Denis Diderot

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Denis Diderot De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a: navegación , búsqueda Denis Diderot Denis Diderot por Louis-Michel van Loo , 1767 . Nombre completo Denis Diderot Nacimiento 5 de octubre de 1713 Langres , Francia Defunción 31 de julio de 1784 (70 años) París , Francia Ocupación Escritor y filósofo francés Nacionalidad Francés Lengua de Francés

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Denis DiderotDe Wikipedia, la enciclopedia libreSaltar a: navegación, búsqueda

Denis Diderot

Denis Diderot por Louis-Michel van Loo, 1767.

Nombre completo Denis Diderot

Nacimiento 5 de octubre de 1713

Langres, Francia

Defunción 31 de julio de 1784 (70 años)

París, Francia

Ocupación Escritor y filósofo francés

Nacionalidad Francés

Lengua de

producción literaria

Francés

Lengua materna Francés

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Movimientos Ilustración

Obras notables L'Encyclopédie

Cónyuge Madame Puisieux

Sophie Volland

Descendencia Angelique Diderot (de Vandeul)

Firma

Denis Diderot (Langres, 5 de octubre de 1713 1 – París, 31 de julio de 1784) fue una figura decisiva de la Ilustración como escritor, filósofo y enciclopedista francés.

Reconocido por su empuje intelectual y su erudición, por su espíritu crítico así como su excepcional genio, marcó la historia de los campos en los que participó: sentó las bases del drama burgués en teatro, revolucionó la novela con Jacques le fataliste o La religiosa y el diálogo con La paradoja del comediante, y, por otra parte, creó la crítica a través de sus salones así como alentó y supervisó la redacción de una de las obras culturales más importantes de la centuria: L'Encyclopédie.

En filosofía, su obra sólo en apariencia sería lateral, pues fue citado muy a menudo por Ernst Cassirer en un texto clave, La filosofía de la Ilustración, por su innovación en muchos campos; así sucede en la nueva ciencia de la vida que él presagia desde la mitad de su vida. De hecho anuncia en su Pensées sur l'interprétation de la nature (1753), libro que se abre con esta ironía:

Joven toma y lee. Si puedes llegar hasta el final de esta obra, no te costará comprender otra mejor. Como me he propuesto no tanto instruirte como ejercitarte, poco me importa que admitas mis ideas o que las rechaces, con tal de que ocupen toda tu atención. Alguien más capacitado te enseñará a conocer las fuerzas de la naturaleza; me bastará con haber puesto las tuyas a prueba. Adiós.

Índice

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1 Biografía 2 Escritos

o 2.1 Enciclopedia o 2.2 Jacques el fatalista

Page 3: Denis Diderot

3 Ecos 4 Obras 5 Traducciones recientes 6 Bibliografía 7 Referencias 8 Enlaces externos

o 8.1 Tesis doctorales

Biografía[editar · editar fuente]

Diderot fue el segundo hijo mayor del jansenista maestro cuchillero, maître coutelier Didier Diderot (14 de septiembre 1685 — 03 de junio 1759) y su esposa Angélica Vigneron (12 de octubre 1677 — 1 de octubre 1748).

Didier Diderot, pintura de un artista desconocido. Musée d’art et d’histoire de Langres.

Denis Diderot nació el 5 de octubre de 1713 en Langres (Francia). Comenzó su educación en el colegio jesuita, y consiguió ser maestro de artes en grado de filosofía a los 19 años (1732).

n° 9 de la place Chambeau o n° 9 de la place dans le centre ville de Langres en el lado derecho en el fondo, la residencia de la familia de Diderot

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Estudió leyes, en contra de la opinión de su padre, el cual quería que su hijo ingresara en el clero. Cuando, a los 21 años (1734), Diderot le comentó a su padre que deseaba ser escritor, éste lo rechazó, y Denis inició una vida bohemia que duraría diez años.

A los 30 años (1743), Diderot se casó con Antoinette Champion, una costurera muy católica. Debido a la clase social a la cual pertenecía la mujer, el enlace fue considerado inapropiado, pues Champion tenía además poca educación y carecía de dote. Diderot y Antoinette tuvieron una hija, Angelique Diderot (luego, Vandeul), muy querida por el escritor. Cuando falleció la hermana monja de Diderot, la opinión de éste sobre la religión se vio afectada.

Fue reconocido por sus obras y fue escogido miembro de la Academia Francesa. No se enriqueció con sus libros, prueba de ello es que tuvo que vender su biblioteca para poder ofrecer una dote a su hija Angelique. Fue Catalina II de Rusia, una activa escritora de cartas a Madame Geoffrin, quien mandó comprar la biblioteca cuando conoció las estrecheces económicas de Diderot gracias a que tenían un amigo en común: Grimm.

En el invierno de 1773, con 60 años, Diderot fue invitado a la corte de San Petersburgo. Allí pasó varios meses como consejero de la zarina, y se han contado anécdotas, nunca contrastadas, sobre sus posibles relaciones.

Pero sí quedan en cambio las maravillosas Cartas a Sophie Volland, escritas a su gran amiga a lo largo de muchos años: ese es el testimonio de un gran feminista, defensor de la abolición de la esclavitud y creador de las mayores paradojas de la literatura europea. Eso sí, sólo queda una tercera parte de las misivas redactadas y faltan las primeras que escribió.2

Diderot murió en París (Francia), deteriorada su salud ya, el 31 de julio de 1784. Había cumplido los 70 años.

Escritos[editar · editar fuente]

Los primeros trabajos de Diderot incluyen la traducción de la Historia de Grecia de Stanyan (1743). Junto con dos amigos, François-Vincent Toussaint y Marc-Antoine Eidous, tradujo el Diccionario médico de Robert James (1746–1748), y sobre la misma época publicó una libre interpretación de Inquiry Concerning Virtue and Merit de Shaftesbury (1745).

En 1746 escribió su primera obra original: Pensamientos filosóficos (Pensées philosophiques), en donde presenta cierto pensamiento deísta, y presentó un pequeño ensayo sobre la suficiencia de la religión natural.

En 1747 escribió Promenade du sceptique, que plantea tres vías posibles en la actuación humana, y donde critica las extravagancias del catolicismo. Su Carta sobre los ciegos (Lettre sur les aveugles), de 1749, le presentó ya como un original pensador. El inmediato objeto de esa prosa fue el de mostrar la dependencia de las ideas del hombre respecto a sus cinco sentidos.

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Otras de sus narraciones fue La Religiosa (La Religieuse), en donde critica la vida en los conventos, a través del relato de una monja que ingresa forzada por la familia. Planteada como hecho real, es una novela pujante, cuyo eco polémico duró hasta el siglo XX, cuando fue magníficamente llevada al cine por Jacques Rivette, y prohibida en Francia. Hoy, es un clásico.

