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ISSN: 1130-2496 Revista Complutense de Educación 1998, vol. 9. 0.0 1:209-223 Influencias de J. E. Pestalozzi en la pedagogía de Mariano Carderera y Potó MARIA JESÚS VICEN FERRANDO Universidad de Zaragoza Introducción En el presente trabajo se exponen las posibles influencias que la filo- sofía educativa pestalozziana pudo ejercer sobre el pensamiento pedagógi- co de Mariano Carderera y Potó. Aunque Carderera no le conoce perso- nalmente, tiene diez años cuando fallece Pestalozzi, sí establece contactos personales con ex-alumnos del pedagogo suizo en sus viajes por Centroeu- ropa. Será un gran admirador de su pedagogía (le atribuye el primer puesto entre los pedagogos), algunas veces se muestra crítico especialmente en lo concerniente a su precaria formación profesional. Los ideales humanitarios pestalozzianos impresionaron a Carderera, buen impulsor a su vez de la educación popular así como de la educación integral. Hay cierta coincidencia en la proyección religiosa de la educación así corno en el papel que le atribuyen a la familia y al reconocimiento de la fi- gura materna como principales responsables de la educación de sus hijos. También cuestiona la actitud de los padres en relación a su acercamiento a la escuela; Carderera pone en evidencia las dificultades que ofrecen las en- trevistas. El principio de graduación de la enseñanza se halla muy desarrollado en la teoría cardereriana, quien propugna, con un matiz critico, la pedagogía froebeliana sin dejar de reconocer la gran aportación de Pestalozzi a la edu- cación de párvulos. Por último, atribuye a Pestalozzi «el rango de ser el primero y más elY caz propagador de la enseñanza intuitiva». Carderera, haciéndose eco de la importancia de este método, dedica, sólo en su Diccionario, 24 págs. a este tema y 32 a Pestalozzi (tres artículos). Hay más aspectos que podrían haber sido analizados en esta comunica- ción, como el papel de la mujer o el método de enseñanza mutua, pero la li- mitación del espacio ha imposibilitado realizarlo. 209

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ISSN: 1130-2496RevistaComplutensedeEducación1998, vol. 9. 0.0 1:209-223

Influenciasde J. E. Pestalozzien la pedagogíade Mariano Cardereray Potó

MARIA JESÚSVICEN FERRANDO

UniversidaddeZaragoza

Introducción

En el presentetrabajose exponenlas posiblesinfluenciasque la filo-sofíaeducativapestalozzianapudoejercersobreelpensamientopedagógi-co de Mariano Cardereray Potó. Aunque Cardererano le conoce perso-nalmente, tienediez añoscuandofallece Pestalozzi,sí establececontactospersonalescon ex-alumnosdel pedagogosuizo en susviajes por Centroeu-ropa. Seráun granadmiradorde supedagogía(le atribuyeel primerpuestoentrelos pedagogos),algunasvecesse muestracrítico especialmenteen loconcernientea suprecariaformaciónprofesional.

Los ideales humanitarios pestalozzianosimpresionarona Carderera,buenimpulsorasu vez de la educaciónpopularasí comode la educaciónintegral.

Hay cierta coincidenciaen la proyección religiosade la educaciónasícornoen el papelquele atribuyena la familia y al reconocimientode la fi-guramaternacomo principalesresponsablesde la educaciónde sushijos.Tambiéncuestionala actitudde los padresen relaciónasu acercamientoala escuela;Cardereraponeen evidencialas dificultadesqueofrecenlas en-trevistas.

El principio de graduaciónde laenseñanzase hallamuy desarrolladoenla teoría cardereriana,quien propugna,con un matiz critico, la pedagogíafroebelianasin dejarde reconocerla granaportaciónde Pestalozzia la edu-caciónde párvulos.

Por último, atribuyea Pestalozzi«el rangode serel primeroy máselYcazpropagadorde la enseñanzaintuitiva». Carderera,haciéndoseecode laimportanciade estemétodo,dedica,sólo en suDiccionario,24 págs.a estetemay 32 a Pestalozzi(tresartículos).

Hay másaspectosquepodríanhabersido analizadosen estacomunica-ción, comoelpapelde la mujero el métodode enseñanzamutua,perola li-mitacióndel espacioha imposibilitadorealizarlo.

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María JesásVicen Ferrando Influenciasdef E. Pestalozzien la pedagogíade Mariano Cardedera

Relaciónde M. Carderera con J. E. Pestalozzi

Se podríaestablecerpor la formaciónadquiridaa travésde suslecturasy en los estudioscursadosen la EscuelaNormal Centralde Maestros, in-fluido especialmentepor la figura de D. Pablo Montesino,ademásde susrelacionespersonalescon ex-alumnosde Pestalozzicon los queconectaenalgunosde susviajes por Francia,Suiza,etc’.

