieron, se encontraban los

caballeros de la nueva libertad conquistada en Europa del Este:

Las naciones mejor representadas fueron, no en vano, aquellas que habantomado la delantera en la restauracin democrtica: Polonia y Hungra,encabezados por el recin fallecido Leszek Kolakowski (1927-2009), uno delos grandes filsofos contemporneos y autor de Las Principales Corrientesdel Marxismo(1978), quiz el libro indispensable para seguir el derrotero delsiglo; vinieron Bronislav Geremek (1932-2008), Adam Michnik (1946) y el

poeta Czeslaw Milosz (1911-2004), premio nobel de literatura de 198016.

Al igual que Kolakowski, todos los invitados polacos, haban de alguna

manera, trabajado para el rgimen comunista lo cual execraban con rencor. El

desprecio y el deslinde, se convirti en una especie de mea culpa, parte

inseparable de su firma curricular. La queja propia sobre su pasado

comunista, era equivalente a la alabanza explcita que hacan al modelo

neoliberal, en donde estas expresiones, poda ser dichas como prueba

irrefutable del ejercicio de la libertad, al respecto, Czeslaw Milosz haba dicho

aos atrs:

Pertenec a la categora, quiz ms numerosa, de hombres que, a partir delmomento en que su pas cay bajo la dependencia de Mosc, se esforzaronpor obedecer y se dejaron utilizar por los nuevos gobiernos () por lo que am se refiere, jams fui miembro del partido comunista, aunque hayatrabajado de 1946 a 1950 en calidad de diplomtico al servicio del gobiernode Varsovia.17

Haba confianza entonces, en las palabras de aquellos que como antes

mencion, haban tenido su bautismo de sangre bajo la bota de hierro

estaliniana. Durante el curso de las exposiciones dentro del simposio

16Christopher Domnguez, Memorias del encuentro: La Experiencia de la libertad, en la

revista Letras Libres, noviembre del 2009.17

Czeslaw Milosz, El pensamiento cautivo, Tusquets Editores, Espaa, 1981, p. 15.


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convocado por Vuelta, Kolakowski ratific de una manera concentrada, su

postura ante el socialismo y destac que la superioridad del capitalismo

consista en que su motor radicaba en el sentido comn del comercio, y que

por el contrario, el socialismo requera de las fuerzas de la historia para

justificarse y avanzar en el mundo.

El capitalismo no es producto de la planeacin, sino que surgeespontneamente como resultado del desarrollo del comercio; el capitalismoes la naturaleza humana en funciones, libertad, mientras que el socialismo esuna invencin de los filsofos, que no ha funcionado y que nuncafuncionar18.

Habla ya Kolakowski, de un nuevo pragmatismo, el de la imposibilidad de

idear una alternativa ante la emancipacin del capitalismo como formula nica

de vida. La declaracin de Kolakowski, encierra en pocas palabras, el

resultado dialctico de ms de treinta aos de estar puliendo las respuestas

ideales ante el socialismo, considerado ya a principios de los noventas, un

cadver. Al hablar del capitalismo como el resultado natural del ejercicio

milenario del comercio, Kolakowski, al igual que en su libro, encierra las

claves de un horizonte sin salida para la recomposicin del socialismo como

ideologa.Establecer por el contrario, la afirmacin de que el socialismo necesita

de la filosofa para emanciparse, es colocarlo en el rango de lo idealmente

inalcanzable. Para Kolakowski, el socialismo necesita de un aparato de poder

que imponga la accin no natural, social y econmicamente hablando de la

solidaridad, de la cohesin y aceptacin de una meta comn. Por otro lado, la

naturaleza humana tiene en el comercio su mejor campo de expansin, de ah

que Kolakowski anuncie en sus palabras, que el capitalismo es inerradicable,

abriendo adems, la posibilidad de un futuro prometedor para ste en tanto

surjan nuevas formas de especializacin tanto local como global en los usos

18Enrique Maza, Drstico y brillante, en revista Proceso, nm., 722, 1 de septiembre de

1990.


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del comercio. Cerrando esa idea de Kolakowski, que como reitero, encierra en

buena medida las conclusiones expuestas en Main Currents of Marxism, se

pude decir que el capitalismo es resultado de la naturaleza relacional humana,

que opera bajo el principio de la acumulacin egosta, y por el contrario el

socialismo se hunde en sus afanes utpicos de orientar a la humanidad bajo

el principio de la renuncia a las necesidades de posesin del ser humano.

