Con Sordina

8/12/2019 Con Sordina

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r n n loa T a l l e m d ela Editorial Namcirnento.S n t i p g o d e Cfiie 1950A b u m a d a 1 2 5


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L V C

La entrada de loa redactoree especialmente10s Dom ingos es un espectiiculo conmovedor.M s que la obligaci6n. la fuerza de la costum-bre 10s arras tra las cinco de la tarde hacia laimprenta. o traen semblante alegre como lagente que a esas mismas horae ha salido a laAlameda a estira r las piernas a tomar un pocode aire bajo 10s drboles recign pintados de ver-de por la primavera. o han visto el sol ni 10sBrboles ni siquiera la opulenta pie1 de tigreque 10s iiltimos rayos del crepfisculo han tenidoel cuidado de extender a lo largo del paseo.

Junto con salir de la casa les asalt6 la obse-ei6n de l nuevo articulo del que sin fa lta habriide salir masana y se han venido rumiando eltema del dia con la vaga esperanza de extraerle


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JEN RO PRIETO

alguna sustancia. Tal vez ese rumear es el quecomunica a BUS rostros el aire bovino con queatraviesan 10s umbrales de la imprenta. Su en-trada es un espectiiculo buc6lico. Tiene algode llegada de las vacas a1 establo, o es precis0arrearlos. Como 10s pobres animales, es tiinacostumbradoe a que se les ordeEe dia a dia,ellos mismos meten la cabeza en el estancho.

H a y una profunda tristeza en esa vaca viejaque an tes daba un dec6litro de editoriales y queahora, despu6s de mil esfuerzos, lograrii da r m edia columna. Porque en esta extraga lecheriaperiodistica, la producci6n no se pi e por litros,sin por columnas.El pGblico, por u parte, est acostumbradoa este absurd0 aliment0 espiritual que ingierecada magana junto con el desayuno. l diarioy el caf6 can leche son doe inseparables compa-Zeros que llegan a la m isma hora y reciben,como saludo, el mismo bostezo y el mismo ges-to de cansancio con que cada hombre se disponea dar principio a u tarea. Se les toma a ambosmaquinalmente, sin acordarse para nada delperiodista que escribib el articulo, ni de la vacaque proporcionb la leche. os dos animalesllevan una vida tan semejante que no es raroque corran la misma suerte. Sblo que el primer0se da cuenta mi s exacta de u situacihn, y, en6


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CON SORDIN

consecuencia, es mucho m6s desdichado que sucompazera de infortunio. La vaca no mide 1consecuencias que podr6 tener para ella su se-quia. En cambio, el o t ro sabe que el dia que suproduccibn flaquee, no le quedari otro recursoque presentar su renuncia y retirarse del es-tablo. TambiCn 6 s una vaca: per0 una vacacon cierta dignidad, que comprende sus deberesy ama el prestigio de la lecheria. Tiene una es-peranza vaga en la jubilaci6n. Se han visto ca-sos de colegas tan lecheros que han resistidotreinta aEos a la ordeiia sin que el piiblico sehaya quejado de la leche; per0 son muchoe,infinitos, 1 s casos en que ha habido reclamos.La vaca tr a ta d e disculparse, claro est : >.Disculpas, simples disculpas de la vaca. Hayque dar leche, sea como sea. l Director deldiario espera con el Iitro extendido, y el piiblicoest mal acostumbrado y no puede prescindirdel articulo que forma parte de su desayuno.jPobre vaca


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IMPRESIONES DE UN RECIEN N CIDO

iMiLas

duranprimer recuerdo? iP or q u i no?primeras impresiones son las que mbs

la entrada a la vida no es un hechotan insignificante como para olvidarlo a1 t rdia.i la gente no relata u emociones de recihnacido no es porque las haya olvidado como di-ce. Esa es una simple disculpa para no referirsea una gpoca desmedrada de la vida. I hacerloproceden de igual modo que el xnouveau richeBque dice no recordarse de 10s modestos empleosque GesempeEb en su juventud que el indulta-do que por nada de este mundo hace alusi6n a1tiempo en que estuvo preso.

o serg m s franco que ellos.M i primer recuerdo data de una noche de


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JEN RO PRI TO

Agtosto de.. -en obsequio a mis contempcz-rhneos aGn solteros, me abstendr6 de dar elaiio-en que impuse a mi padre la primera mo-lestia de mi vida-a mi madre venia molestiin-dola desde tiempo atris-obliganclo a1 pobrecaballero a levantarse a espetaperros para desper-tar y molestar a u vez a una serie de personas:mkdico, cuidadora, etc., que no tenian nada quever en el asunto.Cierto es que yo tambign sufri molestias. Elaire, asi de buenas a primeras, es t6 muy lejosde ser agradable., Es io, y penetra por 10soidos, las narices y 10sojos como si uno anduvieraen aeroplano. Para colmo el mgdico, con el pre-texto de que el chico est6 un poco asfixiadocomienza a jugar con uno a la pelota, lo que nopuede ser mhs deprimente para la personaltdad del reci6n llegado. AI fin y a1 cab0 se es lavisita y debia de trathrsele con mayores con-sideraciones.

Grit; con indignaci6n y me result6 un chillidoridiculo, mezcl'a de balido de cabro nuevo demaullido de gato, absolutamente fuera de tonocon la gravedad y el carhcter sentimental queresves tian 10s acon tecimien os.

En el baiio me senti mucho mejor., Creia estar en mi elemento y no pude disimular mi desagrado cuando con un golpe de autoridad, muy1


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ON SORDIN

explicable en quien dispone de la fuerza sin te-mor alguno a la fiscalizacibn, la cuidadora mesac6 me pus0 sobre una mesa en una absurdaactitud de pol10 fiambre, afo rtunadamente sinel detalle ornamental del perejil. e pareci6esttipido ese cambio de medio ambiente. Si e nel agua me sentia mejor, ipor qu6 me sacabana1 aire? iQu6 motivos tenia esa mujer para con-siderarme un animal terrestre y no acuiitico?iU n animal? S; un animal; porque y en aquelmomento, con la ligera experiencia que teniade la vida, comenzaba considerarme un ani-mal.. . jMire usted, queIidad y BUS comodidadeslleno de molestias

Ademiis era evidente

abandonar su tranqui-por venir un mundoque mi voluntad no

esaba en modo alguno en las resoluciones queee tomaban con respecto mi persona. Lasgaran tias individuales estaban sus pendidas parami. Era una situaci6n anormal, es decir, comple-tamente intolerable. o esperaba que mi padreinterviniera, siquiera para decirme que se tra-taba de lgo transitorio y que aquello pasaria;per0 mi padre estaba en la otra pieza encantadode recibir las felicitaciones del doctor, de susuegra y de toda la familia.

SegGn parece, se consideraba una gran suerteque yo fuera un hombre.. jC6mo si sirviera


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JENfiRO PRIETO

e algo ~ e rn hombre cuando no s puede si-quiera exteriorizar w opinionee en contra de lacuidadora que lo mira con sonrisa bonachona,en cueros sobre una mesa, y afirma en tonodoctoral: (CiEa muy sanito es t6 muy conten-to ..

jMUy contento? s bien curiosa la lbgica deciertas personas para apreciar la felicidad de 10sdembs. Ellas opinan, resueIven, s dan tono, y1 s demiis.. jque se chupen el dedoFu lo que hice yo. Encontrg el dedo agrada-

ble per0 bastante insubstancial. o mismo meha pasado deepu6s con muchos libros.

Ent re t an to me habian metido u na camisa ycomenzaban a envolverme como un trompoen una larga venda de franela. Una vuelta, dosvueltas, est6 bien: pero, jveinte Se ve el iinimopreconcebido de molestar. Para mayor irrisicjn,la cuidadora con su cara rechoncha como unaluna llena, comenz6 a empolvarme la seccihnque creia menos digna del


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ON SORDIN

a dejar en descubierto la parte acicalada, vie-tiendo pudorosamen te el res to.M e tranquil cuando, da nd o por perdido sutrabajo de embellecimiento, comenzb a colocar-me 1 s pasales; per0 mi alegria dur6 poco. Conun inmenso cuadrado de franela. la cuidadorame envolvib las piernas.j o me quedaba ni el derecho de pataleo?Gri t , me enfureci. Por iiltimo me acord6 de10s paEales blancos como hojas de peri6dico aiin

no mancilladas por la tintz, y pens6 que todavfame restaba la Iibertad de impresi6n. Fug miprimer ensayo periodistico.

o s si el piiblico lo encontraria bien; per0puedo asegurar que despu6s de mi protestasenti como si me hubieran aliviado de un @ranpeso.. . Hasta empezb a invadirme cierta som-nolencia.. s verdad que desale hacia rato,de 1 s brazos de la cuidadora habia pasado a 1 sdel ama de cria y stame habia impreso un vaivgncapaz de adormecer a cualquiera que no hubieratenido el est6mago tan vacio como yo lo sentiaentonces. Experimentaba la emoci6n de hallar-me suspendido en la barquilla de un globoaerostitico. Era un suefio delicioso. l globodescendia poco a poco hasta oprimirme suave-mente, una dulce sensaci6n de placidez y sa-ciedad se iba apoderando de mi cuerpo. Ya no

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JEN RO PRIETO

os miniertros se diferencian de loa ot ros ciudaedanoe en que pueden jubilarse e n tre elIos miamos.La inmigraci6n s escasa y s compone det6cnicos extranjeros.

os tkcnicos tienen por obje to contra rrestar laaccibn de 10s decretos-leyes y arreglar 10s des-perfectos que bstos causan en la administraci6n.

C ads servicio de importancia consta pues dedos entidades contrapuestas que luchan en tresi como Ormuz y Ariman en la mitologia deZoroastro. l principio de la desorganizaci6nes el ministro y el de la organizaci6.n es el t tc-nico extranjero. l ministro y el experto comba-ten en tre si y a la larga triunfa siempre el inex-perto es decir vence el ministro.Est a victoria se explica fiicilmente da das lasarmas e loe contendores. l experto combatecon informes y el inexperto con decretos-leyes.