Cardereratuvo una gran interéspor conocer la pedagogíaeuropeay asuspropulsores,lo que le incita a viajar, tal como expresaenlos siguientestextosque le vinculan conel pedagogosuizo:

De esta manera, al llegar al país quehan hechocélebre Pestaíozzi,Gesmer,Fellembergy otros,porsusideasy trabajosrelativosa la educa-cton, tenía tiempo suficientepara esaminarlos establecimientoscreadospor estosgrandeshombres,nopudoresistir a los deseosde visitarlos y losvisita

2.Lafama delestablecimientodeHofwyl, nosllevó a visitarlo en 1853,

cuandoya había desaparecidoy casi estabaolvidado en Berna. Los hi-jos delfundadorocupabanlos diverscsedificiosqueconstituían el esta-blecimiento.Por re..spet~~a la memoriade su padreconservabanlas cla-sesyla mayorpartedelos objetosdeenseñanzayaperosdelabor, hastacolocadaen su sitio la sencillamamparaque..~eparabaeldormitorio deldirector, delde sus alumnos, lo cual nospermitió apreciarla organiza-clon materialdel establecimienloy el único resto que ha sobrevivido, laEscuelade pobres,aunqueprivada ha muchosaños dc la presenciadeVehrlit.

Visita tambiénla EscuelaNormal de Kreutzlingen(Suiza)paraconocerpersonalmentea Werhli4, queerael director.

¡ Vicén,M. J. (1992) Mariano Cardereray lasexposicionesuniversalesdec,monom-cas.En Revistainterunivers¿tariadeHistoria de la Educación.Salamanca:E. UniversidaddeSalamanca,Pp. 231-240.

2 Leg.~ 206/36.Documentofechadoen Madrid,el 28 de octubrede 1853.Carderera,M.(18843~:Diccionariode educaciónymétodosdeenseñanza.Madrid: Li-

breríade G. FlernandoVoz«Fellemberg»,t. 11, p. 474.4 Cardererapresentasu vivenciaen el artículo «Werhli», enel quenarrala vida dc es-

te pedagogosuizoquellegó a Kreutzlingen,despuésde haberpermanecidodurante23 añosen el Instituto deFellemberg(1-lofwil).

Se ganóel sobrenomhrede «el padrede la escuelade pobres».Su vida transcurreen laprimeramitad del siglo x[x fundamentalmente.Su padreeramaestro,por lo quese preparóigualmenteparaejercerestaprofesión.Asistió aHofwil paraatendera un cursodirigido porFellenberg.

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Cardererapublica en suDiccionario unacarta5del Dr. Mandileny, dis-cípulo distinguido del pedagogosuizo, con motivo de una entrevistaquesostuvocon él en París acercadel método pestalozzianoy que «contieneexcelentesconsideracionesacercadel método del pedagogosuizo», segúnexpresióndel autordel Diccionario.

Muy señormío: deseaV. queíe repita en una carta todo lo queacer-ca dePestalozziy su método,le referíen nuestraentrevistade París. (...)

enel establecimientode Pestalozzi:allí reinabauna libertadde acciónca-si absoluta;no se veíaun vigilante, y, sin embargo,nosconducíamos(lodigo con todaJórmalidad,y casi a cincuentaañosde distancia) con todalealtady decoro,y generalmentehablandonuncaabusábamosde la granlibertad quese nosdispensaba.¿Dedóndeproveníaesefenómenoverda-deramenteextraordinario?¡Ah Dios mío! Era consecuenciade un princi-pio bien sencillo: manifestábamosconfianzay afecto; contaban con lalealtadpropia de la infancia, yno teníamosni deseosni necesidadde co-rrespondera ella; antespor el contrario, semejanteconfianzanos inspi-raba orgullo ynoshubiéramosavergonzadoyenvilecidoa nuestropropiosojos en el merohechodefitítar a ella.

Pero¿ cómopuedeconcebirseun establecimientodeeducaciónsin re-glasni disciplina?¡El desordendeberíallegar a su colmo!—Nadade eso.Yo me lo explicodel modosiguiente: Había orden, pero era másmoralymenosmecánicoque en otraspartes. Cadaprofesorlo establecíay man-teníaen su clase,yfuera de ella todoslos profrsoresvigilaban (...) ¿ Veíaalgo queno le gustaba?En el acto hacíaadvertencias,o manifestabasudescontento,yestoera suficientepara queentrásemosen la línea de nues-tro debersin necesidadde másreprensiónni castigo.

Algunos aspectosde la pedagogíacardereriana comparablescon la pedagogíapestalozziana

¿Cómoimpregnael pensamientopestalozzianola filosofía educativacardereriana?Los títulos con que Cardererase refiere al pedagogosuizonospuedenacercara la opiniónqueesteautor teníadel pedagogosuizo:pa-

Paradaruna imagende Werhli sirva estaexpresióndeCarderera«el émuloinfatigablede Pestalozzi,el quea la vezqueenseñabaacultivar la tierray aejecutartrabajosmanuales,cultivabalas inteligenciasy los corazones,experimentómuchascontrariedadesy tribulacio-nes>,.En Diccionario deeducación...,t. IV, 1886. Pp. 738-744.

Cartade Mandilenya Cardereraen Diccionario deeducaciónymétodosdeenseñan-za, 1 858,t. IV, Pp. 253-262(extractodela carta).