Quiero cerrar el cuadro del simposio, remitindome a una imagen, que ms

de veinte aos despus de aquel evento, puede ilustrar la sutil brutalidad con

que se festej el evento; de cmo la felicidad de la mayora de los

intelectuales convocados departan desde la altura de su condicin y pido

disculpas por el uso anacrnico del trminoburguesa, hecha y derecha a laslneas del capitalismo ya sin pena alguna, felices por el trabajo logrado luego

de haber atestado a su parecer, un golpe mortal al socialismo, sin saber del

todo, que como intelectuales haban arrastrado al mundo del pensamiento, al

hoyo negro de la posmodernidad, distintivo por ser el punto de partida del fin

de las ideologas.

Podramos decir que queda para la ancdota la departicin gustosa

que hicieron en Los Pinos los invitados y organizadores a la reunin con del

entonces presidente de Mxico, Carlos Salinas de Gortari, pero me parece

que es ms que eso. En trminos simblicos significa mucho ms que una

ancdota, pues as como los intelectuales invitados al festn con los despojos

del socialismo, exhibieron tambin su alineamiento cuasi-servil con el modelo

neoliberal, que en el Mxico de principios de los noventa, ya ocasionaba los

terribles efectos del proceso derivado de la firma del Tratado del Libre

Comercio. Increble que ni Kolakowski, ni Paz, o alguno de los invitados

hayan abundado sobre la difcil realidad del pas anfitrin, representante(irnicamente) de las bondades que los ex comunistas buscaban y anhelaban


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en sus tierras natales19. Slo Mario Vargas Llosa hizo una demoledora

referencia a esa realidad, en su ya mtica intervencin en la cual seala a

Mxico como la dictadura perfecta. Octavio Paz casi se pulveriza en su

asiento ante el tamao del embate. Pareca que Paz deca para sus adentros:

Si, se trata de hacer sealamientos aplastantes contra los totalitarismos y las

dictaduras, pero no la nuestra Sr. Vargas. Misteriosamente, el recientemente

tambin ganador del premio nobel de la literatura, ya no se presento para la

siguiente mesa de debates, lo cual desat una serie de especulaciones sobre

el enojo del presidente Salinas de Gortari ante tal pronunciamiento, cosa esta

que si, ahora s, queda para la ancdota. Se recuerda que en los jardines de

la residencia presidencial de Los Pinos, el presidente Carlos Salinas deGortari convers y convivi hoy con poetas, escritores, filsofos, periodistas y

pensadores procedentes de diversos pases de Europa, Asia y Amrica que

participan en el encuentro de la revista Vuelta. Estuvieron con Salinas de

Gortari, los coordinadores del evento; Octavio Paz, Enrique Krauze, Hctor

Aguilar Camn, Eduardo Lizalde, y Juan Mara Alponte. Estaban ah Daniel

Bell, Cornelius Castoriadis, Carlos Franqui, el anticomunista italiano Lucio

Colletti, Agnes Heller, Irving Howe, el checo Ivn Klima, el multimencionado

19Como respuesta al encuentro La Experiencia de la Libertad, la revista Nexos y Carlos

Fuentes organizaron el Coloquio de Invierno en febrero de 1991, evento en que sediscrimin a los intelectuales de Vuelta y que desat un enfrentamiento entre la esfera de laIntelligentsia mexicana; a pesar de todo, ambos coloquios fueron considerados comogobiernistas por los grupos de la izquierda nacional, quienes en respuesta llevaron a cabobajo la direccin de Enrique Gonzlez Rojo y Bernardo Bader O. una serie de foros en laUNAM sobre el nacionalismo, la situacin econmica de Mxico, los procesos electorales, lasluchas populares entre otros temas; entre los invitados a dichos foros estuvieron CuauhtmocCrdenas, Luis Villoro, Adolfo Snchez Vzquez, Enrique Semo, Bertha Lujan, AndrsManuel Lpez Obrador y Juan Brom, entre otros.Sobre los coloquios organizados por las revistas los expositores de esos foros decan:Intelectuales, luchadores sociales, acadmicos, dirigentes y militantes de partidos de

oposicin ligados al PRD, PRT, FAT, sindicatos universitarios y organizaciones sindicales,campesinas, urbanas y populares independientes, "el espectro amplio de la izquierda", harnde la realidad social y poltica mexicanas el tema central del foro Las luchas emancipadorasde fin de siglo, el tema ausente en el Encuentro de la Libertad organizado por la revista Vueltay el Coloquio de Invierno del grupo Nexos, la UNAM y EL CNCA por "la interferencia de los

patrocinadores", el Estado y Televisa., Gerardo Ochoa Sandy, La realidad mexicana, temaausente en los coloquios Vuelta y Nexos, central en el que har la izquierda: GonzlezRojo, en revista Proceso, nmero 825, 22 de agosto de 1992.