Y como es mucho miis riipido y miia fiicillanzar un decreto-ley que preparar un informey 10s primeros son siempre mortiferos el t cni-co termma acribillado..El pais es esencialmente belicoso y cada c u dlucha con alguien: l gobierno con 10s contribu-yentes 10s asalariados con 10s capitalistas laautoridad local contra 10s Brboles y 10s servi-doree ptiblicos tan to civiles como militares con-t ra el presupuesto.6


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CON SORDIN

Las revoluciones en cambio son pacificaese efectGan con regularidad.La tuberculosis la viruela o tras plagas sonend6micas: per0 10s plebi~ci tos e presentan e mforma espor4dica.

Actualmente se ha realizado uno en el surhay anunciado otro en el norte.

Los plebiscitos tienen la ventaja de que secostean 10s unos a 10sotros. El que va miis atracsad0 proporciona fondos a1 que va adelante.

Cuando el Presiden te resuelve se r em peradordecreta reformas cons titucionales que tienden-segGn dice uno de SU propios articuloe-acproporcionar cada hab ita n te un minimo ebienes tar>>.Este objeto se consigue por completo: el bien-estar asegurado no puede ser menor.

Por otra parte el minimum es la debilidad delPresidente ya que hasta las reformas conetitu-cionales se aprueban por simple minoria.

La Gltima h a contado s610 con 10s votos del42 de 10s electores.

Basta que haya menos de la mitad de 1 sinscritos que deseen cambiar la Carta Funda-mental para que las reformas se den por aproba-das.

El voto del Presidente por si solo es suficiente para derogtarla. 17


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JEN RO PRIETO

La Iglesia es t6 separada del Estado; mas lafe no se ha extinguido en el pais. Los civilescreen en Dios y 10s militares en el manifiestodel 11 de Septiembre, aunque lo cumplen algomenos que 10s civiles el deciilogo.

La culpa de todo lo que sucede en el pais, sedice que es de 10s politicos. Realmente debiaser gente muy tacaEa porque desde que se re-tiraron del gobierno, la ley de gastos ha subidoa1 doble. Los quinientos millones en que se haincrementado el presupuesto, no se sabe exac-tam ente qu6 se han hecho, porque ya, por fortu-na, no hay politicos preguntones e indiscretosque averigiien esas cosas.

sabe que ese dinero ha sido sacado a 10scon tribuyen tes, y eso basta.l gobierno tiene la teoria de que las con-tribuciones hacen la felicidad, sino del pueblo,a1 menos de 10s gobiernos que 10s rigen.

iQuB mbs le cuento, mi querido pap ?He andado cuadras y cuadras por un paseo

muy bonito, con unos iirboles sumamente ex-traEos que constan de un solo palo y que, segiin parece, sirven a 10s indigenas para hacerfaroles, forriindolos en papel plateado y agre-giindoles un foco.

Cuando crezcan todos estos faroles vegetalesy produzcan en Otoiio su correspondiente foco,8


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ON SORWN

el paseo presentarii un espectiiculo fekrico, porno decir feisimo.Tuve el gusto de colocar en es misma ave-nida, la primera piedra para el monumentoCanning. Cost6 mucho hallar un sitio en queno hubiera otra enterrada. Yo no s 6 si 10s indi-genas se valen de este pretext0 para adoquinarel pavimen to, valigndose de l traba jo gra tuitode sus hugspedes, si tienen una idea tan exage-rada de la feracidad del suelo y la eficacia delsalitre, que creen que basta plantar un tr z degranito para que crezca un monumento.

A propbsito de obras escultbricas, le dir6 quelas esta tuas cambian constantemen te de coloca-cibn, y me admira que Ias familias de 10s pr6-ceres que s interesan por la estabilidad de susantepasados, no consigan del Gobierno que 10ssujeten con cadena. A alguien le hice esta observacibn; le parecib muy atinada, y me dijoque con el tiempo habria prbceres


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JEN RO PRIETO

os escritores no tenemos la dicha, como ustedbien lo sabe, de reposar 10s cojines adiposos enesos amplios quesos Morris, agusanados de re-sortes, donde ahum an su opulencia 10s descon-.tadores de sobresaltos a sesenta dias fecha.

Debemos contentarnos con la era en cuatropa tas del piso de paja el cub0 en carne de selvadel caj6n de azGcar. j si es el flGido vital Ellossuccionan la nicotina ponzoiiosa en la opulentavibora de Habana y nosotros narcotizamosnuestras preocupaciones en la lombriz, criolla ymal oliente de un modeeto cigarrillo.

-iUsted est sin empleo?-me atrevi a decirle.

-La somnolencia remunerada repuena lmotor'sanguineo de mi pecho a las conviccio-neb de mi subsombrero-me respond& indi-cdndose el criineo.

Hasta hace cuatro mareas. estornudaba in-sdseces en el paGuelo diario de la opini6n p ~ =blica; per0 he abandonado el periodismo. AIpasar bajo una de esas telaraiias constructorasque embalan en la jaba de 10s andamiajes, laconcreci6n de un pristamo de edificaci6n. mecay6 un diccionario terroso y calcinado..

i Un ladrillo?-Un ladrillo, como dicen las momias del len-

guaje. Me cay6 aqui, medio a medio de la peri-


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ON SORDINA

lla encefiilica, caja de f6sforos mojada, donde seraspa la cerilla de las elucubraciones. Desdeentonces soy poeta de vanguardia; per0 el grana-do que pasta la negra avena bibliogriifica, nome comprende. Mi balance masca el nacabable de 10s deficits. En m i casa, un

vacuum-cleaner> de pecho, vic troliza la sin-fonia del ayuno. Mi serpentina gsstrica aulla elensue50 prbfugo de un beefsteack con huevos.Envidio 10s artesanos, obscuro mecanismo quesonrie con las doce teclas de su engranaje demarfil; envidio 10s aurigas, pescadores de cafia,que a trapan el dolor en la cordillera sudorosa desus jamelgos.

No s6 qu6 hacer, iqu6 me aconseja?-Hombre-- e dije-con ese estilo que segzsta; me parece que usted puede irse ~ L a sUlt mas,.-jSi y estoy en las idtimas -me respondib.-iQui miis quiere que ensaye?

u voz tenia ese acento desgarrador de 1 sserruchos de 1 s jazz. En realidad era un serru-cho que o hallaba qui hacerse con 10s dientes:per0 no quise ahondar en el asunto, temerosode ponerme vanguardista),

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JEN RO PRI TO

de chiquillo ham briento el tintineo fingia paclabras grandilocuentes:


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JENARO PRIETO

puesto h a M a podido dar mucho. Con una cdn-tribucibn la indigencia y una multa 10s queno tengan con qu6 pagar esa contribucibn, lasfinanzas habrian quedado equilibradas. Desgra-ciadamente el Cindio, no tUvo paciencia paraesperar mbs, y el Presidente, en us de sus fa-cultades cons itucionales, resolvib cambiarnos. .Pero., . yo te Uevare a tu Ginisterio.. .

Me encontri sentado en una sillita de rue-das frente a1 bufete del Ministerio de Agricul-tura.

i De Agricultura?-dije con espanto.Si: a ti te tocb ese, como a mi me tocb el-jPero no s una palabra-Tanto mejor. As; har6s una politica m6s-iQ ui voy hacer?--Sigue mi sis ema. Haz declaraciones en&-

gicas, y pregunta despugs de qu6 se trata. Loprimer0 es resolver y lo segundo aprender.

i si hago preguntas demasiado absurdas?jAhi est6 la novedad Demostrar la ignoran-cia en las respuestas lo puede hacer cualquiera:perd la gracia es demostrar la ignorancia en las8

de Hacienda.

nueva. . .


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JEN RO PRIETO

a 3 0 Que 1 s agricultores deberiin sembrarde preferencia 10s terrenos de rulo, cauces derio, cerros, etc., que son 10s que no producen,puesto que 10s productivos no hay para qu6sembrarlos.

c 4 0 Q ue se gravar6 con un impu esto especial1 s agricultores que hayan perdido sus cose-

chas o no hayan tenido lluvia en epocas opor-tunas>>Pablo me felicitb:-jESO es de hombre?-me dijo-. jAhora a laspreguntas

Escribi>Y asi por el estilo.A salir del Ministerio 10s tres cbnsules nom-

brados por mi colega de Relaciones Exteriores,me apludian a rabiar.

-jEsas si que son preguntas jSe ve que el3


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CON SORDIN

seiior Ministro sigue una politica con rumbofijo jViva el Salvador del pais jViva el Minis-tro niiio Viva

os aplausos me desper taron.iQu terrible pesadillaFebrero de 1927.

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LA C O N F I D E N C I A DEL OS

Fuk hace tiempo en una plazoleta del barrioultra Ma pochoAquel os bailaba tan mal habia en sus movi-mientos tal desgarbo y tristeza que me decid;interrogarlo.Esper6 p r ello que el gitano-un hermosoejemplar d e hombre duro y curtido como elliitigo que llevaba en las manos- se p rt r

un poco d e la pobre bestia porque not6 que upresencia le cohibia cas; tanto como el b o z dy la cadena que colgaba d e u hocico.

Apesar de la indiacreci6n de la pregunta elanimal no se indign6. A h 0s o os pardos enque apenas brillaba como un reflejo lejano elverde hiimedo tierno d e la selva perdida mmir6 un momento:


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JEN RO PRIETO

mds, me di6 el o viejo; pero, iqU6 diabloYo soy un os bohemio y no puedo acostum-brarme.

Muchas veces siento deseos de hablarle a1hombre francamente y decirle

-Sefior, qui teme es as cosas sdqueme es tebozal y esta cadena. jLe doy palabra de honorque no lo muerdo Puede que en el baile se meescape algcn grufiido; per0 un grufiido amistoso,nada m6.s. Y bailari mucho mejor que ahora.jDe eso le respondo

as no s i en q u i es tado de Animo estard elhombre y no me atrevo a decirselo. iS e explicaahora usted, por qu6 danzo tan mal? o es faltade voluntad, ni carencia de espiritu critico, usted sabe bien el motivo y.. ino me encuentraraz6n?

Como la pregunta del os era compromiten-te di media vuelta y me marchi.