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triarca de la educación popular; fundador de la escuela moderna, reforma-dor de la escuela popular; fundador de la escuela popular Aunquetambiénsemuestracrítico con respectoa lacarenciadepreparacióntal comose ex-presaen estetexto:

Pestalozzisabía menosque uno de nuestrosmaestrosde aldea encuantoal régimende unaescuela,ignoraba lo quesabeun alumnode es-cuelanormaLposeíaalgo infinitamentemejonconocíalo queignoranmu-chos maestros:la inteligenciahumanay las leyesde su desarrolloy cul-tura, el corazónhumanocon los mediosde vivificarlo y ennoblecerlo,yveislo quepara muchos,aun hombresdesaber,no esmas que un libro ce-rrado; la marcha del génerohumanoexplicadapor mil hechosy expe-ríencias

6.

Conocidoesdetodoslos idealeshumanitariosquecondujeronlavida yactuacióndel pedagogosuizo y las dificultadesque sufrió por entregarseala ayudade los pobresy necesitadostal como él mismo expresaen CómoGertrudis enseñaa sushijos7: «Vivía todo el año en compañíade más decincuentaniños, hijos de pordioseros;en la pobrezacompartíami panconellos, y vivía yo mismocomo mendigoparaenseñara mendigosa vivir co-mo hombres».

Un buenconocimientode todasutrayectoria,tal como hemosexpuestoen el primer punto de estetrabajo, es lo que lleva a Cardereraa expresarseasí en el Diccionario (1886, IV: 251).

Pestalozzipasaconrazón,yporello esdignode todaclasede elogios,como fundadorde la escuelapopular, como reorganizadorde la educa-ción dela injhncia y de la educacióndelpueblo,sentandolas basesesté-tias ypsicológicasde la pedagogíaypopularizandolos nuevosmétodosquehoyprevalecenen la educacióny enseñanza,perfeccionadospor susmismosdiscípulos.

El siguiente texto completa la visión queel autordel Diccionariote-fía acercadelpatriarca de la educación popular comoél mismo le deno-mina:

6 lbidem(l886~, t. IV. p. 251).Tambiénle critica elhechodequeno hubieraleído másqueEl Emilio (ibidem, 274).

J. E. Pestalozzi(1980’). CómoGertrudisenseñaa sushijos.México: Porrda,p. 4 dela carta1, «ImpresionesdePestalozzisobre su vida y susprimerosensayos»,dirigida a suamigo Géssner.

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Pretendíamejorar al pueblo a partir de una instrucción elemental,queríaproporcionaral puebla los conociínientosy capacidadesmastn-dispensablesen la vida, confiandoen que, atendiendopronto a estane-cesidady con los progresossucesivos,mejoraría su situación en el por-venir Por la fatal situación de las escuelaen aquella épocay por ladefectuosapreparaciónde los maestros,acudíaa las madrespara esta-blecer la escuelaen el hogar doméstico.Pero si las madreseran ig-norantes¿cómohabían de llenar tan importantesdeberes?Pestalozzicreía lo queera un error, queel libro y el métodoigualaban las inteli-gencias. Concretándonosa su plan, podemosdecir queestabareducidoa armonizarla instruccióncon el aprendizajede la vida, con el trabajomanual, de modoquela sala de clasey el taller eran una misma cosa(¡886, IV: 254).

El sentidosocial de la educacióncomienzaal reconocerel derechodetodo hombrea desarrollary perfeccionarsusposibilidadeseducativas:

Debemosteneren cuentaquecualquieraqueseala clasesociala queun discipulopuedapertenecerycualquieraqueseasu vocación,haycier-tasfacultadesen la naturalezahumana,quesoncomunesa todosy queconstituyenel caudal de las energíasfundamentalesdelhombre.No tene-masderechoa privar a nadiede las oportunidadesparadesenvolvertodasestasfacultades

6.

Está claro que estosidealeshumanitarios impresionarona Cardererainspirándole,con otros autores,su líneade defensade la educaciónpo-pular.

En el conceptode educaciónde ambosautoresse imponeel de educa-ción hitegral (religiosa, moral, física, intelectual)así lo refiere Mandilenya Cardereraal resumirla pedagogíapestalozziana«en la educaciónracio-nal debeexistir un desarrolloarmónicoentrelas facultadesfísicas,intelec-tualesy moralesdel niño» (Diccionario, pp. 261-262).0 cuandoafirma «lanaturalezaforma al niño como un todo indivisible, como unaunidadorgá-nica vítal con múltiples capacidadesmorales,mentalesy físicas; (además)ella deseaque ningunade esascapacidadesquedesin desarrollo».

Explicita Pestalozziademásque«debendesarrollarsetodaslas faculta-des»,aunandoestocon el sentidosocial-popularque impregnasu filosofíaeducativa.

En cuanto a la concepciónreligiosay moral podemosinferir que laconfesionalidadreligiosade Cardereraarrancade suformación inicial (cur-

«Cartas sobreJa edt,caciónde losniños» (CanasXX]), ¡bUen,, p. J 80.

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sóestudiosde Teología,Filosofía, etc.),asícomo de la influenciade los au-tores quefundamentansus escritos>;el propio Montesinoen nota a pie depágina,confiesaen el Manual’0 su inspiraciónpestalozziana.

