81820234 Henrich Dieter Hegel en Su Contexto

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  • Esta apariencia no es incorrecta, pero sin embargo no se corresponde conla problemtica de la lgica en su totalidad. Es cierro que la lgica de lareflexin, por el pan icular entrelazamiento de todas sus determinaciones,plantea problemas imerpreraeivos de muy difcil solucin. Hegel mismo lallam la parte m s difcil de la lgica t . Sin embargo, el comienzo de lal gica contiene dificultades de especie muy diferente y, en cieno sentido,contrapuesta. Provienen precisamente del paso inmediato del ser a la naday de la cortedad lapidaria con la que se lleva a cabo. No resulta fcil captarcorrectamente la neeuraleza de tal paso, ni entender los medios con loscuales Hegel lo fundamenta. Por ello mismo ha resultado posible suscitar,precisamente contra l, un impresionante nmero de objeciones plausibles,ante las cuales los conservadores discpulos de H egel se encontraron nopoco perpl ejos.

    Pero no solamente la estructura particular, sino tambin el importantesignificado metdico del primer captulo de la Lgica, justifican el intersque ha mostrado por l la escuela hegeliana -por razones ciertamente muydiversas. En eecro, la lgica de la reflexin es susceptible de una interpre-tacin inmanente, mientras que la lgica del puro ser puede entendersenicamente cuando se consideran diversas tesis, cuyo lugar se encuentraen contextos muy diferentes. Por esto, la interpretacin del comienzo s610puede lograrse cuando tenemos en cuenta el contexto completo y el mto-do de desarrollo de las determinaciones puras del pensar, y no nos limita-mos a la conocida tesis de la fundamentacin retrospectiva del comienzo apartir del final de la Lgica. A continuacin deber mostrarse en qu sen-tido la cuestin es as.

    Esto deber hacerse en dos erapas. la primera trata las diversas formasde crtica que se han hecho a la doctrina hegeliana de la unidad de ser ynada. Se prepara as la segunda etapa, que pretende determinar el sentidopreciso de esa doctrina y de sus argumeruos '.

    1LA cntrrca DEL COMIENZO

    H AY QUE DISTINGUIR dos figuras fundamentales de la crmca a la manerade comenzar la Lgica. Una se propone situarse en el punto de partida deHegel y mostrar que, partiendo de all, no es posible progresar en el pen-samiento, sobre todo no hacia la unidad de se! y nada. Tiene como prop-sito, en ltimo trmino, demostrar que la dialctica especulativa no es unmtodo consistente. La otra considera que, pata salvar la consecuencia delSistema, hay que renunciar a la dialctica del comienzo en la forma que le

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    dio Hegel. La comparten casi todos [os d iscpulos }" seguidores de Hegel,aunque con razones diversas y a veces opuestas. l a distinguimos como cr-tica con intencin positiva (B), frente a los enemigos del mtodo especu-lativo, cuya cr tica tiene intencin negativa (A).

    A. la crt ica con intencin negativa fue elaborada sobre todo por Tren-delenburg y Bduard van Harrmann l. Las lnveJljgacioner lgica! de Trende-lenbcrg, aparecidas ya en 1840, tuvieron una influencia significativa, apesar de sus argumentos poco precisos. Abierta o silenciosamente, fuerontenidas en cuenta por la m ayor a de los discpulos de Hegel y, en lo querespecta a la crtica de la lgica del ser, reconocidas por todos, con la nicaexcepcin de Micheler. Ahora bien, Trende1enburg desarroll solamenteuna de las tres objeciones que puedan hac rsele a la doctrina hegeliana deser y nada desde su prop io punto de vista. Objetivamente se ordenan as:

    Si suponemos con Hegel que el concepto de la inmediarez indetermina-da tiene que constituir el comienzo de la Lgica, no se entiende entoncesque tenga que ser pensado como el paso mutuo entre ser y nada. Porquesi asumimos que ser y nada son realmente distinguibles entre s, entoncesson: 1, o dos aspeclos en la misma y nica determinacin conceptual, "in-mediarez indeterminada", en la cual pueden ser distinguidos y de la cual,por lo tanto, tienen que ser tambin disrinros, O son: 2, JO! pemamienlordistintos entre s, a los que les corresponde el carcter comn de ser inde-terminados e inmediatos, pero por lo dems deben ser distinguidos. Perosi suponemos por el contrario que ser y nada no pueden ser distinguidosent re s, entonces ambos son: 3, slo nombre! distintos para una cosa, laque habra que concebir ms exactamente como inmediatez indeterminada.En ninguno de los tres casos puede sostenerse un paso de ser a nada ode nada a ser.

    A estos argumentos slo puede responderse, en el sentido de Hegel, con-cediendo lo que ellos mismos conceden: que, en el contexto de una lgicaespeculativa, lo primero y ms simple tiene que ser un pensamiento, y queste es el de la inmediatez indeterminada.

    1. La primera objeci n dice que ser y nada son aspectos contrapuestosde la inmediatez indeterminada. Esta inmediatez es, en cuanto simplemen-te puesta; es nada, en cuanto puesta sin ninguna otra determinacin. Perosi as fuera, entonces la inmediatez indeterminada no podra ser lo que sinembargo debera ser: comienzo. No seria inmediata sino puesta, a saber,como forma pero sin contenido o como cosa pero sin propiedad. lnmedia-tt'Z indeterminada ser ia entonces una determinacin reflexionada y, porello, no definible como comienzo. Pero precisamente ser y ruda no hay quepensarlos como momentos de una reflexin determi nante. Si pensamos nada,

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  • no queremos decir estar vaco de contenido, de tal manera que la formasegui ra siendo y. por lo tanto, no sera "nada". Si pensamos ser. no que-remos decir algo que no pueda dejar de pensarse. previo a todo coruenidoque pueda ser suprimido, de tal manera que solamente habra ser all dondees pensada lambin la nada de su vaco de con renido,

    Por ello considera Hegel que ser y nada no tienen su opuesto en s mis-mos, como los momentos de la reflexin. sino que tienen ms bien quepasar sin substancia uno al Otro. Ser tiene que pensar loda inmediatez inde-terminada. Y en cuanto sta es pensada como nada, es igualmente pensadacomo loda. Por lo mismo, no se puede decir que ser se determine ms pre-cisamente como nada o que ser pase a su o/mello que es la nada. Ser y nadano son op uestOS entre si. Son lo mismo y son igua lmente dist intos, peroabsolutamente diseioros, lo que sign ifica: sin ninguna relacin entre s. Sipudiera sealarse entre ellos alguna relacin, entonces no solamente sedandeter minaciones de la inmediatez indeterminada, sino que ellos mismos noseran determinaciones inmediatas. Cada uno sera ms bien mediado porsu otro. Por lo tanto, o ser y nada son otra cosa que aspectos de la inme-diatez indeterminada. o esra inmediatez no puede ser el comienzo de laLg;ca. y como indetermi nada es tan poco pensable como lo son ser y nadacomo inmedi atos.

    2. la segunda objecin afirma que "inmediatez indeterminada" es el con-cepto superi or a ser y nada. los cuales, por lo dems, pueden ser distingui -dos entre s. Pero la objecin se ve obligada a quitarle el carcrer de inme-diatez al concepto superior, u nto como a ser y nada cada uno por s, adeterminarlos por oposicin a lo orro y a volverlos as mediatos. Esta obje-cin puede entonces ser neutralizada con los mismos medios que pudoutilizar Hegel contra la primera. Podemos as renunciar a considerarla conms detalle.

    3. La tercera objecin se dirige contra el pensamiento mediante el cualse podan crincar las dos anter iores. Segn este pe nsamiento, al comienzode la Lgica una afirmacin sin relacin y una negacin sin relacin son,sin oposicin, distintas entre s. la objecin dice que esa diferencia es ni-camente fina diferencia de palabra! cuya significacin es idntica, a saber,inmediatez indeterminada. Ser y nada se distinguen ciertamente como flalu!oocis ( emisiones de voz), pero en lo que quieren decir hay que identificar-los. El comienzo de L6gica no lleva a cabo ms que esa identificacin y noproduce, por lo tanto, ningn progreso en el pensamiento.

    Esta crtica hubiera podido revertida Hegel cont ra los mismos crticos,porque proviene de la petitio pr;ncipii ( peticin de principio ) segn lacual aquella "inmedia tez indeterminada", por su parte, puede ser pensada

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    simplemente sin que se haga uso de tales determinaciones conceptualesque, como ser y nada, son oposiciones sin relacin. Ya el signif icado delas palabras "inmediatez indeterminada" hace referencia a que ese conceptotiene que ser definido por un momento afirmativo y a la vez por uno nega-tivo. l a Lgica ha querido mostrar que d io slo puede hacerse median telos pensamientos "ser" y "nad a". Qu ien no ha inten tado en absoluto mos-trar de qu otra manera adqu iere pleno sentido el hablar de inmediatezindeterminada, uti liza ciert amen te una pura palabra que slo suscita elpresent imiento de un pensamiento, sin haberlo prop iamcme pensado. N om-bra nicamente una palabra con los rrminos de "ser" y "n ada". Por lo cualno es extra o que para l 0010 sean puras palabras.

    Se podra mostrar que estas objeciones y sus refutaciones son las nicasposibles, las nicas que pueden hacerse en forma fundamental. Pero aquslo nos interesa hacer presente el principia que est en la base de todasellas, las objeciones pretenden, todas ellas, encontrar una diferencia entreel pen samiemo de la inmedi atez indeterminada y el de la oposicin ser-nada,y comenzar, por lo tanto. separndolos para luego relacionarlos --comoaspectos de la cosa y la cosa misma; como concepto y el caso de su aplica-cin; como palabra y significado.

    Todas esas objeciones son refutadas cuando se muestra que con ello aquelpensamiento pierde el carcter de la inmediarez Y. por lo mismo, cualquiercarcter bien determinado, La justificaci6n de la lgica del ser puede darseentonces nicamente en relacin con su lugar en la Ciencia de la Lgica:quien cambie la estructura de su dialctica, le quita rambin necesar iamentesu puesto al comienzo.

    la refutacin de las objeciones puede as considerarse como el primerpaso en la demostracin de una proposicin que, como tesis, debe precedera las consideraciones que vengan a continuacin : la lgica del puro sernicameme se puede explicitar v ja IlCgatiollil (por la va de la negacin),en su dife rencia con la lgica de la reflexin.

    B. los discpulos de H egel no tuvieron una adecuada representacin deeste proceso de fundamentacin; no es de extraar. por lo tanto, el queellos mismos hubieran encontrado esas objeciones, o que las hubieranconsiderado irrefutables cuando los enemigos se las presentaron. Todas lasfgicas especulativas, la pr imera de las cuales apareci en 1826 y la ltimaen 1876, tienen en su relacin con la lgica hegeliana del ser dos aspectosen comn: sin excepcin, estn convencidas de que el comienzo tiene quehacerse con el pensamiento del "ser"; tambin sin excepcin, se apartan deHegel en la manera como desarrollan la dialctica del comienzo. En la ma-yora de los casos 10 hacen conscientemente y refirindose a una previa crf-

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  • rica. Con frecuencia la transformacin en la lgica del ser se la fundamentatambin en la necesidad de darle a la Ciencia de la Lgica en su conjunto unsignificado que se aparta de Hegel y desconocerle la pretensin de ser Cien-cia del Absoluto mismo. Es el caso del tesmo especulativo y de las consi-guientes teoras de Ulrici y Rosenkranz, que prepararon ya el neokantis-mo. Pero tambin apologetas de Hegel, como Michelet, se vieron obligadosa reinrerpretar la lgica del ser. Como lo hicieron calladamente y con fre-cuencia continuaron creyendo que interpre taban nicamente e! texto hege-liano, sus argumentos fueron de muy poco poder convincente.