Mayo de 1929

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AL MARGEN EL CINE PARLANTE

El cine ha aprendido hablar. Todavia upersonajes intangibles no son mug dueEos des u voz. En su afsn de Ilegar pronto hombresde carne y hueso hablan en un tono un pocoenfiitico como 1 s individuos que de la noche

la maEana se encuentran de diputados. Lavoz les queda grande y en su acen to hay modxl-laciones cavernosas que suenan hueco. AIoirlos s experimenta la sensacibn de que hablanpor cuenta ajena repiten frases que oyeronotros y exageran el tono para impresionar apfiblico. Parecen no darse cuenta de que someras som bras que tan pronto pasan como seborran para siempre. No hay que extraEarse:en la vida social y en la politica hemos vistotantas veces el fenbmeno que esas declaraciones

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JEN RO PRIETO.

diarios, de seis y media ocho y de nueve ymedia doce. Lo suficiente para que el alumnomiis porro, que cas; siempre es tambikn el miisaficionado ver peliculas, acabe por hablarcomo un sajhn a1 cab0 de:algunas sem anas.

os puristas, 10s gramiiticos, 1 s defensores delidioma patrio, pueden rasgar US vestiduras. llenguaje, que es la iiltima trinchera de la nacio-naliddd, estii amagado seriamente por ese ejlkr-cito de sombras que desfila noche a noche conaire inofensivo en la pantalla. S610 falta que esasfiguras, una vez que aprendamos el inglgs, nosrecuerden que son nuestros banqueros, nos denla cifra de la deuda externa, nos feliciten por 1 sGltimos emprgstitos y nos aconsejen la puntuali-dad en 1 s pagos. La penetracihn pacifica noshabrii Ilegado, no d o 1 cuello, sin0 hasta lalengua.

S e dirii que es mejor sabkr ingllks para poderentenderse con el acreedor. s claro que, para6ste es lo mejor; per0 para 10s deudores no esuna ventaja. jMi veces preferible no entender-les ..

lo peor es que, con el justisimo entusiasmoque despierta el cine hablado, no va a quedarun nativo que deje de comprender que se lecobra.4


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GRICULTUR LIRIC

os hipocondriacos 10sneuras tgnicos 10s con-tribuyentes 10s quebrados 10s comerciantes 10sque han sufrido la desaparicibn de un deudoprbximo y en general todos 10s ciudadanos quepor una u otra causa han perdido la alegriade vivir deberian leer a lo menos una vez porsernana el plan de reforma educacional.

Lo tengo sobre mi mesa y cada vez que elmal humor me asa lta leo algunos psrrafos.

Es un docum ento reconfortante. Una alegriasana fluye de sus pgginas. s dificil leerlo sinsonreirse. Y hay que considerar que el planapenas comienza a aplicarse. l dia que d6 susfrutos una corriente irresistible de alegria co-rrerii por las vgrtebras de la cordillera.

La tierra serii la primera en alegrarse porque4


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JEN RO PRI TO

La agricultura lirica vendrii salvar, en ciertomodo, la situacibn, compensando la falta deteatros, con el es pec tiiculo altamen te ar tis ticode 1 s mayordomos cantoros.

Hasta la Iiteratura criolla experimentarii unatransformacibn. Mariano Latorre dejarii de ma-no el cantar de las avecillas, para hablarnos de1 s dulces trinos de 1 s capataces, 1 s arpegios deladministrador y 1 s gorgeos apasionados del so ta.jAdibs cantos de gallo y ridiculos conciertosde diucas El campo lirico, el campo reorgani-zado conforme las lecciones del profesor decanto y contabilidad de la Escuela Priicticade Agricultura ofrecerii cada mafiana un espec-tiiculo imponente. A alzarse el tel6n rosa de laaurora, surgirb el solo del llavero, llamando

1 s actores a la faena cotidiana; un cor0 de se-gadores responder6 a lo lejos y la ca m p s a ente-ra se poblarii de notas. En lo alto de una colinael mayordomo dis ribuirii 1 s peones :

4 y e Leiva: tG que tenis voz de bajo , iin-date a1 plano y kjale 1 s cabros Machucaque es contralto.

en 1 s diarios, de vez en cuando apareceriinavisos como 10s sigruientes

c), se

ofrece para administrar fundo de rulo,.44


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tc.Aunque 1 s campos con el nuevo sistem a dereforma educacional no produzcan tan to como

ahora siempre s habra ganado algo: Hacer deellos un centro de espectgculos amenos y edu-cativos.si el rendimiento agricola s demasiado etcas0 s podrd complementar la reforma educa-cional estableciendo en el Conservatorio aLgunas clases de horticultura y ganaderia. iQU6inconveniente habria en sembrar algo en 1 sproscenios de 1 s teatros?

os Brboles y la yerba suplirian con ventajael decorado y Chile entero desde Tacna a Pu nt aArenas podrga ded icarse a la Agricultura lirica.

Abril de 1928

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ter don Galvarino Gallardo y don Luis VialUgarte pesaban sin duda demasiado para el del-gado c6Eamo que las sostenia en alto y una no-che de Enero en que yo hacia amargas conside-raciones sobre la suer te del pais el diploma cay6a1 suelo con estruendo y vino a ocupar el sitioque hoy conserva detriis de mi escritorio.No he pretendido sacarlo ip a ra qug? Cuandosien to deseos de comentar alguna de las i n n u m erables reformas legislativas que las Ciimarasaprueban con una velocidad digna de Frkgoliestiro las piernas y mis pies toman contact0con la jurisprudencia.

Todo el saber de 10s doctos firmantes del diploma ha quedado reducido a cenizas y sepul-tado como ellos bajo las innumerables leyesnuevas que como ot ra s tantas paladas hanido dejando caer encima 10s diniimicos sepultu-reros de 10s viejos c6digos. Si 10s firmantes slevantaran de SU tumbas no podrian fallarninguna causa. Las leyes que s sabian a1 dedi110 no existen ya s t h modificadas. Pero lafirmar 10s pies en el diploma si nto un a sensa-ci6n vivificante como si la Constitucibn del 33 yel Cbdigo redactado por don AndrEs Bello y 10sai iw de mis estudios juveniles me entibiaran lasangre con s impulso combativo que la edad


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y la prudencia-lease cobardia-nos van qni=tando poco a poco.Y el diploma es, para mi, una especie defolgo civico.

Con las p lantas bien apoyadas en mi titulo edoctor en Derecho, recibi ayer la visita d e u ngrupo de estudiantes que tuvieron la pacienciade cursar seis ai'ios de humanidades con el ma-kvolo propbsito de recibirse de abogados. alimitacibn de la matricula universitaria ha ve-nido a echar por tierra u aspiraciones, y anteel temor de estud iar algo m s priictico y llegarcon el tiempo empleados pGblicos, me hanpedido que 10s secunde en su campaiia.

La misibn, aunque simpiitica, s dificil.Sin duda alguna, el Gobierno ha tenido ra-zones poderosas para tra ta r de limitar el nGmerode 10s que se dedican las carreras liberales.

En el pais abundan 10s profesionales cas; tan-to como 10s funcionarios adm inis rativos perocon una diferencia: l niimero de estos Gltimosno puede alarm ar nadie, porque u vida correde cuenta del Estado; en cambio, 10s primeros,se hacen competencia unos t r s y como 10sJUICIOS no alcanzan para todos, corren el riesgode morirse e hambre.

La intervencibn de la autoridad, llamada avelar por la vida de sus siibditos, no puede ser

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-jAh es que la Gltima todavia no me la traende la imprenta. Usted no va a alegar hoy mis-mo, iverdad? Entonces rnejor que espere hastamnafiana: asi tend la reforma m ss -reciente:una verdadera primicia juridica. s una legdictada s610 el Viernes; no la conoce ningGnministro de la Corte y modifica todas las dernss..

Realrnente, don Guillermo M iranda es la Gnicaautoridad que es t a1 dia en materia de Derecho.Cuando en 1 s Tribunales un abogado dice contono doctoral

KEsa disposici6n est6 derogada. Me lo dijodon Guilfermo))-Todos inclinan la cabeza. Yes que ahora no se estczdian c6digos, sino fo-lietosEos primeros no sirven para nada y ante ?amultitud de 10s segundos, 1 s abogtadoo viejosdejan caer 10s brazos con desaliento. LPor qu6entonces no de;,, que una nueva generaci6nrobusta y fuerte meta e4 hacha en es ta selvainexplorada de folletos? iQu6 10s nuevos abo-gados van a ser muchos? Ciertamente; peromiis son las nuevas leyes, y no es cosa de aban-clonarlos en pequeikm lotes, .en el bosque, s i nsenderos, que se Lace cada a ni8a intrincado ym 8 ~ bscmro.

Y si Qespu6s alguno de e m s j6venes quiereganarse la vida en otra {orma, siempre el titulo51


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L S DELICI S D E L C RCEL

Repekndome de no se r asesino n i ladrbnni siquiera cuatrero me acostg antenoche ob-sesionado con la noticia: l diario anunciaba engrandes caracteres la construcci6n de una Pe-nitenciaria Modelo de valor de 16 millones depesos con 2 500 celdas 150 hectareas de te-rreno imponentes pabellones Gentes casas enforma de chalet gimnasio piscina bibliotecasalas de conferencia departamentos specialespara enferm os nerviosos calefaccibn centralascensores una cantidad de cosas que jamiislograrii alcanzar un periodista.

Queria dormirme pronto descansar de lasmil molestias del dia imaginiindome que habiasido sorprendido en flagrante delito era con-ducido por dos caralineros a s paraiso de.

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JEN RO PRIETO

mundo calabozo: pero esos son prejuicios. Laguerra eUrOpea..-Si seiior, ya s6 la frase: -Exacto, mi amigo. Exacto. Antes la difi

cultad es tab a en traer 10s reos a la csrcel:ahora es t6 en echarlos. El que, con toda esta co-modidad, no quiere entrar a la Penitenciarias un idiota un degenerado. H a y que traba-jar, es cierto: pero, en cambio, tiene usted buen

alimento, piscina, cancha de tennis y calefaccibncentral. Es una oficina piiblica, mejor provistade entretenimientos Y con la ventaja de que nocorre el-peligro de las reorganizaciones.El iinico temor que usted puede abrigar es elde un indulto: pero, llevando una conducta al-go desordenada, no tiene el menor cuidado.Yo no o solicitar6 en favor suyo: le respondo. Elotro dia concedieron el indulto a uno y he que-dado con 1 s nervios destrozados. iQu6 escena,amigo mio iqu6 tragedia

El pobre hombre se habia acostumbrado a1ascensor y a la calefaccibn y lloraba de pensarque todo eso iba a faltarle en su boharhilla.Cuando lleg el momento de quitarle el smoking

ponerle su antigua ropa de mezclilla, sus ayesconmovieron la prisibn y yo mismo no pudecon tener las Isgrimas. Pero--i qu6 estoy ha-6


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quedarse sin probar bocado usar un an -cismo un vocablo inapropiado, y, a efecto,t rato de instruirme.