Carderera,reiterándoseen el mal hábito de aludir a un autorsin citar-lo, creo queseestárefiriendo a Pestalozzicuando,al precisarla importan-cia de la educaciónde los sentimientosreligiososen la mujer, relata«sólorecordaremosla importanciade estaeducación,puescomo dice muy bienun escritorcompetenteen la materia,la religión de la madrees la de sushijos»’’.

El pedagogosuizo fija «el fin último de la educaciónen la moralidad»,consistenteen la libertad o independenciadel hombre,y en su humildad oreconocimientode la obra de Dios en su ser La formación moral se hallailuminadapor los sentimientosreligiosos,que Pestalozzientrañaen la na-turalezamisma del hombre,y que,por tanto,intervieneneficazmenteen laeducación.La ideade Dios naceenel senode la familia, en la relaciónna-tural madree hijo; estápresenteen la moralidad, en el trato con los demás,en la familia «mi creenciaen Dios es la garantíade mi creenciaen mi pa-drey en todoslos deberesdemi casa»éstadebeseren esenciala educaciónreligiosasegúnPestalozzi”.

La concepciónmoral y religiosa de la educaciónpestalozzianapudoreforzarel partidismode Cardererahaciadichasdoctrinas. En la Pedago-gía Práctica (1874: 52) consideraque «el orden, la regularidad, la since-ridad, la sumisión, el respeto,el trabajo, la aplicación, la caridad,comolos llamadosprincipios democráticos,libertad, igualdad,fraternidad,co-mo todos los deberespara con Dios, paraconsigo mismo y para con losdemáshombres,con cualquier denominaciónque se designen,todos seenseñany se prescribenpor la religión». Atribuye una clara interdepen-denciade la religión con la moral con el carácterde subordinaciónde és-ta con respectoa aquella«no hay educaciónmoral posible sin quea la vezseareligiosa»,afirmaciónque en una sociedadlaica no admitiriamospc-ro comprensibleen su épocacomo profesionalcon clara confesionalidadreligiosa.

Ver Vicén,M. .l.y Aísa, D. (1995). Fuentesdocumentalesde la obra pedagógicadeM. CardererayPotó.Huesca:Escue]aU. del Profesoradode ECE.

‘0 Montesino,P. (1840).Manualpara la enseñanzadepárvulos. Madrid: Imp. Nacio-nal, p. 147

FI Carderera,M. (18532). Guíadelmaestrodeinstrucciónprimaria. ImprentadeA. Vi-cente.Cii. Apéndice,De la educacióne instruccióíi de la niñas,p. 146.

12 En CómoGertrudisenseñaa sushijos, Pp. 117-131.

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En relacióncon la educaciónmoral pudo sentirseinfluenciadoindirec-tamentepor Pestalozzzi,a travésde Mandileny en su conceptoacercadelusode lospremios.

CardereranarraunaconversaciónsostenidaconWerhli’3 enun viaje re-atizadoconjuntamentea Constanza:«durantemi permanenciaen Kreutz-lingen me llevó Werhli aConstanzaparapresenciarunadistribución depre-mios (..)l4.

Celebrósecon las solemnidadesdecostumbreyhubo versos,músicayaplausos.Me interesabaestafiestadejuventud;pero el filósofr, prácticoquesehallabaa mi lado la veíaconla mayorindiferencia. «No megusta,me dijo Werhli, queen las cosasde educaciónse mezclenlas delteatro, ypor esoespara mi muytristeel espectáculoqueacabamosdepresenciar».«Confieso,le contesté,queno participo enteramentedela opiniónde y., yno ha carecidode interéspara mí la solemnidada quehemosasistido».« Ysin embargo, replicó, comprendey. bien la necesidadde quepenetreelprincipio cristiano en la educación.¿Quéhay decristiano en todo lo quehemospresenciado?¿Cuálesson los sentimientosquesehan excitadoenel tierno corazónde esosniños? ¿Nose ha excitadoel orgullo y la vani-dad?¿Nosetrata deexcitarcon repetidosaplausosestossentimientosquedebeahogarel individuo en su corazón?ContinúaWerhli... No sólo siem-bra la discordia dondeno debereinar másqueel amormútuo,lafraterni-dady la confianza,sino quesehabitúaa los niñosa no buscarel bienporelbien mismo;selesacostumbra,no a amarelcumplimientodeldeber, si-no eípremio quede él resulta, lo cual estáen oposicióncon la idea cris-tiana de la moralidad.

A estorespondióCardereradefendiendosuopinión acercadel principiocristianoquedefendíaWerhli con el cual no se identificabanuestroautor

En Principios de educación y métodos de enseñanza’5 exponelo queseestárealizandosobredicha temática,mientrasqueen la Disciplina comomedio indirecto de educación (1890) haymayorelaboraciónpersonalaun-quesiguereflejándosela influenciade los pedagogosya aludidosen publi-cacionesanteriores;abordaasimismoel modode aplicaciónde los premiosy castigosde otros paises.

13 Discípulo de Fellenbergy admiradorde Pestalozzisegúnse deducede la siguienteexpresión«satisfaciéndolemássu relaciónpersonalcon Pestalozzial queconsiderabacomoel mayoramigodelos pobresy dela educaciónpopular».