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Leszek Kolakowski, el ruso Vital A. Korotich, jefe editor del semanario

Ogoniok, alma del Glasnost de Gorbachov20. Como colofn de este

apartado, deber recordar que Octavio Paz, contaba ya en 1990 con una

larga trayectoria de aversin por los preceptos socialistas, y no por nada

haba recibido una serie de cartas con amenazas de muerte por parte de los

militantes residuales de la Liga Comunista 23 de Septiembre, esto a fines de

los ochenta. Por ello, debi ser un gusto para l, tener la oportunidad de

exponer el cierre del evento, el cual llevaba implcito las loas fnebres para el

fin de una era. Las conclusiones del poeta fueron las siguientes:

Una, absolutamente obvia, es que asistimos al fin del socialismo real. Esto es

un hecho. Tambin parece que asistimos al fin del marxismo. En eso creo quela nica voz disidente es la de Adolfo Snchez Vzquez. Todos los demspensamos que, en realidad, como filosofa, ha hecho su vida y pertenece ya ala historia de la filosofa, como otras teoras filosficas que han tenido tambin

20 No est de ms recordar las crticas que recibi el simposio por el despilfarro de recursos.Contrasentidos de un evento que celebraba al advenimiento de un mundo ms justo, enmedio de un despliegue que en el escenario de pobreza nacional, result indignante paramuchos. Del peridico local El Informador extraigo dos comentarios para dar el color deesos momentos.Cunto ha costado esa funcin llamada El siglo XX: La experiencia de la libertad? Qupena, que dolor, perder el tiempo y el dinero para hacer la apologa de un rico sistema polticolleno de pobres. Nosotros, los mexicanos, tenemos la suerte y el privilegio de vivir en un pascapitalista. Qu bien, O no? A qu vienen tantos discursos mantenidos por don Octavioensalzando bondades capitalistas? No s de las otras bondades derrotadas, o maldadessocialistas porque nunca he tenido la oportunidad de vivir por all, diramos desdicha, segnse capta en las palabras de los intelectuales amigos del Sr. Paz. As que nos contaron quedon Octavio Paz, de joven pele en la Guerra Civil de Espaa. De qu lado? Pregunto sto,porque ya se me est acabando mi agradecimiento. Gabriel Paz, Laberinto del tiempo, en elperidico El Informador, 20 de septiembre de 1990.Por su lado, el historiador Jaime Olveda deca Por lo que pudo observarse durante lasemana que dur el debate organizado por Octavio Paz y enrique Krauze, se desprende quedicha reunin tuvo un propsito preestablecido: demostrar al mundo entero la ineficiencia y elfracaso rotundo del socialismo. Buena parte de los comentarios de los asistentes, incluyendoa los dos coordinadores, estuvieron orientados a discutir todas las tesis de este esquema querecientemente rechazaron los pases de Europa del Este. Al final de cada debate qued la

sensacin de que los participantes deseaban, incluso, borrar para siempre de la culturauniversal todas las ideas y conceptos que dieron forma el pensamiento marxista. Se trat, ensuma, de evidenciar la inviabilidad del socialismo poniendo por ejemplo las bondades queofrece la economa de mercado. Pero lo que opac dicha reunin fue que los asistentes alrechazar las tesis del materialismo histrico, no encontraron la forma de explicar por qu laglobalizacin econmica que propone el liberalismo indica cuales naciones tienen derecho aser prosperas y cuales tienen que permanecer estancadas. Jaime Olveda, Experiencia deLibertad, en el peridico El Informador, 4 de septiembre de 1990.


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una gran influencia. El neo platonismo ilumin al siglo XVI y ya en el siglo XVIIla gente empezaba a rerse de l y ya nadie crea en lo que afirmabaGiordano Bruno. De modo que algunas de las ideas del marxismo ya circulanen nuestra sangre intelectual, pero nada ms21.

As nada ms

REVISAR AL MARXISMO

Me detengo ahora en dos momentos que me resultan importantes despus

del anunciamiento de la cada del socialismo a principios de los noventa. Uno

de ellos es el sealamiento impasible de intelectuales como Kolakowski y el

mismo Octavio Paz, quienes por diferentes caminos concluyeron que elmarxismo fue un sueo que termin en pesadilla. El siguiente momento se