Ayer, por ejemplo, me lei 10s primeros capi-tulos del libro


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ON SORDIN

comfilot aunque no haya testigos, sino decirmejor confabulacibn>>, conchabanza)> u o trapalabra parecida: que chauffeur quiere decir

calen tador > a lo sumo fogonero>>,< mecnice>>, , (> o < piloto,, : queen lugar de cornrne il f a u t hay que usar las ex-presiones, ccomo Dios manda>>, >,celegante>>, a las mil maravillas>), cccomo unquifatte>>, >, >:ue afalta de chaisse longue en castellano, debe de-cirse lisa y llanamente ((silla larga>> en lugarde ex-aequo a ,peinadas ((a la garcbn)), han sido invitadas a u n({five o'clock>>. M ientras 10s niiios juegan al>on algunos < boy-scouts>> ellas con-versan, hablan del GItimo < corn plo t >), comen tanel >e algunos > se divier-ten con el ((bluff>> echa por una de ellas en elU bridge} , in acordarse para n ada del ((chauffeur,,6


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El e la legaci6n francesa,que es hombre de mundo, llev6 entonces la con-versaci6n . Cont6 enefecto que un 6:metesillas>> arnoso habia iniu-riado en la CBmara a otro >,acussndole de ser el organizador de con que habia logrado sorprender a1 Gobierno.la dama se le olvid6 la imnresibn sufrida


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JEN RO PRI TO

Hay , pues, un inter social en que no hayamss m6dicos que 10s necesarios para mantenerla actual cuota de mortalidad.

Desde este punto de vista que podriamos lla-mar de prot cibn gremial, la Direcci6n de Sa-nidad ha estado en lo justo, a1 tra ta r de impedirque un dentista como el sezor Saavedra, subiihdose pulso por una de las ramificacionesdel triggmino, se salga de sus dominios, es decir,la cavidad bucal, y se suba a las narices, cot0vedado para 61, ya que han sido confiadas a

ros especialis tas.Porque hay que observar que desde hace

tiempo, las narices-, el estiimago. 10s riiiones, etc.,han dejado de pertenecer en absoluto a sus an-tiguos propietarios. La medicina se ha encar-gado de dividir a1 cliente con anterioridad a laautopsia, entregando cada una de estas seccio-nes a su correspondiente especialista. osotrosmantenemos la posesi6n 0 si se quiere, la nudapropiedad de nuestros 6rganos: per0 el usufruc-to de ellos corresponde de derecho a 10s doc-tores.

De acuerdo con esta teoria legal, e cliente noest6 autorizado para decir a un dentista apbn-game un poco de yodo en esta espinilla que meha salido en el pescuezo>): ni para rogar a unpedicuro que le coloque una m ota con fenol en66


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ON SORDIN

una muela; ni mucho menos para pedir unespecialis a en enfermedades nerviosas que led&una pastilla de aspirina. porque se encuen traresfriado. Todas estas cosas p o d r h ser taninocuas como las quemaduras del trig&mino, per0ni e interesado, ni mucho menos el profesionaltienen derecho a hacerlas. Cada especialistatiene su secci6.n perfectamente limitada delcuerpo, como lo estiin 1 s potreros de una pro-piedad rural que aspira a una explotaci6n bienentendida y aunque, por este caso, no se vean10s cierros ni 10s alambres de piia, no por esodejan de ser infranqueables.

Ahora bien, parece que el cargo que se hhecho a1 sefior Saavedra es el de haberse pasa-do de potrero. La Direccibn de Sanidad ha crei-do que de la boca se ha ido a las narices. Segiinesa opinibn, se habria producido una cinterna-ci6n>, como dicen 10s mineros cuando uno de/ellos, siguiendo una veta, se mete en la pertelnencia del vecino. Per0 he aqui, que la veta0 mejor dicho, el trig[Cmino, pasa tam bi6n porl propiedad del dentista y el ser"ior Saavedra,con muy buenas razones y testigos, pruebaque no se ha salido de u mina.

Lo malo es que para averiguar si existe nola internacibn, la Direccibn de Sanidad ha pro-cedido- con demasiado ruido. L que allanar un

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menos decorativo, es de mayor utilidad que elde conde o marqu6s.Es posible que en otras Cpocas, y bajo otrosclimas, la condici6n de jefe de un hogar consti-tuyera un timbre de honor. Ahora es algo muydistinto.. . iUn pretexto? iUna excusa? Talvez eso.

En estos dias yo he tenido la desgracia dehallarme con muchos padres de familia. Surgencomo hongos de donde menos se piensa y no esfiicil evitarlos. Una sonrisa resignada y un irede adaptaci6n a la derrota permite reconocerlosdesde lejos.

A uno de ellos lo encontrC el Viernes pasadola entrada de un bar. Era un antiguo compa-iiero de colegio. Se me acerc6 timidamente, yaunque mi condiscipulo es paisano y la autori-dad ha restringido el us del sable, a verloaproximarse senti un escalofrio; per0 no se tra-taba precisamente de eso.Me habl6 de su situaci6n, de la carestia de lavida, de 1 s impuestos, de 10s derechw de adua-na proh itivos 57 me ofreci6 en voz Daja unoscigarrillos a mitad de precio que le habia en-tregado un mariner07

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CON SORDIN

-iTe dedicas a esto?-iHombre iQu quieres tG que le haga ..He quedado cesante y cuando uno es padrede familiaMe ruboric6 por 61, iqu6 diablos iQu hom-bre en el fondo de u conciencia puede jactarsede no haber sido alguna vez un poco padre de

familia?Dudaba sobre si en calidad de obra de bene-ficencia, le compraria o no 10s cigarrillos, cuando

un caballero enfermo que, para colmo, es con-gresal, me separ6 del comerciante improvisadoA usted le habr& Ilamado la atenci6n miacti tud en el Gltimo debate-me dijo en tonomis terioso.-No.. por qu6? De ningGzn modo, ya estoyacos tum brado..-No mi amigo; yo soy un hombre honrado

y le debo una explicaci6n: Usted fu6 uno de mislectores. No crea que he cambiado de o p i n i h ;sigo siendo el mismo que antes, pero.. jUd.comprende .. cuando uno es rico puede gas-tarse ciertas ac titudes.. Un hombre pobretiene que contemporizar y l fin, y al cabo, sifu&a yo solo, pero.. jsoy padre de familiaHui de all; maldiciendo la patenidad. Habriadado cualquiera cosa por hallarme en un paisde hombres solteros, y de buena gana en ese ins-

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Pues bien; Duriin me Ilam6 ayer por t e kfono.-Venga sin falta-me dijo,-tengo algo gor-do que mostrarle: Un Tiziano, autgntico. Vausted a ser testigo de una escena digna del Renacimiento: La revelaci6n de una obra maestra,enterrada por un bgrbaro.Si se hubiera tratado de un hombre menos en-tendido que Duran, no me habria molestado;pero, jcaramba , no todos 1 s dias tiene unoocasi6n de tropezar con hallazgos de esa espe-cie.

En el hall atiborrzdo de reliquias, junto a unflaman te retra to de Mussolini, Duran estaba depie, observandome con sonrisa maliciosa.i Y el Tiziano.. .

Ah< lo tiene, mi amigo,-me dijo, mientrascon mano un poco temblorosa de emoci6n. meenseEaba el tretrato del Duce.

--Pero, kse es Mussolini..La sonrisa de Duriin se hizo mas agresiva:-Artes requiere la guerra. Es un Tiziano au-tgntico. Lo encontrg en Milan en casa de un ve-

terano aficionado a la pintura que, maldito loque entendia en obras de a rte. M e hice el tontoy con l pretext0 de que me interesaba el marco,se lo compre en una insignificancia; per0 ustedsabe que en Italia no se pueden sacar del terri-7


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CON SORDIN

torio las obras maestras de la antigiiedad..Ape &, pues, a un ardid de doble efecto aduanero.>.

Hay que ver las reverencias que me hicierone n la aduana cuando, sacando la tela de un c tlindro de l a t h , manifest6 a 1 s funcionarios quemi prop6sito de traer a Chile la vera efigie del>, ra fundar un club fascista en pro d ela supresibn de las libertades pGblicas. Mussoli-ni sal& de G&nova,Kbre de derechos, como co-rresponde a un hombre que no Cree en ellos, ytambi6.n. libre de derechos, entr6 a Chile encalidad de cm uestra sin valor,,. Lo que nadie hasospechado es que bajo esa camiseta negraviene una ninfa tizianesca con menos ropa queun contribuyente. Lusted no Cree? Bueno: bue-no delante de usted le voy a sacar la cami-seta.Y retirando de un anaquel, un frasco con nos que mezcla de alcohol y de bencina, Durgnempez6 a limpiar con un algodoncito el retratosobrepuesto.-Va a ver usted la &fa,-me decia.-Es una

maravilla. Claro que no es un cuadro para me-75


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?RE POETA

Cada Domingo, a1 leer en KEIMercurio,, lacr6nica po&tica de Gabriela M istral, sien to unimpulso irreverente de volverme modernis ta.Comprendo que es una ambici6n desatinada,un suefio absurdo , como si un sefior gordo y pa-cific~, entado en la primera fila de butacas, envez de contentarse con admirar las bailarinasquisiera reemplazarlas y tomar parte en ladanza.

s la admiraci6n el hipop6tamo grotesco yburgu6s por e mono iigil y esbellto, colgado dela cola en una rama.iQu f6ciles parecen sus piruetas icon qu

naturalidad s muestra patas arriba jC6mo sedeja caer de cualquier modo, consando en que79


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a rJEN RO PRIETO

adentro de su llama las cosas verdaderas y arru-ga las o tra s como el cuero quemado,).>.