En Jacques el fatalista (Jacques le fataliste), de 1796, analiza la psicología del libre albedrío, con un diálogo abierto entre Jacques y su amo.

Con El hijo natural (Le fils naturel), da una bella pieza teatral, donde se manifiestan tranquilamente los sentimientos. Su La paradoja del comediante (Le paradoxe du comedien), establecida en 1830 con una copia de Petrogrado, es una de sus piezas más polémicas y ricas especulativamente: trata de la ficción y la realidad, a través del mundo del teatro y su vuelta a plantear paradojas, que tienen peso en su estética. 3

Finalmente, El sobrino de Rameau (Le neveu de Rameau), que fue traducida por Goethe, es un raro diálogo con un personaje real de la época, que le sirve para criticar la sociedad y mostrar las complejidades de la mente, algo que fue destacado por Hegel.

Además, publicó varias críticas de arte en sus Essais sur la peinture, alabadas por Goethe, y en Salones, un diario en donde publicaba sus críticas de las exposiciones artísticas. Sus importantes críticas de arte aparecieron en Salons; y siguen siendo una referencia sobre la estética del siglo XVIII.

Tardíamente, fue comentando extensamente la Histoire philosophique et politique des deux Indes, de Raynal (empezada 1781), donde hacía una alegato contra el colonialismo y señalaba la importancia de las civilizaciones no europeas para la cultura europea; hoy se lee a Raynal con los comentarios de Diderot, que el primero adjuntó en sucesivas ediciones. 4

Enciclopedia[editar · editar fuente]

Artículo principal: L'Encyclopédie.

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Portada de L'Encyclopédie.

El editor francés André Le Breton, librero de éxito y especialista en la traducción de obras inglesas, obtiene en 1745 una licencia para efectuar una traducción al francés de la enciclopedia de Ephraim Chambers. Le Breton elige en principio para dirigir el proyecto a John Mills, un inglés residente en Francia, y al abate Jean-Paul de Gua de Malves, pero por diferentes razones abandonaron el proyecto. En 1747 Le Breton le encarga a Diderot y Jean Le Rond d'Alembert la elaboración editorial de la célebre Encyclopédie.

Los editores reunieron un vasto capital, y entre 1751 y 1772 se fue completando con participaciones de escritores como Voltaire, Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau, Adam Smith, así como decenas de sabios en los distintos campos, que hicieron una especial 'manufactura' de conocimientos. En estos veinte años se produjeron muchos desaires en contra de la obra, ya que hubo deserciones de amigos que ayudaban a Diderot, polémicas entre las clases aristocráticas, así como persecución y rechazo por parte de la Iglesia, que produjo censura y desavenencias entre Diderot y D’Alembert. Además, en 1759, el Consejo del rey suprimió los diez primeros volúmenes, pero Diderot siguió elaborando la enciclopedia en secreto, y la concluyó al fin en los setenta.

La obra consta de 17 volúmenes de artículos más otros 11 de planchas; suma unas 18.000 páginas de texto. Comprende 44.632 artículos principales (aunque en conjunto hay 76.242 partes identificadas).5

Jacques el fatalista[editar · editar fuente]

Artículo principal: Jacques el fatalista.

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Jacques preguntó a su amo si no había advertido que, por grande que fuera la miseria de la gente pobre, sin tener pan para ellos, todos tenían perro… De donde concluyó que todo hombre quería mandar a otro; y que al hallarse el animal en la sociedad inmediatamente debajo de la clase de los últimos ciudadanos mandado por todas las demás clases, aquéllos tomaban a un animal para poder mandar también a alguien… Cada cual tiene su perro. El ministro es el perro del rey, el primer funcionario es el perro del ministro…

Terminó de escribir Jacques el fatalista en 1773; sin embargo, no se publicaría hasta 1796, habiendo muerto ya Diderot. Está considerada una de las novelas más importantes de la literatura francesa del siglo XVIII. Es un anticipo de novela moderna, donde se produce una ruptura con el género novelesco que se había seguido hasta ese momento. Daba mayor protagonismo al determinista criado Jacques que al amo pasivo y letárgico a pesar de su creencia en el libre albedrío. Diderot, en tono irónico, no pasa por alto la hipocresía y la corrupción de las clases privilegidas, incluida la eclesiástica.

¿Cuál es en vuestra opinión el motivo que atrae a las ejecuciones públicas? ¿La inhumanidad? Os equivocáis: el pueblo no es inhumano; a ese desgraciado en torno a cuyo cadalso se agolpa, lo arrancaría de las manos de la justicia si pudiera. Va a buscar a la plaza de Grève una escena que pueda contar a su regreso al arrabal, ésa u otra, le da igual mientras tenga un papel, junte a su vecinos y se haga escuchar de ellos. Dad en el bulevar una fiesta divertida y veréis que la plaza de las ejecuciones está vacía. El pueblo está ávido de espectáculos y acude a ellos porque se divierte cuando los disfruta y se divierte también cuando los cuenta a su regreso.

Es una de sus obras capitales, una novela de las más sorprendentes de la historia del género; está llena de digresiones y anécdotas, en un relato que tiene que ver con la picaresca o Quijote, así como con las dos novelas de Laurence Sterne, Tristram Shandy y Viaje sentimental, en las que injerta su escrito, que gira en torno al destino, al pricipio y al final del texto, dice Jean Starobinski.6 Es una novela muy entretenida a la vez que ambigua, pues es absolutamente moderna para Raymond Trousson: es "una obra experimental sobre los límites y las posibilidades de lo novelesco".7

Ecos[editar · editar fuente]

Diderot, desconocido como autor individual entre sus contemporáneos, polémico con Rousseau y D'Alembert, ciudadano al margen de las convenciones sociales y, muerto en 1784, era poco recordado en la Revolución Francesa. Tuvo que esperar hasta Goethe, Hegel (quien le utilizó en la Fenomenología del espíritu) y los románticos para su difusión en el extranjero.

Desde la conclusión del S. XIX y en la centuria siguiente, sobre todo, prosigue su actualización. A mediados de siglo XX, el romanista Herbert Dieckmann encontró además un conjunto amplio de manuscritos —los llamados Fonds Vandeul—, por lo que aumentó hondamente el interés por él.

Grandes figuras de la crítica han escrito desde entonces sobre el enciclopedista, y le han acreditado ya como la figura capital del siglo XVIII europeo, tal como es hoy considerado. Así sucede con Franco Venturi, Herbert Dieckmann, Arthur M. Wilson, Jacques Proust,

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Yvon Belaval, Yves Benot, o con Jean Starobinski, que acaba de dar su esperado libro sobre el autor, que resume décadss de dedicación a esa figura: Diderot, un diable de ramage, en 2012.