    Todos estos intentos - los de los reformadores y los de los ortodoxos-estn expuestos a la misma objecin que hadamos contra la crtica de losopositores: conducen a que la primera categora de la lgica pierda sucarcter de inmediatez. Se diferencian entre s nicamente por la maneracomo la convierten en mediata. Si prescindimos de sus particularidades ynos fijamos nicamente en sus procedimientos, aparecen en la escuela hege-liana cuatro modalidades de reinterpretacin de la lgica del ser.

    1. La primera la encontramos en \Verder, Ulric i y Karl Pischer :'.Explican unnimemente que el comienzo de la lgica no puede ser unapobre determinacin, sino ms bien el principio de todo. Hegel piensa enese principio cuando habla de la unidad de ser y nada. As considera Ulricique el ser al comienzo es lo "que no puede dejar de pensarse" - pero nocomo ser abstracto, sino mediado por su unidad con la nada. Porque e! pen-samiento de la nada muestra ante todo que en el ser se encuentra "deter-minacin por si" y, por ello, necesidad. Porque el pensamiento de la nadaes la negacin tambin de s mismo. Si la nada es, entonces no es aquelladeterminacin que pensamos cuando queremos decir nada. Por lo tanto, lanada simplemente no es, sino el ser, del cual se demuestra as que es caUlasui (causa de s) .

    W erder quiere, en una forma semejante, considerar al ser como unponerse a s mismo, es decir, como un negar todo lo que no es ser. Y KarlPhilip Fischer piensa que solamente del ser como absoluto poder ser se dael paso al devenir, mientras que el paso de! ser abstracto a la nada es unfracaso completo.

    Es claro que en esa concepcin la idea de Hegel sobre la lgica, comouna teora que alcanza su principio nicamente en su final, se invierte com-pletamente. Esa concepcin no puede ser justificada con el texto de laLgica. Tampoco puede concebir e! comienzo y el primer paso como inme-diatos. T iene que aseverar que en el ser est puesto lo contrario de s mis-mo; pero precisamente es sa la definicin perfecta del ser mediado porsu determinacin.

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    2. La segunda manera de interpretar la desarrollaron Hinr ichs y KunoPischer ", De acuerdo con ella, la dialctica del ser parte de la diferenciaconsistente en que una determinacin conceptual debe ser pensada, en lacual a la vez no se piensa nada. Seg n Kuno Fischer, el ser, que ciertamentetiene que ser un pensamiento, supone la diferencia entre ser pensado ypensar. Pero a la vez tiene que ser un pensamiento indeterminado, sin dife-rencias. Incluye, por lo tanto, tambin, la supresin precisamente de la dife-rencia que es presupuesto de su pensabilided. El ser tiene entonces que sertanto afirmado como negado.

    Esta interpretacin, como la primera, no puede llevarse a trmino sinque se cambie desde sus cimientos el significado y e! lugar sistemtico dela lgica. Si sta pretende desarrollar las determinaciones conceptuales pors mismas y desde s mismas, la reflexin sobre su ser pensadas no puedevaler como moven! (motor) de su desarrollo. Este es ms bien el puntode vista de la dialctica fenomenolgica. Si se la introduce en la teora delas determinaciones conceptuales, se ha dado ya el paso ms importante endireccin hacia el neokantismo. Podra ser que esto fuera inevitable. Perono puede ser ciertamente la interpretacin del comienzo de una lgica quese sigue llamando especulativa B.

    3 y 4. Las dos formas de interpretacin que nos quedan por considerarno resisten las objeciones que se han hecho contra la primera, as comotampoco las que se hicieron contra la segunda. A la tercera la siguen lossistemas lgicos de Immanuel Hermann Fichte, Rosenkranz y Miche!et 1.Conciben e! concepto de ser como abstraccin de todo ente y lo piensan,por lo tanto, con ayuda de la diferencia ontolgica. johann Eduard Erdmanny Christian Hermann W eisse emplean una cuarta forma s. Toman el serdel comienzo como la cpula del juicio.

    No resulta difcil mostrar que tambin en estos casos el concepto, quedebera supuestamente pensar la inmediatez indeterminada, es tomado comodeterminacin reflexionada, a sebes, como determinado en oposicin al serdeterminado o como unidad concreta de sujeto y predicado. Adems de esto,cn ninguno de los dos casos e! concepto puede ser definido plenamente sinodesde una ulterior referencia al acto subjetivo de pensar. Fichre, W eisse }'Rosenkranz se muestran en ello como los seguidores ms significativos,ya que reconocen abiertamente la situacin y no retroceden ante su cense-cucncia: un cambio en la idea de la lgica misma.

    La visin de conjunto sobre la crtica y la interpretacin del comienzode la lgica tienen as un resultado que puede formularse como una alter-nativa: o se logra interpretar la estructura de! comienzo de la lgica, dife-n-ncindoh de la lgica de las determinaciones conceptuales reflexivas, y

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  • de acuerdo con esto se logra desarrollar el concepto de la inmediatez inde-terminada, o hay que suponerle a su mismo comienzo momentos reflexio-nados. En este ltimo caso resulta imposible mantener la idea de la lgicacomo una ciencia de puros pensamientos. porque en ella tendra que darsenecesariamente una determ inacin fundamental pr imera y compl etamentesimple.

    Una vez que se ha demostrado que seguidores y crticos de Hegel -dehecho o de manera expresa- asumen el pun to de vista del segundo miem-bro de esa alrernariva, nuestra tarea tendr que consistir en interpretar elcomienzo de la LgiCd ayudnJonos del hilo conduc tor que fue sealado ennuestra tesis y en el primer miembro de la alternativa.

    2LA ESTRUCl1JRA DEL COMIENZO

    AL COMENZAR la seccin "Ser", en el primer capitule de la lgica delser, se caracteriza de manera ms precisa al "puro ser" con una serie deform ulaciones, antes de que se afirme su unidad con la nada. Algunas deellas tienen claramente un carcter negativo y cumplen slo el comet ido demant ener lejos de la pureza del ser cualquiera Olla deter minacin. Si las de-jamos de lado, quedan dos expresiones con las cuales parece que se piensael concepto de "ser" como tal: "inmediatez indeterminada" e "igualdad s610consigo". Son tambi n las que, en el conjunto de la 1.JgiCd, sealan lo quedebe quererse decir con "ser", Si existe alguna posibilidad de traducir "puroser" con otras determinaciones conceptuales, habra que buscarla en esasexpresiones. Pero si se analizan, aparece que ambas tienen en comn la es-tructura de la lila negaJioniJ: en ella se califica una categora de la reflexinmediante una determinacin que debe supr imirle a esa categora precisa-mente su carcter reflexivo.

    Inmediatez es as la negacin de mediacin y, como tal, ella misma esmediada y determinada por este concepto 9. In mediatez indeterminada es,por lo mismo, una expresin que le cambia de lugar al or igen del pensa-miento de la inmediatez, lugar que se encuentra en la l gica de la reflexiny lo convierte cn su contrario. Con esa expresin Hegel solamente puedequerer decir que hay que pensar "ser" de manera diferente a la inmediatezde la esencia. Y lo aclara expresamente: "la simple inmediatez es ella mis-ma una expresin reflexionada y se refiere a la diferencia con lo mediado.En su verdadera expresin esa inmediatez simple es, por lo tanto, el puroser" l0.

    lo mismo sucede con la expresin igualdad consigo. Igualdad es rambi nuna determin acin reflexiva que se desarrolla en la lgica de la esencia

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    como uno de los momentos de la diversidad 11. All aparecen igualdad ydesigualdad como pum as de vista de la relacin entre s de lo diverso.Igualdad solamente puede afirmarse, por lo tanto, en relacin con lo attoque adems es diverso. Ahora bien, en la segundo expresin al comienzode la lgica del ser, esa determinacin esencial de la igualdad es precisa-mente negada; negacin que Hegel mismo sugiere al hablar de una igual-dad J6/0 consigo mismo.

    Por coaslgulente, las dos nicas deter minaciones mediante las cualespuede expresarse el pensamiento "ser" de otra manera. son dererminacicnesde la reflexin negadas. Sirven nicamente para referir al pensamiento quese quiere expresar con "ser", declarndolo toralmenre libre de las esrrucru-ras de la reflex in. Esto se lleva a cabo al invertirse y supri mirse en esareferencia el sent ido de las categoras de la esencia. Hegel no dispone deningn m todo para explicitar el pensamiento del ser.

    Pero si la naturaleza del "puro ser" solamente puede ser mostrada iiUnegatiQniJ, entonces el comienzo de la LgiCd no puede entenderse suficien-temente desde s mismo. Si nos limitamos nicamente a l, nos desafanecesariamente a que busquemos una determinaci n ms precisa. Esta pue-de intentarse de muchas maneras, pero siempre dentro de los lmites quese deducen del sistema de objec iones que se presentaron en la primera etapa.Hegel era muy consciente de tal cond icionamiento. En forma apenas velada,precisa que, slo despus de estudiar al menos la lgica de la reflexin,est asegurado el comienzo contra falsas interpretaciones y objeclooes: "Eldesarrollo intelectual necesario para comprender la inanidad de tales ob-jeciones {... ] se logra slo mediante el conocimiento crlrico de las for-

    mas del entendimien to; pero quienes son ms fecundos en semejantes ata-ques, se precipitan enseguida con sus reflexiones sobre las primeras propo-siciones, sin preocuparse o haberse procurado, mediante un estudio msavanzado de la lgica, una conciencia sobre la naturaleza de esas reflexio-nes tan crudas" 12. Esa limitacin a lo simple le abre ancho campo a loscapr ichos del pensamiento, el cual de por s no quiere quedarse en lo sim-ple, sino que le aade sus reflexiones. Con el buen derecho de ocuparseprimero nicamente con el comienzo y no aventu rarse entonces a conside-rar Jo siguiente, la pretendida profundidad hace, en su misma tarea, lo con-trario; trae a colacin ms bien 10 posterior, es decir, otras categor as dis-tintas del puro comi enzo I. .. }" u.

    Resulta particularmente importante defender precisamente el comie nzocontra tales reflexiones. Porque el comienzo, por una parte, tiene que sercaracterizado ciertamente mediante expresiones reflexivas; pero, por otra , es

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  • sin duda -segn las palabras del mismo Hegel-, en su "inmediatez sun -ple y sin contenido, un inanalizable" " .

    Con ello se est admitiendo, a la vez, que tampoco el paso del ser a lanada y de la nada al ser es accesible a ningn nuevo anlisis y tiene queasumirse en su pura inmediatez. "El modo de la relacin no puede deter-minarse ulteriormente, sin que se determinen a su vez ulrer iormenre losatpeaas relacionados" u . Hegel describe esta siruacin con imgenes: lanada brota en el ser, no pasa al ser sino que ha pasado ya a l.

