Kraus, hans joachim_-_los_salmos_60-150

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LOS SALMOS vol. TI oachim Kraus

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Tradujo Constantíno Ruíz-Garrido sobre el origmal alemán Psalmen n. Psalmen 60-150
© Neulmchener Verlag, Neulmchen-Vluyn 61989 © Ediciones Sígueme. S.A , 1995
Apartado 332 - E-37080 Salamanca/España ISBN 84-301-1170-0 (obra completa) ISBN 84-301-1246-4 (tomo 11) DePÓSito legal S 75-1995 Pnnled m Spam Impnme Gráficas Varona Polígono El Montalvo - Salamanca 1995
CONTENIDO
Salmo 60: La palabra de Yahvé como ayuda en grave opresión.. 11 Salmo 61: «Desearía cobijarme en el refugio de tus alas» 19 Salmo 62: «Sólo en Yahvé encuentra descanso mi alma» 25 Salmo 63: «Tu bondad es mejor que la vida» 33 Salmo 64: El juicio de Yahvé sobre las funestas intrigas de los
enemigos 41 Salmo 65: Loor a Dios que escucha y bendice 47 Salmo 66: Himno de acción de gracias de la comunidad liberada
y voto de alabanza de un individuo 57 Salmo 67: «¡Alábente todas las naciones, oh Yahvé!» 67 Salmo 68: Himno a la manifestación de Yahvé 73 Salmo 69: Los sufrimientos del celoso siervo de Dios 93 Salmo 70: «¡Ven en seguida en mi ayuda!» 105 Salmo 71: «No me rechaces en el tiempo de la vejez» 109 Salmo 72: Oración pidiendo para el soberano un reinado lleno
de bendiciones 117 Salmo 73: «Tú me has tomado de la mano derecha» 129 Salmo 74: «¿Por qué, oh Yahvé, nos has rechazado para siem-
pre?» 147 Salmo 75: Yahvé viene a juzgar 159 Salmo 76: Juicio de Dios sobre los reyes de la tierra 165 Salmo 77: «Recordaré las obras de Yahvé» ... . .. .. .. . .. .. .. .. . 173 Salmo 78: El misterio de la historia 181 Salmo 79: «¡Oh Yahvé, las naciones han invadido tu heredad!». 201 Salmo 80: «¡Oh Yahvé Sebaot, restáuranos!» 209 Salmo 81: El júbilo festivo y la ley de Dios 221 Salmo 82: Juicio de Yahvé sobre los jueces divinos 233 Salmo 83: Oración contra la conjura de las naciones circundantes. 241 Salmo 84: Cántico del peregrino ante las puertas del santuario. 251
Salmo 85: Yahvé habla de salvación 261 Salmo 86: «¡Inclina, oh Yahvé, tu oído, escúchame!» 271 Salmo 87: «A Sión la llamo madre» , .. ... .. . 279 Salmo 88: «Mi vida está cerca del reino de los muertos» 287 Salmo 89: Elección y reprobación del reino de David 297 Salmo 90: Lamento por lo perecedero de los hombres ante el
Dios eterno 319 Salmo 91: Seguridad bajo la protección del Altísimo 329 Salmo 92: Himno al obrar justo de Yahvé 339 Salmo 93: Yahvé como rey sobre las aguas embravecidas 347 Salmo 94: «¡Oh Dios de la venganza, manifiéstate!» 355 Salmo 95: Exhortación profética a entrar procesionalmente en
el santaurio 365 Salmo 96: «¡Proclamad entre las naciones: Yahvé es rey!».... 373 Salmo 97: «¡Yahvé es rey! ¡Regocígese la tierra!» 381 Salmo 98: «Todos los confines de la tierra ven la salvación de
nuestro Dios» .. .. ... .. . .. .. .. .. .. . . ... .. .. .. ... .. ... .. .. . 389 Salmo 99: «¡Yahvé es rey! ¡El es santo!» 397 Salmo 100: La entrada procesional del pueblo de Dios 405 Salmo 101: Sobre el oficio de juez del rey........................... 409 Salmo 102: Oración de un afligido 417 Salmo 103: «Misericordioso y clemente es Yahvé» 427 Salmo 104: Gozo en la creación divina 437 Salmo 105: El pacto de Yahvé con los padres de Israel......... 451 Salmo 106: La bondad de Yahvé y la culpa de Israel............ 463 Salmo 107: Liturgia para una fiesta de acción de gracias por los