La gran biografía del pensador y escritor fue concluida por el estadounidense Arthur M. Wilson, Diderot, en 1972, y sigue siendo una obra clásica. Hay una revista de finales del siglo XX dedicada a su obra, Recherches sur Diderot et sur l'Enciclopédie, editada en París (que se suma a los Diderot Studies). Una nueva biogafía extensa ha aparecido en 2013: Diderot, le combattant de la liberté, de Gerhardt Stenger.8

Obras[editar · editar fuente]

Essai sur le mérite et la vertu, escrito por Shaftesbury y traducido al francés y anotado por Diderot (1745)

Pensées philosophiques, ensayo (1746) La promenade du sceptique (1747) Les bijoux indiscrets, novela (1748) Lettre sur les aveugles à l'usage de ceux qui voient (1749) L'Encyclopédie (1751–1772) Lettre sur les sourds et muets (1751) Pensées sur l'interprétation de la nature, ensayo (1751) Le fils naturel (1757) Entretiens sur le Fils naturel (1757) Discours sur la poesie dramatique (1758) Salons, críticas de arte (1759–1781) La Religieuse, novela (1760) Le neveu de Rameau, diálogo (c.1761) Lettre sur le commerce de la librairie (1763), ensayo Mystification ou l’histoire des portraits (1768) Entretien entre D'Alembert et Diderot (1769) Le rêve de D'Alembert, diálogo (1769) Suite de l'entretien entre D'Alembert et Diderot (1769) Paradoxe sur le comédien (c.1769) Apologie de l'abbé Galiani (1770) Principes philosophiques sur la matière et le mouvement, ensayo (1770) Entretien d'un père avec ses enfants (1771) Jacques le fataliste et son maître, novela corta (1771–1778) Supplément au voyage de Bougainville (1772) Histoire philosophique et politique des deux Indes, en colaboración con Raynal

(1772–1781) Voyage en Hollande (1773) Éléments de physiologie (1773–1774) Réfutation d'Helvétius (1774) Observations sur le Nakaz (1774) Essai sur les règnes de Claude et de Néron (1778) Lettre apologétique de l'abbé Raynal à Monsieur Grimm (1781)

Page 9: Denis Diderot

Aux insurgents d'Amérique (1782) Salons

Traducciones recientes[editar · editar fuente]

Pensamientos filosóficos: el combate por la libertad, Proteus Libros (2012) ISBN 978-84-15047-93-3 [Archivo de Internet]

Tratado de la barbarie de los pueblos civilizados, Pasado & Presente (2011) ISBN 978-84-939143-2-5

La monja, Adesiara (2010) ISBN 978-84-92405-17-6; La religiosa, Verticales (2008) ISBN 978-84-92421-53-4

Cartas a Sophie Volland, Acantilado (2010) ISBN 978-84-92649-60-0 Jacques el fatalista, Alfaguara (2010) ISBN 978-84-204-8940-7 y Punto de

Lectura, 2008 ISBN 978-84-663-2211-9 El padre de familia. De la poesía dramática, Asociación de Directores de Escena

(2009) ISBN 978-84-92639-02-1 Cuentos, El lago (2009) ISBN 978-84-96720-82-4 Pensamientos filosóficos: el combate por la libertad, Proteus (2009) ISBN 978-84-

936999-5-6 El hijo natural: conversaciones sobre el hijo natural, Asociación de Directores de

Escena (2008) ISBN 978-84-95576-91-0 Mente y cuerpo en la Enciclopedia, Asociación Española de Neuropsiquiatría

(2005) ISBN 978-84-95287-25-0 Arte, gusto y estética en la Encyclopédie, Diputació de València (2005) ISBN 978-

84-7795-380-7 Paradoja sobre el comediante; Cartas a dos actrices, Valdemar (2003) ISBN 978-

84-7702-456-9 Salón de 1767, Machado (2003) ISBN 978-84-7774-633-1 Carta sobre los ciegos seguida de carta sobre los sordomudos, Pre-Textos (2002)

ISBN 978-84-8191-497-9 Escritos filosóficos, RBA (2002) ISBN 978-84-473-2516-0 La Enciclopedia: selección de artículos políticos, Tecnos (2002) ISBN 978-84-309-

1254-4 Los dijes indiscretos, Barataria (2001) ISBN 978-84-95764-00-3 Bougainville Viaje a Tahití, seguido de Diderot, Suplemento al viaje de

Bougainville o Diálogo entre a y b, Olañeta (1999) ISBN 978-84-7651-783-3 El sueño de d'Alembert, Compañía (1996), ISBN 978-84-8213-037-8 La paradoja del comediante, García Verdugo (1995) ISBN 978-84-86217-76-1 Escritos sobre arte, Siruela (1994) ISBN 978-84-7844-211-9 El sueño de d'Alembert; y suplemento al viaje de Bougainville, CSIC (1992) ISBN

978-84-7444-583-1 Sobre la interpretación de la naturaleza, Anthropos (1992) ISBN 978-84-7658-

327-2

Bibliografía[editar · editar fuente]

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Arthur M. Wilson , Diderot. Sa vie et son oeuvre, París, Laffont-Bouquins, 1985 (or. 1972).

Jean Thomas, L'humanisme de Diderot, Les Belles Lettres, 1938. Franco Venturi , Giovinezza di Diderot, Palermo, Sellerio, 1988 (or. 1939). Herbert Dieckmann , Cinq leçons sur Diderot, Ginebra/París, 1959 Herbert Dieckmann , Diderot und die Aufklärung. Aufsätze zur europäischen

Literatur des 18. Jahrhunderts, Stuttgart, 1972 VV. AA., La matière et l'homme dans l'Encyclopédie, París, Kliencksieck, 1998,

ISBN 2-252-03140-9. Jacques Proust , Diderot et l'Encyclopédie, A. Michel, 1995. Yves Benot , Diderot, de l'athéisme à l'anticolonialisme, París, Maspero, 1970. Tr.:

Diderot: del ateísmo al anticolonialismo, México, Siglo XXI, 1973. Yvon Belaval , L'esthétique sans paradoxe de Diderot, París, Gallimard, 1991. Roger Kempf, Diderot et le roman, Seuil, 1984 Paul Hazard , Los filósofos y sus filosofías, Vicens Vives, 1983 2º vol. pp.267-310

ISBN 978-84-316-2139-7 Paul Hazard , El pensamiento europeo en el siglo XVIII, Alianza, 1991, ISBN 978-

84-206-2434-1 Daniel Mornet , El pensamiento francés en el siglo XVIII: el trasfondo intelectual de

la Revolución francesa, Madrid, Alianza, 1988, ISBN 978-84-2062434-9. Jean Starobinski , Diderot, un diable de ramage, Gallimard, 2012. Gerhardt Stenger, Diderot, le combattant de la liberté, Perrin, 2013

Referencias[editar · editar fuente]