14 Diccionario de educación.Voz «Emulación»,t. 1V, p. 258.‘~ Carderera,M. (18652). Principios de educacióny métodosde enseñanza.Madrid:

Imp. R. Campuzano.

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Parael análisis de estosmediostieneen cuentalas ideaspropiasde lasociedaden esemomentohistórico: unoslos rechazancomo ofensivosa lacriaturaracional,otros los considerancomo absolutamenteindispensablespor la debilidad de la naturalezahumana.Cardereraanteel usoimpuestoenla sociedadde sutiempo admitelos preíniosy castigos,aunquebajociertascondiciones.

TambiénWerhli mostrabaclaraoposicióna «los premiosconcedidosa lainteligencia, yaquesegúnél, llevan el sellodela injusticia». Cardereracues-tionó estaconvicciónde Werhli, por no ser tan tajantecomo él; admitía laexistenciade aptitudesespecialesen el hombreque le diferenciana la horade adquirir conocimientos,lo queno le impide valorar el esfuerzorealizadoparaconseguirlos diversosaprendizajes.Comosepuedeobservar,Werhli espoco realistafrente al autordel Diccionario que,a pesarde serteórico, semuestramáspróximo a la realidadeducacionalde las escuelas.Aunquenoespartidariode la inadecuadaaplicacióndel sistemade premios,en la ínis-ma líneaquesuscoetáneosespañoles,asumeel hechode dichaprácticamo-tivacional,recogidaigualmenteen el Reglamentoprovisionaldeescuelas,nosin hacerla críticapersonalsegúnsu peculiar filosofía educativa.

Admite la ausencia,hastaesemomento,de la moralidaden la distribu-ción de premios,aunquereprochaa Werhli la excesivacargade ella en susplanteamientos.

En lo referentea la familia proponeCardererael siguientemodelo,si-gtíiendo las doctrinasde Pestalozzi:

El amorfilial, conformea las doctrinasde Pestalozzi,y a lo que nosdice la razón y la experiencia,tiene su origen en los beneficiosy en elamordela madre. Susincesantescuidados,su expansivaternura, seabrenpaso insensiblementeen el corazóndel niño, excitanfuertementesu con-fianza, y éstese la concedeen un principio por instinto, y mástardeporraciocinioy convencimientodesu obligación. elajéctoy la estimaciónsu-ponen,pues, reciprocidad,yestoes lo quenuncadebeolvidar el maestro.

— Procure-queJa escuelase~asemeirpi, ruanin n,,eda serala fnn,ilin i,nitp

a los padresen lo posible repitiendosuscuidados,observandosu mismaconducta, y es seguroque nunca le negarán los niñossu confianzaíá.

Reconocea los padrescomo primerosresponsablesde la educación«yaque la educaciónprincipia en la familia «debencompartirlacon el maestro.«lo naturaly provechososeríaqueamboseducadoressevierancon frecuen-cia, para marcharde acuerdoen la obracomún y a estodebeaspirarse».

‘6 Diccionario de educación...,cit.. p. 130.

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Cardereracuestionalas relacionesfamilia-escuelaal afirmar «los pa-dresraravezse acercana la escuelasino conexigenciasinaceptableso pro-duciendoinfundadasquejas,y el maestrono tienetiempo de sobraparavi-sitas, despuésde sus ordinariasocupaciones.Por lo mismo que ofrecendificultadesestasentrevistas,debenpromoversepor cuantosmediosseapo-sibleeninterésde todos»’7,reflejandoatravésde estostextosunarealidadtodavíapatenteen la actualidadaunquecon maticesdistintos.

Tambiénaludeenla Disciplina (1890: 89-90)aPetalozziparaquien «elamoresel único y eternofundamentode la disciplina».

Paralelamentea su consejopedagógicode estimularlas facultadestan-to corporalescomo mentalesdesdeel momentoquecomienzana manifes-tarse,proponeCarderera«proporcionarlas leccionesal gradode desarrolloy de fuerzapropio de la edady de la aptitud de los discípulos.»

La fundamentaciónteóricadel principio de la graduación de la ense-ñanzapodríasustentarseen Pestalozzi;aunqueconsiderandoqueel propioMontesino fue a su vez maestrode Carderera,se deducetambién la in-fluencia pestalozzianaa travésdel fundadorde la EscuelaNormal Centralde maestros.Véasecómo Mandileny explicaen su carta al pedagogoos-censeesteprincipio educativopestalozziano:

« Ya hemosvisto cómodirigía nuestromaestroel desarrollo gradualde lasfacultadesindividualespor mediodeejercicios queproporcionabantambiénal niño una instrucciónelementalbastanteextensa.»

Tal comorecogeLuzuriaga,Pestalozzirecomienda:

«ordenarprimero las intuicionesy terminar lo simpleantesde avanzaralo complicado.Trata de estableceren cadaarte unagradacióndeconoci-mientos,en quecadanuevoconceptoseasolamenteunaadición pequeña,cast tmperceptible, a los conocimientosanteriores, impresosprofunda-mentey hecho indeleblespara ti»’<,

y sehallaexplicitadoa travésde suobra,en el Prólogoal Libro de las Ma-dres «... la primeracondición de estetrabajoes quesigáispaso a pasolamarchade los ejerciciossegúnyo la he descrito,teniendomuchocuidadode no pasara la segundapartehastaque el niño no solamentehayacom-prendidotodala primera,sino quesepaademásexpresarlacon perfectapre-cisión».

