El mundo de Amy

by Lupita Burton

Esta es la historia de una chica llamada Amy, vivía en un lugar muy oscuro y

solitario, tenía solo 18 años, estaba tan

aterrorizada de tantos problemas que tenía a pesar de la corta edad, estaba tan desesperada que la noche era el único momento en que podía

llorar.

Entonces un día iba saliendo de su casa, se dirigía a la casa de su

profesor de música, ella sentía que tocando instrumentos, podía liberarse un poco del estrés que

tenía, la calle en donde caminaba estaba muy sola, no pasaba

nadie, entonces se acercaron dos hombres más altos que ella y la

querían asaltar, como ella se reusó a dejarles su bolso que traía cargando, los dos traían pistola y pareciera como si no tuviesen opción y la mataron

cruelmente, la dejaron ahí en la calle y enseguida corrieron.

Amy no era una chica muy conocida y querida, ni siquiera por sus dos papás. De tantas ocupaciones en su trabajo, no

tenían tiempo para ella, básicamente ni recordaban que ella existía. Sus padres iban de regreso a la casa, en el camino

se encontraron con Amy muerta, pero… ¿qué paso? Sus caras de ellos no parecían que

les importara mucho al ver a su hija muerta.

Llego el momento de su entierro, solo se encontraba su familia, muy pocos por cierto, ya que no todos apreciaban mucho a Amy, no se

sabe aún la razón, aunque, parece que Amy sentía que no estaba muerta, ella seguía consiente,

escuchaba las voces, pero no se podía mover, ¿qué era lo que estaba

pasando? ella estaba dentro del ataúd gritando y golpeando de la desesperación por querer salir del ataúd, pero nadie la escuchaba,

puesto que estaba muerta.

Su familia ni siquiera tenían lágrimas, no se les notaba sus caras

de tristeza y pareciera que solo estuvieron ahí por compromiso, y Amy al darse cuenta que nadie ni

siquiera rezaba de corazón por ella, se preguntó: “¿Acaso nunca fui

importante?, ¿Soy insignificante para ellos?, ¿No creen que les hago falta?, ¿Acaso nadie me extraña?”. Llego el

momento cuando comienzan a arrojar la tierra, ella grita: “No me

entierren, aún sigo viva, no me dejen aquí por favor, yo los quiero”.

Al seguir ahí dentro ella solo cerró los ojos y pensó

tristemente: “Tal vez no sea tan malo estar muerta, tal vez

sufra menos de lo que era antes mi vida”. Después de una hora, volvió a abrir los ojos, seguía oscuro y sin

ruido, pero de pronto, vio a lo lejos que se acercó una luz

resplandeciente acercándose a ella, parecía una pequeña estrella, notó que la estaba

guiando a un camino, ¿Podrá ser por fin ese camino lleno

de Paz y Luz?

De pronto ella se miró y tenía un hermoso vestido rojo, se le hizo demasiado extraño, habían mariposas

volando a su alrededor, ella seguía caminando a

donde la estrella la guiaba. Al llegar a su destino, vio otro mundo fuera de lo

común, el cielo era de un color distinto, todo era

realmente bello, los arboles grandes, tantas cosas por descubrir.

De pronto, ella le llamo la atención un campo que vio desde lejos, donde había flores de papel,

demasiado extraño, pero siguió, las mariposas seguían a su alrededor.

De pronto el cielo comenzó a cambiar de color más alegre, ella se sentía tan feliz al estar ahí que corría

y corría y cada vez seguía descubriendo el bello mundo en el que se encontraba. De pronto se

cansó de caminar tanto, se acostó en ese campo lleno de flores de papel y tranquilamente durmió.

Comenzó a soñar una pesadilla, ella corría mucho, porque monstruos la estaban

persiguiendo y estaban gritando su nombre, asustada, ella escuchaba un viento que le susurraba: “No tengas miedo de soñar, no pasa nada”, en su mismo sueño, la lluvia comenzó a caer muy fuerte, parecía tan

real, a pesar de la fuerte lluvia que en sus sueños aparecía, ella seguía corriendo, no sabía a dónde ir exactamente, estaba tan

oscuro y seguían tras ella, solo quería huir de su propia pesadilla y volvió a escuchar como un viento susurrándole: “No tengas miedo de soñar”, en ese momento logró despertar y se encontró en brazos de un hombre que le dijo: “No tengas miedo de

soñar, calma”.

Ella mirándolo con rareza le dijo: “¿Acaso me conoces? ¿Cómo te

llamas?”, él la levanto y le dijo: “No te puedo decir mi nombre, porque

solo estoy aquí para hacerte compañía en este mundo”. Ella

sentía un poco de miedo, no sabía si confiar en él o no, pero al saber que no estaría sola, encantada comenzó

a caminar con el platicándole de muchas cosas; sobre sus problemas en su vida, lo mal que la pasaba, su

buena habilidad en los instrumentos, ella se sentía muy

cómoda al platicar con él, ya que él le ponía mucha atención y

comentaba sobre algunas cosas que Amy le platicaba.