1. ↑ Para el día exacto de su nacimiento, véase George R. Havens, «The Dates of Diderot's Birth and Death» en Modern Language Notes, Vol. 55, No. 1 (enero de 1940), p. 31-33

2. ↑ Wilson, Diderot, p. 1913. ↑ Yvon Belaval, L'esthétique sans paradoxe de Diderot, Gallimard, 1991, cap. V4. ↑ Yves Benot, Diderot: del ateísmo al anticolonialismo, México, Siglo XXI, 19735. ↑ J. Proust, Diderot et l'Encyclopédie, París, Albin Michel, 19956. ↑ Starobinski, Diderot, un diable de ramage, 2012, p. 3007. ↑ R. Trousson, Diderot, Acantilado, 2011, pp. 269-2728. ↑ Gerhardt Stenger, Diderot, le combattant de la liberté, París, Perrin, 2013

Enlaces externos[editar · editar fuente]

Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Denis Diderot . Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Denis Diderot. Página de inicio de la Enciclopédie en Wayback (en francés)

Tesis doctorales[editar · editar fuente]

Ironía y libertad   : Denis Diderot y la novela moderna: Jacques el fatalista en la herencia cervantina de Francisco Javier Gómez Martínez; Universidad Complutense de Madrid-Servicio de Publicaciones. ISBN 978-84-669-1869-5

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Diderot i la construcció del subjecte moral de Ramon Alcoberro (en catalán)

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Jean-Jacques RousseauDe Wikipedia, la enciclopedia libreSaltar a: navegación, búsqueda Para otros usos de este término, véase Rousseau (desambiguación).

Jean-Jacques Rousseau

Jean-Jacques Rousseau a la edad de 41 años, pintado al pastel por Quentin La Tour.

Nombre completo Jean-Jacques Rousseau

Nacimiento 28 de junio de 1712

Page 16: Denis Diderot

Ginebra,  Suiza

Defunción 2 de julio de 1778

Ermenonville, Francia

Ocupación Escritor, filósofo y músico

Nacionalidad Suiza

Período Ilustración

Lengua de

producción literaria

Francés

Lengua materna Francesa

Obras notables El contrato social

Emilio o de la Educación

Influido por[mostrar]

Influyó a[mostrar]

Firma

Abreviatura en botánica Rousseau

Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) fue un polímata: escritor, filósofo, músico, botánico y naturalista franco-helvético definido como un ilustrado; a pesar de las profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración.

Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres frases, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio, o De la educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación.

Page 17: Denis Diderot

Índice

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1 Biografía 2 Legado de Rousseau

o 2.1 Literario o 2.2 Ideas políticas y sociales

2.2.1 De la soberanía y las leyes 2.2.2 De la desigualdad entre los hombres 2.2.3 De la formación del hombre

o 2.3 Botánico 3 Educación

o 3.1 Emilio, o De la educación 3.1.1 Libro Primero 3.1.2 Libro Segundo 3.1.3 Libro Tercero 3.1.4 Libro Cuarto 3.1.5 Libro Quinto

4 Cronología de sus escritos 5 Bibliografía

o 5.1 De Rousseau o 5.2 Sobre Rousseau o 5.3 Diccionarios y enciclopedias

6 Véase también 7 Referencias 8 Abreviatura 9 Enlaces externos

o 9.1 Wikimedia Foundation o 9.2 Enciclopedias o 9.3 Otros

Biografía[editar · editar fuente]

Debido a motivos religiosos, la familia Rousseau se exilió a Ginebra cuando era una ciudad-estado independiente. Allí, Suzanne Bernard (1673, Ginebra - ibídem, 1712) e Isaac Rousseau (1672, Ginebra - 1747, Nyon) tuvieron a su hijo Jean-Jacques (en español, Juan Jacobo). Nueve días después de dar a luz, falleció Suzanne, hija del calvinista Jacques Bernard. El pequeño Rousseau consideró a sus tíos paternos como sus segundos padres, debido a que desde muy pequeño pasó mucho tiempo con ellos y fueron los que lo cuidaron.

Cuando Rousseau tenía 10 años (1722), su padre se exilió por una acusación infundada y él quedó al cuidado de su tío Samuel. Con esta familia disfrutó de una educación que él consideraría ideal, calificando esta época como la más feliz de su vida. Junto con su primo,

Page 18: Denis Diderot

Rousseau fue enviado como pupilo a la casa del calvinista Lambercier durante dos años (1722-1724). A su regreso en 1725, trabajó como aprendiz de relojero y, posteriormente, con un maestro grabador (aunque sin terminar su aprendizaje), con quienes desarrolló la suficiente experiencia para vivir de estos oficios toda su vida.

Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes.

El contrato social

Por ello, a los 16 años (1728) abandona su ciudad natal. Tras estar peregrinando un tiempo, se estableció en Annecy, siendo tutelado por Madame de Warens, una dama ilustrada, trece años mayor que él, que le ayudó en su educación y en su afición por la música. A ojos de Rousseau, ella sería una madre y una amante. Residió seis semanas en Montpellier por una enfermedad grave, y a su regreso fue preceptor en Lyon y tuvo contacto con Fontenelle, Diderot o Marivaux. Forjando un carácter de "paseante solitario" mientras recorría kilómetros y kilómetros por los Alpes, Rousseau ejerció de periodista.

En 1745, con 33 años vuelve a París, donde convive con Thérèse Levasseur, una modista analfabeta con quien tiene cinco hijos y a quien convence para entregarlos al hospicio conforme van naciendo. Al principio dijo que carecía de medios para mantener una familia,1 pero más tarde, en el volumen IX de sus Confesiones, sostuvo haberlo hecho para apartarlos de la nefasta influencia de su familia política: Pensar en encomendarlos a una familia sin educación, para que los educara aún peor, me hacía temblar. La educación del hospicio no podía ser peor que eso.

En esta época contacta con Voltaire, D'Alembert, Rameau y, de nuevo, con Diderot, y escribe sus obras más reconocidas. Cuando la Academia Francesa propuso en 1750 el siguiente dilema: ¿Contribuyen las artes y las ciencias a corromper al individuo?, Rousseau ganó respondiendo que sí, pues las artes y las ciencias a su juicio una decadencia cultural. A partir de aquí, la fama llama a su puerta. Empieza a asistir suponen salones parisinos, critica la música francesa en la Querelle des Buffons con el apoyo de los enciclopedistas y su, por aquel entonces, íntimo amigo Frédéric-Melchior Grimm.

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Retrato de Jean-Jacques Rousseau, por Allan Ramsay, en 1766, Galería Nacional de Escocia.

Las exigencias de sus amigos y sus opiniones lo distancian de ellos, Rousseau se siente traicionado y atacado y abandona Ermitage, casa rural que le amuebló Mme. d'Epinay en 1756.

