Brittana - "Pole Dance" - Parte 1

El tren proveniente de New York hacía su arribo a horario a la estación de Ohio. Cientos de personas aguardaban en el hall de entrada para recibir quizás a su familiar recién llegado o a un amigo. Todos bajaban algo apurados, estaba claro que no para todos, ese momento significaba lo mismo. Una de las últimas personas en bajar era una chica morena de actitud algo intimidante. No por su aspecto sino por el aire cargado de seguridad en sí misma que emanaba. Los anteojos negros que llevaba puestos no hacían más que sostener su postura.Bajó lentamente los escalones del tren, quería observar cada detalle, intentar recordar si estaba igual a la última vez que estuvo allí tres años atrás, aunque a ella le hubiera resultado toda una vida. 

- Señorita, ¿la ayudo con su equipaje? – preguntó el guarda de la estación obligándola a salir de sus pensamientos.

- Ehh..no , no , estoy bien gracias. Tengo solo una maleta. – dijo la chica torciendo una sonrisa y señalando su bolso.

Al salir al hall de la estación y observar tantas personas esperando, se preguntó si vería alguna cara familiar. Pero resultaría imposible. Su visita no había sido anunciada. En realidad, fue algo casi espontáneo. Hacía mucho tiempo que tenia ganas de venir pero entre los compromisos en la ciudad y el temor a regresar y enfrentarse a ese lugar, había encontrado continuamente excusas para posponerlo. Sin embargo, logró tomar coraje esta vez y comprar los pasajes para pasar un par de días allí.Tomó un taxi y le pidió al conductor que la llevase al lugar donde se hospedaría. El auto estacionó frente a una casa bastante grande, de dos pisos, techo de tejas grises y unos escalones delante de la entrada que llevaban a un amplio porch que se extendía a lo largo de todo el frente.

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La morena le pagó al taxista y bajó del auto. Se detuvo un momento para observar aquel lugar y se quitó los anteojos cuando recordó las tardes que pasaba allí en su niñez junto a su mejor amiga. Casi podía escuchar los pasos y las risas de “aquellas” niñas. No podía creer la contraposición de la situación, cuánto había crecido desde esos momentos en que lo más grave que podía pasar era que alguien te desate el pelo y te desarme la trenza que te había hecho tu mamá por la mañana. Con su mejor amiga había pasado la mayor parte de su juventud pero ¿qué sería de su vida ahora?. Aquel pensamiento hizo que su estómago se achicara pero antes de poder entender su sensación, una mujer salió de la casa a la que había llegado. La señora salía apurada secándose las manos con su delantal y luego agitándolas cuando bajaba las escaleras de la casa.

- Santana!!! , mi niña!!! – dijo algo agitada la mujer – ¿eres tu? ¿Qué haces acá? ¿Qué haces ahí parada, que no ibas a venir a tocar timbre? – continuó exclamando la mujer mientras se acercaba dando pasos como si estuviera apunto de largarse a correr.

Santana, le devolvió una sonrisa plena.

- Mamá!! – exclamó Santana acercándose también a aquella señora para terminar con la distancia y darse un abrazo que duró un par de minutos – Me había quedado

mirando un poco la casa – dijo separándose finalmente. – No sé si será que estoy más vieja pero me dio mucha nostalgia... está todo igual que siempre – señalo mirando al barrio a su alrededor.

- ¿Vieja? No seas exagerada Santana – dijo su madre pasándole un brazo por los hombros a su hija y sacudiéndola un poco -.... pero ¿no estarás embarazada, no? – exclamó cómo si hubiera descubierto la razón de aquella visita inesperada y la sensibilidad de la morena. A veces la exagerada, realmente, era ella......

- Ay Mamá.... por dios! , Mirá si voy a estar embarazada!! Tch... vamos a la casa de una vez... – dijo Santana, haciéndose la molesta pero ya estaba acostumbrada a esas “revelaciones” que parecía tener su madre , a esta altura ya le causaban gracia.

Al entrar, Santana reconoció inmediatamente el aroma de la comida que su madre estaba preparando y se alegró mucho de haber llegado para la hora de almorzar. 

- ¿Y papá? – dijo Santana mientras entraba y acomodaba su bolso a un costado de la puerta. 

- Se fue a pasar el fin de semana con sus amigos del club de pesca....Santana , si hubieras avisado que venías....te hubiera podido ver... – dijo su madre que había entrado rápidamente a la cocina para revolver la comida en el fuego – él te quería ver, hacía mucho que no pasabas por acá.

Santana sabía que era cierto, a ella también le hubiera gustado verlo o haber venido antes pero le molestaba que fuera lo primero que su madre le dijese al llegar.

- Ya se mamá, no empieces. Sabes como son las cosas en New York, no me puedo ir fácil, si me llaman para un trabajo tengo que estar ahí. Todavía me estoy haciendo conocer.... – dijo entre molesta y apenada sentándose en una silla de la cocina.

Su madre se acercó al ver su expresión y se agachó a dejarle un beso en la mejilla.

- Esta bien, no quiero que lo sientas como un reproche...solo que te extrañamos. Pero estoy contenta que hayas venido, ¿cómo fue que al fin te decidiste? ¿Te quedas hasta el lunes?.... Sabes que el domingo podríamos.....- la mujer luego de darle aquel beso, había vuelto hacia las hornallas para retirar la olla y sacar un plato más para Santana. No vió que su hija se había levantado y se había acercado hasta la mesita de la recepción de la casa donde había un par de portarretratos.

Santana había pasado su vista por varios de ellos, pero se detuvo en uno especifico. El más reciente para ella de sus recuerdos en Ohio.

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- Es una linda foto...Viniste por ella, hija.... – dijo la mujer mirando a Santana y acariciándole el pelo.

- Eh? – exclamó la morena saliendo de sus recuerdos – Ayy mami ....no sé en realidad que hago....pero, sí , tengo muchas ganas de verla...¿Qué sabes de ella? , ¿te sigues hablando con la mamá?

- Emm no, realmente hablamos poco últimamente...es que hace cosa de un año... hubo bastante lío alrededor de Brittany.... éste es un pueblo y viste como corren los rumores. Además cuando te rodea cierta gente mal intencionada....

Santana no entendía nada. Miraba a su madre con el entrecejo fruncido.

- ¿Qu...Qué pasó mamá? ¿De qué estás hablando?

- Un tiempo después de que Britt se graduara, se corrió el rumor de que había empezado a bailar en un club como stripper. Dicen que ella estaba en una fiesta con sus amigos y parece que uno de los chicos que antes jugaban al hockey en la escuela se le acercó para intentar bailar con ella...estaba borracho y Brittany se lo intentó sacar de encima a los empujones. Bueno, dicen que ahí el chico empezó a gritarle que si hacia falta que le pagara para que ella bailara, “como había hecho la otra noche...”. El chico parece que había ido a ese bar de mala muerte que está en las afueras de la ciudad, y la había visto.

- ¿Brittany, como stripper? No puede ser....ese tipo seguro andaba borracho esa vez también y se había confundido de chica....-interrumpió Santana.

- No hija....era cierto. Tendrías que haberla visto a ella...estaba totalmente avergonzada. El rumor se corrió al instante y su familia le dio la espalda....esa gente, por mantener “las buenas apariencias...”, dejan de lado hasta su propia hija...Yo creo que Britt tuvo que haber tenido una razón importante para haber empezado a trabajar ahí....Eso no es lo que hubiera querido hacer...no, no era su sueño- dijo la Sra. López lanzando un suspiro - Luego se fue , no pudo soportar las miradas de la gente y que siempre parecieran que andaban cuchicheando entre ellos cuando se la encontraban – terminó de narrar su madre.

Santana ya no quería decir nada. Llegar a Ohio y enterarse que Brittany ya no estaba ahí le había deshecho las ilusiones de poder volver a verla. La rubia había sido esa niña con la que jugaba en el patio de su casa y se había ido del pueblo de esa forma, por trabajar en un estúpido bar. No entendía nada y le daba mucha pena que haya estado sola enfrentando ese momento.En realidad, Brittany fue más que una amiga, fue la razón por la cual Santana había entendido lo que significaba la palabra “amor” y la única por la cual lo había sentido realmente. Brittany también amaba a Santana, más que a nada en el mundo pero las elecciones en su adolescencia no eran fáciles y habían decidido que separadas estarían mejor, mientras se asentaban en sus nuevas realidades.Ésa noche, Santana no podía dormir. Estaba cansada por el viaje así que se había ido temprano a la cama pero al instante después de acostarse pensó en qué estaría haciendo Brittany ahora y si seguiría en aquel trabajo. Sabía que se había ido del pueblo pero quizás seguía trabajando allí, pensó.En un arranque de valentía, se levantó de la cama y se volvió a vestir. Abrió el armario y se valió de un cajón como escalón para alcanzar una caja blanca guardada en un estante. La abrió y encontró las cientos de fotografías que tenía allí. La mayoría eran de ella con Brittany. Le dio un escalofrío al verlas pero no quiso detenerse en eso y eligió una en la que la rubia estuviera sola.

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Salió silenciosamente de la casa. Había bajado las escaleras de su casa lentamente y visto a su madre dormida delante de la televisión. Se sentía como cuando era adolescente y se escapaba de su casa a la noche porque Brittany la llamaba para que le diera un beso de buenas noches. Ahora era adulta, claro, no tenía que pedir permiso para salir pero era seguro que si su madre se enteraba a donde iba habría hecho un escándalo. Hubiera tenido razón, ese no era un ambiente para una chica sola pero a Santana no le importaba, quería encontrarse con Brittany.

Al llegar al lugar se le ocurrió hablarle a uno de los hombres que custodiaba la entrada pero inmediatamente se dio cuenta que no sería buena idea. Si a ese tipo le resultaba sospechosa su pregunta le prohibiría la entrada y no tendría más oportunidades.Entró como quien estuviera allí para ver a esas mujeres bailar y se acercó a la barra de tragos.

- Hey – llamó al barman apoyándose sobre sus brazos sobre la mesada, sabía que eso llamaría la atención del joven. Y efectivamente fue así, pero no tanto por la postura y el escote de la morena sino porque era raro ver a una mujer en aquel lugar que no estuviera arriba del escenario o sirviendo las bebidas en las mesas.

- ¿Qué te sirvo morena? – preguntó el barman.

- No, no, estoy buscando a esta chica – le mostró la foto – ¿la conoces? – preguntó Santana.

El joven miró la foto y algo nervioso volvió su vista hacia la morena.

- No, no sé quién es – contestó el chico devolviéndole la fotografía.

- Pero me dijeron que trabajaba acá , mírala bien. Se llama Brittany. – dijo Santana volviéndole a dar la foto al cantinero.

- Te digo que no la conozco – soltó molesto el joven corriéndose hacia atrás.

Un hombre de unos 50 años había salido de un sector del personal de aquel lugar y había observado los movimientos nerviosos del barman. Se acercó hacia ellos.

- ¿Qué pasa aqui? Señorita ¿qué está haciendo? – cuestionó el hombre.

- Me pregunta si conozco a esa chica, pero yo no la vi nunca – respondió el joven mirando nervioso al que, estaba claro, era su jefe.

El señor le quito la fotografía de un tirón a Santana mirándola con desconfianza.