    Por lo tanto. este paso no se lo entendera de ninguna minera en elsentido hegeliano, si se intentara explicarlo de la manera siguiente: pen-samos pr imero la inmediarea indeterminada del puro ser; notamos ense-guida que hemos pensado una inmediatez totalment e vaca y entonces ladesignamos, ten iendo en cuenra su vacuidad, como nada. B modelo de estaint erpretacin es la relacin de forma y contenido; por consiguiente, otravez una estructura de la reflexin. Si se quiere disear un modelo semejantepar3. el comienzo de la LgiC4, ste sera precisamente el menos apropi ado.Porque, en la figura de la PUt3. inmediatez, Hegel quiere pensar m s bienla unidad de posicin y negacin, de relacin consigo y relacin con orco-por consiguiente la idea de la negatividad absoluta. Nada no es la formavaca en inmediatez y ser no es la forma del vaco. Tampoco puede consi-derarse la nada como la negacin del ser. Ella es negacin inmeiall1, ascomo el ser es lo inmediatamente puesto. Formulado en el lenguaje dela reflexin, el comienzo de la L!Jgicl1 significa, en pr imer lugar, que algosimplemente es puesto, pero se trata de la simp le indeterminacin de loinmediato, y que lo puestO se muestra luego como la negacin. pero lapura e indetermi nada negacin en figura de la nada. nicamente con ayudade este pensamiento es posible fundamentar el orden, en el que ser es lapr imera manera y nada es la segunda manera de pensar la inmediatez inde-terminada. Su pas.u lino al Otro tiene que seguirse con la misma inmedia-tez que les es propi a; por consiguiente, sin ninguna reflei n sobre formay contenido, u oposicin entre ser y nada.

    El conocimiento de que nicamente este modelo ofrece un acceso a laintencin demostrativa de la lgica hegeliana del ser, no alcanza a supliruna demostracin mediante la cual pudiera hacerse en alguna forma com-prensible que se da efectivamente ese pasar uno en el otro de dos momen-tos en pr imera instancia distinguibles. Pero esa demostracin tambin latiene que hacer Hegel via negationis. Para ello u tiliza dos expedientes.

    El prim ero se presta a nuevos malentendidos. Mientras que en el capl-tulo sobre el ser no se da ninguna razn para el paso a la nada, este paso esfundamentado con categor as de la reflexin en la visin de conjunto In-

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    troducroria lG: que el ser es ante todo sin cualidad e indeterminado. Ahorabien, ese carcter de indeterminado le corr esponde nicamente por oposi-cin a lo determinado, de modo que l mismo tiene que ser concebido como

    determinado.

    Este expediente tiene el mismo sentido que tienen las expresiones quese aplican al concepto del puro ser: refiere a una necesidad que prev en la

    figura inmediata un paso; paso ste que es reflexionado y al que, por con-siguiente, no le corresponde ninguna inmediatez. En la seccin inrroduc-roria sobre el comienzo de la Lgica, Hegel da a entender que la considera-cin del resulrado de la Fenomenologla ofrece una razn ms para esteexpediente " . Ahora bien, la misma dialctica lgica slo puede entendersesi se toma su comienzo de manera eoutmeme inmediata.

    El segundo expediente consiste en invitar a que se intente distinguir sery nada de otra manera. Que podamos pe0S3r ser y nada, lo asume Hegelcomo un hecho. Su intencin es mostrar que cualquier intento de pensarlosen cera forma que la exigida por el comienzo de la Lgica, introduce enellos determinaciones reflexionadas y falsifica su natu raleza. Este expedientese encuentra mejor desarrollado en la resea de Hegel, en los Anfla,iol ber-lineses de 1829 18

    As pues, el mtodo hegeliano al comienzo de la L6~ica es lo conrrariode una construccin. En l se da nica y exclusivamente una imencin tec-tora: hacer evidente una conexin de pensamientos que escapa a toda cons-truccin, aunque es de naturaleza especulativa. Si la Lgica se presentara sinatender a las di ficultades de comprensin, slo podra hacerlo con la sim-ple expresin de las palabras "ser" y "nada", El mismo Hegel se pregunt6en alguna ocasin si no podra utili zarse un expediente en la L6gica, en elcual se renunciara a cualquier ant icipacin de determinaciones an no de-ducidas. Pero teniendo en cuenta la vacuidad y simplicidad del comienzo,lo consider demasido abstracto y, por consiguiente, inaplicable 10. Ahorabien, lo que la lJ6gjca como disciplina cient fica logra hacer, ms all delsimple decir el comienzo, no es ms que desvirtuar las objeciones que seoponen a la simple ejecucin de ese pensamiento "inanalizable". Nu nca estan necesaria como aqu la invitacin al puro pensar, el cual posee la natu-raleza del contemplar. Siempre acompa a Hegel la ms clara conciencia{le que es una dificultad el que no pueda exigirse, al comienzo de la L6gica,ms que la evidencia de un puro pensamiento - evidencia que, adems,slo puede lograrla quien abarque la conexin del Sistema en su totalidad.Esta dificultad hace imposible desvirtuar las objeciones con refutacionesdirectas y se convierte nsf en fuente de ambivalencias inevitables. Sin em-

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  • bargo, 13. d ificultad es ineludible. Por ello mismo nunca hizo dudar a Hegelde que su presentacin de la lgica del ser via negationis era correcta.

    Sabemos que la nueva edicin del primer volumen de la U gica fue laltima obra de Hegel y que la ltima anotacin de su mano se refera a supublicacin. Casi veinte aos despus de su primera aparicin, Hegel se sintimotivado a reelaborar la lgica del ser en casi rodas sus partes esenciales.Resulta inreresanre consrarar que, en su primera seccin, la lgica del puroser es precisamente la Mnica que fue tomada sin ningn cambio. Sabemoscon seguridad que Hegel conoci algunas de las objeciones que se le habanhecho expresamente a esta doctrina zo. No solamente no las lU VO en cuen ta,sino que tampoco vio posibilidad alguna de mejorar el texto de la primeraedicin con relacin a esas objeciones.

    Reelabor, sin embargo, a fondo las notas del texto. Si comparamos amobas versiones, vemos que aquellas objeciones s610 han convencido a Hegelde la imposibilidad de asegurar suficientemente e! texto contra ellas. A dife-rencia de la primera edicin, en la segunda renuncia a desvirtuarlas una por

    una. En su lugar, acenta ms y en forma ms decidida la diferencia entrela lgica del ser y las determinaciones de la reflexin.

    En este sentido, resulta particularmente significativo un cambio que serefiere al paso de ser a nada. En la primera edicin zl, haba sealadoHegel que el paso del pensamiento de Parmnides a Herclito se haballevado a efecro mediante la reflexin de que el puro ser del primero eraigual a la nada, con lo cual planteaba el pro~o en la Hisloria de 1:1 Filo-10(14 bajo una ley diferente a la de las determinaciones in iciales del pen-samiento y entraba, adems, en contradiccin con su propia interpretacinde la filosofa presocr dce w, Por ello, es cierto que en la segunda edicinretom las indicaciones acerca de la reflexin sobre el carcter determinadode la inmediatez, pero suprimi su relacin con Parmnides Z~. En su lugaraparece entonces Jacobi, el filsofo de la reflexin, quien se propona hacervaler la pura inmediatez Frenre a la sfnresis kantiana, pero no aquella in-mediatez inicial, sino una que solamente puede concebirse como productode la reflexin ebsrrayecre. Hegel se propone dernostrarlc que el resultadode sus abstracciones no es la inmediatez indeterminada, sino que est det er-minado por la negacin de aquello de lo que se abstrae. As pues, su inme-diato abstracto es tambin algo negativo.

    A esta demostracin, que puede ser hecha con los medios de la dielcicade la reflexin, hay que diferenciarla de la dialctica del puro ser, que Fuela que determin el camino de la filosofa presocrtica. En la H jJto,ia dela FiloJo(ia de Hegel, Herclito no sigue a Parmnides porque hubiera re-

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    flexionado sobre la determinacin y vacuidad del puro ser de los Elearas.Lo que Herclito vio fue ms bien que el puro ser de stos y el no-pensa-miento de la nada, al que pretendan excluir simplemente de todo pensar,no podan disti nguirse de manera alguna ~t.

    Con 10 cual Herclito pens el primer pensamiento concreto y lo pensen aquella inmediatez que exige Hegel en su propia lgica p1Ca pasar delpuro ser a la nada: el pensamiento de la inmediatez indeterminada, to-mado primeramente como puro ser, solamente puede ser pensado comoigualdad consigo no reflexionada, si se lo concibe en lugar de ello igual-mente como nada. Querer determinar ms la naturaleza de esa relacin,conduce necesariamente a destruir su carcter de inicial.

    El resultado del anlisis del comienzo, en nuestros dos recorridos, tieneuna serie de consecuencias p~ra la interpretacin de la L!Jgica en su con-junco. Uniramente podremos nombrarlas en forma de tesis.

    t . La Ciencia de la L~ica debe ser distiguida del proceso de deter-minacin lgica de los pensamientos. Este proceso se lleva a cabo comodesarrollo unidireccional. La Ciencia sobre l, en cambio, es tina manerade la realidad del I lspfritu. Esra no puede a menudo desarrollarse sinofundamentndola retrospecrivamenre y con la mirada puesta en el todo.Necesitamos de una doctr ina del mtodo de esas fundameneeciones, la cualdebera tener el carcter de una "m etal gica", Una de sus ejecutorias msImporranres sera la de comparar la segunda edicin de la Lgica con laprimera; edicin sta que debera haberse reeditado ya hace tiempo.

    2. La inmediatez de las determ inaciones iniciales es transferida cierta-mente a estructuras ms ricas, las cuales son ms comprensibles para lareflexin. Ahora bien, como comienzo de! todo, esa inmediatez no es supri -mida nunca y tampoco puede llegar a ser interpretada satisfactoriamentemediante ('S:l.S estructuras. Es ms bien el final del Sistema, el que debefundamentar la comprensin de la necesidad de un comienzo de inmediatezinsuprimible.

    3. Por ello no resulta tampoco correcto buscar en algn captuloposterior de la L6gica su centro "propio" y el mo tor de su proceso, ni enla doctrina de la reflexin, ni en la del juicio o la del silogismo.

    4. El intento de formalizar la lgica debera encontr ar en estas co-nexiones dificultades particu larmente grandes, si no insuperables.

    5 . En la Lgica no existe posibilidad alguna de reemplazar la referen-cia a la evidencia, segn la cual ser y nada son pensi bles y sin embargoindistinguibles, mediante otro argumento que no tuviera necesidad de laf'j, negationis para su fundamentacin. En esa. evidencia se capta la uni.dad, or iginari;\ }' carente ele fundamento, de lo negativo consigo mismo.

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    jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltado
  • Ella es por consiguiente uno de los fundamentos de cualquier certeza po. NOTASsible sobre el carcter absoluto del Espritu 2'.

    Ahora bien, quien logre pensar ser y nada en su inmediatez y sin embar-go en forma diferente a aquella unidad indiferenciable, slo responde conello a un desafo que el mismo Hegel replante de nuevo varias veces.Habra logrado repensar un fundamento de la Lgica, sin tener que colo-carse por encima de ella. Tambin nosotros tenemos todava que aprenderde las razones de esos fracasos.

