Casals, Xavier El regreso de Winston Churchill

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    Historiador

    CHURCHILL HA SIDO ELLDER BRITNICO MSFAMOSO DEL SIGLO

    XX, INSEPARABLEDE SU PURO Y SUGESTO DE VICTORIA.EN SEPTIEMBRE DE1939 SE CONVIRTIEN ALMIRANTEINGLS: "WINSTON ISBACK!" -"WINSTONHA VUELTO!"- FUE LANOTICIA QUE CIRCULEN LA FLOTA. PERO

    SU XITO MILITAR NOEVIT SU DERROTAELECTORAL EN 1945.

    < CHURCHILL MANIFIESTA SU FEEN LA VICTORIA aclamado por lamultitud, act itud que le inmortalizdurante la Segunda Guerra Mundial.

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    El regreso de Winston Churchill

    "La poltica es casi tan excitante como laguerra... e igual de peligrosa", dijo Churchill.

    WINSTON CHURCHILL EN 1880.cuando tena cinco aos.

    0 CON VEINTE AOS, Churchill se habaconvertido en un galante cadete, aunquecurs sus estudios militares con dificultad.

    ID "NUESTRO HOMBRE EN SUDFRICA":en 1890 era corresponsal de guerra enSudfrica. Hecho preso por los bers,logr huir y devino un "hroe nacional".

    CARTEL BER que ofrece unarecompensa de 25 libras por Churchill.

    EL 3 DE SEPTIEMBRE de 1939Francia y Gran Bretaa declararon

    la guerra a Alemania y Churchill

    fue nombrado Primer Lord del

    Al mi ra nt az go , ca rg o qu e des empe 20

    aos antes, y la oficialidad naval lo ce-

    lebr. Pese a rondar 65 aos, Churchill

    conoci entonces su poca vital ms in-

    tensa, que le convirti en un mito. Pero...

    Quin era aquel curtido poltico?

    Hijo de una norteamericana de fami-

    lia rica, Jennie Jerome, y de un arist-

    crata ingls, Lord Randolph Churchill

    (descendiente del duque de Marlbo-rough), compagin las armas, las letras

    y la po l ti ca a lo lar go de su s ms de

    noventa aos, ya que naci en 1874 y

    falleci en 1965. Ingenioso, acu fra-

    ses como sta: "La poltica es casi tan

    excitante como la guerra... e igual de

    peligrosa". Y su odisea pareci empea-

    da en corroborarlo.

    Militar intuitivo y escritor de talen-

    to (gan el Premio Nobel en 1953), fue

    gran conversador y pintor de ciertas

    dotes; bon vivant y gran bebedor. Su

    cosmovisin hoy se nos antoja "polti-camente incorrecta", ya que como im-

    perialista quiso aplastar a Mohandas

    Gandhi y como antibolchevique valor

    de manera positiva el ascenso de Adolf

    Hitler y Benito Mussolini, aunque luegosupo discernir el peligro que el fascis-

    mo encarn y le convirti en el poltico

    ms capacitado para liderar la guerra.

    A la vez , su len to ec l ip se po l ti co de sde

    1945 reflej el de su pas como poten-

    cia colonial, pues Churchill encarn las

    pretendidas virtudes del "hombre blan-

    co" que cant Rudyard Kipling, el bar-

    do del imperio al que admir.

    UNA JUVENTUD IMPERIAL:ENTRE LOND RES Y SUDFRIC AEl nacimiento de Churchill el 30 de no-

    v i emb re de 18 74 en el guardarropa de l

    palacio de Blenheim, donde sus padres

    asistan a un baile, pareci anunciar

    su posterior irrupcin arrolladora en

    el universo de las armas y la poltica.

    Su infancia transcurri marcada por el

    afecto de su niera (conserv su retra-

    to en el despacho siendo primer Minis-

    tro), la complicidad con su madre (que

    tuvo numerosos y destacados amantes)

    y el gran dist anciamien to de su pa dr e,

    a menudo ausente y de trato fro y se-

    vero c on su s vs ta gos .Sin embargo, ello no impidi que el

    nio Winston desarrollase gran admi-

    racin hacia su progenitor: un hombre

    excntrico, inteligente y orgulloso que

    tuvo estrechos vnculos con el Prncipe

    de Gales (el heredero del Trono) hasta

    que un embrollo sentimental de ste

    ltimo les distanci. Randolph march

    entonces a Irlanda como secretario eje-

    cutivo de su padre, nombrado virrey.