- ¿Qué pasa eres policía? , ¿qué haces buscando a esta chica? , no trabaja aqui – dijo casi gruñendo.

Santana se acercó un poco más a él.

- Es que estoy preparando una despedida de soltero para un amigo y quisiera que ella baile, me dijeron que trabajaba aqui – dijo Santana y le hizo señas al hombre para que se acercara – a mi amigo le calientan mucho las rubias...y ésta está para morirse.

Inmediatamente a Santana se le encogió el estomago por hablar de esa forma pero debía hacerlo o la echarían del lugar pensando que quería entrometerse para hacer alguna investigación.El hombre la volvió a mirar de reojo, no le gustaba nada que alguien entrara a su negocio a preguntar por una chica. Sin embargo, algo más calmado le respondió:

- Mirá, no tengo idea de quién es...te deben haber informado mal – mintió mientras le devolvía la fotografía – pero pasa y vas a ver muchas otras bailarinas para tu fiestita. Eso sí, si vas a contratar alguna me vienes a hablar a mí.

Santana se sentía totalmente frustrada. Se bajó de la barra y se dio vuelta hacia el

escenario. Veía un par de chicas bailando y todos los hombres desde sus mesas gritando o acercándose para intentar tocarlas. Se le revolvió el estomago. Tenía que encontrar a Brittany. Pero ¿cómo?Cuando camino alejándose de la barra para ir al baño a mojarse la cara una chica que llevaba una bandeja la interceptó y señalando que hiciera silencio la llevó a un rincón. 

- Tu eres...San...- comenzó dudando – ¿Santana...? – terminó preguntando aquella chica.

- ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Nos conocemos? – dijo la morena totalmente sorprendida e intentando reconocer su rostro, pero jamás la había visto.

- Brittany miraba siempre una foto de ustedes antes de bailar y me habló mucho de ti. No sé si la viniste a buscar o qué....pero ella ya no trabaja acá va a ser mejor que te vayas y no sigas preguntando – continuó diciendo la joven mirando hacia los lados algo nerviosa de que la descubrieran conversando con Santana.

Santana se había quedado helada....Brittany miraba su foto...la culpa de no estar con ella, se hizo aún más grande.

- Por favor, ¿sabes dónde esta? Sí la estoy buscando, necesito verla, por favor, ayudame – rogó Santana.

- Mira, ella se fue hace mucho y no estoy segura a dónde, pero no creo que haya logrado escapar. Estos tipos no te dejan pasar una....

La morena cada vez entendía menos.... ¿escapar? ... ¿que no te dejan pasar una?... ¿qué estaba pasando?

- El dueño tiene otro lugar así en New York, tiene el mismo nombre, averiguá la dirección y búscala allí....Desearía equivocarme , pero debe estar trabajando en ese club ahora.

- Pero ¿por qu.... – Santana intentó seguir preguntando pero la chica le hizo señas de que se callara. Dejó la bandeja a un costado, la tomó del cuello y comenzó a besarla.

La morena se quedó inmóvil. La chica siguió besándola por algunos segundos y cuando finalmente se separó de sus labios le dijo, tomando de nuevo su bandeja:

- Perdóname pero tenía que disimular, mi jefe nos estaba viendo y si se entera que te paso información..... 

- Gracias.... – interrumpió Santana y la chica comenzó a irse – Dime tu nombre – preguntó tomándola del brazo – así si la veo a Britt le mando tus saludos.

- ....Kelly.... – dijo la joven torciendo una sonrisa y mirando hacia su jefe que continuaba apoyado en el marco de una puerta observando la situación.

Santana regresó a su casa y notó que la televisión estaba apagada, su madre seguro ya se habría acostado. Había subido dos escalones hacia su habitación cuando...

- Así que como en las viejas épocas....volviendo de madrugada a casa....- dijo su madre saliendo de la cocina.

Santana se puso la mano en el pecho intentando determinar si su corazón seguí

latiendo o ya estaba muerta del susto....

- Yo jamás me fui de casa de noche y menos sin tu permiso mamita....- dijo Santana sonriendo irónicamente y volteándose a ver a su madre. Apoyó los dos brazos en la baranda de la escalera – y tu ¿qué haces despierta? Vi que te habías dormido delante de la tele.

- Si, pero de pronto empezaron esos comerciales que pasan a esta hora, esos que venden productos por teléfono y me desperté por el sonido... ¿Qué hacen vendiendo una licuadora super potente a ésta hora....? – bromeó la Sra.López.

La morena miraba con tanto cariño a esa mujer. Estaba feliz de estar allí porque se dio cuenta de cuanto le hacia falta el humor de su madre. Ahora que ya era mayor de edad y no había “reglas” de por medio que siempre intentaba romper...su relación era más comprensiva la una de la otra.

- Santana , no voy a preguntar a dónde fuiste... porque ya eres grande como para saber qué sitios frecuentas....pero lo único que te pido es que te cuides...- comenzó a decir su madre mientras subía la escalera y pasaba por al lado de su hija -....y que “lo” cuides – finalizó señalando el corazón de la latina.

- Si mami, quedate tranquila – dijo Santana dándole un beso en la mejilla –Hasta mañana.

El fin de semana en Ohio transcurrió lleno de visitas a otros viejos amigos de la secundaria y paseos con su madre. Partiría de nuevo hacia New York el domingo por la noche y para su grata sorpresa su padre volvió antes de lo planeado de su viaje así que pudo disfrutar de una cena familiar como hacia mucho tiempo no tenia.Se prometió volver más seguido a su antiguo pueblo porque había evitado volver allí muchas veces y se había olvidado cuan bien le hacia. Era claro que el miedo de ver a Brittany era su razón más poderosa para no aparecer allí pero, al enterarse de que ella no la había estado pasando nada bien, se lamentó por no haber tenido el valor de haber ido antes y quizás haberla podido ayudar. Sin embargo, en su regreso a New York se había propuesto buscarla y al menos saber si ella estaba bien ahora.Santana no quería perder tiempo, toda la información, o más bien, la poca información que había obtenido sobre la situación de Brittany no la dejaba dormir tranquila pensando en que estuviera en problemas. No tardó en encontrar la dirección en New York, del lugar en que Kelly le había indicado que podía estar bailando su rubia, así que el primer fin de semana desde su regreso de Ohio se dispuso a buscarla.

La morena llegó a aquel club y, como la otra vez, prefirió pasar como si fuera a tomar un trago allí. Tenía la foto de la rubia en su campera, pero dada la experiencia pasada optó por sentarse en la barra observando el escenario a esperar que Brittany apareciera , si es que allí trabajaba.Había pasado un par de horas cuando el señor que por un micrófono anunciaba a las bailarinas comenzó a presentar a la última. 

- Y si señores...lo mejor para el final.... ya sabía que la estaban esperando pero ya se la traemos – decía el locutor – recibamos con un aplauso y silbidos a ... Taniaaa!!! 

Santana, comprendiendo que Brittany no aparecería esa noche o que ella no trabajaba allí llamó al barman para pagarle la bebida. Escuchaba a los hombres golpeando las mesas, silbando, aplaudiendo y gritando barbaridades, cuando la música había

comenzado a sonar.

http://www.youtube.com/watch?v=CwIvBNsSywQ

El joven le trajo su vuelto y la morena se dispuso a salir de aquel lugar. La verdad es que lamentaba no encontrar a Brittany pero solo porque la quería ver, en realidad, agradecía enormemente que no estuviera en aquel lugar. Estaba bien si era lo que Brittany quería hacer, no tenía nada en contra de esas chicas, pero algo del ambiente en ese bar, como en el de Ohio, no le terminaba de cuadrar.Cuando se giró hacia la salida miró de reojo el escenario notando el baile de aquella chica “Tania”. Además de un bello cuerpo, tenía unos ojos celestes más transparentes que el agua misma, pensó Santana y al instante se congeló en su lugar. No, esos no eran cualquier ojos azules. Los hubiera podido reconocer entre cualquier multitud. Era tal su transparencia y color, que Santana leía una historia en ellos cada vez que los miraba y ahora volvía a suceder.Rápidamente se acercó al escenario empujando gente en su camino, Snixx se encargaba de los que intentaban tomarla del brazo.Los movimientos sensuales de aquella chica volvían loca a la multitud pero lo único que quería Santana era volver a mirarla a los ojos y cuando notó que la muchacha se dirigía caminando exactamente hacia la parte del escenario donde Santana observaba desde abajo, sintió que se le heló la sangre. La bailarina de ojos azules se agachó para bailar sobre el suelo y, sin comprender lo que eso implicaría, pasó sus ojos sobre los espectadores. Empalideció al encontrarse con los de la morena que también parecía haber visto un fantasma.

- Britt .... – susurró Santana aún mirando a los ojos a su rubia

Pole Dance" - Parte 2

Brittany se levantó rápidamente y, sin volver la mirada hacia aquel lugar, finalizó su show.Santana salió apurada del club, necesitaba respirar aire fresco. Se preguntaba si ésa sería la única salida y si allí debía esperar a Brittany cuando se fuera. El extenso historial de películas que la morena había visto le hizo pensar que siempre debía haber una puerta con salida a un callejón y que el personal saldría por allí. Santana encontró la salida ubicada detrás del local y se escondió detrás de un contenedor de basura mirando cada vez que oía abrirse la puerta.Brittany fue la última en salir. La rubia había intentado hacer tiempo pensando que si Santana la hubiera querido esperar ya se habría cansado. Al cruzar la puerta, la morena comenzó a caminar rápidamente tras ella.

- ¡Brittany, espera! – exclamaba Santana mientras intentaba seguirle el paso a la rubia que caminaba con las manos en los bolsillos de la campera, la mirada baja y con pasos largos – Britt...yo solo....solo quiero hablarte. No te voy a juzgar por nada....Britt...- terminó diciendo al alcanzar a Brittany tomándola por el brazo.

- Santana...vete por favor....no quiero oír tus preguntas sobre qué hago acá....- dijo

Brittany haciendo oídos sordos a lo que antes le había prometido Santana. Se dio vuelta y volvió a caminar lo más rápido que podía.

- Arghh....si serás testadura...que te estoy diciendo que no quiero juzgarte...quiero saber si estas bien.....Britt.

La rubia estaba en buen estado físico y caminaba a gran velocidad sin la necesidad de correr, tampoco quería llamar la atención de alguna persona que anduviera caminando por allí, pero Santana le seguía el paso y había vuelto a alcanzarla. Al obligarla a girarse, para mirarla a la cara, se quedó sin palabras por un instante. Siempre se había sentido desfallecer cuando veía a Brittany llorar.

- San...en serio...me muero por verte pero no quiero meter a gente en esto. ¿Cómo supiste que estaba acá? Argh...seguro alguien abrió la boca - preguntó Brittany con los ojos rebalsados en lagrimas.

- Una tal “Kelly” me ayudó a llegar a ti pero no te la agarres con ella. Se nota que te quiere mucho porque supo que necesitabas ayuda....y no sé porqué me quieres alejar pero te aviso que no me voy a ir. Por favor Brittany....- Santana la tomó de la barbilla para levantarle la mirada y poder conectar sus ojos -...dime qué te está pasando. Si esto es lo que quieres hacer estaría perfecto para mí....pero tu actitud dice todo lo contrario. Dejame ayudarte.