    2 . En este p rimer aporte a un comentario de la L,iu, que a tI aun porescribi r, se tendr en cuenta nicamenee la bibliografa del $iglo Xl X. 1.0 quejU$l:ificll. tu limitacin no es lnicamente el hecho de que hll. YII. sido olvidadll., sinotambin que ella desarroll u n completamente 111.$ forrnu e!cmenra1 e:!1 de 10$ ar-gum entos antihegelianos , que desde entonces no 51! ha aadido N;da verdadera-mente nuevo.

    3 . A. Trendelenburg, Lo!:u,h, U"rh"slI,hllnt tn , B" lin 1840. aa. 1, p. 37 $!.E. v. Han mann, Di, di4lehiu~ It!ttboJ" Betlin 1868, 2. huf!. Sachsa 1910. So-bre todo S. 78.

    4 . K. Werder, LogiA:. /lI s Komm, m.., lUla E,x" "n "g ZII Hege/ WiJJenu h. ,a" Logi!, Berln 1841, p. 4 1. -H. Uleel, Ohe,. Pri" u p I",J MtJhoJe aet' He.geIu hen PhiIos&/>hi" Halle 184 l , p. 83 ss.; K Ph. Fiscber, Spdlll41ive Ch.".,,},u -,.isli}, Un8 K,-iJi}, des Hege/s&be,. SYJtems, Erlangen 184' , p. 20 1 ss.; K Ph. Eiscber,G,,,,,J7:iige a, s S, Jtems d" Pbilosophie. Bd. 1, Erl angen 1848, p. '9.

    , . H. F. W . H im ichs, Gu",J/inie,. JIr phiIoJopbi. J" Logi! , Halle 1826,p. l ' ss.; K Fischer, Logi! ,,,,a },fel"phy#1t oJ" Wiss" " h4 Jsleb", Snntgarr 1852(2. Aufl. 1865), p. 215 ss.

    6 . Esre es el lugar para referimos a la iraeepretacin de Bertrando Spavenla,que surge de la conexin de las ideas de K. Fischer con las de W erder y de lacual procede de manera inmediata el actualismo italian o, sobre todo el de Gendle.Spaventa reconoce, con K. Fischer, que lo! argumentos de T rendclcnburg slo pue-den desvirtua rse si se emiende el comienzo de la Lgica a pll. ui r del concepto depensar. (Le prime catego,ie Jella Iogie. di Heget), en : Atd della R . Academia dellascienze mera le. ,. di N apoli. DJ. 1 ( 864 ) ; ste y anos aspectos en: Scritti filosoiici, ed. Gcntile , N apoli 1900. - Agradezco a }. v. dcr Mculcn su indicacinsobre Spaventa.) Spavema le ob jeta a K. Plschce que, en la I(,gica del ser, elpensar no puede entenderse nicamente como el acto en el que es pensado el ser.El pensar es ms bien su propio objeto. Por ello la nada se da como el poder de 10negativo pa ra duplicar e invertir (p,.erJltrie. ri e gemimtri ), poder nsito en rodc penoSM . -c-Spavcnta justifica n a interpretacin rdirindo.\e a la Fel/01nenologa del Es-pl";II/ , Unicamenre con I(H conceptos que se obtienen al final de ella puede inter-pretarse la Lgje .

    7'

    jmartinResaltadojmartinResaltado
  • 9. Hegel, W;jJellJ(w /1 Jet' Log;! , hug, v. G. Lasson, Leipaig 1951, Teil 2,p. 3 ss. ( W1.) _ Ciencid "ti la Ligh lJ, " aducci6n de A. y R. Mondollo, BuenosAires 1968, p. 339 55 .

    El inlento de Spavcn~ de efectuar una "re forma de la dialb;cica hegeliana"(p. 2n y otras }, eviu el amino had a el l'K'Ountismo, al cual se ve constreidoDeeeuriarr>ente K Piscbee. Mantiene firmemem e el carcter absoluto de IlI.l deter-minaciones lgieas y. con W eroer, considers el comit'm o de la L6gia como inter-preraci6n de la "originalit" de la pura Idea. a la cual, a diferencia de Wernn, rom-pl': nde a la vez como proceso de pensar. En la medida en que con ello se afirmeimplcitamente tambin que la unidad de ser y nada rep roduce la unidad de inme-diatez y mediacin en el pensamiento de la negatividad absoluta, hay que otorgarlea gp avenra nuestro asentimiento (ver ms adelante).

    Sin embargo, no aport en realidad nada a una inte, prelacin del comienzo dela Lgica, pues l exige que se interp rete la dialctica del ser inmediatamente aparti r del concepto de saber absoluto, con 10 cual se reduce completamente la Ug j-c" a ser una explicacin "ti resultado de la FenomenologQ, renunciando a su auto-suficiencia como Primera Ciencia del Absoluro y contrad iciendo di recr:amente lasdeclaraciones de He~l , S

  • LOGICA HEGEUANA DE LA REFLEXION

    TEMA Y MEraDO DE LA LOGICA

    1PRINCIPIO F UNDAMENTAL DEL SISTEMA DB H EGBL

    "A LA SUSTANCIA hay que pensarla a la vez como sujeto", Este prin-cipio de Hegel abarca toralmeme su programa filosfico y le otorga superfil frente a sus ms importantes alremanvas . Con diversas formulacio-nes y cambiantes interpr eraciones, que sin embargo poseen todas la mismaintencin y el mismo significado fundamental 1, u tiliz Hegel esta frasecomo la interpretacin abstracta ms comprimida de otras frmulas quesealan de manera ms comprensible lo peculiar de su Sistema -c-asf, porejemplo, la frmula que dice que lo Absoluto debe pensarse como Espritu.

    la proposicin que afirma la unidad de SUStancia y sujeto DO suenaparadjica. Hasta cierto pumo, lo que quiere decir es comprensible me-diante algunos conocimientos de historia de la filosofa y sin una mayorcomprensin de fundamenraciones que son caracter sticas del Sistema he-geliano. En tal versin, ella dice simplemente lo mismo, ms o menos, quecuando decimos, con otra expresin, que su "Espritu" es el pensamientoadecuado para una definicin del principio ltimo de todo lo real: la sus-tancia tiene que pens.1.tse como sujeto, porque lo uno que subyace a todo esuna actividad que es esencialmente conocimiento y, sobre todo, conocimien-to de s misma. Ese uno no es solamente cognoscible y fundamento de todoconocimiento, sino aquel uno real que est constituido por su aurorrela-cin cognoscitiva. En este sent ido es sujeto -e-pero no solamente sujeto,sino la realidad en su conjunto en cuanto sujeto y, en esa misma medida,es tambi n sustancia.

    Sin embargo, en esta interpretacin, tanto "sustancia", que es concebidacomo "lo real ltimo" , como tambin "sujeto", que significa "el saber des", tienen un senido muy reducido, en comparacin con las definicionesde esos conceptos que puede dar Hegel, ayudado por el lenguaje conceptualCllle l mismo desarroll. La interpretacin nos informa sobre "sustancia" y"sujeto" slo mediante el sign ificado que tienen esos trmi nos para cual-quier persona cultivada filosficamente y hace aparecer, a partir de esossignificados, la doctrina hegeliana del Espritu y la tesis de la unidad desustancia y sujeto, slo de manera vaga e inarticulada. No penetra en los

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    jmartinResaltadojmartinResaltado
  • principios formales que le ororgan al Sistema de Hegel su estructura. .Msan, riene que pasar por airo importantes rasgos significativos que se lehaban atribuido ya a esos conceptos en algunas tradiciones por las que seorientaba Hegel.

    Si se quiere entender el prmclplO en el sentido en que fue concebido,entonces hay que compreoderlo de manera ms especfica y ms desarrollada;y hay tambin que establecer una continuidad entre las implicaciones m e-tafsicas y cognoscitivas que contiene con roda evidencia, as romo con losconceptos ontol gico-formales que se despliegan en la Ciencia de la Lgica.Todas las tesis de Hegel, en ltimo trmino, obtienen su significacin y sufuerza persuasiva a partir de esos conceptos. A continuacin queremosmostrar que tambin la tesis de la inseparabilidad entre sujeto y sus-tancia posee una igual significacin lgica fundamental. Por esta raznnos ocupamos del principio hegeliano en esta in troduccin al anlisis deun capi tulo de la Lgica. Porque si se llegara a mostrar que los mltipleselementos significativos de los conceptos de "sustancia" y "sujeto", ascomo la tesis de su inseparabilidad, se organizan en ltimo trmino alre-dedor de ese conglomerado formal, como alrededor de su ncleo terico,entonces se asegurara a la vez con ello que ese conglomerado formal debeser tomado como problema fundamental de rodo el Sistema. los anlisisque se concentren sobre ese conglomerado van en la direccin de dar aconocer las operaciones bsicas del pensar especulativo de Hegel.

    Hay entonces que introducir en primer trmino uno tras otro los distin-tos elementos de sign ificacin de "sujeto", de tal manera que puedan conec-tarse entre s. Con lo cual va a darse un orden de continuidad, al final delcual ser posible, con esperanzas de xito, plantear la cuestin acerca decmo pueda introducirse el significado de "sustancia" en el concepto desujeto ya determinado en abundancia. El que esto pueda suceder es evi-dentemente decisivo, para que resulte lcito afirmar la unidad de "sustancia"y "sujeto" en la cons riruci n formal de un nico pensamiento. Porque elprincipio de que la SUStancia tenga que ser conceb ida a la vez como sujetono afirma que a "sustancia" haya simplemente que sustituirla por "sujeto",sino que, al aplicarlos ambos a un principio ltimo, la aplicacin de cadauno de los conceptos postula la aplicacin del otro, y esto no solamenteporque ambos conceptos sean realizados de igual manera por ese principio,sino porque, en ese caso }' en todos los casos que posean significacin deprincipio, ninguno de los dos puede ser empleado sin el otro de maneraconsisrenre en ltimo t rmino. Y adems, ese principio llega a afirmar enesa misma medida la identidad de ambos pensamientos, de tal maneta quelas mismas condiciones que hacen posible y necesario describir algo como

    RO

    "sustancia", permiten al fin de cuentas describirlo tambin como "sujeto".Ms ac de su unidad, "sustancia" y "sujeto" no pueden ser ms que pen-samientos insuficientemente desarrollados y de aplicacin provisoria. Men-tras que en esa unidad slo quedan siendo dos aspectos formales de unnico pensamiento.

    a) LA slis/muia es suielo

    L No hay que concebir "sujeto" solamente como aurorrelacin sapiente,sino -siguiendo la tradicin kamiana- como un obrar, como una activi-dad en la cual y mediante la cual se constituye la aurorrelacin sapiente.Un sujeto no puede escoger entre abstenerse de ese obrar o ejercerlo. Sihay que explicar su naturaleza, que consiste en ser sujeto y actividad, me-diante aquello que tambin puede ser llamado "yo" o "autoconciencia",entonces todo l se ve absorbido por su actividad autorreferenciaL Sin stano hay nada }' en su definicin lo nico que hay que concebir es esa ac-tividad, de manera que adems de obrar, en lo cual consiste el sujeto, noquede ningn otro sujeto que simplemente "se sostenga" o "sea subyacente"y que ejerza o inicie la actividad,

    Ahora bien, como este obrar que es el sujeto no llega iusrantneamenrea su mera y a su autocomprensin, entonces la autorrelacin sapiente tieneque producirse en una secuencia de fases o niveles. Un obrar que transocurre por fases se puede concebir como movimiento ' . Para Hegel, la actici-vidad aurorrelacioname del sujeto solamente puede completarse medianteuna tal secuencia. As pues, su frmula de que la sustancia es a la vez sujetodice que la realidad singular, ms all de roda conciencia, no es otra cosaque el proceso de su autorrealizacin.