    Luego protagoniz una brillante tra-

    yec to ria po lt ic a en el pa rti do Co ns er -

    vador y ll eg a se r ca nc il ler de l Ex ch e-quer (ministro de Economa y virtual

    nmero dos del gobierno). Pero por

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    Fue un estudiante .rebelde y poco aplicado, mereciendo castigos severosy duras palizas en los internados, lo que marc su carcter rebelde.

    motivos que nunca han quedadoclaros, dinamit su brillante carre-ra poltica al dimitir de todos suscargos por una nimia discusincon el ministro de Defensa.

    Wi nst on fu e un es tu di an te re-be lde y po co aplicado, lo qu e lehizo acreedor de los severos cas-tigos y palizas de los internados,que creci deslumhrado por supadre clebre y arrogante. Cuan-do ste le hizo ingresar en la Aca-

    demia Militar de Sandhurst, nolo logr hasta el tercer intento,con 19 aos. Sin embargo, cuan-do termin sus estudios en 1894,el joven Winston inici lo queconstituy un imparable saltoal estrellato: "De los veinte a los

    ve in ti ci nc o sos son mi s aos!",escribi posteriormente. Y lo hizocon razn. Como su padre murien la pobreza en 1895 y apenashaba dinero para pagar las deu-

    4 EL "DAILY MIRROR" dedica su portadaa la eleccin de Churchill como nuevomiembro de la cmara de los Comunes.

    das, la falta de una gran fortunafamiliar y su sed de aventuras lellevaron a compaginar las armas

    y las let ras. Por me di ac i n de sumadre, que se entrevist con po-lticos y militares, logr ser des-tinado donde haba conflictos ypudo ganar dinero enviando re-portajes a la prensa. Estos fueron

    bi en ac og id as tant o por su es ti lofresco como por su contenido,al criticar sin ambages la direc-cin militar britnica. As, viaj aCuba en 1895 Y luego envi cr-nicas desde la India, la fronteraafgana, Sudn -donde participen la ltima carga de lanceros bri-tnicos en Omdurman- y Ciudaddel Cabo. Ello puso de relieve sucarcter intrpido y le proporcio-n sus primeros xitos como

    CHURCHILL PRIVADOCHURCHILL FUE UN HEDONISTA INTELIGENTEy dotado de sen-tido del humor, al que encantaron el lujo, la buena mesa, los licoresy los habanos. Sus gustos no cambiaron al asumir la direccin dela guerra, cuando su largo horario de trabajo discurri de las 8 de lamaana hasta las 2 o las 3 de la madrugada, con una siesta irrenun-ciable de una hora despus de un gape acompaado por brandy,champn o whisky. El agua mineral, explica Alfredo Barberis en Chur-chill,no form parte de sus bebidas (tomaba caldo antes de dormir),mientras los puros nunca faltaron en su mesa. Incluso los fumaba

    mientras se afeitaba o lea en la cama y le gustaba clasificarlos segnsus tamaos y calidades en cajas y con rtulos como "grande", "pe-queo" o "habano". Tena asimismo caras aficiones: coches y -c om o

    jugador de polo- caballos y en plena guerra mundial, en sus siestas,tomaba baos de mar relajantes y al dormir gustaba de una bolsa deagua caliente cuya funda tena un oso panda bordado.

    Poda ser colrico e insultar a criados y subordinados, as comocon su esposa, y le emocionaban sus vnculos con la familia real.Sin embargo, en trminos de protocolo Churchill poda mostrarsemuy despreocupado, hasta el punto que el presidente Rooseveltentr en su habitacin en una ocasin y le hall tan solo envueltopor una toalla. Churchill distendi la situacin con un jovial comen-tario: "El primer ministro britnico no debe esconder nada al presi-

    dente de los Estados Unidos".

    CHURCHILL EN LA PORTADA DE "LIFE"en 1945.

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    El regreso de Winston Churchill

    Tras convertirse en un hroe nacional durante la guerra contra los bers,dej la milicia para dar el salto a la poltica, siendo diputado en 1900.

    escritor, notablemente por sus crni-

    ca s La historia del cuerpo expediciona

    rio de Malakand, y devino uno de los

    periodistas mejor pagados de la poca.

    Pero la llegada de la celebridad tuvo

    lugar en 1899, cuando devino un hroe

    nacional al ser capturado en Sudfrica

    por los bers (en guerra con los brit-

    nicos) y logr huir a pesar de que se

    ofreci por l una recompensa de 25

    libras, vivo o muerto (cuando cumpli

    90 aos el alcalde de Pretoria se lo re-

    cord orgulloso de haberle acogido

    como "husped involuntario").