Brittany quería alejarla pero la necesitaba tanto. Cada noche lejos de la morena había pensado una y otra vez que si ellas hubieran estado juntas las cosas hoy serían tan distintas...Brittany abrazó a Santana. La abrazó como si sintiera que el piso se quebraría y caería al mismísimo centro de la tierra. No podía mantener el personaje de autosuficiente delante de ella. 

- Vamos a mi departamento...no prometo contarte nada hoy...pero te necesito a mi lado – dijo Brittany con los ojos cerrados mientras continuaba pegada a Santana.

La morena había sentido explotar su corazón cuando sintió el calor del cuerpo de Brittany sobre ella. Su perfume...era el mismo que la rubia usaba cuando eran adolescentes y como aquellas veces sintió temblar sus piernas al olerlo. 

- Haremos lo que tu quieras Britt... – contestó Santana separándose de Brittany y moviendo delicadamente un mechón del pelo rubio rebelde hasta su oreja para luego acariciar su mejilla. Brittany volvió a cerrar sus ojos ante aquel gesto. El roce de sus pieles era otra sensación incomparable que hacía estremecer cada célula de sus cuerpos.

El departamento de Brittany no estaba cargado de lujos precisamente. Era un modesto piso con los muebles justos y necesarios. Tenía una única habitación, una pequeña cocina y una sala de estar algo más grande. Santana se sorprendió un poco por las dimensiones de aquel lugar pero no le importaba ni siquiera estar en una caja de zapatos si Brittany estaba a su lado. Eso sí, la decoración no dejaba lugar a dudas de

quien vivía allí. A la rubia le gustaban los colores vivos, todos los que combinaban a la perfección con el azul de sus ojos.

- ¿Quieres que...emm pidamos una pizza?...la verdad es que no tengo suficiente comida para cocinar para las dos...- dijo Brittany algo avergonzada mirando la heladera.

- Son las 2 de la mañana.... ¿a esta hora traen comida? – preguntó Santana sonriendo apoyada sobre la mesa.

- Podemos intentarlo, ¿no? – contestó Brittany sonriendo sinceramente como pocas veces lo había hecho en los últimos meses.

Las chicas tuvieron suerte. Una vez que terminaron de cenar se habían quedado en silencio regalándose miradas y sonrisas. Brittany no quería hablar de ninguno de sus problemas ahora; Santana no quería presionarla. En el transcurso de la noche había visto como levemente el brillo de los ojos de la rubia había vuelto a aparecer y eso era suficiente por hoy.Brittany y Santana se acostaron a dormir. La morena recostada y la rubia apoyada sobre sus brazos observándola, se debatían con los ojos entre quién daría el primer paso. Santana ganó la “batalla” y se alzó levemente tomando del cuello a Brittany y dejando un beso suave sobre sus labios.

- San...sobre nosotras....- había empezado a decir Brittany.

- Shh....no tenemos que decirnos nada ahora, ya tendremos tiempo de hablar sobre qué pasó con lo nuestro. Cuando nos despedimos aquella vez pensamos que sería lo mejor para las dos estar sin ataduras mientras buscábamos nuestros sueños y aunque lamento la decisión, sé que también nos prometimos que no nos alejaríamos estando enojadas y que podíamos seguir contando la una con la otra. Yo te amo igual o más que la última vez que te ví y no pienso perder tiempo en pelearme por algo que decidimos las dos aquella vez.

- Te amo Santana..... Dioss qué bien se siente decírtelo. Tantas veces lo dije en voz alta estando sola....- dijo Brittany besando nuevamente a la morena que no podía sonreír más.

Se quedaron dormidas abrazadas y con una de sus manos entrelazadas.A la mañana siguiente salieron a desayunar a un café ubicado en la esquina del departamento de Brittany porque, como la noche anterior, la rubia tenía poco y nada para comer. Santana pensó que sería buena idea hacer una visita al supermercado por la tarde.Dado que el día estaba soleado, las chicas decidieron desayunar en una de las mesas fuera del local. Santana no podía creer lo hermosa que era Brittany bajo los rayos de aquel sol del alba pero a su vez notaba lo callada que estaba.

- Britt... necesito que me cuentes qué pasó – intentó preguntar Santana 

- Vamos a caminar San.... – contestó Brittany levantándose de la mesa junto con su vaso de café.

Las chicas se dirigieron hasta un parque cercano a donde estaban y comenzaron a caminar por el sendero delineado que usualmente recorrían los que salían a correr o a andar en bicicleta. A Brittany le encantaba ese lugar pero iba muy poco.

Santana esperaba en silencio que Brittany comenzara a hablar.

- San... después de haber repetido el último año de la secundaria en mi casa las cosas cambiaron. Mi mamá estaba molesta y me torturó el año entero con eso, con que había arruinado mis posibilidades para entrar en la universidad porque nadie iba a aceptar a una “tonta” – comenzó a narrar Brittany al tiempo que agachaba la cabeza por la vergüenza que le causaba que su madre haya dicho esas cosas. Santana al ver su actitud se abrazó a su cintura y apoyo su cabeza en el hombro de la rubia. – Yo no quería entrar a la universidad, no me importaba que no me hubieran aceptado, pero mi mamá tampoco me apoyaba en mi verdadero sueño...bailar. También creía que era un sueño mediocre y que nunca iba a llegar a nada con eso. Así que una vez que termine el colegio decidí que le demostraría lo contrario que lograría entrar en una academia para estudiar, pero no podía pedirle dinero ella nunca me lo hubiera dado para que yo pueda hacer eso. Así que empecé a buscar un trabajo que me ayudara a pagar los estudios. Encontré a un representante que prometía buscarme trabajos como bailarina en algún espectáculo por más pequeño que sea. Conseguí algunos pero cuando me llamaron para entrar a una academia de baile cerca de Lima necesité dinero para pagar el arancel y otras demandas. Con él parecía tener confianza y cometí el estúpido error de pedirle dinero...

- Britt.... – dijo Santana hablando por primera vez desde que la rubia había empezado a narrar su historia. La miró asustada como sabiendo a dónde iba todo esto...

- Ya se San.... mi mamá tenia razón, soy una tonta – siguió Brittany alcanzando un banco y sentándose. Santana la imitó – Con lo que Marcell me dio me alcanzó para sobrellevar los primeros gastos al mismo tiempo que buscaba un trabajo en algún negocio porque no podía seguir dependiendo de algunas presentaciones mensuales. Pero no conseguía nada. No entiendo como alguien no pueda conseguir trabajo...

- Los últimos tiempos fueron difíciles para todos... no es por ti Britt – intento agregar Santana para tranquilizar a la rubia.

- No sé....- continuo Brittany – pero no conseguía pagarle mi deuda a este tipo. Cuando una de las veces fui a hablar con él para que me esperara un poco más fue cuando me dí cuenta con quién me había metido. Me dijo que ya no podía esperar, que él podía ofrecerme un trabajo y que tomaría parte de mi sueldo como pago de la deuda. Cuando me dijo que tenía que trabajar de stripper me negué. Yo no quería hacer algo así...pero se puso violento y me amenazó. Me obligó a trabajar para él. Si no lo hacía dijo que me podía pasar algo malo a mí o a mi familia.

Brittany se inclinó apoyando sus codos en las piernas y sosteniendo su cabeza con sus manos. Santana ahora comprendía todo. Tenía ganas de llorar pero quería darle seguridad a Brittany de que ella la ayudaría a salir de ahí, aunque no tuviera la mínima idea de cómo hacerlo.

- ¿Entiendes que por eso no quería que me encontraras?, no quiero que él llegue a enterarse de que nos conocemos porque entonces te estaría poniendo en peligro. Y yo podré soportar trabajar en ese lugar pero no soportaría que te hagan daño por mi culpa. 

- No Britt, a mi no me va a pasar nada y a ti tampoco. Vamos a pensar cómo hacer para darle al tipo el dinero y que ya no tengas que trabajar ahí.

Brittany rompió en llanto. Se sentía tan mal por haber terminado de esa forma. Después de que la hubieran descubierto en Lima, en aquella fiesta, había tenido que mudarse a New York porque los comentarios asqueados de la gente la hacían sentirse la peor persona. Ellos no sabían nada de cómo eran las cosas y se atrevían a opinar gratuitamente. Por eso ahora se presentaba en el lugar bajo el nombre de “Tania” porque no quería que si alguien la reconocía en la calle le gritara su nombre.

- San...yo... tu tiene compromisos....¿qué haces aqui? De verdad no quiero ser una molestia. Que tonta soy ni siquiera te había preguntado qué haces tu...soy una egoísta – dijo Brittany recostándose sobre el respaldo del banco.

- Basta de decirte tonta!! De mi trabajo me encargo yo. Soy asistente en un estudio de música. Me acerca de alguna forma a lo que realmente quiero que es cantar, como sabes – afirmó Santana sonriendo y logró que Brittany se la devolviera. La rubia había recordado todas las veces que habían cantado juntas en el club Glee durante la secundaria – pero me deben un par de días de vacaciones así que puedo tomármelos mientras estoy contigo. Más adelante vemos.

Brittany se había perdido en la mirada color café de Santana. Todas sus palabras cargadas de seguridad, el apoyo que hace tanto necesitaba aunque aún tuviera miedo, sólo la hacían amar más a aquella mujer. Brittany se acercó y tomó de la cara a Santana para plantar un beso en aquellos labios carnosos que tanto la tentaban.Por la tarde, Brittany permaneció en su departamento mientras Santana había salido para llamar a su jefe y avisar que se ausentaría un par de semanas aunque a costa de parte de su sueldo. La morena también pasó por el supermercado y compró algunos productos necesarios para no tener que seguir comiendo y desayunando fuera de la casa.Al regresar, con el sol ya escondiéndose en el horizonte, se encontró sola en el departamento y entendió que Brittany se habría ido al club. Echó un suspiro mientras se sentaba en la mesa de la cocina y dejaba las bolsas de las compras. Después de todo el día aguantando la tristeza que le generaba que Brittany estuviera involucrada en un problema semejante, soltó todas las lagrimas que se había guardado para transmitirle tranquilidad a su rubia.Brittany, por su lado, estaba teniendo un día más pesado de lo habitual. Esa noche el lugar estaba reservado para una fiesta privada de un grupo de empresarios. Como

“regalo de la casa” uno de ellos estaba habilitado para que la chica que eligiera le bailara exclusivamente a él y Brittany había sido la señalada. El hombre estaba totalmente borracho y, aunque la rubia intentaba disimular la cara de incomodidad ante su mirada perturbadora, no pudo contenerse cuando éste intentó juntar sus caderas tomándola de la cintura y posando una de sus manos en su trasero. Brittany lo empujó y le pegó una cachetada saliendo corriendo del escenario.Marcell, el dueño del club, vio aquella escena y fue a buscar inmediatamente a Brittany. La tomó fuertemente del brazo cuando la alcanzó y comenzó a gritarle por su exabrupto.

- Que no me podían tocar Marcell, eso habíamos arreglado – dijo Brittany con ojos asustados intentando zafarse del agarre de su jefe.

- Esta bien chiquita, pero no hacia falta que le pegaras una cachetada. Te corrías educadamente y seguías bailando – contestó él – Ve ahora, pero olvidate que hoy te vaya a pagar la noche. Es uno de nuestros mejores clientes, por tu bien espero que no se haya ofendido demasiado.