    Queda an por determinar, adems, en qu sentido tal proceso, que porsu determinacin conceptual excluye cualquier sustancia fuera de la propia, pueda sin embargo cumplir con un concepto de "sustancia". En todocaso, sus sustancialldad, si es que acaso puede ser pensada, tiene que serlode tal manera que se pueda concebir "a la vez como sujeto" y as, en S-"D-tido estricto, como proceso. Por lo tanto, la sustancia no debe ser entendidacomo algo que ron slo introduce o condiciona un proceso. As no estar adeterminada como movimiento, sino nicamente en alguna relacin conl. De ah se siguen consecuencias importantes para la naturaleza del pro-ceso: no puede ser despliegue o diferenciacin de algo originario. Porquelos procesos de este gnero tienen presupuestOS en algo consisrenre ron in-dependencia de ellos, lo cual se debe desarrollar y multiplicar. Una vezque se asume tal ronsisrenre, entonces hay que conceder igualmente que les el primero en tornar parte de la determinacin conceptual de un abso-

    R1

    jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadosujeto "activo" kantianojmartinResaltadojmartinResaltadonaturaleza del "yo", de la "autoconciencia"jmartinResaltadomovimiento de la autoconcienciajmartinResaltadojmartinResaltadorealidad singular vs. concienciaautorrealizacinjmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadonaturaleza del proceso
  • luto y no el proceso; pero entonces ese absoluto no podra de ninguna ma-nera ser determinado como sujeto. Mientras que si la sustancia es sujetoy as lo absoluto es espritu, entonces hay que concluir: cualquier cosa quetenga consistencia es momento o sea producto de un proceso, el cual esigualmente comprensible desde s mismo y no deducible de algo presupues-ro a l, como la autorrelacin activa de la yoidad que se sabe y que solamentees real en ese saberse.

    Un autoconocimiento, pensado a la vez como aurcrrealizac in, alcanzapor lo tanto, claramente, el semido sealado por el pr incipio hegeliano, enla medida en que permite expresar su doctrina metafsica, distinguindolaaun de las ms sutiles teoras sobre fundamcnros del mundo y principiosoriginames, Sin embargo, no utiliza todava a plen itud los mamemos sigonificativos pensados en el concepto hegeliano de "sujeto". Al auroconoci-miento y a la aurorrealizacin hay que aadirles antes un momento ms,gracias al cual llegan a ver como necesario que el proceso de la autorreali-zacln solamente puede transcurrir a travs de una sucesin de niveles.

    2. Como eueocoeocmearc, en efecto, el sujeto tiene que mostrar almenos la propiedad que le corresponde a todo conocimiento: tiene que es.rahecer diferencias -tiene que JiJ'Jgui,3, Tambin la sustancia es de.finida en relacin con una multiplicidad de accidentes que deben disrin-guirse en ella. Adems, ella es aquello en virtud de lo cual consisten losaccidentes y, en ltimo trmino, tambin poder frente a ellos, en cuanroque stos pueden surgir y desarrollarse sin que la esencia nica de la sus-tancia pueda ser rocada por ello. Pero de la sustancia 0 0 se puede decirque ella misma sea la que determina la diferencia de los accidentes. Ladistincin de unos Con otros no se desarrolla desde la sustancia como tal.Se desarrolla desde la propia relacin entre los accidentes, aunque sinduda en la sustancia y en medio de su unidad. En cambio el sujeto, comosujeto del conocimiento, se relaciona con las distinciones como tales envirtud de la actividad que le es propia, la cual es determinacin y distin-cin. Y en su autorrelacin pensante fija tambin aquella diferencia quehay entre l mismo y todo 10 pensable. As como se relaciona con todolo distinguible, igualmente lo hace consigo mismo como con el que dis.tingue. Por el contrario, la sustancia es pensada nicamente como aquelloque se mantiene en el acontecer de la distincin, el cual transcurre en ellacomo proceso de cambio o desarrollo de sus determinaciones accidentales.Si la sustancia tiene que concebirse a la vez como sujeto, entonces aquelloque se enfrenta a todo 10 accidental y es poder sobre ello, tiene que ejer-cer ese poder precisamente al producir la distincin determinada de sus l1C-cidenres. En este sentido la sustancia es entonces, en virtud de su subjctl-

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    vidad, "actividad de la forma". La sustancia, pensada puramente como tal,est dispensada de la actividad de la forma en ella. Pero en cuanto ella esa la vez sujeto, su forma se despliega a pareie de su propia actividad.

    Adems, en cuanro ella es sujeto relacionado consigo, su relacin con-sigo misma est incluida en su actividad de la forma. Asi pues, la sustanciaes, como autorrealizacin cognoscente, previa a todo autoconocimiento; conlo cual es determinacin cognoscente de s misma. El proceso de desplieguede sus determinaciones y aquello mediante lo cual realiza por grados surelacin consigo, se vuelven as un mismo y nico determinar y distinguir.La sustancia como sujero no puede, mediante su identidad dispensada detodo cambio, enfrentarse al acontecer de sus dererminaciones en ella. Supropio concepto slo puede lograrse conjuntamente con el concepto plenode su estarse determinando.

    3. Ahora bien, si el.. determinarse del sujero es a la vez la distincin delos accidentes entre si r la distincin de la sustancia como s-ujeto con res-pecto a ellos, entonces resulta fcil comprender que en el sentido del tr-mino "determinar" se introduce un nuevo elemento de sign ificacin, quees caracterstico del concepto hegeliano de Sistema. Porque el sujeto comotal no es distinto nicamente como algo de erro algo que no es lo mismoque l, En cuanto distingue acrlvamenre, el sujeto adems se contrapone;1 codo lo que simplemente le es distinto y, en ese sentido, es conrrario aello. Por lo tanto, si la relacin entre lo que es distinguido no es funda-mentalmente diferente de la que existe entre lo distinguido y el que dis-tingue, es porque no se le ha concebido adecuadamente mediante la no-mismidad; entonces hay que describirla tambin como relacin de contra-riedad. De 10 cual se sigue que la actividad de la forma en la sustancia, encuanto sta es sujeto, debe pensarse ms bien como el deJpliegue de con-trariOl 4 Sin embergc, todas las oposiciones (le la actividad de la forma semantienen incluidas en el nico proceso mediante el cual la sustanciase concibe a s misma como sujeto. Y de esta manera, en la medida en qued las solamente en esa un idad vienen a hacerse comprensibles, tienen queser concebidas a la vez como oposiciones que no son datos ltimos. Enrunnto la sustancia es sujeto, ellas son "superadas" en la unidad de ese uno.

    ne esta manera es comprensible por qu para Hegel la actividad de laformu del sujeto es "negatividad". No lo es nicamente, por ejemplo, enel sentido sobre el cual la Pooomenoogia del Elpfritlt fundamenta su m-todo, el cual reintegra al objeto, que en cada etapa se contrapone a la auto-comprensin de! sujeto, dentro de un concepto de sujeto corregido y suce-sivnmcnre desarrollado. "Subjetividad" tiene tambin el sentido puramenteI{).(ko de una sucesin de pensamientos, en la cual hay que desarrollar la

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    jmartinResaltadojmartinResaltadosustancia como producto de un proceso.realidad como producto de la autoconciencia.jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadopoder de la sustancia: "productora" de la distincin de los accidentesjmartinResaltadoactividad de la sustancia como sujeto: "actividad de la forma"jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadoautorrealizacin cognoscente=determinacin cognoscente=lo "previo" a todo autoconocimientojmartinResaltado2 distinciones:1)de los accidentes entre s2)de la sustancia como sujeto respecto a los accidentesjmartinResaltado"rol activo" del sujetojmartinResaltadojmartinResaltadocontrarios que se "superan" en la unidad
  • unidad de un concepto mediante determinaciones opuestas, hasta que esasdeterminaciones finalmente exijan un nuevo sentido de unidad y permitanpensarlo, en cuanto que ellas, con significado cambiado e integradas deuna manera nueva, constituyen un nico pensamiento. As pues, todo de-sarrollo lgico, en sentido propiamente hegeliano, es consecuencia de quela sustancia sea a la vez sujeto.

    En todo caso, solamente puede hablarse de una forma lgica que comotal posca tambin las propiedades de la subjetividad, cuando est asegu-rada la unidad misma de las oposiciones desarrolladas en la actividad dela forma. En esa unidad se muestra entonces la diferencia de los opuestos,en cuanto posibilitada plenamente y en cada caso mediante el sentido deunidad de la "subjetividad"; el pensamiento de los diferentes no esr sepa-rado del pensamiento de su unidad. Resulta claro que, en esta concepcinde "sujeto", Hegel ya no se orienta por la definici n del sujeto que proponeKant a partir de la aurorrelacion activa, sino por la teora ficlueana acercade tal autorrealizacin como una autodeterminacin que se desarrolla me-diante oposiciones.

    4. En este contexto se adara tambin la tesis de Hegel, segn la cualla sustancia solamente como sujeto alcanza "estar-ah" o "realidad"5. So-lamente como sujeto despliega la sustancia sus determinaciones y se colocaa su vez como sustancia en relaciones de determinacin con respecto a ellas.Si ella no fuera a la vez sujeto, habra que pensarla sin embargo como launidad y el fundamento de realidad de sus accidentes. Pero entonces habrfaque mantenerla igualmente como la pura mismidad del fundamento fren-te a la actividad de la forma y frente a la negatividad de sus determinaciones.Con lo cual seguir siendo ciertamente otra cosa que la pura indiferencia;que 10 uno y permanente, indiferente y sin ningn carcter; que la cosa ori-ginaria, sin ninguna propiedad. Las determinaciones seguiran siendo sus ac-cidentes, y la relacin y el cambio entre ellos seguira siendo su forma. Peroentonces, en relacin con ella como sustancia, esa forma debera pensarse detal manera que no involucra a la sustancia misma y en cuanto tal dentro delcambio que produce la actividad de la forma. La sustancia como sustancia seconcebira como apartada de toda actividad de la forma; actividad sta quesin embargo habra que pensar necesariamente incluida en el concepto desustancia. Ahora bien, 10 que est ah, o es real, tambin t iene que entrar endeterminadas relaciones, y l mismo ser determinado , desplegado dentrode s. Mientras no haya sido concebida a la vez como sujeto, la sustancia,al incluir sus accidentes, es ciertamente un concepto de lo que se llama"realidad". Pero como pura sustancia y diferenciada de sus accidentes, lefaltan a ella misma el estar ah y la realidad.