La poesia moderna, como 10s quiltros, tieneuna marcada predilecci6n por 10s talones; per0sto tam poco s una dificul tad insuperable.tP o r quk no in tentar , entonces, escribir un elogioa Mar, con mayGscula?


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CON SORDIN

1 s cuerpos de 1 s nadadores apaga loscominosurgentes de su sangre moza.El M ar faja nirvana de las boyas; sastre te-norio que mide y acaricia a las mujeres y sburla con aires de torero de 1 s maridos que leobservan; epikptico que se revuelca y se re-vuelca arrojando espum arajos empresa mg-dica de pompa fiinebre que fabrica cadbveresy 1 s arroja de su campo santo verde crucifi-cad0 de mbstiles y florecido de tritones.

M ar viejo mar que oye la muda confidenciade las ostras pglidas que se quejan del tumorblanco de sus perlas.

l M ar es robusto simpbtico y fino.. lMar . .Bueno tendria la mar de cosas que decir sobre el mar per0 basta como ensayo de gabrielo-mis tralizacihn.

Ahora s lo deseo que mis lectores digan contoda la franqueza com patible con la suceptibi-lidad de un artista genial: iSoy no s y poetamodernis a?

Mi6rcoles 2 de Febrero de 1927.

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JEN RO PRIETO

senta aiios, m&s del doble de la edad de >de Santiago.Habla tambign, en tono editorialesco y repo-sado; per0 con una franqueza.. jDios melibre .. s admirable como lo deian circu-lar.Y sin embargo,


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J E N R O PRI TO

interminable de litigios: per0 hay algo mbsgrave todavia.l cas0 de la sefiorita Mills a1 recurrir 10sTribuna les para da r por terminado su noviazgoequivale una especie de divorcio anticipado.Ya no se considerar6 que sblo el matrimonioda derecho aburrirse pedir la resolucibndel contra o con la consiguien e indemnizacibr .Tambign podr6n disolverse 10s noviazgos.

Habr6 pues divorciadas de primer0 desegundo grado.La sefiorita Mills encabeza la lista de las dievorciadas antes de1 matrimonio con un capitalde cinco mil libras-LCu6nto le habria costadoel divorcio M r. Jesson si por desgracia llegacasarse con la misma seEorita?

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UN VICTIM DE PR UST

Marcel Proust est5 de moda. En 1 s corrillosIiterarios, en las revistas, en 1 s periijdicos, sehabla de la obra de Proust como de algo perfec-tamen te familia,.

Yo en un principio, creia que toda esa genteconocia a1 autor del Camin0 de wan)), algomgs que de oidas, les iba preguntando inge-nuamente cugndo y cijmo se habian leido 1 s17 tomos de Aa recherche du temps perdu,).

--Durante una grippe muy larga-me deciauno.

--Tuve una tifoidea-me contestaba otro.Yo conoci Proust gracias l escarlatina

-nos agregij un tercero.No segui preguntando por temor de que al-

gun0 ipelara, para justificar s u erudiciijn, la95


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l argum ent0 e s convincente. s el mismo quedesde tiem po inmemorial viene hacigndose, conpositivos resu ltados a las niiias ingenuas paraque se casen con el marido cincuent6n latero,per0 que, en el fondo, es muy buena persona.(), piensa el lector, vuelvecon nuevos brios a la carga: per0 el segundotom0 es casi inexpugnable no se deja tomar

dos tirones. Toda clase de defensas naturalesartificiales le protegen. l estilo de largos pe-

riodos, pesado fangoso, impide la marcha comoesos caminos en que la artilleria se hunde has ta10s ejes: o bien, miles de detalles-guijarros me-nudos sin inter -obs truyen la carretera .Ni siquiera el caminante puede distraerse: Decuando en cuando una pepita d e oro, dejadamaliciosamente en el sendero, llama su aten-ci6n lo obliga a echarse ga tas en su busca.Asi se avanza poco poco, hundigndose, res-bakndose, o abri6ndose camino viva fuerzaentre las disquisiciones psicol6gicas las asocia-cisnes de ideas, tan tontas como prolijas, que,pesr que 10s alambrados de defensa, forman unamaraiia que desafia al alicate la paciencia.s para volverse loco.

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Proust, como la fotografia, no perdona deta-Ile. No existe para 61 esa selecci6n,.esa sintesis,esa estilizacibn que distinguen el cuadro de laoleografia bara ta la descripcihn Iiteraria delinven tario judicial.Lo que interesa lo que no interesa, lo que con-tribuye a1 efecto lo destruye, est tratado conigual in tensidad.

l protagonista no puede ser menos at rayente:Una sensibleria de seGora histgrica, en lo que serefiere a u persona, alterna con la m sabsolutafalta de ternura de emocibn en cuanto ataiiea 1 s dem s.

Un alfiler clavado en la pared le produce es-calofrios: la presencia de un inofensivo roperode caoba basta para dejarlo sin dormir acabapor producirle tal desesperacibn que, a media-noche, se resuelve a llamar a su adorada abuela,exponikndola a una pulmonia, para que acudaen su socorro.

Todo esto, segbn parece, denota una sensibili-dad exquisita; per0 el lector, hombre normalsano, sien te im pulsos es pan tosos de levan tarse

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junto con la abuela y aplicarle a1 muy marica


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niendo que todos sus tkrminos Sean exactos, a1pasarla a1 papel, resulta abso lutamente f a ksa, porque la asociacibn de ideas es una opera-cibn esencialmente riipida. El describirla, ha-ciBndola durar una velada entera, resulta tanabsurdo como prolongar, para mayor claridad,durante media hora, un es tornudo. Parecergun autombvil con escape libre una ametralla-dora lejana, una sucesibn de cohetes, cualquiercosa, menos el estornudo cuya sensacibn que-n a darse.

Algo de eso es lo que sucede a leer a Proust.El excezo de lentitud con que se desarrollanlas ideas 10s sucesos, les quita todo cariicterde verdad 0 a lo menos, de naturalidad. Porsupu es to que sem ejante afirmaci6n no puedehacerse en alta voz. El amigo proustiano, queya lo ha hecho leer a uno dos tonios, p e d e sur-gir de donde menos s piensa para decirle convoz meliflua:-iSe ha aburrido? No importa.. Es s i o faltade costumbre. Lea usted ahora el primer tom0del ((Camino de Swan,. j s un encantoVerii que, una vez que se habitiie, o s o de-jars de molestarle; le gustarii e irii corriendo abuscar el otro tomo.

Ante un peligro semejante, yo no me he atre-vido continuar leyendo. j o vaya a ser que1 2


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me acostumbre En las Gltimas trein ta piiginaspa notaba con rubor que, de cuando en cuando,el libro comenzaba a cogerme. Unos cinco tomosmbs y acaso, familiarizado con la lata, habriaterminado por entusiasmarme y sentir una pro-funda admiracibn por esa especie de seEora quese desm aya con el olor de las flores, goza con 10schismes de la servidumbre, delira por 10s mar-queses miis ridiculos y llena piiginas de pbginas,en busca de la manera de hacer perder a 1 s de-miis el tiempo que ya h perdido.S que a decir esto, corro riesgo de la vida.os proustianos, a pesar de que no leen a Proust

sino cuando estiin enfermos, son temibles enestado de convalecencia. Per0 jqug le voy ahacer Tan to han escrito de Proust sus admira-dores, que no est6 de ni s que el piiblico oiga,alguna vez siquiera, la voz de una de sus victimas.

Julio de 1929

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entr e la libertad la licencia, sufren lo indeci-ble con vivir en el mezquino eapacio de unajaula.Naturalmente, como 10s animales no hablan,ambas hipbtesis se basan en meras congeturas.

Ante 10s barrotes de cada jaula no faltannunca 10s representantes de uno y ot ro bandoque discuten acaloradamen e.

-jPobre brutito -exclama uno mirando lapantera. jC6mo anda desesperado de un extre-mo a otro

-iNo ve que se est6 paseando?4 i de rabia--De satisfaccibn, seEor. jNo se quisiera uno

otra cosa que pasarse el dia entero de ocioso,con comida gratis, haciendo para es-tirar las piernas, entretenido en mirar a las chi-quillas que vienen a visitarlo jLa gran vidajLa vida del oso como se dice vulgarmente

-jYa lo tuviera a usted un par de sem anas,muerto de hambre, a todo sol, en esa caja in-festa, sin miis ocupacibn que leer ese letreritoirbnico que dice: No altrate a 10s animales)).jLinda recomendacibn por qu6 la autoridadno empieza por dar el ejemplo?-El Zoo es profundamente educativo..is;? Para enseiiar a 1 s niiios la crueldadcon las pobres bestias.. Yo no s 6 cbmo la So1 6


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ciedad Protectora de Animales no protesta deeste crimen.El sefior sentimenta l y el caballero entusias-t no logran ponerse de acuerdo.

Un tercer0 Cree del cas0 terciar en el debatey se acerca con espiritu conciliatorio.

def iores-d ice-yo creo que u edes dostienen la razbn.. en parte. Es claro que el calores aqui harto molesto y que para el o s polarest0 debe ser bastante desagradable; per0 encambio para las lagartijas..--Si, sefior: jbonito Zoo quiere hacer ustedfuerza de lagartijas

No serian 10s Gnicos ejemplares: podriandejarse tambign las gallinas, 1 s cabros, 10s co-nejos, algunos ratones: en fin, 10s animales queestgn acostumbrados a este &ma.

iY 10s demss animales?-jAh eso depende. Para el lebn de Africa, porejernplo, el calor no es suficiente. Se le podriamandar algGn jard in zoolbgico de Argelia:1 s papagallos, a l Brasil: 10s monos, a1 Ecuador:1 s caimanes, a Colombia, y asi sucesivamente.Esos passes, en cambio, podrian devolvernos lasavecitas y animales criollos que en sus respecti-vos jardines, injustamente llamados de aclima-tacibn e s t h Ilevando una vida de perros Esteintercambio seria profundamente favorable no

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escribir. En el fondo de cada pipa hay un articulo.os hombres de ciencia no lo saben porque el

aniilisis quimico grosero y materialis a no al-canza a aislar las ideas. No aparecen en el ta-baco ni en la nicotina ni en el humo. El articulo viene a ser un subproducto que 1 s qui-micos desprecian por iniitil. Yo tambi6n creoque es inhtil: per0 he encontrado la manera devenderlo. Las empresas periodisticas con uncriterio parecido a1 de l s compazias de seguros e encargan d e indemnizar la pequeiia dosis devida que pierde el operario a1 extraer a fuerzade chupadas esa sustancia inmaterial que flu-ye del tabaco y despuks de algunas vueltas porel alam bique del cerebro logra fiiar en el papelmedian te un poco de tinta.