liberados 477 Salmo 108: «Mi corazón está consolado, oh Yahvé» 489 Salmo 109: Súplica pidiendo salvarse de la maldición de los
enemigos .. . .. ... . .. .. . .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. .. ... . .. . 493 Salmo 110: El rey-sacerdote 505 Salmo 111: «El instituyó un memorial de sus maravillas» 523 Salmo 112: «Feliz el hombre que teme a Yahvé» 531 Salmo lB: Excelsitud y misericordia de Yahvé 539 Salmo 114: El milagro de subyugar el mar 545 Salmo 115: Gloria y majestad de Yahvé 555 Salmo 116: «Alzaré la copa de la salvación» 567
Salmo 117: Salmo 118: Salmo 119:
Salmo 120: Salmo 121: Salmo 122: Salmo 123: Salmo 124: Salmo 125:
Salmo 126:
Salmo 127: Salmo 128: Salmo 129:
«¡Alabad a Yahvé todas las naciones!» 577 «¡No moriré, sino que viviré!» 579 Sobre el misterio y el milagro de las instrucciones de Yahvé 593 «¡Ay de mí, que fui extranjero en Mésec!» 621 «La ayuda me viene de Yahvé» 627 Alegría y petición de un peregrino 635 «A ti levanto mis ojos» 643 «Si Yahvé no hubiera estado a nuestro favoL .. » 647 «Los que confían en Yahvé son como el monte Sión» 653 «Los que siembran con lágrimas consecharán con júbilo» 659 «Si Yahvé no edifica la casa» 667 «¡Feliz todo el que teme a Yahvé!» 673 «Muchas veces me han oprimido desde mi juven- tud» 677
Salmo 130: Desde profunda angustia 683 Salmo 131: «¡Oh Yahvé!, mi mente no está ensoberbecida» 691 Salmo 132: La elección de David y de Sión 695 Salmo 133: La convivencia armoniosa entre los hermanos 713 Salmo 134: La alabanza de Dios por las noches 717 Salmo 135: «Yo sé que Yahvé es grande» 721 Salmo 136: Liturgia de acción de gracias por los actos salvíficos
de Yahvé 729 Salmo 137: <<Junto a los ríos de Babilonia » 737 Salmo 138: «Te doy gracias de todo corazón» 745 Salmo 139: «¡Oh Yahvé, tú me has escudriñado y me conoces!». 751 Salmo 140: «Líbrame, oh Yahvé, de los hombres malvados!» 767 Salmo 141: Oración pidiendo protección contra el poder los
impíos 773 Salmo 142: «Nadie se interesa por mi vida» 779 Salmo 143: «¡No entres en juicio con tu siervo!» 785 Salmo 144: Oración de súplica del monarca 793 Salmo 145: «Tu reino es un reino eterno» 801 Salmo 146: «Alaba, alma mía, a Yahvé» 809 Salmo 147: «Grande es nuestro Señor y rico en poder» 815
Salmo 148: Alabanza del cielo y de la tierra 823 Salmo 149: Cántico de alabanza bajo el signo del juicio sobre
las naciones 831 Salmo 150: La alabanza de Dios con música sacra 837
Indice de citas bíblicas . 841 Indice temático 877
Salmo 60
LA PALABRA DE YAHVE COMO AYUDA EN ORAVE OPRESION
BlbllOgrafía: S. Mowinckel, Psalmenstudlen III Kultpraphetle und Kult­ praphetlsche Psalmen (1923); C. R. North, c:rv ilji'mN m'VN: VT 17 (1967) 242-243, F C. Fensham, Ugarltlc and the Translatar af the Old Testament: The Bible Translator 18 (1967) 71-74; Z. Welsman, i11'V'!l' «m'VN» ''V: Bet Miqra' 13, 3 (1968) 49-52, J. Jeremlas, Kultpraphetle und Genchtsverkundlgung In der spaten Kamgszelt Israels, WMANT 35 (1970) 149, U. Kellermann, Erwagungen zum hLStanschen Ort van Ps 60: VT 28 (1978) 55-65.
1 Para el director del coro. Según «Lirio» (?). Testimonio. Miktam. De David. Para instrucción.
2 Cuando combatióa con Aram Naharaim y Aram Zoba; cuando Joab se volvió y derrotó a Edom en el valle de la Sal, doce mil hombres.
3 ¡Oh 'Yahvé'b, tú nos has rechazado, nos has quebrantado, te has airado con nosotros! ¡restáuranos!