Brittany no podía creer lo que estaba pasando. Finalmente su jefe la soltó y pudo ver cómo al instante su brazo enrojecía por la fuerza que había ejercido en él. Se fue llorando y caminando lo más rápido que podía. Necesitaba a Santana.Al llegar a su departamento, encontró a Santana dormida en el sillón frente al televisor. Dejó su bolso y se acurrucó a su lado pero la morena, que no estaba profundamente dormida porque quería estar atenta a cuando la rubia llegara, se despertó al instante y notó los surcos que las lagrimas habían dejado sobre el rostro de Brittany. Se sobresaltó un poco y movió su brazo para rodear a su rubia.

- Britt, ¿que pasó?...Hey, no llores – dijo tiernamente, enderezándose y levantándola a ella.

Brittany le contó lo que había sucedido derramando otro par de lagrimas. Santana le secaba cada una de ellas mientras se le estrujaba el corazón. Cuando Brittany terminó de hablar, algo más calmada por las caricias de la morena, Santana la besó tiernamente. La rubia se abrazó a ella y susurró en su oído.

- Hazme el amor San....te necesito. Necesito que me toques como sólo tu lo haces.

Brittany necesitaba sentir a su amada. Necesitaba sacarse la sensación que las manos de aquel hombre le había dejado en su cuerpo.Santana se estremeció con aquel pedido. Más allá del placer quería que Brittany sintiese todo el amor que ella sentía y que supiera que jamás le haría daño.La morena tomó de la mano a Brittany sonriendo sin dejar de mirarla a los ojos y la llevó hasta la habitación. Paradas al lado de la cama, Santana besó suavemente a la rubia y comenzó a quitarle la ropa. Sus movimientos eran suaves y tiernos. Brittany respondía de la misma forma. Aunque estaban desesperadas por sentirse querían disfrutar de cada roce. Ese contacto que hacía tanto ansiaban. Ambas se quedaron sólo con su ropa interior.Santana recostó a Brittany sobre la cama y se posó encima de ella con una pierna a

cada lado de sus caderas.

- Eres hermosa Britt...- dijo sobre sus labios, comenzando a recorrer con sus manos los brazos de la rubia cuando con sus ojos vió la marca que Marcell le había dejado cuando la interceptó en el local. Rozó aquel golpe con sus dedos y Brittany no perdió tiempo en tomarle la cara para mirarla a los ojos.

- Mirame a mí...eso no es nada – indicó la rubia y besó a Santana que había vuelto a acariciar los brazos de su amada hasta alcanzar sus manos. Las entrelazó con las suyas y lentamente, mientras la besaba, las llevó hasta su trasero. Ambas al sentir ese contacto soltaron un suspiro cargado de deseo. Santana llevó ahora sus manos a la cara de Brittany y ésta presionó las caderas de la morena contra la suya. 

Mientras Santana pasaba a besar su cuello, la rubia movió sus manos a través de su espalda y al alcanzar el brasier lo desabrochó suavemente aunque con movimientos algo torpes por el placer que le producían los besos de Santana sobre su cuello.Al sentir aquello, Santana se irguió y observó por un momento a su rubia que le devolvía la mirada comenzando por sus ojos para terminar en sus pechos recién descubiertos. Brittany se mordió el labio inferior y Santana no pudo evitar torcer una sonrisa provocativa. Acarició el cuello de Brittany y pasó sus manos por los pechos de la rubia. Para su suerte el prendedor de aquel brasier se encontraba delante por lo que no tuvo que moverla para quitárselo. Brittany solo tuvo que mover un poco sus brazos para terminar de hacerlo.Santana bajó de sus caderas y se recostó al lado de la rubia que intentó girarse para quedar cara a cara con la morena pero ésta se lo impidió. Mirándola desafiante a esos ojos azules, Santana comenzó besando suavemente a Brittany pero inmediatamente sus lenguas pidieron permiso para jugar. Santana deslizó lentamente su mano por el torso de su rubia alcanzando el elástico de la última prenda que la separaba de su total desnudez. Brittany al sentir aquello entendió que Santana pedía luz verde para avanzar así que sin dejar de besarla y dejando que sus lenguas continuaran reconociéndose se quitó ella misma sus bragas. Santana se separó de aquel beso sonriendo y miró a los ojos a Brittany mientras comenzaba a explorar su centro con su mano. Brittany inmediatamente no pudo evitar cerrar los ojos por el placer. Santana volvió a sus labios sin dejar de estimular a la rubia que separándose le susurró al oído:

- Necesito más San....- articuló entre algunos gemidos.

Santana mientras le recorría un escalofrío por toda la columna perdió dos dedos dentro del cuerpo de Brittany que enredó una de sus manos en el cabello de la morena y con otra se aferró a las sábanas. Sus gemidos ahora eran más fuertes y no pensaba controlarlo, aun así no hubiera podido. Santana aumentó la velocidad cuando notó que la rubia estaba por alcanzar el éxtasis. Brittany abrió sus ojos para mirar directamente a Santana.

- Por dioss San...- soltó Brittany mordiéndose el labio.

- ¿Así está mejor? – dijo Santana con voz sensual y provocativa mirando primero los ojos de la rubia y luego observando su boca que estaba algo hinchada por los besos

apasionados que se habían dado.

Esa frase, esa forma de decirlo, provocó en Brittany una ráfaga de sensaciones que le bastaron para alcanzar finalmente la ansiada explosión de placer que nació de su centro y sacudió cada músculo.Aunque quedó temblando por un momento por aquella sensación se recupero rápidamente y tumbó suave pero decididamente a Santana sobre el colchón. 

- Mi turno bonita..... – dijo Brittany mirando los pechos de la morena y subiendo luego la mirada hacia sus ojos sonriendo pícaramente.

Brittany le quito las bragas a Santana. Cuando intentó ubicarse a un lado como antes lo había estado la morena, ésta la tomó de la cintura:

- No, así – dijo ubicándola entre sus piernas.

Ambas se estremecieron cuando sintieron el contacto de sus caderas.

- Oh Brittany....- dijo Santana cerrando con fuerza los ojos y tomando del pelo y la espalda a la rubia.

Ésta se aferró de sus caderas y apoyó su otra mano sobre la cama.El movimiento de sus caderas continuó generando aquel roce de sus centros que las enloquecía. Se besaban casi con desesperación y con poco aire por la agitación de sus gemidos.

- Me vuelves loca San....- dijo Brittany besando con ansias el cuello de la morena sin dejar de moverse.

Ambas alcanzaron el éxtasis al mismo momento y luego de tensar sus cuerpos por aquella sensación. Brittany se dejó caer sobre el cuerpo de Santana que la rodeo con sus brazos por el cuello. 

- Te extrañé muchísimo Brittany......Te amo más que antes si todavía es posible que pueda sentir más amor por ti.

La rubia se acomodó a un costado de Santana sonriendo y dejando un beso y una caricia en su mejilla. Se quedaron dormidas casi al instante. Los primeros rayos de sol las despertaron. Ninguna de las dos quería pasar mucho tiempo sin mirarse aun si eso significaba dormir poco.

- Hola preciosa – dijo Santana volviendo a cerrar por un momento los ojos mientras sonreía. Todavía estaba sensible a la luz del sol.

- ¿Te vas a volver a dormir? No! Eh! Que te despierto....- dijo Brittany tomando de la cintura a Santana y besándola suavemente en los labios.

Santana sonrió y por su cabeza se cruzaron mil formas en las que se hubiera dejado

despertar por la rubia pero prefirió guardárselas para más tarde, mostrando una fuerza de voluntad increíble.

- Ya, ya me despierto amor...es solo el sol que me molesta los ojos – dijo Santana.

- Ufa...pero yo quería intentar despertarte – continuó Brittany mientras deslizaba su mano de la cadera de la morena hasta su muslo.

- Jajaj no Britt primero tenemos que desayunar – contestó devolviéndole el primer beso y sentándose en la cama ubicando la almohada como respaldo.

Brittany se incorporó un poco y abrazó a Santana de la cintura, posando su cabeza en su pecho.

- Te amo tanto San... no te das una idea lo que me alegra que hayas aparecido de nuevo – dijo Brittany. 

Santana le acariciaba el pelo mirando hacia el frente pensando en todo lo que le dolía ver a su amor en esta situación.

- Yo te voy a ayudar a salir de ahí Britt, te lo prometo. Siento muchísimo no haber estado antes pero ahora ya va a estar todo bien, ¿si? – dijo bajando su mirada hacia Brittany que había levantado sus ojos hacia ella y se dirigieron una sonrisa cargada de admiración.

-Eres mi héroe Sany – soltó la rubia mordiéndose levemente los labios mientras sonreía y miraba la boca de Santana para luego darle un pequeño beso – pero ya te dije que no voy a poder irme de ahí hasta saldar mi deuda – y enseguida volvió a ubicarse en su primer posición , aferrándose a la morena como buscando la mayor protección posible.

- Ya se me va a ocurrir algo amor – la besó en la frente – por favor, lo último que quiero ahora es que vuelvas a perder la sonrisa. ¿Dijiste que era tu heroe no? – dijo mientras soltó una pequeña risita y buscó los ojos de Brittany para que ésta le prestara total atención – Los héroes necesitamos fuerzas y tu sonrisa es lo único que me hace fuerte....eres mi arma secreta – dijo susurrándole al oído.

Ambas se rieron levemente y se fundieron en un beso cargado de todo el amor que sentían. Brittany no quiso seguir insistiendo pero no entendía como haría Santana para liberarla de su “cárcel” pero ahora no quería preocuparse más. Definitivamente su vida no estaba resultando como hubiera imaginado al terminar la secundaria pero tener al amor de su vida de nuevo a su lado le hacia creer que sí podría ser feliz de una vez por todas aunque hubiera problemas que resolver.La tarde no podría haber transcurrido de mejor forma. El sol y una temperatura agradable las había acompañado en un paseo por el parque. Alquilaron unas bicicletas y recorrieron los alrededores, se sentaron a comer en un banco frente a la laguna que allí había. Brittany, hacía tanto que no disfrutaba un día de esa manera. En los últimos meses su vida había estado totalmente dada vuelta. Trabajaba de noche y dormía de día. No tenía ganas de levantarse para salir y tomar aire a pesar de que supiera que

eso no la ayudaría con su animo. Cuando la noche cayó sobre la ciudad, la rubia resignada a volver al bar, se dio un baño, guardó las últimas cosas en su bolso y se dispuso a despedirse de Santana.

- No, voy contigo Britt, hoy voy a hablar con ese tipo – dijo la morena esquivando el beso de Brittany y tomándola del brazo.

- No Santana, hoy voy a ir sola. Primero que no creo que ir a hablar solucione nada, pero ya hablaremos de eso, pero además no quiero que vayas y me veas de nuevo así – dijo Brittany bajando la mirada notablemente avergonzada de sí misma pero Santana le levanto la cara suavemente tomándola del mentón –y Marcell siempre está borracho durante las funciones no quiero ni pensar que te acerques a el en esas condiciones , ¿ me escuchaste ? Quiero que me esperes acá, si sé eso, definitivamente voy a volver feliz a casa.