    EL SALTO A LA ARENA POLTICAEn 1900, con 26 aos, Churchill era

    un joven prometedor y bastante famo-

    so como para hacer giras en calidad

    de conferenciante. Ese ao ocurrieron

    dos hechos llamativos. Uno fue que en

    una de sus charlas en EE.UU., el escri-

    tor Mark Twain le present de modo

    proftico: "hroe de cinco guerras,

    autor de seis libros y futuro Primer

    Ministro de Inglaterra". El otro fue su

    eleccin como miembro de la cmara

    de los Comunes por los conservadores,

    donde tampoco pas desapercibido. A

    ello le ayudaron su oratoria efectista y

    el abandono de sus fi las para sumarse

    a las de los liberales, hecho que -por

    inslito- alborot la poltica britnica

    de la poca. Churchill desarroll una

    estrecha sintona con un carismtico

    lder de su nueva formacin, David

    Lloyd George, y pronto descubri los

    secretos de aquella profesin que ha-

    b a a bra zad o: "E n la guerra so lo pu e-

    den matarte una sola vez de un balazo,

    pero en la poltica, muchas", coment.

    En 1908, con ms de 30 aos, se cas

    con la joven acomodada Clementine

    Hozier. sta sera su fiel consejera ymadre de un varn, Randolph, y cua-

    tro nias: Anna, Sarah, Mary y Mar-

    gold (la ltima muri con tres aos). El

    mismo ao Churchi l l desempe por

    primera vez una cartera ministerial, la

    de Comercio y abander una poltica

    de proteccin para desempleados y le-

    yes que favorecieron la ig ual da d de sa-

    larios. En 1911 pas a Interior y gan

    controvertida celebridad al dirigir el

    asalto contra anarquistas atrinchera-

    dos en Londres. Tal gesto demostr

    que era un poltico que saba estar al

    pie del can o -mejor- un rilitar que

    saba batallar en poltica, sabedor de la

    importancia de cultivar su imagen.

    En 1911 fue nombrado ministro

    de Marina gracias al impacto de sus

    informes sobre ella en el primer mi-

    nistro Lord Asquith. Ello supuso un

    rencuentro de Churchill con su faceta

    militar, en la que tan cmodo se sen-

    ta. Se inici as una larga dcada que

    concluy en 1922 esencial para su ex-

    periencia como futuro presidente de

    un p^s en gue rra .

    "VAYAMOS JUNTOS HACIA ADELANTE"reza el cartel de propaganda de guerra.

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    hasta alcanzarla; porque sin la victoria no sobreviviremos.[...] Pero asumo mi tarea con entusiasmo y esperanza".

    El historiador John Lukacs, enSan-gre. sudor y lgrimas, seala que se-guramente se inspir en solemnes pa-labras de 1849 de Giuseppe Garibaldi(cuya vida Churchill quiso escribir):

    "No ofrezco soldada, ni cuarteles, niaprovisionamiento. Ofrezco, hambre,marchas forzadas, batallas y muerte".

    EL 13 DE MAYO DE 1940 CHURCHILLpronunci su discur-so ms conocido en la cmara de los Comunes: "No tengonada que ofrecer, excepto sangre, su-dor y lgrimas". Y describi de modopico su meta: "Si preguntan: cules nuestro objetivo?, puedo respon-der con una palabra: la victoria, la vic-

    toria cueste lo que cueste, la victoriapese a todos los terrores; la victoriapor largo y amargo que sea el camino

    PosiblementeChurchill inspir susfamosas palabras en

    otras de Garibaldi.

    CHURCHILL visita la castigadaciudad de Coventry por unbombardeo alemn.

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    El regreso de Winston Churchill

    Para Churchill, en 1927 el fascismo italiano representaba "para lasnaciones civilizadas el antdoto contra el veneno ruso".

    a BRITNICOS EN ITALIA. Churchilldirigi la guerra de modo omnmodo.

    mios"y manifest que legalizarles sera

    tan grave como "legalizar la sodoma".

    Su antiizquierdismo fue tan radical que

    su bigrafo Sebastian Haffner afirm

    que "el Churchill de los aos veinte era

    un fascista. nicamente su nacionali-

    dad impidi que lo fuera de verdad".