A mi me pagan pues por suicidarme lohago valien temen te y a conciencia.

Mas iacaso no sucede lo mismo en todos 1 sramos del trabaio? iQu es el cansancio sino unain oxicacibn?El miis elemental fatalism0 aconseja creerpor lo demiis que cada individuo que llega a1mundo viene calculado para cumplir tal cualmisi6n por modesta insignificante que sea. Elcoleccionista de sellos llamado a pegar 10 324estampillas en un iilbum moririi acaso en el ins-110


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JEN RO PRIETO

llas de tu1 de la cuna para mostrarla 10s amigos.Estos pueden entreverla, mejor dicho divi-sarla en la semi-obscuridad de la pieza. La in-

feliz cr iaturita cas; nD tiene aiin forma humana:parece un tomate que bala, mientras el cuerpe-cillo de gusano desaparece aprisionado entrelas fajas, las puntas y las mantillas..

Supongo que no h a b r i nadie tan loco que quie-ra libertar la criatura del vendaje, ni sacarlaa toda luz, exponi6ndola a un resfrio, ni muchomenos pretender que ande y actiie por su cuenta.Seria criminal.

H a y que decirle


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OR SORDIN

sin aire, tambi6n se puede morir de consun-ci6n.. . Sin saber c6mo ni por qu6 se recuerdade un paraguas. Un paraguas maravilloso, deseda, con mango de or0 que le obsequiara sumujer para el dia de su santo. Ese paraguas-elmismo que no ha traido-permanece guardadoen el caj6n de 2 c6moda.

En la maiiana a a sacarlo; per0 el tiempo estaba tan am enazante que cas; le hall rzz6n asu mujer cuando, p8lida y temblorosa, le detuvojunto a1 caj6n de la c6moda como a horde deun precipicio.-iEst&s loco? iQu6 vas a hacer? icon estalluvia..

el paraguas sigue guardado en su funda deseda en el fondo abrigado de la chmoda, cualcorresponde su temperamen t delicado, mien-tras afuera, la lluvia estropea y cala 10s paraguasLurgueses con mango de madera y varillasternbleques.

Cuando el verano se pronuncie mbs y el tiem-PO est6 perfectarnente bueno y haya sol.. enton-ces ser8 el mom ento de hacer una intentona..

Es ridiculo salir de paraguas en un dia desol; per0 ique diablos es la Gnica manera deque no se moje y que dure.,

Octubre de 1928.5


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-ON SORDM

ted, que sabe elegir una horrna de est clase,tiene que aer un artista.Este hombre es realmente talentoso>>-con-tinuaba pensando mientras con 1 s ojos vagossegu iael ir y venir del paiio. Y el espaiiol a g r egaba:i g a usted. Botines como 1 s que Uevapueden considerarse una < creacihn,). Yo pormi profesibn, he vieto muchos zapatos..~ E sn t6cnico. y hay que creerle)), repetia m i

~pensamiento, como un eco, mientras el lustra-~ o t a s , on un sen tido de adivinacihn admirable,continuaba el discurso interrumpido:

--Por botines de esta clase, en otros Iustrineecobran cuarenta y aun sesenta centavos.. .(en ese tiempo


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JENARO PR IETO

No importa: Ahi me conseguirC u empleopiiblico.

s el Gltimo recurso; e8 el salvavidas que en1 s momentos de bonanza miramos como uadorno de borda y que recobra todo su prestigioen cuanto una nube negra asoma en el hori-zon te.

s inc6modo. Nadie se cala por gusto un neu-rniti o en derredor de las costillas, y da un pocode rubor que 10s pasajeros de cubierta se per-caten de que el turista que hasta ayer presumiade hgbil nadador, tenga que apelar a ese recur-so para salvarse del naufragio; per0 j q u ~ e leva hacer No todos tienen la suerte de ser agri-cultores, industriales ren tistas, esas tres ca-tegorias que acatso por falta de sentido prSctico,son las bnicas que no han ingresado todavia laadminis traci6n.

Y como el naufragio predispone a1 arrepen-timiento, 10s viajeros en peligro se apresurana adjurar de todos sus errores y de todas sus pro-testas en contra de l empleomania. s el mo-men to en que el empleado piiblico-ese modestofuncionario que todos llevamos en el fondo delalma-sale la luz del sol y se encara con Klasclases produc toras)) que no saben .comprenderlo.En realidad, 1 s hombres de- trabajo no puedenimaginarse la tragedia de pasar dias dias sen-122


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lamentan de las contribuciones con olvido abeoluto de que ellas van en su mayor parte en-grosar s fondo de seguro nacional que cons-tituye la administraci6n pfiblica. o piensanque a atacar eso que llaman despectivamentela aempleomania>> e cierran una puerta parael porvenir.

Si no hubiera empleos pfiblicos iquk seria destos peeimistas el dia que los impuestos lle-garan como ellos temen impedirles traba iar?Por otra parte hay que ver que ninguno de 10squ tanto se lamentan deian de tener un hiio un hermano o un pariente prbximo ocupadoe n el servicio del Estado que recibe con creces loque ellos pagan en contri6uciones.En realidad el empleado pGbIico es un metoktermediario que hace volver a manos de lafamilia del contribuyente lo que 6ste entrega alFisco. Todo queda pues en familia.

Per0 eatas cosas no las comprenden esoshombres. EI ruido de las miiquinas las mil preo-cupaciones del trabajo la epizootia del ganadola baia del trigo les impiden oir la voz del em-pleado piiblico que todos sin excepcibn lleva-mos en el fondo del alma.

En nomLre de cs voz olvidada y rechnditzhe escrito estas lineas.

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JEN RO PRIETO

se le critica y pone una cara de periodista, queda l istima.S u perfil mismo, puntuado por el ojo azoradoy parpadeante, parece un signo de interrogacihn.

Es un piijaro muy raro-suele decirme eld u e f i w . H a b l a y habla que es un contento yme trae la mar de clientes a la fruteria; pero.iqu6 quiere usted?, tiene esta maldita mafia..De repente, cuando menos se piensa, sale conuna barbaridad.

Y con el dedo en alto el duefio de la frute ria le__

re pitej Calladito el loro j CalladitoMuchas veces, por 16.st;ma a1 pajarraco, le

he ofrecido a duefio cornprirse1o;- per0 61 harechazado mis ofertas cas; con indignacih.Hace dos semanas que el lor0 no chista. Tan-

to le han sacudido la ;aula que el pobre paja-rraco no se atreve decir una palabra y ha per-dido por completo su interks: parece una vic-trola descom pues ta.El due50 ha venido a verme: -iSabe?--me hadicho -, el lor0 s ha callado.

-jHombre, lo felicitoNo me felicite. Un loro mudo no sirve para

nada. a gente lo mira pasa de largo. Ademiis,yo mismo me habia acostumbrado: Me hacenfalta sus chillidos; me parece que la fruteria no26


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s la misma. Para mayor desgracia, 10s clientescreen que, si el lor0 no habla, es porque yo lepego y me miran con mala voluntad..

-iDele pan con vino-iQu&, seiior Si le he dado de todo y no dice,-V&ndamelo, entonces.-iCbmo se le ocurre La gente es mal pensa-

d a y a1 no verlo en el local, pensarian que lohabria muerto a palos o que el negocio no andaLien y que he tenido que liquidar hasta el loro.

esta boca es mia.

Y el hombre se alej6 meditabundo.

o habia vuelto a acordarme del vecino:pero, ayer, a1 amanecer, me despertb u n intermi-nable 'parloteo. o entendia bien las palabras:per0 escuckaba claramente que el lor0 hablabacomo en sus mejores tiempos. Cuando me le-vant& , vi que un grupo de comadres y chiquillosse agolpaba a la puerta de la fruteria. La ch6-chara no cesaba y la calle volvia a recobrars u animaci6n de antaiio. jQu& descanso La drute-ria habia vuelto a la normalidad.Me espantk, cuando en la tarde vino vermeel propietario del negocio, y me implor6 con vozdesolada

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UN TRATAMIENTO CON ABLINA

s difkil comprender For quk la gente se la-menta tanto de la grippe. Desde luego, la grippe,como el robustecimiento de la autoridad, es unaconsecuencia de la guerra europea y hay queaceptarla sin protesta. Se necesita ser muy in-disciplinado o muy retr6grado para no acatarun hecho que constituye ,omo sueledecirse en l Congreso.For lo demiis, si la enfermedad es un poco deszgradable, su tratamiento es uno e 1 s m s se

ductores que haya podido inventar la medicina:Limonada, whisky, cama y una que otra tableta de aspirina, salodeno o creogenina.

Suprimase Ia tableta, y el tratamiento niipJ ?hecho u encanto.


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1 1 . su talent0 de esinchules ; Manuelximas morales so

femenina, y esteteronas en las pla-la United Press.

p e comenta suce-de


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s grave, por no decir alarmante, la declara-ci6n hecha en P aris por el tenor T ito Schipa ,acerca de que 1 s amigos de Caruso han decididoreabrir, cada tres aEos, su ataiid, con el propsi to de mantenerlo vestido la d t i m a modamientras el embalsamiento lo mantenga in-tac to.

s grave porque, con la declaraci6n del tenorSchipa, la moda franquea, por primera vez, unrecinto que hasta hoy le habia sido vedado: elde la muerte. Una de las ventajas del reposoeterno, la de no tener que preocuparse de laropa y por lo tanto de 1 s sas tres, cae tronchadapor su base.