4 ¡Has hecho temblar la tierrac , la has hendido;
sana sus hendiduras, porque se tambalea! 5 Crueles cosas has hecho vivir" a tu pueblo,
nos diste a beber vino que hace tambalearse. 6 'Erige" una señalf para los que te temen,
para que puedan huir del arco. Sela. 7 ¡Para que sean salvados tus amados,
ayuda con tu diestra! ¡escúchanos! 8 'Yahvé'g ha hablado en su santuario:
«¡Triunfaréh, dividiré a Siquén, repartiré el valle de Sucot!
9 ¡A mí me pertenece Galaad, a mí Manasés! ¡Efraín es la protección de mi cabeza, Judá es mi cetro!
10 ¡El 'mar" de Moab es la jofaina en que me lavo! ¡Sobre Edom arrojo mi zapato! ¡'Sobre') el país de los filisteos 'gritaré de júbilo'!».
11 ¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada, quién 'me escoltará'k hasta Edom?
12 ¡Oh 'Yahvé')! ¿No nos has rechazado y no te retiraste "m con nuestros ejércitos?
13 ¡Concédenos salvación del enemigoD ,
porque vana es la ayuda de los hombres! 14 Con Dios realizaremos proezas;
él hollará a nuestros opresores.
2 a G, o': U'''~iJ:J.
3 b Por estar en la parte del Salterio revisada elohísticamente, habrá que leer aquí probablemente ilH,' en lugar de D'il7N.
4 c Probablemente la separación de las palabras debiera ser diferen- te de la que vemos en el TM: 'I"NQ l;l~V'il.
5 d Teniendo en cuenta el paralelismo de los miembros sería reco- mendable introducir la corrección l;l"'il, pero se puede seguir también el TM.
6 e Se ajustaría más al sentido leer il~Tl.
f Enmendar el texto y leer tm~ (<<refugio») no es absolutamente necesario (cf. infra, el «Comentario»).
8 g Cf. la nota b.
h 'Y1jJwih'jOOl-taL en el G es probablemente traducción de m7VN (<<triunfan»; no es necesario corregir il!V~ (cf. también Sal 108,8). So­ bre los problemas de crítica textual del v. 8, cí. también los estudios de C. R. North, VT 17 (1967) 242s y de Z. Weisman.
10 i Para simplificar la comprensión del texto, suele añadirse :JNln D~, o mejor (dando por supuesta una haplografía) :JNln 'l:l.
j TM: «Gózate sobre mí, tierra de los filisteos»; sin embargo, se­ gún el S y Sal 108,10, debiéramos leer V:l?"TlN Tl~7!l ''7:v.
11 k TM: «Me ha escoltado» (cí. también Sal 108,12); pero según G y S, Yconforme al paralelismo de los miembros, habrá que preferir ')m~.
12 Cf. la nota b.
m Por razones métricas y según o', S, habrá de suprimir probable­ mente D'il?N.
13 n Sobre la sintaxis, cí. BrSynt § 155b.
Forma
En el Sal 60, las relaciones métricas nos proporcionan valiosa información sobre la forma y la estructura del cántico. En los
v. 3-7.11-14 se observan dobles cadencias de ritmo ternario, mientras que la sección central (v. 8-10) presenta un metro tri­ membre (3 + 3 + 3). Esta observación nos conduce inmediata­ mente a la explicación del tipo del salmo. En los v. 3-7 resalta con claridad el elemento dominante de todo el salmo: el cántico de oración de la comunidad. Cf. Introducción § 6, 2, IB. Este cántico de oración de la comunidad continúa en los v. 11-14, debiéndose tener en cuenta que en el v. 11 se escucha la voz de un solista. Los v. 8-10, pronunciados claramente por Dios, con­ trastan vivamente con el marco del cántico de oración. Estos versículos se entienden únicamente como expresión de un acto de profetismo cultual (S. Mowinckel, J. Jeremias). En la secuen­ cia «lamentación - oráculo -lamentación», H. Gunkel ve la pro­ gresión de una liturgia. Pero sería más prudente hablar de la combinación de diversos fragmentos de una secuencia cultual que no puede ya determinarse claramente en cuanto a sus deta­ lles y su progresión. Ahora bien, estas reflexiones nos conducen ya a las cuestiones relativas a la determinación del lugar y la situación del presente salmo.