Carderera,M. (1890). Disciplina comomedioindirecto deeducación,pp. ¡ ¡4-115.

‘~ Luzuriaga,L.(i9684).Antologíapedagógica.BuenosAires:Losada,p. 106.

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María JesúsVicenFerra,~do Influenciasde .1? E. Pestalozzien la pedagogíadeMariano Cardedera

Propone,el pedagogosuizo,pasargradualmentede la intuición de cadaobjeto a sudenominación(...)l9.

La graduaciónde los ejerciciosseexplicita en la teoríapedagógicacar-dereriana:

El secretoconsisteen graduar los esfuerzosconformeal progresivodesenvolvimientodel espíritu y acomodar los ejercicios a susfacultadesydisposiciones,graduación y orden que suponenmétodosy procedimientosracionales, los cualesconstituyenun carácter distintivo de la primera en-señanza.>’(1874, t. 1:21)

no establecenla graduación diferentesasignaturas como en laantigua escuela,sino ejercicios diversosacercadecada una deellas, ejer-c~ciosprogresivos segúnel principio sentado, evitando lo mismoel ele-vatse másde lo convenienteen el orden de las ideas, como el descenderhasta la puerilidad, defectosambosigualmenteperjudiciales, en que sue-len incurrir unospor no estudiarbastantela niñezy otrosporqueguiadospor la práctica únicamenteno aprecianbien el movimientodel espíritu ypagan tributo al mecanismoy a la rutina..» (idem, 22)

Propugnaseguir los criteriospsicoevolutivosy sexualespara la aplica-ción de los ejerciciosfísicosen las escuelas.En unaprimeraetapaeducati-va (antesde los ochoaños)sedebecomenzarporjuegos,previosa los ejer-cicios gimnásticos propiamente dichos, ejercicios que pretenden eldesarrollonatural y armónico de las fuerzasy la conservaciónde la salud,considerandoqueen esteperíodono seatienenlos niñosa la reglay la dis-ciplina. Esa la edaddeochoañoscuandofija Cardererael inicio de losejer-cicios elementalesgimnásticos.

Pestalozziadmitíaque las facultadesno eran las mismasen todas lasedades.

Lasfacultadesno son las mismasen todaslas edades:débilesy obtu-sas en la primera infancia (...).Yahemosvisto cómo dirigía nuestro maes-

tro eldesarrollo gradual de las facultade> individualespor medio de ejer-cíclk¿qú¿ »Ñiñ6fúóh=¿bantambiénal niño una tnstruccíoA ¿láhéhiólbastanteextensa><>.

Cardererarecogeestasideasy las hacesuyasdándolessu formaperso-nal, incidiendo igualmenteen el granvalor quedanDupanloup.Niémeyer,

‘~ Cómo Gertrudis enseñaa sus hi¡os, cit. «l)e la intuición y otrostemas»,CartaX, p.104.

20 Cartade Mandileny a Carderera,en í)iccionario de educacióny métodosde ense-

ñanza, t. IV, Pp. 261-262.

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Montesinoal hechodellevar a caboel desarrollodelos ejerciciosfísicos alaire libre y su contactocon la naturaleza.Cardererarecogela propuestamontesinianade utilizar los juegospopularescomo la carrera,los saltos,elcorro, como mediosde la educaciónfísica.

En cualquier caso,la influencia pestalozzianaen ambospedagogosesincuestionabley, por consiguiente,aunque más indirectamente,tambiénrousonianaen lo que respectaa la utilización del medio ambientenaturalcomorecursodidáctico.

TantoPestalozzicomo Montesinodestacaronel valor quetenía seguiren la educaciónel caminoquemarcala Naturaleza,lo queen,cienomodo,influyó en los principios didácticoscardererianos.

En el ámbito de la educaciónde párvulos seguimosconstatandosusfuentesde influencia, así, a pesarde quemantieneuna clara línea de de-fensay respetoa la teoríaeducativadel pedagogozamorano2’,se muestrapartidariode la doctrinafroebelianaconsiderándole

«hombrede talento, de ilustración, de entrañableamora la niñez,Froe-bel, siguiendo la doctrina de su MaestroPestalozziy aprovechandolosadelantoshechospor otrosdiscípulos,formuló un plan de verdaderomé-rito, deprovechosaaplicación, que no dejade ofrecergran novedad,pormásquesefundeenprincipios generalmentereconocidosy adopteproce-dimientosen gran parte ensayados»”.

Anteriormenteen la RevistaAnalesde la Enseñanza(1879)23explicita-ba «los cantos,juegos gimnásticos,como todos los ejerciciosde intuición,vienenyade Pestalozzi;y. menosordenados,de muchoantes.Nadade es-to es peculiar y exclusivo de los Jardines.Lo que caracterizala obra deFróebeles el fin a que seencaminande unamaneraarmónicay en estrecharelacióntodoslos ejercicios».