detiene en nuestro tiempo y se formula mediante una pregunta: Cmo es el

mundo de nuestros das, sin el marxismo? Desafortunadamente, para

detractores del marxismo como Kolakowski y como Paz y sus herederos

intelectuales, el haber formulado la concepcin terico histrico de la muerte

del socialismo, no libr a la humanidad de los males econmico-sociales que

produjeron la reflexin de Karl Marx. Vemos ahora el descaro habido detrs

del simposio La Experiencia de la Libertad, cuando se asumi que el

desmantelamiento del socialismo, llevaba de manera implcita, la desaparicin

de lacras como situndonos en la lgica marxista la explotacin del

hombre por el hombre, la subordinacin de la humanidad al capital o la

depredacin del medio ambiente en aras del avance del neoliberalismo. Peor

an, la certificacin del acta de defuncin del marxismo, firmada por

Kolakowski en Main Currents of Marxism, deja la impresin de que ya no hay

nada que hacer a favor de la justicia histrica por los desposedos, y nos lleva

a suponer que el sper capitalismo es la nica opcin. Con los aos, y como

lo dije al principio, luego de ser un ferviente admirador de Leszek Kolakowski

21Enrique Maza, Drstico y brillante, citado.


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termin totalmente opuesto a sus predicciones. Me resulta inadmisible que

gente como l y Paz, que se jactaron por su lucha obcecada por la libertad,

hayan terminado diciendo implcitamente, que es el capitalismo donde

podemos encontrar la respuesta a los males de la humanidad. Bsicamente y

conforme al diagnostico y prescripcin de los herederos del legado de

Kolakowski, debemos abandonar una doctrina filosfica como el socialismo, y

ponernos en manos de los sistemas de mercado y explotacin, sistemas que,

digmoslo de paso, ni siquiera pueden concebirse como doctrinas filosficas,

y en tanto a esto, no tiene ningn propsito por interrumpir el determinismo

histrico de la explotacin humana. De ah que sean muy valiosas para

nuestros das las apreciaciones sobre el valor efectivo de una filosofa que fuedeclarada muerta, y que sin embargo, prevalece en tanto la realidad que la

gener, se ha potenciado. Siguiendo a Tony Judt, y en detrimento de

Kolakowski, podemos decir que el marxismo

Ofreca una nica y verdaderamente original combinacin de la ilusinromntica prometeica con un determinismo histrico sin concesiones. Laatraccin del marxismo entendido de esta manera es obvia. Ofreca unaexplicacin de cmo funciona el mundo: el anlisis econmico del capitalismoy de las relaciones sociales de clase. Propona una manera en la que el

mundo debera funcionar, una tica de las relaciones humanas como losugeran las idealistas especulaciones juveniles de Marx () anunciabaadems, incontrovertibles pruebas de que las cosas s iban a funcionar deese modo en el futuro22.

Judt vuelve a Main Currents of Marxism, para conjurar el abandono del

marxismo propuesto por el mismo Kolakowski, colocando con un argumento

central el valor aparentemente simple, de que el marxismo permita dar

coherencia a la realidad. Es a partir de esa realidad ordenada que puede ser

enfocada desde los principios tericos del marxismo, que podemos incidir en

ella. La alusin de Judt al significado e importancia del marxismo, es una

afirmacin de suma importancia, a pesar de que para muchos en el siglo XXI,

resultar estril. Tal afirmacin devela como ha afectado al mundo, sobre todo

22Tony Judt, Goodbye to all that?, citado.


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al de las Ciencias Sociales, la renuncia (maquinada propagandsticamente

desde la propaganda del capitalismo) al marxismo. En esa lgica de destierro

al socialismo, se dej de lado desde fines de los noventa, y hasta nuestros

das, esas otras experiencias no opresivas ni totalitaristas como la ocurrida en

la URSS, en la cuales pases de Europa occidental, vivieron, y viven en la

actualidad, con una tradicin democrtico-socialista que ha enriquecido la

vida y los modelos de la justicia social de millones de individuos. Esto nos

debe remitir al hecho histrico de que la praxis marxista, al intentar ser

aplicada en la Rusia pre-moderna de principios de siglo XX, deriv en una

serie de grandes contradicciones, en las cuales caba una Unin Sovitica

atascada por los problemas de produccin de alimentos, a la vez que el passe ergua ante el mundo, como una potencia en el campo de las armas

atmicas. Es sumamente interesante encontrar que Judt atribuye los logros

del socialismo en la URSS al hecho de que el marxismo representaba ms un

sistema de creencias que un modelo ideolgico fundamentado y ejecutado

racionalmente.

Por supuesto, ni Marx ni ninguno de los tericos que lo siguieron pensaron ni

anticiparon que una doctrina que predicaba el derrocamiento del capitalismo

por el proletariado industrial llegara al poder de una sociedad atrasada y en

gran medida rural. Para Kolakowski esta paradoja slo subraya el poder del

marxismo como un sistema de creencias () con toda seguridad Kolakowski

est en lo cierto: el marxismo poltico fue sobre todo, una religin secular23.