La publicación de Emilio, o De la educación y de El contrato social lo hacen tremendamente impopular, hasta el punto de que lo destierran de Francia; marcha a Suiza, donde es acogido como protegido de Lord Keith, pero su casa en Môtiers es apedreada por una turba furiosa en 1765.

Su amigo Hume lo acogió junto con Thérèse en Inglaterra, y vivieron retirados en el campo durante dos años (1765-1767), debido a la opinión que la mayoría de los ingleses tenía de él: un loco, malo y peligroso hombre que vive en pecado con Thérèse. En 1767, con 55 años, volvió a Francia con un nombre falso. Allí se casó con su amada Thérèse un año más tarde. En 1770 se le permitió regresar oficialmente con la condición de que no publicase nada más.

Escribió sus memorias, las Confesiones, y se dedicó a vivir de sus patrones y de lecturas públicas de sus memorias. En 1772 Mme. d'Epinay, escritora amante de él y Grimm al tiempo (lo que provocará su enemistad), escandalizada por lo que Rousseau relata de su relación con ella, pide a la policía que prohíban tales lecturas. Con un estado anímico sombrío, se aleja definitivamente del mundo. Aunque siguió escribiendo, el daño que le habían causado los ataques de Voltaire (quien dijo de él que se valía de la sensiblería y la hipocresía) y otros personajes de la época terminó apartándolo finalmente de la vida pública sin poder aprovechar la fama y el reconocimiento de su obra, que inspiraría al romanticismo.

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Retirado en Ermenonville, falleció de un paro cardíaco en 1778 a los 66 años. Sus restos descansan en el Panteón de París a pocos metros de Voltaire y el sitio exacto está marcado claramente por un busto conmemorativo.

Legado de Rousseau[editar · editar fuente]

Literario[editar · editar fuente]

Dado su alejamiento de los enciclopedistas de la época y su enfrentamiento con la Iglesia Católica, por sus polémicas doctrinas, su estilo literario cambió. Sus obras autobiográficas y de su yo dieron un vuelco fundamental en la literatura europea; a tal punto que es considerado uno de los precursores del Romanticismo. Las obras suyas que más influyeron en su época fueron Julia, o la Nueva Eloisa (1761) y Emilio, o De la educación (1762), ya que transformaron las ideas sobre la familia.2

Otras obras muy importantes son El contrato social y el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.

Ideas políticas y sociales[editar · editar fuente]

Primera página de la publicación original en francés de El contrato social.

Rousseau produjo uno de los trabajos más importantes de la época de la Ilustración;3 a través de su Contrato Social, hizo surgir una nueva política.4 Esta nueva política está basada en la volonté générale, voluntad general, y en el pueblo como soberano. Expone que la única forma de gobierno legal será aquella de un Estado republicano, donde todo el pueblo legisle; independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una

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aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado.5 Rousseau da gran importancia al tamaño del Estado, debido que una vez la población del Estado crece, entonces la voluntad de cada individuo es menos representada en la voluntad general, de modo que mientras mayor sea el Estado, su gobierno debe ser más eficaz para evitar la desobediencia a esa voluntad general.6

En sus estudios políticos y sociales Rousseau desarrolló un esquema social, en el cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de un último líder que fuese la autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en la libertad natural, con la cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre. En El Contrato Social, Rousseau argumenta que el poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de todos los ciudadanos.7 Este poder sólo toma vigencia cuando cada uno de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición, según expone Rousseau, de que “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro es considerado como parte indivisible del todo”.8 En fin, Rousseau plantea que la asociación asumida por los ciudadanos debe ser “capaz de defender y proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, sólo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes.”8

La obra rousseauniana argumenta que esta asociación de los hombres no es algo natural.9 El hombre sale de su estado natural de libertad porque le surgen necesidades de supervivencia que le imponen la creación de algo artificial, ya que el hombre no es sociable por naturaleza y no nació para estar asociado con otros. Es voluntariamente que se unen los unos a los otros y fundamentan este vínculo con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las necesidades que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen evidentes en la sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un orden social que evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una representación participativa de todos los miembros de la sociedad.10

Mediante El Contrato Social, Rousseau le abre paso a la democracia, de modo tal que todos los miembros reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo cuerpo político, ya que la ley que obedecen nace de ellos mismos.11 Esta sociedad recibe el nombre de república y cada ciudadano vive de acuerdo con todos. En este Estado social son necesarias las reglas de la conducta creadas mediante la razón y reflexión de la voluntad general que se encarga de desarrollar las leyes que regirán a los hombres en la vida civil.11 Según Rousseau, es el pueblo, mediante la ratificación de la voluntad general, el único calificado para establecer las leyes que condicionan la asociación civil.12 De acuerdo con la obra de Rousseau, todo gobierno legítimo es republicano, es decir, una república emplea un gobierno designado a tener como finalidad el interés público guiado por la voluntad general. Es por esta razón que Rousseau no descarta la posibilidad de la monarquía como un gobierno democrático, ya que si los asociados a la voluntad general pueden convenir, bajo ciertas circunstancias, la implementación de un gobierno monárquico o aristocrático, entonces tal es el bien común.11

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En su modelo político, Rousseau atribuye al pueblo la función de soberano. A este término no le asigna características que designan a una sola clase o nación, sino la representación de una comunidad de los que desean formar un Estado y vivir bajo las mismas leyes que son la expresión de la voluntad general. El pueblo, como soberano, debe llevar a cabo una deliberación pública, que ponga a todos los ciudadanos asociados en un plano de igualdad, en la cual el cuerpo no puede decidir nada que atente contra los intereses legítimos de cada uno. Las leyes en la república de Rousseau están desarrolladas conforme al orden social, establecido por la naturaleza del pacto social y no por las convenciones humanas de un sólo individuo. Las leyes deben fundamentarse en las convenciones que traducen en reglas las exigencias de la racionalidad y moralidad humana, al tiempo que no atentan contra el ideal de la justicia que impone que todos los asociados se respeten los unos a los otros.11 Rousseau establece que las reglas de la asociación deben ser el resultado de la deliberación pública, ya que en ella se encuentra el origen de la soberanía. Las leyes nacidas de la deliberación no serán justas y la soberanía no será legítima si la deliberación no respeta el interés común y si los ciudadanos no aceptan las condiciones por las que las reglas son iguales para todos.11 Estas leyes no instituyen ninguna forma específica de gobierno, sino que fijan las reglas generales de la administración y definen la constitución, por la cual el pueblo ha de regirse, ya que son la máxima expresión de la voluntad general.