En cuantoa la intuición atribuyea Pestalozzisu reconocimientoimplí-

cito a la necesidadde las diversasformasde intuición:

2’ «No hansido perdidaslas leccionesdela Cátedray de los escritosdel Sr. Montesi-no, ni la de otrosescritoresy maestrosdistinguidosquehancooperadoasu obra»,expresiónhalladaen «Analesde la Enseñanza»,t. XXII, año34, diciembrede 1880.

22 Congreso Nacional PedagógicaDiscurso resumen de las sesionesde clausura,(1882). Madrid: imprentadeG. Hernando,p. 33.

2> Cardereradivulga la pedagogíafroebeliana en Españaa través de los Anales(1859/60),en La Pedagogíaen la ExposiciónUniversalde Londresde 1862 (1863), Diccio-nario de educación...,etc.

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Al decir Pestalozziquela enseñanzaintuitiva debíavivificar toda laenseñanza,yquedebíaserla basedetodo desarrollo humano,parecede-ducirseclaramentequeno se refería únicamentea la intuición sensible,por másqueprincipiasenpar ella los ejercicios(Diccionario, t. III: 233).

Cardereradiferenciabatres dominios en los quepuedeejercersela in-tuición: la sensible,quees la quese verifica por el intermediode los senti-dos; la intuición mental propiamentedicha, que es la que se ejercepor eljuicio sin intermedio,ni de fenómenossensibles,ni de demostraciónregu-lar; y la moral, la quese dirige al corazóny la conciencia.

A Pestalozzi,como fundadordela verdaderaescuelapopular,le atribu-ye el rangode ser el primeroy máseficazpropagadorde la enseñanzain-tuitiva, el queejerció másgrandey decisivainfluenciaparahacerlaadoptary prevalecen

He seleccionadounaseriedepautasqueCardererarecomiendaensu ar-tículo «Enseñanzaintuitiva»:

La enseñanzaintuitiva no debeextenderseen unprincipio másquealos objetosrealesquepuedenpresentarseinmediatamentea la contempla-ción delniño, a designarlospor susnombresrespectivos,y a hacerlosdis-tinguir por ellos a los discípulos.

Gradualy sucesivamente24seprocedede ias contemplacionesin-

mediatasa las mediatas,y en la mismaproporción se aumentany extien-denlas relacionesqueexistenentreel pensamientoy la palabra; en cuyocasono selimita ya la acciónde la enseñanzasimplementeal tamaño,for-ma, colon númeroy semejanzade los objetosquese presentan,sino quedebenextenderseal origen comoa la consecuencia;a la causa, igualmen-te queal ejtcto, al uso, a su utilidad, bondado malicia, etc:., y por último,su valor y significaciónmorales.

Procediendo,pues,asínaturalmentese han de ir empleandoy dandoa conocertodaslasformas del lenguaje,quees el fin principal deestacla-sede instrucción.(...) Es además(estaenseñanza)la másfavorableal de-sarrollo intelectual,puestoqueno atiende a la elecciónni consecuenciadel asunto, sino sólo al sujeto, y constituye,por decirlo así: la verdaderagimnasiadel espíritu, cuyamateriano puededeterminaríala ensenanza,puesquela suministrade antemanola mismanaturaleza.

(Diccionario, t. III, p. 239)

Como consecuenciade estefin afirma quees la únicaque sepuedeha-cer enestosprimerosañosno procediendoa la lectura,escritura,ni historia

24 Se reiterael principio degraduación.

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sagradahastamástarde«todavez queen ella y no en ningunaotra estribanlos principios de todos los conocimientosreales,y hastalos de la religiónmisma»(Diccionario, 240). En Principios de educación (pp, 12 1-122)con-siderala intuición entre las formas interiores de enseñanzacomo «la quemásimportaconoceralos encargadosde educare instruir a los niños,por-quees la queocasionael primer desarrolloy aplicación de las facultadesmentales,siendoasí la baseparaulterioresprogresos».

Granvalorse le concedea la intuición en lapedagogíacardererianaalconsiderarlabaseo fundamentode los siguientesaprendizajes:«De todosmodos, la intuición es comola llave de oro queabre laspuertasde la inte-ligencia, el puntode partidade la instruccióny la forma de enseñanzamásadecuadaa los estudioselementales».

Hay en dicha pedagogía,un reconocimientoal desarrollopsicoevoluti-yo de la infanciapasandode unafaseperceptivaconpequeñospasosacom-pañadosde imágenesu objetosa,unavezpasadoslos primerosañosde lainfancia, admitir «queel niñoha observadoalgunascosasde por sí, quesele puedehacerconocermejorpor mediodel análisis»,evitandola monoto-fía de lo repetitivo.Afirmación expresadaen el Diccionarioqueya habíasido expuestaen Principios de educación (p. 123 ) ~<... en la instrucciónele-mental, debedominar la forma de intuición, pero prescindiendograduai-mente,y amedidaqueel desarrollointelectuallo consienta,de los objetossensiblesparadejarmasexpeditay variadala accióndel entendimiento,afin de que la instrucciónseamássólida y profunda».

En relaciónala forma depresentarlos conocimientosse inclinaporpar-tir del entornomáspróximoal niño «delo más familiar, agrandandoinsen-siblementeel circulo de los ejercicios,segúnla reglageneraly la primeraentretodas,depasarde lo conocidoa lo desconocido»(ibid., 124).