Santana mantuvo su mano en la mejilla de Brittany mientras esta terminaba de hablar cerrando los ojos para sentir la caricia en profundidad. A la morena se le habían llenado los ojos de lagrimas, quería ayudarla pero aún no había sabido como hacer. Juntar el dinero de la deuda sería una opción pero Brittany no le había querido decir cuanto era. Ella tenia unos ahorros pero no sabía si estos serian suficientes, ahorrar más llevaría tiempo y no podía permitir que su rubia esté allí un solo día más menos después de lo sucedido la noche anterior. Su mente iba a mil por hora y por esa noche decidió que la dejaría ir pero mañana habría tomado una decisión.

- Te amo hermosa – dijo finalmente acercándose y dejando un beso suave sobre los labios de Brittany – Te voy a estar esperando, ¿si? 

- Yo también te amo – dijo Brittany abrazando a Santana y salió apenada de no poder cenar con ella.

El trabajo era siempre igual, todos esos hombres tan asquerosos intentando tocarla y gritándole cosas asquerosas pero ahora ella cerraba los ojos y podía imaginarse pasando el día con Santana. Quería terminar rápido y correr a besarla de nuevo y mirar quizás una película juntas. Quería pasar una noche, después de tanto tiempo, como el resto de la gente lo hace. Como las parejas lo hacen, estar abrazados en el sillón charlando sobre que hicieron durante el día en sus trabajos. Quería preparar la cena e irse a dormir con ella a su lado.Observando a esos hombres tan desesperados por su cuerpo, siendo tan poco cuidadosos sobre lo que a ella podría o no ponerla incomoda pudo confirmar, aunque lo sabía de antes, que Santana era un ángel caído del cielo y que hubiera sido la persona más triste del mundo si no hubiera podido ser bendecida con su amor. Brittany seguía moviéndose sensualmente para cumplir con su trabajo pero su mente no estaba allí.Mientras tanto en el departamento, Santana esperaba sentada junto a la mesa de la cocina. Había puesto la mesa para cenar, pero había ubicado dos platos. No cenaría hasta que Brittany volviese, no le importaba comer a las 2 de la mañana. En realidad ni sabia como la había dejado irse y sin ella. El sólo recordar las imágenes de la primera vez que la vió en ese lugar y pensar que estaría viviendo lo mismo una y otra vez le

hacía latir el corazón aceleradamente por los nervios y el odio. ¿Por qué había tenido que pasar así? Se sentía culpable por no haberla buscado antes así que ahora haría cualquier cosa por remendar su ausencia. Decidió que mañana por la tarde iría a hablar con Marcell, no le importaba en qué estado lo encontrara, no le importaba cómo haría para llegar a un acuerdo con él , pero mañana tendría que resolver este asunto.Cuando Brittany volvió a su casa, encontró a Santana mirando la televisión envuelta en una manta y con la cena servida. Sintió que el corazón, literalmente, se le derretía de amor. Hacia mucho tiempo que no llegaba a su departamento y estaba contenta. El trabajo seguía siendo una basura pero ahora estaba tan feliz de que alguien la esperara de esa forma.Santana, al oírla entrar, se dio vuelta y miró hacia la puerta estirándose un poco para que se le quite la cara de dormida. Había esperado despierta a su rubia con todo el amor del mundo pero la televisión era demasiado aburrida y era difícil no querer cerrar los ojos. Todo su esfuerzo le valió la pena cuando vió la sonrisa y el brillo de los ojos de Brittany que, se notaba, no esperaba algo así.Para ser una cena de madrugada estuvo muy bien, no tardaron en calentar la comida que había preparado Santana que realmente estaba exquisita, pensó Brittany.

- ¿Vas a querer algo de postre amor? – preguntó Santana mientras llevaba los platos sucios al lavaplatos, dándole la espalda a la rubia.

Ésta se acercó dando saltitos hacia la morena y mientras la abrazaba le dijo:

- Mmm ¿tu estas en el menú? – y ambas sonrieron pícaramente.

"Pole Dance" - Parte 3

Brittany comenzó a besar el cuello de Santana, que cerró los ojos y se mordió los labios disfrutándolo. La rubia tenía muy en claro que ése era su punto débil para encender a Santana al instante.Sin demasiados preámbulos pegó su cadera a la de la morena, que seguía de espaldas, deslizando una mano por debajo de su remera y alcanzando uno de sus pechos. Mientras se dedicaba a acariciarlo, pasó su lengua por el cuello de Santana hasta alcanzar su oreja. Luego de darle un pequeño mordisco le susurró al oído:

- Me encanta este postre.....- dijo cerrando los ojos mientras la morena se daba vuelta y tomaba de la cara a Brittany para besarla profundamente.

La rubia volvió a tomarla de la cadera para acercarla a ella lo más posible mientras las dos exhalaban un pequeño gemido.Sus lenguas comenzaron a rozarse mientras intentaban abrirse paso entre los muebles de la cocina para llegar a la habitación. Santana llegó de espaldas a la cama, al toparse con ella se dejó caer sentada soltando finalmente los labios de la rubia y comenzó a quitarse la remera con brusquedad. Casi con desesperación por la perdida del contacto, Brittany, aún parada, le ayudó a Santana a deshacerse de esa molesta prenda y se abalanzó nuevamente sobre sus labios tomándola por la espalda y llevándola hacia el centro de la cama. La morena al alcanzar su posición la rodeó con las piernas y haciendo un esfuerzo para incorporarse le quitó el top y el brasier a Brittany que no pudo evitar observar el torso desnudo de

Santana, con cada músculo delineado por la posición en la que se encontraba. Sintió la necesidad inmediata de volver a probar su piel. Con suavidad pero decidida la volvió a recostar sobre el colchón y pasó a besarle el cuello y los pechos. Ésa era una de sus zonas favoritas porque instantáneamente sentía a Santana retorcerse de placer mientras enredaba su mano entre los cabellos rubios mientras Brittany a su vez la tomaba de la cintura aprisionándola levemente.Pero no se detendría allí, aún no terminaba de probar a Santana. Al mismo tiempo que continuó dejando un camino de besos y pequeñas mordidas a lo largo del vientre de la morena, Brittany deslizó la última prenda que restaba descartar. Hubiera querido jugar un poco con Santana pero no podía esperar más. Sus labios se perdieron en el centro de placer de Santana. La morena tensó todo su cuerpo ante los besos traviesos de Brittany. Se aferraba a las sábanas, estirando su cabeza hacia atrás, creyendo que de otra forma se desarmaría de placer. Cuando no soportó más la necesidad de sentir más a su rubia se incorporó levemente, como pudo, tomando la mano que Brittany había dejado sobre el colchón y atrayéndola hacia ella. La rubia notó su movimiento y se dirigió a besarla llevando una ceja levantada y una sonrisa provocativa.

- Ya Britt..... – dijo Santana cuando notó que la otra mano de la rubia pasaba de su cadera al interior de sus muslos. Santana dejó sus labios cerca de la oreja de Brittany y le dio una pequeña mordida cuando sintió como ella hacia entrar dos dedos en su cuerpo – Ohh dios Britt..... – suspiró la morena pasándole un brazo por el cuello para pegarla a su pecho. A medida que la rubia aceleraba sus movimientos Santana se aferraba más fuerte a ella mordiendo suavemente la base del cuello de Brittany que soltó un gemido al instante y profundizó aún más sus arremetidas.

- Brittany.....!! – exclamó Santana cuando sintió la electricidad desatada desde su centro y echó su cabeza hacia atrás arqueando todo su cuerpo. Brittany besó tiernamente su cuello mientras acariciaba su brazo para que se relajara.

Santana volvió a abrir los ojos y sonrió tiernamente mientras se perdía en aquellos ojos azules que le devolvían la mirada y la sonrisa. Pasó su mano por la mejilla de la rubia y volvió a besarla profundamente. Brittany sin aguardar un momento más la tomó de la cadera y rodó sobre sí misma recostándose sobre el colchón y dejando sobre ella a Santana.

- Hey! – exclamó sorprendida ante aquel movimiento rápido de su rubia que la acomodó entre sus piernas. La sonrisa dulce que acababa de tener se transformó al instante cuando sintió el roce de sus centros. Santana hizo su primer movimiento. Mantenía su cara alejada de la de Brittany porque quería observar cada gesto. La rubia le mantenía la mirada y sin dejar de observarla llevó sus manos al trasero de Santana para pegar más sus caderas si así era posible. 

El silencio de la madrugada había sido interrumpido, en su habitación, por el sonido de sus gemidos y respiraciones agitadas. Se durmieron abrazadas, como la noche anterior, para no enfriar sus corazones.La pasión desatada las había agotado así que ésa mañana tardaron en despertarse aún cuando el sol iluminaba la totalidad de la habitación.Santana, se despertó antes que la rubia y viendo que casi era el mediodía decidió

hacer lo que se propuso estos últimos días. Aprovechó a salir antes que Brittany se despertara porque sabía que sino no la dejaría ir. Le preparó el desayuno a su rubia y dejó una nota debajo de su taza:

“Amor, salí un momento para resolver cosas sobre mi trabajo. No tardo! Desayuná tranquila que cuando vuelvo almorzamos, Te amo. No sabés lo linda que eres dormida. San.” 

Cuando Brittany se despertó vió la nota y lamentó no tener a Santana cerca para besarla por ese lindo cumplido. Notó que su departamento estaba algo desordenado y que hacía mucho que no limpiaba como correspondía. Con energías renovadas se propuso dejar todo brillante y así dar una sorpresa a Santana.

( Mientras tanto en el pub...)

Santana fue a la puerta donde había visto salir a Brittany la otra noche y golpeó con fuerza. Cuando estaba a punto de volver a golpear la puerta comenzó a abrirse.

- Kevin que te dije sobre.... – empezó diciendo el hombre que abrió la puerta antes de ver quién era que llamaba a la puerta del bar - ...Ah no, no quiero hablar sobre religión señorita, gracias eh – dijo el hombre comenzando a cerrar la puerta pero Santana logró meter medio cuerpo dentro del lugar dejando helado a ése señor - ¿Qué diablos....?

- Marcell , ¿cierto? – dijo Santana cuando logró entrar del todo. Cuando pudo verlo con claridad se dio cuenta que aquel hombre era el mismo que estaba en el pub de Ohio.

Marcell la miraba con el entrecejo fruncido y el labio torcido preguntándose quien era esa mujer que se atrevía a entrar de esa forma en su negocio y a ésa hora del día.

- Oh no me presenté yo, que mal educada – dijo Santana en actitud soberbia –Mi nombre es Snixx – extendió su mano para estrecharla con el hombre que cada vez entendía menos.

- ¿Snixx? ¿Qué clase de nombre es ése? – preguntó extrañado.

- Un nombre Marcell , un nombre...no sé a mi madre se le antojó así – continuó Santana caminando un poco por ese sector del bar. Notaba que era el camarin de las bailarinas porque había espejos y unas mesas donde se maquillarían. Intentaba encontrar algo que la ayudara a saber cómo continuar.

- Bueno , “Snixx” – dijo Marcell remarcando cada letra de ése nombre pues todavía estaba extrañado y desconfiaba de ella – a que se debe tu visita tan...¿descarada? a mi local....- continuó variando su tono hacia uno algo más intimidante.

A Santana no le importaba estaba totalmente metida en su personaje y no daría el brazo a torcer por chantajes baratos.

- Podría haber llamado a la policía , no te dejé pasar , te aviso....- siguió Marcell.