El ideal político planteado por Rousseau en El Contrato Social se basa en la autonomía racional. Esta es la asociación que supone el reino de la ley común, en la cual cada uno de los asociados, al entregarse al pacto social, se obedece a sí mismo porque las leyes se fundamentan en la voluntad general, en la cual cada ciudadano es a su vez legislador, al deliberar públicamente en la creación de las reglas, y súbdito, al someterse libremente a la obediencia de las mismas.11

El ideal político de El Contrato Social puede realizarse bajo cualquier forma de gobierno. Rousseau argumenta que cualquier forma de gobierno es válida y legítima si se ejerce dentro de los parámetros regidos por la ley común. En su obra, Rousseau define una república como “todo Estado regido por leyes, cualquiera que sea su forma de administración”.8

En el modelo político de Rousseau, el pueblo aparece en una doble dimensión, en la cual es sujeto y objeto del poder soberano.9 Cada individuo es sujeto de la soberanía porque entrega todos sus derechos a la comunidad, pero, al mismo tiempo, es objeto porque, al ser parte de un todo, se los entrega a sí mismo. Al establecerse este pacto, la soberanía reside en el pueblo y, como resultado, la misma es inalienable, indivisible, absoluta e infalible, ya que es contradictorio que el soberano como pueblo implemente algo contra sí mismo como súbdito.9

Lo que caracteriza el modelo político que Rousseau desarrolla en El Contrato Social es la idea clave roussoniana de "voluntad general". Tal voluntad se diferencia de la voluntad de todos por su carácter universalista y su aspecto normativo. No es una voluntad cualitativa, sino que se forma por una cualificación moral, en la cual se requiere que los hombres actúen de acuerdo a los intereses universalistas.9 Una vez se forma esta voluntad, su mandato es inapelable, ya que lo que persigue es el interés colectivo que no es diferente del

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interés individual. Es por ello que, si algún asociado intentase resistir la voluntad general, se verá obligado por el cuerpo social a obedecerle.

Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo. El sistema que defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran concurrir a manifestar su voluntad para llegar a un acuerdo común, a un contrato social. En El contrato social diría que «toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley» y que «la soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser enajenada». Como "voluntad general" no puede ser representada, defendía un sistema de democracia directa que inspira, hasta cierto punto, la constitución federal suiza de 1849.

La relación de las teorías de Rousseau con el nacionalismo moderno es uno de los temas abundados por la teoría política y la historia de las ideas. En sus obras, Rousseau planteó las bases para el nacionalismo moderno atribuyéndole los sentimientos de identificación con la república o sociedad a la cual el hombre se ha asociado, aunque argumentó que estos sentimientos sólo hubiesen sido posibles en Estados pequeños y democráticos.13

De la soberanía y las leyes[editar · editar fuente]

Rousseau considera que toda aquella persona que participe del contrato social es soberano, por ende es un bien común el que se obtiene a través de este contrato. Por esta razón no puede existir una distinción entre soberano e individuo y se debe legislar bajo la voluntad general. Este tipo de gobierno comienza una vez el pueblo ha madurado moral y políticamente para lograr comprender e implementar la voluntad general, y que esta sea libre de interferencias.14 Debido a esto, la ley siempre es general, porque considera a las acciones y a las masas, nunca a un individuo. Acerca de las leyes, Rousseau, hace una diferenciación entre la voluntad general y la voluntad común. Y estas leyes o contratos no pueden ser creados por la voluntad común, debido que la voluntad común puede ser buena o mala, pero esta no necesariamente se dirige hacia la voluntad general, cuyo fin es el bien común.15

Estas leyes son divididas entre las Fundamentales, Civiles y Criminales:16

Leyes Fundamentales o Leyes Políticas: establecen las relaciones entre el gobierno y el soberano.

Leyes Civiles: establecen la relación de miembro a miembro, o del miembro a las masas.

Leyes Criminales: establece la relación entre cada individuo con las leyes y las penalidades por desobedecerlas.

De la desigualdad entre los hombres[editar · editar fuente]

Rousseau planteó algunos de los precedentes políticos y sociales que impulsaron los sistemas de gobiernos nacionales de muchas de las sociedades modernas17 estableciendo la raíz de la desigualdad que afecta a los hombres; para él, el origen de dicha desigualdad era a causa de la constitución de la ley y del derecho de propiedad produciendo en los hombres el deseo de posesión. A medida que la especie humana se fue domesticando, los hombres

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comenzaron a vivir como familia en cabañas y acostumbraban ver a sus vecinos con regularidad. Al pasar más tiempo juntos, cada persona se acostumbró a ver los defectos y virtudes de los demás, creando el primer paso hacia la desigualdad. “Aquel que mejor cantaba o bailaba, o el más hermoso, el más fuerte, el más diestro o el más elocuente, fue el más considerado.”18 En este aspecto, la formación de la sociedad hizo necesaria la creación de entidades que regularan los derechos y deberes de los hombres, perdiendo estos así la libertad de tomar posesión de lo que tenían a mano, y los adoctrinó a olvidarse de sus antiguos sentimientos y manera de vivir sencilla y los impulsó a superar a sus semejantes provocando la pérdida de la igualdad, o mejor dicho, dando nacimiento a la desigualdad.19

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En su estudio sobre la desigualdad, estableció las diferencias entre el hombre civilizado y el hombre salvaje, determinando que las situaciones que estos enfrentaban en su diario vivir definían su comportamiento con los demás. El hombre civilizado, motivado por un deseo de ser superior a los otros, crea una especie de antifaz que le presenta al mundo, con el propósito de crear distinción entre ellos y los demás.21 En esta nueva sociedad, “Las almas no son ya visibles, ni la amistad posible, ni la confianza duradera, porque ya nadie se atreve a parecer lo que es”. En este mundo artificial, la comunicación humana se hizo imposible.22 El hombre salvaje no presentaba este problema, él no vivía en sociedad porque no lo necesitaba, pues la naturaleza le proporcionaba todas sus necesidades.23 Cuando sentía hambre contaba con los animales de la selva para saciarla, al anochecer buscaba refugio en una cueva, su relación con los demás se llevaba en armonía, siempre que ambas partes así lo requirieran y que no se presentaran conflictos, y así mismo todos por igual tenían derecho a una parte de las tierras que habitaban. Según Rousseau, a medida que el hombre salvaje dejó de concebir lo que la naturaleza le ofrecía como lo prescindible para su subsistencia, empezó a ver como su rival a los demás hombres, su cuerpo no fue más su instrumento, sino que empleó herramientas que no requerían de tanto esfuerzo físico, limitando por ello sus acciones y concentrándose en el mejoramiento de otros aspectos de su nueva forma de vida, transformándose así en el hombre civilizado.