La moda, esencialmente mudable y capricho-sa deja a un lado sus frivolidades, para seguir

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JENARO PPJETO

a1 gran cantante m&s all& de la vida. No es elprimer cas0 en que una coqueta empedernidase enamora y rompiendo con el pasado, se con-vierte en una Artemisa; pero Caruso no espera-ba, sin duda, tanta fidelidad y como h e nhombre de munds, debe haberIe molestado.

iQut diablo quien le gusta que lo quieranuno en esa forma y que vayan despertarlohasta en el nicho.-

habr6 exclamado l ctlebre tenor, recordandoEspronceda, a1 saber la noticia de que su ex-co-lega Tito Schipa, encabeza un movimiento parasacar1o cada tres aiios de la tum ba por algunosminutos para cambiarle de traje, como 6 soliahacerlo en 10s entreactos.s molesto y es rid;culo. Como todavia es eltinico, Caruso va crearse en ultra tum ba unafama de $ifunto


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JEN RO PRI TO

de estricta etiqueta Lmejorarb mucho, por eso,su situaci6n?

Un individuo, por d ifunto que sea , enfundadodesde la maiiana hasta la noche en una prendade us0 tan poco familiar resulta grotesco. Pre-ferible seria para 61, pasar inadvertido con s utraje viejo, un poco verdoso y por lo tanto, mbsen harmonia con su tinte cadav6rico de embalmsamado.

Despu6s de la resoluci6.n e sus antiguos co-legas, Caruso no le queda, en realidad, mbsesperanza que la de que su cuerpo se disereguey vuelva a1 polvo; mas, en est0 mismo se presen-ta para 61 una anormalidad.Los vivos se cambian de ropa cuando se les

acaba el traje y a Caruso dejarbn de cambibrselacuando se le acabe el cuerpo.

Para 10s primeros existe la defensa de buscaruna tela resistente; pero iqu p e d e hacer elgran artista para que le dure el fisico?jQu desgracia tan grande es para un muertohaber tenido amigos tan respetuosos de la moda

masculina

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visto de un alto parlante con 2 discos distin-t os sobre diversas cues tiones de inter general:vr. gr. votos de aplauso, panegiricos, congratu-laciones por la acertada direcci6n de 10s negociospiiblicos, etc.

Una ranura R d a salida a 10sdiversos proyec-tos de ley, depositados previamente en el ci-lindro B. cuyo funcionamiento puede ser regu-lado a voluntad mediante el tubo e alimenta-ci6n C. que se ve en lo al to del aparato.

os manecil'las colocadas a1 centro del cilin-dro B y conectadas con 10s bancos ministeriales,sirven para aplaudir en 1 s momentos en queesta manifes tacih de simpatia y adhesi6.n seconsidere conveniente - .

El unciona indis tinta-m ente con bencina, pe trdeo o dieta de ave.

Una lata cualquiera e es tos combus tildesba sta para asegurar du rante un mes la verbosi-dad del aparato, o sea, el diputado mecAnicotiene un rendimiento de 30 la tas por lata.

En cuanto a fa funci6n legislativa que, comoen todo organism0 debidam ente cons titu{ds, sconsecuencia directa de la aiimen taci6n, sproduce, segGn se ha dicho, por la r3-nura oescape Iibre R. que puede lanzar un Frsrnecfiode 2 a 4 jleyes psr minuto, con Is cual bastapara asegurar el desprestigio de2 regimen parla-

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el de cualquier parlamentario vivo y h6ganoepropaganda.Por la Contemporany Machinnery Co

J W L SMILINGGerente)>>

o s si despu6s de 1 s diversos proyectoepresen tados Gltimamente a1 Congreso. la ofertanorteamericana serg todavia oportuna: per0ipor quk no hacer un ensayo?

Julio de 1929.

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hibe a1 conductor de la carroza --en ara s de laimponen te lobreguez del funeral-Lata el miisleve esparcimiento: La autoridad vela por latristeza ptiblica.

Ahora bien i q u i quieren 1 s ediles de Valdi-via? iAlejar el pensamiento de la muerte o hacerlo mQs intenso? LAumentar el auge de l spompas ftinebres o propender a su disminuciBn?Porque es evidente que uno de 10s medios miisseguros de predisponer os Qnimos para asistirdignamente a unas exequias es por medio delas ex posiciones de a tatides.

Una multitud alegre y confiada una multitudrisueiia que no se acuerda de la muerte n i quierepensar en ella es o menos aprapiado para darcariicter ltigubre a un entierro. Fume no fumeel conductor 10s asistentes son capaces de reirsedel difunto.

En carnbio si por efecto de 1 s f6retros. 10sBnimos se encuentran abatidos el solo espectgcu-lo de ese hombre indiferente que uma un trigoregular con el olvido mQs completo del occisopuede hacer llorar a gritos a 10s asistentes.Si la Alcaldsa de Valdivia quiere realmentevelar por el buen humor de Ea ciudad como pa-rece darlo a entender la primera pa rte del de-creta lo 16gico seria mantener tambiin esefactor inapreciable e serenidad que representa54


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el cigarrillo del conductor de la carroza. iisaiin, debiera permitirsele que se riera, que echarala chacota su misi6n y dirigiera pitorreos loadeudos. El entierro perderia asi todo cariictertriste, y 10s acompafiantes volverian su s ca-s s satisfechos, como si en su vida no hubieranvisto un ataiid, ni en las vitrinas, ni en el ce-menterio, ni en ninguna parte.Porque hay que considerar que la vista de uncaj6n es mucho menos triste que la de una tumba. Mirado friamente, un ataGd no pasa de seruna caja de violin algo miis grande. Eo que leda cariicter triste es el violin o meior dicho elmuerto; y mientras no se discurra una manerade alegrar 10s difuntos, todos 10s esfuerzos quese hagan por quitar el aspect0 fiinebre es tas co-sas seriin m6s o menos estgriles.

s difkil que se pueda inventar algo miis ri-diculo que algunas acarrozas de primera . Nin-giin vivo se atreveria andar en ellas, y sin em-bargo, cuando las vemos no nos sonreimos.

iLograr6 mejor kxito en este sentido la pri-mera parte del decreto edilicio valdiviano?

Pues, en cuanto a la segunda, no cabe duda deque tendrii resultado.

Un cochero fiinebre con ganas e fumar debeser un espectiiculo de partir el alrna.

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Sus acantilados son altos blancos y llenos eagujcros. De lejos parece un queso suizo Encada uno de estos agujeros habita una pareja detontilandeses.

Pasan la vida jugando a emboque y no salende su s cuevas por temor que se les cobreimpuesto.

Tam poco necesitan trabajar porque 1 s tonti-landeses son muy optimistas viven de ilusiones.SSlo una parte muy pequeiia de la poblaci6n

se dedica a1 laboreo y la industria. Sobre esecorto grupo de individuos recaen por entero lascontribuciones. Sudan y se azanan de la maiianala noche: per0 nunca logran estar a dia en SUBpagos porque en Tontilandia existe un impuestoque grava todo ejercicio muscular que tienda

algGn objeto priictico.El impuesto ha dado tan buenos resultadosque se ha podido elevar a quince veces la plantaadminis rativa y aGn asi queda anualmen teun superiivit que alcanza cas; a la mitad delvalor de 1 s emprkstitos que se contratan paraproducirlos.

Todos 10s tontilandeses sin excepciSn llevanuna barra de grillo en 10s pies: per0 viven muycontentos porque saben que aunque elios estiinpobres la situacibn econSmica de Tontilandiano puede ser mss satisfactoria.160


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La erposici6n de sus finanzas puede uetedhacerla en la siguiente forma:Presupues to ordinario . . . . . . . . . . . . . . .Presupues toex traordinario . . . . . . . . . . . 152 100Los quince pesos no 1 s ha gastado y son en

consecuencia un super6vit; 1 s 2 100 1 s debeusted a1 sastr e a due50 del hotel constitu-yen por lo tan to la contra partida de esos gas-

1 .1 . I .i tX,

tosAnote usted:

Presupuesto extraordinario . 2 100I due50 del hotel . . . . . . . . . . 1 200A sastre.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900Sumas iguales . . . . . . . . . . . . 2 100 2 100Como usted ye le bastar ia presentar asi las

cosas para mostrar que tiene en su presupuestototal un saldo a favor de 15 pesos; per0 yo no sO recomiendo.Lo miis prActico s que usted anuncie desde

Leg0 un superiivit de 2 pesos. Con eso puedeservir desde luego tam bitn un empr6stito de tresmil pesos. Contrate usted ese em pr tsti to y pague1 s 2 100 que debia y el ouperbvit de doecientos

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excepciones, guardan un discreto silencio; Iosumo se pasean algo nerviosos en s u ;aula, por-que no comprenden que la guerra europea hamodificado 10s conceptos y la libertad no tieneque ver con la felicidad. iSon muy lesos Nin-guno se niega, tampoco, a recibir el alimento.Desde que se instal6 el Zoo s610 un cernicaloealzado>> eclar6 la huelga del hambre y tuvo sumerecido: S e muri6 por soberbio.

Yo pas6 junto su esqueleto y sen ti un im-pulso absurd0 de sacarme el sombrero: Sin saberpor quG, me acordk de ti, de Conrado, de Aqui-les, de aquellos remotos tiempos en que la guerramundial no llegaba aGn hasta nosotros y peleB-bamos como unos energfimenos per0 inmediata-mente, pens6 que esas ideas habian hecho crisisy que el cernicalo muerto, era Kun supervivientede la Gpoca romiintica de 10s Lamartine,,, co-o dices tan galanarnente en tu discurso. Me

cal6 el sombrero hasta las orejas y le hice ungesto de desprecio a difunto avechucho.