- ¿De verdad llamaría a la policia? Me parece que no Marcell....Yo debería llamarla, ¿no cree? Vamos , no se haga el que no sabe de qué hablo – respondió Santana girando y mirando directamente hacia él – usted tiene a éstas chicas trabajando bajo amenaza y eso no es muy legal que digamos.

La cara de Marcell se inmovilizó al instante. Ésta chica estaba resultando demasiado prepotente.

- ¿Qué quieres pendeja? – comenzó a decir amenazante caminando hacia Santana.

- Dejá de amenazar a Tania . Ya pagó lo que te debía ¿hace cuanto que trabaja para ti? ¿No es suficiente ya? – desfió la morena.

- ¿Disculpame? ¿Y desde cuando una chiquita como tu me va a decir cuándo es suficiente y cúando no? ¿Qué ere la novia o la madre de esa tonta? – dijo Marcell casi pegado a Santana.

- Eso a ti no te importa –

- Mira, ella me pidió dinero y cuando no me lo pudo devolver yo reclamé lo que era justo. Y no, ¿sabes que todavía no me pagó la deuda entera? Me debe US$ 10.000 ¿tu los tienes? Si los tienes te la devuelvo con moño y todo o ¿piensas que me importa tener a esa inutil cerca? – siguió hablando ese hombre.

Marcell había agarrado del brazo a Santana y la mantenía cerca suyo hablándole directamente a la cara. La morena estaba llena de odio por las palabras que había usado para referirse a Brittany pero a su vez la desesperación le recorrió cada vertebra de su espalda al oir cuánto faltaba pagarle. Ella no tenía ese dinero y equivalía a minimo 1 año más de trabajo en ése lugar.Ante el silencio de Santana, Marcell se alejó un poco sonriendo , pero todavía presionando su brazo.

- Ja! Me imaginaba que tampoco tenías un dólar. Largate, ¿quieres? – dijo él soltando a la morena y dándose vuelta para ir hacia la puerta – Y eso de llamar a la policia, ¿te crees que me da miedo? No tienes ninguna prueba de que la “obligo” a quedarse acá. Firmó un contrato de trabajo así que es todo legal frente a quien venga a preguntar.

Abrió la puerta pero Santana aun estaba en su posición mirando hacia el piso. Por su cabeza pasaban todas las palabras de aquel hombre y sobre todo quemaba la zona donde él la había agarrado para hablarle. Recordó la marca en el brazo de Brittany y supo que no la dejaría volver.

- Dale! Sal de aqui ya! – gritó Marcell.

- Yo bailo – dijo Santana saliendo de sus pensamientos – Llamala a Tania y dile que no se... de repente te volviste bueno y que no venga a trabajar más. Ahora yo voy a

trabajar acá.

Marcell no podía creerlo. Cerró la puerta y volvió hacia ella con una sonrisa torcida.

- Mm puede ser que me guste tu propuesta. ¿Te sabes mover? – dijo acercándose peligrosamente a Santana y queriendo poner una mano en su cintura.

- Sin tocar Marcell – se defendió Santana quitándole la mano - ¿Aceptas o no?

- Jaja sí vos debes ser la novia de esa chica. ¿No quieren bailar juntas...? – siguió diciendo el hombre.

- ¿Aceptas o no? – insistió la morena.

- Vale! Acepto ...dios! qué insistente – dijo Marcell alejándose y rodando los ojos.

- Entonces llamala a Tania y dile que no venga más. Que “alguien pagó lo que faltaba de su deuda”. Pero la llamas delante de mío.

- Que carácter “Snixx” – Marcell continuaba burlándose de aquel nombre.

El dueño del pub llamó a Brittany tal como le indicó Santana. Era una chiquilla más pero la verdad era que había algo que lo había cautivado desde el principio. 

- Listo , hoy te quiero acá a las 8 p.m , ¿escuchaste? Y traete menos ropa que ahora eh.... – 

Santana salió del lugar totalmente asqueada pero decidida de que ésa era la mejor decisión.Al volver al departamento se encontró con Brittany terminando de ordenarlo, con música a todo volumen, cantando y bailando, mientras movía los muebles y adornos.Ésa era la Brittany que había conocido, llena de energía y tan brillante como sus ojos y su pelo rubio. Toda su preocupación por la charla que había tenido hacia unos momentos se esfumó de inmediato. Brittany era feliz y a ella no le importaba nada más.Cuando Brittany paró de bailar y miró hacia donde estaba Santana parada, llenó su cara con una sonrisa y corrió hacia los brazos de la morena. Saltó sobre ella y se agarró de su cintura con sus piernas. Era como una niña cuando ve a su padre llegar a casa después del trabajo. Santana le devolvió el abrazo.

- ¿Fuiste tu? Amor ¿cómo hiciste? – preguntaba Brittany mientras la llenaba de besos.

- Jaja Britt si no....dej....as de darm....besos....jaja Britt....- Santana intentaba hablar pero Brittany no la dejaba.

Finalmente se bajó de ella y la miró sonriente esperando una explicación.

- Mm si Britt...yo le pagué a Marcell...tenía unos ahorros y bueno los usé en una buena

causa, ¿no? – le mintió la morena. No quería que fuera de ese modo pero no tenía alternativa. Brittany no hubiera aceptado nunca el trato que tuvo que hacer con ése hombre.

- Ay San..... pero ¿cómo te lo voy a devolver? – dijo Brittany abrazando a Santana.

- Mmm bueno si me lo preguntas así....voy a ver qué pienso....- respondió la morena con una ceja levantada y haciéndose la interesante.

- ¿Te piensas aprovechar de mí Santana? – Brittany comenzó a hacerle cosquillas a la morena que se reía y retorcía intentando zafarse de ella.

Cayeron en el sillón. Santana tenía encima a Brittany y había logrado tomarle ambos brazos impidiendo que siguiera con su “tortura”.

- Oh ...- dijo Brittany haciendo un pequeño puchero porque le habían ganado. Santana la miraba con una sonrisa triunfal – San... ¿no estás un poco escotada?– comenzó a decir Brittany mientras aún con los brazos inmovilizados por Santana movía sus manos desabrochando los botones de su camisa. 

Enseguida se las arregló para encontrar una nueva forma de “torturar” a su morena. Brittany comenzó a dejar pequeños besos en los pechos de Santana pero ella no quería resistirse demasiado así que la soltó de a poco.

- Esta noche tenemos que festejar San, ¿dónde vamos a salir? – preguntó mientras seguía besando a la morena y movía sus manos a través de su cuerpo.

A Santana se le encogió el estómago. ¿Cómo haría para salir todas las noches de allí sin que Brittany sospechara? Tragó saliva e intentó que su tono no parezca nervioso porque, era fácil que Snixx saliera frente a otras personas pero, entre los besos y caricias que le estaba dejando Brittany y que era su rubia la que tenía delante para mentirle, no sabía cómo haría para disimular.

- Emm eso es lo que no te conté Britt... – comenzó diciendo Santana mientras continuaba pensando qué decirle.

Brittany se detuvo y miró extrañada a la morena.

- ¿Qué no me dijiste San? –

- Ehh.... es que me llamaron del trabajo y me dijeron que me necesitaban si o sí – intentó inventar Santana mientras Brittany abría los ojos como platos.

- ¿Te vas a ir? – preguntó con un nudo en la garganta y comenzando a enderezarse.

- No no Britt, amor, ven.....- dijo Santana intentando calmar a la rubia . Diablos, esto va a ser difícil, pensó. – Me llamaron del trabajo pero les dije que iría por las noches, total me necesitan para ordenar papeles y firmar solicitudes. Así pasamos todo el día juntas.

¿Qué te parece? – Santana intentaba sonreír confiada para que Brittany no sospechara nada.

- Pero... ¿no te debían días de vacaciones? Qué molestos! – La rubia se desplomó sobre el pecho de Santana y se abrazó a ella.

- Si Britt pero si voy por ahí consigo que me paguen un poco más y ahora que no tenemos ahorros nos va a venir bien. Por ahí podemos arreglar un poco tu departamento, ¿no? – siguió diciendo Santana acariciando el pelo de Brittany.

- Yo y mis deudas seguimos trayendo problemas...qué bien! – resopló la rubia.

- Brittany no digas tonterías. Esto es una tontera respecto a cómo estábamos antes – dijo Santana mientras un nudo se le hacia en su pecho por mentirle de esa forma – ya nos podremos acomodar y vivir juntas cómo se debe.

- ¿Te vas a mudar conmigo? – Brittany levantó la cabeza con brillo en los ojos.

- Bueno, aqui es un poco chico pero podríamos conseguir otro lugar ¿no? Cuando tu sepas qué vas a hacer podemos buscar un lugar que nos quede cómoda a ambas para nuestros trabajos o estudios – soñó Santana en voz alta y besó la frente de su amada.

- Está bien, ya vamos a pensar en eso. Entonces vamos a festejar ahora. – concluyó Brittany levantándose del sillón y agarrando de los brazos a Santana para ayudarla a levantarse.

- Noo pero yo queríía .... – se quejó Santana haciendo un pequeño puchero que haría tambalear a cualquiera.

- Ah no San...tu me cortaste la inspiración. Loo siento – dijo Brittany sonriendo.

- Mmm pero te puedo inspirar de nuevo.. ¿no? ¿confías en mí? – desafió la morena acercándose a ella para intentar besarla.

- Jaja basta San , ahora te la aguantas. Vamos a pasear y cuando hoy vuelvas...vemos.

- Maldita – dijo Santana entrecerrando los ojos.

Pasaron la tarde paseando por la ciudad y decidieron que lo mejor sería pasar por el departamento de Santana a buscar su ropa. Los últimos días había usado lo que Brittany le prestaba pero si pensaba quedarse más tiempo debía tener sus cosas.A la hora de la cena, como solía salir la rubia , Santana se despidió de ella algo nerviosa por lo que le esperaba esa noche.

- Te amo Britt y todo lo que hago lo hago porque quiero lo mejor para ti eso nunca lo dudes ¿ok? – dijo Santana algo preocupada.

- Ya se San...si eres la novia más hermosa que alguien puede tener. Nunca dudaría de ti – respondió sonriendo y dejó un beso en sus labios abrazándola por la cintura.

- ¿Novia? – sonrió Santana.

- ¿Quieres ser mi novia San?– 

- Siiiii!!!! – Santana no podía ser más feliz pero al instante de volver a besarla se le cayó el alma a los pies recordando a dónde se iría.

Santana llegó al pub y se cambió con lo que pensó que sería acorde a la ocasión.Salió al escenario en tercer lugar. Había observado los bailes de sus compañeras y se había armado una mini coreografía sabiendo qué tema sonaría cuando ella pasara.La sensación de estar allí parada, frente a esos hombres, no le gustó para nada. Se sentía demasiado vulnerable y ése no era un sentimiento que dejara crecer en ella en general. Pensó que Brittany había estado allí arriba tanto tiempo y que de alguna forma lo había soportado así que ella tendría ahora que luchar en su nombre. Tal como la presentaron decidió que no sería ella quien estuviera ahí sino Snixx y buscaría la forma de desarmar esa trama de conflictos que rodeaba al lugar.De ese modo transcurrieron algunas semanas. Santana compartía el día con Brittany y se despedía de noche para ir “a la oficina”. De a poco se había ganado la confianza de un par de chicas que incentivadas por el deseo de la morena de encontrar el punto débil de Marcell, la ayudaban a analizar todos sus movimientos.Mientras, “Snixx” también había logrado algunos avances, aunque algo rebelde, su actitud había cautivado a Marcell y sabría que eso le serviría de alguna forma aunque aún no supiera exactamente cómo.Una de esas noches se encontró en el despacho del jefe compartiendo unas copas como le gustaba hacer a él luego de sus shows.