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    5. Al tener que estar la sustancia como sujeto abierta a la distinciny a la determinacin en aquello que es constitutivo de su sustancialidadcomo cal, Hegel dispone de la posibilidad de introducir tambin el signi-ficado de la palabra "sujeto", con el cual se designa el lugar del sujeto enla forma judicativa de la proposicin categrica, como definiens dentrode la definicin del sujeto que es a la vez sustancia". La sustancia es comosujero el sujeto de la proposicin, el cual es determinado por sus predicados.Ella cumple con las condiciones formales que determinan, en el juicio careg-rico, la relacin entre el lugar de! sujeto y el lugar del predicado; lugarque puede ser ocupado por muchos predicados. Desde un comienzo, Hegelremariza esta relacin desde el puma de vista de la unidad (de la sustan-cia como sujeto ) y de su autodiferenciacin (en los predicados). Concibeas entonces la forma proposicional orientndose por el concepto de su-jeto de la teora de la subjetividad. Por esta orientacin, no tiene en cuentalas maneras fundamentales de emplear las proposiciones predicativas. Esms bien la forma de la defillicin, la que es presentada por l (equivoca-damente) como esa forma funda~ental. Porque en la definicin se fija elsigllficado de un trmino, en el lugar de! sujeto de la proposicin, median-te una cantidad de predicaciones. Y en referencia a stas puede entoncesdecirse que el trmino que hace de sujeto expresa algo uno que se determi-na mediante la multip licidad de sus predicados, mientras que, por el con-I rnrio, la razn que da derecho a la utilizacin de los predicados en relacinron ese trmino que hace de sujeto no consiste sino en aquello que esposible pensar con dicho trmino 1. En 105 predicados se despliega el sig-nificado del sujeto, y en el sujeto no queda nada que, como 10 puramenteinterno, 10 indeterminado o lo que es en s, pudiera sustraerse a la deter-minacin mediante sus predicados. Es cierto que el sujeto es fundamento,en la medida en que los predicados son puestos en relacin con l. Perotambin es cierto que su significado se agota en sus predicados, en cuanto( l il e stos constituyen una conexin unitaria de significacin. En ese sen-rido el trmino que hace de sujeto no est en lugar de algo que no pudieraser pensado mediante sus predicados. Y el sujeto de la definicin sola-ruenrc puede ser distinguido de sus predicados en la medida en que en l~l ' establece la conexin entre los mismos; conexin que no puede ser es-rehlccida por ninguno de ellos singularmente. En este sentido puede de-l irse que el sujeto, como unidad de significado de sus predicados, est en('ula uno de ellos tambin "reflexionado dentro de s mismo".

    Se muestra as que la forma lgica del lugar ocupado por el sujeto en('1 juicio categrico, concebida desde el puntO de vista de Hegel, es real-mente apta para conducirnos ms all del sentido de unidad de la sustan-

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    jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadosujeto kantiano vs. sujeto fichteanojmartinResaltadojmartinResaltadoSi la sustancia no fuera considerada como sujeto...jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltado
  • cialidad y para describir sin embargo la unidad del sujern, de tal maneraque pueda ser aplicada a un concepto de la sustancia que es " la rez su-jeto. Ahora bien, part iendo de esa manera de fu ndamentar el paso desdela pura SUStancia a la sustancia como sujeto, se siguen igualmente conse-cuencias de principio para la construccin de la ontologa formal en laGencia de la L0gica en toda su generalidad. Porque el avance desde la purasustancia hacia la sustancia que es pensada como sujeto se presenta tam-bin como un avance desde el concepto ontol gico de sustancia hacia unconcepto de lo que es prop iamente un sujeto del juicio - pero entoncestambin hacia una idea del juicio que 10 lleva a desempear el papel de serconcepto fundamental de la oncologa, ms an, de la ontologa del Espi-r itu ; papel este que a pr imera vista le es ajeno. Todo lo que es pensadosegn el modelo del sujeto del juicio, es pensado como algo de lo cual bro-tan sus caractersticas plenameme determinadas -r-ve verdad de tal maneraque esas determinaciones no solamente estn subordinadas a l, sino su uni -dad como sujeto viene a realizarse solamente en esas determinaciones. En esamedida el sujeto es "lo que se distingue a s mismo dem ro de s mismo"(Log. I, 396; casto 334). As pues, en cuanto la sustancia es pensada comosujeto del juicio, hablar de que ella como sujeto es negatividad, adquiere unnuevo significado; significado que proviene de que la forma proposicionales introducida para orientar sobre cuestiones ontolgico-formales. Tambinlo que se llama "negatividad" puede ahora examinarse en referencia a laforma proposicional de las proposiciones negativas.

    b ) El lujeto es IUIta"cia

    Una vez que el concept:o de "sujeto" ha asumido un significado tan am-plio y diferenc iado, se plantea la cuestin de si el concepto de "sustancia"puede acaso afirmarse junto al de "sujeto" en la definic ill de lo que sellama "Espritu", y de qu manera pueda serlo. Cuando Hegel dice que la"sustancia" tiene que ser determinada "a la vez" como sujeto, este cierta-mente significa ame todo que el concepto de sustancia es determinadoulteriormente en forma definitiva por la subjetividad. Pero tambin sig-oifica que aquello que llamamos "sustancia" no se pierde en el conceptode sujeto. La susrancialidad sigue siendo \10 momento constinn ivn del con-cepto desarrollado de Espri tu, que 0 0 se reduce a. un aspecto cualquierade la subjetividad. Tiene que ser distinguida de manera significativa derodo el signifi cado primario de "sujeto".

    m realidad no resulta difcil ofrecer esa distincin, mientras nos man-tengamos firmes en la interpretacin del pr incipio fundamental de Hegel,

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    tal como puede ser presentada mediante el mtodo de la Fenomenologadel EJplrilU. All "sustancia" es el objeto de la conciencia, sin el cual el"sujete", que es quien viene a determinar ese contenido y luego lo asumeen su propio concepto, carecera de concrecin y hasta. de realidad. Sinembargo, se ha mostrado que esta concepcin puramente fenomenolgicade la relacin entre susmncia y sujeto, aun en el interior de la obra mismaque lleva el ttul o de "Fenomenologa", mantiene su dependencia del con-cepto ms rico de sujeto, segn el cual "subjetividad" incluye autoderermi-nacin y realidad. Este concepto lgico de sujeto debe tambin permitircomprender la diferencia epistmica entre el sapiente y lo sabido, a partirde la relacin formal de contraposicin entre autodeterminacin y deter-minacin. Hay pues que concebirlo de manera totalmente diferente al con-ceprc de sujeto que Hegel llama tambin "unilateral" - el de la subjeti-vidad nicamente "formal", que viene a adquirir realidad slo al "reali-zarse" e identificarse con la sustancia ( XVII, 139 ). Resulta claro que esasubjetividad unilateral no puede constitui r el concepto de Espritu. Elsujeto unilateral tiene necesariamente una sustancia como correlato y so-lamente en esa relacin pueden ambos ser concebidos. Pero la idea de esarelacin es ame todo la de una un idad puramente funcional y relacional.No se ve entonces cmo sustancia y sujeto puedan constitu ir un nico ob-jeto formal. En esa forma el sujeto debera deponer su unilateralidad, lacunl resulta de que el sujeto slo est Contrapuesto a la sustancia con lamal se relaciona esencialmente. Por ello, a la pregunta sobre el sentidoen que el sujeto haya de ser pensado de manera plenamen re determinada ala vez como sustancia, no puede d rsele ninguna respuesta. en relacin cont. subjetividad solamente correlativa y por ello mismo unilateral Hay queronquisrarla a parti r del concepto onto1gico-formal de sujeto que desa-rrollamos anteriormente.

    Ahora bien, no hay que esperar que el concepto de sustancia se rela-done con el concept:o lgico desarrollado de sujete como un correlato equi-librado, tal como lo hace el concepto metodolgico de "sustancia" con ellOnCepto todava form al de subje tividad, en la Fenomenologa. El concept:ode sujeto lgico sucede al de sustancia y lo reemplaza como conceptofundamental de lo "uno" que es el "rodo''. En todo caso, la comprensinconceptual de aquello cuyo resultado es la definicin de "Espritu" noI'IIl~ le hacerse mediante una simple combinacin de elementos. La rela-(j"'1l cpis tmica del sujeto con la sustancia como objeto tampoco es en este~ (' llI j d) una combinacin extrnseca, sino un peculiar concepto de unidad,1Il(.. llame el cual, en todo caso, son puestoS en correlacin sustancia y sujeto.Por lo tanto, si en el concepto fenomenolgico de mtodo est garantizada,

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    jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltado
  • por esa relacin, la unidad de "sustancia" y "sujeto", entonces en la frmulaque establece como programa la unidad lgica de sustancia y sujeto tieneque entrar en consideracin una unidad diversa de la epi stmica - y pro-bablemente tambin otra distinta a la de una correlacin de elementos equi-librados. Pero tambin debe permitir pensar sustancia y sujeto en unidad,tal como lo haba hecho a su manera la relacin episrmica. As pues, de-bera demostrarse que sustancialidad es una determinacin que debe encon-trar necesariamente aplicacin cuando se describe el concepto lgico desujeto, de tal manera que con ella se ampla la unidad del significado desubjetividad -pero no aadindole un nuevo momento, sino mediante unelemento formal sin el cual el concepto de sujeto no podra desempearsecomo concepto del "todo" y de 10 "verdadero"; elemento que, aunque ca-racterice a la subjetividad como tal, no puede ser obtenido a partir del pro-pio potencial de significado que tiene la definicin de "sujeto".

    En un cierto y determinado sentido puede decirse que la sustancia semanifiesta en sus accidentes. Porque al concepto de sustancia le pertenecesu actividad formal. lo que sea una sustancia se determina mediante elconjunto unitario y la regla del cambio de sus accidentes. Sin embargo lasustancia como sustancia no interviene en la determinacin formal de aqu-llos. Frente a esa determinacin, ella es pensada como aquello gracias a locual la det erminaci n tiene consistencia. La manifestacin de la sustanciaes en esa medida un proceso ante el cual la sustancialidad se mantiene her-mtica.

    De all se sigue, entre otras cosas, que por razones de principio la sus-tancia misma nunca puede captarse en sus accidentes. Su relacin con stosno es la de aurorrelacin - por lo mismo tampoco la del autoconocimiento.Solamente podra volverse autorrelaci n sapiente, si pudiera ser involucradacomo sustancia en el proceso de la mutua determinacin. Esto resulta im-posible, mientras se la conciba como la unidad idntica de la sustanciafrente a la relacin negativa mutua entre sus accidentes. El pensamiento dela relaci6n que tiene la una y misma sustancia con la multiplicidad y varia-cin de los accidentes puede concebirse, de manera todava ms formal,como una versin del pensamiento de la relacin entre unidad y diferencia.Se trata del pensamiento de esta relacin, en el cual se mantiene de tal ma-nera la unidad frente a la diferencia, que esa unidad como tal est bajo lacondicin de no poder tomar parte en el proceso mediante el cual los dife-rentes como tales son determinados. As, en el pensamiento de la sustanciaes dominante el principio de identidad, sin que ello obste a que la susran-cia sea pensada en referencia esencial a los accidentes. l a sustancia comosustancia tiene .que ser pensada bajo la categora de la identidad. En cambio

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    para 10 que se llama "sujeto" la categora dominante es la negatividad. Elsujeto es la actividad del diferenciarse.