Marco
Los cánticos de oración de la comunidad se interpretan gene­ ralmente dentro de un gran ceremonial cúltico de lamentación (H. Gunkel-J. Begrich, EinlPs § 4). S. Mowinckel piensa en un «día de arrepentimiento después de una derrota» (PsStud IIl, 68). La comunidad, que se lamenta y ora, aguarda un «oráculo como respuesta a la oración». Suplica: mv (v. 7b: «¡escúcha­ nos!»). Tal «oráculo como respuesta a la oración» se expresa en los v. 8-10. Pero uno se pregunta si las palabras divinas citadas en el Sal 60 trasmiten un mensaje actual o si se trata de una referencia a un mensaje divino más antiguo que se conserva en la tradición del santuario. La forma de la introducción en el v. 8aa y las reflexiones sobre el marco histórico del salmo (cf. infra) hacen que nos parezca posible que los v. 8-10 contengan un orá­ culo más antiguo, con cuyas palabras la gente se siente consolada y fortalecida en la opresión actual. Pero, una vez expresada esta hipótesis, surge inmediatamente el interés por una descripción más detallada de la «situación actual» de tribulación que permita entender la oración de la comunidad. Durante mucho tiempo se pensó que en el Sal 60 se reflejaban los sucesos del tiempo de los macabeos (Hitzig, Olshausen, Wellhausen, Duhm, Buhl, Staerk). Pero esta datación histórica tiene su origen en un prejuicio rela-
tivo a la génesis de los salmos en general. En comentarios más­ recientes se tienen en cuenta diversas dataciones posibles, las cua..; les apuntan muy a menudo hacia tiempos anteriores al destierro.
En primer lugar habrá que preguntarse quién es esa personar individual que en el v. 11 se separa de la comunidad que s&' lamenta. ¿Se tratará de un rey o de un general que quiere em'" prender una campaña militar contra Edom? En ese caso podría­ mos tomar como base, por ejemplo, los sucesos bélicos que se' describen en 2 Re 8,21ss. Ahora bien, la expedición de Jorán contra Edom no guarda relación alguna con la catástrofe descrita' en los v. 3-5. Además, en los v. 8-10 se presupone que los terrii torios de Israel septentrional se hallan en manos extranjeras (cf. infra, «Comentario»). Así que, en todo caso, habrá que fijar' como «terminus a quo» el año de la caída del reino septentrional (722 a. C.).
Lo mejor sería comenzar con la descripción que se hace en los v. 3-5 Y que quizás alude a la caída de Judá (587 a. C.). En rela­ ción con esto pudiéramos entender posiblemente la huida de un grupo (v. 6b) y la pregunta de un individuo sobre quién le condu­ cirá sano Y salvo al territorio de Edom (v. 11). Después del de­ rrumbamiento del reino meridional, los moradores de Judá huye­ ron nO sólo a Egipto sino también, entre otros lugares, a Edom (Abd 14; Jer 40,11; M. Noth, Historia de Israel, 268). Si fijamos el Sal 60 en la situación de esa huida (yen favor de ello hablaría principalmente el v. 6b), entonces se hace problemático - cierta­ mente- el v. 14. Este versículo anuncia la realización de actos de victoria. Podríamos entonces preguntarnos: el v. 14 ¿será tan sólo una fórmula tradicional, o los v. 11-14 ofrecen una perspectiva que contempla retrospectivamente las predicciones proféticas que anunciaban la derrota de Edom (cf. por ejemplo, Am 9,12, y prin­ cipahl1ente SaI60,1O)? Habrá que tratar con suma prudencia todas las consideraciones y reflexiones acerca de la situación histórica subyacente al salmo, porque las relaciones cultuales de un salmo no se pueden trasponer a la historia de Israel sino con considera­ bles dificultades y con atrevidas hipótesis. De todas formas, el cántico de oración y la trasmisión por el profetismo cultual de una palabra de Dios también nos permiten tener en cuenta un Sítz im Leben de carácter cultual. J. Jeremias entiende que el Sal 60 es una «liturgia de lamentación» en la cual se pronunciaban «pala­ bras de profecía cultual acerca de naciones» (Kultprophetie und Gerichtsverkündigung in der spiiten Konigszeit Israels, 149). Compara el Sal 83 con el Sal 60. La mención de multitud de pueblos podría ser explicada con las series de sentencias sobre
las naciones en los profetas canónicos (J. Jeremias). Pero aun esta explicación cultual no debe considerarse sino como un intento de dilucidar los problemas, muy difíciles, que el salmo entraña.
Comentario A propósito de n~m7, cf. Introducción § 4, n.O 17. A propó- 1
sito de l~hv, cf. el comentario de Sal 45,1. A propósito de m¡:v., cf. Introducción § 4, n.O 21. A propósito de CI.;1:;Jr,J, d. Introduc­ ción § 4, n.O 4. A propósito de ¡'¡7, cf. Introducción § 4, n.O 2.