Ahora bien, ustedes 10s diputados se hanpuesto discutir en la CBmara, si existe o no ialibertad de imprenta. Yo no s c6mo puedendebatir una cosa semejante. El propio seiiorValencia Courbis, que no tiene nada de Lamar-tine, ni de romihtico, y s610 puede considerarse

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s_ 1 1 ---I----^ ---aopea?En todo cas0 dejo formulado el denuncio az

e esta carta l us0 que quieras con tal que ome cornprometas y disp6n como siempre e tuviejo amigo


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La debilidad es el estado normal y sus mismosadversarios lo saben tan bien-caso d e P ri m od e Rivera -que cuando quieren agrada r a1piiblico hablan de la vuelta a la normalidad..0 lo que es lo mismo a la debilidad.La causa de l prestigio de es ta i6rrnula no puede~ e r gs sencilla: Cuanto m6.s poderosa es la au-toridad menos fuerte es ante ella el individuo:cuanto m6s rico y mayores entradas t iene elFisco mayores salidas tienen 10s particulares.Esto no todos o piensan per0 lo sienten lo

que viene a ser lo mismo y no es raro que pre-fieran ser ellos m6s felices que el Estado. osgobiernos dgbiles ser6n todo lo malos que sequieran; per0 nadie podr6 negar que son muyc6modos y, por lo tanto sumamente estables.A propender a esa estabilidad que ev ita gastoshace grata serena la existencia y es, sin dudael ideal de todos 1 s gobiernos tendia mi pro-grama e diputado independiente.Lgstima que la falta de cuatrocientos amigosm haya impedido presentarme.

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a1 facultativo no ha hecho sino cumplir con sudeber.Se trata d e una epidemia producida por minis-terio d e la ley.Como lo ha manifestado el doctor Ferrer elarticulo 158 del Cbdigo Sanitario establece quecuando hapa miis de cien personas mordidaspor perros locos puede declararse la exis enciad e la epidemia de hidrofobia.Las victimas pasan ya d e cuatrocientas y eldoctor Orellana en cumplirniento de la ley pi-de que se declare la epidemia.Es evidente que si el articulo 158 en vez d eGjar el m6ximum de cien hidrbfobos hubiera se-iialado el de quinientos la epidemia no exis-tiria todavia. Por culpa del articulo 158 vamos atener ahora una epidemia.No convendria derogarlo?

o comprendo la utilidad de las enfermedadesque son la Gnica razbn para no rebajar el pre-supuesto d e 1 s servicios sanitarios; per0 espreciso confesar t ambi in que en este pais enque desde hace un aHo se busca desaforadamenteun epidemia va a ser ridiculo estrenarse conuna de hidrofobia.Por otra parte no s i hasta qu i punto 10s caness van a dejar intimidar por la declaracibn gu-bernativa que solicita el doctor Orellana. sS8


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puede considerarse como una manifes aci6n dedinamismo. El dinamismo no ha sido aGn biendefinidoMe encanta est e tipo por lo din mico--medijo un amigo mirando a un paralitico.

Verdaderamente el individuo se agitaba queera una compasi6n. Por desgracia el pobrehombre no podia moverse con la misma facili-dad que las estatuas y situado en un banco dela Alameda alargaba 1 so os con envidia hacia elgeneral San Martin, que en su caballo de bron-ce se disponia ya a emprender la marcha.

Realmente producia compasi6n el hombre >frente a la estatua movible; per0 enambos-segGn el decir de mi a m i g e s e veia lamisma manifes t a c h de dinamismo. Ese mo-vimiento impensado y constante, sorpresivo ycomGn, como el de 10s temblores, tiene un sellocriollo inconfundible.

En ninguna parte del mundo las esta tuas re-corren mayores extensiones y en menos tiem-PO que en Chile. Hay algunas-recugrdese lade l abate Molina-que salen de 10s limites ur-banos. Meses des pugs suele encon triirselas tomando el sol en una plaza de provincia.

En cuanto a 10s monumentos que permanecenen antiago, pasan de una cuadra a otra con la62


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misma facilidad con que recorren el tablero laapiezas de ajedrez.Parece que las au oridades encuen tran es ejuego muy entretenido. Ello es que cada ciu-dadano mucho an tes de llegar la AlcaIdgatiene ya pensada su jugada. Algunos se dedican

mdver 10s peones: otros exclusivamente loacaballos. En este cas0 se encuentran por el mo-mento 10s de an M artin y OHiggins que vana ser colocados fren te fren te jugada quejuicio de 10s ajedrecistas no puede ser mgs peli-g rosa p rque se corre el albur de que uno de 1 6caballos sea comido por el otro.El ptiblico no sabe a punto fijo a q u i obedececada uno de estos movimientos: per0 sigue conpasionamien to las incidencias del juego.

Hay no obstan te un inconveniente. Comolas estatuas son algo pesadas y e6 precis0 le-vantarlas por medio de roldanas y palancaslas jugadas se demoran m6s de lo que seria edesear.

Alguien ha propuesto por eso la idea de do-tar nuestros monumentos de algunos disposi-t vos que faciliten su movilizaci6n. El ideal sinduda alguna seria llegar a1 aestatuo-carril og pr6cer-cami6nB. movido carbbn o pe tr6Ieo.El carromato seria miis artistic0 que la aplana-dora municipal y como no le faltaria peso

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E n la cantina ese argument0 me convenci6;per0 ahora fren te a mi escritorio en m angas decamisa pienso de un modo diam etralm enteopuesto.

S e transpira sin duda en la cantina iperoqu6 mal hay en ello? Ninguno. Por el contra-rio; es una forma de eliminacibn que no puedeser miis saludable. En es te punto toda la fa-cultad de medicina est - e acuerdo.

os que duden de ello pueden consultarloesta tarde con cualesquiera de 10s facultativosincluso 10s que asisten diariamente a la cantina.

Por otra parte si transpiran 10s socios delbillar in 0 es 16gico que transpiren tambi6n 10sde la cantina?En esta vida no sb o el pan hay que ganarlocon el sudor de la frente sino hasta el aperitivo.s miis humano por no decir miis b;blico.

Recordemos que pesar de 10s esfuerzos-dela moda femenina por demostrarnos lo contra-rio no estam os precisamente en el paraiso te-rrenal.

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fu6 e conserva todavia e n10s circulos teatrales, como la memoria del c6-lera o del terremoto d e Valparaiso. s una formade celebridad.

Harii cosa de tres aiios, un diario vespertinoizo una encuesta preguntando cuiil era la peor

obra nacional-todavia no se e sk enaba Cabe-za de RatBn>>de Victor Domingo Silva-yRoberto Aldunate, sobreviviente de


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te, una revis ta nacional, la escribe cualquiera.La letra es lo de menos. Todo depende de lambsica, 6sta se elige libremente en tre aquellaque ha tenido m ayor &xito. En dos palabras, elprololema se reducia buscar a un amigo conaptitudes musicales y sin concept0 claro de lapropiedad arti s ica-los mGsicos son altru istas yno cobran-que eligiera 10s trozos de la partitura.

Esa misma noche, Tartarin, que por estarempleado en el Sindicato Howard era una emi-nencia en dactilografia, se sent6 {rente la miLquina

iY el tema?Eso importa poco. Escribamos un asuntoperiodistico. Un redactor se enamora de unaniiia que tiene un padre terrible. El suegro exi-ge su futuro yerno que escriba un editorial enun sentido; el Director quiere que lo escriba eno t ro jqug s yo VerSs tii c mo resulta. Pose-si6nate del papel de suegro y comienza el dig-logo; yo s y el protagonista y te contesto. Aver.. esp6ra te un momento para describir laescena: Una sala de redaccibn, mesa con per&dicos, don Severo entra por el foro.

-iQu6 cosa es el foro?No me interrumpas. Despu6s le pregunta-mos so YBiiez Silva.


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--]D&jate de comentarios: D ictam e lo que dicedon Severo a1 ver a1 Director.-Claro es que dice: --


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mentaGalcanz6 a decirle Tartarin-. Esa chi-quilla de ojos negros, con cara de favorita delas Mil y una Noches..

Sse. pierde e l tiem po, com paiiero. sse-LEa Zenobia?--Ea sse.. novia de un seiior sse.. Bozo..Tartarin se PUSO muy palido y, a1 salir, me

dijo que entre 1 s dos debiamos arreglarnos enforma equitativa, porque 61 no podia sacrifi-car l mitad de sus derechos.E negocio se descomponia-j qu6 diablos -

per0 aGn quealaLa la expectativa de la gloria.A contar por el nGmero de palmaditas afectuosas,Pilsener felicitaciones por su ecuanimidad ypr ep arac ih , derrochados sin reparar en gas toentre 1 s criticos, ]la opini6n de la prensa debiasernos francam ente favorable y el 6xito estaba deantemano asegurado. M a s no contiibamos conla hugspeda.

La vispera del estreno, mi viejo amigo DiazMeza, que aGn no se dedicaba a las tradicionescoloniales que tan merecidos triunfos debiandarle andando el tiempo, me llam6 aparte conake compungido y detriis de un bastidor, medej6 caer en el sido con una crueldad digna de10s Borgia, estas gotas de veneno:-Yo estoy mal con YBCez Silva.. Me ha93

es.. la sse.. novia..


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a tacado sis emii ticamen te todas mis produccio-nes. La obrita de ustedes es bastante mala: per0tii y Ta rtar in son principiantes y puedo discul-parlos.. Ahora.. si firma HMez Silva, mecolocan en un disparadero.. . Ten que juzgarla obra con severidad y . . entonces..

Con una altivez digna de 1 s conquistadoresque pinta el propio Diaz Meza, le respondi queYiiiiez firrnaria la obra y que la critica teatralno se nos daba un bledo. El piiblico, el granpiiblico, sabria apreciar nues tro trabajo. Ta rta-rin fug tambign de mi opinihn, contrajo lamandibula con gesto de boxeador y se palp6orgullosamente 10s biceps que, en calidad deperiodis tas de osicihn, cul tiviibamos paciente-mente donde Pellegrini.A1 dia siguiente, el piiblico pronuncih su vere-

dicto con un elocuente cor0 e silbidos.Tras 10s bastidores y en presencia de la Ze

nobia del seEor sebozo, encontrg a Tartarin, resuelto y firme como el boxeador que acaba deentrar al ring. Me afirmg en 61 para desmayar-me.iNo te lo decia yo? Est0 es un disparate.Como siga esta rechifla, y vengan 10s papazos y1 s coliflores, tendremos que instalar un puestode verdura.

Tartarin me mir6 cas; con desprecio:294


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-Victor ugo tambi6n fracasb-me dijo--.Maiiana haremos un escarmiento.

En realida

Con Sordina

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