Es másexplicito al proponerque«los primerosejerciciospuedenversarsobrela escuela,la casapaternay las costumbresqueen ella se observan,el puebloy sus alrededores,puestodo estoes familiar al niño. Sucesiva-mentese pasaaejerciciosmasdifíciles a quese le hayapreparadoconlosanteriores».

Considerointeresanteexponerel siguientetexto del Barónde GerandoporqueevocaaPestalozziy Cardereralo transcribeen un artículodel Dic-cionario.

Se manifiestael Baróncomoferviente entusiastadel métodode la in-tuición y la utilización de recursosdidácticosfacilitadoresdel aprendizaje;asícomo de la aplicacióndel principalde ellos: la naturaleza.

Fácil es ya concebircuál es elprincipio de la intuicion, queprofeso-res célebreshan consideradocomofundamentoy alma de susmétodos,y

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cuál el mérito del mismo principio. La intuición es la vista, la coniempla-ción directa, inmediata,de los objetos;la quesustituyela cosadefinida ala definición, la realidada las formulas, los hechosa las convenciones.

El métodoadoptadopor Pestalozzi’>para enseñarla aritmética, ofre-c~e un ejemplopalpabledelo quedecimos,Entren VV. en nuestrasescue-las depárvulosy...

La intuición contemplalos objetosfrenteafrente, talescomoson, di-recta e inmediatamente;descorreel velo que el lenguajey los signosdeconvenciónhanpuestou la naturaleza;colocaal niño delantede los seresreales; le habitúa a observary le obliga a reflexionar.

El usode estampasy grabados,sujetoa cierzas- reglas,favorecemu-cho la intuición; se el ejercicio del dibujo ofreceen esteconceptonuevasventajas,obligando al niño a reproducir las proporciotíes y las formas.Hagamosmás todavía:queal salir de la escuelavayael niño a explorarel gran campode la naturaleza,y apelemosa susrecuerdosaún en eí cur-so de las lecciones

El métodode intuición, pues,e.s sumamenteadecuadoa las escuelasdeprimeras letras, y sirvede solidisitnocimientoal edificio de la instruc-ción. La intuición es la gran escuelafondadapor la naturaleza,y abiertasiemprea la inteligenciahumana. (...) La intuición educael sentidoco-mún, desarrolla las facultadesintelectuales,y ejercita la actividadde laatencióny la sagacidaddeljuicio.

No haycosamassencillaa primeravista, ni cuyousoparezcamásJi-cuí, queel principio de la intuición; tal es el carácterde todo lo verdade-raníentegrande y útil. Sin embargo,denada sirve esteinstrumentoal ma-estro hasta que se acostumbraa manejarlo. (...) ¡Eduquémonos,pues,nosotrosmismos;convirtámonosen discípulosdela naturaleza;aprenda-mosa ver, y a ver bien,para poderdespuésenseñar!(...)26

Se reiterala influenciapestalozzianaen la doctrinade Cardereraal alu-dir al principio de graduaciónde la enseñanza,y al valor de la enseñanzamaterna27«la madrelos practicainstintivamente,contestandoa las pregun-tas que le dirigen sushijos desdequecomienzana hablarContinúanluegoen la escuelaantesde queel niño sepaleer, siguiendola marchade la ma-

25 El BaróncitaexplícitamenteaPestalozzi.Y tal comopuedeconsultarseenVicén,M.J. (1995, p. 189), De Gerandofue el autor másutilizado porCarderera(24 citas y III pági-nas).Sus textossereproduceníntegramentea travésdealgunosartículosdel DiccionariodeCarderera(ibidem,93).

~ Gerando,Barónde (1853). CursoNormaldeMaestrosdeprimerasletras... Madrid:Imprentaeconómicade educacióny enseñanza,Pp. 57-58.

~ ProponíaPestalozziun ideal educativoencarnadocorno la mujer-madreen Gertru-dis, protagonistade «Leonardoy Gertrudis».La¡nanetacómogobernabasu casay cómoedu-cabaeinstruíaasushijos erael ideal queproponíaparala educacióneinstrucciónpopular.

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dre, acomodándosepor otra parteal progresivodesarrollode la inteligen-cia.» Asimismo advierteque debehaberunaregla fija y constante:«el or-deny sucesiónde las percepcionesdel discípu1o>~.explicándolade la si-guienteforma:

Esta graduacióndel estudioes lo racional en todoslos ramosde en-señanza.No consiste,como ordinariamenteseentiende,en aprenderunaparte de una asignaturay las restantesen otros grados, sino las nocionesmas elementalesde cada una de las partes en el primero, ampliándolasprogresivamenteen los sitcesivOS’

8.

Se debecomenzarpor lo sencilloparallegar alo expositivo,adecuadoa la edady disposicionesintelectualesdel niño, quienesal adquirir los co-nocimientosdebenhabituarsea «observary deducir consecuenciasde loqueobservan,asícomoa expresarsusideasy sentimientos,queesel fin aquese aspira»(1874,1. 1, 140).

Carderera,M. (1874).PedagogíaPráctica,Madrid: Imprentade O. Remando,tI, p.139.

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