- La verdad Snixx , cada día mejor. ¿Quién lo hubiera dicho? Tienes a todos a tus pies, ¿sabías? – Marcell hablaba algo borracho. No era raro verlo así. La bebida era su debilidad pero en las últimas semanas había generado una nueva - ¿Cómo es que le bailabas a ése tipo? – dijo acercándose a ella - ¿Así? – continuó Marcell tomando de la cintura a Santana que se encontraba parada apoyada contra un escritorio.

Santana intentó zafarse pero él la aprisionó contra el mueble y besó su cuello. La morena juntó todas sus fuerzas y logró darle un rodillazo en la entrepierna. El hombre dolorido, aún sobre su cuello , la mordió con fuerza en forma de venganza. Santana lo terminó de apartar de ella y salió de su oficina.

- Sii largate!! Si son todas iguales... – gritaba Marcell sin importarle quién hubiera podido pasar por allí.

Santana llegó al baño con el cuello aún dolorido por el mordisco. Se vió en el espejo que tenía lastimado en ése lugar.

- Arghh...y seguro tiene rabia – exclamó pasándose un poco de agua y pensando cómo haría para esconderlo de Brittany.

Las chicas del pub la ayudaron a maquillarlo, aunque cada vez se ponía más morado y era difícil de ocultar, así que se valió también de un pañuelo atado a su cuello.Justo había tenido que pasar ese día. Justo había ocurrido cuando Brittany la esperaba en su departamento vestida con un conjunto de ropa interior sumamente sugerente.Santana vió a Brittany sentada en el sillón vestida de esa forma y pasó a su lado directo a la habitación mirándola de reojo. Tenía un pañuelo en el cuello que no podía quitarse, no era que estaba ciega. Brittany notó extrañada cómo su morena había pasado delante de ella, vestida de esa forma, sólo diciendo “Hola..” y se levantó a buscarla para ver si estaba bien.Santana estaba dentro del baño. Se sacó el pañuelo. Quizás lograría maquillar el moretón y con la luz apagada no se vería, o quizás podría inventar alguna excusa para dejárselo puesto. No era lo más sexy, pero para qué quería ser sexy si con Brittany vestida así alcanzaba y sobraba para las dos. 

- San... ¿estás bien amor? Casi ni me miraste cuando entraste...y yo que me puse asi de linda para ti – dijo Brittany con un tono dulce que hacía derretir a Santana y que si no hubiera tenido ese estúpido moretón habría salido del baño y la hubiera hecho suya en el primer rincón donde hubiera podido acorralarla.

- Si! Estoy bien Britt... estoy un poco cansada y creo que me voy a enfermar. No me siento del todo bien, en realidad – dijo Santana saliendo del baño y haciendo cara como que estaba congestionada.

- Ahh pero si es por eso yo te cuido Sany. A ver ven lo primero que hay que hacer es recostarte en la cama...- empezó a indicar Brittany. A Santana no le gustaba nada a dónde iría eso. Osea le encantaba! Pero...el moretón! Si Brittany lo veía ¿qué le diría?.

Brittany empezó a desvestir a Santana.

- Qu..Qué haces ¿amor? – preguntó Santana nerviosa.

- Jaja ¿qué parece? Te voy a poner el pijamita San... – dijo con una voz sensual – a ver.....

Brittany continuaba con su juego. Trajo la ropa de dormir de Santana y la vistió.

- Bueno, dígame ¿qué le duele Señorita López? – dijo la rubia sentándose encima de Santana que intentaba pensar “en frío”.

- Eh... no, no sé, un poco la cabeza, creo.... – respondió nerviosa. A Brittany le causaba mucha gracia esa actitud de la morena, en otra ocasión le hubiera seguido el juego pero esta vez se la estaba haciendo difícil, definitivamente no se sentía bien pensó.

- La cabeza, bueno a ver que podemos hacer por usted.... – dijo sonriendo y comenzó a dejar pequeños besos en la cara de Santana y otros un poco más profundos en sus labios... - ¿Mejor así? – preguntó Brittany mientras continuaba besando a su morena.

- Si si, ya me siento mejor eh.... – dijo Santana agarrandose la cabeza para intentar pensar en otra cosa mientras Brittany le mordía la oreja.

Suavemente la rubia deslizó su mano por la cintura de Santana hasta llegar a ese pañuelo que la separaba del cuello que tanto ansiaba besar. Cuando la morena se dio cuenta lo que iba a hacer la paró en seco.

- No !!! el pañuelo no....porque...eh…me duele un poco la garganta – intentó convencer a Brittany que la miraba extrañada pero sonriendo. Santana la beso para cambiar de tema.

- A ver si te aguantas no besarme en el cuello...- desafió la morena para intentar tentar a Brittany a demostrarle que podía hacerlo y así todos ganaban. Brittany y ella tendrían sexo pero no vería la maldita mordida.

- Ah mire usted, ¿me está desafiando López? – respondió Brittany que se planteaba intentar ganar la apuesta.

Los besos y caricias subieron la temperatura de inmediato y a Brittany se le hacía difícil no arrancarle ese pañuelo a Santana. Decidió que ya no le importaba. Sí, era débil frente a la morena ya lo tenía totalmente asumido. Deslizó nuevamente su mano hacia él e intentó desatarlo. Santana estaba demasiado encendida como para darse cuenta. Cuando Brittany notó que el nudo se había deshecho sonrió sobre los labios de la morena, se separó de ella y se propuso pasar a besar ésa zona. De inmediato vió aquella marca en el cuello de su novia y se quedó inmóvil.

- ¿Qué pasa Britt?..mm ven – decía Santana que seguía sin darse cuenta lo que había pasado.

- Así que ¿“te dolía la garganta”? Te querías esconder eso mejor dicho.... – comenzó a decir Brittany alejándose y a punto de largarse a llorar.

Santana finalmente había vuelto a la realidad. Se incorporó en la cama intentando agarrar a la rubia que se alejaba cada vez más.

- Britt... no es lo que parece...Yo...no estuve con nadie Britt...- intentaba explicar Santana. No quería decir la verdad porque traería problemas pero mentir parecería que empeoraría las cosas.

- Con razón te ibas todas estas noches....claro, ahora me doy cuenta. ¿Qué trabajo ni qué cosa? – Brittany hablaba sola.

- No Brittany por dios! No me iba a ver con nadie...iba a trabajar en serio....-Santana se acercó para intentar abrazarla pero la rubia la empujó y salió de la habitación como un tornado.

- ¿Quién es? ¿Qué, te manda mensajitos al celular también? – gritaba la rubia desde el living mientras alcanzaba el bolso de Santana lo abría y lo vaciaba sobre el sillón para

encontrar aquel aparato.

Santana salió en ése instante, en que Brittany miraba asorada las cosas que habian caido de su bolso. Había descubierto enseguida sobre qué se trataba. Muchos pensaban que eran tonta pero no era la realidad. Brittany conectó cada hecho reciente en su cabeza y todo encajaba.

- Es mucho peor.... – susurró la rubia mientras Santana, que se había quedado parada en la puerta de la habitación, se deslizó por la pared y se sentó en el suelo amarrándose las piernas con una mano y limpiándose las lagrimas con otra.

La rubia se volteó a mirar a Santana buscando una explicación. Estaba enfadada por que le hubiera mentido. Todos estos días había creído que todo su pasado había tenido un cierre y que estaba viviendo una nueva oportunidad de su futuro, pero todo seguía exactamente igual de enredado. Se acercó lentamente a la morena y se arrodilló hasta su altura.

- Qué hiciste San.....me dijiste que le habías pagado...qué hiciste.....¿Marcell te hizo eso? – dijo Brittany llorando sin poder tocarla.

Santana lloraba entre sus piernas. Sabía que lo estaba haciendo por su bien pero sí le había mentido y no se atrevía a mirarla a los ojos y notar su decepción. 

- Te estoy hablando...mirame – gritó Brittany tomándola de un brazo. Santana levantó la cabeza y la rubia pudo ver sus ojos hinchados por las lagrimas.

- Todo lo que hago, lo hago por ti Brittany porque quiero que estes bien , te lo dije....y esto es eso. No podía dejarte ahí pero tampoco podía pagarle a ese tipo – intentó explicar Santana.

Brittany veía su dolor pero sus ojos se posaron sobre aquel moretón y le dio un escalofrío. Sabía que no lo había hecho con mala intención pero se había puesto en riesgo y por lo tanto también la había puesto en riesgo a ella porque su vida no tendría sentido si a Santana le pasaba algo. La rubia cerró los ojos ante aquel pensamiento mientras más lagrimas invadían su rostro.

- Sé lo que hago Britt te lo juro....confía en mí – Santana tomó de la cara a Brittany intentando que ésta la mire a los ojos – voy a salir de ahí pronto. Créeme. Necesito tu apoyo.

Brittany se separó de aquel contacto y fue hacia la habitación cerrando la puerta de un golpe. Santana permaneció sentada en el suelo y volvió a tomarse la cabeza con las dos manos en señal de desesperación absoluta

"Pole Dance" - Parte 4 - Final

Santana llegó al pub un poco más temprano que otras ocasiones. Había pasado una noche fatal y tenía los ojos hinchados. Se desplomó sobre su silla y permaneció

mirándose al espejo unos momentos. Estaba agotada pero esa noche debía dar su mejor show. Cuando sus compañeras llegaron unos momentos después notaron que no era su mejor día y se acercaron a ella para saber qué ocurría. Santana les relató lo que había pasado la noche anterior rompiendo en llanto algunas veces. Todas le dieron su apoyo y la ayudaron a verse bien para el espectáculo.Ésa noche era especial pues era el cumpleaños de Marcell y éste había invitado varios amigos para su fiesta privada. Como ocurría en aquel lugar , el agasajado podía elegir la chica que bailara para él. Todos sabían que Snixx sería la elegida y ella sabía que no podía fallar. Cuando comenzó a sonar la música programada Snixx se acercó a Marcell y lo llevó al centro del escenario. Lo sentó en la silla que tenía preparada para él y empezó su show.Santana se movía provocativamente delante de su jefe que la miraba hipnotizado. Todos los invitados sentían una gran envidia por lo que estaba ocurriendo. ¿Quién no hubiera querido que Snixx les bailara de ésa forma? y si hubiera sido en la intimidad de una habitación mucho mejor...Marcell opinaba exactamente lo mismo y al finalizar la canción la tomó de la mano y se dirigió a su oficina ante la ovación de sus amigos.Al llegar allí la acorroló contra la puerta y quiso besarla en el cuello. No le importó la marca de su propia mordida. Al notar que Snixx no oponía resistencia sonrió levemente.

- ¿Hoy no me vas a pegar? – preguntó Marcell mientras pasaba una de sus manos por la cintura de la morena y la miraba directamente a los labios.

- No si el jefe no quiere...hoy es su cumpleaños , así que usted elige – respondió Snixx con vos sensual.