    Ac ab ad o el co nf li ct o mu nd ia l en 1918,

    fue nombrado Secretario de las colonias y

    particip en el diseo poltico de Oriente

    Medio (all trab amistad con Lawrence de

    LA FORJA DE UNESTADISTA COMBATIVOConvertido as en Primer Lord del

    Almiranta zgo, cont rol la fl ot a ms

    poderosa del mundo. Asesorado por

    un reputado almirante

    retirado, John Fisher,

    moderniz la f lota sin

    levantar protestas. Puso

    fin a la dispersin de sus

    b uq ues y a la s grandes

    maniobras por ser cos-

    tosas y no proporcio-

    nar beneficios. Impulstambin la construccin

    de acorazados y sub-

    marinos, y de caones

    ms grandes; sustituy

    calderas de carbn por

    otras de aceite. El resul-

    tado fue que al estallar

    la Gran Guerra (1914-

    1918), el pas dispona

    de una flota preparada

    para afrontarlo.

    Pero su ascendente

    carrera se torci con el

    desastroso desembarque

    aliado iniciado de 1915

    en la pennsula de Gall-

    poli, en Turqua. En l,

    las bajas de las fuerzas

    de la Commonwealth

    (ente que reuna los te-

    rritorios de la Corona

    br it n ic a) supe raron lo s

    200.000 hombres. Tras

    dejar el gobierno, Un

    Churchill en momentos

    bajo s se present aqu el

    noviembre para luchar

    en las trincheras. Pero su fiebre comba-

    tiva fue breve y al ao siguiente ya ha-

    b a ret or nado a la po lt ic a ac ti va y gr a-

    cias a Lloyd George, ahora Primer Mi-

    nistro, ocup la cartera de Armamento

    (desde la que impuls la fabricacin de

    carros de combate) y sucesivamente las

    de Guerra y Aeronutica (promoviendo

    el desarrollo de la Royal Air Force).

    Su belicismo anticomunista, sin em-

    ba rg o, no log r su per ar la s res is te nc ia s

    del gabinete para enviar ayuda a los ru-

    sos "blancos" que combatan a los bol-

    cheviques tras la revolucin de octubre

    en 1917: "Su sangre ducal se rebelcontra la purga masiva de los grandes

    duques rusos, manifest Lloyd George.

    Churchill fue explcito: el bolchevismo

    coment- es un "vulgar teatrillo de si-

    Arabi a) y ca pe el pr ob le ma irlan ds , qu edesemboc en la creacin del Estado libre

    de Irlanda en 1921. Cuando el gobierno

    de Lloyd George cay en 1922 y Churchill

    dej el mundo gubernamental, ste ya es-

    taba ms que fogueado en

    los entresijos del poder y

    se tom un respiro.

    Se retir en la Costa

    Azul dur ant e do s a os

    a pintar y lleg a vender

    cuatro a 30.000 francos

    de la poca cada uno;

    tambin escribi y publi-c su primer best seller

    en 1923: La crisis. Sin

    embargo, aquel hombre

    casi cincuentn era un

    "viejo zorro" que tomaba

    impulso para un nue-

    vo sa lt o a la po l ti ca : en

    1924 recuper su escao

    en los Comunes, ahora

    con los conservadores y

    con una campaa basa-

    da en el anticomunismo.

    Logr entonces cumplirsu gran meta: ser -como

    su padre- canciller del

    Exchequer.

    Pero en 1927 su poltica

    de paridad entre libra y

    dlar libra suscit amplias

    crticas y desat impor-

    tantes huelgas al obligar a

    congelar salarios. Adems,

    su anticomunismo le llev

    a clausurar la embajada

    sovitica por espionaje. El

    resultado fue que cuandodej el gobierno en 1929,

    iba camino de convertirse en "un reaccio-

    nario romntico", advierte Haffner.

    UN DIQUE ANTELA SUBVERSINste ltimo episodio requiere situar a

    nuestro personaje en las coordenadas

    polticas que mantena en aquella poca

    y qu e er an las de un ar istcrata conse r-

    vad or, an ti co mu ni st a e im peri al is ta , y

    muy poco "liberal" en el sentido que hoy

    otorgamos a este trmino. El Churchill de

    finales de los aos veinte vea en Musso-

    lini un medio para atajar el comunismo:

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    CHURCHILL IMPULS LA FLOTA AREAcuando fue ministro del aire antes de laSegunda Guerra Mundial.

    "Italia est demostrando al mundo queexisten medios para persuadir a las ma-sas populares de defender la estabilidadsocial y consigue para las naciones civili-zadas el antdoto contra el veneno ruso",manifest en 1927.