En el Origen de la desigualdad entre los hombres, afirma: “tal es, en efecto, la causa de todas estas diferencias: el salvaje vive para sí mismo; el hombre social, siempre fuera de sí, no sabe vivir más que en la opinión de los demás; y de ese único juicio deduce el sentimiento de su propia existencia”. Esta naturaleza humana, que Rousseau supone del hombre salvaje, no es sino una hipótesis de trabajo, pues él mismo admite en esta obra que no es posible mostrar que dicho estado salvaje haya existido.24

A pesar de que algunos de sus escritos parecían atacar la estructura de la sociedad,25 este era, según Rousseau, el modo de pensar de sus adversarios, como lo expresa aquí “¿en qué quedamos? ¿Es preciso destruir la sociedad, confundir lo tuyo y lo mío y volver a vivir en las selvas como los osos? Esta es una consecuencia del modo de pensar de mis adversarios, que tanto me gusta prevenir como dejarles la vergüenza de deducirla”. Su intención no fue la de desmantelar dicha potencia, sino el de hacer de la misma una comunidad de igualdad donde todos tuvieran la libertad para expresar su pensar y tomar las decisiones que beneficien a todos, como se puede apreciar en El Contrato Social.26

De la formación del hombre[editar · editar fuente]

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Rousseau hace un estudio de la formación del hombre individual antes de éste "ingresar a la sociedad", con sus primeras obras que incluyen: ''Discurso sobre las ciencias y las artes'', ''Ensayo sobre el origen de las lenguas'' y ''Emilio, o De la educación''. En la primera y en la segunda, Rousseau identifica los vicios y las virtudes, y en la tercera propone encaminar al hombre a la virtud haciendo a un lado los vicios.

Una de las definiciones: Vicio: lo artificial, las artes: las letras, las lenguas, música.27 las ciencias, excesivo uso de razón, expresión de sentimientos que no existen.28 "palabras vacías",29 la armonía; virtud: lo puro, natural, la melodía, expresión sincera de sentimientos y el "conocimiento necesario".30

Las artes, según Rousseau, traen el conocimiento que hace al individuo comportarse de una manera para "ser de agrado a los demás", y no es un comportamiento natural;31 en vez de crear una unión entre seres humanos, crean la desigualdad entre ellos. Se crea una esclavitud a ellas y una esclavitud entre los hombres, se explica con su famosa cita: "las ciencias, las letras y las artes, menos despóticas y más potentes acaso, tienden guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro de que están cargados, sofocan en ellos el sentimiento de esa libertad original para la que parecían haber nacido". Por lo que entra la educación, que involucra a las artes como parte del proceso, sin uso excesivo de ellas,32 a "transformar al individuo liberándolo de las perversiones".33

Botánico[editar · editar fuente]

Rousseau descubre tardíamente la botánica, hacia sus 65 años, gustando de herborizar, que lo tranquilizaba, luego de tanta jornada de reflexionar, que lo fatigaba y lo entristecía, escribiendo en la séptima Ensoñación del paseante solitario. Así sus Cartas sobre la botánica le permiten continuar una reflexión sobre la cultura, en un sentido inmenso, comenzando con el Émile, su tratado de educación, y su romance Julie, ou la nouvelle Héloïse, donde se interroga sobre el arte de la jardinería.

El hombre, si está desnaturalizado, si carece de instintos, no puede contemplar la naturaleza, únicamente hace áreas habitables y cultivables, desnaturalizadas, «contorneadas a su modo» en «campiñas artificiales» donde si bien pueden vivir, no resulta más que en un país pobre. Y van quedando cada vez menos posibilidades de acceder a lo natural «deberían conocerse y ser dignos de ser admirados... La naturaleza semeja estar desordenada a los ojos humanos, y pasar sin atraer la mirada de los poco sensibles, y que a su vez han desfigurado... Están quienes le aman e intentar buscar y no lo pueden hallar» continúa Rousseau en su novela, donde va describiendo cómo Julie instala al fondo de su vergel un jardín secreto, jugando con lo agradable a lo útil de manera de hacer un poco de paseo que recuerde a la pura naturaleza: «es verdad, dice ella que la naturaleza hace todo, mas bajo mi dirección, no habrá más quien le ordene».

Rousseau describe el jardín del hombre que concilia a la vez al humanista y al botánico, como un aspecto útil y placentero donde pueda estar sin artificios visibles, ni a la francesa, ni a la inglesa: el agua, la verdura, la sombra y las siembras, como se ve en la naturaleza, sin usar la simetría ni alinear los cultivos y los bordes. El hombre de gusto «no se

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inquietará al punto de su percepción de bellas perspectivas: el gusto de los puntos de vista solo visibles a muy pocos».

El trabajo de mejorar el suelo y de hacer injertos no devolverá lo natural quitado a la naturaleza. Además de que no volverá, sigue extendiéndose catastróficamente nuestra civilización urbana con consecuencias, mas puede forzarse otro destino. Y si el trabajo de un vergel y de campos sea una necesidad para el hombre, el jardín de «el hombre de gusto» funcionará permitiendo desahogarse, descansar de momentos de esfuerzo.

Para Rousseau, las melodías y el jardín son del orden de lo humano, de la perfectibilidad, de la imaginación y de las pasiones simples. Él habla de una música de una temporalidad melódica, por lo tanto habrá procesos educativos que permitan a los humanos esperar un devenir «todo lo que podamos ser» o hacer que la naturaleza no nos haga sufrir.

Educación[editar · editar fuente]

Jean Jaques Rousseau era más bien un filósofo político, no un pedagogo; pero, a través de su novela Emilio, o De la educación promueve pensamientos filosóficos sobre la educación, siendo este uno de sus principales aportes en el campo de la pedagogía. En este libro, exalta la bondad del hombre y de la naturaleza a la vez que plantea temas que más adelante desarrollará en Del Contrato Social. Rousseau concibe su paradigma del hombre encadenado en Emilio, o De la educación. Al igual que en Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres quiere apartar la formación del hombre en Emilio, o De la educación de su indagación, «los hombres, diseminados entre ellos, observan, imitan su industria, y se elevan de esta manera hasta el instinto de las bestias; se alimentan igualmente de la mayoría». Rousseau crea un sistema de educación que deja al hombre, o en este caso al niño, que viva y se desarrolle en una sociedad corrupta y oprimida. Como dice el estudio preliminar de Emilio, o De la educación: «asignad a los niños más libertad y menos imperio, dejadles hacer más por sí mismos y exigir menos de los demás».

Emilio, o De la educación[editar · editar fuente]

Artículo principal: Emilio, o De la educación.