- Ahh creo que viste lo que te conviene ¿no? – dijo su jefe besándola y tomándola más fuerte de la cintura para atraerla a ella.

- Claro , si las otras tontas no se dieron cuenta antes...no es mi problema. Ellas te tienen miedo pero yo no – declaró Snixx con sus ojos totalmente negros.

- Jaja eso es muy sexy sabes....si tenés razón me tienen miedo...- dijo Marcell mientras seguía acariciando y besando a la morena - ,,,pero tampoco las culpo. Saben que si hacen algo mal....se complica su situación...mejor que me tengan miedo , así pagan lo que me deben...- 

Marcell le había quitado la remera a Snixx., cuando intentó quitarle el brasier la morena lo detuvo y sonriendo pícaramente cambió de posición. Tomó de los brazos a su jefe y los sostuvo por encima de su cabeza. 

- Ah... más salvaje...me gusta.... – decía Marcell mientras Snixx le desabrochaba la camisa.

- Mm si sabía que te iba gustar así.... – continuó la morena – Eres un hombre muy

interesante Marcell...tienes poder...dinero....inteligencia.

A cada cualidad Snixx añadía un beso en el cuello de aquel hombre que estaba totalmente ensimismado por su sensualidad.

- Y pensar que amenazaste a la tonta de Tania para que se quede trabajando contigo porque te debía dinero....¿no?...Yo hubiera trabajado con gusto... – siguió diciendo Snixx. Estaba tan molesta....

- Jaja que bueno saber eso....pero son pocas las que les pasa por eso yo primero les prestó dinero, aunque sé que no lo van a poder pagar , para después obligarlas a trabajar conmigo. Con el contrato que les hago firmar me cubro de la policía...y listo – declaró Marcell con una sonrisa llena de orgullo.

- Mmm me encantás Marcell.... – dijo Snixx acercándose a besar a su jefe soltando sus brazos.

Cuando este los llevó hacia el trasero de la morena pudo escuchar gritos que venían de afuera de la oficina. Escucharon extrañados y cuando parecía que se habían calmado alguien comenzó a golpear fuertemente la puerta.

- FUEGO!! FUEGO!!!! – decía una voz varonil – MARCELL SALGAMOS YA 

- ¿Qué diablos....? – Marcell asustado y desesperado por salir empujó a Snixx que se había quedado quieta frente a él. 

La morena se tropezó por el empujón y cayó golpeando su cabeza contra el escritorio. Marcell vió aquella escena pero salió corriendo sin ayudarla.Todos estaban fuera de la salida principal aguardando la llegada de los bomberos. Como ocurría en estos casos la policía también se presentaba en el lugar para contener a las personas que desesperadas podían interferir en el trabajo de los bomberos.Los empleados e invitados del lugar se dieron vuelta bruscamente cuando oyeron arrancar un auto a toda velocidad.

- ¿Salió todo como lo planeamos? – preguntó alguien en aquel auto.

- Al pie de la letra , ahora sigue manejando que tengo hambre – contestó otra persona..

Brittany hacía zapping acostada en el sillón pero su mirada estaba perdida. Extrañaba a Santana.Paseaba por los canales buscando algo que valga la pena ver. Essto.....-pensó Brittany enderezándose y subiendo el volumen de la televisión.

“Cae banda de estafadores. Éste fin de semana se ha logrado capturar a los profugos acusados de estafa a 15 jovénes de la ciudad de New York y 7 de Ohio. Los hombres captaban a sus victimas ofreciendoles servir de representantes en el mundo artístico

donde pretendían entrar estas chicas....”

- Apagá eso. Lo último que quiero ver en la televisión es la cara de ese malnacido...me revuelve el estómago y quiero comer mi parte del helado – dijo una morena mientras salía del baño secándose el pelo con una toalla.

- Te extrañaba Sany... – dijo Brittany abrazándola mientras se sentaba en el sillón.

- Entonces los agarraron.....- preguntó Santana mirando a la rubia.

- Y si...contigo como policia agarran a cualquiera – respondió Brittany riéndose – bueno, yo me entregaría solita.

- Entonces queda arrestada Señorita Pierce...delito: Ser tan hermosa que matas...- jugó Santana mientras le agarraba las muñecas a Brittany como si fueran esposas y la arrastraba a la habitación.

- Flashback –

Brittany se dejó caer en la cama se sentía tan mal por que su deuda y ése tipo siguieran arruinando su vida. Se había hecho ilusiones de que finalmente podría mirar hacia delante y ahora se volvía a sentir perdida en eso que parecía un laberinto. Santana había sido tan valiente. Estaba molesta por que le hubiera mentido pero comenzaba a entender que Santana arriesgó mucho, incluso su confianza, para salvarla de aquel lugar. Le había mentido, pero si ella hubiera demostrado más confianza en querer vencer a esos tipos quizás la morena hubiera confiado en ella y hubieran planeado algo juntas.Se levantó apurada, abrió la puerta y encontró a Santana acostada en el sofá mirando hacia la nada. Brittany se ubicó detrás de ella pasando una mano por su cintura. Santana aceptó su gesto.

- ¿Qué tenemos que hacer San? Quiero ver a ese tipo atrás de las rejas. Todas las chicas de ahí están pasando lo mismo que nosotras. No las podemos dejar solas. Perdoname por lo de antes pero estaba paralizada por el miedo. Ésa era mi antigua yo y estaba demasiado acostumbrada a eso. Pero juntas somos más, ¿no? – terminó de decir la rubia mientras Santana giraba para quedar boca arriba.

- Esta bien amor, no te puedo culpar. No es que esto sea un juego de niños...pero como dices, no somos las únicas atrapadas y tenemos que hacer algo nosotras que nos tenemos la una a la otra.

- Bueno, dime qué tengo que hacer yo – preguntó Brittany.

- Necesito que consigas un auto, vamos a alquilar uno, y mañana me esperas a la salida del pub. Yo tengo que lograr hacer confesar a Marcell sobre cómo contrata a sus

bailarinas y robar los “contratos”. Eso lo podemos llevar a la policia como prueba de nuestra denuncia.

- ¿Y yo te voy a tener que esperar afuera mientras tu haces todo eso? Me voy a morir de los nervios Santana – objetó la rubia.

- Si te mueres no me vas a poder llevar lejos de ahí rápido y si Marcell se llegara a dar cuenta te aseguro que voy a necesitar algo más que mis piernas para salir de ahí – le respondió Santana intentando que comprendiera su rol – Además adentro me cuidan las otras chicas, también voy a hablar con ellas.

Brittany y Santana permanecieron acostadas en el sillon conversando otro rato sobre los detalles de la “emboscada” y se quedaron dormidas cuando ya había empezado a salir el sol. Al día siguiente se levantaron totalmente contracturadas. Lamentaban no haberse ido a dormir a la cama como correspondía.Comieron algo y salieron del departamento en busca del auto para alquilar y del micrófono que Santana llevaría en su sostén para grabar a Marcell confesando sus delitos.Santana todavía tenía cara de haber pasado mala noche y decidió ir más temprano al pub para maquillarse temprano y comprobar que todo esté funcionando cómo debería.Media hora después comenzaron a llegar sus compañeras que, viéndola notablemente nerviosa se acercaron para saber qué le ocurría. Santana les relató su propósito esa noche y les pidió su ayuda. No había podido evitar llorar por la bronca y los nervios de que todo salga como pensaba. Habían quedado que ella se iría con Marcell a su oficina para provocarlo a que declare y ellas luego activarían la alarma de incendios de la cocina haciendo un pequeño fuego controlado.Santana logró tentar al jefe para que la llevara a su oficina donde sabía que se pondría más cariñoso.

– Eres un hombre muy interesante Marcell...tienes poder...dinero....inteligencia –decía la morena estando cerca de su “jefe”.

A cada cualidad Santana añadía un beso en el cuello de aquel hombre que estaba totalmente ensimismado por su sensualidad.

- Y pensar que amenazaste a la tonta de Tania para que se quede trabajando con vos porque te debía dinero....¿no?...- mencionó la morena buscando su afirmación - Yo hubiera trabajado con gusto... – mintió. Estaba tan molesta con él. Era la peor basura que había conocido y se estaba llevando sus besos de regalo.

- Jaja que bueno saber eso....pero son pocas las que les pasa, por eso yo primero les presto dinero, aunque sé que no lo van a poder pagar , para después obligarlas a trabajar conmigo. Con el contrato que les hago firmar me cubro de la policía...y listo – declaró Marcell con una sonrisa llena de orgullo.

Santana se sintió realizada pues hasta ahora el plan venía funcionando a la perfección. Ahora solo quedaba escuchar la alarma de fuego y salir de allí.

- FUEGO!! FUEGO!!!! – decía una voz varonil del otro lado de la puerta –MARCELL SALGAMOS YA 

- ¿Qué diablos....? – Marcell asustado y desesperado por salir empujó a Santana que se había quedado quieta frente a él riéndose por dentro de la cara de niño indefenso de ese hombre.

La morena se tropezó por el empujón y cayó golpeando su cabeza contra el escritorio. Era un golpe fuerte y tenía que quedarse en la oficina para sacar los contratos así que aprovecho la ocasión para simular un desmayo. Marcell vió aquella escena pero salió corriendo sin ayudarla.

- Era obvio que no me ibas a ayudar cobarde....-dijo Santana levantándose del piso cuando notó que Marcell ya había salido- Bueno, los contratos.....

Santana revolvió todos los cajones. Estaba apurada pero no por la alarma de fuego que sabía falsa pero si llegaban los bomberos no tendría como explicarles qué hacía revolviendo los papeles.Cuando finalmente los encontró salió rapidamente por la salida trasera y corrió hasta la calle donde la esperaba Brittany arriba del auto.

- Dale acelerá..... – ordenó Santana mirando por el espejo retrovisor y notando que la policía se había presente en el lugar.

- ¿Salió todo como lo planeamos? – preguntó Brittany.

- Al pie de la letra, lo tenemos donde queremos. Ahora sigue manejando que tengo hambre – contestó Santana.

Marcell algo culpable por haber dejado a Snixx desmayada en su oficina había vuelto a entrar al mismo tiempo en que ella salia por la puerta trasera con papeles en sus manos. Miró extrañado esa escena y su cara empalideció cuando entró a su oficina y vió los cajones revueltos. Buscó los contratos y no los encontró. Maldijo a Snixx en todos los idiomas que conocia y salió del pub por la misma puerta que había usado la morena pues ahora sería un prófugo de la justicia.

La policía recibio las denuncias de todas las chicas del pub de New York y de Ohio y utilizó las pruebas que Santana había conseguido para validarlas.

Algunos días después Brittany pudo ver en la televisión la noticia de que finalmente lo habían capturado y sintió como se cerraba un capitulo en su vida. Quizás el más oscuro al principio pero lleno de esperanza cuando Santana había vuelto a buscarla.Habían decidido que ahora se mudarían al departamento de la morena que era más grande y estaba cerca de varios estudios de danza donde Brittany había pedido entrar.Santana no podía pedir más había recuperado a su rubia y ahora la tenía como ella quería....amarrada al respaldo de la cama mientras jugaban al ladrón y al policia. Toda esta experiencia había hecho estallar las fantasías de las chicas y se proponían cumplirlas una por una. Tiempo, tenían.

------------- FIN