    La fobia de Churchill hacia la "subver-sin roja" -entendida como una condenaal izquierdismo en sentido amplio- la ex-plicit quando los laboristas llegaron alpoder por vez primera en 1924 lideradospor James Ramsay Mac Donald. En aque-lla ocasin pronostic poco menos que la

    Apoca lip sis : "la minora socia lista [...] estdestinada a subvertir por completo nues-tra estructura social y econmica: se haorganizado exclusivamente con este fin".

    Tambin defendi a capa y espada laintegridad del imperio y se opuso fron-talmente a conceder una nueva Constitucin a la India que ampliara los derechosde sus subditos porque tema que tal ges-to se interpretara como un signo de debi-lidad: "si la idea de que nuestra fuerza hadesaparecido (...) se difunde en la India,se desencadenarn apetencias voraces detodo rango". Churchill menospreci abier-tamente a Gandhi: le defini co mo un "pi-capleitos rebelde disfrazado de faquir") yen 1935 afirm que haba que "enfrentar-se al gandhismo y a todo lo que significa

    y (...) destruirlo" .

    Finalmente, junto al comunismo y algandhismo, Churchill identific otro peli-gro: el hitlerismo. Al viajar a Alemania en1932 para documentarse sobre su ances-tro, el duque de Marlborough, su germa-nofilia se quebr. Inicialmente slo haba

    visto desagradable el antisemitismo deHitler (incluso estuvo dispuesto a encon-trarse con l en Munich por mediacinde un conocido comn), pero luego hallinsoportables su arrogancia y crueldad ytras contemplar concentraciones de masasnazis intuy la guerra: "Todas esas escua-dras de jvenes teutones que marchan conel deseo de sacrificarse por la patria [...) no

    piensan en la igualdad de fuerzas: quierenarmas, y cuando las tengan pedirn la res-titucin de los territorios y las colonias per-didas. Pensad en ello: cuando sea formula-da: esta exigencia puede turbar la esenciade todos los pases", escribi.

    Esta percepcin fue clave para su ca-rrera al oponerse resuelto a la contemporizacin con Alemania previa al esta-llido de la guerra que preconiz el pri-mer ministro britnico Neville Cham-

    berlain. La invasin de Pol oni a el 1 deseptiembre de 1939 demostr el fracasode su poltica y convirti a Churchill enel "ho mbre de la situacin", pues ste

    CHURCHILL DEJO UNA ABUNDANTE OBRA ESCRITAy en 1953 -con 79 aos cumplidos- la academia sueca le concedi su preciado ga-lardn por "su brillante oratoria en la defensa de los excelsos derechoshumanos". En el discurso de concesin el acadmico Sigrid Siwertz

    describi as su prosa: "Churchill no gusta de amables arabescos. Nun-ca se expresa mediante circunloquios, su lenguaje es franco, su apasio-namiento realista y su mordacidad nunca resulta dulcificada ms quepor el sentido del humor y la amplitud de criterios. Sabe que una buenahistoria se cuenta por s misma y desprecia las fiorituras". Pese a estosditirambos, ha persistido la duda ms que razonable sobre si el galar-dn no tuvo un claro componente poltico. Es llamativo al respecto queen 1956 el propio Siwertz rechaz la posibilidad de otorgar el Nobel alfillogo espaol Ramn Menndez Pidal (habitual en la nmina desde1931) y al filsofo italiano Benedetto Croce alegando su elevada edad:el primero tena 87 aos y el segundo 83. Adems. Churchill se alz conel premio pasando por delante de autores como Ernest Hemingway.

    Dejando las especulaciones y al margen de su exitosa obraLa crisis,

    Churchill tiene varias obras traducidas al castellano, como sus crnicasLa Guerra del NilooMi viaje por frica;suHistoria de los pueblos de ha-bla inglesa;y. sobre todo, suHistoria de la Segunda Guerra Mundial.

    10 NOBEL POLITICO?

    CLIO 21

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    El regreso de Winston Churchill

    Churchill fue un hedonista amante de los puros, el licor y la buena mesa.Asimismo, durante la guerra nunca renunci a su siesta diaria.

    haba vaticinado la sed depredadora deAleman ia y ac er ta do . El lo le pe rmit i

    volv er al gob ier no des pu s de una d-

    cada de aislamiento -entre los 55 y 65

    aos- que hubiera podido convertirle en

    un "cadver poltico" que llen profesio-

    nalmente compaginando su labor de co-

    lumnista de prensa y escritor con una

    anodina existencia como diputado.