    Con ello hemos obtenido los medios conceptuales mediante los cuales sepuede formular, de manera totalmente formal y a la vez en su ltimo prin-cipio, el problema acerca del sentido en que la sustancia haya que pensarlaa la vez como sujeto. Esta formulacin es: de qu manera son identidady negatividad, indistincin y nutodisdncin, un nico pensamiento y labase formal de cualquier posible pensamiento del todo que es 10 "ver-dadero"?

    Es posible, adems, mostrar tambin qu es 10 que se introduce en elconcepto de sujeto cuando se piensa "sujeto" como un pensamiento que cum-ple igualmente con el signif icado de "sustancia". El sujeto es pensado comosustancia cuando aquello que caracteriza a la sustancia como sustancia esdecir, su mismidad frente a toda actividad de la forma)' a toda determi-nacin, es incluido en el pensamiento que concibe aquello que es peculiaral "sujeto", a saber, el ser es un distinguir, un determinar y una actividadde la forma. As pues, la tesis de la unidad de sustancia y sujeto no sola-mente junta en un pensamiento dos conceptos que deberan distinguirsemutuamente. Se muestra ms bien que con esa tesis se plantea a la vez unpostulado metodolgico: lo contrapuesto tiene que concebirse como condi-cin para la constituc in de en mismo pensamiento. Sin embargo, ya noresulta difcil ver cmo puede cumplirse ese postulado: el sujeto es conce-bido a la vez como sustancia, cuando logra mantenerse el mismo siempreque distingue y determina, lo cual es tambin un distinguirse a s mismode si mismo. Teniendo en cuenta que el sujeto no es simplemente un dis-tinguir, sino autodeterminacin }' con ello autodist incin, con el pensamien-to particular de que l es a la vez sustancia, puede y tiene que afirmarseexpresamente su unidad consigo.

    En tal contexto, la mismidad del sujeto es algo diferente de la propiedadde aquel sujeto que es el mismo actor en todos sus diferentes actos. Porqueen sentido lgico, fuera del proceso de determinacin el sujeto no es nada.As, el sujeto tiene que ser el mismo a travs de todas sus determinaciones,en el sentido ms literal de mantenerse, de lo cual se sigue que todas esasdeterminaciones tienen que suceder en un nico ( el "mismo") proceso dedeterminacin. Y se sigue tambin que ese proceso debera conducir alpensamiento de una plena autodeterminacin, en la cual se integraran todaslas determinaciones anteriores.

    Que el sujeto sea a la vez sustancia expresa entonces, en otra formula-cin que tampoco pierde su igualdad consigo a travs de las diferenciasque l mismo pone. Viene ms bien a constituirse plenamente al pasar

    RO

    jmartinResaltadoactividad formal de la sustanciajmartinResaltadojmartinResaltadoprincipio de identidadjmartinResaltadojmartinResaltadoidentidad & negatividadjmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadosujeto como sustanciajmartinResaltado
  • a travs del desarrollo de esas diferencias. Y as el sujeto no solamenteposee realmente la propiedad de la susrancialidad -es ms bien sustancia,a saber, aquella cuyo concepto puede ser definido como "mismidad en ladiferencia" o "iglUtldnd consigo en la distincin". La sustancia sin sujetot iene que ser pensada cerno mismidad dentro de s, sin diferencia o contrala diferencia, Por el contrar io, el sujeto que no es pensado como sustanciaes la diferencia }' negatividad, de la cual no puede decirse de qu manenaquello que pone las diferencias pueda tornar parte tambin en esas dife-rencias y permanecer sin embargo l mismo. Cienameme es posible pensaruna subjetividad y una negatividad que se pierdan en sus diferencias, sinque haya que caracterizarlas a la vez como suscancialidad. Pero no podranentonces ser tenidas pOt lo que Hegel llama "10 verdadero". Si "sujeto" es elpensamiento de una realidad unificada, en relacin con la cual todo cono-cimiento tiene que llegar a ser consistente en ltima instancia, entoncesslo puede pensrselo si se lo piensa a la vez como sustancia.

    De este sujeto, que como un tocio "no solamente es sl mismo, sino tam-bi n igualdad del s mismo consigo" (Pen. S60, casto 470), hay que distin-guir en dos sentidos el concepto de "subjetividad unilateral" ( Ene. 215) ,que introdujimos anteriormente. Ambos sentidos deben considerarse comoconsecuencias de que este sujeto no haya sido pensado a la va como sus-rancia. La subjetividad unilateral se mantiene "formal" porque solamentelogra concebirse en correlacin con un airo distimo de ella y por eso noen igualdad consigo misma. Permanece as "abstracta" y "vaca", porquecomo negatividad simplemente se contrapone a toda determinacin. Si sela pensase a la vez como sustancia, 00 podtla mant enrsela en esas contra-posiciones.

    Si se piensa a la sustancia sin subjetividad, con ello no se la piensa cier-tamente tan "abstracta" y "formal" como al sujeto sin sustancia. Pero ten-dra entonces propiedades formales que en cierta medida se corresponderancon las de la subjetividad puramente formal. Porque como idntica estdeterminada en oposicin a sus determinaciones. Es cierto que, a diferenciade la subjedvldad puramente formal, esas determinaciones le pertenecen aella misma de tal manera que pued e manifestarse en ellas. Pero no corres-ponderla pensar su propio concepto como nurodererminado en y medianteesas determinaciones. Su relacin con sus propias determinaciones CS, comolo expresn Hegel con gran plasticidad, la de "quedar absorbida" por ellassin "ahondar" en lns mismas (P en. 484; casto403) . l a nica razn de elloes que, al ser concebida como identidad, no puede comportarse consigomisma negativamente, de modo que no es capaz por eso mismo de auto-distinguirse. Se mostr, en cambio, cmo el sujeto d ebe ser entendido como

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    negatividad. En el sujeto no pueden darse determinaciones en las cuales nopueda "introducirse". En la medida en que son puestas por l como suspropias dererminacicnes. Si el sujeto es pensado como sustancia, entonceses gracias a la subjetividad como se asegura que, lo que para la sustanciaeran nicamente sus accidentes, debe atribursele al suie o como sus "pre-dicados" que definen a su concepto.

    As, el sujeto como sustancia slo puede sostenerse en igualdad consigocuando mantiene esa igualdad por encima de la diferencia desarrollada desus distintas determinaciones. Por ello, frente a la unilateral, formal y abs-tracta subjetividad, hay que plantear la tesis de que toda subjetividad tienecomo tarea hacerse sustancial. Tarea que adems no cabe distinguir deotra, aparentemente diversa, segllO la cual el sujeto debe llevar a cabo suautodeterminacin. Porque solamente en cuanto sustancial puede, en sunegatividad, establecer y salvaguardar la igualdad consigo. La proposicinque afirma que lo verdadero hay que concebirlo no solamente como sustan-cia, sino igualmente como sujeto, ciertamente formula en primer trminoslo una tarea para el esfuerzo terico del pensar. Pero se ve muy prontoque hay que convertirla en una exigencia para sujetos vivientes. Como talexigencia, hay que leerla en senndo contrario: el sujeto tiene que ccnce-birse a la vez corno sustancia. Expresa que el sujeto debe sobrepasar suunilateral y simplemente formal subjetividad, para realizarse en relacionesdcrerminadcs a partir de la fuerza del sujeto que es la negatividad. Encuanto reconozca esas determinaciones como su propia realidad, llegar acumplir en ellas su igualdad consigo y, con ello. su autodeterminacin.

    Es bien sabido que a este postulado corresponden convicciones a las quelleg Hegel rempranameme: que a la esencia del yo que ha llegado a serlibre dentro de s pertenece el no atrincherarse en su independencia, sinoentregarse a lo real y atarse a ste; que la universalidad del concepto dederecho solamente puede realizarse como unidad sistemtica de las insritu-ciones de una comunidad libre, dentro de las cuales los ciudadanos ocupanII n determinado lugar; que, adems, la naturaleza racional del Estado slose hace presente junto con el espritu individual de pueblos histricos. Talesconvicciones permanecieron presentes en la manera COJ1l0 Hegel analizposteriormente tambin el concepto de aquellos sujetos q t l C no pueden, cadauno por si, ser "Jo verdadero", es decir, el pensamiento de la yoidad de laI'rrsona; la yoidad es unidad de la indistincin, y la distincin de los sin-gulares frente a los otros. Todo sujeto viene a s mismo en absoluta abstrac-cin de todo lo dado en el mundo; pero igualmente todos se reconocen enese mismo pensamiento como sujetos consdruidos, distintos de los otros, )'con ello reconocen )'a su dercrminacin como una ent idad singular distin-

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    jmartinResaltadojmartinResaltadosujeto y verdad como conocimiento consistentejmartinResaltadosubjetividad unilateraljmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadoTesis de la subjetividadjmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadoTarea del pensarjmartinResaltadoautodeterminacin, igualdad consigojmartinResaltadojmartinResaltado
  • guible. Como para el sujeto ambos pensamientos resultan completamenteinseparables en el concepto que tiene de s, reconoce tambin que toda otrapersona como persona puede ser distanciada de l como un objeto. El pen-samiento "yo" vale igualmente tanto para la indistinguihilidad de las per-sonas singulares, como para su radical distincin.

    As pues, la unidad de igualdad y oposicin constituye el pensamientode la personalidad autoconsciente. Su definicin se lleva a cabo, por lotanto, con la misma conceptualizacin que se logr anteriormente al intentarconcebir el pensamiento del sujeto que es lo "verdadero". Este sujeto no sedeja pluralizar como la persona autoconsciente, porqu e debe ser tenido comonico principio de todo lo que es; y como tal puede ser tenido "a la vez"como aquella sustancia nica cuyo concepto introdujo Sptnoza. Su igualdadconsigo (sustancia) es la constante unidad en toda determinacin comonegatividad (sujeto). Al igual que el concepto de persona, este sujeto sloes pensable en una ontologa que conciba la relacin consigo y la relacinde determinacin o la identidad y la negatividad como un asunto formalnico. El principio fundamental hegeliano de que la sustancia haya quepensarla a la vez como sujeto le plantea a su Sistema, en un lenguaje per-teneciente a la metafsica, el problema nico de concebir y desarrollar talasunto.

    2MTODO y AUTOPRBSENTAaN DE LA LGICA

    LA INTERPRETACIN ontolgico-formal del principio fundamental de He-gel se ha efectuado a partir de consideraciones que no se han apartadonunca totalmente de los significados ms corr ientes de los trminos "sus-tancia" y "sujeto", a los que quiso tambin aludir Hegel en la formulacinde su principio fundamental. Es cierto que por el camino de esa interpre-tacin no se ha dado por sentado lo que signifiquen "sustancia" y "sujeto".Se tuvieron ms bien en cuenta constantemente las definiciones que Hegeltena a disposicin para esos conceptos. Partiendo de sus significados mscorrientes, no hubiera sido posible ver en qu sentido determinado hablaque tomarlos como un conceptO nico - menos an que ste fuera el con-cepto de la unidad entre igualdad y oposicin.

    Pero ese pensamiento de la unidad rampoco fue concebido, ni desarro-llado nunca absrracramenre y slo por si mismo, sino siempre siguiendolas indicaciones que provenan de orientarnos por la tarea de descifrar elprincipio fundamental de Hegel, as como del mbito de interpretacinabierto por los trminos reunidos en ese principio. Cmo habra que con-cebir "sujeto" y "sustancia" como unidad, era algo que debla acreditarse

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    tambin al poder hacer corresponder la interpretacin de su unidad con lossignificados conocidos de "sujeto" y de "sustancia". Cuando Hegel empleaconceptOs, teoremas y problemas de la tradicin especulativa, no alude aellos slo de manera extrnseca.