La referencia (secundaria) a la situación que conecta el Sal 2 60 con acontecimientos del tiempo de David, alude a lo que se narra en 2 Sam 8; 10,13.18, pero comete inexactitudes en el re­ flejo de los hechos (2 Sam 8, 13 habla de 18.000 hombres). Para la localización del «valle de la Sal», cf. M. Noth, Der alttestament­ liche Name der Siedlung auf chirbet l$:umran, en Aufsiitze zur biblischen Landes- und Altertumskunde I (1971) 343.
La comunidad, en su lamentación, está segura de que ha sido 3-7 rechazada y olvidada por Yahvé (cf. Sal 44,lOss; 74,1). En medio de su cólera, Dios ha abierto una brecha aniquiladora (para el significado de 'l'1!:1, consúltese Jue 21,15; 2 Sam 5,20). Desde las profundidades de la lamentación, la comunidad suplica y pide ardientemente la restauración. En el v. 41a catástrofe se proyec- ta a dimensiones cósmicas. La desgracia es como un terremoto que hace que tiemble el mundo y lo desgarra abriendo grietas. La imagen se refiere a Siria y Palestina, visitadas muy a menudo por grandes terremotos. La tierra se tambalea. Con la destruc- ción del pueblo de Dios se han estremecido los fundamentos del mundo. La comunidad pide ahora a Yahvé que sane los desga­ rramientos de la tierra, restaurando a su pueblo. La lamentación del v. 5 presenta ante los ojos de Yahvé la horrible experiencia de una catástrofe histórica: la comunidad sufrió crueles cosas (i1Vj7); tuvo que beber «vino que hace tambalearse» (cf. Sal 75,9) -se le predijo el destino de destrucción-o Ahora los su­ pervivientes aguardan una señal para huir (v. 6; cf. Jer 4,6); pi- den ardientemente la intervención poderosa y salvadora de Yah- vé (v. 7). Los que se lamentan y oran se llaman a sí mismos 1~N1~ (<<los que te temen») y 1~¡~¡~ (<<tus amados»); se conside- ran personas para quienes Yahvé es una realidad viva; saben que son amados por él, incluso en el juicio. Con la viva exclama- ción pidiendo ser escuchados (ml'), el cántico de lamentación y de súplica se interrumpe de manera súbita. En los v. 8-10 encon­ tramos la respuesta de Dios.
8-10 La fórmula de introducción n~hi':J 1:Ji mil' (<<Yahvé ha ha- blado en su santuario») presenta el «oráculo de salvación» tras­ mitido por un sacerdote o profeta cultual (d. J. Begrich, Das priesterliche Heilsorakel: ZAW 52 [1934] 81-91). En el santuario la respuesta divina es recogida por los portavoces mediadores (sobre los v. 8-10, d. la tradición paralela que se halla en Sal 108,7-14). Pero ¿qué es lo que nos dice el pasaje? Yahvé triunfa como vencedor que ha conquistado grandes territorios y que ahora los reparte como botín (v. 8) y proclama su derecho de posesión (v. 9-10). Siquén, ese antiguo centro (tell baláta) de Israel septentrional, es asignado de nuevo «como parte» -a Is­ rael, pueblo de Dios-. Se presupone que los territorios de Israel septentrional enumerados en los v. 8-9 habían caído en manos extranjeras (en el año 722 a. C.; cf. 2 Re 17,24; Jer 49,1). Se mide también de nuevo (para su distribución) «el valle de Su­ co!»: aquel territorio que se extiende desde ed-dámje hasta tell deir 'alla (Sucot). «Siquén» y el «valle de Suco!» difícilmente se mencionan por las razones dichas, sino que se los enumera como «pars pro toto». En el v. 10 se proclaman los derechos de pose­ sión de Yahvé que se extienden. «Galaad», al este del Jordán, y «Manasés» pertenecen a Yahvé, y no a los poderes extranjeros que allí se habían asentado. «Efraín» -aquí probablemente el término general para designar a Israel septentrional- es el yel­ mo de Yahvé; Judá, su cetro (cf. Gén 49,10). Por tanto, en los v. 8-9 se decreta que el antiguo orden de posesión y dignidad, tal como existe desde tiempos antiguos, no ha sido abolido. Canaán es el país de Yahvé; el territorio de Israel septentrional, territo­ rio que se halla en manos extrañas, es propiedad de Yahvé. Efraín no ha…