    De este modo, dos das despus de ini-

    ciarse la ocupacin de Polonia, Francia y

    Gran Bretaa declararon la guerra a Ale-

    mania y Churchill -como hemos visto- se

    incorpor al gabinete de guerra de Cham-ber lain a petici n de st e l ti mo co mo Pri-

    mer Lord del Almirantazgo. El 11 de mayo

    de 1940 asumi la direccin de la guerra al

    acumular las responsabilidades de primer

    ministro y ministro de Defensa de un go-

    bi er no de un id ad na cional y pr on un ci un

    discurso con su clebre frase de "sangre,sudor y lgrimas" (ver recuadro).

    EN LA GUERRA.DETERMINACINEn su Historia de la Segunda Guerra Mun-

    dial Churchill escribi una de sus ms

    famosas divisas: "En la guerra, determina-

    cin; en la derrota, resistencia; en la vic-

    toria, magnanimidad; en la paz, concilia-

    cin". Tal mxima presidi su direccin de

    la guerra y se dispuso a luchar por "la vic-

    toria a cualquier precio", valorando incluso

    la posibilidad de que Gran Bretaa cayeraen manos enemigas: "si esta isla llegara a

    someterse [...], nuestro Imperio y nuestra

    flota seguiran l uchando todo el tiem po

    que fuera necesario".

    Sin entrar en la descripcin minuciosa

    de la contienda, destacaremos que Chur-

    chill fue responsable de cuatro grandesdecisiones estratgicas de la misma. En

    primer lugar, elimin de puestos claves a

    los polticos partidarios de la poltica de

    "apaciguamiento". En segundo lugar, de-

    vin o un ve rd ader o Ge nera l simo o ma nd o

    supremo de todos los Ejrcitos, al concen-

    trar todas las decisiones de la contienda en

    su persona, en la medida que era presiden-

    te y ministro de Defensa (en detrimento de

    los de Guerra, Marina y Aire). Ello le evi-

    t problemas de cooperacin y le dio un

    poder inmenso (adems, en 1940 devino

    je fe del part ido Co ns erva do r po r 15 aos).En tercer lugar, decret una movilizacin

    industrial que rearm al pas, aunque fue

    al precio de sumirlo en la bancarrota. Por

    ltimo, desarroll una extensa correspon-

    dencia personal con el presidente estado-

    unidense Franklin D. Roosevelt al margen

    de intermediarios que ciment su alianza.

    Superada la amenaza hitleriana en di-

    ciembre de 1941 con la intervencin de

    EE.UU. en la contienda tras el ataque ja-

    pons de Pearl Harbour ese mes, Churchill

    tuvo que afrontar crticas por sus derro-

    tas militares en Asia (Malasia, Birmania,Singapur) y frica (Tobnik), que acalla-

    ron triunfos posteriores. Donde fracaso

    Churchill fue en su empeo de realizar un

    avance anglo-americano en Europa que

    impidiera a los soviticos expandirse y

    sucedi lo contrario de lo que deseaba: la

    hegemona de soviticos y estadouniden-

    ses releg a Gran Bretaa al mbito de una

    potencia menor y aparej la prdida de su

    imperio colonial. Su decepcin fue visible

    en su actitud en la Conferencia de Tehern

    en noviembre de 1943, donde pronostic

    una futura guerra que le otorg el aire deun agorero visionario senil (tena 69 aos).

    Al ic ado , su dire cc in pol ti ca y milit ar de

    la contienda estuvo marcada por accesos

    de ira e impulsos contradictorios. En febre-

    ro de 1945 se hizo su ltima foto como es-

    tadista y artfice de la victoria en la Confe-

    rencia de Yalta, junto a Stalin y Roosevelt,

    que decidi la configuracin de la Europa

    de la posguerra.

    En julio de aquel mismo ao se rompi

    en Gran Bretaa el gabinete de coalicin

    que Churchill haba presidido por necesi-

    < CHURCHILL, STALIN Y ROOSEVELT en lacumbre de Yalta en febrero de 1945.

    22 CL O

  • 8/14/2019 Casals, Xavier El regreso de Winston Churchill

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    CHURCHILL inmortalizado en unsello de correos britnico.

    dades de la guerra y perdi

    las elecciones de modo ines-perado para l. Las causas dela derrota, simplificando, fueque ste malvers su capitalpoltico como lder de unanacin en armas unida en laadversidad al bajar a la arenapoltica con un discurso agre-sivo y poco creble contra loslaboristas.