El también le contaba muchas historias sobre él y acerca de ese mundo en el que se encontraban.

Al llegar a su campo lleno de flores de papel, él le dijo:

“`Podemos quedarnos aquí, este será nuestro lugar para crear

muchas cosas con la ayuda de nuestra imaginación”, Amy le

pregunto: “¿Crear?, ¿Cómo?”, por lo que el respondió: “Es fácil, solo

imagina lo que quieres ver, concéntrate y al abrir los ojos, veras que lo que imaginaste,

aparecerá contigo, solo inténtalo”

Amy cerró los ojos y lo que creó fue una rosa de color rojo

brillante que no era de papel, tan natural y tan hermosa, la

arranco y se la dio a aquel hombre y le dijo: “Me gustaría

que guardaras esta rosa, porque sabes? Me has dejado

impresionada con tus historias y el solo ser tú, me alegra

demasiado haberte conocido, espero que no me dejes nunca”, el responde: “Lo mismo pienso

Amy, ¡gracias, que linda rosa!!”, los dos sonríen y se sentaron a

ver el paisaje y se quedaron dormidos.

Amy empieza a soñar de nuevo, la historia se vuelve a repetir, pero ella tenía en mente: “No debo de tener otra vez miedo”, pero por

dentro sentía gran miedo porque se veía el cielo negro, seguía

escuchando monstruos gritando su nombre. Amy no pudo con el miedo más y comenzó a gritar, escucho de nuevo aquel viento

susurrándole: “No tengas miedo”. Amy en ese momento despertó,

estaba aquel hombre abrazándola y le dijo: “Por favor no tengas

miedo de soñar, te prometo que nunca te pasara nada, no lo permitiré”, ella agradecida le

sonríe y lo abraza fuerte.

“Por favor, no te alejes de mí nunca, me siento feliz y

segura al estar contigo” le comento Amy a aquel chico. Ellos casi nunca salen de ese campo que escogieron lleno de flores de papel, ya que se divierten e imaginan cosas

divertidas, en pocas palabras estaban muy felices de estar

juntos.

A Amy después de esas pesadillas, ya no le gusta dormir, se lo comentó a aquel chico, por lo que él responde: “No temas, si

quieres ahora soñare contigo para demostrarte que nunca

estarás sola ni desprotegida” al escuchar esto, Amy , no supo cómo el lograría eso, pero de

cierta manera pudo dormir una vez más, tranquila a su lado y

comenzó de nuevo la pesadilla, pero ahora apareció que estaba huyendo de los monstruos con él

y le dijo:

“Estoy quedando inmovilizada por mi miedo, ya no puedo correr

más, puedo escuchar que también gritan tu nombre, ¿Por qué? Tengo miedo” Amy se dio cuenta que había un agujero en

el camino, pero no logro detenerse y se cayó, gritando le

dijo: “no me dejes caer, por favor”, de pronto él ya estaba

abajo esperándola, para no dejarla caer, la atrapo y ella

agradecida lo tomo de la mano y empezaron a correr, pues los

monstruos aun los perseguían.

Él se quería dar por vencido porque estaba cansado de correr y Amy le dijo: “Por favor no me

dejes en esto sola, no te entregues a ellos, no intentes

ocultarte aunque estén gritando tu nombre, solo huye conmigo de esta pesadilla, no te dejes vencer, estoy atemorizada por lo que veo

pero de alguna manera sé que hay mucho más por venir, hasta

incluso puedo ver demasiada sangre ante mis ojos y pronto me

cegaran mis propias lágrimas, pero tal vez pueda detener este dolor si lo deseo y gracias a tu

ayuda”.

El impresionado de la fe y confianza que tenía en la ayuda de él, la tomo de la mano y dijo: “Esta bien,

volemos hasta poder salir de esta pesadilla, ella se preguntó: “¿Volar?”, y en

ese momento le salen unas bellas alas

resplandecientes y comienza a volar junto a él, pues él ya tenía sus

alas, entonces fue así que pudieron despertar.

Al despertar, ella se sintió rara, pues era porque aun

tenia las alas, a pesar de que ya estaba despierta, ella le

pregunta: “¿Cómo es posible que tengo aun las alas

conmigo, y tú también?, él le respondió: “Recuerda que

puedes crear lo que quieras en este campo, ahora las

tendremos a menos que ya no las queramos pero, dudo

mucho eso, nos pueden servir de algo”.

Amy tenía muchísimas dudas y la que más le intereso y le preguntó

fue: “¿Por qué cada vez que duermo y comienzo a soñar, lo

sueños siempre tiene que ser los mismos, se repite la misma

historia”, el responde: “Claro, en este campo hace que sueñes tus peores miedos para que sepas

enfrentarlos y no tengas la misma situación de la que tenías antes cuando estabas viva, por eso te

digo que no tengas miedo a soñar”,

Amy confundida no le tomo importancia, así que le dijo:

“Ya sé, tengo una mejor idea, tal vez quieras que esta noche volemos juntos y

veamos el paisaje de noche, seguro que se ve igual de

hermoso, que dices?”, él le dijo: “Perfecto, esta misma

noche al volar veras todas las estrellas y te regalare una

muy brillante, pero mientras toma mi mano y caminemos

juntos”.