Esta novela filosófica educativa, escrita en 1762, fundamentalmente describe y propone una perspectiva diferente de la educación, que es aplicada en Emilio. Rousseau, partiendo de su idea de que la naturaleza es buena y que el niño debe aprender por sí mismo en ella, quiere que el niño aprenda a hacer las cosas, que tenga motivos para hacerlas por sí mismo. Como Jurgen Oelkers, escritor del artículo Rousseau and the image of ‘modern education’ dice, «La educación debe tener su lugar dentro de la naturaleza para que el potencial del niño pueda desarrollarse según el ritmo de la naturaleza y no al tiempo de la sociedad». Rousseau cree que todo hombre y niño es bueno. Sobre todo, especula que la humanidad que plantea una educación a base de un transcurso natural sería una sociedad más libre. Sandro de Castro y Rosa Elena, en su artículo «Horizons of dialogue in Environmental Education: Contributions of Milton Santos, Jean-Jacques Rousseau and Paulo Freire»

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dicen: «Escribiendo Emilio, o De la educación, Rousseau coloca la base para una educación capaz de formar a un hombre verdadero, porque ante todo hay que formar al hombre. Formar al hombre es la primera tarea, la segunda es formar al ciudadano, porque no se puede formar a ambos al mismo tiempo».

Rousseau atacó al sistema educativo a través de esta novela, en la que presenta que los niños deben ser educados a través de sus intereses y no por la estricta disciplina.34

Emilio, o De la educación.

La novela está dividida en cinco partes. Las tres primeras se dedican a la niñez, la cuarta se consagra a la adolescencia y la última se refiere a la educación de Sofía, mujer ideal, y a la vida paternal, política y moral de Emilio.

Libro Primero[editar · editar fuente]

Desde el vientre de la madre se puede decir que uno está vivo. Así pues, mientras el niño va creciendo, según Rousseau, debe por su propia voluntad ir adquiriendo conocimiento. Él dice: «Nacemos capacitados para aprender, pero no sabiendo ni conociendo nada», al igual que dice que la educación del hombre empieza al nacer, a base de experiencias propias y adquisiciones generales. Sin darnos cuenta, desde que nacemos somos libres y por nuestra propia voluntad conocemos lo que es placer, dolor y rechazo.

Rousseau también afirma que el aprendizaje es muy necesario, especialmente en esta etapa de la vida. Volviendo a su tema de la libertad, Luiz Felipe Netto en el artículo ‘The notion of liberty in Emile Rousseau’ dice: «Más bien, un niño está libre cuando puede lograr su voluntad». Piensa que debemos dejar al niño manifestar su voluntad y curiosidad por lo que

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le rodea. Es decir, dejar al niño tocar, saborear, poner en práctica sus sentidos sensoriales para aprender.

Libro Segundo[editar · editar fuente]

En esta sección Rousseau dice: «La naturaleza formó a los niños para que fuesen amados y asistidos». También dice que si los niños escuchasen a la razón, no necesitarían que los educaran. A los niños se les debe tratar con suavidad y paciencia; explica que al niño no se le debe obligar a pedir perdón, ni imponer un castigo. La norma de hacer bien es la única virtud moral que debe imponerse.

Libro Tercero[editar · editar fuente]

Esta sección sigue refiriéndose a la niñez, entre los doce y trece años. El cuerpo sigue desarrollándose y la curiosidad natural también. Rousseau dice: «El niño no sabe algo porque se lo hayas dicho, sino porque lo ha comprendido él mismo», sugiriendo que el niño se inspire por su voluntad, que sólo se le den métodos para despertar su interés y no su aburrimiento. Entonces es cuando Rousseau empieza a enseñarle a conservar, de modo que tenga más derecho moral.

También piensa que el niño debe aprender del intercambio de pensamientos e ideas. Él ve un beneficio social en que el niño pueda integrarse en la sociedad sin que lo perturben.

Libro Cuarto[editar · editar fuente]

Con esta sección comienza la adolescencia. Rousseau afirma que «el niño no puede ponerse en el lugar de otros, pero una vez se alcanza la adolescencia, puede y hace así: Emilio por fin puede ser introducido en la sociedad». Ya en la adolescencia, Emilio tiene un mejor entendimiento de los sentimientos, pero también se exaltan las pasiones. Rousseau dice que «Nuestras pasiones son los principales instrumentos de nuestra conservación», pues para él, el sexo, la pasión y el amor son producto de un movimiento natural.

Formar al hombre a partir de la naturaleza no es hacerlo salvaje, sino no dejar que se gobierne. También en esta parte, se expone a Emilio a la religión, pero no logra verla como algo significativo para él.

Libro Quinto[editar · editar fuente]

Finaliza la adolescencia a los veinte años, cuando Emilio y su prometida Sofía van alcanzando la madurez y la vida matrimonial.

Cronología de sus escritos[editar · editar fuente]

1742 : Projet concernant de nouveaux signes pour la musique 1743 : Dissertation sur la musique moderne 1750 : Discours sur les sciences et les arts

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1751 : Discours sur la vertu du héros 1752 : Le Devin du village, 1ª repr. en la Ópera, el 1-III-1753. 1752 : Narcisse ou l’Amant de lui-même, comedia repr. el 18-XII-1752. 1755 : Discours sur l'origine et les fondements de l'inégalité parmi les hommes 1756 : Examen de deux principes avancés par M. Rameau. 1755 : Jugement du Projet de paix perpétuelle de Monsieur l'Abbé de Saint-Pierre 1758 : Lettres morales, de 1757-1758, publicación póstuma en 1888. 1758 : Lettre sur la providence 1758 : J.-J. Rousseau, Citoyen de Genève, Lettre à M. d'Alembert sur les spectacles 1761 : Julie ou la Nouvelle Héloïse 1762 : Émile, ou De l'éducation, incluye "La profession de foi du vicaire savoyard",

en el libro IV. 1762 : Du contrat social 1764 : Lettres écrites de la montagne 1764 : Lettres sur la législation de la Corse 1771 : Considérations sur le gouvernement de Pologne 1771 : Pygmalion 1781 : Essai sur l'origine des langues, póstumo 1765 : Projet de constitution pour la Corse, póstumo 1767 : Dictionnaire de musique (escrito desde 1755) 1770 : Les Confessions (escrito entre 1765-1770), póstumo 1777 : Dialogues, Rousseau juge de Jean-Jacques, póstumo 1778 : Les Rêveries du promeneur solitaire, póstumo 1781 : Émile et Sophie, ou les Solitaires, póstumo, es la continuación del Émile.

Bibliografía[editar · editar fuente]

De Rousseau[editar · editar fuente]

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Sobre Rousseau[editar · editar fuente]

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Diccionarios y enciclopedias[editar · editar fuente]

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Malaurie, Philippe (2001), «Rousseau» (en francés), Anthologie de la pensée juridique (Deuxième édition), Paris: Éditions Cujas, pp. 109-114, ISBN 2-254-01301-7

Royer, C. (1900), «Rousseau», en M. Léon Say; M. Joseph Chailley (en francés), Nouveau dictionnaire de l’économie politique, 2 (Deuxième édition), Paris: Guillaumin et Cie, pp. 758-765, http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k22428b/f762.image