    Como muestra del mensaje deChurchill, este es un botn: "Ningn Go-

    bierno socialista [...] podra permitirse (...)

    que se produ zcan muestras de descontentopblico libres [...). Tendran que retrocedera algn tipo de Gestapo [...]. Un Parlamentolibre (...) es odioso para el doctrinario socia-lista". Este exagerado antisocialismo pusolas cosas en bandeja al lder laborista, Cle-ment Attlee, que distingui entre "el granlder en la guerra de una nacin unida, yMr. Churchill, el lder del partido de los

    conservadores", con un demoledor apunte:"Tema que los que haban aceptado su li-derazgo en la guerra estuviesen tentados,

    por gratitud, de seguirle. Le doy las graciaspor haberles desilusionado".

    EL LTIMO "ROUND"

    Churchill no encaj nada bien la derrota,pero reuni fuerzas de nuevo y emprendiotra etapa de distanciamiento de la polticapara -co mo hizo en los aos veinte- volvera ella con renovado vigor.

    Empez a dictar sus seis vo-lmenes de la citada Historiade la Segunda Guerra Mun-

    dial, que le report pinguesbeneficios y para evitar pagar

    impuestos por sus gananciascre una entidad en EE.UU..Asimismo, volvi a la prime-ra lnea de la poltica y fueimplacable con los laboristasguiado por su anti-izquierdis-mo. Precisamente fue en estapoca cuando acu una ex-presin que hara fortuna enun discurso pronunciado en

    1946: "Desde Settin en el Blticohasta Trieste en el Adritico, se ha fo rmadoun teln de acero a travs del continente".

    Tambin manifest inquietud por la cons-truccin de Europa y en la conferencia deLa Haya (1948) exigi crear un Parlamen-to europeo, aunque luego su entusiasmoeuropesta devino ms ambiguo. Eso s, fueun resuelto "euroatlntico" o partidario deuna alianza entre EE.UU. y Europa.

    Sus nuevos afanes polticos se vieronrecompensados en 1951, cuando volvi

    A CHURCHILL CONTEMPL A FRANCO como un mal menor antela amenaza comunista que se cerna sobre la Europa de posguerra.

    CHURCHILL Y FRANCO

    QU PENSABA CHURCHILL DE FRANCO? La respuesta aesta pregunta la han analizado sendos estudios de Richard Wigg(Churchilly Franco,Debate) y Enrique Moradiellos (Franco frente aChurchill,Pennsula), publicados el 2005.

    Wigg advierte que durante la Guerra Civil Churchill cambi cua-tro veces de posicin. Inicialmente fue favorable a los sublevadoscomo anticomunista coherente, pero despus abog por la "nointervencin" en Espaa. Sin embargo, a finales de 1937 defendiapoyar a la Repblica para evitar que la Espaa franquista fortale-ciera al Reich, ya que -a sus ojos- Hitler tena a Franco "agarradopor el pellejo del cogote". Seis meses despus se pronunci contra

    la "no intervencin" para socorrer a los republicanos.Moradiellos, por su parte, destaca cmo durante la Segunda

    Guerra Mundial Churchill mantuvo una poltica en Espaa "queconsista en una combinacin de diplomacia del palo y de la zana-horia" para "evitar o retardar [...] la hipottica entrada de Espaaen la guerra al lado de las potencias enemigas del Eje". Entre 1944y 1945, en una Europa dividida por el "teln de acero" en la queFranco no despertaba simpatas, Churchill consider necesariocontemporizar con l, tanto por la valiosa posicin geogrfica dela Pennsula, como por temer que una intervencin en ella favo-reciese al comunismo: "si los comunistas se hacen dueos de Es-paa debemos esperar que la infeccin se extienda rpidamentepor Italia y por Francia". E hizo esta salvedad: "No estoy ms de

    acuerdo con el gobierno interno de Rusia de lo que lo estoy conEspaa, pero estoy seguro de que preferira vivir en Espaa msque en Rusia", manifest en noviembre de 1944.

    CLO 23

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    El regreso de Winston Churchill

    < CHURCHILL Y LA REINA ISABEL EN 1955.cuando ste volvi a ser primer ministro.

    ser primer ministro y desempe el cargohasta 1955 con un programa poltico centrado en "trabajo, vivienda y alimentacin".Pero aquel Churchill ya no era el mismo delos aos de guerra. Con 70 aos tanto sumemoria c omo su capacidad de trabajo fia-queaban, io que junto a su pasin por lasnovelas le hizo valer el apelativo de "Pri-mer ministro a media jomada".

    Esta fue tambin la poca de susgrandes reconocimientos: en 1952 fuenombrado "Sir" por la reina y el aosiguiente recibi el Premio Nobel deliteratura (ver recuadro). La ltima cau-sa por la que luch fue amortiguar lastensiones de la Guerra Fra, pues era

    consciente de que cualquier intercanvbi o de pr oy ec ti les nu clea res su mi r a ala humanidad en el abismo.

    en una imagen poco conocida.