Ya era de noche y efectivamente estaban

volando toda la noche, todo se veía tan hermoso, la luna

muy brillante, no se cansaron de volar, de hecho,

se sentían muy felices al estar juntos y se miraban mucho diciéndose con la mirada lo que sentían.

Pasaron largos años de estar juntos pero Amy no cambiaba

de aspecto, seguía siendo linda con su vestido rojo, él estaba

igual de resplandeciente, nada de ellos cambiaba ni sus

sentimientos a pesar de mucho tiempo, lo único que cambiaba

era su campo, las flores de papel cambiaban de color cada año y seguían creando cosas a través de su imaginación, ellos dos ya se amaban muchísimo,

no paraban de reír y de divertirse.

Hasta que un día, él, miró su reloj y se

acordó de algo muy importante y miró

hacia el cielo, tenía que irse ya y le dijo:

“Amy, me tengo que ir, así que hasta nunca” y

se fue sin darle ninguna explicación.

Esas fueron sus últimas palabras de aquel hombre y el voló tan alto

y tan rápido que ni ella pudo alcanzarlo. Amy estaba

desesperada, llorando y gritando por él, se incoó mirando hacia el

cielo llorando, pero tristemente no regresaba, ella sentía que se hundía, no podía creerlo y se

expresaba de la siguiente manera mientras lloraba: “Tal vez no lloraras por mí, aunque me

sacrifique, no trataras por mi ahora, y aunque te fuiste sé que

alguna vez me amaste, o eso quiero pensar, ahora estoy sola, y si comienza a sangrar mi corazón, otra vez por el dolor, sé que no te

importara,

y si duermo tan solo para soñar contigo , despertare sin ti a mi lado, perdóname

si te hice algo malo, ni si quiera se porque te fuiste, no sé si fue por mi culpa, la mayoría de mis preguntas siguen sin obtener respuestas, me siento encerrada y tensa en este

mundo, en aquel entonces mis venas no serán más que un susurro, te

atreviste a decir que me amabas, pero ahora te fuiste sin darme ninguna

explicación, pero sabes, yo nunca te lastimaría de esa manera, simplemente

te sentirás bien al saber que arrebataste mi corazón con dolor,

pero encontrare otro campo donde tus recuerdos no me lastimaran, no

hay nadie aquí, así que me he dividido yo misma, esta realidad me

vuelve loca, pero espero poder detener este dolor si lo deseara, sé que no sirve de nada el llanto, no

quiero seguir llorando, te mire marcharte, todo lo que hice fue

amarte y ahora es demasiado tarde para salvar esos momentos, todo lo que miro a mi alrededor ahora es

oscuridad y frio a la vez, el miedo tal vez solo está en mi mente,

apoderándose de mi todo el tiempo, tal vez algún día te olvide,

porque sigo soñando en la oscuridad, cuando estabas conmigo sentía que el tiempo se detenía, aún recuerdo las veces que decías que me amabas, pero la soledad ahora estará conmigo, no quisiera estar

lejos de ti mucho tiempo, ¿Mi corazón será curado?, no sé si pueda soportar quedarme otra

noche más, eras el secreto de mi corazón, ya no veo tu estrella que me vio llegar, todo lo que defendí ahora está hecha pedazos, ¿Cómo

puede la oscuridad sentirse tan mal conmigo?, pareciera como si

pudiera sentirla…

y sigo sola aun, está creciendo más el frio sin

tu amor, ¿Por qué no puedes sentirme

llamándote?, no puedo romper este silencio, tal vez algún día mis miedos

se desvanezcan, me pregunto ¿Acaso en estos

momentos estarás pensando en mí o ya

estarás trabajando para olvidarme?

mi alma está llorando por rescate, no puedes dejarme

esconderme por siempre en un cuento de hadas, el silencio

eterno pide justicia a gritos, no puedo respirar sin ti, esta no es la vida que yo deseaba, ahora

mis días ya no tendrán más luz, y todos mis sueños se perderán

esta noche, las estrellas caerán y todo se volverá gris, aquí es en

donde permaneceré ahora”.

Estas fueron las últimas palabras tristes de Amy, sufriendo por aquel hombre

que amaba, casi nunca se levantaba del campo que encontró, ya no paseaba,

siempre acostada se encontraba, creía que ya nada tenía sentido, llorando

todas las noches, ahora su mundo es distinto, su campo de flores de papel se cayeron, lo arboles dejaron de crecer, ya no había mariposas rodeándola, el cielo era oscuro y gris a la vez, y en la lluvia, por cada gota que caía solo se escuchaban palabras que la hacían

sentir más triste.

Amy no se esperaba esto después de su muerte, al

principio creyó que sería mucho mejor, que ya no sufriría más, pero eso le duro muy poco y al

final no pudo mejorarse, de tanta depresión y tanta

tristeza, se fue ahogando en su propia soledad y en su llanto que murió definitivamente después de dos años de aguantar tanta tristeza.

FINGRACIAS

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