    Una vez que se ha mostrado cmo el sentido primero de la tesis sobre launidad de sustancia y sujeto es una relacin lgica o formal-ontolgica, enel sentido de la !.Jgica de Hegel, se vuelve tambin claro que, para Hegel,esa tesis no solamente no puede desarrollarse y explicarse en referencia afenmenos del esp ritu real, sino que tampoco puede explicarse apoyndosesobre la base de un postulado metafsico introducido en el comienzo. Tiene,por lo tanto, que poder ser presentada slo como pura relacin formal-ontolgica y, en verdad, como una versin de la unidad entre relacin con-sigo}' oposicin, de modo que pueda hacerse evidente desde si misma.

    "lo verdadero", es decir, el principio nico, de todo lo real y evidente,puede expresarse en forma definitiva como la unidad de sustancia y sujeto.Si se dieran diversas maneras de pensar la relacin unitaria entre igualdadconsigo y oposicin, la versin de esa relacin a la que se refiere la tesisde la unidad de sustancia y sujeto no podra ser simple y provisional, sinoque rcndrfa que ser ms bien la ms rica y la ms desarrollada -c-rendrfaque ser la definitiva. La Ciencia de la Lgica solamente lograr obtener losmedios para concebir en toda su determinacin el pensamiento de esa rela-cin, partiendo de pensamientos simples y a travs de una serie de concep-ciones poco diferenciadas del mismo principio. Ahora bien, en el programade esa teora va incluido el inters por lograr esa meta; y el convencimientode que la unidad sustancia-sujeto permite pensar el proceso unificado delmundo, orienta desde un comienzo sus anlisis hacia las relaciones formal-ontolgicas elementales entre autorrelaci n y oposicin. En el anlisis dela unidad entre ser y nada crey Hegel reconocer esa unidad en su formams elemental, detrs de la cual no es posible ir y que por lo mismo fijael punto de partida para un desarrollo lgico bien fundamentado. Por 10tanto, al investigar el significado de la tesis sobre la unidad de sustancia ysujeto como expresin de 10 "verdadero", se puede obtener un hilo conduc-tor para entender la intencin y, por medio de sta, tambin, los conceptosfundamentales y el mtodo de la Ciencia hegeliana de la Lgica.

    y es as como, aun antes de cualquier otra investigacin, resulta ya clarolo importante que es el tener muy presente una part icularidad de ese m-todo, es decir, de la llamada "dialctica" hegeliana, particularidad que se lesescapa muy a menudo aun a aquellos que se proponen seguirla : si a la"sustancia" le corresponde la unidad de la igualdad consigo misma y al "su-jeto" la oposicin, entonces la rarea de la dialctica consiste en demostrar

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    jmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltadotarea de la dialctica
  • la unidad de ambos, lo cual significa no solamente la unidad de los npues-ros sino ms bien la unidad de unidad y oposicin. En realidad esta Iormu-lacin corresponde a una frmula programtica empleada ya con frecuenciapor el Hegel de Jena para definir el absoluto. Pero lo importan te es sobretodo reconocer su significado metodolgico: la secuencia de los niveleslgicos en el avance de la dialctica no es, considerada en sus fundamentos.una sucesin de oposiciones que se disuelven y producen conceptos de un i-dades, en referencia a las cuales se establecen luego nuevas oposiciones. Talsecuencia no puede conducir, al final de cuentas, sino a un concepto queest exento de toda contraposicin. La dialctica, empero, conduce a la in-teleccin de la unidad entre sustancia }' sujeto, por lo tamo, hacia un pen-samiento ds la oposicin -de una oposicin en roda caso por encima de lacual permanece la unidad de la. igualdad consigo. En el lenguaje de laLgica, los nombres para ese pensamiento de una unidad de segundo nivel,en el cual se establece definit ivamente la unidad de unidad y oposicin,son "el concepto" y, finalmente, '13 Idea". El avance que conduce a su de-finicin puede aparecer como avance a trav s de opos iciones, porque es unavance a travs de una secuencia de conceptos insu ficientes de unidad, cuyainsuficiencia se muestra precisamente en que las relaciones de derermina-cin pensadas en ellos permanecen resistentes contra su sent ido de unidad.Por ello tales conceptos de unidad se disuelven en el sentido de unidad, enrazn de la malograda integracin de la oposicin.

    Hegel concibe la unidad ltima, a la que no hay ya que pensar en opo-sicin con la oposicin, como la "universalidad" del concepto. l a "pan icu-Isridad" del mismo, por su parte, corresponde para l a la variante de la rela-cin en la cual uno est determinado frente a un otro; variante en CU}'Oconcepto est "asumida" a la vez plenamente la unidad del concepto univcr-sal Lo universal implica el pensamien to de su especificacin, as! como laespecificacin hay que pensarla nicamente en relacin a un unive rsal y (leninguna manera en oposicin a l. Ambos son concebidos desde un princip iode tal manera que su mutua inseparabilidad queda firm e. 1..0 "universal" esnicamente el pensamiento de la unidad de un idad y oposicin, el cual esconcebido desde el punto de vista de que en todo particular se mantieneaquella relacin consigo propia del universal y que define a su universalidad.Por su parte, lo particular es el mismo pensamiento, pero concebido desde elpuntOde vista de que en el pensamiento de la unidad estn incluidas relacio-nes de determinaci n. Una vez que el desarrollo lgico ha alcanzado ese nivel,todo lo dems que sigue no puede ya servir como prueba de que las con-traposiciones s610 son en verdad determinaciones conceptua les de un todo.1.0 (mico que puede quedar pendiente es la concepcin adecuada de una

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    unidad de segundo nivel, que ya est firme como presuposicin en la formade determinacin conceptual alcanzada y que puede adems hacerse valeren adelante.

    En todo caso, casi dos terceras partes de los conceptos on rol gico-forma-les que se desarrollan en la Ciencia de la L6gica tienen su lugar entre la foroma ms elemental de la unidad de unidad y oposicin, en la relacin ser-na-da, y el comienzo de aquella parte de la Lgica que se llama lgica "subjeci-va", ante todo porque despliega el pensamiento lgico de "sujeto" a conti-nuacin del de "sustancia". En ese espacio lgico son concebidas las variantesde la unidad de unidad y oposicin, de manera diferente a como sucede en elinterior de la lgica del concepto. Entre las tareas ms importantes que lecorresponde realizar a una imerpremcin de la Ciencia de la Lgica, se en-cuentra la de explicar cmo puedan diferenciarse entre s de manera fun-damcnral diversos elpos de una concepcin de la unidad de unidad y oposi-cio, Y cmo se relacionen con el pensamiento de su particular forma deunidad en el concepto de concepto, forma que podramos llamar "armnica".Esa explicacin te!ldr que orientarse por los desarrollos lgicos de Hegel;pero no podr esperar mucha ayuda de lo que el mismo Hegel ha expuesto,en la misma Lgica o fuera de ella, acerca del mtodo de esos desarrollos.

    En efecto, las frmulas que Hegel ofreci p:rra explicar su sistema lgicono son lo suficientemente expresivas y resultan hasta muy propias paraSOStener una inadecuada interpretacin de la lgica como desarrollo y diso-lucin de oposiciones. Sin embargo, la lgica, en principio, no es un procedimienrn en el cual se parta de un n ico pensamiento, para concebir pr i-mero su determinacin mediante su opuestO y ofrecer luego el pensamienroen el que ambos miembros de la oposicin estn presentes. En esa presenracin se prescinde del hecho de que en el pensamiento mediador tienen que"superarse", en sent ido hegeliano, no solamente los miembros de la oposl-cin, sino tambin la oposicin misma como tal y, por lo tanto, la relacinde determinacin entre los miembros. Sin embargo, este momento , quetiene una importancia defini tiva, se ve por lo menos opacado en la mismaexposicin de Hegel. Segn sta, la l6gica parte de una negacin "deter-minada" y avanza a travs de la negacin de esta negacin hacia el ser-en-y-para-s , como hacia un pensamiento que ya no est en relacin (Log. JI,491 ss.; casto733). Esta frmula del progreso especulativo ha tenido, en lahistoria posterior a Hegel, y1 sea el aura o el hedor de una frmula mgica.En ambas versiones ha dado pie a la ms importante de las mltiples razo-nes que an hoy impiden comprender lo que en realidad sucede en laCiencia de {a Lgica.

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    jmartinResaltadojmartinResaltadosignificado metodolgicojmartinResaltadojmartinResaltadouniversal y particularjmartinResaltadojmartinResaltadojmartinResaltado
  • En todos los lugares de su obra donde Hegel trat el procedimiento em-pleado por l, Jo hizo de maneta incidental. Al exJXlnet el Sistema, parececonfiar roralmenre en que el CUtSO del desarrollo de las determinaciones delpensar posea por s mismo la mxima claridad posible. Es as como el Sistemaslo se comenta exotricamente -en defensa y en ilustracin previa paralos oponentes. Hay, adems, visiones panormicas y resmenes del proceso,cuyo carcter, sin embargo, es s610 el de ayudas nemotcnicas. En ningncaso esu blece una investigacin autnoma de su forma argumentativa. Escien o que Hegel reconoce dificulrades para un adecuado desarrollo de lasdeterminaciones paniculares de! pensamiento en la lgica y para un co-rrecto ordenamiento de su sucesin. Al edirar por segunda vez el tomoprimero de la Lgica, dese incluso tener el ocio suficiente para rcelaborarsu obra setenta y siete veces - es decir, tantas veces como tena que otor-garle indulgencia por la ejecucin de su obra el Esplritu dispuesto al per-dn ( Lg. 1, 22; casr. 40 ) . No hay, sin embargo, razn alguna para suponerque esas dificultades que encont r Hegel fueran sobre la comprensin desu mtodo y que, para ediciones posteriores, hubiera previsto investigacio-nes para reflexionar sobre el mismo. Las dif icultades que reconoce provie-nen de su objeto y de la magnitud de su material (Lag. 1, 22; casto 40) .Concebir su real conexin en el todo, y a la vez en todos sus detalles enforma consistente y adecuada, resulta difcil, porque solamente venciendoresistencias encuentra el pensar el camino hacia la consecuencia que habitaen su interior. El filsofo, cuyo tema es esa consecuencia, no logra fcil-mente JX1nerse a la altura de su complejidad. Se encuentra, adems, cond-clonado JX1r doctrinas tradicionales y JX1r una formacin basada sobre lareflexin. Ahora bien, tales dificulcades no pueden ser superadas mediantela metodologa. Hegel consideraba que el n ico postulado metdico impot-ranre para el despliegue y e! destino de [a nueva disciplina era el entregarselibremente a la inmanente consecuencia del asumo y articularla plenamente,y, lX'r lo mismo, era tambin la nica indicacin cuyo seguimiento hacaposible superar finalmente aquellas dificultades.

    Hay, sin embargo, un lugar de la obra donde su procedimiento se vuelvetema; al final de la misma. La l.gjc~ concluye con una discusin sobre elmtodo, en cuyo concepto tiene ella como contenido su prop i