    A CHURCHILL CON SU MADRE y su hermano pequeo.

    1874Nace Winston Churchill.1900Inicia su carrera poltica con los conservadores alganar un escao.

    1908Es nombrado mini stro por primera vez. Ocupa lacartera de Comercio.

    1911Primer Lord del Almiran tazgo hasta el desastre de

    Gallpoli en 1915.

    1939Vuelve a ser Primer Lord del Almirantazgo. 1940Es nombrado primer ministro y ministro de

    defensa.

    1945Participa en la conferencia de Yalta y es derrotadoen las urnas en julio, antes de la rendicin de Japn.1951Inicia su ltima etapa como primer ministro, que

    acaba en 1954.1953Gana el Premio Nobel de literatura.1965Fallece en Londres.

    24 CL O

  • 8/14/2019 Casals, Xavier El regreso de Winston Churchill

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    Churchill, en ltima instancia, encarn el auge y la decadencia delImperio Br itnico en el traumtico trnsito del siglo XIX al XX.

    Cuando dej la presidencia del pas

    en 1955 pas a vivir un agradable retiro,

    aunque conserv su escao. Cobr efme-

    ro protagonismo al celebrar su noventa

    aniversario y ser objeto de un programa

    especial *de la BBC. Falleci el 28 de enero

    de 1965 y la ltima frase que se le oy

    pronunciar fue significativa de su irona

    y del ca ns an ci o qu e le su pu so su fo rz os a

    inactividad: "Es todo tan aburrido!".

    CHURCHILL NONAGENARIO, en una imagentomada durante los ltimos meses de su vida.

    EPITAFIO A DOS VOCESEs fcil caer en la tentacin de idealizar a

    este poltico experimentado y duro fajador,

    gran publicista de s mismo y brillante a la

    hora de acuar frases y consignas. Anduvo

    a sus anchas por la vida poltica britnica

    durante dcadas y le dej su impronta; fue

    un indiscutible protagonista de la victoria

    aliada e incluso sus textos fueron galardo-

    nados con el Nobel. Cmo valorar su tra-

    ye ct or ia ? A mod o de co nc lu si n , lo mej or

    es ceder la palabra a Winnie y a su esposa.En 1954, al festejar Churchill su ochen-

    ta cumpleaos en una gran ceremonia

    en el Westminster Hall, valor su papel

    durante la guerra como el de un portavoz

    del pas en armas: "Nunca he credo [...]

    que yo fuese el inspirador de la nacin.

    La voluntad de los ingleses estaba deci-

    dida y se demostr irresistible [...]. Sobre

    m recay la misin de dar a conocer esta

    vo lu nt ad [...]. Era nu es tr a na ci n , repito,

    nuestras gentes dispersadas por todo el

    mundo, las que tenan corazn de len.

    Yo fu i ll am ad o en el momento de da r elrugido de incitacin".

    En contraste con este balance de Chur-

    chill, tan modesto como lleno de orgullo

    contenido, su pragmtica esposa traz un

    retrato mucho ms prosaico de quien ha

    sido el descendiente ms famoso del du-

    que de Marlborough: "Winston siempre

    ve las co sa s co n an te oj er as . Wi ns ton no

    conoce la vida de la gente de a pie. Nunca

    ha viajado en autobs y slo una vez en

    metro: durante la huelga general descen-

    di de un vagn en South Kensington y

    comenz a andar de un lado para otrosin saber donde estaba la salida, hasta

    que tuvimos que ir en su ayuda. Wins-

    ton es egosta: no lo hace a propsito; es

    as. Aunque supongo que es tan egosta

    como Napolen. Siempre ha tenido tanto

    la fuerza como la capacidad de vivir exac-

    tamente en la forma que l quera".

    En suma, aquel len -rey del mundo

    animal- vivi slo entre leones, lejos del

    resto de criaturas de la selva y dueo de

    su destino, al que uni de manera inse-

    parable el del imperio britnico en unos

    aos cruciales en los que demostr que

    resistir a toda costa es la premisa esen-

    cial para vencer. "Espero que la historia

    me trate bien, ya que espero escribirla",

    manifest en una ocasin. Ciertamente,

    no le fu e nada mal. w

    SUGERENCIAS

    BIBLIOGRAFAL BARBERISA.

    Churchill.

    Orbis, 1989.L HAFFNER.S..

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