La sugerencia de Kolakowski al colocar al marxismo como una forma paralela

a la religin, nos indica ya, desde la aparicin de Main Currents of Marxism,

que el socialismo social terminara en medio de un debacle a la vez poltica y

a la vez mstica. Ms que la prdida de la certidumbre sobre el futuro poltico,

la cada del socialismo es a su manera, una forma de haber perdido la fe. Ms

de treinta aos despus de Main Currents of Marxism, ms de veinte aos

despus de La Experiencia de la Libertad, nos encontramos que la libertad,

23Tony Judt, Goodbye to all that?, citado.


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como experiencia en el neoliberalismo tiene la misma, o peor forma de

pesadilla que la atribuida al socialismo. Aquellos que festinaron la muerte de

una utopa llamada socialismo, nos llevaron a otra utopa en la que el ser

humano no tiene lugar, y en la cual el planeta puede ser desagarrado bajo la

consigna de que los nuevos tiempos, son mejores a aquellos en los que de

alguna manera, Marx marc el derrotero de la humanidad. Kolakowski y sus

partidarios reunidos en la Experiencia de la Libertad, contribuyeron en la

colocacin de los cimientos del mundo en que hoy vivimos. Le dieron

cuadratura a una de las certezas intelectuales de las cuales parte y se

sostiene el neoliberalismo hoy da. Parece ser que para ellos no hay razn

para volver atrs. Las guerras, las hambrunas, la depredacin del planeta, laantidemocracia, las nuevas formas de esclavitud y totalitarismo son

atrocidades propias de la humanidad, no de un modelo econmico.

Y as como la invasin sovitica a Afganistn en 1989, marca para

mucho el inicio de la cada del socialismo, el 11 de septiembre del 2001 y la

subsecuente Guerra contra el terrorismo, o la misma Guerra contra el

narcotrficoque hoy flagela a Mxico, son formas del neoliberalismo como la

nueva utopa que devasta la vida en el planeta. Es criticable que en su paso

por el mundo intelectual, y dentro de su afn justiciero por sojuzgar al

socialismo, Kolakowski haya cerrado los ojos ante las anomalas resultantes

del modelo capitalista, que hoy da, sin un sistema ideolgico que se le

oponga como lo hizo el socialismo, le ha permitido desbordar todas las

nociones imaginables del desprecio por la vida, y convertido la libertad,

(aquella libertad que tanto Kolakowski y Octavio Paz se obstinaron en

defender), en un instrumento estril que luego de las invasiones por parte de

Estados Unidos a Afganistn en el 2002 y a Irak en el 2003, no sirve hoysiquiera como argumento propagandstico. Sabemos que detrs de la careta

de la libertad, est el control. De ah que la mirada debe volver, a pesar del

dictamen surgido en La experiencia de la libertad, a una versin renovada

del socialismo. El socialismo real, quizs est enterrado como experiencia,


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pero son las ideas de Karl Marx las que pueden reorientarnos en esta fase de

la historia. A pesar de los idelogos y defensores del neoliberalismo, Marx no

pudo ser enterrado junto con el socialismo real, Marx no puede ser desechado

en tanto las perversiones del modelo liberal que el crtico en el siglo XIX, hoy

prevalecen agudizadas, cubriendo el planeta entero. Hay lugar para Marx. En

el neoliberalismo la libertades una utopa, desemboca en el estrangulamiento

de la vida, y en el caso de la nueva era anunciada en la reunin convocada

por Vuelta, encontramos que nuestra poca coincide ms con la proyeccin

que del modelo econmico contemporneo hace David Harvey:

El impulso de acumulacin de capital es el motivo central de la narrativa de la

transformacin de Occidente en los ltimos tiempos y parece dispuesto atragarse a todo el mundo en el siglo XXI24.

Harvey habla sin duda, en los mismos trminos que Kolakowski antes lo hizo

al sugerir vehemente que volviramos la mirada a los peligros del mundo. Un

mal a suplido a otro, siendo una de las grande trampas del sistema neoliberal,

el impedir el espacio para pensar y resignificar el futuro de la humanidad

como una fantasa. Sin duda valemos hoy para vivir la fantasa de ser

realmente libres, de no ser tragados por ese mundo que brevemente dibuja

Harvey y al cual advoca con toda razn Tony Judt.

24David Harvey, El capitalismo: la fbrica de la fragmentacin, en la revista Vuelta, Mxico,

septiembre de 1992, N 190, p. 23

Jesús Zamora G, Kolakowski, México y la caida del socialismo, 2011

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